[Libro] La guerra de los mundos – H. G. Wells (ilustrado)

Literatura

Alguna vez he comentado lo que me gustan los relatos ilustrados de los Libros del Zorro Rojo, de los que tengo los que publicaron de Haruki Murakami, ilustrados por Ket Menschik. Aunque luego, los relatos ilustrado de Murakami cambiaron de editorial al menos en una ocasión. Relatos interesantes, ilustraciones de muy buen nivel, presentación del libro cuidada, moderna. El caso es que hace unas semanas leí que esta interesante editorial había publicado una versión de la famosa Guerra de los mundos de H. G. Wells, con las ilustraciones del brasileño Alvim Corrêa, de la edición en francés publicada en Bélgica en 1906, que probablemente fueron un hito de los más importantes en la ilustración de la ciencia ficción. El libro incluye enlaces en forma de códigos QR para las grabaciones originales de la adaptación radiofónica de Orson Welles, así como las transcripciones de esta. Vamos… todo un pequeño conjunto de pequeñas (o grandes maravillas) en torno a a la obra de Wells. Un autor mucho más importante de lo que a veces se piensa.

Pero vamos con la obra literaria. La novela de Wells fue publicada por primera vez en forma de serial de revista en Pearson’s Magazine en el Reino unido entre abril y diciembre de 1897. Y ese mismo año, se publicó también serializado, en Estados Unidos en Cosmopolitan. Sí… esa revista orientada a las mujeres, que he visto criticar tanto por las derechas cristianas, que consideran sus contenidos pecaminosos, como por feministas de izquierdas que consideran que «enseña» a las mujeres su lugar en la sociedad capitalista bajo un disfraz de liberal, en el sentido norteamericano de la palabra.

Por la zona donde «aterrizaron» los cilindros marcianos en los alrededores de Londres, doy por supuesto que Windsor y su castillo no sobrevivieron a la invasión. Pero en diciembre de 1994 se podían visitar con una agradable luz invernal.

Mi primer contacto con la obra fue en mi adolescencia. En 1978 apareció el albúm Jeff Wayne’s Musical Version of the War of the Worlds, una ópera rock a base de rock progresivo y rock sinfónico, que se hizo relativamente célebre en aquel momento y algunas de cuyas piezas sonaban en forma de sencillos en las radiofórmulas musicales. Supongo que para aprovechar esa celebridad, algún avispado distribuidor cinematográfico colocó en los cines la versión cinematográfica de 1953, donde los marcianos aterrizan en California, y que se aparta de diversas formas del original, convirtiéndose en una alegoría de una invasión soviética en la época de la guerra fría, con uso de bombas atómicas incluidas. Aunque creo que nunca se ha reconocido oficialmente este hecho. En cualquier caso, aprovechó en su estreno esa psicosis de invasión y guerra atómica de los años 50 en Estados Unidos. La película no se había estrenado previamente en España, según creo, y lo hizo en 1979 a rebufo del éxito discográfico. Fui con unos amigos a verla pensando que la banda sonora sería la música a la que nos habíamos acostumbrado… pero nos llevamos un chasco. Así que fui el único que salí relativamente satisfecho. Era el único realmente aficionado al cine y a la ciencia ficción, los otros dos compañeros de clase lo eran al rock.

Desde hace mucho tiempo estaba autoconvencido de que a final de mi adolescencia o en mis veintipocos leí la novela original de Wells. Que me dejaron el libro o lo saqué en préstamo de alguna biblioteca. Tenerlo, no lo tenía en casa con antelación a comprar la edición de los Libros del Zorro Rojo. Pero después de la lectura de esta, ya no lo tengo tan claro. Tengo la sensación ahora de que mis recuerdos de la obra proceden de sus adaptaciones cinematográficas y de alguna posible adaptación a historieta. Nada puedo asegurar. Me baila la memoria. Malditos falsos recuerdos, que todos sufrimos de una otra forma. En cualquier caso, adaptaciones cinematográficas sólo había visto una, hasta la de Spielberg de 2005. Que no me gustó gran cosa. En gran medida por uno de sus mayores defectos… su protagonista, Thomas C. Maphoter IV. Eso sí, tengo un recuerdo agradable de haber visto en televisión la película The night that panicked America, que ficcionaliza los terrores causados por la emisión radiofónica de Orson Welles. Fue una película realizada para su emisión directa en televisión, y ganó un Emmy de tres candidaturas que tenía.

Para quien no se haya enterado aún, la novela narra una invasión marciana. Marte se está convirtiendo en inhabitable, bajo la suposición de que Sol es cada vez más frío (es justo lo contrario), y sus habitantes deciden venirse a nuestro planeta, más cálido por estar más cerca de nuestra estrella. Y por ello lanzan, aparentemente a cañonazos, unos cilindros que contienen los pulposos marcianos y materiales para construir sus gigantescas y trípodes máquinas de guerra. Los primeros cilindros, que llegan a un ritmo de uno por día, caen en los alrededores de Londres, que al fin y al cabo, para la Inglaterra victoriana era la capital de la principal potencia y el principal imperio mundial. La novela está contada parcialmente en primera persona, por un innominado narrador, escritor interesado en diversos temas de actualidad tecnológica y científica, que nos cuenta su peripecia bajo la invasión, así como en tercera persona la de su hermano. Puesto que la narra desde un futuro tranquilo, desde el principio sabemos que la invasión marciana, de alguna forma, fracasará.

La novela es de una oportunidad tremenda, y demuestra que Wells tenía los pies bien puestos en la tierra y que era un observador de la actualidad. Muchas de las observaciones que realiza sobre los marcianos muestran que era un firme adepto de la teoría de la evolución. Obviamente, era uno de los que se había atraído por las especulaciones realizadas por Percival Lowell a partir de las observaciones realizadas en 1894, que a su ver fueron impulsadas por la descripción de los «canales» de Marte por Schiaparelli en 1877. También adelanta las consecuencias de las guerra que están por llegar. Y que en aquellos momentos, en plena Belle époque, parecen lejanas para tantos, aunque tras la muerte de la reina Victoria, escalarán rápidamente las tensiones de la Paz armada, periodo que ya había comenzado tras la derrota de Francia a manos de los prusianos en 1871, y que culminarán con la Primera guerra mundial en 1914. Las guerras previas, desde Crimea en los 1850 y tantos, pasando por las batallas de la unificación italiana o la Guerra civil americana, habían mostrado la cada vez más destructiva capacidad de las armas fruto de la revolución industrial y de que el paradigma de guerra llevado a su mayor exponente en las guerras napoleónicas estaba periclitado. Elementos como el atrincheramiento de tropas, las máquinas de guerra móviles con gran capacidad destructiva o la guerra química son adelantados en este libro. Y lanza previsiones sobre el uso futuro de máquinas voladoras. El fenómeno de los desplazados y los refugiados, el comportamiento rapaz de las poblaciones receptoras de los mismos, también está anticipado.

