[TV] Cosas de series; inducidas por los viajes

Televisión

Recuerdos de la Alhambra

Las dos series de hoy, que no me llevarán mucho rato, son un poquito anecdóticas. Tienen en común que aparecieron en la cartelera de Netflix en el ámbito de viajes que he hecho en los últimos meses y con los que tenían algún tipo de relación. Lo cual hizo que empezara a verlas. Aunque la verdad es que no son gran cosa.

No sabía si poner fotos de Taiwán o de Corea… pero al final he considerado que había que hacer un desagravio a la antigua capital nazarí y poner fotos de las auténticas calles y paisajes granadinos.

La primer viene desde finales de agosto o principios de septiembre. Estábamos entonces preparando las vacaciones de octubre en Taiwán, cuando de repente aparece anunciada una serie titulada, en inglés,
A Taiwanese Tale of Two Cities. La curiosidad me pudo y me puse a ver los episodios disponibles en ese momento. Porque aunque aparece como «original» de Netflix, lo cierto es que no se ha lanzado como las propias de la plataforma. Ha ido apareciendo un episodio cada semana. En alguna ocasión dos, creo. Las dos ciudades son Taipéi y San Francisco, donde residen respectivamente Nian-nian (Tammy Chen) y Jo (Peggy Tseng), dos «jóvenes» taiwanesas o de origen taiwanés la californiana, que se reúnen en Taipéi por una estafa. Lo de «jóvenes» entrecomillado es porque ambos personajes son ya treintañeros y las actrices que las encarnan se acercan, si no tienen ya, a los cuarenta. Hoy en día ya no se sabe qué significa eso de «joven». Y a partir de ahí, durante 20 excesivos capítulos, por el número y la duración, tenemos una mezcla de dramedia romántica y familiar y publirreportaje turístico taiwanés. La verdad es que es una producción manifiestamente mejorable. Aunque los personajes generan una razonable empatía, lo cual probablemente sea el motivo por el que he aguantado hasta el final. La visión que ofrecen de Taiwán… no exactamente igual que la que sentimos en nuestro viaje. Pero ya digo que funciona casi como un publirreportaje del país. A pesar del título, nada que ver con la famosa novela de Dickens.

Incalificable me pareció al principio la otra serie, que también aparecía como original de Netflix, pero también se ha emitido a un ritmo de dos episodios semanales durante ocho. En víspera de mi viaje por trabajo a Granada, había aparecido en la plataforma de vídeo bajo demanda una serie con el título Alhambeura Gungjeonui Chueok [알함브라 궁전의 추억], que se traduce como Recuerdos del palacio de la Alhambra. O simplemente, Recuerdos de la Alhambra, título en castellano de la serie, exactamente igual que la obra para guitarra clásica de Tárrega. Que tiene su que ver en la trama de la serie. Al fin y al cabo, la protagonista femenina, Hee-joo (Park Shin-Hye), es una joven coreana, guitarrista clásica y lutier, que aunque ha dejado la música, vive en Granada con su familia regentando un hostal. No entraré mucho en la trama, que es un tanto estrambótica, absurda en ocasiones, en la que se mezcla el drama romántico con los vídeojuegos basados en realidades alternativas, con consecuencias trágicas en ocasiones. El caso es que la serie se convirtió en un guilty pleasure por determinados dislates en la producción. Por ejemplo, que una estación en una población cercana, supuestamente, a Granada tenga un letrero que ponga Rodalies, mientras que las presuntas estaciones de Barcelona y Granada aparezcan con trenes claramente húngaros. Igual que las calles del Albaicín y otros barrios de Granada tengan un sabor ineludiblemente centroeuropeo. Aunque los taxis de Granada sean, en la serie, negros con las puertas amarillas, propiamente como en Barcelona. Esto provoca una situación de comicidad que, unida a la simpatía que transmite algunos de los personajes protagonistas, me haya comido toda la serie a pesar de las tontadas del guion, y de lo mal llevada que está toda la trama relacionada con el videojuego.

En fin, dos series cuya visión fue inducida por dos viajes… pero que por lo demás no merecen mucho la pena.

[Libro] Juntos, nada más

Literatura

Hace tiempo que me hablaron ya, en buenos términos, de la escritora francesa Anna Gavalda. Pero no había encontrado momento, ocasión o excusa para enterarme un poquito más de su obra y saber si iba a leer algo o qué iba a leer. Amazon salió en mi ayuda hace unas semanas, en forma de oferta navideña, cuando apareció esta novela de la autora gala a un precio muy económico. Así que no lo dudé, la adquirí… y fue mi primera lectura de este año. A punto he estado de retrasar mi comentario sobre ella, porque mientras tanto terminé la segunda parte del «comendador» del que me apetece mucho hablar. Pero he decidido ser disciplinado, especialmente cuando casi se me olvidó reseñar el último relato gráfico que comenté.

