[Libro] Maïmaï – Aki Shimazaki

Literatura

Y llegamos a la quinta y última entrega del quinteto L’ombre du chardon de Aki Shimazaki, que me ha ido acompañando buena parte de este verano de 2023. La acción se sitúa en lo que podríamos estimar como la «época contemporánea», el momento en que se escribe la novel, a finales de la década de los 2010. Y que nos permite hacer cuentas sobre la cronología interna de la serie, en la que los protagonistas de las cuatro primeras novelas cortas están en su cincuentena en esta «contemporánea». son personas nacidas en algún momento de la década de los años 60 del siglo XX. Quizá por eso resuenan con facilidad en mí como lector, son gente de mi generación… suponiendo que sean comparables las generaciones nacidas en España y Japón en esos tiempos. Supongo que hasta cierto punto sí. Hay temas, hay cuestiones, que son razonablemente universales.

Varias de las fotos acompañantes están tomadas en Jinbōchō, distrito de Tokio donde abundan las librerías de viejo y usado. Lo cual viene bien dado que el protagonista de la novela se crio en el entorno de la librería especializada de su madre.

Como siempre, el título hace referencia a una flor o a un animal pequeño. Y el maimai [舞舞] del título es el caracol de tierra. No uso las diéresis fuera del título original de la novela. Sin ellas, un francés leería «memé», con las es muy abiertas. La pronunciación de la palabra japonesa, transcrita según normas oficiales, en castellano es idéntica a la de un japonés. Y la metáfora viene explicada en el propio relato. Somos como caracoles, que a lo largo de nuestra vida arrastramos nuestro caparazón, nuestra concha, a cuestas. Un caparazón construido por nuestras experiencias previas, por nuestras decisiones y sus consecuencias, o por las decisiones de otros y las consecuencias que para nosotros tienen. Pero, ¿quién es el maimai en este relato? ¿El hijo de la librera, el hijo de azami, el cardo que de alguna forma es el hilo conductor del quinteto, una mujer que acaba de fallecer? ¿Un joven adulto, un artista que va conociendo ya lo que es el amor y el enfrentarse a la vida? ¿La joven que fue durante un breve período su amiga en la infancia y que vuelve a su vida con la ilusión de ser algo más que una amiga? Ambos arrastran, sin saberlo , las consecuencias de las acciones de sus madres. ¿O la madre de la joven, que arrastra sus actos de juventud, su decisión de casarse con un diplomático, sus silencios? O simplemente todos.

Probablemente esta quinta novela corta de la serie sea la más compleja. Y dura. Porque nuevamente el narrador, el joven sordomudo, honesto per se, pero no fiable como narrador, no tiene toda la información de la que sí dispone el lector que ha llegado a este último relato tras leer los anteriores, especialmente el segundo de ellos, donde conocemos la historia de su nacimiento. Dura para el joven. Muy dura para la mujer que siente, décadas más tarde, que su vida se derrumba a su alrededor, como consecuencia de las mentiras y los secretos que lleva arrastrando desde su juventud. Todos son un poco caracoles. Pero esta mujer, que quiso huir de su pasado a través del matrimonio con un diplomático, se encuentra con que ni ha podido huir de su pasado, ni su prestigioso casamiento le ha proporcionado la felicidad ideal que soñaba. Y aun así, eso es lo que busca para su hija. Que encuentra su propio camino… en el último lugar en el que su madre querría.

Los dilemas quedan planteados. Pero no resueltos. Shimazaki no da una respuesta definitiva. El joven hāfu [ハ​ーフ], sordomudo, inteligente, guapo, artista… enamorado profundamente, tiene delante de sí y dos alternativas. Aceptar una realidad y renunciar, o negar la realidad y seguir adelante, cargando siempre con la pesada concha del caparazón. Junto con Hōzuki, esta novela, Maïmaï, forma una unidad en sí misma, una historia en dos actos, que implica a dos generación. Tres si incluimos a la abuela del joven… pero fundamentalmente dos. Y probablemente es el arco argumental, el arco vital más intenso e interesante. Quizá previsible en un momento dado; pero esta novela es de las que crecen en la memoria. Muy recomendable.

[Cine] Un amour imposible (2018)

Cine

Un amour imposible (2018; 39/20190723)

En temporada baja, es frecuente que lleguen con más frecuencia títulos de filmografías europeas, en concreto la francesa, eventualmente muy interesantes. Son los momentos del año que menos competencia tienen con las películas norteamericanas que copan el mercado por estar controladas la mayor parte de las distribuidoras y no pocos exhibidores por empresas estadounidenses. Claro, también pasan más desapercibidas.

