[Cine] Boy Erased (2018)

Cine

Boy Erased ( 2019; 22/20190410)

Drama basado en el libro de su protagonista, a su vez basado en hechos reales, sobre las «terapias» de conversión o de reorientación sexual que determinados grupos cristianos «aplican» para «curar» la homosexualidad. Este tema debería estar más de actualidad en España, porque se ha conocido que un par de comunidades autónomas han abierto expedientes sobre las prácticas impulsadas por determinadas diócesis católicas que impulsan estos «cursos». En España podría ir contra la legislación que obliga a respetar la orientación sexual de la persona y la autonomía de decisión de la misma sobre sus cuestiones vitales. Pero no hay muchos medios de comunicación con ganas de meterse con la Iglesia católica.

El joven protagonista, finalmente, se tendrá que trasladar a Nueva York para disfrutar de un ambiente de tolerancia que en su Arkansas natal no existe. Así que NYC nos vamos. En blanco y negro en esta ocasión, aunque la película está rodada en color… muy desaturado.

Dirigido por Joel Edgerton, el largometraje nos cuenta la odisea del joven Jared Eamos (Lucas Hedges), alter ego de Garrard Conley, autor del libro original. Hijo de una familia cristiana ultraconservadora, el padre del joven (Russell Crowe) es pastor de una denominación protestante de Arkansas. Y su madre (Nicole Kidman),… pues en principio hace lo que le dice el macho de la familia. Y así comprobamos la estupidez de los planteamientos de estas «terapias» y su carencia de respaldo por parte de la comunidad científica.

La realización de la película carece de riesgos, es meramente funcional, y está al servicio del buen hacer actoral de su reparto, que está a buen nivel. El mayor porcentaje de la cuota de pantalla, y con ventaja sobre cualquier otro miembro del reparto, corresponde al protagonista, que cumple bien con su cometido. El final es algo pasteloso… la verdad.

Pero lo película, más allá de su capacidad informativa y crítica sobre unas prácticas que deberían estar absolutamente proscritas y que bajo ningún concepto, por el daño potencial que causan, deberían estar amparadas por el paraguas de la libertad de conciencia. Esencialmente porque quienes las practican, precisamente lo que hacen es negar la libertad de conciencia y la autonomía personal de los demás. Se deja ver, no obstante. Luego ya, recomendarla o no, depende de lo que os interese el tema.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] El maestro del agua (2014)

Cine

El maestro del agua (The Water Diviner, 2014); vista el 25 de mayo de 2015.

Después de un fin de semana dedicado a la fotografía, y cansado de estar metido en casa el domingo por la tarde, acepto la oferta de ir a ver esta película dirigida y protagonizada por el australiano Russell Crowe, de la que había escuchado críticas contradictorias. En cualquier caso, venía bien airearse un poco, y dejar pasar las horas de la tarde electoral, para que a lo que llegáramos a casa, cerca de las 11 de la noche, ya no hubiese dudas sobre los resultados.

La película nos sitúa en 1919 y nos cuenta la historia de un granjero australiano, Connor (Crowe), cuyos tres hijos desaparecieron y fueron dados por muertos en Galípoli, en la dura campaña que enfrentó durante la segunda guerra a las fuerzas ANZAC (Cuerpo de ejército de Australia y Nueva Zelanda) del Imperio Británico con el ejército del Imperio Otomano. Sumido en la tristeza, vive con su deprimida esposa que finalmente se suicida por el dolor de la pérdida de sus hijos y de no saber dónde se encuentran sus restos. Esto lleva al granjero a intentar cumplir la promesa de encontrar a sus hijos trasladándose a un revuelto escenario en los restos del Imperio Otomano, derrotado, invadido por los griegos que intentan llevarse un bocado importante de su territorio, bajo la administración militar británica, poco activa, y en el que surge el movimiento nacional turco de Kemal Atatürk, que quiere recuperar la independencia de su país de nuevo.

Por supuesto, Estambul; la bella y caótica ciudad del bósforo es escenario de una buena parte del filme que nos ocupa hoy.

Por supuesto, Estambul; la bella y caótica ciudad del bósforo es escenario de una buena parte del filme que nos ocupa hoy.

