[Televisión] Adiós a los Botwin, adiós a Weeds

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Weeds es una serie que nos ha acompañado desde hace siete años. Nada más, y nada menos. El tiempo pasa volando. Pertenece a esa categoría de series adultas, que en Estados Unidos sólo emiten las cadenas de cable, y que permiten tratar temas como el sexo, el consumo de drogas, u otros temas considerados en aquel país como políticamente incorrectos para ser tratados por las cadenas generalistas. En principio una comedia, aunque ha acabado con un regusto a drama bastante notable, resuelve sus episodios en 30 contenidos minutos. Con 10 o 12 episodios por temporada, su narración suele ser más agil que las pesadas series de veintitantos episodios de más de 40 minutos de duración.

Nos ha contado la historia de Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y su familia. Principalmente sus dos hijos mayores, Silas (Hunter Parrish) y Shane (Alexander Gould), y su cuñado Andy (Justin Kirk). Y algunos añadidos, fundamentalmente Doug (Kevin Nealon), que ni es familia ni es nada, pero ahí ha estado durante los 102 episodios que oficialmente ha durado la serie. Nancy, al principio de la serie, es una reciente viuda, que vive en una urbanización para clase media en algún lugar de California. Y que al enviudar se encuentra en auténticos apuros económicos. Y toma la decisión que a partir de ese momento cambiará su vida y la de su familia. Traficar con hierba, con marihuana. Una mujer blanca en torno a los 40 años, de origen protestante aunque viuda de un judío, que ha vivido toda su vida en un entorno protegido, que está de muy buen ver, pero con un aspecto que transmite cierta fragilidad. Fragilidad que puede existir en su interior al principio, pero que pronto desaparecerá, convirtiéndose en una madre coraje, que irá superando todos los contratiempos, y surgirán muchos, con unos «de perdidos al río» que no servirán más que para ir cayendo cada vez en problemas más serios.

Paisaje desde el bus

Weeds, hierba, y hierba no falta en el paisaje de Noruega, aquí tomado desde el autobús entre Voss y Granvin. Aunque esta hierba no se fuma.

Mafias negras, mafias hispanas, cárteles mejicanos, policías corruptos y no corruptos, rusos, su hermana, sus vecinos de urbanización, todos ellos son potenciales peligros para lo que es el objetivo de su vida, constantemente fallido. Sacar adelante a sus hijos y vivir en paz.

Evidentemente, en ocho temporadas, la serie ha tenido momentos muy buenos y momentos no tan buenos. Y no son pocos los que consideran que han estirado la historia más de lo conveniente. Muchos opinan que el final de la séptima temporada hubiese sido un final perfecto. Yo opino que probablemente ha durado demasiado, pero que la octava temporada ha sido mejor que la séptima, aunque el final de la séptima hubiese sido un mejor final que la inmensa elipsis temporal del último capítulo doble y su melancólico final. En cualquier caso, es cierto que este final, como ya digo melancólico, refuerza una idea que hace tiempo que se había colado en mi opinión. Disfrada como comedia, a veces hilarante, a veces ácida, a veces esperpéntica, lo que hemos vivido fundamentalmente ha sido un tremendo drama, que no pocas veces a rozado la tragedia.

Por supuesto, además de los buenos guiones, de las buenas historias, hay un elemento determinante para el éxito de la serie, y ha sido su elenco de intérpretes que han bordado sus personajes. Todos ellos en general. Pero hay que destacar dos de ellos principalmente. Su protagonista, Mary-Louise Parker, mujer que dado su aspecto físico y su edad podrías decir que tiene algún pacto con el diablo, y que simplemente ha bordado durante ocho temporadas su papel. Pero hay otro personajes, y gran mérito lo tiene su intérprete, que finalmente ha sido importantísimo, que poco a poco ha ido cobrando más relevancia, y que probablemente es el que más ha evolucionado. Se trata del inicialmente descerebrado cuñado Andy, secretamente y eternamente enamorado de Nancy, y que solamente encontrará su equilibrio poniendo distancia entre ambos. Un más que excelente trabajo de Justin Kirk.

Bueno. Se acabó Weeds. Echaremos de menos a los Botwin y sus aventuras. Esta familia, se había vuelto de alguna forma parta de la familia.

Paisaje desde el bus

Más hierba en el paisaje, conforme el autobús se acerca a Granvin, a orillas del Hardangerfjord.

