Paseo fotográfico con la Hasselblad y película en blanco y negro tradicional este domingo pasado bajo la lluvia. Los detalles técnicos en el enlace a continuación. Para quien no le interesen, simplemente las fotos.
Mes: noviembre 2016
[Libros] Saga volumen 6 y Paper Girls 1-4
LiteraturaEn tanto en cuanto consigo terminar una novela en francés en la que me metí hace unas semanas y cuyo segundo acto se me ha atragantado un poco, ahora ya voy en el tercero y parece que voy camino de finalizara, voy trayendo cada semana algunas otras lecturas que pueden ser interesantes.

Para ilustrar una entrada «futurista» algunas de las obras arquitectónicas o de ingeniería más «futuristas» de la ciudad de Zaragoza, las que podemos encontrar en el entorno de la Expo, la que fue exposición internacional de 2008.
En esta ocasión nos vamos a las historietas que tienen a Brian K. Vaughan como guionista, como escritor. Y empezamos con la última entrega que ha sido traducida al castellano y publicada en España de Saga, la epopeya espacial que sigue las aventuras de dos soldados de dos ejércitos enfrentados, que se enamoran contra todo pronóstico, tienen una hija y comienza una odisea a través de la galaxia que nos lleva a vivir una serie de aventuras absolutamente apasionantes. Las virtudes de esta «space opera» con los textos de Vaughn y los estupendos dibujos de Fiona Staples ya las he comentado al menos en dos ocasiones. Cuando me puse al día leyendo los primeros cuatro volúmenes, y cuando hace un año apareció el quinto. Desde luego, el efecto que produce no puede ser equiparable al que supuso cuando me «merendé» de un tirón los primeros cuatro volúmenes, auténtica revelación ante esta aventura para adultos que no renuncia a la fantasía, a los sentimientos, a la aventura e incluso a la crítica social y política. El principal problemas con esta serie es la espera impaciente a que salga cada otoño el siguiente volumen de la «saga».
Pero hace un mes aproximadamente, en mi visita mensual a la Placica Vintage en la calle de las Armas de Zaragoza, entré en una de las librerías del entorno y me encontré con los tres primeros cuadernos de una nueva aventura firmada por Vaugh. En esta ocasión con Cliff Chiang como dibujante. Se trata de Paper Girls, y tiene un tono más juvenil. De hecho, parece formar parte de la tendencia a recuperar la moda ochentera de historias de aventuras con pandillas juveniles como protagonistas. Igual que Strange Things fue un éxito reciente en televisión, aquí recuperamos a una pandilla, de chicas, que se ganan unos dólares madrugando cada mañana para repartir el periódico en las urbanizaciones en las que viven. Algo muy americano. Las cuatro chicas protagonistas se van a enfrentar a una extraña invasión de seres que parecen proceder o bien de otros mundos, quizá de otros tiempos… Viaje en el tiempo, paradojas, y muchas aventuras. En lugar de ser publicada en álbumes anuales recopilando todas las historietas que constituyen un arco argumental, como en el caso de Saga, Planeta Cómic, la misma editorial, ha optado por el cuadernillo grapado de aparición mensual. Que te meriendas en un ratito. Lo cierto es que son muy divertidos y supone casi el placer de recuperar la diversión infantil o juvenil de leerte el tebeo del mes, pero con una aventura de calidad. Yo me lo paso pipa. Aunque como digo está menos orientada al público adulto que la anterior. Pero quien soy yo para actuar bajo estúpidos prejuicios.
[Televisión] Cosas de series; las cuatro palabras y el punto final a las chicas Gilmore ¿o no?
TelevisiónEn el mes de junio, si no recuerdo mal, aparecía como disponible en el catálogo de Netflix las siete temporadas de Gilmore Girls, una de las comedias familiares más apreciadas de la primera década del siglo XXI. Para ese momento ya se había confirmado que se estaba preparando un cierre en diferido para esta serie, que sin ser de las más vistas en la televisión mundial, había adquirido una popularidad notable por contener determinados valores que la hacen apreciable. Este «revival» de los habitantes de Stars Hollow, el pueblo ficticio de Connecticut donde transcurre principalmente la serie, iba a ser estrenado en el fin de semana de Acción de Gracias por la cadena de emisión de contenidos televisivos bajo demanda. Momento ideal para realizar maratones y ver los anunciados cuatro nuevos episodios de entre una hora y media y una hora y tres cuartos de duración.
Pero hagamos un repaso a lo que fueron las chicas Gilmore, aunque ya he hablado de ella en los últimos meses, ya que dediqué el verano a volver a ver esta serie de la que conservaba y conservo muy buenos recuerdos. Aunque algunos asociados a momentos tristes. Los primeros se corresponden a algunos de los primeros capítulos que se emitieron en España. En aquella época, la primavera del año 2003, en la familia la vida la llevábamos muy atribulada. Fue el año que falleció mi madre. Y mi padre, esa primavera, también pasó quirófano. El caso es que yo tan apenas veía la televisión en casa; alguna película de vez en cuando y poco más. Pero cuando eventualmente pasaba algún rato largo en casa de mis padres, haciéndoles compañía o por el motivo que fuera, recuerdo que de vez en cuando aparecían en pantalla estas chicas de diálogos vertiginosos, amoríos inestables y situaciones estrambóticas o delirantes en ocasiones.

