[TV] Cosas de series; mujeres asesinas y mujeres universitarias

Televisión

Para esta semana, tengo dos series con gran protagonismos femenino. Una segunda temporada y una miniserie, realmente mini.

Los estudiantes universitarios de una de las series de hoy, que representaremos con los grupos de jóvenes que se divierten en Copenhague cuando hace bueno como si nunca hubiésemos estado metidos en una pandemia, sólo tienen un papel similar al de los coros de las tragedias griegas, mientras sus protagonistas se ven abocados a la tragedia impulsados por su destino… aunque sea en clave de comedia.

La primera temporada de Why women kill, serie que se puede ver en España en HBO, pero creo que es un producción de otra plataforma o cadena de televisión, fue un hallazgo. Con sus tres historias en paralelo, separadas 20 años en el tiempo, mezclando el humor con posibles crímenes, nos ofrecía una estupenda visión de las relaciones matrimoniales, o simplemente de pareja, cuyos problemas quizá sean más atemporales de lo que creemos. Sólo son las formas las que cambian. Una segunda temporada iba a ser compleja de hacer para mantener el nivel. Pero al mismo tiempo, apetecía mucho. Sobre las dificultades… bueno, han optado por una estructura más convencional. Una única historia contada de forma lineal. Menos arriesgado… pero podría resultar. En esta ocasión, trasladándonos en el tiempo hasta finales de los años 40 del siglo XX, en la que un ama de casa de clase media que cuida de un jardín (Allison Tolman) aspira a entrar en un exclusivo club de esposas de clase alta que tienen jardines, los cuiden o no, y que está liderado por una notable arribista social (Lana Parrilla). Aderezado todo por el hecho de que la convencional ama de casa de clase media está casada con un convencional y anodino veterinario (Nick Frost), con una peculiar forma de ejercer la caridad hacia sus clientas que desafortunadamente adquieren enfermedades graves e incurables. Y además, una pléyade de caracteres alrededor de estos tres, que llevan a un profundo enredo de mentiras, tramas y engaños que no pueden acabar bien para casi nadie,… salvo para el espectador que contempla una historia que mezcla el humor negro, con una crítica relativamente mordaz hacia las convenciones sociales, hacia el matrimonio, nuevamente, y hacia los ascensores en la escala social. No está al mismo nivel que la primera temporada… pero sigue siendo una serie muy divertida y muy recomendable.

The chair es algo totalmente distinto. Una miniserie de seis episodios de 30 minutos, que casi podría verse como una película de 180 minutos, si no fuera por la clara diferenciación en episodios televisivos de la historia. Creada por la actriz Amanda Peet, que cuenta con el apoyo como productores de los responsables (para bien y para mal) de Game of Thrones, cuenta con el apoyo de la consistente y fiable Sandra Oh y de Jay Duplass, junto con otros buenos personajes secundarios para sacar una historia de ambiente universitario. En una prestigiosa universidad de lo que puede ser Nueva Inglaterra, se estrena como directora del departamento de inglés la primera mujer «de color» (Oh) en su historia [De verdad que no alcanzo a imaginar en qué medida una mujer de origen coreano es de «distinto color» que buena parte de las mujeres de origen europeo; creo que los norteamericanos tienen un problema muy serio con lo de los «colores». Pero es que así viene en algunas sinopsis que se pueden leer de la serie]. Un departamento con un claustro lleno de «dinosaurios» que no atraen alumnos (y por lo tanto tampoco dinero), y cuyo profesor estrella (Duplass) está pasando por un mal momento. Por lo que los problemas van a complicar mucho la vida de la nueva directora, que tampoco tiene del todo cubierto el flanco familiar. Una anécdota en la clase de su profesor estrella se traslada a las redes sociales, convirtiéndose en el disparador de una crisis fenomenal para la directora novata. La serie merece mucho la pena por las interpretaciones de su elenco. Pero creo que no acaba de dejar claro el mensaje. Está claro que pone en la picota todos los «ismos» de la sociedad norteamericana, y de la universitaria en particular [sexismos, racismos, xenofobias,…]. Pero no me queda claro si también lo hace con las respuestas que los sectores presuntamente progresistas de la sociedad, global o universitaria, que en un momento dado pueden llevar también a la distopía orwelliana por el camino de las buenas intenciones. Creo que la forma adecuada de mirarla es como un sátira de la sociedad universitaria, en todos sus niveles y sin dejar títere con cabeza. Pero le falta algo de ambición en entrar a saco del todo. Afortunadamente, Sandra Oh está fenomenal, bien acompañada y seguida por el resto del reparto, que hace de ella una serie muy recomendable. En Netflix. Y la subtrama de la hija adoptiva de la protagonista tiene momentos espléndidos.