[Televisión] Cosas de series; Futurama, 100 capitulos para Nancy y algunas novedades

Televisión

En primer lugar, algo imperdonable, pero en la entrada de la semana pasada dedicada a viajeros en el tiempo, de forma absolutamente increible, olvidé reseñar la 7ª temporada de mi muy querida Futurama. Existen opiniones de todo tipo sobre si estas últimas temporadas de su época fuera de Fox son mejores o peores. Me da igual. A mí me siguen divirtiendo. Y creo que esta séptima temporada ha tenido momentos realmente muy buenos, que no me hacen añorar buenos tiempos. Creo que sigue con su razonable cantidad de mala baba e ironía, tan imprescindible en los tiempos que corren. La capacidad de reirse de uno mismo, y básicamente la serie se ríe de todos nosostros que somos la humanidad, es algo imprescindible para llevar la vida con dignidad. Si además tiene sus puntos friquis, pues mejor que mejor. Así que ya sabéis niños, si os gustan los dibujos animados, hay que verla. Si os gusta la ciencia ficción, hay que verla. Si os gusta el humor negro y la ironía, hay que verla. Si os gustan las historias divertidas que caben en poco más de 20 minutos, hay que verla. Si no os gusta nada de lo anterior,… no sé para qué vivís. Mejor acabad con vuestros días de sufrimiento por la vía rápida.

A quien le quedan cuatro telediarios, probablemente de forma literal es a Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y su heterodoxa familia. El antepenúltimo capítulo de Weeds, o el penúltimo, que no sé si el doble final lo contarán como uno o como dos, coincidió con el número 100. Y la familia volvió a una regenerada Agrestic, rebautizada Regrestic. Y se encontraron con viejos «amigos». Indudablemente, preparando el cierre. La semana que viene os lo cuento. Espero. Se merecerá una entrada especial.

Algunas novedades. Revolution, la enésima «sustituta» de Lost. El piloto es una sosada. No la incluyo en mis planes de futuro. Si luego dicen que esta bien, igual la repesco. Pero de momento no hay nada que me atraiga de este mundo postapocalíptico.

¿Cómo ve a Sherlock Holmes los yanquis, si viviese en nuestros días? Supongo que como en Elementary. Es decir como alguien que no tiene absolutamente nada que ver con el famoso detective. Y la nueva doctora Watson (Lucy Liu) está más buena que el tradicional pero es que tampoco tiene nada que ver con el tradicional. Tampoco va a estar incluida en principio en mis cartelera seriéfila. Ya dije que voy a ser muy selectivo.

También he visto un capítulo de The Bletchley Circle, drama detectivesco británico situado en la posguerra, en la que las protagonistas son antiguas empleadas de Bletchley Park reconvertidas en amas de casa aburridas, y que se ponen a investigar a un asesino en serie. No está mal hecho, y está bien interpretada. Pero no me ha enganchado. Así que,… adiós.

Todavía no he decido nada sobre The New Normal, nueva familia atípica que supongo viene a hacer la competencia a Moder Family. Aunque lo dudo.

Que expeditivo estoy, ¿no? Por cierto, avisé del riesgo de Doctor Who de tirar por lo espectacular olvidando las buenas historias. Su historia con dinosaurios en una nave espacial fue entretenida y espectacular. Pero algunos peldaños por debajo de las expectativas que pone uno en esta serie. Lo dicho.

A la orilla del Canal

Atardecer sobre el río Huerva y los Pinares de Venecia en Zaragoza.

[Televisión] Cosas de series; el Doctor y otros viajeros del tiempo

Televisión

En el impasse entre la temporada veraniega y el regreso en masa y nuevos estrenos de series en otoño, no hay mucho donde rascar. Hasta dentro de 10 – 15 días no habrá grandes novedades. Pero mientras se prepará la grande finale en Weeds para los Botwin, lo más destacado de estos días ha sido el regreso por todo lo alto del Doctor. Y con sorpresa, ya que cierto carácter que se suponía no íbamos a conocer hasta el especial de navidad o algo así, ha sido protagonista del primer capítulo de la séptima temporada de la nueva época. Nueva temporada en la que los Pond están de capa caída, con una subtrama muy cogida por los pelos, casi superflua, de problemas conyugales. Pero el capítulo, en el que volvieron a aparecer los saleros con ruedas, batidora y desembozador que constituyen uno de los villanos favoritos del respetable en la serie, aunque a mí siempre me han resultado casposillos, fue muy entretenido y fue una gran y prometedor comienzo. Lo único que espero es que si han de optar por la espectacularidad, como parece, que no sea en detrimento de las historias.