La acción transcurre principalmente en París, aunque hacemos alguna excursión a provincias; un destino cada vez más probable para la próxima semana santa, el primer viaje de carácter familiar desde hace 15 años. En aquella ocasión, también fue París, y aquí os dejo algunas fotografía de aquel momento.

Me pasó una cosa cuando leí los primeros capítulos de este libro. Tenía la sensación de que esta historia ya la conocía. Desde luego no la había leído. Pero decidí comprobar si tenía versión cinematográfica. Y sí, la tiene. Pero no aparece en mi base de datos de las películas que he visto desde el 28 de diciembre de 1997 hasta la fecha. Puede haber olvidos… pero me extraña. Sólo he detectado olvidos en épocas en las que he frecuentado las salas de cine con mucha asiduidad, un par de veces a la semana, y tal cosa no sucedía en 2007 cuando se estrenó la película en España. Tal vez en algún momento apareciera en mi televisor… Quizá. El caso es que tampoco recordaba muchos de los detalles de la historia que eran nuevos para mí.

El caso es que, al investigar si existía una versión cinematográfica, cometí un error. En ningún momento se me había ocurrido asignar a Camille, la protagonista de la película, el físico de Audrey Tautou. Y al quedar asociadas, ha habido momentos que no me cuadraba la lectura. Es bueno dejar que tu imaginación construya el físico y los escenarios de la historia a partir de la información que te da la novela. El caso es que Camille es una pintora y dibujante de 27 años que, por motivos que desconocemos al principio de la novela, ha tocado fondo en su vida y está absolutamente perdida. Como lo están Philibert, un joven aristócrata patológicamente tímido, y Frank, un cocinero con ganas de convertirse en chef de cocina, pero que carga con dosis de violencia y autodestrucción. Los tres proceden de entornos familiares muy conflictivos y disfuncionales, y los tres, a pesar de sus caracteres opuestos, contradictorios casi, acaban viviendo juntos.

La novela tiene cosas buenas y cosas «menos buenas». Las cosas buenas es que se lee con agilidad y con interés, que está bastante bien escrita, o al menos la traducción al castellano está bastante bien, y que empatizas razonablemente bien con los personajes, llegas con facilidad a preocuparte por sus destinos. Como cosas menos buenas… la película deriva a un romanticismo simplón, rosa, menos profundo de lo que parece, hasta llegar a un final «peliculero», en un sentido poco positivo del término. Quizá la autora pensaba ya en una lucrativa adaptación al cine, que al final se hizo. Aunque no parece haber concitado muchos entusiasmos. Es una novela que va de más a menos. Sin llegar a una situación catastrófica. Que plantea conflictos personales profundos, complejos, pero que se va haciendo muy previsible y cada vez más complaciente. Por lo tanto, acaba dejándote con una sensación insatisfecha, que quizá no hace justicia a algunos de los mejores capítulos del libro, especialmente en la primera mitad del libro, que me parecen bastante inspirados. Para colmo se complace en un epílogo absolutamente superfluo que todavía te machaca más la coherencia de un drama con un final de comedia romántica del montón. Pero bueno, es entretenida de leer.

[Recomendación fotográfica] Mujeres fotógrafas, animales y paisajes en peligro, el medio formato

Fotografía

Esta semana ha venido marcada en mi entorno fotográfico por la importante exposición inaugurada hace pocos días en La Lonja de Zaragoza, una exposición colectiva que agrupa a 52 fotógrafas, mujeres, aragonesas o vinculadas a Aragón de una forma u otra. Comisariada por el Colectivo 4F (Judith Prat, Lara Albuixech, Lorena Cosba, Tamara Marbán), se titula Cierta luz. De fotógrafas aragonesas.

Pero el concepto aragonesas es amplio. No es que hayan de haber nacido en esta comunidad. Puede ser que residan, habiendo nacido en otras partes. O que se hayan vinculado a la misma de forma significativa, especialmente a la vida cultural fotográfica de la comunidad. O por lo menos así lo he entendido yo. No asistí a la inauguración. No pude. Pero aunque hubiese podido, no sé si hubiera ido. En las inauguraciones nunca tienes la posibilidad de disfrutar realmente de las obras. Y se preveía mucha afluencia. Y cada vez me encuentro menos cómodo en lugares con mucha afluencia de gente. En cualquier caso, ya he pasado a verla un par de veces… y hasta el 23 de abril que está disponible, aún habrá más ocasiones. Ya comentaré más despacio algunas de las obras y fotógrafas que participan. Las fotografías que acompañan esta entrada son de una de las visitas que he realizado.

