Choco Encuentro 2014 – Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) – Fotografía y otras artes visuales.
En el anterior enlace, el resumen del Choco Encuentro 2014. Aquí os dejo sólo las fotos.
Choco Encuentro 2014 – Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) – Fotografía y otras artes visuales.
En el anterior enlace, el resumen del Choco Encuentro 2014. Aquí os dejo sólo las fotos.
Este sábado pasado salimos de excursión fotográfica los fototrastornados de Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ), grupo de aficionados a la fotografía de Zaragoza y otros lugares de Aragón e incluso de fuera, que comenzó sus actividades en torno a Flickr. El lugar elegido fue Uncastillo, una preciosa localidad de la comarca de las Cinco Villas, llena de historia y de cultura, y que no es conocida como se merece.
Visité esta población hace unos años, una tarde de un 10 de marzo de 2007, y en aquel momento el objeto fundamentalmente de la visita fue la fortaleza que da nombre a la villa. Y probar algún objetivo de reciente adquisición en aquel momento para la Canon EOS D60, cámara réflex digital que compre de segunda mano por poco dinero, y que funcionó bien hasta que entregó el alma el obturador. Me costó barata porque su esperanza de vida era ya escasa. El británico que la había poseído con antelación le había dado bastante al dedo, y acumulaba muchos ciclos de obturador. Pero puedo asegurar que en aquellos momentos me maravillaba la calidad de imagen que suministraban sus 6 megapíxeles.
En la ocasión actual, la visita ha sido muy distinta. Nos dirigimos por la mañana a Uncastillo, saliendo de Zaragoza poco antes de las nueve de la mañana, con el fin de llegar allí a las diez y media, y comenzar la visita a las once. La expedición de FeZ la constituimos 19 personas, y los principales bienes culturales a visitar eran las dos principales iglesias románicas del siglo XII en la localidad, la de Santa María y la de San Martín de Tours. Para ello se hicieron contactos previos con la diócesis de Jaca, de la que dependen las iglesias de la villa, para que se nos permitiera fotografiar, con fines no comerciales, en el interior de las mismas.
Así que siete años más tarde, cargo en mi bolsa mi Canon EOS 5D Mk. II, sucesora espiritual de aquella pionera EOS D60, con una variedad de objetivos,… distintos. Y la vieja Zeiss Ikon Ikonta (521/16), de la que no os muestro fotos porque no he tenido tiempo todavía de revelarlas.

El guía de la visita nos explica los significados de las figuras labradas en los capiteles, arquivoltas y canecillos de la iglesia de Santa María, una mezcla de temas sacros, lujuriosos y escatológicos de lo más entretenida.

Un cristo de estilo gótico nos muestra la afición al gore de nuestro antepasados de la baja edad media, esculpiendo la sangre de la herida del costado como churretones que semejan una invasión de gusanos alienígenas.

El pequeño pero coqueto claustro de Santa María mezcla su función de patio de los antiguos monjes, con la de almacén de los actuales propietarios eclesiásticos. O por lo menos esa sensación produce.

Breve parada en la casa consistorial, palacio renacentista del XVI, antes de dirigirnos a San Martín de Tours. Un sistema de cristales y espejos nos permite contemplar las bóvedas de la construcción a pares. Los bolos negros del círculillo del fondo son las cabezas de los visitantes… así que supongo que esta foto es una «selfie»… tan de moda en estos tiempos…

Montaje audiovisual en San Martín de Tours, en una oscuridad que mi EOS y yo vencemos con una exposición de 30 segundos con un diafragma lo suficiente cerrado como para tener profundidad de campo al enfocar a «ojímetro». El documental es una mezcla de información cultural y de publirreportaje católico.

El guía se confiesa aficionado a las rondas cantoras. Pero en vez de rondar a las mozas por la noche, se dedica a cantar al rosario de la aurora. Nos hace exhibición de sus habilidades como «auroro» en el coro de San Martín de Tours.

