Rogue One: A Story of Star Wars (2016; 652016-1512)
La toma de las riendas de la factoría Disney sobre Lucasfilms Ltd y sobre la franquicia Star Wars se hizo especialmente notoria cuando anunciaron que, fuera de las películas de la serie principal, iba a ver películas derivadas de la misma, con protagonistas diferentes y autoconclusivas. Y esta que tenemos con nosotros es la primera de ella. Primera cosa que dijo mi sobrino de siete años cuando la vio…
Pues esta tendría que ser la primera película y no el Episodio IV.

«Rogue One» empieza en el planeta Lah’mu, donde la familia Erso vive escondida como granjeros, escondiéndose del Imperio Galáctico… un planeta que se parece mucho al sur de Islandia, en los alrededores de Vik y Myrdal.
Efectivamente… La trama de esta película, dirigida por el británico Gareth Edwards, está perfectamente integrada en la serie principal. ¿Cuál es esa trama? Copio literalmente, en inglés,…
It is a period of civil war. Rebel spaceships, striking from a hidden base, have won their first victory against the evil Galactic Empire.
During the battle, Rebel spies managed to steal secret plans to the Empire’s ultimate weapon, the DEATH STAR, an armored space station with enough power to destroy an entire planet.
Pursued by the Empire’s sinister agents, Princess Leia races home aboard her starship, custodian of the stolen plans that can save her people and restore freedom to the galaxy…
Traduzco al castellano por si alguien no entiende, no le suena, no lo reconoce… Uso la traducción usada en España. En Centro y Sudamérica parece que fue distinta aunque similar…
Nos encontramos en un periodo de guerra civil. Las naves espaciales rebeldes, atacando desde una base oculta, han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico.
Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio, la ESTRELLA DE LA MUERTE, una estación espacial acorazada, llevando en sí potencia suficiente para destruir a un planeta entero.
Perseguida por los siniestros agentes del Imperio, la Princesa Leia vuela hacia su patria, a bordo de su nave espacial, llevando consigo los planos robados, que pueden salvar a su pueblo y devolver la libertad a la galaxia…
Sí, los fans de la serie habrán reconocido de inmediato el texto inicial de la película Star Wars (La guerra de las galaxias), más tarde rebautizado con las historias esas del episodio IV y la nueva esperanza… Pero es que es eso exactamente lo que nos cuenta la película. Por lo menos en su parte más interesante, el ataque sorpresa de un comando rebelde, posteriormente ayudado por una parte de la flota espacial de guerra rebelde, a la base imperial de Scarif, donde se encuentran los archivos espaciales con, entre otras cosas, los planos de la Estrella de la Muerte que fueron robados y que constituyen el macguffin de la película original de la saga. Argumentalmente, ambas películas son continuación inmediata una de la otra.
Y hasta aquí lo bueno. La magníficamente planteada batalla entre ambos bandos, que recuerda a algún episodio histórico en el que una escaramuza acaba convirtiéndose en una batalla de consecuencias decisivas. Como la historia de lo que pasó después, aun a riesgo de que parezca un espoiler, podemos adelantar que la batalla fue de resultado incierto desde el punto de vista táctico, pero una victoria rebelde desde el punto de vista estratégico.
El problema de esta película ha venido señalado en varios medios con los que coincido en gran medida. Para llegar a ese punto nos cuenta una historia previa sobre los componentes del comando que inicia la confrontación en Scarif, que intenta explicarnos quienes son y cuales son sus motivaciones. Y sirven de excusa para inventarse unos cuantos mundos nuevos y montar unas cuantas trifulcas. Y para encajar un montón de guiños hacia el colectivo de fans más acérrimos, que pueden ser más o menos divertidos, pero que en realidad resultan superfluos.
La historia personal más importante es la de la joven Jyn Erso (Felicity Jones) hija del ingeniero jefe que de modo forzado colabora en la gestación de la estrella de la muerte, Galen Erso (Mads Mikkelsen). Juanto a ella, un capitán del servicio de inteligencia rebelde, Cassian Andor (Diego Luna), uno de los personajes más pobremente desarrollados de la historia, un par de aventureros que recogen por el camino y que podrían haber dado más de sí, Chirrut îmwe (Donnie Yen) y Baze Malbus (Wen Jiang), un piloto renegado imperial, Bodhi Rook (Riz Ahmed), y un robot relativamente cachondo, K-2SO (con la voz de Alan Tudyk). También pasa por ahí con más pena que gloria un lider extremista rebelde Saw Gerrera (Forest Whitaker). Como digo… este grupo diverso (actores británicos, daneses, chinos, de origen indio, mejicanos,…) va siendo presentado en una serie de escenas de acción más o menos conseguidas, pero que resultan poco cohesionadas, con poco ritmo. Mientras, conocemos también al antagonista, el director Krennic (Ben Mendelsohn), alto cargo militar del imperio responsable de la construcción del arma definitiva.