Pero ya que estamos con viajeros en el tiempo, hace un par de semanas recuperé Continuum. Esta serie fue un estreno del verano de la que vi tres o cuatro episodios hasta que decidí abandonarla por que no me parecía gran cosa. La premisa es que en el futuro, en 2077, el mundo está gobernado por una plutocracia, en la que Kiera Cameron (Rachel Nichols) es una policía entregada a su trabajo y a su familia. Pero en el momento en el que van a ejecutar a unos terroristas, ejecución en la que está presente, estos escapan viajando al pasado, a 2012, para intentar cambiar el futuro y evitar el régimen que impera en el mundo en ese momento. Lo que pasa es Kiera viaja con ellos. A partir de ahí es un procedimental en el que se mezcla su lucha contra los terroristas con su deseo de volver a su época. Ya digo que los primeros capítulos no me convencieron mucho. Historias poco trabajadas, una protagonista muy pero que muy mona pero con capacidad interpretativa limitada, y poco más. Sin embargo, poco a poco empezaron a leerse comentarios muy favorables. Y le di una segunda oportunidad. Efectivamente de los diez capítulos, a partir del cuarto el quinto, el argumento se seriealiza más, mejora bastante, y se vuelve muy entretenida hasta un final de temporada bastante más que digno. No es el no va más de las series de ciencia ficción, pero finalmente distrae bastante. Y ya lo he dicho; la prota no creo que sea precisamente candidata al óscar, pero es muy guapa, y con su uniforme del futuro tan ajustadito está como un queso. Veremos que pasa con la serie en un futuro.

De momento, nada más. Aunque ya comenté que por ahí esta una miniserie inglesa, Parade’s End, que en su momento merecerá un comentario detallado. Que está muy bien.

Por la ribera izquierda del Ebro

Del paseo por el Ebro de hace unos días, un lugar donde tomarse un chisme a mitad de caminata.

[Televisión] Pocas novedades,… y lo que más me gusta de Doctor Who

Televisión

Sí. En esto de las series televisivas, este verano está más bien sosito. Bueno. A vuelto Weeds. Temporada final. Ya va siendo hora. Aunque supongo que nos producirá algún que otro buen rato todavía. Y después del estupendo piloto, hemos disfrutado del segundo episodio de The Newsroom. Que ha estado bastante bien. Si en el piloto, el programa de noticias les quedaba niquelado, en este la cagan a base de bien. Y van poniendo las bases de lo que irá siendo la cosa. Bien.

En cualquier caso, hace un tiempo comencé la «titánica» tarea de dar un repaso a las seis temporadas más los especiales de Doctor Who. Esa serie de ciencia-ficción que tanto me gusta últimamente. Me he quedado con una serie de ideas.

La primera temporada no sirvió para engancharme en su momento. Y al volver a verla confirmo la sensación. No tenía el nivel de producción ni los buenos argumentos que después se generalizaron.

Creo que la tercera temporada, la de Martha Jones (Freema Agyeman) como acompañante es de las más entretenidas. Sin embargo, es una de las que menos habla el personal. Misterios del público.

Hay un montón de personajes por ahí que sería estupendo haber visto como acompañantes habituales del DoctorAstrid Peth (Kylie Minogue)Christina de Souza (Michelle Ryan)Adelaide Brooke (Lindsay Duncan),… y sobretodo Sally Sparrow (Carey Mulligan). Caramba. Todo chicas.

Decididamente mis chicas favoritas de la serie,… en este orden,… Sally SparrowRiver Song (Alex Kingston)Amy Pond (Karen Gillan).

Y a continuación, un clásico de la gente que habla del Doctor. Los capítulos recomendables de cada temporada para engancharse a la serie.

Temporada 1: El capítulo doble formado por The Empty Child y The Doctor Dances.

Temporada 2: Hay varios recomendables pero me decanto por el que maneja paradojas en el tiempo, The Girl in the Fireplace.