También lleva la historia implícito el mensaje de que las civilizaciones no son eternas. Y que los imperios se derrumban. Y hay quienes han señalado que Wells, que era un socialista no revolucionario, no marxista, critica a los imperios occidentales, superiores tecnológicamente, por usar esta mayor potencia tecnológica para subyugar a otras culturas del mundo. Si uno repasa bien, salvo las acciones del acorazado de guerra (ignorado en la mayor parte de las adaptaciones de la novela), no hay acciones heroicas. Hay acciones imprudentes de diversos personajes civiles y militares. Y el tono general de los personajes con los que se cruzan el protagonista y su hermano, es de egoísmo, cobardía y sálvese quien pueda. Por otro lado, hay que señalar que si la novela se publica en 1897, la acción se sitúa de forma imprecisa en los primeros años del siglo XX. En un futuro no muy lejano respecto al lector del momento.

Y además de todo lo anterior… es muy entretenida. La peripecia, no por conocida en sus diversas versiones, deja de ser adictiva, lo que hace que el libro se lee en un plis-plas. Lo que más chirría, no sé si para bien, para mal o para todo lo contrario, es la traducción del libro. La obra de Wells ha tenido distintas ediciones en español con diversos traductores. Pero el primer traductor de la obra fue Ramiro de Maeztu en 1902. No sé si este autor varió o realizó nuevas traducciones, o si sólo realizó aquella primera que ha sido utilizada en ediciones posteriores hasta la actualidad. El caso es que el castellano de 1902 es perfectamente comprensible por los lectores de 120 años más tarde, pero a veces es «raro». Lo cual es interesante o curioso en algunas ocasiones, pero resulta rancio o casposo en otras. No todas las «rarezas» suenan o se valoran igual. Hay diversas teorías sobre la cuestión de las traducciones. Pero yo soy de la opinión de que las traducciones hay que actualizarlas periódicamente, porque el idioma evoluciona, aunque deben ser fieles al sentido de la obra original en su idioma original. No se debe perder la ingenuidad del autor inglés sobre determinados conocimientos científicos, sociales o políticos de su época, pero debe hacerse con un lenguaje apropiado al lector al que se le ofrece la traducción, sin caer en la vulgarización que he observado en alguna ocasión en el ámbito de la ciencia ficción. Pero no me considero, ni de lejos lejísimos, alguien con autoridad en este tema. Simplemente un lector habitual que ha generado una opinión con el tiempo. En cualquier caso, supongo que la traducción de de Maeztu habrá pasado al dominio público puesto que el fallecimiento de este autor se produjo, en las tristes circunstancias de tantas muertes violentas de aquellos tiempos, en las primeras semanas de la guerra civil española en 1936. Y creo que en 2021 pasan a dominio público las obras de los autores fallecidos en 1941. Así que si está en dominio público, es la más barata de usar. Estoy suponiendo; no tengo certeza. Porque si buscas en Proyecto Gutenberg… no hay versiones de La guerra de los mundos en español.

En cualquier caso, la lectura de esta obra de ciencia ficción es altamente recomendable. Y yo me lo he pasado muy bien.

[Cine] The vast of night (2019)

Cine

The vast of night (2019; 33/202000707)

El grupo de amigos que solemos acudir juntos a las salas de cine, todos a la vez, o de dos en dos, o de tres en tres, según las posibilidades, andamos en medio de una discusión. Los estrenos que estamos siguiendo en las plataformas de vídeo bajo demanda: a) son mediocres, más que los estrenos en pantalla grande; b) son mediocres, como lo son la mayor parte de los estrenos en pantalla grande durante la primavera; c) no estamos sabiendo elegir los mejores estrenos. Yo estoy entre a) y b). Porque c) pasa de vez en cuando, en pantalla pequeña o grande. En cualquier caso, esta semana me llevé una agradable sorpresa. Me encontré en Amazon Prime Video con una peliculita hecha con cuatro duros pero muy muy muy muy bien hecha.

En algún momento de los años 50, en un pequeño pueblo de Nuevo Méjico, mientras la mayor parte de sus habitantes están en el partido local de baloncesto entre estudiantes de instituto, dos jóvenes, todavía casi en la adolescencia, el «pincha» de la emisora local, Everett Sloan (Jake Horowitz), y la joven telefonista Fay Crocker (Sierra McCormick), descubren que unos misteriosos ruidos se difunden por las ondas, que hay una misteriosa presencia sobre la población, y encuentran a testigos que tienen su teoría y sus experiencias sobre lo que puede estar pasando.

Sí. Es Nuevo Méjico, años 50… la misteriosa presencia, evidentemente son «platillos volantes». Extraterrestres. Alinígenas. Y a mí no me mata el género, por lo que hacía tiempo que había desechado la posibilidad de ver esta película. Pero tras algunas referencias positivas, y dado que dura poco más de hora y media, me animé. Y oye, que está muy bien hecha. Con unos planos secuencia, más o menos verdaderos o falsos, pero muy resultones y apropiados. Con unos diálogos ágiles y funcionales. Con una iluminación y un sonido que se adaptan perfectamente al tema y a la época. Y con unas interpretaciones también funcionales pero bastante meritorias. Es un buen ejemplo de cómo hacer un película bien hecha con pocos medios. Y además con un final que parece ser una cosa pero resulta otra, lo que sorprende y se agradece. Sin resultar postizo. Porque su director, Andrew Patterson, totalmente novato, ha plantado durante la película todos los elementos necesarios para su desarrollo y desenlace. Ha hecho sus deberes, se ha aprendido la teoría y la ha llevado a la práctica de forma notable tirando a sobresaliente.

