Por vivir en una ciudad donde cuando llueve es noticia, y que tanto cuesta tener unos parque y jardines verdes y en condiciones, me muero de envidia cuando visito estas ciudades del norte de Europa donde lo difícil es que no salgan plantas verdes hasta en los sobacos. Después de salir de Skansen, me doy una vuelta por los parques y jardines de los alrededores, que en esa hora de la tarde, y con las nubes que pasan, van y vienen, están muy lánguidos. Lo cual está muy bien.

Vistas de cercas, las flores resultan ser dalias de distintos tipos, propias de este tipo de instalaciones.