Aunque iba sin muchas expectativas, lo cierto es que tras un inicio de película cansino, dedicado a filmar postales australianas, se nos plantea un historia con posibilidades. De alguna forma, esta película podría haber sido una «segunda parte» de la más que interesante Gallipoli de Peter Weir, que nos narró la batalla. La peripecia de Connor podría haber sido un vehículo de reflexión sobre las consecuencias de las guerras, de aquella guerra en particular, de los destrozos morales, sociales y personales del hecho bélico. Por no hablar de la terrorífica guerra de cuatro años que enfrentó a la nueva Turquía con la vieja Grecia, que por momentos tuvo carácter de genocidio mutuo, y que se desarrolló inmediatamente tras la contienda mundial. Por no hablar de que nunca hubo una primera guerra mundial y una segunda, sino un estado de guerra permanente en el mundo a partir de 1914. Lamentablemente, Crowe, que se maneja como un buen artesano detrás de las cámaras, se limita a ejecutar un producto cuyo único interés aparente es mostrar su lucimiento ante las cámaras, copando un porcentaje casi total del metraje de la película.

Se desarrolla muy superficialmente su amistad con el oficial turco, Comandante Hasan (Yilmaz Erdogan), y nos cuenta una inverosímil historia romántica con la guapa Olga Kurylenko, viuda de guerra atrapada entre su duelo, su deseo de independencia y las presiones de la conservadora familia de su marido, muerto también en Gallipoli. Los intérpretes apenas tienen responsabilidad sobre las limitaciones conceptuales que el filme arrastra.

Una de esas ciudades, uno de esos países, que han vivido siempre en la esquizofrenia de no saber si pertenecían a Oriente u Occidente.

Una de esas ciudades, uno de esos países, que han vivido siempre en la esquizofrenia de no saber si pertenecían a Oriente u Occidente.

Finalmente, la película se arrastra de forma excesivamente prolongada en una peripecia aventurera para procurar un «final feliz» forzado. De vergüenza me parecen las escenas en las que el protagonista, que ejerce en su país de zahorí, utiliza sus «propiedades» radiestésicas para localizar los cuerpos de sus hijos (1). Ahí la película desfasa de forma notable, entrando en el terreno de una fantasía absurda.

Producto cinematográfico técnicamente correcto, con una historia que ofrece muchas oportunidades de mejora, pero que se deja ver como película sin pretensiones para pasar el rato. No hay que cometer el error de tomársela muy en serio,… por mucho que Russell Crowe, patinando escandalosamente como director, pretenda dar trascendencia a un producto que carece por completo de ella. Oportunidad perdida para utilizar una historia con posibilidades en una película con enjundia. A Crowe se le podría decir aquello de «zapatero a tus zapatos»… porque por este camino es difícil que se le reconozcan méritos como autor.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Al cabo, ya lo decía Espronceda, en boca de su pirata,

Al cabo, ya lo decía Espronceda, en boca de su pirata, «Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul».

(1) Nota: A todo los efectos, en el mundo científico se considera la radiestesia o rabdomancia como una «pseudociencia» sin base alguna, en la que la capacidad de la persona no mejora a la hora de localizar agua u otras sustancia por percepción alguna, con o si ramita en las manos. Buena parte de los éxitos atribuidos a esta práctica se deben a otros factores, como la observación del terreno, la localización de vegetación o de determinada vegetación, que si están asociados a la presencia de agua en el subsuelo. No digamos ya la capacidad para descubrir en el subsuelo los restos cadavéricos de dos o tres personas determinadas en un área de guerra convertida en fosa común.

[Cine] El hombre de acero (2013)

Cine

El hombre de acero (Man of Steel, 2013), 1 de julio de 2013.

Tenía pendiente comentar este filme desde antes de irme de vacaciones. La verdad es que no perderé mucho tiempo en la reseña. Esta no es una película que fuese a ver porque me interesase. Lo hice porque se organizó una quedada de amigos, con película y cervezas y charleta. Así que lo de la película es lo de menos. Así que estamos ante el enésimo «reboot» que llaman ahora de la «franquicia» del chico con pijama azul y capa roja. Los calzoncillos por fuera del pijama, ya no los lleva. Bueno… La cosa está dirigida por Zack Snyder.