Terminadas las visitas culturales, mientras nos dirigimos a tomar el vermú de rigor, nos detenemos a fotografiar los rincones de la villa. El guía nos ha llevado a paso marcial; ahora podemos dedicar un poquito más de detalle a la exposición y la composición de las fotos.
Formalmente, la actividad programada para los 19 asistentes de FeZ termina con el vermú. Pero un grupo de 11 de arrojados aficionados tanto a la gastronomía como a la fotografía nos quedamos a comer en el pueblo. Y después, claro esta, un nuevo paseo por las partes incógnitas de la población, para descubrir nuevas posibilidades fotográficas. Aunque una mezcla de «injustificable pereza» y «uy, que bris tan fresco tiene que hacer ahí arriba» nos aleja de la oportunidad de subir al castillo. Que como habéis podido comprobar, yo ya conocía.

Desde la iglesia de San Felices, está lleno de iglesias Uncastillo, vemos los restos de la fortaleza que da nombre al pueblo dominando las casas de los vecinos.

En las proximidades de la iglesia de San Juan nos asomamos a los graneros abandonados y algo ruinosos de las casas de la zona. Supongo que como en muchos de los pueblos de Aragón, la emigración a las ciudades ha hecho que buena parte de las casas del pueblo estén deshabitadas, o sólo se habiten estacionalmente.
Llegadas las cinco y media de la tarde pasadas, anuncio a mis acompañantes de vehículo que tengo que ir volviendo a Zaragoza, aunque otros compañeros de excursión aun quieren más aventura fotográfica. Nosotros nos alejamos de vuelta, y nada más salir del pueblo recuerdo la puesta de sol que me despidió hace siete años en mi primera visita fotográfica a Uncastillo. Y con esa imagen despido esta crónica. Hasta la próxima.
Pendiente tengo el comentario de una película, pero me ha impresionado de tal modo que me estoy pensando un poco mejor lo que contar. Especialmente ahora que procuro no enrollarme tanto. Así que de momento os dejo con fotografías. De un evento «antiguo». De la excursión con Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) al Monasterio de Rueda y alrededores. Me llevé tres cámaras, una moderna digital, una clásica de película de formato medio y una compacta de película de 35 mm. En los enlaces anteriores podéis ver algunas fotografías de las dos primeras. Pero hasta esta semana no he tenido las que hice con la Olympus mju-II. Tomadas a orillas del río Ebro en la localidad de Escatrón.
En esta mañana de domingo en la que la pereza me invade, me encuentro además con que por motivos que desconozco mi conexión doméstica a internet va como el culo. Así que me está costando revisar los marcadores sobre fotografía de la semana un dolor. Si a eso sumas que ayer estuvimos de quedada fotográfica con Fotógraf@s en Zaragoza (Flickr), y que hice un par de rollos de blanco y negro en formato medio que he estado revelando esta mañana, pues tengo una sensación de caos absoluta. Pero bueno, intentaré escribir mi entrada dominical sobre fotografía, y acompañarla con algunos paisaje de ayer. No de los carretes en blanco y negro, que aún me llevarán un rato secarlos, escanearlos y esas cosas, pero bueno, con alguna de las cámaras que os mostraba en la noche del viernes.
En los primeros tiempos de la fotografía, era un producto caro para las clases menos pudientes de la sociedad. Muy caro. Uno no tenía dinero para gastárselo alegremente en hacerse un retrato, de sí mismo o de la familia. Por ello se reservaba para momentos especiales. O para el último momento, cuando ya no era posible esperar más. Y ese momento era el de la muerte. Y una especialidad de retrato muy extendida era la de los familiares que se retrataban con el finado reciente, antes de proceder a su sepultura. Macabro. Pero una consecuencia de la sociedad que les tocó vivir. Steve Huff nos recuerda esta práctica de la fotografía «post mortem», aunque a él le resulta más extraña.
Desde hace unas semanas se están viendo mucho por la red de redes las fotografías en color de Robert Capa. Como no todo el mundo publica las mismas muestras, indico un par de entradas más sobre el tema para quien esté interesado en la cuestión. A mí me gustan mucho estas estupendas imágenes, que supongo fueron tomas en las primeras versiones de la mítica Kodachrome. Y podemos verla en eltumblr de Photojojo,y en Lightbox de Time.