Vamos con otras recomendaciones. Spencer Tunick (Instagram) es uno de esos fotógrafos espectaculares, cuyas propuestas son muy llamativas, despelotar a cientos de personas en lugares emblemáticos, pero que a menudo me pregunto si no están más vacías de fondo de lo que aparentan. En una de las cuentas de Instagram que sigo habitualmente, por mi afición a la fotografía fotoquímica tradicional, han aparecido recientemente unas series de Tunick que me han llamado la atención, no obstante. @Halfframeclub se dedica a la fotografía realizada con cámaras de medio formato. Son aquellas cámaras que sobre película de 35 mm biperforada producen fotogramas de 17 x 24 mm en lugar de los 24 x 36 mm habituales. No hay que confundir con el formato medio, que son negativos de tamaño superior claramente a esos 24 x 36 mm. En esta serie, Tunick reproduce visualmente obras de arte conocidas mediante su pequeña cámara en negativos en blanco y negro. Un ejemplo…

En esta serie, Tunick se aleja de la espectacularidad. Pero curiosamente, a mí me parece que genera en ocasiones mensajes mucho más potentes.

Otra recomendación que me llegó a través de Instagram. En concreto a través de la cuenta de Fotografiska (Instagram), la institución cultural en Estocolmo que se dedica al estudio y la difusión de la fotografía, y que ya he tenido la oportunidad de visitar en un par de ocasiones. Un lugar magnífico.

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. GARAGE WITH BLIND RHINO from THIS EMPTY WORLD : (SWIPE for SLIDESHOW for Photo Details). . The photos of the rhios in this series were the only ones photographed outside of southern Kenya because almost all the rhinos there have been killed by poachers for their horns, because some old men (and maybe some younger ones) in the Far East believe that rhino horn (which is no more than keratin, the stuff your fingernails are made of) will give them the result they need. Of course, some cunning traders secretly include powdered viagra in the mix, thus perpetuating this absurd belief and thus continuing the demand for a species rapidly becoming in danger of extinction. . So this rhino, a lovely 10 year old called Alfie, was photographed on a private reserve in northern Kenya. He is under 24 hour watch by a team of devoted rangers. He is also blind from cataracts. . To get this photo, we set up all the tires and other foreground props in advance, lit the area, and then the rangers patiently guided Alfie out into the frame until he eventually hit his mark. . This was then one of the very few photos in the series in which the background of the set had to be built on a different location, and the camera height and focus, and lighting, exactly matched. Not my preference, but I had no choice if I was to photograph a rhino with one of the constructed sets. . Exhibitions : LONDON: Feb. 7 (@waddingtoncustot with @atlasgallery), NEW YORK: Feb 22 (@houkgallery), LOS ANGELES: March 1 (@faheykleingallery). . Limited edition prints available from @houkgallery @faheykleingallery @atlasgallery @waddingtoncustot . See my Exhibitions page at http://nickbrandt.com for more details. . Book : . The photo is published in THIS EMPTY WORLD, published by @thamesandhudson . 15"x13", 128 pages. Available for pre-order on Amazon, etc. There are also signed copies available, including with one of two book sized limited edition prints, at @photoeyebooks . Please view full screen with zoom at http://nickbrandt.com. . #nickbrandt #nickbrandtphotography #thisemptyworld #rhino #artbook #environmentalphotography #conservationphotography #endangeredspecies #mediumformat

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Y en una de mis visitas tuve la oportunidad de visitar una exposición de Nick Brandt (Instagram) que me impactó considerablemente, por su planteamiento a la hora de defender la diversidad natural de África y de denunciar los desmanes que los seres humanos realizamos con la medio ambiente y contras nuestros propios congéneres. Ahora tiene una nueva serie, This Empty World, en la que insiste en los temas, con fotografías formalmente distintas, aunque son una natural evolución de trabajos anteriores y con un mensaje igualmente potentes.

En alguna que otra ocasión he hablado de Robert Adams, un fotógrafo que conocí a fondo hace unos años con motivo de una exposición de su obra en el Museo Centro de arte Reina Sofía, y que se encuadra dentro del movimiento de la New Topographics; el paisaje alterado por el ser humano. Casi nunca para bien Me considero muy influido en mi visión fotográfica por este autor. Lo que me hace estar fuera de todas las modas presentes. Cosas que pasan. En cualquier caso, podemos considerar las fotografías de Adams como una denuncia por los destrozos en el paisaje, en la naturaleza, al mismo tiempo que la capacidad de encontrar un cierto tipo de armonía y mensaje en los paisajes más desolados o «feos». En el canal de Youtube del SFMoMA (San Francisco Museum of Modern Art), hemos podido escuchar un par de entrevistas al fotógrafo en las que lo explica muy claramente.

Así, a lo tonto modorro, las recomendaciones de hoy son más densas y con más miga de lo que había pensado en un principio. Propuestas muy interesantes y que pueden dar para muchas reflexiones y mucho aprendizaje.

[Cine] The Favourite (2018)

Cine

The Favourite (2018; 07/20190123)

No negaré que, frente a la apatía que nos producen este año las películas «oscarizables», existen excepciones como esta nueva película de Yorgos Lanthimos. Pero no es porque sea una película oscarizable, sino por que es una película de Lanthimos, director griego que en los últimos años nos ha proporcionado algunas de las películas más singulares y más atractivas que han pasado por cartelera.