La historia, con variantes, es lo de siempre. El chico extraterrestre Kal-El (Henry Cavill) que es enviado a la Tierra por sus padre Jor-El (Russell Crowe) cuando hay un cataclismo planetario en su mundo de origen, y es criado por unos granjeros de Kansas (Diane Lane/Kevin Costner). Al crecer, se encuentra que es un superhombre respecto a los terrícolas, pero decide ser buen tipo. Especialmente, con los americanos. Entonces llegan los malos, que en algunas ocasiones es Lex Luthor, pero en esta ocasión han optado por el General Zod (Michael Shannon) y sus secuaces. Claro… y por ahí aparece la intrépida periodista Lois Lane (Amy Adams). Bueno. Más o menos lo de siempre.

En este nuevo intento por ordeñar la vaca supermana han buscado la opción de un héroe con dudas y atormentado. Y les ha salido rana. Como la mayor parte de este tipo de películas, se trata de un escandaloso despliegue de pirotecnia, y de edificios derribados imitando el triste efecto de las Torres Gemelas de Nueva York, y luego una serie de peleas y tiros similares a cualesquiera que se hagan, estándares en el género. Por lo demás, sientes el mismo dramatismo que si ves la pantalla negra del televisor apagada.

Reparto con muchos nombres conocidos, pero que pincha tremendamente por la sosez del guaperas de turno que encarna al héroe. Y Adams que es una buena actriz, pues haciendo de consabido florero.

En fin. Que esto lo fuimos a ver en las circunstancias que he comentado. Y venían algunos adolescentes y gente joven a los que encanta la pirotecnia acompañada de toneladas de palomitas. En cualquier otra circunstancia, abstenerse. Digan lo que digan los medios y la crítica, que cada vez andan más desnortados.  Producto prefabricado, que hasta el guionista y director más tontos con medios saben hacer. Y espera que dentro de unos días comento otra que tal baila.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

Castillo de Urquhart

¿Y la película en 3D sobre Nessie? ¿Para cuándo? O «Nessie y Superman contra Los Vengadores». Con el cuartel general del tuerto en el castillo de Urquhart. No sé… Total ya… El resto de las historias que puede haber se cuentan una y otra vez, cada vez peor.

[Cine] Les Misérables (2012)

Cine

Les Misérables (2012), 28 de diciembre de 2012.

En todo el mundo, tanto el musical en el que se basa esta película como la película en sí misma reciben el título original en francés de la obra de Victor Hugo que adaptan. En todo el mundo, salvo en España donde tradicionalmente se ha traducido en ambos casos, Los Miserables. Como podemos ver, la diferencia está en una vocal y una tilde. En cualquier caso, como yo he visto la película en versión original, conservo también su título original.

Ver esta película en versión doblada es ridículo. Por lo que sé, han respetado las canciones en inglés, y sólo las frases que no son cantadas se doblan. Lo que puede ser un 5% de las voces del filme o menos. Me dicen que queda muy mal, y que el cambio de voz «canta» mucho, pero no el sentido musical. Así que nada, una vez más proclamo la conveniencia de la versión original, que además es más barata. Por lo menos en Zaragoza.

Boulevard Pasteur

El boulevard Pasteur, en Montparnasse, no anda lejos de la rue Plumet, donde discretamente se establecen Valjean y Cosette cuando abandonan su encierro en el convento donde se refugian de las pesquisas de Javert.

Desconozco en qué medida es de dominio público el argumento de la obra. La película es el musical llevado al cine. No es adaptación directa de la novela de Victor Hugo, que incluye disgresiones continuas de naturaleza filosófica, política y social. Así que se centra el musical, y la película, en dos tramas principales y en alguna secundaria. La trama básica es la historia de redención de Jean Valjean (Hugh Jackman), desde su punto más bajo en prisión hasta que alcanza sus mayores logros por la felicidad de los demás, siempre bajo la persecución del inflexible policía Javert (Russell Crowe). La trama paralela que acompaña a esta es la historia de la desgraciada Fantine (Anne Hathaway) y su hija Cosette (Isabelle Allen, de niña, y Amanda Seyfried, de joven), que acabará siendo adoptada por Valjean, así como de los amores de esta última con el revolucionario Marius (Eddie Redmayne). La tercera trama es la revolución de junio de 1832 en París y en concreto los acontecimientos de la barricada de la rue Saint-Denis. Y la trama cómico-trágica es la del matrimonio Thénardier (Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter), así como la de la desdichada hija de estos, Éponine (Natalya Angel Wallace, de niña, y Samantha Barks, de joven).