Saladas de Sastago / Bujaraloz. Uiggg… en esta olvidé ajustar la cámara a la focal gran angular y hay un colorcillo raro en la parte izquierda del fotograma. Menos mal que en blanco y negro funciona incluso mejor.
Estas fotografías de Capa justamente se alejan de muchas de sus más dramáticas fotografías en blanco y negro realizadas durante los distintos conflictos bélicos en los que estuvo presente hasta su muerte en Indochina. Pero desgraciadamente, no fue el único que consiguió fotos de las que son consideradas iconos del siglo XX en tiempos de conflicto. Y una de las series más notables fue la que tomó la fotógrafa Cathy LeRoy, una joven fotógrafa francesa de sólo 21 años en 1966 cuando se dirigió a Vietnam. Pero a pesar de los problemas que se encontró, consiguió fotografías notables, y las más célebres las de la batalla de la colina 881, como nos cuentan en Iconic Photos.
Últimamente oímos hablar mucho de «drones», aparatos voladores no tripulados, que se han desarrollado fuertemente como material bélico, como tantos inventos humanos, pero que poco a poco encuentran su utilidad en la vida civil. Como la fotografía desde las alturas. Pero lo de fotografiar a vista de pájaro es una ambición de hace muchos tiempos. Y una forma de hacerlo era sujetando las cámaras fotográficas a cometas o globos aerostáticos cautivos. En The Picture Show de NPR nos muestran las panorámicas de George R. Lawrence tomadas a principios del siglo XX.
En algún lugar del mundo anglosajón han decidido que la palabra inglesa del año 2013 es «selfie», un acortamiento familiar de «selfportrait», autorretrato. Los teléfonos móviles y los múltiples servicios para compartir fotografías en internet han hecho que la práctica de autorretratarse esté hasta en la sopa. Pero realmente no es algo nuevo. Y si no contemplemos la colección de autorretratos de conocidos fotógrafos con sus instrumentos de trabajo que nos ofrece Riya Bella Vintage. Si tengo que elegir me encanta el de Ilse Bing, el de Ed van der Elsken o el de una jovencísima Sally Mann. Pero todos superan ampliamente, el promedio de lo que se ve por ahí en la actualidad.
Estamos en una época entre la convergencia entre la imagen fija y la imagen móvil, entre la fotografía tradicional y el vídeo o el cine, empieza a ser muy acusada. Con cámaras fotográficas capaces de filmar vídeo con una estética muy cinematográfica y con gran calidad, los artistas que confluyen a puntos a caballo entre los dos artes son diversos. En The Phoblographer nos proponen los vídeos realizados a altísima velocidad por Adam Magyar, desde trenes de las redes de metro de distintas ciudades del mundo cuando entran en estaciones subterráneas de este popular medio de transporte público. Personas casi congeladas en un instante debido a pasar a la tradicional velocidad de 24 o 30 imágenes por segundo secuencias filmadas a más de 1000 imágenes por segundo. Nos comentan en el vídeo dedicado a la estación de Alexanderplatz de la línea U2 de Berlín, que las tres secuencias de 12 segundos recogidas están dispuestas para ser reproducidas a lo largo de 8 minutos.
Uno de los blogs dedicados a la fotografía que más me gusta es Proof de National Geographic, que nos acerca un poquito más al quehacer de los fotógrafos que trabajan para el famoso medio. En esta semana me parecieron muy interesantes las fotografías de Carolyn Drake de sus proyectos en Asia Central, desde Iraq hasta China y Mongolia.
Desde L’Oeil de la Photographie nos llevan también a los más fríos paisajes de la tundra siberiana, lugares singularmente hostiles pero también capaces de mostrar paisajes de increíble belleza al mismo tiempo que muestran la capacidad del ser humano de adaptarse y colonizar los lugares más inhóspitos. Las fotografías son de Evgenia Arbugaeva.
La semana pasada hablaba someramente de las fotografías del fotógrafo chino MuGe (Huang Rong). En esta podemos ver más ejemplos de su obra gracias al artículo que nos traen también en L’Oeil de la Photographie. Especialmente de su serie Going Home. A mí me han parecido muy interesantes.
Photoshop y los programas de retoque fotográfico se están convirtiendo en villanos habituales en el mundo de las noticias, de la moda, de la fotografía artística,… quizá más que por su uso, por el abuso que algunos ejercen. Pero he aquí que de vez en cuando vemos usos realmente simpáticos e interesante de estas herramientas. Como lo que nos muestran en Lens Culture de la obra de Chino Otsuka. Si antes hablábamos de la moda del autorretrato, qué pasa si usas tus autorretratos para insertarte en las fotografías de tu infancia, y consigues que el efecto sea natural, no forzado. Esto es lo que ha hecho Otsuka. Y realmente, la serie tiene un nosequé, entre encantador y melancólico.
He mencionado en varias ocasiones la importancia que va adquiriendo la fotografía realizada con el teléfono móvil, cámara omnipresente en estos momentos, y que está sustituyendo a los tradicionales aparatos sencillos domésticos que hasta ahora se usaban en todos los hogares. Pero hay quienes piensan que también pueden ser útiles fotográficos interesantes y de buen nivel. Y nada menos que el equipo de Bristish Journal of Photography, la más antigua revista de fotografía del mundo y realmente una publicación excelente, que ahora nos traen FLTR, en formato de revista electrónica de aparición semanal, donde se toman el tema realmente en serie. Espero que la gente la lea, y deje de publicar fotografías chorras y empiece a subir ejemplos como los que nos muestran en la nueva publicación.
Se acerca el final de año y eso implica empezar a hacer memoria y recapitulación de lo vivido y de lo fotografiado. Y el pasado domingo, también el grupo de aficionados Fotógraf@s en Zaragoza, que se aglutina y organiza a través de Flickr organizó su fiesta de despedida. Paseo fotográfico al caer la tarde por el entorno de las plazas de La Seo y del Pilar, y chocolatada para calentarse y recordar los buenos momentos del año. El equipo animador del grupo nos sorprendió con un vídeo resumen del año que os dejo aquí.
Como habréis podido ver a sido un año muy animado, con muchos encuentros, visitas culturales, talleres, cursos, cafés tertulia… Y ya hay muchos proyectos para el año que viene. De aquellos en los que participe seguro que tendréis noticias. Ahora, de momento, os dejo con algunas fotografías del paseo entre la niebla del domingo pasado.