Uno de los protagonistas principales de «Gilmore Girls» es Star Hollow, un cuco pueblecito de Connecticut. Como no tengo fotos de pueblecitos cucos norteamericanos, menos de Connecticut, Connecticut, tramperos de Connecticut, os dejo la de un pueblecito cuco francés, Le Bugue, a orillas del Vézère en el Perigord.
He contado todo esto para que se entienda cómo una serie que normalmente debería haber pasado desapercibida, nunca he formado parte de su público objetivo, acabó formando parte del recuerdo emocional de mi vida. Conforme la situación familiar se fue estabilizando y mis hábitos de consumo televisivo fueron variando, empecé a mostrar interés por esta serie. En aquellos momentos en Estados Unidos iban ya por la cuarta o la quinta temporada. Así que recupere la serie desde el principio, fue la primera que vi integramente en versión original, y ya la acompañé hasta su final en 2007. Sus valores principales estaban en una sabia mezcla de 2 partes de comedia, 1 parte de drama, 1 parte de absurdo, aderezado todo ello con las dosis adecuadas de romance, de acuerdo a la cadena que la emitía en su país de origen. Guiones muy buenos, diálogos vertiginosos, muy ingeniosos, repletos de referencias populares, y juegos de palabras cuyo sentido se perdía en muchas ocasiones en el doblaje al castellano. Motivo por el que preferí la versión original, lo cual acabó siendo la norma para todo tipo de ficción televisiva. La producción era muy estándar, abundancia de diálogos rodados en una más o menos clásica alternancia de planos y contraplanos de los dialogantes. Nada complejo cinematográficamente hablando. Pero como digo, la gracia estaba en los maravillos diálogos. Y en los personajes. Ambas chicas Gilmore, Lorelai (Lauren Graham) y Rory (Alexis Bledel), se hacían querer de inmediato, especialmente la primera. Hasta tal punto que se hacían perdonar las limitaciones interpretativas del reparto, especialmente de la segunda. Claro que había que sumar una constelación de personajes secundarios que tenían momentos sublimes, especialmente al entrar en el surrealismo y en el absurdo de la ficticia sociedad civil de Stars Hollow.
Se ha hablado de los valores progresistas de la serie. El protagonismo de una mujer que siendo madre adolescente, cría a su hija ella sola, trabaja con aínco para pasar de trabajar de camarera en un hotel hasta montar y dirigir su propio establecimiento. La versión progresista del sueño americano. Que si la comparamos con el significado de «progresista» o «feminista» en Europa, se queda en una idealogía moderadamente conservadora y razonablemente tolerante.
La serie comenzó discretamente su andadadura, para ir captando poco a poco la atención del respetable, hasta alcanzar su legión de incondicionales. Cada temporada de entre 20 y 22 episodios de 45 minutos, si no recuerdo mal, comprendía un año en la vida de las Gilmore. Desde el comienzo de curso de Rory hasta la llegada del verano. En total fueron siete temporadas, desde que Rory comienza su segundo año de instituto (de los cuatro que tiene el equivalente al bachiller en Estatos Unidos) hasta que termina su cuarto y último año de universidad y tiene que salir al mundo. Por supuesto, a partir de determinado momento, cuarta o quinta temporada, la serie empezó a mostrar señales de desgaste. Y el productor ejecutivo («showrunner») principal de la séptima temporada no fue su creadora, Amy Sherman-Palladino, que además manifestó su disconformidad con el cierre de la serie. Sinceramente, yo siempre lo consideré muy apropiado. No eché en falta nada. Nada se cerraba definitivamente en las vidas de las Gilmore, la vida seguía. Pero con unas etapas, marcadas por la adolescencia y primera juventud de Rory, terminadas. En cualquier caso, se generó un nuevo mito. Las «cuatro palabras» que Sherman-Palladino dijo que había pensado para que terminara la serie, y que al no estar al cargo de la misma en su cierre, no se pronunciaron.
Nueve años más tarde… Qué coincidencia. Cuando se cierra la serie, el trabajo que va a tener la Rory Gilmore recién graduada es seguir la campaña de cara a nominación a la presidencia de los Estados Unidos de un joven senador por Illinois, un tal Barack Obama. El regreso de las Gilmore a la pequeña pantalla coincide con el final del segundo y último mandato de Obama en la casa blanca. Nueve años más tarde han regresado en una temporada especial, Gilmore Girls: A Year in the Life. Nada especial… ¿no? Todas las temporadas fueron un año en la vida de las protagonistas. Pero nos encontramos con que han pasado casi 10 años. Lorelai lleva ese tiempo conviviendo con Luke Danes (Scott Patterson), aunque no se han casado, y Rory se ha convertido en una reportera que ha alcanzado algún éxito puntual, pero no tiene una estabilidad en su carrera. Esencialmente, este revivir de la historia de las Gilmore no es otra cosa que mostrar al público el planteamiento, desarrollo y desenlace de un momento de crisis en la vida de estas chicas. También en paralelo se plantea la crisis de la «tercera» de las chicas Gilmore, la madre y abuela Emily (Kelly Bishop), marcada por su reciente viudedad. Obligada porque el actor que interpretaba al padre y abuelo murió en la vida real.