Saint-Merri

La iglesia y la rue Saint-Merri, junto al Centro Pompidou, no están lejos de la rue Saint-Denis, en cuya barricada resisten hasta el final los compañeros revolucionarios de Marius.

Todo ello dirigido por la eficaz mano y mirada de Tom Hooper, que monta un impresionante espectáculo visual de principio a fin. Ya desde el principio adopta el viejo principio del cine que dice que de entrada hay que dejarlos (a los espectadores) pegados a la butaca, y a partir de ahí contar tu historia. Nunca consigo recordar quien dijo esto. Puede que Billy Wilder. Él lo hacía así, desde luego. Aquí, te dejan pegado a la butaca con la impresionante escena de las dársenas de Toulon, donde sufren los penados a trabajos forzados. Con una cuidada ambientación, con un diseño artístico de primera, con una fotografía de primer nivel, y con un manejo de la cámara muy dinámico, incluso cuando se para en esos intensos primeros planos que ponen a prueba la capacidad de los intérpretes para actuar mientras cantan. Canciones que se grabaron en el plató de rodaje durante la interpretación, que no son un añadido de laboratorio de sonido posterior. Sí lo es la orquestación. Entendámonos. La película dura más de dos horas y media, y no mantiene el mismo nivel de forma continua, quizá por su respeto al musical de origen. Pero en líneas generales estamos ante un espectáculo cinematográfico de primer orden.

Metro Bastille

El cortejo fúnebre del general Lamarque, que marca el comienzo de la actividad revolucionaria, pasa por la Bastilla, que en estos días ofrece este aspecto.

Quienes han tenido que esforzarse en especial, han sido los intérpretes. Han tenido que cantar e interpretar al mismo tiempo, dando credibilidad a los sentimientos y el drama que transmite la obra original literaria. Aun con los pasajes cómicos debidos a los Thénardier, estupendos Baron Cohen y Bonham Carter, la obra en su conjunto es sumamente dramática, con momentos absolutamente trágicos. El espectador debe sentirse emocionado realmente. Y yo creo que lo consiguen. En estado de gracia absoluta me parecen JackmanHathaway. Esta última se viene diciendo que nos proporciona el mejor momento del filme con su interpretación de I dreamed a dream, que probablemente le valga un óscar. Y de momento no seré yo quien lo contradiga. Momentos intensos tienen también Crowe a pesar de que su voz esté un peldaño por debajo del conjunto, Barks que canta realmente bien, y el a priori sosito Redmayne, que sin embargo también nos emociona cuando llora a sus compañeros caídos. Aunque parece que tira de falsete, aunque no soy entendido en esto. La que flojea en el conjunto, y eso que está por encima de lo que es habitual en ella, es Seyfried. Que parece que lo único que le piden es que esté ahí y sea mona y rubia. Aunque tiene una bonita voz de soprano.

Conocí el musical en el que se basa la película en un teatro del West End londinense en 1994, y aunque no me convirtió en un aficionado a los musicales, fue un espectáculo que me gustó. Sí que me gusta el cine musical, por lo que esperaba con ilusión esta adaptación. Y no me ha defraudado. Me lo pasé bien, me emocioné, y la considero de lo mejor que se ha podido ver en los últimos tiempos en el cine. Quizá no lo que más me ha gustado personalmente, pero si algo se diferencia de otras producciones puede estar en mis subjetividades personales. Totalmente recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

Greenwich

Aspecto el de la Bastilla actual no es el más adecuado para rodar las escenas correspondientes del filme, que se trasladaron a Greenwich, en Londres. Esta foto es de 1994, justo el año en el que yo vi el musical en la capital británica. Entonces no imaginaban que estas esplanadas se iban a llenar de barricadas para la filmación de la película.

Red de mentiras (2008)

Cine

Red de mentiras (Body of Lies, 2008), 18 de noviembre de 2008.

Es difícil tener un juicio a priori ante una película de espionaje moderno, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Russell Crowe. Los tres han demostrado ser capaces de hacer cosas muy buenas, pero también algunos bodrios infumables. Y el tema, el espionaje y el terrorismo islamista, visto por un norteamericano puede dar lugar a cualquier cosa. Pero las críticas previas no eran malas, así que había que ir a verla.