Quedada colectiva en la plaza del Pilar, pero la foto de grupo se hizo en los escalones de la plaza de la Seo, que a las cinco de la tarde estaba envuelta en una densa niebla. Fría tarde para pasear con la cámara de fotos.

El principal objeto fotográfico, las decoraciones navideñas, el nacimiento y los mercadillos navideños.

No mucha gente visitando el «belén» gigante de la plaza del Pilar; el frío de la tarde del domingo debió dejar a mucha gente en casa.

Animación entre los más pequeños en la «pista de trineos» ante la iglesia de San Juan de los Panetes.
Hace unos días salió publicado en Fotógrafos en Zaragoza la primera de mis colaboraciones con este medio de comunicación del más simpático y animado colectivo de fotógrafos aficionados de Zaragoza. Unos días después, la reproduzco aquí. Os recomiendo que paséis de vez en cuando por el mencionado blog. Seguro que van apareciendo colaboraciones muy interesantes.
Texto y fotografías de Carlos Carreter
Como fotógrafos aficionados, dedicamos una cantidad notable de tiempo a los aspectos más técnicos de nuestra afición.
¿Qué cámara compro? ¿cómo debe usar el flash a pleno día? ¿jpeg o dng? ¿focales fijas u objetivos zoom? yo también quiero una circumpolar así de chula ¿me decanto por una «nikanon» o prefiero una «panalympus»? ¿prioridad a la apertura de qué…?
Los que frecuentéis las tertulias y cafecicos lo sabéis muy bien. Sin embargo, algo importante que tenemos que hacer es educar nuestra visión. Conocer todas nuestras posibilidades. La fotografía es un mundo muy amplio, bien nos centremos en su aspecto documental o en el artístico. Y para educar la visión no nos queda más remedio que mirar fotografías. No simplemente ver. Contemplar activamente, descubriendo nuevos temas, formas de componer, formas de iluminar. Intentar descubrir cómo se ha hecho esa fotografía que tanto nos gusta. Y…
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Estos dos últimos viernes, quienes participamos habitualmente en el grupo de Flickr «Fotógrafos en Zaragoza (FeZ)», hemos podido realizar prácticas de fotografía nocturna gracias a la amable y desinteresada tutoría de Ángel, excelente y cordial persona y compañero. El taller que se ha realizado en los alrededores del Puente de Piedra y las plazas del Pilar y La Seo de Zaragoza, se ha hecho dos veces debido al interés que ha suscitado. A mí me ha venido bien. Conocía buena parte de las técnicas a desarrollar, pero las tenía un poco oxidadas porque mis fotografías habituales van por otro lado. Pero bueno, os lo cuento con fotos.