No voy a entrar mucho en el argumento, que ha he esbozado «grosso modo» en el párrafo anterior. Para ver esta «nueva temporada», organizamos un grupo de amigos un «maratón» televisivo. Veríamos los cuatro episodios de que se compone en dos noches seguidas. En dos casas distintas, y encargando para cenar comida a domicilio, al más puro estilo Gilmore. Italiana el viernes, japonesa el sábado. Ha sido muy divertido, y ha dado lugar a divertidas discusiones. Puntos en común en las opiniones, que yo comparto,… La historia que nos cuenta se podría haber contado en un único largometraje de 90 a 120 minutos de duración. Dentro de ese tradicional esquema de desarrollo de la ficción, planteamiento o presentación, nudo o desarrollo y desenlace, dedican dos episodios, 180 minutos al planteamiento, totalmente excesivo y condicionado a realizar constantes guiños a la legión de incondicionales que esperan ver a los personajes de siempre en situaciones similares. Sin embargo, los guiños y las referencias a la cultura popular están metidos con calzador en muchas ocasiones, no fluyen con la naturalidad con la que lo hacían en la serie original.
El nudo de la historia está en el tercer episodio, que a mí me parece el más entretenido. Y en el que además Sherman-Palladino se permite homenajear a otra de sus series, fracasada en este caso, ya que dos de las tres protagonistas de Bunheads, que tenía un tono muy similar, tienen papeles en esta historia, Sutton Foster, cantando y bailando, en el demencial musical que se inventan para la ocasión, y Julia Goldani Telles, en un breve papel de joven empresaria de la información. Ambas actúan como espejos en los que se miran y se confrontan las dos protagonistas. Con más o menos éxito. La tercera protagonista de Bunheads, Kelly Bishop, lo es también de la serie que nos ocupa.
Y llegamos al final… todo está dispuesto para un desenlace en el que todo lleve a que alguien pronuncia las famosas cuatro palabras que Sherman-Palladino tenía pensadas de siempre. En este final, se demuestra lo que yo decía. La serie va de progresista pero en realidad promueve una serie de valores familiares y sociales moderadamente conservadores. Y de alguna forma me resulta insatisfactorio. Alrededor del concepto «ciclo de la vida», algo parecido a aquello que decía los cylones en Galactica, «todo esto ha pasado antes y volverá a pasar de nuevo», resituamos a todos los personajes en una nueva posición. En la que de alguna forma ocupan cada uno en su generación la que ocupaban los de la generación anterior en la serie original. Lo que pasa es que para mí me deja una sensación. La gran historia de Lorelai Gilmore ya fue contada. Durante siete años y hasta hace nueve años. Y Rory Gilmore ha fallado en ser protagonista de su propia historia… ha sido siempre un apéndice de la de su madre. No voy a entrar en cuales han sido las cuatro últimas palabras. Evidentemente, están a tono con ese tono de ciclo eterno de la vida que se propone en este capítulo. Pero no tienen, ni de lejos el mismo sentido que tuvieron cuando fueran pronunciadas en algún momento en el pasado de Lorelai Gilmore. Y si en aquel momento supusieron el principio de una aventura de crecimiento personal, en esta ocasión y con las edades y circunstancias de las protagonistas, dejan a Rory Gilmore un poco como una mema.
Probablemente el ciclo se considere ya cerrado. El final importa poco, el viaje ha sido divertido. Y con los defectos que tiene esta «nueva temporada» de las Gilmore, ha contribuido, a veces mucho, a la diversión. Pero evidentemente, el negocio es el negocio. La carrera de Alexis Bledel no es excesivamente brillante. Lauren Graham quizá ya haya pasado sus mejores momentos de su carrera. ¿Habrá lugar a que si el mercado lo permite construyan una nueva historia a partir de esas cuatro últimas palabras? Yo espero que no. De verdad.
PS: De los trabajos de los estrafalarios secundarios que pueblan el universo de las Gilmore, en este «año en la vida» de las chicas destacar a dos. Siempre el de Kirk (Sean Gunn), probablemente el más dadá y divertido de todos los vecinos de Stars Hollow. Y como novedad el doble papel de la actriz que interpreta a Gipsy (Rose Abdoo), con un nuevo personaje desconocido en el universo Gilmore, aunque resume a varias decenas de «ellas», y que nos proporciona estupendos momentos de diversión.
