[Cine] The Fabelmans (2022)

Cine

The Fabelmans (2022; 15/20230216)

Negar que Steven Spielberg es una gran cineasta, uno de los grandes de la historia del séptimo arte, sería una soberana tontería. Sabe hacer cine muy bien. Excelente. Pero lo mismo que digo esto, también he de decir que su forma de hacerlo, por buena que sea, ha habido ocasiones en las que me ha repelido. Una película debe generar emociones. Potentes emociones. Pero no debe manipular las emociones. Deben ser emociones genuinas. Y creo que en muchas ocasiones Spielberg ha sido un manipulador, y no siempre en lo que yo considero la buena dirección. Algunas escenas de Saving Private Ryan todavía me molestan mucho en la memoria, y no son necesariamente las que imagináis. Por otro lado no faltan películas en su filmografía excelentemente rodadas… que son un pestiño. Y la aparente incapacidad para terminar a tiempo la película, sin añadidos estúpidos que estropean tus sensaciones a la salida del cine.

Por todo ello, cuando decidimos ir a ver esta película inspirada por su propia biografía, por su propia infancia y adolescencia, cuando el futuro director de cine se bregaba con las Bolex Super 8 en sus películas familiares, escolares y en sus proyectos personales. Encarnado su alter ego por Gabriel LaBelle, si importante es en la película el nacimiento de su amor al cine y a la narración de historias visuales, importante también es su relación con los padres, con el padre (Paul Dano), pero especialmente con la madre (absolutamente magnífica Michelle Williams), y la compleja relación entre ellos y con un tercer cateto (Seth Rogen) en un peculiar triangulo de familia y amistad disfuncional. Más diluida queda la relación con las hermanas, especialmente la mayor (Julia Butters), que podría haber dado más de sí.

He de decir que Spielberg se gana mi simpatía cuasiincondicional hacia la película en sus primeros minutos. En ellos, contemplamos cómo el joven Sammy va por primera vez al cine acompañado de sus padres, a ver The Greatest Show on Earth de Cecil B. DeMille, y queda fascinado por la escena del choque de trenes. Como quedé yo siendo un niño muy jovencito viendo esta misma película y esta misma escena con mis padres en una matinal de domingo en el Gran Teatro Fleta de Zaragoza, en un reestreno de la película, en algún momento al final de los años 60. Uno de mis recuerdos más vivos de mis primeras películas en el cine y en mi infancia. Reconozco que con una secuencia que tan fuertemente resuena en mi memoria y emociones, probablemente ya tengo un fuerte sesgo positivo hacia la película.

Pero creo que no soy injusto al decir que es una muy buen película altamente recomendable. Con unas excelentes interpretaciones, lideradas por Williams a quien el mundo le debe un gran premio cinematográfico desde hace años, y con una manufactura espléndida, nos cuenta una historia con mucho corazón. Que quizá no trascienda más allá de lo que es una reflexión personal autobiográfica, pero que es realmente valiosa y muy recomendable. Como guinda al pastel, en esta ocasión Spielberg sabe terminar la película de la forma adecuada, con un pequeño chiste a costa de John Huston y su lección de cómo encuadrar la imagen… una lección que establece una regla que, como todas las reglas, está pensada para ser rota por los mejores.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] West Side Story (2021)

Cine

West Side Story (2021; 78/20211224)

Si os he de ser sincero, que Steven Spielberg se hubiera embarcado en la adaptación de un clásico del musical como es West Side Story, no me hacía una especial ilusión. Spielberg ya ha realizado algún nueva versión de alguna obra previa, o había dado su visión particular de algún universo literario, y en ninguno de los dos casos me entusiasmó. De hecho, se encuentran entre las películas que menos me gustan del prestigioso director. Y luego está el hecho de que la primera versión que se llevó al cine ya fue un gran logro. Quizá para el público, lo que más se recuerde sea el glamour de sus estrellas. Bueno… el glamour de Natalie Wood en concreto, en la romántica historia que por sí ya es también una versión o actualización de un clásico como es la tragedia Romeo y Julieta de Shakespeare. Pero es una película que tiene muchas más virtudes en su dirección, fotografía, coreografía, diseño de producción,… todo aquello que hace grande al cine. Mucho a cuestas para que no entusiasmase que de repente el director, aparentemente falto de ideas, tire de la realización de nuevas versión, algo que desgraciadamente sucede con excesiva frecuencia en el Hollywood actual.

Una de las secuencias de la película está rodada en The Cloisters, una sucursal del Metropolitan Museum de Nueva York, en el extremo norte de la isla de Manhattan. Pocos turistas se acercan. Está lejos y se pierde tiempo en los desplazamientos. Pero a mí me encantó, como a los protagonistas de la película de hoy.

