[Cine] Passing (2021)

Cine

Passing (2021; 70/20211125)

Ya os comentaba hace unos días que ha llegado la época del año en la que Netflix estrena aquellas películas producidas por la plataforma que quieren tener opciones en la temporada de premios cinematográficos. Las películas de prestigio. Y aquí tenemos una que es, al mismo tiempo, el debut de la actriz Rebecca Hall como directora. Una actriz que siempre me ha parecido mejor que lo que su filmografía parece indicar. Mi primer recuerdo de ella es… en la peor película de Woody Allen… aunque era de lo más salvable. Y llega a las tareas de dirección con ambiciones, en una adaptación de una novela que no he leído de Nella Larsen, pero que evidentemente tiene no pocas capas de significado y reflexión. Veamos cómo le ha quedado.

Passing (el título original de la película, que en España se ha estrenado de forma limitada en cines como Claroscuro) es el término que usan los anglófonos para referirse al acto y la capacidad de una persona para hacerse pasar por miembro de un grupo social al que no pertenece; en el caso de la raza, en Estados Unidos, cuando una persona habitualmente «clasificada» como negra, pasa por blanca. Y las dos protagonistas de la película, Irene (Tessa Thompson) y Clare (Ruth Negga), ambas amigas de la infancia, separadas por la vida tiempo atrás, y en entornos diferentes, «pasan» por blancas. Irene, que vive en Harlem, casada con un médico (André Holland), en una vida razonablemente acomodada, lo hace ocasionalmente, cuando quiere disfrutar de tiendas, restaurantes u otros servicios reservados a los blancos. Clare, continuamente, desde hace años, vive como blanca, e incluso está casada con un hombre (Alexander Skarsgård) que no esconde sus prejuicios raciales. Y tras años viviendo así… se reencuentran en una exclusiva cafería de Manhattan.

Rodada en blanco y negro, digital, en aspecto de imagen 1,33:1, próximo al estándar de la Academia, que se estableció en el periodo de entreguerras, cuando sucede la acción, la película es estéticamente muy atractiva, jugando con el uso de las texturas, las sombras y las luces, con el equívoco en el que de forma circunstancial o total viven las dos mujeres. Hall hace una realización extremadamente eficaz, depositando su confianza en un reparto en estado de gracia. El peso de la película lo lleva Thompson, que es la mujer que vive de forma más intensa las consecuencias del passsing, negando en la educación de sus hijos las consecuencias negativas de pertenecer a su grupo étnico, viviendo acomodada en un entorno de pobreza habitual, con una criada, negra por supuesto, con quien mantiene una relación que vive de forma compleja, y que tiene un marido que es mucho más consciente del problema racial, más claro, y con una amiga reencontrada que viviendo una mentira más profunda, es capaz de disfrutar mucho más de lo que es ser negro en Harlem. Y que además es atractiva. Y por la que los celos surgen. Pero cada aparición de Negga en pantalla supone una revolución de la acción en la pantalla. Y todo en, oficialmente, 98 minutos, que si descuentas los créditos… pues eso. Que Hall consigue empaquetar con diligencia, eficacia y belleza todo el complejo mensaje de la historia en 90 minutos. Meritorio, muy meritorio.

Esta es una película muy muy recomendable, que, pese a su trágico y ambiguo final, te deja con un excelente sabor de boca, y que crece con el tiempo. Para ver en silencio, con atención, sin despistes, incluso si lo haces en tu domicilio, en el salón de casa. Para no perder ninguno de los matices de tan excelente historia y trabajos interpretativos. Dicho queda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Ad astra (2019)

Cine

Ad astra (2019; 48/20191010)

Al regreso de las vacaciones, recibí una llamada del grupo de amigos de ir al cine, aquellos que no habían venido con nosotros a Japón, proponiéndome salir el jueves a ver una película y tomar unos chismes para contarles el viaje. Me dijeron que la cartelera se había renovado, que parecía haber cosas interesantes y… que eligiera yo mismo. Grave responsabilidad. Porque ciertamente la cartelera se había renovado, había una serie películas que parecen de calidad… pero cuyos temas o planteamientos a priori no me resultaban nada motivadores. Reconozco que llevo una temporada en la que el tema de las películas me influye mucho para decidir qué quiero ver y qué no. Por buenas que sea las críticas de un largometraje, si de lo que habla no me interesa… pues me entra la desgana.

No sabía muy bien cómo ilustrar la entrada de hoy, hasta que he recordado los cosmonautas de madera que encontramos este verano cerca de la Berlinische Galerie… así que he tirado de fotografías de aquel viaje por Alemania.

Finalmente, opté, y se me aceptó, por las aventuras espaciales de Brad Pitt, dirigido por James Gray, reconvertido gracias a la magia del cine en un astronauta altamente motivado y competente, al que se le presenta la misión de recorrer el sistema solar con el fin de salvar a los mundos habitados de una catástrofe de dimensiones incalculables. Y con su padre, Tommy Lee Jones, del cual se encuentra separado desde hace décadas, antes incluso de que abandonase la Tierra en una misión a la búsqueda de vida extraterrestre, involucrado en el tema.