En esta ocasión nos encontramos con una película de Catherine Corsini, que adapta una novela de la escritora francesa Christine Angot, que al parecer está basada, sin ser precisa al 100 %, en su propia vida. El papel de Chantal (Estelle Lescure, edad adolescente;Jehnny Beth, edad adulta) estaría basado en su propia persona.

Uno de los escenarios de la película es la ciudad de Estrasburgo, donde sucede el que sea uno de los momentos más importantes de la película, muy delicadamente planteado, que no narrado.

La película nos cuenta cuarenta años en las vidas de Chantal, su madre, Rachel (Virginie Efira), y su padre, Philippe (Niels Schneider). Cuando comienza la película, que es narrada por Chantal, Rachel es una bella joven de 25 años, católica pero de padre judío, que las abandonó a ella y a su madre, que sale adelante trabajando como secretaria en una empresa de una ciudad del centro de Francia. En ese momento conoce a Philippe, un joven culto, de buena familia de quien se enamora y de quien queda embarazada de Chantal. Nunca se llegarán a casar, pero tampoco perderán el contacto, iniciando una peculiar relación de décadas entre los tres.

La realización de la película es tranquila, directa. A veces con cierto sabor a películas de la nouvelle vague, no sé porqué, pero en algún momento Rachel me recuerda a alguna de las protagonistas de Éric Rohmer. Pero Rachel no tiene la desenvoltura personal y la independencia de las mujeres de Rohmer. Rachel generará una relación de profunda dependencia con Philippe, que siempre se sentirá atraído hacia ella y buscará ser su amante, pero sin comprometerse con ella. Pertenecen a distintos estratos sociales. Incluso se percibe el antisemitismo tradicionalmente latente en la sociedad francesa. Esto acabará teniendo consecuencias trágicas, especialmente para Chantal, que tras pasar una infancia feliz, se verá abocada a una adolescencia conflictiva con consecuencias de por vida en la relación de las tres personas.

La película admite numerosas lecturas. No me voy a extender mucho, puesto que prefiero reservar determinadas cuestiones de la historia para evitar prejuicios, aunque la biografía de la escritora es pública y conocida. Pero en general, la película es una crítica a las actitudes de un patriarcado hipócrita y clasista, al mismo tiempo que hacia la tradicional sumisión de las mujeres.

La película tiene altibajos en su historia. Con más de dos horas de duración, no extraña mucho. E incluso tiene algunos elementos de su conclusión que me chirrían mucho, como esa conversación entre madre e hija en una cafetería parisina hacia el final de la película, donde Chantal intenta explicar todo lo que ha sucedido, pero que me resulta muy poco natural. En cualquier caso, lo que sí que alcanza un gran nivel es la interpretación de los tres protagonistas. Si llamativa resulta la de Efira, una bella actriz y presentadora televisiva belga que consigue interpretar con verosimilitud el mismo personaje desde los 25 a los 65 años, también resultan notables la contenida interpretación de la adolescente Lescure, y el cinismo que Schneider impone a su personaje.

Una película en general recomendable. Inquietante a ratos. Que da qué pensar. Y que, aunque tenga algún altibajo, está bellamente realizada.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Ayako

Literatura

Este libro, que me ha costado varios meses leer, lo comencé por una recomendación que encontré en algún sitio. He perdido la referencia, han pasado por lo menos cinco meses si no son seis. Era un artículo que hablaba en general de la obra del historietista japonés Osamu Tezuka. Tezuka está reconocido como uno de los principales historietistas nipones, y como uno de los que en su momento revolucionaron la forma de hacer la historieta, el manga, en el país del sol naciente. Fue uno de los primeros que en ese país concibieron historias largas y con un desarrollo amplio utilizando este medio artístico.

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Para ilustrar la entrada, me he imaginado el entorno rural de la familia de terratenientes y los montes y bosques que lo rodea y donde cosas pasan; para representarlo, me he ido a los bosques y montes de Nikko, famoso por sus templos y santuarios, pero que tiene un paisaje absolutamente envidiable.

Justo cuando leí aquel artículo, había salido a la venta el primer tomo de Ayako, la obra que traigo hoy aquí, y que lleva el nombre de la protagonistas de una historia tórpida y compleja que abarca más de dos décadas de la posguerra mundial en el país oriental. La trama comienza cuando poco después de la guerra, el hijo de un terrateniente de provincias vuelve a casa, descubriendo que en su familia, todo un clan, el ambiente está enrarecido, y además tiene una hermana nueva… que resulta de una relación incestuosa del patriarca con una de sus nueras. Pero al mismo tiempo, el recién llegado de la guerra y sus secuelas, está metido en organizaciones que mezclan el espionaje político, son tiempos de ocupación americana, y el crimen mafioso. A partir de ahí se desencadenarán una serie de hechos violentos que llevarán a la puesta en peligro de la familia, y que la joven Ayako vaya a vivir una vida mucho más extraña y anormal de lo previsible.

