Tareas de mantenimiento

Páginas personales

A lo largo del mes de septiembre he desarrollado algunas tareas de mantenimiento de este Cuaderno de Ruta. Las podemos resumir de la siguiente forma:

  • He cambiado el tema global por uno de aspecto más modernillo. Ahora la cabecera personalizada incluye también un pequeño lema reivindicativo. Por lo menos por un tiempo.
  • Estoy aprovechando mejor la herramienta que ofrece WordPress para añadir y gestionar el aspecto de las imágenes.
  • Todas las entradas tienen desde el principio asignada una categoría o tema, que es como aparecen en la columna lateral. La idea es que estos temas sean un número limitado. Para dar más variedad a las posibilidades de búsqueda de artículos he asignado varias etiquetas a cada una de las entradas desde el principio. La nube de etiquetas, con las más representadas, aparece también en la columna lateral. Así, por ejemplo, todas las entradas que se refieran a alguno de mis viajes aparecerán bajo el tema o categoría Viajes. Sin embargo, no habrá una categoría o tema para los destinos que vendrán siempre bajo alguna etiqueta, como por ejemplo, Italia.
  • Mis últimas imágenes subidas a Flickr aparecen ahora en la columna lateral.

Espero que estas innovaciones sirvan para mejorar la visita a estas páginas.

Cuanto hay que remar para llegar a buen puerto en esto de los blogs.

Esforzado remero

Bajada del Canal, 2008. Canon EOS 40D, EF 200/2,8L USM

Novedad de novedades, victoria de Fernando Alonso

Deporte

Esta temporada, realmente, estoy un poco bajo de interés hacia el deporte del motor. Los tejemanejes de McLaren del año pasado ya presagiaban algo de esto. Si a eso se suma que el paso de Alonso por Renault se está produciendo con más pena que gloria, y que mi escudería favorita de toda la vida, Ferrari, esté muy irregular y con dos pilotos de escaso carisma… pues eso. Bajo de interés. Me pasa con muchos deportes. Me despiertan el interés un tiempo, pero luego me aburro y los abandono.

El caso es que ayer se produjo la novedad de la primera carrera nocturna de la Fórmula 1, en un circuito urbano en Singapur. Para empezar, menos mal que era de noche, porque las condiciones de temperatura y humedad provocar serios problemas en la condición física de los pilotos. En cualquier caso, nada como un safety car a tiempo, para dar al traste con todas las estrategias de carrera, y permitir que el asturiano que salía en el 15º puesto de la parrilla, pasase a los primeros puestos con los deberes hechos, y en último extremo ganase la carrera. También, por uno de esos azares, el Renault corrió. Así que alegrón para la peña hispana. Aunque al que realmente le fue bien fue a Hamilton, en una nefasta jornada para Ferrari. Todavía no está dicho todo, pero el título huele a inglés. Y eso amarga un poco. Qué se le va a hacer.

En la imagen de hoy, el edificio central de BMW en Munich, con el Allianz Arena al fondo, muy al fondo. BMW, una escudería que se ha desinchado un poquito con el avanzar de la temporada.

BMW

Pentax K10D; SMC-DA 70/2,4 Limited

Adiós, Paul, y gracias

Cine

Si tenemos que dar una característica propia de Paul Newman como actor, no es que fuera capaz a lo largo de su carrera de dar vida a un personaje que todos quisiéramos ser. Fue capaz de dar vida a muchos personajes que todos quisiéramos ser.

Si me dan a elegir, yo quisiera tener la pierna rota y acabar enamorándome de una inmensa, sensual y salvaje Liz Taylor. Pero tampoco me importaría ser un indomable. O asaltar bancos con un buen colega. O un viejo detective al que le entran picores otoñales con Susan Sarandon. O ser un viejo gángster, ya al final de su vida,… O un pícaro timador… O… lo que fuera.

Muchos han dicho o han sugerido que Paul Newman sería mejor considerado como actor si no hubiese sido tan guapo. No lo sé. Pero sé que si entre las mujeres gustaba como hombre, eso no impedía que los aficionados al cine más masculinos lo quisieran también. Le llegabas a perdonar que la chica que te acompañaba a la sala de cine fuese por el actor y no por la película. Con distintas motivaciones, tú también ibas por el actor y no necesariamente por la película.

Creo que es absurdo hablar mucho más. Sólo dar las gracias a este inmenso actor, y recordar que siempre nos quedarán sus películas, en las que seguirá siendo inmortal. Como tantos en el cine.