Temporada 3: Esta temporada me parece muy, muy entretenida, pero me quedo con dos, 42Blink. Este último es mi capítulo favorito de toda la serie. Curiosamente, en él, apenas hay protagonismo del doctor. Todo el peso lo lleva la encantadora Sally Sparrow.

Temporada 4: Esta temporada es la segunda que menos me gusta a pesar de que tenga muy buena fama entre los fans. Pero destacaría el muy divertido The Doctor’s Daughter y sobretodo, esa pareja de capítulos en los que conocemos a River Song formada por Silence in the Library y Forest of the Dead.

Especiales de la temporada 4: Sin duda alguna, The Waters of Mars, que puede ser mi segundo favorito.

Temporada 5: Se hace más difícil elegir por la habitual presencia de Amy PondRiver Song. Pero me quedaría con la pareja de episodios formado por The Time of Angels y Flesh and Stone, y el muy emotivo Vincent and the Doctor.

Temporada 6: Es complejo elegir en una temporada muy espectacular y la más reciente. Pero creo que The Doctor’s Wife, con la TARDIS como coprotagonista, y nuevamente uno que juega con el tiempo y los sentimientos profundos, The Girl Who Waited.

Así que si alguien se anima con esta teleserie, tan divertida, que sin embargo tiene muy poco eco en nuestro país, ya sabe lo que le recomiendo. Y es para todas las edades.

Árbol (entre Estocolmo y Gotemburgo)

A partir de esta tarde, paisajes escandinavos. El de la foto está entre Estocolmo y Gotemburgo. Yo espero llegar con bien a Oslo hoy mismo. Todavía no he decidido si iré enviando alguna noticia de mis andanzas sobre la marcha o si me relajaré y haré un diario de viaje a la vuelta. Estad atentos por si acaso.

[TV] Adiós de momento a las chicas de Showtime,… y pequeño comentario sobre el tamaño de la luna en tiempo de los dinosaurios

Televisión

Sí. En realidad son diversas las que podrían llevar el apelativo de las «chicas de Showtime». Pero en concreto me voy a referir a dos personajes muy distintos, que recientemente a terminado temporada en la pequeña pantalla.

Weeds – 7ª temporada

Sí, ya hace nada menos que siete temporadas que Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y su disfuncional y extraña familia nos acompañan. Desde las primeras temporadas en la «idílica» comunidad de Agrestic a su extraña convivencia con las mafias mejicanas desde los suburbios de San Diego, su huída a través de media norteamericana, y su provisional asentamiento en Nueva York en esta última temporada.

Tras una elipsis de un par o tres de años en la que Nancy ha permanecido en prisión, mientras su familia se refugiaba en la muy tolerante Copenhague, se vuelven a reunir en la Gran Manzana. El objetivo iniciar es reunirse y comenzar una nueva vida. Pero tratándose de los Botwin nada será fácil, y la «hierba» no estará lejos, siendo un personaje más de la serie, por no decir un miembro más de la familia.

El tono similar al que ya conocemos, una serie de situaciones demenciales soportadas por el buen hacer interpretativo de actores y actrices, mucho humor, no poco de drama, y un puntito de tragedia siempre amenazante. Oficialmente, no está confirmada la octava temporada. Pero el final es un cliffhanger en toda regla.

A ver si nos vamos a caer y tiramos a la del rabo de pescadilla...

En Copenhague encontramos al principio de temporada a los Botwin que no están entre rejas (Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

The Big C – 2ª temporada

Nueva colección de aventuras familiares. Pero esta vez sin salir de los aburguesados suburbios de una ciudad del medio oeste americano, donde supongo que las cosas que le pasan a Cathy Jamison (Laura Linney) suceden. Siempre con una nota de humor y de ironía, la serie ha ido adquiriendo progresivamente un tono más dramático. Una vez más, además de las vivencias de Cathy hemos ido presenciando las de su familia y allegados, todos ellos hijos reales o figurados de la gran Cathy. Pero por el camino todos van sufriendo pérdidas. Y de hecho, uno va a llegar a pensar que la única que va a llegar viva al final de la serie es la que tiene el cáncer terminal. Pero no diré más que no quiero destripar más de la cuenta.

Divertida y emocionante a la vez, tal vez no llega esta temporada a los niveles de la primera quizá porque ya no nos sorprende tanto la situación, sigue siendo una gran recomendación para quienes quieran ver cine hecho para la pequeña pantalla. Y con episodio de menos de media hora de duración, quien se puede resistir. Aquí también, gran mérito de los intérpretes. Todos ellos.