Realizaré la valoración de mis impresiones sobre esta película en dos partes.

En primer lugar, la inmediata tras la salida del cine. Nos resultó una película entretenida. En la moda de otras películas de ciencia ficción de los últimos tiempos que tratan de proponer una puesta en escena lo más realista posible, sin alegrías más propias de la fantasía que de la anticipación científica, se convierten en películas sobrias. Hay mucho homenaje a 2001, eso sí, incluso con cierto ironía sobre el contraste entre lo imaginado por Kubrick/Clarke y lo que probablemente deparará la realidad. Y cierta pretensión de película trascendente. La película, con dos horas de duración, se toma su tiempo para ir desarrollando toda la trama, pero tiene ritmo. Las interpretaciones son correctas, y a Brad Pitt, que no deja de ser un actor relativamente limitado que depende mucho del papel que se le otorgue y del trabajo del director, se amolda bien al que le ha tocado en suerte. Como digo, impresiones del primer momento.

Pero la película soporta regular, casi tirando a mal, una reflexión posterior. Existen una serie de secuencias que no voy a desvelar que me chirrían. Cuya eliminación con pequeñas correcciones en el guion haría funcionar la película igual de bien o mejor. Cierta persecución, cierto abordaje a cierta nave, el propio McGuffin de la película, esa amenaza terrible a la humanidad,… o son superfluas, o ponen en grave riesgo la suspensión de la incredulidad del espectador, especialmente cuando se aspira a moverse en el terreno de la ciencia ficción dura, o ambas cosas. La película tiene cierta aspiración a la trascendencia, a hablar de temas importantes… y al final,… igual se queda en una aventureta más o menos conseguida pero con deficiencias. Demasiadas pretensiones para un mensaje final menos lúcido de lo que se nos quiere hacer creer. Las actrices participantes, prácticamente de floreros. Especialmente, Liv Tyler. La presencia de la interesante Ruth Negga sabe a poco.

Película por lo tanto con sabor agridulce, y que no sé muy bien como valorar. Ya la crítica se había mostrado dividida. Su paso por festivales había transmitido cierto descontento, aunque luego un número apreciable de críticos más o menos profesionales la hayan considerado bien, con alguna disidencia. Probablemente se le pueda dar un aprobado. Aunque los pocos fallos que le vi, me parecieron demasiado chirriantes. En fin, cada cual verá.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **/***

[Cine] Loving / Hidden Figures (2016)

Cine

Sesión doble para esta entrada de hoy, porque me conviene, y porque podemos establecer una comparación (hasta los «mismísimos» de los que dicen una «comparativa») entre ambas películas, muy de moda en esta temporada de premios. Con distinta y, probablemente, injusta suerte. Por orden en las que las vimos son

Loving (2016; 062017-2401)

Hidden Figures (2016; 072017-2601)

Ambas películas se apuntan a una moda actual, mitad denuncia, mitad homenaje, sobre la era de la reivindicación de los derechos civiles para los ciudadanos descendientes de africanos en Estados Unidos. También son dos películas que buscan, sin duda, aprovechar las polémicas de años pasados sobre la ausencia de candidatos racialmente diversos en la temporada de premios.

Ambas juegan con las palabras en sus títulos originales en inglés. En el hecho de amar y el apellido de la pareja protagonista la una, los Loving. Entre dos de los significados de la palabra «figure» in inglés, tanto como forma o aspecto del cuerpo humano, el cuerpo humano en sí mismo, y el hecho de que se puede traducir como «cifra», dado que los personajes protagonistas son físicas, matemáticas o ingenieras. Este sentido se pierde con la traducción al castellano en la cartelera española como «figuras ocultas».

Pero a partir de ahí, las películas dirigidas por Jeff Nichols (Loving) y Theodore Melfi (Hidden Figures) divergen la una de la otra en planteamientos, estilo, y ambiciones. Dos directores blanquitos, por lo tanto, para unos filmes que tiran de «negritud» para reivindicarse. Vamos a ver qué otras cosas interesantes tienen que ofrecer.

20170130-_MG_9671.jpg

Para las poblaciones afroamericanas, una de sus constantes es la búsqueda y reivindicación de su raíces como personas y como colectivo. No sé siempre lo enfocan correctamente, pero es muy legítimo. En cualquier caso, de forma mucho más modesta, hace unos días me asomé a lo que son parte de las mías… en algún punto del Serrablo en Aragón.

 

En la primera, Loving, se plantea la situación de los Loving,  Mildred (Ruth Negga) y Richard (Joel Edgerton), una pareja interracial de clase baja, trabajadores y campesinos en una población del estado de Virginia, a medio camino entre la capital de este estado, Richmond, y la capital federal, Washington D. C. No estamos hablando por lo tanto del profundo sur. Estamos hablando del núcleo donde nació el país de los Estados Unidos, la región donde nacieron seis de sus diez primeros presidentes, entre los cuales padres de la nación como Washington o Jefferson, poseedores de esclavos ambos. A pesar de los cual, este estado no permitía en 1958 el matrimonio interracial, por lo que los Loving tuvieron que casarse en el Distrito de Columbia. Aun así, fueron detenidos por un chivatazo a la policía, y condenados con la opción entre pasar un tiempo en la cárcel, ella estaba embarazada, o ser exiliados del estado y sus familias durante 25 años. A partir de ahí devino la odisea de casi diez años para que el Tribunal Supremo de los EE.UU. dictaminara su matrimonio legal en todo el país, e inválidas por lo tanto las leyes que prohibían los matrimonios interraciales.