Para mí, el único pero que le puedo poner a esta película es que su tema no me atrae. Y esa afición a los hombrecitos verdes en los estados desérticos de norteamericana, comprensible por las neuras de la guerra fría, hoy en día me parece desfasada y a veces ridícula. Pero supongo que tiene sus seguidores. Y las bondades cinematográficas de la película compensan.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] El fin de la muerte

Literatura

Hace unas poquitas semanas salió a la venta en España la traducción al castellano del tercer volumen de la trilogía oficialmente titulada El recuerdo del pasado de la Tierra de Liu Cixin, aunque todo el mundo la conoce como la Trilogía de los Tres cuerpos, en referencia al título del primer volumen de la misma, probablemente el que ha alcanzado mayor fama. Nota: con los nombres chinos trataré de mantener con coherencia la tendencia actual de respetar el orden con el que son utilizados habitualmente en sus países; primero el apellido familiar, y después el nombre personal.

Tuve la ocasión de leer el primer libro de la trilogía con el principio del año. Me costó decidirme a leerlo. Entendedme… a mí, que me digan que lo han leído gente como Barak Obama o Mark Zuckerberg no me supone una publicidad positiva de casi nada. Ambos son personajes con suficientes puntos oscuros, especialmente el segundo, como para que no me sirvan de referencia a la hora de elegir mis lecturas. Pero apareció de oferta en mi suministrador habitual de libros electrónicos, por un precio muy muy muy barato y lo cogí. Me gustó, pero sin entusiasmos. Me pareció curioso. Con algunas ideas y algunos detalles interesantes. Pero sin que despertase pasiones en mí. De hecho, en ese momento casi me parecía dudoso seguir con el resto de la trilogía. Estoy ya muy escamado de las trilogías en ciencia ficción, que a veces son de cuatro o cinco libros, paradójicamente, en las que a rebufo de la buena acogida de un primer libro bueno o decente, nos ofrecen unos cuantos pestiños a continuación.

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Un cierto papel tiene en el libro de hoy los sistemas de corrientes violentas conocidos como Maelstrom, en el Moskenstraumen, el estrecho que separa la isla de Mosken de la de Moskensøya. Así que fotográficamente nos iremos a las Lofoten, ya que por esta última isla tuve ocasión de pasear hace unos meses.

En cualquier caso, finalmente decidí afrontar la lectura del segundo de los libros un par de meses más tarde. Lo leí con menos fluidez que el primero de los libros, pero reconocí en su momento que tenía más enjundia. Tenía más elementos para la reflexión. Como comenté en su momento, la buena ficción científica no se limita a contarnos batallitas futuristas, sino que suele entrar en la reflexión de la naturaleza del ser humano, de la socidad humana, de la inteligencia o de nuestro lugar en el mundo/cosmos/universo. Al igual que el anterior, me pareció que contenía elementos interesantes, ideas originales, o que si no lo eran ofrecían nuevos puntos de vista, nuevas perspectivas. Eso sí… su teoría del universo como un bosque oscuro en el que pululan incontables civilizaciones que desconfían las unas de las otras, se me apareció en ese momento más con un recurso argumental para hacer avanzar la historia que como una idea fuerza principal. No podía estar más equivocado.

Lo que sí tuve claro es que iba a leer el tercer libro… aunque me encontré que, aunque su publicación original en China fue en el año 2010,… todavía no estaba disponible en castellano. En inglés sí, desde 2016. Afortunadamente, la espera no ha sido larga, ya que a mediados de marzo, poco después de terminar de leer el segundo libro, ya lo tuvimos disponible en diversos formatos, tanto de de libros muertos como electrónico. Y aquí va.

El libro está divido en cinco partes. La primera ella nos va a contar la historia de la joven Cheng Xin, una inteligente y compasiva ingeniera aeroespacial, que además es guapa la jodida, y su admirador enamorado, compañero de universidad, el solitario y desventurado Yun Tianming, y su papel respectivo en una línea argumental paralela a la crisis trisolariana que se nos cuenta en los dos primeros libros. Es a partir de la segunda parte donde todas las líneas argumentales se reunen, aunque los escenarios son diversos para llevarnos al desenlace de la crisis con nuestros vecinos esterales y al más complejo derivado de la Teoría del Bosque Oscuro, que es el elemento principal que mueve la historia y que sirve a la reflexión.

No voy a entrar en muchos detalles más sobre el argumento. No quiero desvelar innecesariamente detalles del argumento. Sí que voy a adelantar que es el volumen de la trilogía que más me ha gustado. Incluso más allá de que esté bien, tiene momentos de brillantez conceptual.

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Un elemento que hace que me guste es que la histora que nos cuenta Liu Cixin se nos convierte en este tercer volumen en una gran space opera, género por el que siempre he sentido debilidad, pero manteniendo su tono de ciencia ficción dura. Recordamos que ciencia ficción dura es aquella que respeta los conocimientos de la física en el universo real, o que si especula con la evolución de la misma en el futuro, lo hace dentro de lo plausible. Es cierto que se toma algunas libertades.

El sistema trisolariano no es en la realidad un sistema impredecible. Aunque un sistema estelar triple, lo cierto es que las dos estrellas principales orbitan apaciblemente en torno a un centro de masas común, a una cómoda distancia de entre 11 y 36 unidades astronómicas (UA; una UA es aproximadamente 150 millones de kilómetros, la distancia de la Tierra al Sol). La tercera aparentemente orbita muy alejada de las anteriores, alrededor del centro de masas común, a una distancia del par principal de 0,2 años luz o 13 000 UA. Nada que ver con el caos con el que se nos describe el sistema trisolariano de la trilogía.

Lo de los sofones… pues no está nada claro, porque está basado en la famosa teoría M o de las supercuerdas. Una teoría que algunos han denunciado como muy bella matemáticamente, pero no falsable. Por lo tanto no científica, propiamente dicha, si no se puede someter a comprobación experimental. Mis conocimientos en física no llegan a tanto como para pronunciarmen.

Por supuesto, cada vez que se llega al vuelo espacial a la velocidad de la luz,… pues hay que verlo como una cierta libertad… No nos olvidemos que la cantidad de energía para disparar un cuerpo con masa a la velocidad de la luz sería infinita…

Y la cuestión de la coexistencia de espacios bidimensionales, cuatridimensionales o, en gneral, muldimensionales, con el tridimensional más el tiempo que conocemos, aunque muy bonita y muy muy muy muy muy muy bien escrita, también supone desde mi punto de vista una cierta alegría que se da el autor.