A este hecho, hay que sumar dos más… Siendo una película británica, o irlandesa, no sé muy bien que nacionalidad atribuirle, de época… casi seguro que va a estar bien hecha. Y luego está el trío de «reinas» que aparece encabezando el cartel. Que también es suficiente atractivo como para llevar a cualquier enterado de la situación del cine contemporáneo a las salas de cine.

Utilizaré el castillo de Warwick en las Midlands inglesas para representar el ambiente de la corte británica, aunque los palacios donde se desarrolla la acción sean posteriores históricamente. Por cierto, qué malo es el Canon EF 28-135/3,5-5,6 IS USM sobre una cámara digital… que castigo para los bordes y las equinas de la imagen…

Lanthimos nos ofrece su particular visión de la relación entre tres mujeres a principios del siglo XVIII en el Reino Unido. Tres mujeres con poder político en un mundo de hombres; la reina Anne (Olivia Colman), Lady Sarah de Marlborough (Rachel Weisz) [la esposa del «Mambrú» que fue a la guerra], y la prima de esta, Abigail Masham (Emma Stone). Lady Sarah fue la consejera y favorita de la reina durante años, para verse desplazada por la tercera hacia el final de la vida de la reina. La verdadera naturaleza de los hechos, o el auténtico carácter de las tres mujeres,… pues aunque haya algunas dosis de verdad documentada en lo que nos cuenta Lanthimos, también hay enormes dosis de libre interpretación, de querer contarnos la historia que el quiere. Apliquemos el dicho italiano, «si non è vero, è ben trovato».

Así pues, en un esfuerzo notable por generar un ambiente creíble aunque con licencias de lo que pudo ser o fue la corte británica en los años de nuestra Guerra de Sucesión, con una iluminación realista, muy notable, por parte de Robbie Ryan, pero al mismo tiempo acompañada de la selección de ópticas grandes angulares, e incluso ojos de pez, que hace que nos metamos directamente en el centro de la acción, o abarquemos de un sólo vistazo todo el ambiente de una estancia, por reducida que sea. Al mismo tiempo, una música repetitiva, minimalista, casi percusiva, nos va marcando unos ritmos en la acción y en los estados de ánimo.

Por supuesto, el punto fuerte es la actuación y la interacción entre las tres protagonistas que, como suele ser habitual en las tres, trabajan a gran altura. Y que contrastan con el papel de los personajes masculinos, las más de las veces prácticamente caricaturizados, en un mundo de ambiciones de gloria, de intereses económicos, de pelucas imposibles, y caras maquilladas y empolvadas de forma clownesca. Juegos absurdos, apuestas sin sentido,… mientras tres mujeres, sobrias y en su mundo, deciden el rumbo de la nación.

Mucho sobre lo que reflexionar en una película llena de contenidos, de detalles, que probablemente se beneficie de un segundo visionado. Una guerra por el poder, la influencia, la posesión de la otra persona, que como en muchas guerras no tiene vencedores. A la corta o a larga, todo el mundo pierde.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; entre Luther y «tú»

Televisión

Dos series muy distintas las que tocan esta semana.

Por un lado, la quinta temporada de Luther (Idris Elba), que con cuatro episodios, nos ha devuelto al peculiar detective londinense, extremadamente poco ortodoxo y con tendencia a complicarse la vida y, lo que es peor, a complicarle la vida a quienes le rodean. Esta quinta temporada tiene todas las pintas de ser la última, supone el regreso de uno de los alicientes principales de la serie, el impresionante personaje que es Alice Morgan (Ruth Wilson), e inicia una escalada autodestructiva entre ambos protagonistas que nos deja las cosas en un punto en el que es difícil continuar. Aunque no sé. No he investigado las intenciones de los productores y de los protagonistas. Pero en IMDb todavía no la dan por finalizada… Es una buena serie, aunque un poco demasiado intensa y tórpida en ocasiones. Los personajes y los intérpretes son los que la hacen interesante, principalmente.

Pues sí, hoy, o nos íbamos a Londres o a Nueva York; la Gran Manzana ha sido al final.

Cosa que no ocurre con YOU, en la que nos trasladamos a Nueva York, una de las últimas apuestas de Netflix por rescatar la figura del psicópata con cierto corazón y que vive en la puerta de al lado. Inevitable que surjan ciertas comparaciones con otros como Dexter, a pesar de las muchas diferencias que también tienen. En este caso, no tenemos un psicópata justiciero. Tenemos un psicópata acosador, con problemas con las mujeres, Joe (Penn Badgley), que se queda prendado de una aspirante a escritora, Beck (Elizabeth Lail), que es muy dependiente de sus «novios» y «amigas». El planteamiento inicial, sin ser especialmente original, no está mal. El problema viene, en mi caso, de que no consigo empatizar ni con la presunta víctima ni con el presunto acosador. Que son dos personajes, que a la corta y a la larga, me da igual lo que les pase. Y las interpretaciones, sin ser malas las de los protagonistas, no son especialmente buenas en el conjunto del reparto. Por lo tanto, una serie que me ha dejado un poco frío, y que no sé si veré en caso de que surjan nuevas temporadas. Han dejado amplio margen para ello.

