Cuarta edición de esta feria de fotografía, que desde hace tres años se viene celebrando en la capital del reino. A ver si nos entendemos con los más profanos en estas materias. Estos no es una exposición de fotografías. Esto es una feria. Y como la antiguas ferias de los pueblos, aquí a lo que vienen los más interesados es a comprar y a vender. Fotografía. Como inversión. Por coleccionismo. Para adornar la pared del salón con una fotografía original en lugar del típico póster en un marco mono. Por los motivos que sean. Esto es MadridFoto. Un mercado.

Este retrato era una de las obras, de buen tamaño, sería cara, que más atraían la atención de los visitantes.
A mí me gusta la fotografía. Soy aficionado a la fotografía. Pero reconozco que a la hora de poner precio a una fotografía, soy un absoluto negado. Sólo algunas de las galerías que montan chiringuito en estas ferias ponen el precio en la etiqueta. En la mayor parte de las ocasiones tienes que entrar en diálogo con el galerista y tras una conversación que muestre que tienes interés, por cortesía, pues preguntas. Y esto, ¿cuánto cuesta?

¿Interactúan las obras y los espectadores? Esos cruces de miradas…
Evidentemente hay algunos criterios «objetivos». Que yo he deducido.
El nombre del artista es importante. Claro. Los fotógrafos conocidos o consagrados cuestan un ojo de la cara. Si yo voy y el pido a un galerista que me intente vender un paisaje que he hecho que me parece mono, y este accede, a mí que no me conoce nadie,… pues unas decenas de euros o unos pocos pocos cientos en la mejor de las situaciones. No va a ser el caso. Mis fotos son una afición, no una dedicación y no me meto en esos asuntos, suponiendo que tenga calidad para ello, que también es mucho suponer.
La técnica utilizada. Cuanto más laboriosa, artesanal, o exija la intervención del fotógrafo, más cara. Claro. Más tiempo a dedicado. Además, según la técnica, puede ser una obra única no reproducible y por lo tanto hay que sacarle rendimiento.

Junto a esta minimalista obra fotográfica, había un soldadito de juquete…

… muy germánico. ¿Formará parte de la obra? ¿Un toque de humor? Evidentemente,… un toque de corneta.
Derivado de la anterior, el tamaño de la tirada. Siendo una fotografía una obra reproducible, cuantas menos copias circulen de una obra, si esta tiene prestigio, más caras. Claro, si no te conocen, no tienes todavía «prestigio», igual tienes que hacer tiradas algo más grandes, para compensar con volumen de ventas los precios bajos. El mercado en acción.
El tamaño de la foto es realmente un aspecto que parece importar mucho. Uno pensaría que tratándose de obra artística, habría otros parámetros más importantes… pero no sé oye… a veces me cuesta… Pero bueno, yo soy poco más que un «analfabeto» en estas cosas. Seguro.
Diferencias, por supuesto, y estas sí que las entiendo, entre copias de época y copias actuales. Esto especialmente se nota con los autores ya fallecidos.

En todas las ediciones ha habido espacio para proyectos diversos, más populares o alternativos. En este caso, uno solidario con la infancia en la India.
Ayer descubrí que quién sale en la foto es importante. Si una galería vendía fotografías con retratos de gente famosa, pues no es lo mismo que el retrato sea de Marilyn Monroe, en cuyo caso el tema rondaba los 6.000 euros, que si es Miles Davis, que se queda en 2.000 euros. Sin que eso, desde mi modesto y probablemente equivocado punto de vista, tenga que ver con la calidad de la fotografía como tal fotografía (valores estéticos, valor documental, técnica empleada, etcétera).
Y entonces, un tipo que se siente atraído por el tema, pero que no va a comprar, ¿qué pinta en este sarao? Pues básicamente, para mí sí que es ir a una exposición. Me olvido por completo del mercadeo, y me dedico a disfrutar de las fotografías que me gustan, a horrorizarme con las que no, a extrañarme con las que no entiendo, y a intentar desasnarme un poco más en esta disciplina artística. Lo cual probablemente sea una empresa titánica… pero…

Que miedo me dio. Pensaba que la mano iba a atrapar a la señora de la camarita antes de que esta terminase de hacer la foto.