[Fotografía] Recomendaciones semanales – del 20 al 27 de noviembre de 2016 – Fotografía y otras artes visuales
FotografíaUna semana más, en esta ocasión en domingo por la tarde, que por la mañana hemos estado haciendo fotos por una semilluviosa Zaragoza, mis recomendaciones fotográficas semanales. Precedidas como de costumbre desde hace un tiempo por el tablero de Pinterest de la semana.
Y ahora ya sí el enlace a las recomendaciones fotográficas, junto con algunas fotografías resultado de pasear por la ciudad siempre con alguna cámara. En esta ocasión la sencilla y barata Pentax K-S1 con un soviético Helios 44-2 58 mm f/2.
Origen: Recomendaciones semanales – del 20 al 27 de noviembre de 2016 – Fotografía y otras artes visuales.
[Cine] Arrival (2016)
CineLa expectación sobre esta película creció en mí muy progresivamente. El que hace unos meses la compararan con la adaptación de cierta novela de Carl Sagan no me daba muy buena espina. Sagan es un referente para mí en muchos aspectos, y una persona a quien admiro, incluso cuando ya no está entre los vivos desde hace dos décadas. También tenía sus debilidades,… pero eso lo hace más simpático. El caso es que la literatura de ficción no creo que fuera su fuerte. Y lo que hicieron con su novela… tampoco me convenció nada. Así que las primeras sensaciones sobre esta película de hoy, fueron de «saganiano» escepticismo.
Luego viene cuando te fijas un poco más en los créditos del filme. Con el personalísimo canadiense Denis Villeneuve al mando, y un reparto actoral bastante interesante… Amy Adams es una actriz en alza,… Jeremy Renner, cuando no se dedica a hacer tontadas para la Marvel es también un actor interesante,… A Forest Whitaker no lo vamos a descubrir ahora precisamente… Y ya el toque curioso. Villeneuve, sorprendentemente, va a dirigir la probablemente innecesaria secuela de Blade Runner,… así que qué mejor oportunidad para valorar su estilo haciendo películas de ciencia ficción que con otra película del género.

El fiordo de Saguenay, Tadoussac y el estuario del San Lorenzo, lugar que visité hace algo más de un año, no andan muy lejos de los lugares de rodaje de esta película,… así que hacia allí me voy fotográficamente.
«Grosso modo», tras un preludio en el que se nos resume la maternidad con final trágico de la protagonista, la lingüista doctora Louise Banks (Amy Adams), la película nos cuenta cómo en un futuro muy próximo e indeterminado, una docena de gigantescas y peculiares naves alienígenas se «posan» sobre distintos puntos del planeta e inician un intento de comunicación con la especie humana. Reclutada por el Coronel Weber (Forest Whitaker), y junto con el científico Ian Donnelly (Jeremy Renner), Banks será la responsable de descifrar la lengua de los visitantes de otro mundo.
De antemano decir que la película me ha gustado mucho. Realmente. Y creo que los prejuicios hacia la ciencia ficción seria harán que no tenga una prometedora carrera en la temporada de premios, aunque lo merezca. En diversos apartados. Rodada en digital, pero sin abusar de la altísima resolución, un moderado 2,8K, para no matar el ambiente del filme con un exceso de nitidez, la película es de gran belleza visual, y se ve acompañada de una banda sonora sobria, pero enérgica cuando lo precisa. Teóricamente, la acción se sitúa al norte de las grandes llanuras de Estados Unidos, pero ha sido rodada en la provincia de Quebec en Canadá, con localizaciones de gran belleza, muy adecuadas al ambiente que se le da a la película.
Pero además de las bondades de los aspectos técnicos, hemos de contar con que la película no está vacía. De hecho, aunque hay alguna escena de cierta acción, es una película de más corte filosófico que otra cosa, adaptación de un relato corto del escritor Ted Chiang, premiada en el momento de su publicación hace ya 18 años. Y que espero leer en un futuro próximo. Ya la tengo en mi lector de libros electrónicos. El tema principal es la comunicación. Las dificultades que surgen en la misma entre seres conscientes y con cierto nivel de inteligencia. Las que se producen entre distintas culturas. Las causadas por la división política, étnica, religiosa y social que entre la humanidad sobre la faz de la Tierra. También la necesidad de avanzar hacia una sociedad unida global, a ser posible basada en el diálogo y la mutua tolerancia. Y en gran medida, cómo el lenguaje que utilizamos es forjado por la cultura a la que pertenecemos, y al mismo tiempo ayuda a forjarla y a su evolución.
La historia tiene algún momento flojo, especialmente el momento del reclutamiento de la doctora Banks por el coronel Weber, que al suceder al principio del filme, nos hizo temer lo peor. No tiene ni pies ni revés. Pero en general es apasionante para el aficionado a la ciencia ficción. La materialización física de los alienígenas la podemos considerar un homenaje, o inspirada, por diversos textos de la ciencia ficción clásica. Y sobretodo, lo que resulta más interesante, al menos para mí, es el juego con el tiempo. Y con las paradojas temporales. No se plantea exactamente el viaje en el tiempo, pero sí un concepto de tiempo no lineal que, bien manejado, da para mucho. De todos modos, las paradojas son paradojas, no tienen resolución, y aquellos que pretendan darle vueltas y buscarle tres pies al gato… se están perdiendo la esencia de la película.