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Pero nada de esto empaña la bondad general de un libro que nos ofrecen una aventura de dimensiones casi galácticas y casi atemporales, pero dentro de un orden. Con una capacidad notable de trasladar a palabras la dificultad inherente de la mente humana a asumir las magnitudes y las escalas de las que estamos hablando.

Y todo ello sin perder de vista que la novela tiene enjundia a la hora de analizar las respuestas de la humanidad a las crisis. Respuestas que llevan tras de sí la tesis de que los retos futuros de la humanidad no pueden ser afrontados bajo los sistemas éticos, sociales y políticos tradicionales. Que la resolución de toda crisis conlleva compromisos, y que no siempre podemos conseguir soluciones en las que todo el mundo gane, por lo que hay que saber hacer renuncias colectivas sin perder un sentido de la ética. Leí hace poco que la ética y la cultura definen un país. De forma amplia, la ética y la cultura definen a la humanidad; pero ambas están sujetas a reflexión y mutación. Quizá la crisis inmediata que tiene la humanidad como conjunto sea la crisis ambiental derivada del calentamiento global. Y la respuesta no está siendo especialmente buena, desde mi punto de vista.

¿Tiene defectos el libro? Alguno tiene. A nivel anecdótico, la isla de Mosken, al sur de Moskenesøya, no es una isla perdida de Noruega… El archipiélago de las Lofoten es una de las regiones más turísticas, animadas y visitadas de Noruega, como pude comprobar hace unos meses.

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En otro nivel, ha mejorado con respecto a los anteriores la definición de caracteres de los personajes principales, aunque siguen siendo relativamente estereotipados. Pero es inevitable no sentir empatía por Cheng Xin, Ai AA, Yun Tianming o Guan Yifan. Sí, todos chinos, a pesar de ser una historia de toda la humanidad,… pero es que el autor y sus lectores potenciales originales eran chinos. Qué esperabais. E incluso hay alguna «villana» muy interesante como la enigmática Tomoko Muy conseguida la traducción castellana. El nombre japonés Tomoko usa los mismo caracteres, 智子, que los usados para denominar en chino a los sofones. En inglés, al personaje, lo llaman también «Sophon».

Lo cual no quita que la edición española sea un poco racana. Especialmente en notas al pie o notas del traductor. De la misma forma que sí que hay una nota que explica lo del nombre de Tomoko, podría haber incluido otras. Me he tomado la molestia de comprobar la grafía china de algunos de los nombres del resto de los protagonistas, y realmente no es un asunto banal. Por poner un ejemplo, el nombre de Cheng Xin, 程心, que incluye el ideograma de «corazón»; en un personaje cuya debilidad radica precisamente en su afectividad, en sus emociones, en el pensar con el corazón, por mucha inteligencia que tenga. Y existen otros nombre significativos dentro del libro, que no voy a detallar aquí.

En fin… como podréis comprobar por lo amplio de mi comentario, es un libro que me ha llegado y me ha gustado. No diré más que, a pesar de sus 600 páginas, frente a las 300 o 400 de sus predecesores, he tardado la mitad del tiempo en leerlo. Una aventura absolutamente apasionante. Aunque muy posiblemente siga tirando para atrás a aquellos lectores que no vayan un poquito sueltos en física. Son muchos y variados los conceptos de esta ciencia que se ponen en juego, y la importancia de esta ciencia en el desarrollo de la acción. Pero desde mi punto de vista, muy recomendable.

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[Cine] Al filo del mañana (2014)

Cine

Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, 2014), 1 de junio de 2014.

Durante unos años, a finales de la década de los 90 y principios de los 2000, la mayor parte de las películas que veía en salas de cine eran en las matinales de los multicines de algunos centros comerciales de la ciudad. Quedábamos a desayunar el domingo por la mañana, alguien se encargaba de sacar las entradas, y luego acudíamos todos al cine. Solíamos pasarlo realmente bien. El único pero es que era un grupo heterogéno de amigos, la mayor parte de los cuales iban al cine por mero entretenimiento. Y por ello, la mayor parte del cine que veíamos era del más comercial. Vamos, que me tragué muchos bodrios. Hace unos diez años, las vueltas que da la vida interrumpió aquellas sesiones dominicales de cine.

¿Y a qué viene todo esto? Pues viene al hecho de que a mí, a priori, no se me hubiera ocurrido ir a ver lo que tiene pinta de ser un blockbuster veraniego protagonizado por Tom Cruise, actor que no me gusta mucho y además me cae mal, sino fuera porque hace unos días alguien lanzó la iniciativa de recordar aquellos tiempos, y hacer una matinal de cine como antaño. La película no la elegí yo. Pero como veréis más adelante, afortunadamente, alguien eligió esta aventura de ciencia ficción dirigida por Doug Liman, y que ha resultado mucho más interesante de los que esperábamos.

Basada en una novela del japonés Hiroshi Sakurazaka, nos presenta cómo la Tierra está siendo invadida por una especie extraterrestre que ha aterrizado cerca de Hamburgo, y ha comenzado su expansión empezando por el continente europeo. A punto de culminar su conquista del continente, los humanos sólo han conseguido una victoria, que atribuyen a la sargento Rita Vrataski (Emily Blunt), convertida en heroína mundial. En un intento de contraataque, el mayor Cage (Tom Cruise), relaciones públicas del ejército americano, es obligado a ir a la batalla en una playa del Canal de la Mancha, en contra de su voluntad. Sin entrenamiento previo, caerá muerto, no antes de ser contaminado con la sangre de uno de los especímenes extraterrestres. Como consecuencia, volverá a la vida a revivir constantemente ese día, pero con una diferencia. Conservará memoria de lo sucedido. Y con estas memorias, y con la ayuda de Vrataski intentará utilizar esta ventaja para derrotar al enemigo, que de otro modo parece que puede conseguir una victoria decisiva en su objetivo de conquistar el planeta.