El tamaño de la luna en tiempo de los dinosaurios… y en Terra Nova

Se emitió el piloto de hora y media de duración de la gran apuesta de Fox por la aventura y la ciencia ficción: Terra Nova. No voy a comentar gran cosa sobre la serie. El piloto fue entretenido, pero de ahí a que al final me acabe interesando la serie va un trecho. Por lo menos, algunas de las chicas, si no buenas actrices, por lo menos son monas.

El caso es que sitúan la acción en el pasado de nuestro planeta, hace 85 millones de años, en el cretácico superior. Esto garantiza la presencia de muuuuuchos dinosaurios. Eso sí, en una realidad paralela, para no dar lugar a paradojas temporales. O eso parece, al menos.

El caso es que en la escena final del episodio piloto, la familia protagonistas quedan obnubilados ante la visión de la Luna. Muy grande. Y la chica adolescente, que es la empollona de la familia, les explica porqué hace 85 millones de años la luna estaba más cerca de la Tierra que en la actualidad.

En la serie se dice que la Luna se aleja  de la Tierra 0,5 centímetro al año. En 85 millones de años, querría decir que se ha alejado 42,5 millones de centímetros. Es decir 425 kilómetros. Teniendo en cuenta que en la actualidad la órbita media de nuestro satélite está a 384,4 mil kilómetros de promedio, hace 85 millones de años, según los datos proporcionados por la serie, estaría a un poco menos de 384 mil kilómetros. Un 99,89% de la distancia actual y del diámetro aparente actual. ¿Realmente cree que alguien puede apreciar esa diferencia de tamaño realmente? Creo que no.

Las cosas no son del todo así. Parece que en realidad el satélite se aleja 4 centímetros al año (en realidad 38 milímetros, pero por redondear). Es decir, 8 veces más deprisa. Pero aun así, la diferencia es difícil de distinguir. Más para una gente que no han visto al satélite con frecuencia por estar, en su tiempo, la Tierra cubierta por una capa de polución. Mala ciencia. Muy mala ciencia.

Reloj astronómico en la Marienkirche

Seguro que el reloj astronómico de la Marienkirche de Lübeck, Alemania, está mejor calibrado que el guion televisivo de Terra Nova (Panasonic Lumix GF1, G 14/2,4 ASPH).

[TV] Fin de temporada de Weeds y The Big C; de lo mejor, simplemente de lo mejor

Televisión

Dos mujeres son las protagonistas de estas dos series emitidas por la cadena norteamericana de cable Showtime. Detrás de estas dos mujeres, ambas madres  que han de cargar con sus familias, nucleares y extendidas, están las interpretaciones, magníficas, de las dos actrices en estado de gracia que les dan vida, y una historias y unos guiones de los que muchos con pretensiones deberían aprender mucho.

Vayamos por orden de veteranía en pantalla.

Weeds / Nancy Botwin

Después de seis temporadas en activo, cualquier aficionado a las buenas series de televisión debería conocer a Nancy Botwin. Interpretada por Mary-Louise Parker, esta viuda de 40 años con dos hijos que se introduce en el negocio del  tráfico de marihuana para poder mantener a su familia con el nivel de vida que acostumbran, acaba metiéndose sistemáticamente en unos embrollos tremendos que suelen tener finales más o menos delirantes y una serie de huidas hacia adelante, que lejos de sacarle de esta dinámica no hacen más que empeorar su situación.

Esta temporada ha tenido un toque más reflexivo y más melancólico. Obligados a huir recorriendo el país tras contemplar como el hijo menor Shane (Alexander Gould) apiolaba a la malvada mafiosa que amenazaba su entorno, perseguidos por su marido, mafioso mejicano, y por el FBI, la temporada ha tenido un aspecto más reflexivo, más melancólico, que no les ha impedido irse metiendo, una tras otra, en sus habituales aventuras. Después de contemplar la serie, uno tiene la impresión de que los Estados Unidos son una especie de país de las maravillas distópico. Por su puesto, el final de temporada, el plan C, ha estado a la altura de las circunstancias, y nos ha dejado con ganas de ver la próxima temporada, que se anuncia como la última.