Por otro lado… el musical no es un clásico por nada. La música de Leonard Bernstein, las letras de Stephen Sondheim… son de lo mejor del género. Y los problemas derivados de la inmigración, la pobreza, las desigualdades basadas en etnias y otros factores en el mundo, y especialmente en los Estados Unidos… no han dejado de estar de moda. Aunque hace tiempo que hay quejas de las minorías étnicas sobre el hecho de que la única visión de sus problemas que llega a los medios y a la creación artística parece ser la de los blancos. No entraré en ese tema. Me centraré en los aspectos relacionados con la calidad cinematográfica. Sobre el argumento… para quienes no lo sepan… en el lado oeste de Manhattan respecto a Broadway conviven malamente los inmigrantes puertorriqueños con los restos de gente de origen europeo que han prosperado poco. Y los adolescentes se enfrentan en bandas callejeras entre sí. Hasta que un día, Tony (Ansel Elgort), uno de los líderes blancos [trasunto de Romeo Montesco, del partido gibelino en Verona], se enamora de Maria (Rachel Zegler), hermana de uno de los líderes puertorriqueños [trasunto de Julieta Capuleto, del partido güelfo en la bella ciudad italiana]. Pero eso no va a impedir que sigan los trágicos enfrentamientos entre las bandas. Todo… con muchas canciones.

Después de ver la película, mi impresión es que Spielberg, que debe estar forrado, tiene la capacidad para filmar lo que quiera, es decir, de conseguir el dinero para ello, y le apetecía demostrar al mundo entero su capacidad para filmar con solvencia e innovación este película, siendo fiel al musical original, y con las justas referencias a la buena adaptación de 1961. Es decir, nos encontramos ante un alarde. Un alarde de considerable empaque. Y en el aspecto artístico sale perfectamente adelante y con buenísima nota. La película es muy muy muy notable, bordeando la excelencia. A pesar del escepticismo con el que la afrontábamos a primeras horas de la tarde de nochebuena, poco a poco nos dejamos llevar por lo que pasaba ante nos ojos, sumergiéndonos progresivamente en un espectáculo excelente.

Pocas caras muy conocidas entre el reparto. Con la simpática presencia de Rita Moreno en el reparto, quien hizo de Anita (hoy en día Ariana DeBose) en la versión de 1961, ya octogenaria, pero en muy buena forma, y con unas intervenciones de gran nivel, y algún otro secundario veterano, estamos ante un reparto joven y poco conocido, escogido entre artistas que cantan y bailan con solvencia, e incluso con gran calidad. Un punto a favor de la versión de 2021 sobre la de 1961, en la que el reparto hacía playback sobre las voces de cantantes profesionales. Y aunque pocos número se han grabado en directo en la grabación, son playback sobre sus propias voces, alguno sí… lo cual es meritorio. Sin dudar de que los ingenieros de sonido habrán puesto de su parte para que todo quede perfecto al final. Muy bien para el reparto.

En la parte musical, no vamos a descubrir la calidad de la música de Bernstein y las letras de Sondheim, como ya hemos mencionado, pero hay que destacar las excelentes coreografías que se nos ofrecen, innovadoras con respecto a las de 1961, aunque con recuerdos y detalles extraídos de las mismas, para establecer un buen diálogo entre las dos obras. Y qué decir de la maravillosa fotografía de Janusz Kaminski, un clásico en los trabajos de Spielberg, que firma una de las iluminaciones para interesantes de su carrera, que demuestra la maestría de este director de fotografía.

Vamos… que nos gustó mucho. En una enorme y fría sala de cine, casi vacía, puesto que no creo que llegáramos a diez personas las que estábamos en esa sesión en versión original subtitulada. Y no es simplemente que fuera el día de nochebuena. O que fuera versión original. Es que la película se ha estrellado en la taquilla en sus primeras semanas de proyección en todo el mundo de forma estrepitosa. A pesar de la entusiasta opinión de la crítica cinematográfica, que la ha ensalzado notablemente. Pero a la gente parece que ya no le interesa este tipo de cine. Salvo que el boca a boca la recupere, Spielberg y sus financiadores las van a pasar canutas para recuperar la inversión. Porque no es una película barata… En fin, una pena. Como digo, una muy buena película. No una versión de la película de 1961, aunque le preste varios homenajes, sino una nueva versión, muy fiel, al musical original de Broadway. A mí me mereció mucho la pena las dos horas y media de proyección. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Periodismos y Adolescencias (2017) y una repesca nacional

Cine

Odio la forma en que este año las distribuidoras han acumulado las películas más activas en la época de premios en pocas semanas para su estreno. Esto nos obliga a hacer un esfuerzo para ir viéndolas. Y a poca reflexión a la hora de comentarlas, agrupándolas semanalmente… Pero bueno. Ahí va la ración de esta semana.