Trafalgar Square

Si Trafalgar Square es una localización importante al principio de la película que comento hoy…

Desconozco cómo sera la novela original, que tono tendrá, en qué medida su origen japonés influirá en su planteamiento y desarrollo. La película está totalmente filmada pensando en el espectador occidental, y así, a primera vista, uno podría decir que es el hijo natural del trío formado por Groundhog Day (Atrapado en el tiempo), Starship Troopers y War of the Worlds (La guerra de los mundos). Pero cogiendo las buenas ideas de las tres historias, no necesariamente las principales, las buenas, y mezclándolas adecuadamente en la coctelera de forma que se consigue un producto equilibrado y muy, muy, muy entretenido. Siendo una película de acción y ciencia ficción con tono catástrófico, hay abundancia de efectos especiales. Que dan igual. Te sumerges en la historia, estás ansioso por saber más y lo que es accesorio, pasa a segundo plano como debe ser. Los responsables del fin resuelven con habilidad y sabiduría algunos elementos del filme que lo podrían haber hecho repetitivo y pesado. Estamos presenciando constantemente escenas que corresponden a las decenas o centenas de ocasiones en las que los protagonistas viven el mismo periodo de tiempo, pero siempre con variaciones. Con gran habilidad va introduciendo el director elementos que informan al espectador de cuál es la dinámica real de la historia. Espectador que, para variar en una película de este tipo, no es tratado como un ser tonto y pasivo, y se le da la posibilidad de participar en lo que está pasando. En ir poniendo de su parte para recomponer el conjunto de la historia. Es cierto que el final es manifiestamente mejorable, pero globalmente estamos ante un producto de entretenimiento de muy buena factura.

El protagonista absoluto de la producción es Tom Cruise, que con todos los vicios interpretativos que tiene, esa sensación de que constantemente se está interpretando a sí mismo, está lo suficientemente moderado como para resultar razonable, un protagonista aceptable para esta película. A su lado, un Emily Blunt bastante más competente en su oficio interpretativo, y que como de costumbre está atractiva aunque no salga de guapa. Quizá un mayor equilibrio entre ambos personajes hubiera incluso mejorado el filme; aunque esto quizá no sea posible, ya que la historia está planteada desde el punto de vista de Cage.

Por lo tanto, en este final de primavera, a punto de empezar el verano, tenemos una película de entretenimiento que no es un remake, un reboot de algo previamente ya visto, o la enésima parte de una película de superhéroes vestidos con pijamas de colores, con historias siempre iguales y con diálogos ridículos. Estamos ante un producto que cumple con las funciones de entretener y promocionar el consumo de palomitas, sin que el espectador más exigente sienta que le han tomado el pelo, e incluso salga manifiestamente satisfecho de las dos horas que ha estado en la sala de cine. Solamente hubiera faltado que hubiese estado en versión original. Porque seguro que las diferencias de acento entre americanos y británicos proporciona información adicional sobre lo que están pasando.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****

Piramide del Louvre

… la Pirámide del Louvre no lo es menos hacia el final del filme. Ambas fotos, mi primer viaje con una cámara réflex en 1989.

[Cine] Extraterrestre (2012)

Cine

Extraterrestre (2012), 1 de abril de 2012.

Ante las buenas críticas leídas en varios sitios sobre esta película, y para que no digan que no se le dan oportunidades al cine patrio, nos vamos a ver la última de Nacho Vigalondo. Película que viene clasificada como comedia romántica con trasfondo de ciencia ficción. Ahí es nada. Os lo cuento.

Julio (Julián Villagrán) se despierta con una horrible resaca en la cama y en la casa de Julia (Michelle Jenner), una guapa moza con la que parece que ha pasado la noche, aunque los recuerdos son difusos, por no decir inexistentes. Tras unos momentos de embarazosa convivencia, ambos constatan que no hay nadie por las calles, que todo parece desierto, y entonces descubren que un gigantesco platillo volante, una nave extraterrestre, se encuentra flotando sobre la ciudad de Madrid. Deciden permanecer en el piso de la chica hasta que se aclare la cosa. Pronto descubren que Ángel (Carlos Areces), vecino de Julia que obviamente está colado por los huesos de la chica (y por lo que los envuelve también), está también en el edificio. Y no sólo eso, sino que repentinamente aparecerá Carlos (Raúl Cimas), el novio inconfesado de la moza, que se ha pegado una buena caminata desde las sierras donde han evacuado a la población hasta la capital para estar con la chica. Pronto llegarán los malos entendidos, y pronto se descubrirá que los sentimientos de la chica hacia los mozos son más confusos de lo que parecía. Los de los mozos hacia la guapa, no. Que en esto, los hombres somos más lineales.

Calle de Alcalá

Por un mapa que muestran, parece que el platillo volante no se sitúa justo sobre el centro de Madrid, más bien mirando hacia el horizonte a la izquierda de la foto. En las cercanías de Barajas.

Vamos a ver. Voy a ir al grano. Tengo la sensación de que hay una conspiración entre «críticos» de cine para poner por las nubes a la película de Vigalondo con el fin de animar la taquilla. Cosa que no están consiguiendo, encima. La película no es una catástrofe. Pero sinceramente, no me ha gustado. Básicamente, por dos motivos. Si es una «comedia romántica», que además en algún sitio es calificada como «desternillante», esperas dos cosas. Que haya un historia de amor, que por improbable o surrealista que parezca, tenga visos de credibilidad por la química entre los protagonistas y por la empatía que genere en el espectador, y que te rías. Y desde mi más humilde opinión, esto no sucede en ningún momento.

La película empieza bien, las premisas de partida son interesantes, y hay elementos para hilar un filme emparentado aunque sea lejanamente, con las mejores tradiciones de la screwball comedy. Una guapa, dos galanes rivales, y un personaje bufo. A partir de ahí, lo que necesita es un guion ágil, con situaciones imposibles, que debería ser fácil de elaborar por la extraña situación provocada por la nave extraterrestre, y unos diálogos divertidos. Pero no hay nada de eso. La película se arrastra penosamente con un desarrollo que no tiene mucha coherencia, sin conseguir esbozar en el espectador más que alguna tímida sonrisa. Y para colmo, tiene un final sin mucho sentido. No tiene sentido que la chica se quede con el que se queda. Ninguna mujer lo haría, salvo que estuviese ida del bolo. No es que las alternativas que se plantean sean mucho mejores,… pero… Tampoco la chica, aparte de mona, es una joya. Pero es lo único que hay. Una tía que en una situación angustiosa como debe ser una invasión marciana, rodeada de tíos en casa, con dos que hay que suponer extraños, se la pasa en pijamitas de calzon cortito o con camisoncitos también cortos.