[Fotos] Paseando la ciudad con película negativa en color

Fotografía

Lo que era la reina de la fotografía hasta hace quince o dieciséis años, la película negativa en color, se ha convertido en un nicho marginal entre los aficionados a la fotografía. Sin embargo, sigue siendo un soporte muy agradable y agradecido de usar, siempre que dejemos su procesado a manos que sepan lo que hacen. En este principio de año, me he dado algún paseo por la ciudad con este tipo de soporte fotográfico. Los detalles técnicos en Paseos ciudadanos con Kodak Gold 200. Para quienes no esté interesados, os dejo unas fotos.

[Relato gráfico] Una mujer de la era Shōwa

Literatura

No es habitual que comente dos novelas gráficas o historietas en semanas seguidas. Pero es que esta que presento hoy en realidad la leí antes que la biografía de Graciela Iturbide que os comenté la semana pasada. Es de las pasadas navidades; pero se me había olvidado. Y no es porque no me gustase… es que llevo muchas cosas en la cabeza y se me pasó.

En esta ocasión estamos ante una obra inacabada del historietista japonés Kamimura Kazuo, con guion de Kajiwara Ikki. Inacabada hasta tal punto que, aunque el título de la obra nos habla de una mujer, en realidad lo que encontramos es la historia de una niña y adolescente que culmina cuando llega a la edad adulta. Una historia que nos traslada a los tiempos en los que el militarismo japonés había instaurado una dictadura nacionalista en el país y este se encaminaba hacia la catástrofe de la guerra, con fuertes represiones internas a los críticos y disidentes. La joven Shōko será hija de uno de estos disidentes, que huye de la persecución, y de una mujer que acabará muriendo como consecuencia de las torturas dispensadas por la policía política cuando buscan al padre. Por lo tanto, estamos ante una historia de crecimiento por libre de una niña y adolescente en el hostil ambiente de la guerra y la posguerra inmediata.

Unas cuantas estampas de Japón en sus aspectos más tradicionales, para ilustrar el comentario de este libro sobre las difíciles transiciones sociales de este país asiático.

Estamos ante una obra con un argumento intenso, un relato con un estilo y un argumento claramente adultos. Escenas de violencia y sexo, no precisamente con intención erotizante, salpican un mundo de policías corruptos, mafias, geishas y prostitutas (con límites muy imprecisos entre estas dos categorías, en ocasiones), el mundo de la calle o el de los orfanatos y centros de reforma juveniles. Una intensa crítica hacia los cimientos más podridos y menos confesables de la sociedad nipona.

Me ha parecido una obra notable, aunque su condición de inacabada es muy patente, y deja una insatisfacción por su cierre en falso. Porque sabes que no se ha contado todo lo que había que contar, y que el propio título del libro habla de un recorrido por una larga era de la historia reciente del País del Sol Naciente, de la que sólo se nos muestran algunos compases, pero no toda la melodía.

Nota: Para aquellos que no se cosquen con el tema de las eras japonesas, recordar que la era Shōwa es el nombre que recibe el tiempo del reinado del emperador que conocimos como Hirohito, y que ahora es conocido en Japón con su nombre póstumo, emperador Shōwa. Abarca desde 1926 hasta 1989. Un ejemplo de las eras más famosas de Japón es la era Meiji, en la que el país salió de su régimen feudal, de carácter medieval, para entrar en la revolución industrial de modo casi forzado. Pues bien, el emperador Meiji fue Matsuhito en vida, y la era Meiji abarca de 1867 hasta 1912, los años del reinado de Matsuhito.

[Fotos] Blanco y negro con cámara de formato medio

Fotografía

Si durante el invierno, aunque por la noche haga frío, por el día sale el sol y el aire está tranquilo, las tardes pueden ser muy agradables para pasear. Y una cámara de formato medio, como una venerable Hasselblad, puede ser un acompañante ideal. O dejo algunas fotos de muestra. Los datos técnicos en Ilford FP4 Plus forzada un paso (IE 200).

