Lo voy a confesar. No me gusta la Navidad. No es que la odie, como dicen algunos. Pero no me gusta. Algún año sí que la he odiado,… las circunstancias. Pero no recientemente. Aunque sigue sin gustarme. Si tu sistema de creencias no se ajusta a una serie de parámetros, salvo que seas un niño, me parece una festividad tan errónea a varios niveles… Lo de la Nochevieja y el Año Nuevo tiene un pase. Aunque también me parece errónea la festividad a cierto nivel. Si va a ser una excusa para montar un fiestorro toda la noche… ¿porque no es el 1 de junio o el 1 de julio que hace bueno? ¡Ay, perdona! Que en el hemisferio sur sí que les viene bien así. Mis disculpas. En algo tenían que salir ganando; que históricamente han llevado las de perder salvo excepciones.

Y si algo soporto menos es que el día de Navidad salga con niebla. ES-HO-RRI-BLE. Y vivo en una ciudad donde eso sucede con frecuencia. Maldita sea. Como hoy. Y mira que este año no habíamos tenido nieblas en la práctica y uno estaba confiado en que tendríamos un día de Navidad soleado… ¡Que te has creído tú eso! En fin… aprovecharemos para dedicarlo a recuperar algunas recomendaciones fotográficas, que llevaba un montón de días sin dejar ninguna. De forma un poquito esquemática, que no tengo ganas de rollo. Estoy bastante espero. Lo de acostarse a las dos pasadas y despertarse (involuntariamente) a las siete menos cuarto sin poder volver a dormirme es una lata (seguramente ahora muchos encontraréis explicación a estos dos párrafos tan cenizos que me han salido).

Andy Warhol, el pop-artista por excelencia, también se dedicó a la fotografía. Y en el Cantor Arts Center de la Universidad de Stanford se pueden explorar la más de 3600 hojas de contacto de su archivo. A qué esperáis. Imposible aburrirse.
Robert Adams es uno de los fotógrafos que más me han influido. Perteneciente al grupo de la New Topographics, ese concepto de paisaje alterado por el hombre como motivo fotográfico siempre me ha atraído. Y he hecho lo mío. Oscar Colorado nos ha hablado extensamente de este fotógrafo americano. Cuidado que si buscáis en Google sin más «robert adams» os salen de preferencia enlaces relacionados con uno de esos «iluminados» de las filosofías orientales (ale, ya he vuelto a hacer un buen número de enemigos; con los aficionados que hay a estas cosas esotéricas orientales).

Coca Dai es un fotógrafo chino que hace lo que muchos novios o maridos en la actualidad. Es el que va haciéndole constantemente fotos a su mujer, Judy Zhu, antes su novia. Desde 2008 hasta 2015. Pero en lugar de tirar de teléfono celular y publicarlo en las redes sociales, tira de cámara para película tradicional de toda la vida. Y acaba siendo un registro de lo que es la historia bruta de mujer de hoy en día. Lo hemos visto en LensCulture. Y me ha parecido muy interesante; las fotos y la entrevista.
Seguimos en oriente. En China. Y en esta ocasión es a propósito de un bello retrato que apareció en el blog de La beauté de Pandore. Esto me indujo a buscar más información de su autor, Quentin Shih. Me gusta mucho su estilo de fotografía y su dominio del color.

Y sigo con oriente, pero esta vez en Japón. Estoy convencido de que ya me he fijado en más de una ocasión en la fotografía de Rinko Kawauchi. Me ha recordado al ensayo de Tanizaki, El elogio de la sombra. Aunque como siempre se ha dicho, y estoy de acuerdo, para que reconozcamos las sombras y lo sombrío, es porque en algún sitio hay luz. Nos han hablado de ella en Cartier-Bresson no es un reloj.
Finalmente, os dejo con un vídeo del SFMOMA, ya he recomendado varias veces su canal en Youtube, sobre el trabajo de Larry Sultan sobre la familia. Sobre su familia. En estas fiestas tan familiares, «pega», ¿no? Me ha gustado mucho cómo lo cuenta el autor. Y me han caído bien sus padres. En inglés, lo siento. Pero es que es la lengua «del imperio» y toca sabérsela para acceder a contenidos de calidad.