Esta película vive de un subgénero clásico en la historia del cine; las películas de comandos. Los comandos fueron un invento inglés de la Segunda Guerra Mundial. Con el continente invadido por los alemanes, crearon una serie de fuerzas de intervención rápida, de reducido tamaño, que afrontaban objetivos de sabotaje, recogida de información, ayuda a los movimientos de resistencia, con mayor o menor éxito. Esto dio lugar a una serie de película del género bélico que tiraban de este tipo de acciones militares. Y que estaban todas cortadas por un mismo patrón. La presentación de los personajes, que con frecuencia eran tipos duros, patibularios en ocasiones, marginales dentro de la sociedad y del ejército. Después venía el entrenamiento en el que surgen las disputas personales, pero se crea también la cohesión del grupo. Se produce la misión principal, precedida o no de alguna de prueba, donde el número de bajas es alto, y culmina con un mayor o menor despliegue de pirotecnia, o metidos en una batalla de mayor proporciones. Ver películas como The Guns of Navarone (Los cañones de Navarone), The Dirty Dozen (Doce del patíbulo), The Heroes of Telemark (Los héroes de Telemark), por mencionar algunas, y sin pretender ser exhaustivo ni nada. Y el grupo «Rogue One» es descendiente directo de estos comandos. Pero sin haberse aprendido las claves para una presentación rápida y efectiva de los personajes.
Tenemos por lo tanto una película con dos parte muy definidas, una poco conseguida y otra de buen nivel, que es la que hace que salgas del cine con buen sabor de boca. La película tiene problemas de reparto. Diego Luna no da la talla. Whitaker es prescindible, y otros personajes/intérpretes están desperdiciados en su potencial. Felicity Jones hace un trabajo meritorio en hacer creible a su personaje, pero este tiene también defectos en su concepción, en sus motivaciones y en su evolución. Todos estos síntomas son indicativos de un guion, firmado nada menos que a cuatro manos, que tiene lagunas notables. Anecdótica me parece en estos momentos la presencia de Darth Vader (con la voz original de James Earl Jones), que se limita a un par de presencias de las cuales sólo una tiene real interés más allá de satisfacer las ansiedades de los fans más acérrimos. Y también el hecho de que haya personajes virtuales generados por ordenador. También son guiños al fan, se puede en algún caso considerar un homenaje al original, por supuesto son alardes tecnológicos que aportan poco realmente, y son superfluos.
Sabor agridulce el que nos deja este filme. Con la ventaja, que le sirve para conseguir el aprobado, de que el «dulce», lo bueno, llega al final y tapa las deficiencias de concepción de la película. Sales del cine con la sensación de haberte entretenido, de que la película encaja dentro del universo Star Wars, y de que por lo menos han tenido el detalle de dar un final digno al comando «Rogue One», que si bien miembro por miembro nos ha dejado un poco fríos, como conjunto nos ofrecen un magnífico espectáculo fílmico. Y así es como lo he visto. Por dos veces. En versión original, con los amigos, y en versión doblada con mi familia, peque incluido. Ahora a esperar el episodio VIII para dentro de un año, y el arriesgo movimiento de dedicar una película al carismático personaje de Han Solo sin el actor que le dio vida hasta el momento.
Nota: La presencia de Mon Mothma (en la película actual Genevieve O’Reilly) al frente de los rebeldes ha despitado haciendo que haya gente que se pregunta si «Rogue One» eran los espías bothan o dónde están estos… Confusión. En la trilogía original, Mon Mothma aparece sólo en el Episodio 6, y los espías bothan que mueren lo hacen para conseguir los datos de la segunda Estrella de la Muerte. En el Episodio IV, el lider de los rebeldes es el general Dodonna, un tipo de pelo tupido blanco y barba igualmente blanca, que aunque aparece en esta película actual, prácticamente no tiene papel. Mon Mothma ni estaba ni se le esperaba en 1977.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: ***