Torre de Madrid

O mucho mejor sobre la Torre de Madrid en la plaza de España. A ser posible con un haz luminoso que la englobe. Eso hubiera generado un efecto estupendo.

Eso sí, los listos del cine, yo sólo soy un simple aficionado, nada más, hablan de la planificación y de la habilidad para rodar en espacios reducidos, y un montón de cosas más que intentan justificar las bondades como realizador del director. Pues vale. Aceptamos la competencia técnica del mismo para mover una cámara. Pero detrás de eso hay un vacío más aterrador que el de las calles de la capital ante la amenaza marciana.

Los cinco intérpretes, a los cuatro mencionados hay que añadir un tipo (Miguel Noguera) que se ha montado una «emisora clandestina» para defenderse de la invasión, cumplen con un aprobado justo. Hace tiempo que digo que la televisión, especialmente con el bajo nivel de la ficción televisiva española, no es una buena escuela de actores. Antaño venían más fogueados del mundo del teatro, o empezaban en el cine de forma más directa, o en producciones de televisión más cuidadas. Y el nivel de exigencia entre los distintos medios. Lo que vale para una ficción que no es más que una contenedora de espacios publicitarios en la caja tonta, no vale para una historia de casi dos horas de duración de ficción ininterrumpida en una pantalla grande. Pero bueno. Tampoco están para condenarlos. Creo que la falta de gracia de la película no está en ellos sino en la flojera del guion en sí mismo. Y creo que el tipo de la emisora clandestina esta poco aprovechado.

Pues lo dicho. No vamos a decir que es una película catastrófica. Pero si que es muy floja en cualquier sentido. Supongo que la diferencia en la taquilla estaría en que con una distribución y una publicidad más agresiva, en el primer fin de semana podría haber tenido mejores resultados. Porque luego, el boca a boca probablemente iría en su contra. Terminará su vida con una recaudación penosa, y sus responsables y sus críticos amigos, acabarán echando la culpa a los poderes fácticos y a los espectadores de los males del cine español. Lo último que se les ocurrirá pensar es que los productos que ofrecen son escandalosamente mediocres. Tomen ejemplo de Intocables. Una película francesa, que normalmente pasaría sin pena ni gloria, que está consiguiendo excelentes resultados en gran medida por el boca a boca. Es cierto que apoyada por el éxito inicial en su país. Aunque son muchas las películas francesas que con gran éxito en su país, en este ni siquiera han aparecido. Porque quienes la hemos visto, la hemos recomendado inmediatamente a quienes conocemos. Con este ejemplo, ¿entenderán mejor los problemas del cine español? Probablemente, no. Qué pena.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

Tío Pepe

O sobre el Tío Pepe de la Puerta del Sol, que es una dirección más espacial. Pero claro, como ha estado de reformas este famoso letrero... No sé si lo habrán vuelto a colocar... No...

[Cine] Super 8 (2011)

Cine

Super 8 (2011), 21 de agosto de 2011

No se puede decir que uno vaya a ver una película de estas características sin preocupación. Si uno ha visto el avance y ha escuchado comentarios sobre lo que se viene encima, es difícil acudir a la sala de cine con el ánimo neutral. Nos dicen que la película esta dirigida por J.J. Abrams y producida por Steven Spielberg. Esto también condiciona mucho. Vamos. Que no me va a salir la reseña habitual de las películas que veo. No seguiré mi esquema habitual. Que salga lo que quiera. Libertad ante todo.

Estación entre Gotemburgo y Estocolmo

El lío en la película comienza con el "rodaje" de una "película" con un tomavistas de super 8 por un grupo de preadolescentes en una estación rural en el medio oeste americano; en la foto, algo parecido, pero en la vía entre Estocolmo y Gotemburgo, Suecia (Leica D-Lux 5).

Vamos con estos dos personajes del cine y la televisión. Spielberg ha sido uno de los magos de la gran pantalla del último cuarto del siglo XX, con películas de todo tipo. Pero obviamente ha sido el gran revitalizador del cine de aventuras. Y poner aquí todos los ejemplos que lo demuestran sería excesivamente prolijo. Pero dentro de sus «obsesiones» cinematográficas, las visitas a nuestro planetas de amables alienígenas ha sido una constante. Y así, títulos como Close encounters of the third kind (Encuentros en la tercera fase), y sobretodo E.T. The Extra-terrestrial (E.T. El extraterrestre) marcaron una época de la historia del cine, y han dejado huella en el cine posterior. Hasta tiempos tan recientes como 2002, encontramos a Spielberg relacionándose con los extraterrestres en la prescindible nueva versión de The War of the Worlds (La guerra de los mundos), o como productor ejecutivo en un serie de muy buena factura aunque de escaso impacto en nuestro país como fue Taken (Abducidos).

Pero Spielberg también estuvo detrás de una película que marcó un hito generacional en las aventuras de adolescentes, aunque su dirección fuera confiada a otro. Se trató de The Goonies (Los Goonies), filme que mezclaba de forma casi perfecta el crecimiento de jóvenes adolescentes con sus inseguridades y sus difíciles relaciones con el mundo y entre sí y el cine de aventuras con elementos clásicos e imperecederos. Quizá no fuera una película perfecta, pero es recordada unanimemente por mi generación y la de nuestros hermanos pequeños, a las que se ajustaba mejor por edad y condición.

Estación

Un gran accidente ferroviario desencadenará la intensa aventura que vivirán nuestros protagonistas; en la foto, un intercity y un tren regional suecos, esperan pacientemente en la estación de Gotemburgo (Leica D-Lux 5).

Luego tenemos a J.J. Abrams. Este es un personaje que a mí me tiene un poco despistado. Creador de series televisivas que se han desarrollado con éxito, a mí sólo me han llamado la atención dos. Lost (Perdidos), que llamó la atención de todo el mundo, pero que a mí, tras unas primeras temporadas muy entretenidas acabo cansándome, y Fringe, una serie que al contrario, en mi opinión empezó flojita y arrastrando lastres de la anterior, para tomar carácter propio y ser en estos momentos una apasionante serie de ciencia ficción. Su carrera como director de cine, escasa, me habla de un competente artesano en el campo del cine de acción y pirotecnias básicas, pero que me interesa más bien poco. Sin embargo, por ahí es un individuo que levanta pasiones, y no faltan quienes lo comparan con Spielberg. Mmmmmmm… exageran. Sin duda.

