Tras comer en el Nationalmuseum,… Sí, la verdad es que por Europa, las cafeterías de los museos suelen ser un sitio estupendo para comer por un precio razonable, y muchas veces no es necesario pagar la entrada para acceder a ellas. Como decía, después de comer, me cojo el tranvía de la línea 7 para ir Djurgärden, donde me han recomendado vivamente que visite Skansen. Este es un parque temático, en parte museo etnológico y en parte museo zoológico de la fauna típica sueca. El caso es que está bastante bien y la visita es agradable.
Eso sí me queda una cosa de fondo. Yo ya había visitado un pueblo típico sueco similar a lo que me enseñan en este parque. Pero fue en Finlandia, hace cuatro años. En Porvoo, Borga para los suecos. Y allí no había zoológico, pero sí un museo del ferrocarril. Creo que prefiero aquel.

Algunos de los tranvías que llevan a Skansen son de época; no son especialmente bonitos, pero hace ilusión.









