[Cine] El atlas de las nubes (2012)

Cine

El atlas de las nubes (Cloud Atlas, 2012), 24 de febrero de 2013.

A pesar de que tengo pendiente alguna otra película de hace unos días, en estas horas extras que estoy haciendo en el Cuaderno de ruta para ponerme al día en lo cinematográfico, y aun me queda también comentar el cuestión «óscar», me apetece reseñar esta película que vi ayer mismo. Y es que está basada en un libro que leí recientemente y me gusto mucho, pero que mucho. Y el recuerdo y la reflexión no han hecho más que aumentar mi apreciación por la obra literaria. Así que tenía muchas ganas de verla, a pesar de que tras ella están los WachowskiLanaAndy, que nunca han sido santo de mi devoción. Aunque siempre recordaré aquella su primera y morbosa primera película de la pareja de hermanos, para mí, y hasta ahora, su mejor filme. También hay un tercer director, el alemán Tom Tykwer, que sí que tiene en su filmografía alguna película de las que me gustan de verdad.

En cuanto al argumento, me limito a reproducir lo que escribí para la reseña del libro, corrigiendo aquellas cuestiones en las que la película varía.

En una de las historias, la película cambia la campiña belga por Edimburgo y sus alrededores. Esto es realmente poco importante; hay algún otro aspecto de esta historia que se cambia más en profundidad, eliminando algún personaje.

En una de las historias, la película cambia la campiña belga por Edimburgo y sus alrededores. Esto es realmente poco importante; hay algún otro aspecto de esta historia que se cambia más en profundidad, eliminando algún personaje.

Son seis historias, que transcurren en distintas épocas y distintos lugares de este planeta. Y cada una de ella es contada en el interior de la siguiente en el tiempo. Así,

El diario que recoge la odisea del notario californiano Adam Ewing navegando por los mares del sur del Pacífico a mediados del siglo XIX es leído por Robert Frobisher, un joven músico que huyendo de sus acreedores en Londres se refugia a principio de los años 30 del siglo XX en la mansión belga escocesa del compositor Vivyan Ayrs.

Y las epístolas que escribió Frobisher a su más que amigo, el joven físico Rufus Sixsmith, en el que cuenta sus aventuras musicales y románticas, son leídas por la periodista Luisa Rey que, en los años 70 de la misma centuria, descubre una maneja de corrupción económica, política y criminal en torno a unas centrales nucleares en el sur de California.

La historia de Rey, novelada, caerá en manos del editor londinense Timothy Cavendish, que a principios del siglo XXI pasará de la miseria a la gloria, y de está a la miseria de nuevo y a un involuntaria reclusión, en pocas semanas.

Aventura que se convertirá en película de cine que será vista hacia mitad del siglo XXII por una chica clonada, Sonmi-451, esclava de una corporación en algún lugar de lo que fue Corea, en un mundo dañado por las guerras, la contaminación y las enfermedades, y cuyas ideas inspirarán una revolución y una esperanza para el ser humano.

Y las entrevistas que fueron grabadas en una “antífona” mientras estaba en la cárcel, serán vistas por Zachry, cabrero de una postapocalíptica isla de Hawaii en el siglo XXIV, mientras pelea por su supervivencia, la de su pueblo, y la de la extraña Meronima, en una sociedad primitiva y en degradación.

Como veis, no hay mucho tachado. Aunque sí que hay diversas divergencias, algunas con el fin de hacer la historia más adaptable al medio fílmico, y otras,… pues porque han cambiado el tono del tema de la historia. Se mantiene de alguna forma el mensaje principal, aquel que nos dice que frente al colectivo humano como ente básicamente destructivo encontramos el valor de los individuos capaces de logros personales que permitan corregir el rumbo de la humanidad. El final de la película es más optimista que el del libro, y se permite algunas alegrías extraterrestres que no existen en la obra escrita.

Desde luego, no mantiene la estructura del libro en la que cada historia está encapsulada en otra/s. La opción, creo que razonable, de los autores de la película ha sido la de contar las seis historias en paralelo, consiguiendo armonizar bastante bien los climax y los desenlaces de todas ellas. Cierto es que no todas son equiparables, entre otras cosas porque las historias que suceden en el futuro están dotadas de una riqueza visual y de una espectacularidad que quizá ensombrezca a las otras, aunque todas tengan chicha intelectual.

Hay que decir que los tres directores no trabajaron juntos. Los Wachowski dirigen con un equipo de filmación las historias del siglo XIX y del futuro, y Twyker las de los años 30 y 70 del siglo XX, y la de principios del XXI. Pero no cantan mucho las diferencias. Twyker también es responsable de la banda sonora.

Por un momento, durante la visión de la película me queda la sensación de que también han cambiado los paisajes de Hawai por los de Escocia, en lo que se refiere a la "isla grande". En la foto, por ejemplo, algunos acantilados en la isla de Skye.

Por un momento, durante la visión de la película me queda la sensación de que también han cambiado los paisajes de Hawai por los de Escocia, en lo que se refiere a la «isla grande». En la foto, por ejemplo, algunos acantilados en la isla de Skye.