En el ámbito de las interpretaciones, lo cierto es que todo el peso, y el mérito, es para Amy Adams, que como ya he dicho me parece un actriz al alza. Porque los personajes acompañantes son básicamente accesorios, con mayor participación de Renner, aunque paradójicamente no pase en realidad del estadio de «hombre florero». Que se inviertan los roles tradicionales de los sexos de todas formas no deja de ser refrescante. El otro protagonista imprescindible son los alienígenas. Pero no son interpretados. Son creados y animados. Con sencillez, pero con elegancia y mérito. Sí, no son originales, pero tampoco creo que se haya buscado. Y en cualquier caso son funcionales a los efectos de la narración.
Globalmente, más de una semana después de haber visto la película, no ha perdido un ápice de valor en mi imaginación y en mi consideración. De hecho, esta última ha aumentado. Creo que es una producción muy recomendable, imprescindible para los amantes de la buena ciencia ficción. Y creo que quienes no estén por este género, deberían darle una oportunidad. Y nos deja cierta esperanza de que Villeneuve consiga hacer un producto digno de la que como digo me parece innecesaria secuela de Blade Runner.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****
[Fotografía] Quedada «analógica» en El Gran Capitán y Cartuja de Aula Dei – En blanco y negro – Fotografía y otras artes visuales
FotografíaEl buen sabor que dejó el Encuentro «Analógico» entre socios de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) y participantes en el grupo Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) hace unos meses hizo que con frecuencia comentáramos la posibilidad de repetir la experiencia. Y aquí están las fotos de la reciente quedada a los entornos del Gran Capitán en Montañana y la Cartuja de Aula Dei, próximos a la ciudad de Zaragoza. Os dejo con las fotografías en blanco y negro de Aula Dei. Cuando lleguen os mostraré el color del Gran Capitán. Y un enlace para quienes quieran conocer los detalles técnicos.
[Televisión] Cosas de series; relaciones de todo tipo, mejores y peores
TelevisiónHoy traigo dos temporadas de dos series muy distintas, pero que básicamente hablan de lo mismo. En una encontramos a viejos amigos, en la otra encontramos a algunos nuevo.

Como en otras entradas televisivas, aprovecho para mostrar ejemplos de lo que aparece en mi tumblelog viajero (enlaces al final). Como las trincheras de la guerra civil española en la sierra de Alcubierre en Aragón (fotografía del encabezad), o esta vista de los jardines del palacio de Schönbrunn en Viena, Austria.
Terminó recientemente la tercera temporada de You’re the Worst, comedia de situación que parte de la premisa de que los dos protagonistas, improbablemente destinados a ser pareja, son dos personas sumamente egoístas. Y a pesar de todo ligan y empiezan a tener emociones desinteresadas hacia el otro. Esta tercera temporada comenzaba con la necesidad de los dos protagonistas de lidiar con sus puntos más débiles. Con los episodios de depresión de Gretchen (Aya Cash) y con la muerte de su padre en el caso del muy británico Jimmy (Chris Geere). Por su puesto, acompañados por las desventuras eventuales de Lindsey (Kether Donohue) y Edgar (Desmin Borges), mejores amigos respectivos, y que especialmente en esta ocasión han actuado más con desahogo cómico de las vicisitudes de los protagonistas, pero sin perder ocasión para mostrar sus propios dramas. La serie sigue siendo muy interesante, aunque tengo la sensación de que ha perdido un poco de la pegada de las dos primeras temporadas. En las anteriores, los guionistas ofrecieron a los intérpretes momentos estupendos para lucirse, especialmente Aya Cash, que sabe dar muy bien a su personaje ese punto a la vez caradura y sensual, siendo que no tiene un físico especialmente llamativo. En esta, la línea ha sido más plana, constante eso sí, y quizá la serie ha perdido un poquito de intensidad como decía. Peor son episodios cortitos de algo más de veinte minutos que se ven muy bien.

También más cerca, el claustro de la seo vieja de Lérida.
