Visitando Munich, con sol, lluvia y nublado… y gente, bastante gente

Viajes

Por lo menos en el centro megaturístico en los alrededores de la Marienplatz y del Neue Rathaus. Pero es así. Qué se le va a hacer. La mañana ha sido muy agradable. Soleada. Casi con calor. Pero muy llevadero. Hemos ido caminando desde el hotel, haciendo la primera parada en la catedral, la Frauenkirche, que por fuera es un talabarde de ladrillo, pero por dentro no está mal.

Como ahora están en fiestas en Huesca, me he acordado de ellos, y les mando a San Lorenzo que estaba ahí con su parrillica en la catedral de Munich. Aunque a mí lo que me ha hecho gracia han sido las niñas gemelas que correteaban por el templo.

Después hemos salido a Marienplatz dónde hemos visto a unos monigotes bailar al son de un carrillón. Pues eso. Como lo que se puede ver las ciudades de media Europa Central. Que conste que este no esta mal, que hay hasta una justa a caballo… gana el bávaro claro.

Para ver mejor la Marienplatz y el Neue Rathaus nos hemos subido a la torre de la Peterkirche. Allí, además de disfrutar de las vistas, hemos disfrutado de codazos y empujones, así como de alguna otra que otra discusión ya que… no se cabe. Es muy estrechito. Y había mucha gente… claro que con lo que vale… sólo cobran 1,50 euros.

Hartos de los codazos, nos hemos ido al Viktualienmarkt, donde hemos visitado varios puestos y hemos empinado un poco el codo en una de las muchas cervecerías que sirven para refrescar el gaznate de compradores y vendedores, en los días de calor… y en los otros. Por cierto, hemos comenzado nuestro romance apasionado con esas bávaras rubias que tanto me gustan. A la weißbier, o cerveza de trigo, me refiero, claro. ¡Qué buenas están!

Hemos comido unas salchichas típicas y tópicas… con más weißbier, claro,… y luego hemos ido a ver la Residenz. Es el palacio ducal, y sopongo que también real durante el siglo XIX, de los mandamases bávaros. No está mal. Hay alguna sala que es muy aparente.

Mientras visitábamos la Residenz, se ha puesto el sol tras unas feas nubes que nos han traído un chaparrón que había parado al salir. Pero ya no ha vuelto a salir el sol. Así que con ánimo más sombrío hemos emigrado hacia el norte, hacia el barrio de Schwabing, donde nos habían dicho que había buen ambiente. De camino, un arco del triunfo y algo de música callejera. De buen nivel, tanto musical, como… bueno, eran majas. Lo del buen ambiente, debe ser en época no vacacional. Ahora, muchos de los garitos, mucho más monos que los turísticos del centro, estaban cerrados por vacaciones.

Antes de cenar, y a pesar de lo tristona que estaba la tarde hemos vuelto recorriendo el Jardín Inglés. Este es un parque grande del copón, que ya me gustaría ya que tuvieramos en Zaragoza uno la mitad de aparente, con tanto arbolito, estanque, praderas de cesped impoluto, y sobretodo unos hermosos biergartens que hoy estaban casi vacíos al no acompañar la tarde. Supongo que con sol y buen tiempo estarán de culo en bote.

En fin, mañana seguiremos un rato. Pero al siguiente, sospecho que nos iremos de excursión a algún sitio. Lo que pasa es que no sabemos dónde todavía. Lo de irse a los alpes, con el tiempo tan indeciso… está un poco crudo.