[Cine] Sightseers (2012)

Cine

Sightseers (2012), 21 de junio de 2013.

Esta película la he visto en versión original y por eso conservo su título original en inglés. En la cartelera española puede aparecer con el título traducido al castello de Turistas.

El viernes fuimos al cine casi de casualidad. De hecho, pensaba que me iba a quedar toda la tarde en casa. Liado con asuntos domésticos, compras cotidianas y un poco cansado. Pero mira, al final,… y entramos en esta película casi por exclusión. Yo no sabía nada de ella, y quien sabía había visto críticas tibias y poco entusiasmos en los comentarios. Pero bueno, lo que nos decía que era una comedia negra británica… Quién sabe lo que podía dar de sí estos 88 minutos dirigidos por Ben Wheatley.

Chris (Steve Oram) quiere llevar a su novia Tina (Alice Lowe) de vacaciones. Un recorrido por Inglaterra sobre las cosas que le interesan que no son necesariamente los monumentos y localizaciones más habituales de los turistas. Pero pronto mostrarán trazas de no ser un pareja habitual. A sus treinta y tantos muestran signos claros de inadaptación social. Y cuando Chris tenga un encontronazo con un grosero visitante de un museo de tranvías, y este último acaba bajo las ruedas de la caravana en la que hacen sus vacaciones ChrisTina, descubriremos que la pareja tiene ciertas tendencias homicidas que no se calmarán con el relax de las vacaciones.

B&B cerca de York

Los protagonistas recorren el país, Inglaterra, en su caravana. Yo en alguna ocasión lo he recorrido pero alojándonos en «Bed & Breafasts», más cómodos. Este por ejemplo era una granja dedicada a la crianza de ovejas y cabras de mohair, no lejos de York.

Reconozco que no sabía muy bien dónde me estaba metiendo al ver esta película. Y lo que nos encontramos es una comedia negra, negrísima, sobre dos personas sin rumbo que viven una relación que parece más el resultado de su propia exclusión social que de una auténtica atracción. Todo ello en el marco de una campiña inglesa próxima al mito edénico que los propios británicos tienen de su propia tierra. Bellos paisajes y localizaciones rurales adornan una road movie salpicada de rojo aquí y allí por los motivos más peregrinos, en una escalada que parece conducir a una tragedia que por momento nos recuerda a ciertas Thelma y Louise, pero que no. O sólo parecido… 

La película, además de lo que aporta el entorno en el que está rodado, se sostiene en la buena interpretación de sus dos protagonistas, que creo que están muy bien. Convincentes en sus roles de gentes sin lugar aparente en el mundo.

No voy a decir que esta película sea una obra de arte, o esté a la altura de las muchas grandes comedias británicas, muchas de ellas con un humor peculiar que no pocas veces he apreciado, pero realmente la podemos considerar como una pequeña sorpresa, razonablemente divertida, y que nos hizo evadirnos un rato.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Museo del Transporte de Glasgow

En aquel viaje, en 1996, nos dirigimos hacia Escocia, cosa que haré también en próximas fechas si nada se tuerce; y al igual que los protagonistas visitamos algunos tranvías de museo. Los de la película cerca de Londres, nosotros en Glasgow.