La otra serie ha sido la primera temporada de Easy. En esta ocasión, cada episodio ha contado las peripecias de una pareja o grupo de personas distintos, poniendo sobre la mesa los problemas de las relaciones humanas. Principalmente las sentimentales, pero no sólo. También ha explorado las familiares de otro tipo. Hermanos, paternidad/maternidad, etcétera. Aunque los protagonistas de cada episodio, ocho en total de algo más de 20 minutos, han variado, la serie ha estado en modo «vidas cruzadas», por lo que algunos personajes han aparecido en más de un episodio. Si en uno era personajes secundarios, en otro eran protagonistas o viceversa. Curiosamente hemos tenido también a Aya Cash en un par de episodios. Pero no han faltado otras caras conocidas. Por ahí ha aparecido el «elfo» Orlando Bloom, la polifacética Kate Micucci, la guapa sueca Malin Akerman, la no menos guapa británica Gugu Mbatha-Raw, que últimamente parece que está por todos lados, y otras caras que nos resultan conocidas de series o películas diversas, pero de cuyos nombres no solemos acordarnos. Quizá no ha sido una serie tan llamativa como otras de la factoría Netflix a la que pertenece, a pasado más desapercibida, y eso se nota por ejemplo en la valoración que los votantes de IMDb ofrecen. Pero yo creo que tiene momentos muy buenos, algunos muy divertidos, y otros con tonos más dramáticos, incluso si no lo parecen.

O el amanecer en los llanos de la Violada, en Aragón.
[Libro] La reina de picas
LiteraturaProcedente de Editorial Nevsky, una editorial especializada en traducir y traer a España libros originalmente en ruso, me encuentro hace unas semanas este libro ilustrado en una de las cucas librerías que hay en el renovado entorno de la calle de las Armas de Zaragoza, un domingo de paseo por la «Placica Vintage», cuando a principio de mes se monta un mercadillo de tono añejo.
Alexander Pushkin es considerado como el precursor o uno de los precursores de la literatura rusa moderna. Es escritor romántico que tuvo inquietudes políticas liberales, incluso se le relacionó con el movimiento decembrista, aunque no está claro que estuviera involucrado en la revuelta de diciembre de 1825 que dio nombre al mismo. En cualquier caso, como buen romántico, tras una vida intensa murió relativamente joven en un duelo con armas de fuego.

No he tenido ocasión de visitar Rusia todavía… aunque lo llegamos a planear cuando visitamos Finlandia y Tallín en Estonia. Por lo menos, acercarnos a San Petersburgo, aunque las cosas no son tan fáciles como parecen… El caso es que la ciudad con más influencias rusas del viaje pudo ser Tallín, donde vive una minoría de origen ruso, en aquel momento con sus derechos ciudadanos muy frágiles…
En el relato corto que ocupa este pequeño volumen ilustrado, traducido por Marta Sánchez-Nieves, conoceremos cómo un desesperado y pobre oficial del ejército ruso se ve inmerso en una espiral de misterio, crimen y pasiones cuando trata de obtener de una anciana aristócrata rusa, antaño «venus moscovita» en la corte francesa, un método infalible para ganar a apostando a las cartas, y así salir de la pobreza. E incluso casarse con su presunta amada, la dama de compañía de la vieja aristócrata. O por lo menos eso espera la joven. Pero las cosas no saldrán como el espera.
Mezcla de cuento gótico con espíritus y fantasmas que hacen de las suyas y de fábula paródica de la aristocracia rusa de la época, este cuento, al mismo tiempo que nos lleva por un camino de fantasía misteriosa, nos divierte con los desatinos de esos aristócratas, bien por que no son capaces de renunciar a una juventud perdida, bien por su creencia en martingalas de jugador de todo punto imposibles, bien por los métodos de cortejo o de desenvolvimiento social en general. El cuento fue adaptado a una ópera por Piotr Ilich Chaikovski.
Si el cuento ya es suficientemente entretenido y divertido para ser recomendado por sí mismo, el libro cuenta con el añadido de estar ilustrado de forma muy apropiada por la ilustradora Sandra Rilova, que con un apellido de terminación tan eslava, apropiada al libro, pues nos dice en su página que es de Burgos. Lo cierto es que sus ilustraciones que combinan exclusivamente los colores negro, blanco, rojo y tonos de gris, se acomodan muy bien al tono de la historia. Cada vez me gustan más estos libritos ilustrados. Muy recomendable.
[Cine] Umi yori mo mada fukaku (海よりもまだ深く, 2016)
CineUmi yori mo mada fukaku [海よりもまだ深く] (2016; 592016-1411)
Tiene su coña esto de los títulos. Ya suelen ser demenciales los cambios entre los títulos de las peliculas en inglés con respecto a sus versiones en castellano. Pero si la película es japonesa… Porque a los japoneses a veces les gustan los títulos historiados, muy bonitos en ocasiones, pero historiados. Y en este caso Koreeda Hirokazu (voy a seguir la convención oriental de poner en primer lugar el apellido), ha elegido un título que según el traductor de Google significa «Aún más profundo que el mar»… y por eso en inglés la han titulado «After the Storm» que ha devenido literalmente en la cartelera española como «Después de la tormenta».

Ilustraremos la entrada con escenas cotidianas de la vida tokiota.