Si hablamos del reparto, en el que hay nombres muy conocidos como Tom HanksHalle BerryJim BroadbentJim Sturgess, el malo oficial de los Wachowski Hugo Weaving, Susan SarandonHugh Grant, y algunos menos conocidos como las dos chicas asiáticas, Doona BaeXun Zhou, o Ben Whishaw, la cuestión básica es que todos ellos interpretan varios papeles en las seis historias que conforman el todo, constituyendo una película muy coral, y sirviendo al mismo tiempo para dar unidad al conjunto. En general, la aportación de todos ellos, algunos en gran medida, y otros en pequeños papeles, es bastante razonable.

Sin embargo, hay un aspecto que canta mucho. Los distintos personajes en un momento dado interpretan personajes de etnias o color de piel distinto al propio del actor o actriz. Y se hace mediante elaboradas caracterizaciones que no siempre están bien conseguidas. Sinceramente, hubiera preferido que hicieran como en el teatro, especialmente en el británico, en el que los papeles se asignan a intérpretes de distintas etnias por su talento interpretativo, independientemente del aspecto que se supone que tiene que tener el personaje. No dudan en tirar del concepto de suspensión temporal de la incredulidad, y funciona. En cine no se atreven, y desde luego no en esta película que adapta una historia original en las que las diferencias entre seres humanos juegan un papel fundamental; pero el efecto final de los maquillajes chirría.

La conclusión final a la que llego tras ver esta película de casi tres horas de duración, que adapta una historia compleja y llena de sutilezas, es que aunque inferior claramente a lo que nos ofrece la historia literaria, no es fallida. Es un entretenimiento vistoso y no carece de valores. No es un peliculón, quizá porque era muy difícil conseguir tal cosa. Tampoco llega a ser la gran aventura época a través de los siglos que podría haber sido, pero se le acerca. Y es visualmente razonablemente atractiva.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****
Pero no. Son la isla de Mallorca y la sierra de Tramuntana las elegidas para sustituir a la isla del Pacífico como escenario de la acción.

Pero no. Son la isla de Mallorca y la sierra de Tramuntana las elegidas para sustituir a la isla del Pacífico como escenario de la acción.

Adiós, Paul, y gracias

Cine

Si tenemos que dar una característica propia de Paul Newman como actor, no es que fuera capaz a lo largo de su carrera de dar vida a un personaje que todos quisiéramos ser. Fue capaz de dar vida a muchos personajes que todos quisiéramos ser.

Si me dan a elegir, yo quisiera tener la pierna rota y acabar enamorándome de una inmensa, sensual y salvaje Liz Taylor. Pero tampoco me importaría ser un indomable. O asaltar bancos con un buen colega. O un viejo detective al que le entran picores otoñales con Susan Sarandon. O ser un viejo gángster, ya al final de su vida,… O un pícaro timador… O… lo que fuera.

Muchos han dicho o han sugerido que Paul Newman sería mejor considerado como actor si no hubiese sido tan guapo. No lo sé. Pero sé que si entre las mujeres gustaba como hombre, eso no impedía que los aficionados al cine más masculinos lo quisieran también. Le llegabas a perdonar que la chica que te acompañaba a la sala de cine fuese por el actor y no por la película. Con distintas motivaciones, tú también ibas por el actor y no necesariamente por la película.

Creo que es absurdo hablar mucho más. Sólo dar las gracias a este inmenso actor, y recordar que siempre nos quedarán sus películas, en las que seguirá siendo inmortal. Como tantos en el cine.

Paul Newman trabajó con Hitchcock en Torn Curtain (Cortina rasgada), y sus andanzas lo llevaron a la Alemania Oriental, que de alguna forma empezaba en la Puerta de Brandemburgo de la capital alemana, lugar donde se tomó la foto de hoy.

"Soldado soviético" en la Puerta de Brandemburgo

Pentax *ist DS; SMC-A 100/4 Macro

Aritmética emocional (2007)

Cine

Aritmética emocional (Emotional Arithmetic, 2007), 23 de junio de 2008.

Esta película me tenía mosca desde hace varias semanas. Por un lado, el reparto es de campanillas, con actores muy soventes. Susan Sarandon, Gabriel Byrne, Max von Sydow, Christopher Plummer,… Por otro lado, este filme canadiense ha sido recibido de forma muy fría tanto por la crítica como por el público. Así que… Bueno, ayer, ante el bajón de la cartelera, que empieza a tomar los tristes tintes veraniegos en cuanto a interés y calidad, nos animamos a verla.

La historia narra el reencuentro de Melanie, personaje interpretado por la Sarandon, con sus dos compañeros en el centro de detención de Drancy, durante la Segunda Guerra Mundial; centro de tránsito antes de ir a parar a los campos de exterminio nazis. De entrada, el espectador tiene una información limitada; poco a poco va conociendo que la vida para los tres ha sido difícil por diversos motivos. Lo que pretende la historia es llegar a una catarsis en la que las cuestiones pendientes queden aclaradas, y tal vez eso dé algo de paz a los personajes.