[Cine] The Third Wife [La tercera esposa] (2018)

Cine

The Third Wife [La tercera esposa] (2018; 05/20190116)

Película vietnamita, con diálogos en el idioma oficial de ese país, pero que aparece con el título original en inglés y por eso va así. Siempre que la película que presento la he visto en versión original, procuro respetar el título original. Es la segunda película que vi la semana pasada. Durante los años 90, quizá muy al principio de los 2000, vi algunas películas del director vietnamita Tran Anh Hung, protagonizadas en mayor o menor medida por su esposa Tran Nu Yen Khe. Me gustaron mucho. Años más tarde, hacia 2011, pude ver la adaptación que este director realizó de Norwegian Wood, la novela más famosa de Murakami Haruki; película interesante, aunque un tanto fallida desde mi punto de vista. El caso es que este primer largometraje de la directora Ash Mayfair se presentaba con la colaboración como asesor artístico del veterano director del sudeste asiático, y precedida de comentarios y críticas interesantes, aunque diversos. Me interesó.

No he visitado todavía Vietnam. Así que, quedándonos en Asia, ilustraré la entrada con fotografías realizadas en el pueblo de pescadores de Tai O, en la isla de Lantan, Hong Kong. Que no es precisamente un paraíso, pero puede ser muy fotogénico.

Como curiosidad, no convencí a nadie de que me acompañara y fui solo a una sesión a las cuatro de la tarde en versión original. La sala de cine está sólo a unos 10-15 minutos caminando de mi lugar de trabajo, de donde salgo alrededores de las tres y media, así que me venía muy cómodo. Salvo la primera media hora en la que había otro espectador… estuve solo.

Mayfair nos presenta en poco más de hora y media una historia situada los años de final del siglo XIX, aunque tanto el lugar como la ambientación dotan a la película de una profunda atemporalidad. Una joven, May (Nguyen Phuong Tra My) casi una niña, de catorce años se desplaza a una hacienda donde se va a desposar con un terrateniente que ya tiene dos esposas. La mayor es Ha (la mencionada Tran Nu Yen Khe, a sus cincuenta años tan elegante y atractiva como hace veinte), y la segunda es Xuan (Mai Thu Huong). Pronto descubrirá que la vida en la familia es más compleja de lo que pensaba, que hay un entramado de relaciones e intereses. Y, aunque es bien recibida y apoyada por las esposas mayores, pronto percibirá que su posición que en la familia dependerá de que sea capaz de dar un hijo varón a su esposo. Y la tensión interior aumentará cuando quede embarazada al poco de la unión.

Lo primero que hay que decir es que el trabajo interpretativo por parte de este grupo de mujeres, los hombres aparecen siempre en un segundo plano y con pocas intervenciones, es absolutamente impresionante. La joven protagonista tenía sólo 12 años cuando se presentó a la selección para el papel, la cámara la va siguiendo casi constantemente, y aguanta el tipo con una expresividad y una solidez impresionantes. Es una película de pocos diálogos. Y estos actúan como complemento al despliegue visual y sonoro que la directora nos muestra en los poco más de 90 minutos, de cadencia aparentemente pausada, pero en los que no dejan de pasar cosas trascendentes constantemente. Economía de medios y aprovechamiento máximo del lenguaje cinematográfico para lanzar mensajes, para mostrar sensaciones o expresar sentimientos. Muy buen fotografía de la directora de fotógrafa tailandesa basada en EE.UU. Chananun Chotrungroj. Y el sonido y efectos de sonido son también de una riqueza exuberante.

La película está rodada en un paisaje de aspecto paradisíaco. Bellísimos paisajes fluviajes, rodeados de cortados montañosos y selvas, profundas cuevas, armoniosas haciendas, tranquilos templos budistas… Todo lo cual contrasta con el hecho de que las mujeres que protagonizan esta película están encerradas en una presión construida sobre una estructura social basada en el patriarcado en el que son un elemento más de la riqueza y del estatus del terrateniente. El despertar de la niña obligada a convertirse en mujer a marchas forzadas desde el momento en que llega a la hacienda y tras los ritos oportunos ha de entregarse físicamente al marido, siendo expuestos a la vistas de todo el mundo los restos de esta primera noche. Pero conforme crece y va acomodando sus percepciones, sus deseos, sus preferencias, también aumenta el conflicto. En la película se genera una tensión que tiene su primera consecuencia en la llegada de otra niña a la hacienda para convertirse en la primera mujer del joven adolescente hijo del hacendado, siendo rechazada por estar este colado por otra de las mujeres de la hacienda. Y ese aparente paraíso se puede convertir en un infierno en un momento dado. La película está llena de simbolismos y metáforas que se nos ofrecen visualmente. Los diálogos, en ocasiones, resultan incluso aparentemente banales, aunque como digo no hay desperdicio en esta cinta.