Paul Newman trabajó con Hitchcock en Torn Curtain (Cortina rasgada), y sus andanzas lo llevaron a la Alemania Oriental, que de alguna forma empezaba en la Puerta de Brandemburgo de la capital alemana, lugar donde se tomó la foto de hoy.

"Soldado soviético" en la Puerta de Brandemburgo

Pentax *ist DS; SMC-A 100/4 Macro

Almorzando en la obra

Fotografía, Historia

Desde hace unas semanas estoy siguiendo un nuevo blog que me pareció interesante. Bajo el título de La Druida de la Historia y del Arte, la autora nos ofrece pequeños artículos sobre algún acontecimiento histórico, siempre apoyados por una imagen fotográfica de la época relacionada directa o indirectamente con el acontecimiento. Lo dicho, un idea simple e interesante.

Reciéntemente, publicó la entrada titulada Prevención de riesgos laborales en la U.R.S.S. en la que se podían ver una serie de imágenes de obreros de la construcción en la antigua Unión Soviética trabajando en condiciones totalmente precarias. Las imágenes me trasladaron de inmediato a una de las fotografías más icónicas de la primera mitad del siglo XX en la que se veía un hilera de obreros almorzando en lo alto de la obra de construcción de uno de los muchos rascacielos de la ciudad de Nueva York. La propia autora hacía referencia a esta imagen, a la que había dedicado previamente otra entradilla en su blog.

Esta imagen que se ha extendido en la cultur popular en forma de carteles de todo tipo fue tomada por Charles C. Ebbets en 1932 cuando trabajaba como director fotográfico para el Rockefeller Center, en construcción en aquel momento. La fotografía se titula Lunchtime atop a Skycraper, y durante décadas aparecía en el carteles tan abundantemente vendidos al público general y en otros productos como de autor desconocido, ya que el propietario de los derechos no reconoció la autoría de la fotografía hasta 2003. Qué canallas, ¿verdad? Como curiosidad, la última versión de King Kong reproduce Nueva York basándose en fotografía de aquella época y hay una brevísima escena en la que se reproduce este almuerzo en lo alto del rascacielos.

En cualquier caso, para los aficionados a la fotografía puede merecer la pena conocer el resto de la obra del fotógrafo, bastante prolífico. Para lo cual, lo mejor es visitar EbbetsPhoto-Graphics.com.

Pocos rascacielos hay en Zaragoza, pero la Expo 2008 nos ha dejado una Torre (del agua) para desquitarnos un poquico.

Canal de aguas "desbravadas" (mod)

(Canon EOS 40D; EF 70-210/3,5-4,5 USM)

Vicky Christina Barcelona (2008)

Cine

Vichy Christina Barcelona (2008), 23 de septiembre de 2008.

Antes de nada, tengo que advertir que considero la nueva película de Woody Allen un filme absolutamente pornográfico. Y para demostrarlo, y en contra de lo que es mi costumbre, pondré una imagen que no he tomado yo, que pulula por ahí en internet y que no sé quien tomó. Si alguien conoce el autor, que me lo diga y lo pondré. O si el autor no quiere que esté, que me lo diga ya la quitaré. Pero es que he tenido una debilidad y la pongo.

Sí. Se trata de Scarlett Johansson fotografiando en Barcelona con una Leica M6. Para mí, más erotizante que si hubiese salido en pelotas. Cosa que no. Que ya se cuida ella de que en las escenas de cama, el nivel de la colcha no baje más allá de un determinado punto. O de dos determinados puntos. Y la chica sale con tan hermoso aparato en varias escenas… Y Penélope Cruz también empuña tan pornográfico juguete… Ufff…

Pero vayamos al grano cinematográfico. La última película de Woody no pasará a la historia como una de sus obras maestras. Las aventurillas amorosas de dos americanitas por Barcelona, no pasará de ser un historia simpática, dedicada a entretener, sacar guapas a sus protagonistas y hacer un poco de propaganda de Barcelona y de Oviedo. Esta última ciudad metida en la película con calzador. A saber a qué compromisos responderá este hecho.