Y digo que es lo que pretende, porque creo que no lo consigue. Creo que hay dos problemas básicos. Por un lado, que el espectador no consigue meterse en la piel de los protagonistas, que aparecen siempre muy lejanos. Se genera poca empatía. El sufrimiento queda muy lejos de esos idílicos paisajes de la campiña canadiense. Por otro, las imágenes del pasado, en un blanco y negro muy difuminado, con una estética un poco orwelliana, te dan la impresión de que estás viendo algo más de fantasía que de realidad. Las motivaciones quedan poco claras, y no siempre encuentras que los actos de los personajes sean la consecuencia de lo que te están contando. Creo que al director, Paolo Barzman, se le ha ido de las manos una historia interesante pero difícil de contar. Se ha quedado en el esteticismo, y se ha olvidado de dar alma a la historia.

Los intérpretes son buenos, como todos sabíamos a priori. Pero aunque ponen todo de su parte para lidiar con el filme, no consiguen salvar algo que tiene una base muy endeble. Christopher Plummer, que está bastante bien, tiene que lidiar con un personaje que está especialmente mal definido en algunos momentos.

En resumen, película fallida, que sólo es recomendable para apreciar los destellos de calidad interpretativa, pero que ni aun por esas sirven para realizar una recomendación franca de esta película. Un siete a la interpretación, pero un cinco a la dirección y a la valoración subjetiva global del filme.

Siendo los paisajes lo más destacado de la película, os dejo uno desde el Alto de Alcubierre.

Paisaje al atardecer

(Canon EOS D60; EF 28-135/3,5-5,6 IS USM)

En el Valle de Elah (2008)

Cine

En el Valle de Elah (In The Valley of Elah, 2008), 27 de enero de 2008

Cuando uno se entera de que estrenan una película protagonizada por Tommy Lee Jones, Charlize Theron y Susan Sarandon, le entran muchas ganas de ir al cine. Si además te enteras que el director es Paul Haggis, quien ya nos ofreció una cinematográficamente interesante aunque ideológicamente confusa Crash,… pues aún parece que te interesa más todavía. Si las críticas que lees son muy positivas,… entonces empieza a dar miedo la cosa. Se crean unas expectativas muy elevadas, y el riesgo de desilusión aumenta exponencialmente. Son las cosas del cine. Pero es necesario ir. Y si hay que ir, se va.

La historia es la de la investigación de la muerte violenta de un soldado recién llegado de Iraq en los alrededores de la base donde se encuentra acuartelado. La investigación se lleva a cabo en diversos momentos por la policía militar, para pasar luego a la jurisdicción civil por una iniciativa de una inspectora de policía con problemas de integración laboral (Charlize Theron), y en todo momento por el padre del soldado (Tommy Lee Jones), un militar retirado, que quiere recuperar la memoria del hijo, de quien se sospecha pudiese estar relacionado con el consumo y el tráfico de drogas. La acción transcurre pausadamente mientras nos enteramos de cosas,… que no necesariamente tienen que ver con el investigación. Esta pasa a ser un marco adecuado para que realizar un reflexión sobre las consecuencias éticas y morales de la Guerra de Iraq en particular, y de cualquier guerra en general. La película va poniendo en cuestión la pérdida de valores de una sociedad desorientada y con problemas. El plano final de la película con una bandera norteamericana ondeando al viento de una determinada forma es una auténtica declaración de lo que concluye el filme. Por cierto, debe ser la única ocasión de que un final con bandera al viento me ha gustado. Y mucho.

La película está basada en hechos reales, aunque los nombres y las circunstancias están alterados. En esta ocasión, no hay confusión ideológica. Está claro que Haggis promueve una intensa crítica de lo que pasa en torno a ese disparate que es la invasión de Iraq por parte de los EE.UU. y sus aliados, así como en lo que se está convirtiendo el ejército norteamericano.

Un elemento importante en la credibilidad del filme es la impecable actuación de los intérpretes. Jones se mueve con la soltura y competencia que le caracteriza. Aparece mayor, triste, casi derrotado. Ha perdido a dos hijos en el ejército. Sólo le quedan las profundas y conservadoras convicciones del viejo sargento de la policía militar. Convicciones que pasarán una dura prueba conforme vaya tomando conciencia de lo que en estos momentos es la institución en la que sirvió. De fondo tiene a su esposa (Susan Sarandon) como amarga voz de la conciencia. También es muy convincente el papel de Theron como inspectora de policía. La sudafricana abandona el glamour de muchos de sus papeles, se recoge el pelo, evita el maquillaje, y a cara descubierta intenta reencontrar su punto de honestidad, su razón de ser, demostrar a los demás que es algo más que un capricho, abandonado, de su jefe.

En resumen, una película de gran calidad, altamente recomendable salvo por los que entiendan que el cine es algo para pasar el rato comiendo palomitas. Yo le pongo un ocho, con idéntica nota en la interpretación y un siete en la dirección.

Con una muerte por el medio, no parecerá mal que ilustre esta entrada con una de mis recientes fotografías en el cementerio de Zaragoza.

Cruces y cipreses

(Pentax K10D; SMC-A 100/4 Macro)