Pero no sólo es Nancy quien nos gusta. El resto de los personajes también evoluciona. Por poner dos ejemplos. El cuñado, Andy (estupendo Justin Kirk), sigue siendo un desnortado descerebrado, pero ha ido perdiendo su egoismo innato y ha empezado a ser un referente para el sostén del grupo familiar cuando Nancy se ha venido a bajo. Silas (Hunter Parrish), el hijo mayor, está madurando y empieza a tener claro que hay que pararse en algún sitio; en alguna universidad con alguna novia, en algún pueblo del medio oeste con algún insospechado padre biológico,… lo que sea. En fin, que todos colaboran a hacer interesante este drama con toques de comedia negra,… o esta comedia negra con toques de drama. Cada uno que escoja el enfoque que le parezca más conveniente. Por cierto, muy notable la presencia de Richard Dreyfuss como lúbrico profesor de matemáticas retirado y desequilibrado en los últimos episodios de la temporada.

En cualquier caso, sigo pensando que es una serie que no hay que perderse.

The Big C / Cathy Jamison

Cuando me enteré que la protagonista de esta serie iba a ser Laura Linney, no lo dudé; había que verla, sí o sí. Para mí es una de las mejores actrices del mundo en estos momentos. Y no exagero un pelo. Por lo menos en el ámbito del cine y la televisión.

La gran C del título pareciera ser el cáncer, en este caso en forma de melanoma avanzado, que amenaza a medio plazo la vida de la protagonista. Pero tras ver la serie, uno llega a la conclusión de que la gran C no puede ser otra que la gran Cathy, una mujer sumida en una aparente vida familiar mediocre, a la que de repente, ante la perspectiva de morir, le entran unas ganas de vivir y de recuperar el tiempo perdido. Y empezamos a conocer que es madre de tres. De su hijo (Adam Jamison), de su marido (excelente Oliver Platt), y de su hermano (divertido y entrañable John Benjamin Hickey). Y a ratos de su pardillo pero honesto oncólogo (Reid Scott), más afectado a veces por el nefasto pronóstico que ella misma. Y empezamos a encontrar las voces de la conciencia que la rodean y que van encauzando poco a poco su energía, especialmente su alumna (Gabourey Sidibe) y su vecina (inconmensurable Phyllis Sommerville). Y nos divertimos con los colaterales, como ese amante negro y poderoso con quien hace cochinadas en el colegio (Idris Elba), o su amiga «para siempre» de la universidad (una Cynthia Nixon que me ha sorprendido gratamente), o esa divertida y puntual aparición de un apicultor loco (Liam Neeson).

Resumiendo, nuevamente la misma receta, pero con otro tema y otro enfoque. Una poderosísima actriz protagonista, un inmejorable acompañamiento actoral a su alrededor, y una historia que contar que no tiene desperdicio en ningún momento.

Tan recomendable como la anterior, o más.

Luna

No he puesto muchas fotografías de mis pruebas con el nuevo objetivo, y no están mal; aquí un atardecer en los alrededores del soto de Cantalobos, aguas abajo del Ebro en Zaragoza - Panasonic Lumix GF1, G 14/2,5 ASPH.

Weeds, o de las huidas hacia adelante

Televisión

Entre las series de ficción que pueblan el panorama televisivo actual, podemos encontrar un número apreciable de productos de buena calidad. Especialmente en sus primeras temporadas. Lo difícil es conseguir mantener el nivel en las siguientes. No son pocas las que mueren de éxito. Tras comienzos estupendos, caen en rutinas o en lugares comunes que las trasladan a la vulgaridad. Al montón.

No pertenece a esta categoría Weeds. Esta teleserie tiene varias virtudes. Repasémoslas.