Las chicas están muy guapas y lo hacen bien. No conocía a la guapa Rebecca Hall (Vicky), pero lo hace muy bien, y también es muy atractiva, aunque con un estilo totalmente distinto a la voluptuosa Johansson (Christina). Javier Bardem sale un poco soso; se limita a poner su planta. Es el hombre florero de la película. Finalmente, Penélope Cruz hace un papel interesante pero desaprovechado. Es el personaje que más salsa le pone a la película y del que está desaprovechado tanto su versión dramática como la cómica. Otra cuestión. La película es bilingüe en su rodaje; y eso debería haber sido respetado. Lamentablemente, toda ella está doblada al castellano en la versión que se proyecta en Zaragoza. Incluso los diálogos originalmente en este idioma. Y pierde. Pierde mucho. Maldito doblaje.

También me gustaría notar que la dirección de fotografía le ha sido confiada al español Javier Aguirresarobe, uno de los mejores profesionales de este campo en nuestro país. Y lo hace muy bien. Particularmente con una paleta de colores que a mí me gusta mucho. Aunque por una entrevista que le hicieron en la radio, tal vez distinta de la que hubiera preferido él. Pero Woody manda.

En resumen, una película amable para pasar el rato. Yo le pongo un siete a todo, tanto a la impresión general como a la dirección como a la interpretación. Creo que la pueden ver hasta los que normalmente no entienden y no gustan del cine del excéntrico director.

La foto de hoy, cómo no, la Sagrada Familia de Barcelona, monumento típico y tópico que también sale en el filme.

Bóveda

(Pentax K10D; SMC-DA 21/3,2)

Un poco de fotografía local; mercadillos y canales

Fotografía personal, Política y sociedad

Este fin de semana ha estado muy animada Zaragoza con distintos acontecimientos ciudadanos. Así que me he acercado a un par de ellos para tomar alguna imagen.

Desde el viernes hasta el domingo, en los alrededores de La Seo ha estado instalado el Mercado Medieval de las Tres Culturas. Normalmente, este acontecimiento montaba sus tenderetes a principios de junio, pero en esta ocasión han esperado al fin del verano. No estuve mucho ratol. Fui el sábado por la tarde y me sentí un poco agobiado por la cantidad de gente que había. Empujones, gente que te arrastra en su movimiento… buff. Aun así, pude tomar alguna imagen con la Canon EOS 40D, acompañada por el EF 28/1,8 USM y por el EF 50/1,8 I.

Generaciones

Un sonrisa de circunstancias

Lechuza... ¿grande? No sé de lechuzas

El domingo por la mañana también se celebró uno de los acontecimientos tradicionales en la ciudad; la bajada del canal. Organizada por distintos grupos políticos, ecologistas y ciudadanos, esta actividad pretende tener un objetivo reivindicativo de la calidad de los cursos de agua que atraviesan la ciudad así como de un uso que permita el disfrute sostenible por parte de los ciudadanos.

Lo cierto es que buena parte de los participantes son gente muy joven que se dedican a pasárselo muy bien, chapoteando con sus improvisadas balsas en las aguas del Canal Imperial de Aragón. Afortunadamente, les hizo buen día.

Y allí estuve yo paseando un rato como la Canon EOS 40D acompañada del EF 24-105/4L IS USM y del EF 200/2,8L USM.

Todos canal abajo

Jóvenes republicanos a la sombra

Saliendo del puente

Tambores que saludan a los navegantes

Para ver el conjunto de imágenes de ambos acontecimientos, podéis pasar por mi colección de fotografías sobre Zaragoza en Flickr.

Zaragoza en Flickr

Zaragoza en Flickr

Foto fija

Cine, Fotografía

El pasado sábado, 20 de septiembre, en Xataka foto publicaron una entretenida entrevista con Simón Casal, responsable de la foto fija en varias películas españolas. Me llamó la atención el artículo, ya que combinaba dos de mis aficiones. Y también dos de los temas que con más frecuencia aparecen en estas entradas, como podéis comprobar en la columna de la derecha.

Hace muchos, muchos años que me llamó la atención el tema de la «foto fija», o del «still photographer» en los créditos anglófonos. Yo soy de los que tiende a quedarse hasta el final de las letras en el cine, y había visto aparecer estos conceptos. No acababa de entender muy bien el por qué del adjetivo «fija/still». Con el tiempo, fui adquiriendo mayor cultura cinematográfica y comprendí que el fotógrafo por excelencia en el cine es un concepto distinto que en la vida normal. Es el responsable de la iluminación y la parte más técnica de la filmación, encargado de escoger el soporte más adecuado para conseguir la imagen que está en la mente del director. Por lo tanto, si vas a tener un fotógrafo con una cámara de las de toda la vida tomando imágenes estáticas, hay que distinguir su oficio, secundario en esta ocasión, del más noble. Así que se le pone el adjetivo y ya está. Que conste que de todos modos al director de fotografía en los países de habla inglesa se le conoce como «cinematographer«. La traducción debería ser «cinematógrafo», pero este término en castellano no se utiliza para designar el oficio de una persona sino que en origen es la técnica de fotografíar imágenes en movimiento en general, o al aparato de proyección cinematográfica en particular.