The Post (2017; 08/20180204)

The Post es el título original, y de la versión original, de la película que en España se ha estrenado doblada al castellano como Los archivos del Pentágono. Y también es el apelativo por el que se conoce al periódico norteamerico The Washington Post. Cuando salimos del cine en una fríiiiiiia noche de invierno, el comentario fue «Spielberg se ha encargado de la precuela de All the President’s Men«. Quién iba a pensar que el tío Steven iba a acabar siendo un director de precuelas…

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Sirmione y el lago de Garda es una de las bellas localizaciones de una de las películas de hoy, y allí nos vamos, que merece la pena la visita.

Nos cuenta la historia de cómo el diario de la capital norteamericana, que era un diario de segunda fila en aquel momento que aspiraba a más, justo cuando su propietaria Kay Graham (Meryl Streep) lo saca a bolsa para hacerlo más grande, tiene que enfrentarse al reto de desafiar al gobierno de Nixon publicando los llamados Papeles del Pentagóno, que ya había empezado a publicar el Times (The New York Times). Eso sí bajo el liderazgo de Ben Bradlee (Tom Hanks) que representa en esta ocasión la típica figura íntegra y heroica yanqui, sea verdad o no.

La cosa va más de una defensa de la libertad de prensa que del contenido real de los dichos papeles. Una de estas películas que están surgiendo como respuesta a la administración ultraconservadora y manipuladora de Trump. La película es entretenida y está muy bien interpretada, pero no aporta nada nuevo, que no hayamos visto ya en numerosas ocasiones. Además de los protagonistas, que chupan mucha pantalla, muchos ilustres de la interpretación en papelines de poco calado. Muy por debajo por ejemplo de una reciente premiada en los Oscars, en casi todas sus dimensiones.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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Call Me by Your Name (2017; 09/20180208)

Esta película del italiano Luca Guadagnino, con guion nada más y nada menos que de James Ivory adaptando una novela de André Aciman, había levantado tales expectativas, había venido precedida de tan buenas críticas, que había cierto riesgo de que pudiese defraudar.

Tampoco es una película novedosa, o tan novedosa como algunos proponen. La sensualidad de unas vacaciones de verano en un paraje mediterráneo, en esta ocasión el norte de Italia, no es nueva en el cine como marco para el despertar sexual de un o una adolescente. En esta ocasión se trata del joven Elio (Timothée Chalamet), hijo de un matrimonio de intelectuales italianos de origen judío, que está tonteando, parece que con éxito con la joven y chic francesita parisina Marzia (Esther Garrel). Hasta que llega Oliver (Armie Hammer), un ayudante norteamericano de su padre, el doctor Perlman (), para los trabajos de investigación arqueológica que está haciendo. Bien acogido por este y por su mujer, Annella (Amira Casar), el apuesto nortemericano judío de Nueva Inglaterra pondrá boca abajo los sentimientos de Elio.

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Mentiría si no reconociese que la película, quizá demasiado larga y morosa en su desarrollo, aunque esa morosidad se adapte a la época estival en la que se desarrolla la acción, no tiene momentos absolutamente magistrales. Porque los tiene. Pero a su vez, aquí y allá se rellena de momentos de un buenismo y un buenrollismo de una cierta empalagosidad, y en ocasiones superfluos e incluso poco creíbles. Uno de los que más nos chirriaron es la última de las escenas en la que coinciden en pantalla Elio y Marzia… Las tres féminas que me acompañaban trataron de inverosímil la reacción de una joven de diecisiete años en 1981 a la que han tratado como han tratado. Y qué padres tan perfectos los del joven… pero si su madre les lee el Heptamerón en alemán cuando se les va la luz por las tormentas… ¡Eso es nivel!

No negaremos por lo tanto sus virtudes. Y ciertamente es recomendable. Pero con la sensación de que han exagerado sus virtudes, quizá por la exaltación de lo políticamente correcto en los tiempos que corren. Los dramas de los sentimientos son más dramas, son más sucios, son menos perfectos. Película políglota. Se habla en italiano, francés, alemán e inglés. Sin sentido que no se respeten los idiomas.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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Repesca: La llamada (2017)

Estrenada en España a principios del otoño, de esta película de Javier Ambrossi y Javier Calvo habíamos leído algunas buenas críticas, aunque su sinopsis, lo de la llamada vocacional monjil de una adolescente durante un campamento de verano nos producía una nula atracción. Aunque no hace muchas semanas que desapareció de la cartelera, ya está en plataformas de vídeo bajo demanda, y le di una oportunidad. Como mucho me temía, la crítica española es excesivamente condescendiente con las producciones nacionales. No es ninguna catástrofe, ni resulta estomagante. De hecho, esta comedia tiene algunos punto muy originales que la convierten casi en un producto indefinible. Pero quizá no se sabe exprimir a fondo la premisa de partida. Y su reparto, aunque se esfuerza, y es un reparto en el que trabaja gente con posibles, tampoco basta para hacer destacar el filme. No pasa nada por verla, tiene algún momento curioso, pero nada más.

