[Cine] Umi yori mo mada fukaku (海よりもまだ深く, 2016)

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Umi yori mo mada fukaku [海よりもまだ深く] (2016; 592016-1411)

Tiene su coña esto de los títulos. Ya suelen ser demenciales los cambios entre los títulos de las peliculas en inglés con respecto a sus versiones en castellano. Pero si la película es japonesa… Porque a los japoneses a veces les gustan los títulos historiados, muy bonitos en ocasiones, pero historiados. Y en este caso Koreeda Hirokazu (voy a seguir la convención oriental de poner en primer lugar el apellido), ha elegido un título que según el traductor de Google significa «Aún más profundo que el mar»… y por eso en inglés la han titulado «After the Storm» que ha devenido literalmente en la cartelera española como «Después de la tormenta».

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Ilustraremos la entrada con escenas cotidianas de la vida tokiota.

El caso es que no hay mucho mar en la película, aunque alguna referencia al mismo nos ofrece alguno de los papeles principales, y sí un tifón o tormenta tropical, también conocido en según que latitudes como ciclón tropical o huracán. Aunque Japón está por encima del trópico, sufre este fenómeno climatológico, potencialmente devastador, de vez en cuando. En este caso, la devastación, de producirse, lo hará en la familia de Shinoda Ryota (Abe Hiroshi). Ryota fue en su momento un prometedor escritor en su juventud. Pero tras un momentáneo éxito inicial, siempre ha estado a la espera de escribir su gran novela. Mientras, se gana la vida en una empresa de detectives privados, según él para «documentarse para la novela». Muy ligado a su madre Yoshiko (Kiki Kirin), fracasó en su matrimonio con Kyoko (Maki Yôko), una atractiva mujer muy independiente con la que tuvo un hijo, Shingo (Yoshizawa Taiyô), y de la que está totalmente enamorado. Pero su mala cabeza y afición al juego hacen que no cumpla debidamente con sus deberes económicos con su padre, y corre el riesgo de perder de vista al niño. Una maniobra desesperada de Ryota hará que los cuatro coincidan durante un tifón en el pequeño apartamento en el que se crió y donde sigue viviendo la madre.

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Koreeda sigue insistiendo en el tema de la familia, en sus diversas versiones. Yo me maravillé con aquella pequeña joya que nos narraba los complots entre dos hermanos separados por sus padres también separados, muchos nos emocionamos con los sentimientos contrapuestos de un padre cuyo hijo resulta no ser su hijo, y no hace mucho que volvió a la cuestión fraternal, en este caso con un grupo de hermanas que conocen a otra medio hermana de padre a la que acogen como una más. Y además poco a poco nos vamos familiarizando con los intérpretes que van saliendo en las distintos filmes, y dando muestra de la importante solidez interpretativa de estos actores y actrices, sobrios y austeros como el carácter que se supone a los nipones, pero capaces de mostrar en pantalla importantes sentimientos con enorme convicción y pocas palabras.

La película venía calificada como comedia, en la que el protagonista supone la enésima versión del sinvergüenza simpático y adorable. El niño grande, poco responsable, pero que uno quiere. Incluso a su pesar. Mi impresión sin embargo es distinta, y condiciona mi valoración personal de la película. Que se divide en dos partes. Una inicial en la que conocemos la vida de Ryota y del resto de personajes, familiares, amigos y compañeros, de los que se rodea, y en la que, simplemente, no puedo empatizar con el personaje. El padre irresponsable que no es capaz de enderezar su vida para atender a sus deberes para con su hijo, por muy sinvergüenza simpático que me lo pinten, a estas alturas de mi vida no me cae nada simpático. Porque hay un exceso de padres irresponsables en este mundo… Y desde ese punto mis simpatías se van hacia el personaje de la exmujer, Kyoko, que es quizá el menos lucido de los protagonistas, por a la actriz le toca hacer el papel de «hasta aquí hemos llegado, y te arriesgas a salir de la vida de tu hijo»,… Desde mi punto de vista, un papel con muchos silencios, pero que dice mucho. Gran trabajo.

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La segunda parte de la película, las horas que pasan los cuatro personajes principales en el pequeño apartamento de la madre de Ryota, son una verdadera delicia. Estupendas. Y aquí es donde el tono de presunta comedia de la película se desmonta, puesto que estamos ante el drama continuo de las familias. Una abuela que sufrió toda su vida a un marido irresponsable, que ama incondicionalmente a un hijo al que sabe demasiado parecido a ese marido ya muerto. El intento desesperado de Ryota por recuperar a Kyoko, pero sobretodo por no perder al hijo. La determinación de Kyoko de tomar las riendas de su vida, incluso y a pesar de los sentimientos que le unen a esa familia en la que se ve atrapada una noche más, durante el tifón. Esta segunda parte la que justifica sobradamente el ver la película, afrontándola como un drama. Si el final tiene algo de esperanzador o no… yo lo veo abierto. Igual que están las vidas de todos nosotros mientras son vidas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *** en su primera parte / **** en la segunda.

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