La entrevista es interesante porque nos hace ver las constricciones a las que se ve sometido el profesional de la foto fija, y también algún dato interesante que nos invita a la reflexión.

  • Como fotógrafo, no tiene libertad creativa en algunos aspectos de su trabajo; quien decide la calidad de la luz en escena es el director de fotografía del filme. Trabaja subordinado al mismo. Otra cosa es cómo se plantea las tomas del «making off».
  • No puede ser obstrusivo. No puede disparar cuando quiere en medio de una toma, ya que el ruido de su cámara se introduciría en la misma. Tiene que dominar el ritmo de la filmación.
  • El equipo con el que trabaja no es lo más de lo más. En su primer trabajo como responsable de la foto fija utilizó un equipo de aficionado. Y los resultados no son nada malos como se puede ver en su página en internet.

En resumen, una artículo interesante para quiénes se sientan atraídos por el tema.

En la imagen de hoy, una escena en el Mercado Medieval celebrado el pasado fin de semana en Zaragoza.

Es dificil decidirse

(Canon EOS 40D; EF 28/1,8 USM)

Weeds, o de las huidas hacia adelante

Televisión

Entre las series de ficción que pueblan el panorama televisivo actual, podemos encontrar un número apreciable de productos de buena calidad. Especialmente en sus primeras temporadas. Lo difícil es conseguir mantener el nivel en las siguientes. No son pocas las que mueren de éxito. Tras comienzos estupendos, caen en rutinas o en lugares comunes que las trasladan a la vulgaridad. Al montón.

No pertenece a esta categoría Weeds. Esta teleserie tiene varias virtudes. Repasémoslas.

  • Los personajes protagonistas son, aparentemente, gente común. Clase media norteamericana que en su origen vivían apaciblemente en una tranquila y coqueta urbanización residencial en algún lugar en la costa oeste de los EE.UU.
  • Los capítulos son cortos. En 22 minutos hemos conocido las peripecias de Nancy Botwin y sus peculiares vecinos, y tenemos las bases para las de los siguientes capítulos. Es dinámica, no hay tiempos muertos.
  • La temporadas también están adecuadamente autolimitadas. Nada de culebrones con más de 20 episodios. En doce o trece capítulos hemos completado un nuevo ciclo.
  • Hay una fuerte confianza en la capacidad interpretativa de los actores. Mary-Louise Parker es Nancy Botwin, de la misma forma que no podríamos concebir otra Nancy Botwin que no fuera la Parker. Pero el resto del reparto está igualmente fenomenal con momentos supremos por parte de Elizabeth Perkins interpretando a Celia Hodes.
  • Los personajes no son planos, tienen matices y, sobretodo, evolucionan. Esta evolución es más marcada como es natural en los personajes más jóvenes, niños y adolescentes, y distinta en los adultos, donde incluso se producen involuciones personales. Por otra parte, los personajes acompañantes, que aparecen en un limitado número de episodios suelen aportar frescura e innovación a la serie.
  • Es total y fundamentalmente políticamente incorrecta. Critica todo aquello que es hipocresía en la sociedad. Su relación con la familia, con el sexo, con las drogas, con el trabajo, con la inmigración… con todo. Todos los valores tradicionales son puestos sistemáticamente en solfa.

Como veis, una serie de virtudes notables. Pero hay algo más. Algo importante. Algo en lo que se basa la expectación ante nuevos episodios futuros, ante nuevas temporadas. Y esto es la huida hacia adelante. El paso de las temporadas van situando a la familia Botwin y amigos a nuevos extremos cada vez más imposibles. Pero no hay redención posible. El día que la haya, se acabó la serie. Todo se dirige a un escalada en las condiciones vitales, más o menos extremas. Lo que empezó como una pequeña «maruja» que empieza a trapichear con «hierba» para redondear el presupuesto familiar tras enviudar, en estos momentos la sitúa en un peligrosa relación amorosa con un capo de la mafia transfronteriza entre Méjico y los EE.UU. Si el año pasado asistíamos a un final apocalíptico, con la llegada del fin del mundo a ese microuniverso que era Agrestic, al final de la cuarta temporada nos econtramos con que…

Y hasta aquí puedo contar… Si interesa, enchufad el televisor.