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[Cine] Bridge of Spies (2015)

Cine

Bridge of Spies (2015); vista el 7 de diciembre de 2015.

Título original en inglés para la versión original subtitulada de una película que podemos encontrar doblada en la cartelera española con su título traducido casi literalmente como «El puente de los espías». Y dosis de turno de cine de su director Steven Spielberg, que viene precedido de buenas críticas, pero que a mí lo que más me llama la atención es que en sus créditos aparezcan como guiones los hermanos Coen, Ethan y Joel.

Indefectiblemente, nos iremos también a la sufrida ciudad de Berlín, que mira tú que culpa tendrá ella de estar llena de alemanes. Con los cirios que han montado en los últimos tiempos. "Madre con hijo muerto" de Kollwitz en la Neue Wache (la Nueva Guardia).

Indefectiblemente, nos iremos también a la sufrida ciudad de Berlín, que mira tú que culpa tendrá ella de estar llena de alemanes. Con los cirios que han montado en los últimos tiempos. «Madre con hijo muerto» de Kollwitz en la Neue Wache (la Nueva Guardia).

El tío Steven nos traslada a lo más duro de la guerra fría entre el imperio capitalista de los Estados Unidos y el imperio comunista de la Unión Soviética, en un lapso de tiempo que en la realidad histórica abarca cuatro años, aunque en el tiempo de la película no sea así, parece que todo pasa de tirón, por lo menos a la vista del nulo crecimiento de los hijos del personaje protagonista, el abogado James B. Donovan (Tom Hanks). La cuestión es que en algún momento de finales de los años 50, el FBI consigue detener a Rudolf Abel (Mark Rylance), responsable de una eficaz red de espías al servicio de la Unión Soviética a la hora de pasar secretos sobre la tecnología atómica de los norteamericanos. Tras un juicio, que tal y como nos lo cuentan no deja de ser una farsa, Abel es sentenciado a 30 años de prisión. Pero al poco tiempo, cuatro años en la realidad histórica, un piloto espía norteamericano, Francis Gary Powers (Austin Stowell),es derribado y capturado sobre territorio soviético. Es el momento para un intercambio de prisioneros, cuanto antes… no vaya a ser que canten lo que saben… Pero también es el momento en el que se incrementan las tensiones en Berlín,… Es el momento en que se construye el muro, y un estudiante norteamericano, Frederic Pryor (Will Rogers), queda preso en el lado equivocado del mismo.

Decir a estas alturas que Spielberg sabe hacer películas es una declaración propia del Capitán Obvio. Qué es un excelente manipulador de emociones, tres cuartos de lo mismo. Que estemos ante una película memorable, ante «el mejor Spielberg de siempre» según la distribuidora,… no está tan claro. Vayamos pues por partes. Estamos ante una película muy, muy, muy bien hecha, y muy, muy, muy entretenida. Disfrutamos en ella de algunos diálogos, especialmente las interacciones entre el abogado y el espía soviético, que están muy bien. Queremos ver la mano de los Coen por ahí. Y las más de dos horas de duración de la película se nos pasan en un plis-plas. Misión cumplida. Para quienes busquen mero entretenimiento.

Puerta de Brandemburgo.

Puerta de Brandemburgo.

Pero la historia, por lo menos tal cual parece planteada al principio, da para más y más profundo. Por ejemplo, los aspectos éticos del juicio al espía, que pueden ser trasladados al presente con los aspectos éticos del trato a los prisioneros en Guantánamo, al margen de cualquier convenio o sistema legal. La película trata un tanto el tema, pero sin hacer sangre. Hasta el juez que claramente se pasa los principios constitucionales de los que emana el derecho penal por el forro de la entrepierna es presentado como un tipo relativamente simpaticón. Por otro lado, tenemos los típicos tópicos… la familia del «héroe» fija ante el televisión, como si fuesen la familia del astronauta al que encarnó Hanks en aquella misión desafortunada del programa Apolo. O los agentes de la CIA, aparentemente desalmados, pero que parece infantes de guardería comparados con los que nos ofrecen hoy en día algunas series de televisión. Por mencionar algunos de los aspectos flojos de la película. Que los tiene.

Lo que sí tiene el filme es una gran mano ganadora en su reparto. Tom Hanks está muy bien. Más propio de una película de los Coen, los guionistas, que de Spilberg, el director. A pesar de ser habitual de las películas de ambos, creo que ganan los primeros. Y curiosamente, cada vez que Rylance se asoma a la pantalla, casi se lo come. Con una interpretación austera, estoica, nos muestra un de los espías comunistas más simpáticos del cine americano. Si es que nos cae estupendamente, como si fuera nuestro tío favorito. El resto del reparto, un relleno que cumple si hacer sombra a las estrellas de la función.