En la segunda, Hidden Figures, acompañamos a tres trabajadoras de la NASA en Langley (Virginia), Katherine Johnson (Taraji P. Henson), Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe), que tuvieron puestos relativamente destacados dentro del programa espacial de la agencia espacial norteamericana gracias a sus títulos universitarios en el campo de las ciencias o la ingeniería, aunque durante mucho tiempo por debajo de las posibilidades que sus compañeros y compañeras de origen europeo podían tener. Y estando Langley en el estado de Virginia, sufriendo las leyes segregacionistas, que como hemos visto en el párrafo anterior estaba vigentes en este estado de rancio abolengo, a pesar que Langley en la práctica está en los suburbios de Washington D.C.

Vistas las historias, analicemos los planteamientos. Nichols plantea una historia intimista. No busca la alharaca y el espectáculo de las películas de tribunales, ni tremendas luchas entre buenos y malos, nada de eso. Se limita a acompañar a la pareja protagonista en su viaje de casi diez años hasta que su matrimonio fue legal, con sus problemas, sus idas y venidas, sus dudas, sus miedos, sus fortalezas. Es una historia casi introspectiva, con muy pocas palabras, de gente muy sencilla, que a pesar de todo, y viviendo inevitablemente con miedo, aunque luchando para superarlo, llega a una gran victoria para ellos y para muchos otros. Historia que seguramente fue luchada en gran medida por otros en los grandes tribunales. Organizaciones, bufetes de abogados, grupos de interés,… pero que quedan en esta película, sabiamente, en un segundo plano.

20170130-_MG_9674.jpg

Melfi, sin embargo, opta por el espectáculo. Su película es la típica americanada. Historia de superación, con héroes y «villanos», personajes sumamente estereotipados. Simpáticos, pero sin sutilezas, planos. Nada podemos decir realmente de cómo fueron los personajes reales, puesto que lo que Melfi nos presenta ante la pantalla son símbolos, héroes construidos a partir de retazos de realidad. Entendámonos. No es que lo que se denuncia no sucediese, que sí sucedió. Pero la historia esta acomodada al gusto del espectador, con momentos de triunfo prefabricados. De hecho, viendo la página Modern Figures de la NASA, conocemos las reales biografías de las protagonistas, y vemos que hay cosas que no cuadran cronnológicamente. Dorothy Vaughan llegó a supervisora de la NACA en 1949, y no de la NASA en 1962 tras el vuelo orbital de John Glenn. Como digo, una película con todas las virtudes y defectos de las película de época e históricas americanas, con un respeto «muy relativo» con la verdad. Lo cual no quita para que el homenaje o la denuncia sean justas.

Técnicamente, ambas películas están realizadas con oficio y excelencia, aunque desde mi punto de vista la película de Melfi es más convencional también desde el punto de vista de su realización y producción. Y donde ambas intentan competir a cara de perro es en la interpretación. Hidden Figures cuenta con un reparto muy carismático que de hecho ha conseguido realmente algunos premios notables como grupo. Lo hacen bien, es cierto. Bastante bien. Pero sinceramente, están a unos cuantos años luz de las impresionantes interpretaciones de Edgerton y Negga impersonando a los Loving. Ambos están sobresalientes, pero Ruth Negga está superlativa, con una capacidad de comunicar sin palabras que te deja clavado a la butaca. Desde ya, entre mis actrices actuales favoritas. Sin dudarlo. Y no se llevará el oscar, porque la lucha este año es despiadada, llevamos ya unos cuantos años de impresionantes interpretaciones femeninas, pero si se lo dieran a mí me parecería tan justo como si se lo llevan algunas otras de las candidatas o incluso alguno que no es candidata. ¿Cómo coño se han podido olvidar este año de Amy Adams? Estoy seguro que al menos está por delante de la «obligatoria».

Resumiendo, que la entrada se está haciendo larga. Ambas son películas que se pueden ir a ver en cualquier momento, que van a gustar. Hidden Figures es muy entretenida. Sin duda. Totalmente recomendable. Pero desde mi punto de vista, no entiendo que esta película sea una de las candidatas al oscar a la mejor película y Loving, no. Esto es un ejemplo de que da igual lo que se reivindique. A Hollywood, que se puede disfrazar en cada momento de la causa que venga bien, lo que le importa es que un producto se venda bien. Y Hidden Figures sin duda puede vender más entradas de cine y más sacos de palomitas, pero es una película claramente inferior a Loving. Que salva el honor con la candidatura de Ruth Negga, más que merecida, pero que se me antoja escasa. Al menos su protagonista masculino merecía una mención también, y probablemente su director y guionistas.

Valoración

Para Loving

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Para Hidden Figures

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

20170130-_MG_9675.jpg