Bellísimo y valiente alegato contra las estructuras patriarcales que todavía persisten en buena parte del globo, en muchas culturas que, amparándose en las tradiciones y su forma de ser, mantienen situaciones de opresión hacia las mujeres. Pero también hacia otras personas de la sociedad, muchas veces con el apoyo de las religiones mayoritarias y de las estructuras de poder de la sociedad. Esta película ha superado las expectativas formadas en torno a ella, tanto en los aspectos formales cinematográficos, como en el potente mensaje que aporta. A pesar de haberla visto en solitario… la considero imprescindible. Aunque quizá no sea del gusto de los deglutidores compulsivos de palomitas que necesitan tres horas para ver cómo unos cuantos machotes vestidos con pijamas de colores se lían a tortas y destruyen Nueva York, mientras tipos con un parche en el ojo nos dan la brasa dando explicaciones peregrinas sobre porque el malo es tan malo. No. A esos puede que no les interese.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Recomendación fotográfica] Reivindicando Instagram

Fotografía

Instagram, como casi todas redes sociales, está sumida en la esquizofrenia colectiva. Un montón de gente lo odia; los «influencers», las «it girls», la borrachera de selfis, las tontas fotos de comida, la banalidad de la gran mayoría de las fotos que se exhiben, un huevo como foto con más «likes», la censura debida a la mojigatería yanqui o vaya usted a saber qué razones, la publicidad,… y vaya usted a saber cuales otros motivos. Pero por supuesto tiene sopotocientos millones de usuarios…

Es la red social a la que emigraron los adolescentes y jóvenes cuando sus padres invadieron Facebook,… aunque probablemente a estas horas ya se están buscando otros sitio donde los dejen tranquilos. Pero bueno, todo es de la misma empresa. A mí me costó instalarme ahí, pero finalmente encontré una forma y modo.

Empecé subiendo mis fotos instantáneas, las hechas con las Polaroid o similares, en carlos.carreter.instant. Pero entré en crisis con este tipo de fotografías y no publico casi nada desde la primavera pasada. Donde empecé el proyecto que más me apetece, carlos_en_plata, dedicado en exclusiva a la fotografía analógica o fotoquímica, como prefiráis llamarlo. Recientemente, ante la decadencia de la plataforma de microblogging Tumblr, he pasado también a Instagram mi recorrido por mi fotografía de viajes, deviajeconcarlos. Cuyos contenidos también se rebotan al blog de Tumblr. Como también lo hacen las fotografías de las otras cuentas que tengan que ver con viajes. Y estoy cómodo.

Pero también he descubierto que es una buena plataforma para encontrar contenido interesantes en materia de fotografía. Donde se puede aprender de los mejores. Algo que antes lo hacía en Tumblr, pero que por la decadencia de dicha plataforma, cada vez es menos interesante. Voy a mostrar algunas de mis últimas incorporaciones a mi lista de seguido para poner algunos ejemplos. Partimos del hecho de que podemos seguir determinadas etiquetas… y a partir nos van saliendo propuestas de vez en cuando.

Me llamó la atención por ejemplo una fotógrafa de Okayama, Japón, Masako Nakagawa, que expone la vida cotidiana que le rodea de forma poco estridente, y estéticamente agradable. Tanto su familia…

Como su ciudad y su región…

Creo que es un ejemplo para documentar tu entorno, con estilo y elegancia, y sin las estridencias y autobombo habitual. Y luego, tiene su página personal, con su trabajo comercial y artístico/personal.

Nguan es un singapureño que hace fotografía de calle, pero que nada tiene que ver con la agresividad habitual que se ha puesto de moda en los últimos tiempos, y que tampoco necesita tirar de blanco y negro hipercontrastado. Colores suaves, casi pastel, para reflejar las realidades urbanas de las macrourbes asiáticas.

Con la cuenta de Katrin Koenning ya entramos en propuestas menos cotidianas y más artísticas. El lugar para profundizar será su página web, pero su cuenta en Instagram nos va mostrando como es su forma de mirar, como es su proceso de fotografiar, y de concebir las imágenes.

La cuenta de Somewhere Magazine es una de esas cuentas que te permite ir descubriendo nuevos fotógrafos, o recordando otros que ya conocías pero que has dejado de tener presentes. Como por ejemplo, los paisajes nocturnos de Mark Weber, realizados sobre película tradicional,…

O la notable serie de Annie Wang, desde Taipéi, encadenando fotografías que reflejan el crecimiento y el envejecimiento de su hijo y de sí misma, desde la gestación en adelante.

Aunque esta fotógrafa la he descubierto en Instagram, pero no tiene cuenta en esa red social… que yo haya encontrado… Hay un montón de Annie Wang en la red, si te pones a buscar, pero ninguna parece ser ella.

Terminaré con la cuenta de David Campany, que no es fotógrafo, aunque algo debe de hacer porque se define artista, pero sobre todo es escritor y profesor de la Universidad de Westminster en Londres, que se dedica a seleccionar obras de su biblioteca que considera de importancia en el arte contemporáneo.

Y así, una de sus publicaciones nos permite descubrir a un interesante fotógrafo del pasado, WOLS, alemán, también pintor abstracto, un miembro de las vanguardias, del tachismo, cuyas fotografías me parecen claramente influencias por los surrealistas, aunque no se adscribiese a dicho movimiento.