La imagen de hoy, el Mercado Medieval de todos los años. Hierbas. Aunque más sanas que las que vende Ms. Botwin.

Hierbas diversas

(Canon EOS 40D; EF 28/1,8 USM)

Caballería roja, de Isaak Babel

Historia, Literatura

Hay guerras que se llevan todos los titulares y hay guerras que pasan desapercibidas y son olvidadas. Esto sucede hoy en día, en el que hay guerras que son prácticamente televisadas en directo, mientras tremendos conflictos armados son olvidados y quedan enquistados en las sociedades que los padecen.

Todo el mundo sabe de la I Guerra Mundial; pero pocos saben que las actividades bélicas no terminaron con la armisticio solicitado por los imperios centrales. Varios focos bélicos quedaron durante varios años, y una inestabilidad general se mantuvo, lo cual acabaría abocando al tremendo conflicto de la II Guerra Mundial.

Una de las situaciones bélicas poco conocidas en los países de la Europa Occidental derivó de la caída del Imperio Ruso, la subida al poder de los soviets y la (re)creación de Polonia como país independiente tras más de un siglo de reparto de sus territorios y su población entre los imperios ruso, alemán y austriaco.

El Imperio Ruso fue sustituido por la hoy extinta Unión Soviética, quedando sumida al final del conflicto mundial en una sangrienta guerra civil entre el Ejército Rojo y los rusos blancos, partidarios de la monarquía o simplemente contrarios a los bolcheviques. Conforme se fueron imponiendo estos últimos, entraron en colisión con el nuevo estado polaco. Los polacos ambicionaban recuperar todos los territorios al este de su indefinida frontera oriental que les pertenecieron antes de los repartos del siglo XVIII. Los soviéticos, por su parte, deseaban recuperar las fronteras occidentales del Imperio Ruso, previas a la ofensiva alemana de 1914 y a los desastres de Tannenberg y los Lagos Masurianos., y especialmente de la ofensiva de Gorlice. La imprecisión de los límites nacionales en el nefasto Tratado de Versalles colaboró a desencadenar las hostilidades.

La lucha fue dura y cruel, y así queda reflejado en el conjunto de relatos cortos de Isaak Babel publicados bajo el título de Caballería Roja. El autor, un ruso de origen judío, fue adscrito al célebre Primer Ejército de Caballería del general Budyonny. Probablemente, esta fue una de las últimas guerras en las que la caballería tradicional tuvo alguna influencia. El conjunto de relatos tiene un estilo directo, con descripciones de ambientes y situaciones crudas. Babel está representado por Liutov, uno de los personajes que actúa como observador en la mayor parte de las ocasiones, pero también como actor en alguno de los relatos. Oscila entre descripciones una vez de la crueldad de la guerra, otras de la miseria del ser humano, a veces del heroísmo, y en ocasiones de la comicidad y ridiculez del comportamiento de los hombres y mujeres. No siempre es fácil de leer. Desde luego, se atragantó en las mentalidades de los rígidos dirigentes soviéticos. Babel se ganó nos pocos enemigos y acabo muriendo en las purgas estalinistas en 1940. El libro termina con algunos extractos de los Diarios de 1920 del propio escritor, que son la base para los relatos cortos de Caballería Roja.

La guerra polaco-soviética, en principio favorable a los bolcheviques bajo el empuje de la caballería de Budyonny, cambió de tornas en la batalla de Varsovia, donde el mejor conocimiento del terreno y una mejor preparación táctica concedieron una victoria decisiva a los modestos polacos, que siguió de la retirada soviética, y permitió la supervivencia de Polonia como estado hasta 1939.

En resumen, un libro muy interesante que nos permite acercarnos por un lado a una literatura muy desconocida para los europeos occidentales en general y para los españolitos en particular, y por otro lado a un período histórico cuya herencia tanto condicionó la Europa del siglo XX e incluso la Europa actual.

Caballería roja. Diario de 1920. Isaak Babel
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
ISBN: 9788497593250
Colección: CONTEMPORANEA DEBOLSILLO
Nº Edición:1ª 
Año de edición:2003
Plaza edición: BARCELONA 

La imagen de hoy, una vista de Varsovia hacia el Vístula y su orilla oriental donde se desarrolló la decisiva batalla que salvó al estado polaco.