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Como digo, una historia que nos lleva desde los años 40 hasta los años 70, donde abundan las conductas sexuales anómalas, la violencia y la crítica social y política. El motivo por el que me ha costado meses es porque entre la publicación del primer tomo y del segundo, la obra es bastante extensa, ha pasado también meses.

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El segundo tomo complementa la segunda parte de la historia de Ayako con tres historias cortas en las que se mezcla lo real con lo fantástico.

En general, me ha parecido una obra interesante, aunque no siempre sencilla o agradable de leer. Recomendable para adeptos al género.

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[Libro] N.P.

Literatura

N.P. es North Point. Y es un libro ficticio de relatos que actua como motor de los personajes de esta novelita de la japonesa Banana Yoshimoto. Estamos con el proyecto de viajar a Japón dentro de unos meses, en la segunda mitad de septiembre. Y la cultura japonesa es demasiado extensa e inabarcable, tanto en una mirada diacrónica, a lo largo del tiempo, como sincrónica, en este momento. Pero algo hay que ir tanteando. Y no todo puede ser Murakami.

N.P.
Banana Yoshimoto; traducción de Junichi Matsuura y Lourdes Porta
Fabula, Tusquets Editores; 1994
Edición electrónica, 2013

Todo sucede alrededor de Kazami, una joven estudiosa de la literatura inglesa, que trabaja en una universidad tokiota, y que siendo adolescente tuvo una relación con Shoji, un escritor bastante mayor que ella, que se suicidó cuando traducía el relato número 98 de N.P., un libro de relatos del japonés residente en Estados Unidos Sarao Takase, y escrito en inglés. En su momento conoció a los hijos mellizos de Takase, la joven Saki y su hermano Otohiko, con quienes en el momento actual, años más tarde vuelve a relacionarse. Pero entrará en escena también Sui, hermana de padre de los dos anteriores, que ha tenido una vida difícil, y que mantiene una relación incestuosa con Otohiko, de la misma forma que la tuvo con su padre, sin saber que lo era.

Ababoles

Si algo voy conociendo de la cultura japonesa es su vinculación con la naturaleza, y especialmente con el paso de las estaciones. Estos ababoles van de la primavera, y el libro, del verano.

Ha pasado ya más de una semana desde que terminé de leer este relato, porque sentí la necesidad de pensar sobre él antes de ponerme a comentarlo. De lectura dinámica, fácil, hasta el punto que a veces casi parece que está tratando temas intrascendentes, superficiales, nos va llevando durante un verano por las relaciones que tiene la protagonista con el peculiar trío de hermanos. Y también por los sentimientos que van surgiendo en esta relación. Lo cierto es que es un libro que me ha cogido un poco fuera de momento. Los temas que trata pueden ser universales, en la medida que el amor, las relaciones y la familia lo son. Pero el punto de vista juvenil, casi adolescente puesto que la actitud de la protagonista parece más de alguien entre los 16 y los 20 años que de los veintitantos, me pilla un poco distante.

Castillo y árbol en flor

Mientras contemplo estas flores ante la silueta del castillo de Loarre, recuerdo haber leído que el nombre de la autora «Banana» no es su nombre real, sino su seudónimo. En honor a la flor del banano; no porque le gusten especialmente los plátanos. Que a lo mejor…

Obviamente, tiene un punto escabroso, la cuestión del incesto, entre hermanos de forma consciente, paternofilial de forma inconsciente, que es llevada con razonable elegancia y sin una morbosidad, que pienso hubiese sido innecesaria. Pero creo que ahí tiene algunos valores la novela que hace que merezca la pena, porque se hacen reflexiones de carácter general sobre los sentimientos y las relaciones, que trascienden los aspectos más difíciles. Otra cuestión es la parte más fantasiosa del libro. Esas muertes o suicidios asociados al relato 98, esa parte más sobrenatural,… que me convence menos.

No voy a decir que me haya parecido un libro imprescindible ni nada de eso, pero ha sido interesante, se llee rápido y sin problemas, con su estilo ágil y directo, y te da una nueva visión sobre aspectos de la cultura japonesa.

Trigales y aerogeneradores

Naturaleza y tecnología en las planas de La Muela; una combinación que también parece estar actualmente muy en voga en la cultura japonesa… A ver con lo que nos encontramos…