Hemos empezado bastante antes del ocaso, junto al Club Náutico, con el fin de ensayar algunas técnicas preparatorias. Por ejemplo, el uso del flash como luz de relleno. La cola de la escultura de pez estaba totalmente en la sombra. Con la ayuda del flash, conseguimos iluminarla y darle detalle manteniendo el equilibrio con el cielo y el Puente de Piedra de fondo. La pena es que con tanta luz y con una velocidad de sincronización de 1/200, a 100 ISO he tenido que poner el diafragma a f/13, y hubiese preferido bastante menos profundidad de campo…

En el grupo hay un compañero que se suele responsabilizar de la foto colectiva de la actividad. Como no se ha quedado porque hizo el taller la semana pasada, me ha tocado a mí hacerla, encantado, y aquí estamos, en la hora dorada de la tarde, con La Seo de fondo.

Antes del ocaso, en la plaza del Pilar, hemos jugado con los contraluces, aprovechando el sol bajo de la tarde.

El ocaso lo hemos presenciado, y fotografiado, desde el Puente de Piedra. Aunque el cielo estaba un poco soso, casi totalmente despejado.

Hemos probado diversas técnicas para conseguir buenas fotos del ocaso; con gran aplicación de todo el personal, tanto de los habituales como de las nuevas caras que hemos tenido la suerte de conocer.

Un agradecimiento a Ángel, que además de tutelar desinteresadamente la actividad, se ha prestado a actuar como modelo, para trabajar el uso del flash durante el ocaso.

Tras el ocaso, hemos tomado una cervecita para esperar la hora azul, donde hemos mezclado la luz intensa luz azul natural del cielo con los tonos cálidos de la iluminación artificial de la zona monumental de la plaza del Pilar. Uno de los problemas de la noche ha sido el viento. En este caso, ha hecho que las flores quedaran ligeramente movidas durante una exposición de entre 1 y 4 segundos. Aunque eso no necesariamente es de mal efecto en este caso.

Conforme la luz natural escaseaba más, hemos salido a Echegaray y Caballero para fotografiar las estelas de luz de los vehículos que circulaban utilizando los trípodes y largas exposiciones, de hasta 30 segundos en mi caso. Para conseguir una exposición tan larga, he cerrado bastante el diafragma y se han producido estrellas de difracción en las fuentes puntuales de luz. ¿Quien sabe cuantas palas tiene el diafragma de mi EF 85/1,8?

Los problemas del viento se han hecho más notables cuando nos hemos vuelto a trasladar al Puente de Piedra para hacer ya las últimas fotos con la noche casi cerrada. A pesar de que las bondades de mi trípode, que las tiene, esta fotografía del Ebro hacia el Puente de Hierro ha quedado ligeramente trepidada por la acción del viento durante los 25 segundos de exposición.

Aparte de algunas típicas y tópicas fotografías del Pilar, he apuntado el objetivo aguas arriba del Ebro, donde todavía quedaban rastros de la luz rojiza del ocaso. Y me he encontrado a Venus, que en la exposición de 20 segundos aparece como una pequeña línea en lugar de como un punto en el cielo. Y nos hemos ido para casa, que hacía un biruji que pelaba.