  • Los personajes protagonistas son, aparentemente, gente común. Clase media norteamericana que en su origen vivían apaciblemente en una tranquila y coqueta urbanización residencial en algún lugar en la costa oeste de los EE.UU.
  • Los capítulos son cortos. En 22 minutos hemos conocido las peripecias de Nancy Botwin y sus peculiares vecinos, y tenemos las bases para las de los siguientes capítulos. Es dinámica, no hay tiempos muertos.
  • La temporadas también están adecuadamente autolimitadas. Nada de culebrones con más de 20 episodios. En doce o trece capítulos hemos completado un nuevo ciclo.
  • Hay una fuerte confianza en la capacidad interpretativa de los actores. Mary-Louise Parker es Nancy Botwin, de la misma forma que no podríamos concebir otra Nancy Botwin que no fuera la Parker. Pero el resto del reparto está igualmente fenomenal con momentos supremos por parte de Elizabeth Perkins interpretando a Celia Hodes.
  • Los personajes no son planos, tienen matices y, sobretodo, evolucionan. Esta evolución es más marcada como es natural en los personajes más jóvenes, niños y adolescentes, y distinta en los adultos, donde incluso se producen involuciones personales. Por otra parte, los personajes acompañantes, que aparecen en un limitado número de episodios suelen aportar frescura e innovación a la serie.
  • Es total y fundamentalmente políticamente incorrecta. Critica todo aquello que es hipocresía en la sociedad. Su relación con la familia, con el sexo, con las drogas, con el trabajo, con la inmigración… con todo. Todos los valores tradicionales son puestos sistemáticamente en solfa.

Como veis, una serie de virtudes notables. Pero hay algo más. Algo importante. Algo en lo que se basa la expectación ante nuevos episodios futuros, ante nuevas temporadas. Y esto es la huida hacia adelante. El paso de las temporadas van situando a la familia Botwin y amigos a nuevos extremos cada vez más imposibles. Pero no hay redención posible. El día que la haya, se acabó la serie. Todo se dirige a un escalada en las condiciones vitales, más o menos extremas. Lo que empezó como una pequeña «maruja» que empieza a trapichear con «hierba» para redondear el presupuesto familiar tras enviudar, en estos momentos la sitúa en un peligrosa relación amorosa con un capo de la mafia transfronteriza entre Méjico y los EE.UU. Si el año pasado asistíamos a un final apocalíptico, con la llegada del fin del mundo a ese microuniverso que era Agrestic, al final de la cuarta temporada nos econtramos con que…

Y hasta aquí puedo contar… Si interesa, enchufad el televisor.

La imagen de hoy, el Mercado Medieval de todos los años. Hierbas. Aunque más sanas que las que vende Ms. Botwin.

Hierbas diversas

(Canon EOS 40D; EF 28/1,8 USM)

La ficción y la realidad, ¿quién supera a quién?

Política y sociedad, Televisión

Le en ElPaís.com una noticia sobre un tunel que servía para pasar droga a traves de la frontera, o mejor dicho por debajo de la frontera, que separa los Estados Unidos Mexicanos de los Estados Unidos de América. 140 metros de largo, bien iluminado, incluso con aire acondicionado.

Desde hace unas semanas vengo siguiendo la cuarta temporada de Weeds, en la que ha dejado la urbanización de Agrestic, trasladándose al sur de California junto a la frontera con Méjico. Y. ¿a que no sabéis que acaba habiendo entre una presunta tienda de ropa premamá en el lado gringo y un almacén clandestino en el lado mejicano? Lo habéis adivinado. Un túnel de las mismas características y aspecto que el que describe la noticia. Y por el que pasan unas aventuras realmente divertidas… y algún que otro drama. No os perdáis esta serie cuando la televisen. Es buena. Muy buena.

En la fotografía de hoy, una propuesta civilizada. No utilicéis túneles subterráneos, por acondicionados que estén, para viajar de un país a otro. Utilizad el tren. Mucho mejor. Y legal.

Depósito de mercancias (Orna)

(Canon EOS 40D; Tokina AT-X Pro 12-24/4)

Fin de series; hasta el año que viene… o no

Televisión

Desde hace un par de años, me he aficionado de nuevo, tras varias décadas de desafección a ver algo de televisión. No mucha. Un ratito después de comer, y un ratito por la noche después de cenar. Y puesto que estos ratitos no pasan de 30 a 60 minutos, pues lo mejor es ver el episodio de alguna teleserie. Sobre todo, desde que parece que el talento para los buenos guiones y los buenos personajes se ha transferido del cine de toda la vida a la televisión.

Hay otro aspecto. Con métodos modernos, más o menos irregulares, uno puede ver los capítulos de las teleseries conforme van saliendo, en versión original, y si es necesario, con subtítulos en castellano. Yo sé que a las productoras, las distribuidoras y otras gentes similares se enfadan cuando se enteran de estas prácticas. Yo pago religiosamente todos los meses a una plataforma de televisión de pago. No me gusta echarle morro al asunto. Lo único que pasa es que toda la gente esa que se enfada todavía no se ha enterado de que su «timing» y el de los espectadores está desacompasado. Que si en estos momentos una película es estrenada en salas de cine simultáneamente o casi en decenas de países, el espectador empieza a esperar algo parecido para otro tipo de espectáculos.

