[Televisión] Cosas de series: Tetas y culos medievales y playeros, finales de Game of Thrones y Magic City

Televisión

Las últimas semanas las hemos dedicado a comentar finales de temporada y de alguna serie. Hoy también. Pero quiero dejar constancia que hay algunas series nuevas, de las veraniegas que están apareciendo. Hasta ahora son más de entretenimiento intrascendente que otra cosa. Pero tengo cierta curiosidad por ver cómo evolucionan dos. Una canadiense, Continuum, que combina la ciencia ficción y el policiaco, que puede tener su punto, y con una protagonista, Rachel Nichols, muy mona. Casi demasiado. La otra es una británica, con más empaque dramático, Hit & Miss, que va de transexual asesina a sueldo, que tras la muerte de una antigua novia cuando todavía figuraba como chico, se encuentra al cargo de los cuatro hijos de la finada, uno de los cuales es suyo. Protagonizada por Chloë Sevigny, a la que me está costando visualizar como transexual. Pero bueno, ya veremos.

En otro orden de cosas, he abandonado The Killing. Eventualmente, tiene capítulos excelentes. Pero globalmente me estaba resultando un peñazo con una historia perdida dando vueltas sobre sí misma. Además el ambiente eternamente lluvioso del noroeste americano me estaba deprimiendo. Adiós.

Y ahora vamos a los finales de temporada de dos series que tienen algo en común. Abundancia de tetas y culos.

Magic City (Temporada 1)

Breve temporada de ocho capítulos para esta historia ambientada a finales de los 50 y principios de los 60 del siglo XX, en Miami (Florida), y en la que seguimos las tribulaciones de Ike Evans (Jeffrey Dean Morgan), un empresario hotelero judío, que está levantando un emporio pero bajo la sombra de la mafia local. Y por lo tanto, bajo la vigilancia de un fiscal de distrito que busca su gran éxito policial que le eleve en la política. Familia, amigos, mafiosos, empleados del hotel, constituyen el tradicional entorno de este tipo de dramas.

Con una producción y una realización excelente, la acción ha sido un poquito morosa. Como si dijeran, os vamos a presentar un poco de que puede ir esto, y si gusta ya entraremos a saco en próximas temporadas. No ha faltado acción, por eso. Varios asesinatos, tribulaciones económicas, apuestas amañadas, politiqueos,… y un mafioso que da mucho, pero que mucho, miedo.

Viniendo de las cadenas de cable americanas, no se corta con la utilización del sexo para atraer espectadores. Y en este aspecto, ha sido de las más generosas a la hora de mostrar tetas y culos para «promocionarse». Muchas chicas guapas, entre las que destacan la mujer de Ike, la guapísima modelo y actriz Olga Kurylenko, y la espectacular y sensual sudafricano-australiana Jessica Marais, como Lily, la novia del gángster. Esta chica está que quita el hipo, y además le ha tocado lidiar con las escenas sexualmente más atrevidas y truculentas. Hipnotizado me tiene la chica de apellido tan francés. Y como siga con el gángster le auguro un final horrible, aunque de momento hayan llegado a un «arreglo» un tanto peculiar en su vida conyugal.

Game of Thrones (Temporada 2)

Alguien me definió hace un año esta historia de origen literario como un Señor de los Anillos con sexo. Una serie que al principio no me llamó la atención, un poco cansado ya de esta moda de las edades medias alternativas y con magias, lo cierto es que cuando le di su oportunidad a la primera temporada, me quedé enganchado como un memo. Fue divertidísima. Trascendía notablemente el concepto de Señor de los Anillos con sexo. Además de sexo había personajes mucho más complejos y menos lineales que la mera lucha entre el bien y el mal de Tolkien.

Nunca me he planteado leer la obra literaria en la que está basada. Ayer mismo en una librería pude ver los cuatro tomos de la historia ya publicados en español, y eran de un calibre tal que si fuesen obuses haría falta resucitar a un Gran Berta para dispararlos. Y esta pendiente de publicación en español de un quinto volumen, más dos que todavía no han sido paridos por su creador, George R. R. Martin (cuantas erres, como Tolkien; ¿esto también es una moda?). Y varias obras complementarias más. No veas tú que ladrillo. Mucho más cómoda la serie de televisión.

A «mis años», es decir, con el escepticismo que me caracteriza en este tipo de historias, tampoco estoy para hacer un seguimiento detallado de las tramas. Así que habitualmente veo los capítulos relativamente perdido. Lo cual me la trae al pairo. Lo divertido de esta serie es que está muy, muy bien hecha, con unos guiones estupendos en sus diálogos y en situaciones concretas, y con interpretaciones magníficas. Especialmente entre los intérpretes de corta estatura. Ya adelanto que mis dos personajes favoritos son la niña Arya Stark (Maisie Williams), y el «pequeño de los Lannister«, Tyrion (Peter Dinklage). La primera por la viveza que sabe dotar al personaje, uno de los que más inteligencia pura demuestra en la serie. El otro,… por todo. Es divertido, dramático, ingenioso, se acompaña de guapas mujeres, y demuestra también que, si bien no es demasiado buena persona, vale mucho más que cualquiera de los otros altos y guapos.

El resto de los personajes también están muy bien. Hasta la sonsa de Sansa (Sophie Turner) empieza a tener su puntito. Me carga un poco el memo de Jon Snow (Kit Harington), que parece lelo no ligando con la estupenda pelirroja nórdica, Ygritte (Rose Leslie), que aunque recién salida de un culebrón británico bien merece la pena el desvío como dicen las guías Michelín. Y la rubia de los dragones, Danaerys (Emilia Clarke), que desde que dejó su apasionada historia con el animal aquel de la primera temporada, ha bajado muchos enteros. Sin embargo, por lo que comentan los muchos entendidos en este culebrón con armaduras, son dos de los personajes más importantes del conjunto de la historia. Mira tú.

En fin. Que no sé si me entero mucho del conjunto de la historia. Pero me divierto como un enano con los escasos episodios que cada temporada nos ofrece esta serie, que afortunadamente tiene mucho más que ofrecer que culos y tetas en bonito envoltorio televisivo. Que tampoco está mal. Ya, lo del ejército de zombies, o de espectros, o de lo que sean, que nos ofrecen como cierre de temporada… Uuuufffff… Por un momento he tenido visiones de la Cabalgata de la Compañía Gris a las órdenes de Aragorn, hijo de Arathorn, acompañado de un aterrado Gimli, hijo de Glóin, y de un indiferente Legolas, hijo de Thranduil.

¿El Muro de Hielo de Westeros? No, el macizo de la Jungfrau en los Alpes Suizos. Pero a mí, ya me vale.