Lienzo del muro de Berlín en la Niederkirchnerstrasse.

Lienzo del muro de Berlín en la Niederkirchnerstrasse.

¿Es una película recomendable este puente de los espías? Pues mira chico,… sí. Porque realmente te lo pasas bastante bien. ¿Es una gran película? Pues mira chica,… se queda por el camino. Siempre digo que para mí es importante el regusto que deja el filme. Cómo va regresando a la memoria durante unos días. Y lo que pasa con esta película es que satisfechos tras haberla visto,… no ha regresado a la memoria en ningún momento hasta ahora en que me he puesto a escribir esta entrada.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Marx y Engels todavía se "asientan" en el corazón de Berlín-Mitte.

Marx y Engels todavía se «asientan» en el corazón de Berlín-Mitte.

[Cine] Lincoln (2012)

Cine

Lincoln (2012), 18 de enero de 2013.

Seguimos en plena temporada previa a los premios Óscar, y seguimos viendo películas candidatas a las preciadas estatuillas. Aunque claro, cuando Steven Spielberg estrena película, uno la va a ver independientemente de este hecho. O habitualmente. Siempre con la esperanza de comprobar que es uno de los grandes de la dirección cinematográfica actual, siempre con el miedo de que cometa una y otra vez los mismos fallos que hacen que yo me quede con frecuencia insatisfecho. Aunque algunos no los considerarán fallos sino virtudes… veremos.

Con semejante título, uno pensaría que estamos ante la biografía cinematográfica de uno de los presidentes más populares y más queridos de los EE.UU. Pero no. La acción se centra en las semanas que precedieron a la aprobación por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de la decimotercera enmienda a la constitución de este país, aquella en la que se declara fuera de la ley la esclavitud y cualquier forma de servidumbre involuntaria distinta de la que derive de un castigo judicial por una conducta criminal. Y en este filme, que debemos considerar una reconstrucción ficticia sobre hecho ciertos, vemos la determinación de Abraham Lincoln (Daniel Day-Lewis) por sacar adelante la enmienda, por encima de cualquier otra consideración, con la colaboración de su Secretario de EstadoWilliam Seward (David Strathairn). Paralelamente, asistiremos a sus conflictos domésticos con su esposa, Mary Todd Lincoln (Sally Field), derivados de la muerte prematura de uno de sus hijos y del empeño de su hijo mayor, Robert (Joseph Gordon-Levitt), por alistarse en el ejército cuando la guerra civil no ha terminado todavía.

Bien. Vayamos por partes. La película está excelentemente filmada como no podría esperarse de otra forma, destacándose en el aspecto técnico la estupenda fotografía de Janusz Kaminski, director de fotografía de cabecera de Spielberg, y que ya ha demostrado sobradamente su valía. Todo perfecto en el aspecto técnico. Pero sin embargo la historia no me acaba de cuajar. Porque he encontrado algunos de los vicios que mencionaba del director. La película es morosa. A veces se pierde en detalles que desde mi punto de vista aportan poco a la historia. Y los diálogos resultan a veces pedantes, impostados, como si siempre tuvieran los personajes un cronista al lado para anotar lo que dicen y trasladarlo a los libros de historia. Lo cual es poco natural. Y como suele suceder con Spielberg, su mensaje ético o moral me parece dudoso. No me cabe duda de que el interés del director es el de elevar la figura de Lincoln, pero mostrando a su vez un lado humano. Sin embargo, por noble que fuera la iniciativa, difícilmente se puede llamar a sí mismo un régimen democracia si la esclavitud impera entre sus fronteras, los métodos que se proponen son cuanto menos cuestionables. En la historia doméstica, resulta notable la interacción entre los dos cónyuges de la Casa Blanca, pero me resulta más prescindible la historia del hijo que quiere ir a la guerra. Finalmente, como de costumbre en este director, la película no sabe terminar a tiempo. El final ideal es cuando un personaje secundario, pero que tal vez mereciera una película para sí solo, el del representante Thaddeus Stevens (Tommy Lee Jones), sale de la cámara. O poco más. A lo que es la esencia de la historia, el paseo a caballo por el campo de batalla de Petersburg, o la escena de la rendición de Lee en Appomattox, o el asesinato del presidente y su muerte final no son esenciales a lo principal de la historia, alargan innecesariamente la película, y simplemente tienen una finalidad hagiográfica que me sobra.