No he pretendido hacer una selección de los mejores. Simplemente de los últimos que he incorporado a mi lista de seguimientos, o que me han llamado la atención. Y para reivindicar un uso sensato e informativo de las redes sociales, lejos del ruido sin interés que las domina.

[Fotos] El final de la época navideña con película fotográfica tradicional

Fotografía

Con la excusa de que se iba a celebrar en Twitter una FP4Party, decidí participar, pero haciendo cosas distintas. Por lo menos en parte. Así que he estuve a principio de año, haciendo algunos carretes de película tradicional en blanco y negro con mi Leica M2. También aproveché la ocasión del primer Clicks & Beers del año de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ por el La Placica Vintage de Las Armas.

Los detalles técnicos los podéis encontrar en Ilford FP4 Plus forzada dos pasos (IE 400).

Aquí os dejo unas cuantas fotos.

(Cine) Napszállta [Atardecer] (2018)

Cine

Napszállta [Atardecer] (2018; 04/20190114)

El viernes pasado nos encontramos con una renovación de la cartelera llamativa. Habíamos pasado de un ritmo de novedades bastante austero, con pocas alternativas de interés, a una semana donde había hasta cuatro posible candidatas a llevarnos a las salas de cine. Sumidos en el mismo estado de ánimo que nos lleva últimamente a mirar con escepticismo las propuestas «oscarizables», nos atrajo de inmediato la atención la nueva propuesta del húngaro László Nemes, que tanto nos interesó con su tremenda propuesta de hace casi tres años sobre el campo de exterminio alemán de Auschwitz. En aquella ocasión la crítica fue unánime alabando la película, que acabó ganando el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, una categoría frecuentemente más interesante que la del premio gordo.

Como es lógico, nos trasladamos a la capital húngara; sede de un sistema democrático de los más deficitarios de Europa, por su deriva ultranacionalista y xenófoba en la última década.

Nos traslada Nemes en esta ocasión al principio de la segunda década del siglo XX en Budapest, no recuerdo si 1910 o 1911. En aquel momento, la actual capital húngara era una de las capitales de la monarquía dual del Imperio Austrohúngaro, en el que la dinastía de los Habsburgo eran simultáneamente emperadores de Autria y reyes de Hungría, aunque ambos estados seguían siendo formalmente independientes uno de otro salvo en temas de defensa y relaciones exteriores. Y era un estado y un sistema en clara decadencia. En ese ambiente, una joven sombrerera huérfana, Írisz Leiter (Juli Jakab), llega a la ciudad procedente de Trieste, para solicitar trabajo en la sombrerería que una vez perteneció a sus padres hasta que un incendió acabó con su vida. Una vez allí, intentará descubrir qué pasó realmente y cuál es el paradero y el papel en todo el cotarro de su desaparecido hermano. Y lo que va a descubrir va a ser que nada es lo que parece.

Rodada de una forma muy similar a su anterior película, cámara en mano, siguiendo de cerca permanentemente al personaje principal, con una reducida profundidad de campo que provoca que intuyamos el ambiente que rodea al protagonista pero no lo percibamos con claridad, y con un ambiente sonoro también confuso, no hay conversaciones claras y definidas, el espectador tiene por lo tanto una visión parcial y a veces fragmentada de la realidad que rodea a la protagonista. Hay quien se siente cómodo con esta forma de rodar, otros espectadores no acaban de aceptar esta situación. Y esto puede provocar cierta incomprensión de la película.

Sin embargo, a mí no me ha parecido confusa. Creo que la alegoría está razonablemente clara. Esa sombrerería alrededor de la cual han sucedido y suceden cosas que nos llegan a parecer terribles, me parece un microuniverso que representa a la monarquía austrohúngara de la época, un edificio de fachada y apariencia respetables, pero corrompida y decadente por dentro. Un gigante, que ni siquiera lo era tanto, con pies de barro. Y el final anunciado es un presagio de lo que fue el final del imperio, en medio de una violencia no vista hasta el momento, del odio y la destrucción. El único personaje luminoso de la función es la protagonista, que se niega a cerrar los ojos, a aceptar el destino marcado, simbolizado por el destino de las sombrereras en relación con la familia real, y que busca la verdad y la limpieza hasta las últimas y terribles consecuencias.

Con unas interpretaciones notables o sobresalientes, empezando por su protagonista, y las peculiaridades técnicas del rodaje, está filmada con negativo tradicional y se nota, a mí me ha parecido una propuesta sumamente interesante. De las que incluso mejora con el recuerdo. Un reflexión histórica de alto nivel, que además nos debería hacer pensar en la corrupción y decadencia que pueden empezar a sufrir los regímenes políticos actuales, de apariencia política respetable, con graves problemas internos, que afectan siempre a las clases más desfavorecidas. Un film de carácter político, sin lugar a dudas.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****