Básicamente, la película nos narra la historia de un agente de la CIA (DiCaprio), con buenas habilidades para moverse en los países islámicos, y que constantemente se ve en conflicto entre su sentido del honor, la lealtad y lo que es correcto hacer y el cinismo y la mendacidad necesarios para moverse en el mundillo del espionaje, encarnados por el jefe de la inteligencia jordana (Mark Strong) y en mayor medida por el responable opertativo de la CIA para Oriente Medio (Crowe). Todo lo cual es un buen punto de partida. Rodado con un estilo muy dinámico, a ratos un poco de videoclip, que ya hemos visto en otras películas de acción del director, quizá el metraje es un poco excesivo para la auténtica sustancia del filme, que no es mucha, y eso que el principio es relativamente prometedor.

Para mí, la principal debilidad de la historia es que implica una historia de amor entre el agente de la CIA y una joven enfermera jordana de origen iraní (Golshifteh Farahani), necesaria para el desenlace de la película, pero que yo no me acabé de creer. Me resulta muy difícil conciliar las características personales y sociales de ambos personajes y la relación que se establece entre ellos. Como macguffin me parece muy mal buscado, y en un momento dado, a pesar de la corrección de la realización y del relativo entretenimiento que produce la acción del filme, me desmotiva.

Las interpretaciones son correctas, sin más. Cumplen dentro de lo que da la película.

En general, es una película que entretiene por su acción, pero que tampoco creo que pase especialmente a la historia del cine. Le pongo un seis con un siete en la interpretación y otro seis en la dirección.

Otras opiniones sobre la película:

En el aspecto fotográfico, un malo verde que amenaza una casa blanca. ¿Será de Al-Qaeda?

El monstruo verde en la casa blanca

Caseta y grafitti en el Parque Grande, Zaragoza - Canon EOS 40D; EF 50/1,8

El tren de las 3:10 (2007)

Cine

El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007), 16 de septiembre de 2008.

Una cuestión que debe quedar clara desde el principio. No soy aficionado al western. Son muy pocas las películas del Oeste que me gustan realmente. Algún clásico como The Searchers (Centauros del desierto), o Sergeant Rutledge (El sargento negro), casualmente ambas de John Ford, High Noon (Sólo ante el peligro) y alguno otra cosica. Pero hay muchas del Oeste que me aburren un poquito. O mucho. Además esta película que hemos visto ayer, es una nueva versión de otro clásico del género. Un remake que dicen. 50 años las separan. Sé que he visto la primera versión, pero no me acuerdo de ella. Lo siento.

El caso es que este western me ha encantado. Vaya por delante que al personaje que protagoniza Russell Crowe no me lo creo. No me creo el final. Durante toda la película nos lo presentan como un malo, y al final queda como un pícaro. Y no es del todo coherente. Pero me parece que lo hace estupendamente. El mejor Crowe en la línea de ciertos capitanes marineros y demás. Pero es que además tenemos a un excelente Christian Bale en un papel que nos lo creemos más. Un padre y esposo desesperado que se lanza a una aventura con pocas esperanzas por sacar adelante a su familia contra todo pronóstico…

Y luego, las aventuras. Porque es una película de aventuras con personajes interesantes. Y con guion impecable, en su ritmo y en sus pausas. En su diálogos y en su acción. Nada cansa.

Y finalmente, porque el final es un tren. Por el detonante, es el ferrocarril. Porque estamos ante un pedacito de una historia impresionante, la de la colonización del lejano oeste norteamericano. Y al final, se va el viejo tren, lleno de color, con su 220 de gran chimenea y puntiagudo apartavacas.

Y todo ello muy bien dirigida por James Mangold, un director que hasta ahora no me había interesado en absoluto. Qué cosas.

Esta es una película para recomendar a todo el mundo. Porque es divertida. Porque está muy bien hecha. Porque te gustan los personajes. Un ocho, con la misma nota a la interpretación y a la dirección. Por cierto, la película ha tardado muchísimo en llegar a España. Vaya usted a saber por qué.

En la imagen de hoy… bueno, pues el Far West americano no estaba representado en la Expo 2008. Así que las siluetas de danzantes del oeste africano.

Siluetas

(Canon EOS 40D; EF 24-105/4L IS USM)