Desde luego, el reparto, lleno de nombres ilustres, es de primerísimo nivel. No sólo en los papeles protagonistas, sino en muchos de los secundarios. Disfrutamos con los sinvergüenzas Bilbo (James Spader)Latham (John Hawkes). Comprobamos lo bien que le sienta ser Ulyses S. Grant (Jared Harris) a un «mad men» de aspecto pusilánime. Simplemente por hablar de algunos de ellos. Los que están realmente bien son Day-LewisField como el matrimonio Lincoln, pero sobretodo, a quien disfrutas en cada una de sus apariciones, el que quisieras que fuese protagonista de la función es Tommy Lee Jones que borda el papel del radical antiesclavista en la cámara de representantes. Fenomenal. Realmente.

Dicho todo lo anterior, y a pesar de las críticas que he vertido, que no son muy distintas como se puede deducir de las que haría en otras películas del director, estamos ante una buena película que conviene ver. Sin duda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

En lo que se refiere a mis valoraciones sobre quien merecen los premios Óscar, siendo Lincoln una película con muchas candidaturas, se sitúa en muchas de ellas. Pero yo sólo la pondría como ganadora en dos: Mejor actor de repartoMejor dirección de fotografía. Y me entran dudas en la categoría de Mejor actor protagonista. Aunque finalmente he decidido que prefiero al Jean Valjean encarnado por Hugh Jackman.

El Justicia

Si Lincoln es una de las figuras política en los EE.UU., en este rincón de Europa que es Aragón, es el antiguo Justicia del Reino quien representa las libertades y derechos de los ciudadanos, incluso frente a los poderosos monarcas. Aunque fuera al final un rey absoluto quien decapitara, literal y figuradamente, la institución.

[Cine] War Horse (2011)

Cine

War Horse (2011), 10 de febrero de 2012.

Este fin de semana ha sido raro. De hecho, no es habitual que el día elegido para ir al cine sea el viernes. También sucedió un poco por casualidad. Y porque el día había sido lo suficientemente «regular» como para olvidarse un poco de los problemas mundanos refugiándonos en la oscuridad luminosa de la sala de cine. Y como tocaba estreno de Steven Spielberg, y además había sesión en versión original subtitulada, a ella que nos fuimos. Y os lo cuento ahora.

El célebre director y productor, uno de los más significativos de los últimos 40 años en el cine mundial, nos trae la adaptación de una novela en la que se cuentan las andanzas de un caballo nacido en los páramos de Devon en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial, y que acaba siendo uno más de los millones de estos animales que sufrieron también las consecuencias de esta devastadora conflagración. Es cierto que Spielberg da mucha importancia a la historia de amistad entre el chaval que domó al caballo cuando era un potro y el animal, si bien por lo que leo por ahí en la novela lo importante son las andanzas del caballo. A lo largo de estas andanzas observaremos la estupidez de las cargas de caballería contra la infantería armada de potentes ametralladoras, el uso de los animales como tiro en ambulancias cuando las mecanizadas fallan, su trabajo hasta la extenuación tirando de las pesadas piezas artilleras, y la muerte de estos animales por hambre, enfermedades, el efecto de las bombas y la metralla, o simplemente quedando atrapadas entre las alambradas sembradas por los humanos en la llamada tierra de nadie.

En diversas ocasiones, con motivo de lecturas, televisión o cine, he comentado que hecho en falta grandes películas que inviten a la reflexión sobre lo que fue la Primera Guerra Mundial. Un conflicto que marcó de forma tremenda, y tremendamente negativa, el devenir del mundo durante el siglo XX. Es cierto que se pueden encontrar algunos buenos ejemplos de cine sobre el tema. Algunos filmes de entre guerras como All quiet on the western front (Sin novedad en el frente), basado en la imprescindible novela de Erich Maria Remarque, o A farewell to arms (Adiós a las armas), sobre el texto de Hemingway. Podemos recordar también la impresionante Paths of glory (Senderos de gloria) de Kubrick. En cine más moderno, sin duda Gallipoli es una película de referencia. Hay más. Pero no son muchas.

Cuando me enteré que Spielberg estaba detrás de una historia sobre este periodo, mi expectación se levantó. Recordemos que está detrás de filmes dedicados a la Segunda Guerra Mundial muy importantes como Empire of the sun (El imperio del sol), Schindler’s list (La lista de Schindler) o Saving Private Ryan (Salvar al soldado Ryan). Que ha producido series de televisión tan interesantes como Band of brothers (Hermanos de sangre) o The Pacific. O el díptico de Clint Eastwood dedicado a Iwo Jima, Flags of our fathers (Banderas de nuestros padres) y, especialmente, la maravillosa Letters from Iwo Jima (Cartas desde Iwo Jima). Te podrá gustar más o menos lo que se dice en este conjunto de producciones, pero se dice y se reflexiona mucho.