Pues si cogemos los ladrillos básicos que he mencionado en los tres párrafos anteriores, tenemos las película que nos ocupa hoy.

  • Extraterrestres: Uno. Atascado en nuestro planeta. Como E.T. Pero con «peor humor».
  • Preadolescentes: Despistados. Sobretodo los dos protagonistas. El chico, Joe (Joel Courtney), que perdió recientemente a su madre en un accidente de trabajo, y que vive sólo con su padre, Jack (Kyle Chandler), un austero policía que todavía no sabe como reconducir su vida ni la de su chaval. La chica, Alice (Elle Fanning), un guapa compañera de la middle school (el equivalente a la antigua segunda etapa de la EGB en nuestro país), que vive también en un entorno familiar problemático con su padre, Louis (Ron Eldard). Los problemas de ambas familias estarán interrelacionados. Ambos, junto con el grupo de amigos del chaval, iniciarán un camino de descubrimiento y de crecimiento personal.
  • Aventura: Mucha aventura. Espectaculares accidentes ferroviarios. Un misterio sobre la naturaleza del monstruo. Los «malos tontos» militares, también un clásico de este tipo de películas. Lo suyo de pirotecnia pero con moderación. Y correrías motivadas por los afectos de los unos hacia los otros. Desinterés por lo propio, altruismo por lo de los demás.
  • Un artesano en la dirección. Que lleve a cabo la empresa con destreza. Si además se ha creado un nombre, justificadamente o no, en el medio pues mejor.

X2000 - Estación

Esta importante presencia ferroviaria en el filme hará que probablemente en los próximos días engrose mi colección de películas sobre el ferrocarril en la historia del cine (Leica D-Lux 5).

Resumiendo, para no alargarnos mucho más. Todo el conjunto de la película suena a homenaje/autohomenaje a las películas de aventuras que de la factoría Spielberg salieron entre los años 70 y 80. Los guiños no sólo se dirigen a las mencionadas sino a otras varias que salieron de la misma mente pensante. Han buscado centrar la acción en dos puntos fundamentales. El sentido de aventura y el crecimiento personal de los chavales. Y en gran medida lo consiguen con dos planteamientos básicos. Un retorno a una forma de rodar aventuras que ya es clásica, y un grupo de intérpretes poco conocidos y que por lo tanto no distraen, pero que ejercen su papel con gran eficacia.

La película, digan lo que digan los más sesudos, es muy entretenida. Te lo pasas básicamente muy bien. Nada es original, nada te asombra, todo esta visto. Pero todo está bien ensamblado, sientes empatía por los personajes, y te involucras en una acción que sólo tiene un problema mayor. Es previsible. En cuanto llegas a cierto punto en el que poco a poco te han introducido los elementos claves de lo que está pasando, sabes cómo va a terminar. Porque conoces los antecedetentes. Pero salvo este defectillo, es un producto absolutamente recomendable. Desde luego para los chavales, que se lo pasarán bien. Pero también para los adultos, que la verán sin problemas, y les recordará a las películas de aventuras de tiempos pasados.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: 
***

Estación

Con esta vista de gente joven pelando la pava en la estación de Gotemburgo, lo dejo hasta la siguiente (Leica D-Lux 5).

[Cine] Paul (2011)

Cine

Paul (2011), 31 de julio de 2011.

Cuando hace unas semanas vi el avance de esta película en un cine, no me imaginé que acabaría viéndola. Dos tontos graciosos de turno, un marcianito cabroncete, y mucho humor escatológico y sal gorda. Lo habitual en el cine paródico actual. Sin embargo, ayer nos pillo con ganas de comedia, y tras mucho cavilar (la posibilidad de hace la comedia nosotros mismos vista la cartelera), decidimos darle una oportunidad a este filme, cuando descubrimos que cierto componente británico anda escondido en su concepción. Veamos cómo nos fue.

Sinopsis

Clive (Nick Frost) y Graeme (Simon Pegg) son dos friquis (nerds es la palabra original inglesa), británicos, aspirantes a escritor e ilustrador de ciencia ficción respectivamente, que acuden a la tradicional convención del cómic en San Diego (Comic-Con), y que luego emprenden un viaje en autocaravana por el sur de los Estados Unidos, peregrinando por los lugares más icónicos de avistamientos de platillos volantes y extraterrestres. En una de estas topan con Paul (Seth Rogen, voz), un auténtico extraterrestre, gamberro y malhablado, que quedó prisionero del gobierno en los años cuarenta. Ha escapado e intenta evitar a los malos agentes del gobierno que le buscan, liderados por el misterioso Zoil (Jason Bateman). A esta huida, acabará sumándose en un momento dado Ruth (Kristen Wiig), una integrista cristiana tuerta que regenta con su padre un estacionamiento de autocaravanas. A partir de ahí, nuevos elementos se irán sumando a la persecución hasta el desenlace final.

Realización y producción

Dirigida por Greg Mottola, no nos engañemos, esta película no pretende ser una obra de arte. Sólo pretende ser un entretenimiento. Entretenimiento basado en la parodia de las películas de extraterrestres, especialmente de las de Steven Spielberg que hace un pequeño cameo sonoro en la película. Eso sí, es una parodia sin mala leche, a pesar de lo malhablado e irreverente del extraterrestre. Es una parodia con cariño; incluso se podría decir que es un homenaje. Lo cual la distancia notablemente de otros productos paródicos que asaltan periódicamente la cartelera. Colateralmente, se van introduciendo en el guion otros elementos de crítica, parodia u homenaje, como las continuas referencias a Star Wars, las mordaces referencias al fundamentalismo cristiano y a las teorías creacionistas, a los estereotipos británicos vistos por los americanos y a los americanos vistos por los británicos. Y toda la realización está encaminada a esto, bajo el guion de los dos protagonistas británicos del filme. Un guion que comienza con fuerza y garra, pero que se va estirando y haciendo cansino hasta el final del filme.