Dicho esto, a lo largo de la temporada que comienza con el principio del otoño y acaba con el final del verano, uno puede ver muchas cosas, aun con unos tiempos de dedicación diaria tan modestos. Y voy a comentar aquello que más me ha gustado. Daré los nombres de las series en inglés, y si se han estrenado por estos pagos, entre paréntesis, en español. Nada comentaré de las que me han parecido mediocres o normalitas. Para no alargarme.

En el terreno de las series más adultas, quizá las que más me han llamado la atención fueron cuatro. Damages (Daños y perjuicios), Californication, Weeds y Dexter. La verdad es que todas terminaron sus temporadas hace bastantes meses. Pero todas ellas disfrutan de excelentes guiones, temporadas de una duración moderada, en torno a los doce capítulos, y temas que no tratan al espectador como un tarado.

Respecto a series más para todos los públicos y con trayectoria larga, la más inspirada ha sido House M.D., con algunos capítulos muy inspirados, especialmente el final de temporada con dos episodios que son de lo mejor. También me gustó mucho el episodio antártico con Mira Sorvino… una actriz afectada por la maldición de los oscars(*), pero que a mí siempre me ha caído simpática. Y siempre recordaré a… no lo digo porque sería destripar el final a quien no lo haya visto… pero siempre la recordaré.

Entre las comedias, he seguido disfrutando de How I met your mother (Cómo conocí a vuestra madre), con capítulos realmente brillantes. Es curioso que pareciéndose a Friends, me resulta más madura, más inteligente y en general mejor. Pero tiene menos éxito. Y sobre todo esa monada de serie, lamentablemente cortada por la huelga de guionistas que fue Pushing Daisies. Enamorado estoy de Anna Friel. A más distancia, con su gracia pero con menos nivel, se puede ver con dignidad Samantha Who?

Ha seguido el drama histórico de The Tudors (Los Tudor), con la misma calidad que la primera temporada, aunque quizá han alargado demasiado la historia de Ana Bolena, que con toda seguridad se podía contar con menos episodios. Teniendo en cuenta que la historia con la siguiente mujer no es muy larga, la podrían haber añadido. Claro que el final de temporada queda mejor con un buen tajo en el cuello de una guapa reina.

También de este lado del charco he encontrado alguna cosa interesante, especialmente esa pequeña joya británica en seis episodios, sobre las andanzas de cuatro amigas de Bristol que es Mistresses. Y ahora estoy a vueltas con Secret Diary of a Call Girl, donde seguimos las peripecias de una «pilingui» de lujo, personificada por la guapa Billie Piper.

Finalmente, un comentario sobre las series para «friquis». Por una lado está Lost (Perdidos)… bueno,… ¿qué decir de la más amplia y compleja «paja mental» que se ha parido en la televisión mundial? Me ha interesado a ratos, pero reconozco que el conjunto que representan los últimos tres episodios de la temporada, me ha parecido estupendo. Cuando quieren, estos guionistas lo hacen fenomenal. Por otro lado está Battlestar Galactica (Galactica),… pero como ésta es la única serie en la que me permito una pequeña dosis de «friquismo» personal… pues ya le dedicaré una entrada en exclusiva después del último capítulo de la primera mitad de la cuarta temporada, que es… ¡¡¡ESTE VIERNES!!!

Por lo demás, algunas de estas series volverán en unos días o unos meses, y podremos volver a disfrutar de ellas… o no, porque muchas tarde o temprano decaen. Otras, simplemente no volverán. Y será una pena… o no, porque vendrán otras, que puede ser mejores… o no… ¡Qué mal se me da leer el futuro!

La foto de hoy, dedicada a la única serie de las comentadas que todavía tengo en activo. El Londres donde transcurren las peripecias de Belle, nuestra guapa «pilingui» de lujo.

(Fujifilm Finepix F10)

(*) Son muchas las actrices, especialmente jóvenes, que tras ganar un oscar han caído en la mediocridad más absoluta. La maldición de los oscars.