Sin embargo, detrás de una película excelente en cuanto a detalle en la producción, lujo en la filmación, con una fotografía clásica pero maravillosa, con una recreación excelente, con una demostración de saber hacer cinematográfico más que notable, se nos presenta una historia que me resulta pobre. Insuficiente. Facilona en sus planteamientos sentimentaloides. El chico majete que se va a la guerra a por su caballo, la pobre adolescente huerfanita y débil de salud que vive con su abuelito en plan Heidi, el pobre soldadito alemán de 14 años, los gestos heroicos aunque abundantemente estúpidos de la romántica caballería a la carga. Pero se pierde la posibilidad de utilizando los ojos del caballo como hilo conductor, realizar una reflexión más profunda con unos elementos que la película los tiene, pero los desaprovecha. La dura vida en las trincheras, las decisiones absurdas de los generales, el tremendo trabajo y esfuerzo en las baterías, los soldados fusilados por causas diversas y en general crueles, la vida o la muerte en la tierra de nadie, la guerra química, las enfermedades por desnutrición, agotamiento y por vivir en el barro, el sufrimiento de la población civil,… Todos ellos elementos que están ahí, en la historia, pero que quedan en segundo plano por la manipulación de los sentimientos, que ha sido siempre uno de los fuertes, pero también de los defectos del director.

En el plano de las interpretaciones, la coralidad de la película, con abundancia de personajes, hace que se diluyan un poco en el todo. El chaval inglés protagonista, Jeremy Irvine, lo hace razonablemente bien. Vemos destellos del abundante oficio por parte de Peter Mullan y Emily Watson de como padres del chaval. Y luego una retahila de personajes, cada uno con su ratito de protagonismo que en general cumplen con su cometido. Hay una cosa que hecho en falta. El reparto es multinacional. Los ingleses están interpretados por actores británicos. Los franceses/belgas por intérpretes de esta nacionalidad. Los alemanes, lo propio. Pero en vez de atreverse a rodar una película multilingüe que hubiese dado más profundidad y universalidad a la historia, los diálogos se producen todos en inglés pero con los acentos correspondientes. Lástima. Priman mucho, en exceso, los intereses comerciales orientados al mercado americano y anglosajón, sobre determinados aspectos artísticos. A Spielberg siempre le ha gustado el dinero, y eso ha marcado negativamente algunas de sus películas.

Como conclusión, hay que decir que globalmente considerada, la película es estimable. Se puede ir a ver sin ningún problema. A pesar de sus casi dos horas y media de duración, se pasa en un vuelo. Está muy bien hecha. Es bonito. Con bellos paisajes, con bellos atardeceres, con buena ambientación en los campos de batalla. Pero a algunos nos queda el sinsabor de que podría haber sido mucho más, y se ha perdido una gran ocasión. Todavía me falta la gran película moderna sobre aquel terrorífico e inhumano conflicto. Quizá, a dos años del centésimo aniversario de su comienzo, alguien se anime a por ello.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Hace unos años, de camino entre Bath e Ilfracombe, cuyo cementerio vemos en la foto, pasamos por los páramos de Devon. Retratados de forma idílica en la película de hoy, durante años han sido considerados como un lugar inquietante "por culpa" del sabueso de los Baskerville.

[Cine] The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn (2011)

Cine

The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn (2011), 30 de octubre de 2011.

De las tres posibilidades que ofrecía la cartelera combinando el 3D/2D y la versión doblada y la original subtitulada, elegimos la única que había en versión original subtitulada, y de ahí que el título de la entrada esté en inglés. Se ha estrenado en España también como Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio. Y quienes elijan la versión doblada podrán evitar el 3D, que como ya he comentado en otras ocasiones sirve para tres fines:

  • Para que el espectador tenga que sufrir la incomodidad de llevar durante unas dos horas las malditas gafas.
  • Para disminuir el contraste y la saturación de los colores de la imagen, sin que la ventaja de las tres dimensiones aporte nada sustancial al filme.
  • Para cobrar tres euros más por ir al cine.

Dicho lo cual, las adaptaciones del cómic al cine de obras realmente emblemática siempre han sido difíciles. Y Tintín es demasiado emblemático y sustancial como para no desconfiar a priori. Tengo en casa, y he leído, toda la colección de álbumes del joven periodista belga que nunca envejece, así pasen las décadas y el mundo se modernice a su alrededor. En versión original, en francés. Así que…

La siguiente cuestión es de tipo técnico. La opción por este tipo de animación fotorrealista puede estar justificada dada las características de la propia historieta, que no es caricaturesca pero tampoco busca el realismo, aunque esté excelentemente y minuciosamente ambientadas en las épocas en las que suceden las distintas aventuras del reportero. Sin embargo, no es una de mis formas de animación preferidas. Pero ahí están…