El caso es que no hay mucho mar en la película, aunque alguna referencia al mismo nos ofrece alguno de los papeles principales, y sí un tifón o tormenta tropical, también conocido en según que latitudes como ciclón tropical o huracán. Aunque Japón está por encima del trópico, sufre este fenómeno climatológico, potencialmente devastador, de vez en cuando. En este caso, la devastación, de producirse, lo hará en la familia de Shinoda Ryota (Abe Hiroshi). Ryota fue en su momento un prometedor escritor en su juventud. Pero tras un momentáneo éxito inicial, siempre ha estado a la espera de escribir su gran novela. Mientras, se gana la vida en una empresa de detectives privados, según él para «documentarse para la novela». Muy ligado a su madre Yoshiko (Kiki Kirin), fracasó en su matrimonio con Kyoko (Maki Yôko), una atractiva mujer muy independiente con la que tuvo un hijo, Shingo (Yoshizawa Taiyô), y de la que está totalmente enamorado. Pero su mala cabeza y afición al juego hacen que no cumpla debidamente con sus deberes económicos con su padre, y corre el riesgo de perder de vista al niño. Una maniobra desesperada de Ryota hará que los cuatro coincidan durante un tifón en el pequeño apartamento en el que se crió y donde sigue viviendo la madre.
Koreeda sigue insistiendo en el tema de la familia, en sus diversas versiones. Yo me maravillé con aquella pequeña joya que nos narraba los complots entre dos hermanos separados por sus padres también separados, muchos nos emocionamos con los sentimientos contrapuestos de un padre cuyo hijo resulta no ser su hijo, y no hace mucho que volvió a la cuestión fraternal, en este caso con un grupo de hermanas que conocen a otra medio hermana de padre a la que acogen como una más. Y además poco a poco nos vamos familiarizando con los intérpretes que van saliendo en las distintos filmes, y dando muestra de la importante solidez interpretativa de estos actores y actrices, sobrios y austeros como el carácter que se supone a los nipones, pero capaces de mostrar en pantalla importantes sentimientos con enorme convicción y pocas palabras.
La película venía calificada como comedia, en la que el protagonista supone la enésima versión del sinvergüenza simpático y adorable. El niño grande, poco responsable, pero que uno quiere. Incluso a su pesar. Mi impresión sin embargo es distinta, y condiciona mi valoración personal de la película. Que se divide en dos partes. Una inicial en la que conocemos la vida de Ryota y del resto de personajes, familiares, amigos y compañeros, de los que se rodea, y en la que, simplemente, no puedo empatizar con el personaje. El padre irresponsable que no es capaz de enderezar su vida para atender a sus deberes para con su hijo, por muy sinvergüenza simpático que me lo pinten, a estas alturas de mi vida no me cae nada simpático. Porque hay un exceso de padres irresponsables en este mundo… Y desde ese punto mis simpatías se van hacia el personaje de la exmujer, Kyoko, que es quizá el menos lucido de los protagonistas, por a la actriz le toca hacer el papel de «hasta aquí hemos llegado, y te arriesgas a salir de la vida de tu hijo»,… Desde mi punto de vista, un papel con muchos silencios, pero que dice mucho. Gran trabajo.
La segunda parte de la película, las horas que pasan los cuatro personajes principales en el pequeño apartamento de la madre de Ryota, son una verdadera delicia. Estupendas. Y aquí es donde el tono de presunta comedia de la película se desmonta, puesto que estamos ante el drama continuo de las familias. Una abuela que sufrió toda su vida a un marido irresponsable, que ama incondicionalmente a un hijo al que sabe demasiado parecido a ese marido ya muerto. El intento desesperado de Ryota por recuperar a Kyoko, pero sobretodo por no perder al hijo. La determinación de Kyoko de tomar las riendas de su vida, incluso y a pesar de los sentimientos que le unen a esa familia en la que se ve atrapada una noche más, durante el tifón. Esta segunda parte la que justifica sobradamente el ver la película, afrontándola como un drama. Si el final tiene algo de esperanzador o no… yo lo veo abierto. Igual que están las vidas de todos nosotros mientras son vidas.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: *** en su primera parte / **** en la segunda.
[Fotografía] Recomendaciones semanales – del 13 al 20 de noviembre de 2016 – Fotografía y otras artes visuales
FotografíaComo ya he comentado en mi Cuaderno de ruta, un inoportuno inconveniente con la conectividad en mi red doméstica ha hecho que desde el viernes lleve manga por hombro varios «trabajos» que tenía pensado realizar en estos días. Pero bueno, aquí llegan mis recomendaciones fotográficas de la semana. En primer lugar, claro, mi tablero semanal en Pinterest.
Después, el enlace a las recomendaciones propiamente dichas. Para quienes no esté interesado, unas cuantas fotografías tomadas recientemente en Rodén con la cámara de formato medio Hasselblad 503CX y película negativa en blanco y negro Ilford FP4+.
Origen: Recomendaciones semanales – del 13 al 20 de noviembre de 2016 – Fotografía y otras artes visuales.