Tras los edificio feos esta el Stare Miasto (Ciudad vieja)

(Canon EOS 40D; EF 24-105/4L IS USM)

The Millenium Simulation Project, un pedazo del universo de 2.000 millones de años-luz de lado

Ciencia

Hace un par de días, aparecía en Microsiervos un artículo sobre el asombroso parecido entre las conexiones de las neuronas y el aspecto global reticulado que se le supone al Universo. Este tipo de semejanzas y analogías son celebradas por muchos como algo trascendente. No es el caso del autor del artículo, que señala parecidos sorprendentes, pero no conclusiones más allá. A mí me parecen coincidencias, en las que me cuesta mucho alcanzar la trascendencia, concepto que siempre me resulta resbaladizo y esquivo. Pero no es aquí dónde iba yo a parar. La cuestión es que la lectura de la mencionada entrada, me llevó a conocer el Millenium Simulation Project.

Este proyecto de investigación del Instituto Max Planck de Astrofísica trata de representar mediante simulaciones la estructura del Universo a una escala grande, bastante grande. Ya sé que esto no es muy científico, pero es lo único que se me ocurre para decir que quieren representar cómo parece ser el Universo si analizáramos un cubo de 2.000 millones de años luz de lado. Lo cual tampoco es muy exacto, porque claro lo que estamos viendo y detectando corresponde a distintas épocas de nuestro Universo, dada la lenta velocidad a la que se arrastra la luz por el mismo. Entrar ahora a explicar o comentar los aspectos científicos del proyecto sería una necedad por mi parte. Probablemente cometería imperdonables errores, que harían de mi el hazmerreir de cualquier persona bien informada. Pero lo que indudablemente me ha parecido de interés general es el bello aspecto reticular de las imágenes generadas por las simulaciones.

No os las perdáis, visitad el sitio.

La imagen de hoy corresponde a cómo se ve el Universo en una esfera de 300.000 km de radio, centrada en el planeta Tierra. Uy, aparece otro cuerpo celeste además de la propia Tierra.

Terraza y luna

(Canon EOS 40D; EF 24-105/4L IS USM)

El tren de las 3:10 (2007)

Cine

El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007), 16 de septiembre de 2008.

Una cuestión que debe quedar clara desde el principio. No soy aficionado al western. Son muy pocas las películas del Oeste que me gustan realmente. Algún clásico como The Searchers (Centauros del desierto), o Sergeant Rutledge (El sargento negro), casualmente ambas de John Ford, High Noon (Sólo ante el peligro) y alguno otra cosica. Pero hay muchas del Oeste que me aburren un poquito. O mucho. Además esta película que hemos visto ayer, es una nueva versión de otro clásico del género. Un remake que dicen. 50 años las separan. Sé que he visto la primera versión, pero no me acuerdo de ella. Lo siento.

El caso es que este western me ha encantado. Vaya por delante que al personaje que protagoniza Russell Crowe no me lo creo. No me creo el final. Durante toda la película nos lo presentan como un malo, y al final queda como un pícaro. Y no es del todo coherente. Pero me parece que lo hace estupendamente. El mejor Crowe en la línea de ciertos capitanes marineros y demás. Pero es que además tenemos a un excelente Christian Bale en un papel que nos lo creemos más. Un padre y esposo desesperado que se lanza a una aventura con pocas esperanzas por sacar adelante a su familia contra todo pronóstico…

Y luego, las aventuras. Porque es una película de aventuras con personajes interesantes. Y con guion impecable, en su ritmo y en sus pausas. En su diálogos y en su acción. Nada cansa.

Y finalmente, porque el final es un tren. Por el detonante, es el ferrocarril. Porque estamos ante un pedacito de una historia impresionante, la de la colonización del lejano oeste norteamericano. Y al final, se va el viejo tren, lleno de color, con su 220 de gran chimenea y puntiagudo apartavacas.

Y todo ello muy bien dirigida por James Mangold, un director que hasta ahora no me había interesado en absoluto. Qué cosas.

Esta es una película para recomendar a todo el mundo. Porque es divertida. Porque está muy bien hecha. Porque te gustan los personajes. Un ocho, con la misma nota a la interpretación y a la dirección. Por cierto, la película ha tardado muchísimo en llegar a España. Vaya usted a saber por qué.

En la imagen de hoy… bueno, pues el Far West americano no estaba representado en la Expo 2008. Así que las siluetas de danzantes del oeste africano.

Siluetas

(Canon EOS 40D; EF 24-105/4L IS USM)