Interpretación

Antes que nada una advertencia. Para que muchas cosas tengan sentido, esta película hay que verla y escucharla en su idioma original. Hay que tener en cuenta que la forma de expresarse británica y norteamericana es distinta, no sólo en el acento, sino también en determinados vocabularios. La traducción, el maldito doblaje, elimina muchos de estos matices. Dicho lo cual, los intérpretes de la película se aplican a su misión que es llevar una sonrisa a los labios del espectador. Lo cual sucede con suficiente frecuencia como para darles un aprobado general. Comentar que a los intérpretes mencionados hasta el momento, conviene saber que hay tres pequeños papeles destinados a Jane Lynch (que ha alcanzado cierta fama interpretando la mala de la televisiva Glee), Sigourney Weaver, y Blythe Danner, madre de Gwyneth Paltrow, que puede que a no mucho tardar consideremos, que pareciéndose como se parecen madre e hija, se conserva más guapa y elegante la madre que la hija, un tanto zarrapastrosa esta última en ocasiones.

Conclusión

El resultado final de esta película es mucho mejor de lo que yo me temía. Ya estaba yo pensando en asignar un número ridículo de estrellitas en la valoración del filme, cuando poco a poco vi que había algo de materia gris detrás del producto. Probablemente, originado en el origen británico de las ideas. No es el humor zafio norteamericano que en tantas parodias hemos visto. Siempre han tenido un fino humor los originarios de la pérfida Albión. Pero no nos engañemos. Tampoco es un comedión tremendo. El guion va y viene constantemente desde momentos divertidos a otros prescindibles e incluso aburridos. Y el final, por lo demás es previsible casi desde el momento en que los dos friquis británicos se encuentran con el alienígena cabezón. Normalmente, esta película la encuentro apropiada para verla en televisión si no tienes nada mejor que hacer. Pero tal y como está la cartelera, igual es de lo mejor en comedias que se puede ver en estos momentos.

Calificación

Dirección: **
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: 
**

Recomendación musical

Mientras escribo esto, me he puesto la banda sonora de La guerra de las galaxias. Lo que ahora se llama Star Wars, episodio IV, una nueva esperanza o algo así. Hay constantes guiños a la saga del tío Lucas, pero un momento simpático es escuchar cierta melodía por parte de un grupo de country en un garito durante la película.

Tren al anochecer

Un tren al anochecer acaba de cruzar el Ebro a su llegada a Zaragoza - Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited

[Breve – TV] Falling Skies – Wikipedia, la enciclopedia libre

Televisión

Falling Skies – Wikipedia, la enciclopedia libre.

Ha comenzado una nueva serie de televisión de ciencia ficción. Esta semana. La produce Spielberg. Así que hay una elevada probabilidad de que sea de… ¡exacto! ¡Alieníngenas! ¡Extraterrestres! ¡Marcianos! Como los queráis llamar. Es curioso. Empezó dirigiendo y produciendo películas donde los extraterrestres eran pequeñitos y bondadosos. Con el tiempo, han aumentado de tamaño y se han venido convirtiendo en unos hijos de… ..ta. Por lo que he visto, de momento es una mezcla de La guerra de los mundos, V y Galactica. Los Mechs, que se supone son los robots de los marcianos, tienen un aire muy a lo centurión cylon. En fin. El piloto de doble duración no ha estado mal. Pero todavía no entusiasma. Sólo entretiene. Veremos.

PS (15 de julio de 2011): Abandonada. En realidad es tremendamente floja. Otra decepción en la ciencia ficción.

District 9 (2009)

Cine

District 9 (2009), 14 de septiembre de 2009.

En los últimos años, una película de extraterrestres o era una película de terror, o era una película de cachondeo. Eventualmente, una excusa para grandes efectos especiales, muchos fuegos artificiales, y heroismos a la americana. En general, películas malas, sin originalidad alguna, muchas veces nuevas versiones innecesarias de antiguas películas.

Pero en esta ocasión nos encontramos con la propuesta firmada por Neill Blomkamp, con un tono totalmente distinto, y probablemente una de las películas sobre extraterrestres más humanas que se han visto. Una gran nave extraterrestre, queda varada sobre el cielo de Johannesburgo, en Sudáfrica, y unos extraterrestres parecidos a artrópodos (en la versión española se les llama «bichos», en la original se ven pancartas donde se les llama «prawn», gambas), son «acogidos» en un suburbio de la capital sudafricana, que acaba convirtiéndose en un gueto chabolista, con muro y todo. A partir de ahí, una multinacional privada que se encarga de la gestión de los extraterrestres, con oscuros intereses, encarga al yerno del jefe para llevar a cabo una operación de realojo, en el cual el tipo en cuestión sufre un accidente que le lleva a una odisea tremenda en la que nunca sabrá quienes son sus verdaderos amigos/enemigos.

La película está rodada en tono de documental en su primer tercio hasta que se va centrando en las aventuras de nuestro héroe/antihéroe, tratando de resolver sus propios problemas, y de paso los de los «bichos». El tono le va. A través de las declaraciones que realizan los personajes secundarios, uno va comprendiendo no tanto lo que está pasando en la acción, sino la hipocresía humana general que rodea las acciones del ser humano cuando tiene que tratar con los que son diferentes. No es banal elegir Sudáfrica como escenario. Estamos viendo una nueva forma de appartheid, una nueva de discriminación. En esta ocasión, de una especie inteligente aunque no humana. A quien no se presta auxilio. Pero que sigue reproduciéndose y causa tensiones. También implica una crítica hacia las organizaciones gubernamentales, aunque en esta ocasión se lavan las manos y quedan representadas por una supuesta multinacional del negocio de armas.

La película trata al espectador de forma inteligente. No intenta explicar quienes son los extraterrestres, de dónde viene, cuáles eran sus intenciones, qué les pasó. Nada de esto se explica. Tampoco se conoce cuáles serán las consecuencias para ellos y para la humanidad del final de los hechos que se narran en la película. Todo esto queda a la inteligencia del espectador. No creo que en ningún momento se planteen segundas partes. Esto va de lo que va. Una reflexión puntual sobre nuestra actitud hacia el distinto, hacia quien no entendemos.

No hay nombres conocidos en el reparto, aunque el protagonismo principal es Sharlto Copley interpretando a ese Wikus Van De Merwe, que evoluciona del ser servil y sin personalidad, prepotente con el débil y temeroso con el poderoso, a una liberación, doloroso, y a convertirse en una forma peculiar de héroe.

Resumiendo, un filme recomendable para quien guste de un poco de ciencia ficción inteligente. Yo le pongo un siete, con la misma nota en interpretación y dirección.

Antena

¿Que haríamos y sentiríamos si una nave extraterrestre se posase en los cielos sobre Zaragoza durante 20 años? - Panasonic Lumix LX3