[Televisión] Cosas de series; «trans» californianos y asesinos en serie norirlandeses
TelevisiónAndo un poco caótico estos días. Por algún motivo que desconozco, mi ordenador de sobremesa no se conecta correctamente a la red de mi casa. Ni por WiFi ni por PLC. Este es el modo adecuado en su lugar de otoño-invierno-primavera, porque a la distancia que se encuentra del emisor puede haber bajadas de rendimiento en la conexión inalámbrica. Pero algo va mal, no sé qué, y van mal las dos. El caso es que el resto de los chismes, el portátil que estoy usando ahora, la tableta y el teléfono, se conectan sin problemas con la red inalámbrica.
Bueno… voy con las últimas series que me he merendado. Salvo unas poquitas series, de las de temporada larga, que veo por episodios los fines de semana, las de temporada corta las veo seguidas a lo largo de varios días entre semana. Por cierto, que con uno de mis guilty pleasures confesos, Pretty Little Liars, me he puesto al día. Ya sólo me esperar los últimos 10 episodios para saber quién es el enésimo «A». Siguen siendo una coña estas chicas y estos guionistas. Interpretaciones entre flojas y ridículas, especialmente gracias a los entre flojos, repetitivos y ridículos guiones, que a pesar de todo no he podido dejar de ver… Guilty pleasures.

Mis problemas con internet están afectando a mi tumblelog de viajes (enlaces al final); en los últimos días, no obstante, han aparecido rincones de la isla de Capri en Italia (en esta foto), o del Zugspitzbahn en Garmisch-Partenkirchen, Alemania (en la cabecera).
Pero vamos con cosas más serias. Hemos tenido la oportunidad de ver la tercera temporada de Transparent. El otro día tuve que explicar a unas amistades mías el juego de palabras del título, muy difícilmente traducible al castellano. Transparent = Transparente. Trans-parent = progenitor «trans». Por si a alguien le quedaban dudas. Porque a estas alturas, quienes se hayan interesado por la serie sabrán, es algo que se desvela en el capítulo inicial, que el padre familia (Jeffrey Tambor) de los Pfefferman, familia judía establecida en California, decide a sus sesenta y muchos años que va a salir del armario para confesar, no que es gay, sino que se siente mujer. Maura. A partir de ahí, con varios miembros de la familia con una sexualidad diferente de la heterosexual «estándar» (obsérvense las comillas), nos encontramos con esta comedia dramática, o drama con momento de relax cómico, que acompaña a todos y cada uno de ellos en sus alegrías y frecuentes traspiés. Y también los de aquellos que se cruzan con ellos. Especialmente disfrutables los episodios en los que nos trasladan al pasado. Y final inmenso para la madre de familia, Shelly (Judith Light), que se marca un número musical lleno de intensidad y excelente puesta en escena. Como las anteriores temporadas, muy recomendable.

O el Pont des Arts en París, Francia.
Y el siguiente comentario es para la tercera temporada de The Fall, esa magistralmente desarrollada caída (fall) en las sombras de Paul Spector (Jamie Dornan), la superintendente Stella Gibson (Gillian Anderson) y todos los demás que los han acompañado en esta aventura de persecución de un asesino en serie con tintes sexuales en Belfast. En realidad, la persecución del asesino terminó en la segunda temporada, pero la tercera ha tenido un arco argumental derivado lleno de sutileza, de momentos de grandeza interpretativa y de tensión. Poca acción, alguna ha habido, muchos momentos de diálogo, interrogatorios intensísimos, duelos de miradas, juegos de gato y ratón, como en toda la serie, en los que nunca sabemos quién es el gato y quién es el ratón… y lo peor del género humano asomando en cada paso con el que nos adentramos en la historia de estos personajes. Que Gillian Anderson es una excelente actriz ya se sabía, a pesar de la tonta serie de los marcianos. La gran sorpresa es Dornan, que tiene en su carrera como actor varias tontadas notables, muy grises algunas, pero de matiz, que no sombra (shade no shadow), gris mediocre. En esta serie está superior. Esperemos que en un futuro haga mejores elecciones en su trabajo, porque parece muy capaz. No está formalmente cerrada. Existe la posibilidad de futuros nuevos arcos argumentales totalmente distintos y renovados a partir del personaje de la superintendente de policía Gibson.

O uno de los tranvías típicos de Varsovia, Polonia.
[Fotos/viajes/televisión] Tales by Light – Viajes y naturaleza desde el punto de vista de los fotógrafos – Fotografía y otras artes visuales
Fotografía, Televisión, ViajesHace unos días Netflix, la plataforma de televisión bajo demanda, nos sorprendió con una novedad de las que no son muy anunciadas ni cacareadas pero que a mi me interesó de inmediato. Una serie de documentales sobre fotógrafos de naturaleza y de viajes. Seis episodios de poco más de veinte minutos, muy entretenidos. Para los más aficionados a la fotografía, en el enlace a continuación me extiendo más sobre los fotógrafos que participan. Para el resto, decir que son muy bonitos incluso para los no aficionados a la fotografía… y os dejo unas cuantas fotos de mis propios viajes. Que creo que no están mal.