También tenemos el problema de la historia. El argumento. Porque hay muchas historias de Tintín para escoger. Muy diversas en contenido y sustancia. La opción escogida aquí ha sido hacer un refrito de tres de las aventuras: Le crabe aux pinces d’or, Le secret de la Licorne y Le tresor de Rackham le Rouge. Toma elementos de las tres aventuras, pero no es fiel totalmente a ninguna de ellas. Finalmente toma la forma de la típica aventura en la que hay una carrera contra el malo, que siempre va un paso por delante, en este caso primero por desentrañar el misterio que esconden las maquetas del Unicornio, y después por localizar el tesoro del pirata Rackham el Rojo. No funciona mal del todo, pero en realidad hay muchos momentos en que tienes la impresión de que estás más en una película de Indiana Jones que en una aventura de Tintín. El reportero belga siempre ha tenido un espíritu más introspectivo. Y el Capitan Hadock del filme tiene tics en su comportamiento que a veces recuerdan al famoso arqueólogo.

Rue des Bouchers

La Rue des Bouchers es una de las calles más populares de Bruselas, no muy lejos del museo dedicado al cómic y a Tintín, en la ciudad donde se supone que reside el aventurero reportero (Canon EOS 100, EF 28-135/3,5-5,6 IS USM).

No hablaré mucho de la interpretación. Básicamente escuchamos las voces de los actores, prácticamente no hay actrices, el reportero belga nunca se relacionó de forma notable nunca con el sexo femenino, ni se le conocen romances. Pero si la animación está basada en los movimientos de actores reales, los rostros y los aspectos no se corresponden con estos. Funcionan los actores que ponen sus voces, y ya está.

En cuanto al resultado general, realmente estamos ante una aventura cinematográfica muy entretenida, a la que como ya he dicho le sobre el 3D, que no aporta nada, y se puede cuestionar si el método de animación es el adecuado. Creo que con el tiempo iré considerando que sí, pero es un método que ya he dicho que hasta ahora no me ha convencido mucho. Sin embargo, hay algunos peros que la alejan de lo que podía haber llegado a ser. En primer lugar, que el personaje de Tintín es devorado por el Capitán Hadock. Entendámonos, este último es un carácter emblemático. Pero debe estar supeditado siempre al carisma del reportero belga. Y este carisma no aparece. Es un tipo majo, pero no lo que uno esperaba. En segundo lugar, uno espera cierta introspección y uso de la inteligencia por parte de Tintín, y aquí las cosas pasan mucho por el azar. No parece que todo proceda de esa inteligencia reflexiva. Y en tercer lugar, la acción de la película es muy entretenida, pero a veces parece que las distintas partes que componen el todo están metidas un poco con calzador. Admirables las escenas del combate naval entre los dos navíos. Más decepcionante el final del infame Sakharine.

En resumen, una película entretenida, apta para todos los públicos, desde los chavales hasta los adultos, y que nos augura una saga de al menos un par de filmes más dedicados al personaje, que ya veremos como salen.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Chateau de Cheverny

El Chateau de Cheverny, en el Loira francés, sirvió de inspiración a Hergé para el castillo de Moulinsard, la que será residencia del capitán Hadock (cámara desechable Kodak).

[Cine] Super 8 (2011)

Cine

Super 8 (2011), 21 de agosto de 2011

No se puede decir que uno vaya a ver una película de estas características sin preocupación. Si uno ha visto el avance y ha escuchado comentarios sobre lo que se viene encima, es difícil acudir a la sala de cine con el ánimo neutral. Nos dicen que la película esta dirigida por J.J. Abrams y producida por Steven Spielberg. Esto también condiciona mucho. Vamos. Que no me va a salir la reseña habitual de las películas que veo. No seguiré mi esquema habitual. Que salga lo que quiera. Libertad ante todo.

Estación entre Gotemburgo y Estocolmo

El lío en la película comienza con el "rodaje" de una "película" con un tomavistas de super 8 por un grupo de preadolescentes en una estación rural en el medio oeste americano; en la foto, algo parecido, pero en la vía entre Estocolmo y Gotemburgo, Suecia (Leica D-Lux 5).

Vamos con estos dos personajes del cine y la televisión. Spielberg ha sido uno de los magos de la gran pantalla del último cuarto del siglo XX, con películas de todo tipo. Pero obviamente ha sido el gran revitalizador del cine de aventuras. Y poner aquí todos los ejemplos que lo demuestran sería excesivamente prolijo. Pero dentro de sus «obsesiones» cinematográficas, las visitas a nuestro planetas de amables alienígenas ha sido una constante. Y así, títulos como Close encounters of the third kind (Encuentros en la tercera fase), y sobretodo E.T. The Extra-terrestrial (E.T. El extraterrestre) marcaron una época de la historia del cine, y han dejado huella en el cine posterior. Hasta tiempos tan recientes como 2002, encontramos a Spielberg relacionándose con los extraterrestres en la prescindible nueva versión de The War of the Worlds (La guerra de los mundos), o como productor ejecutivo en un serie de muy buena factura aunque de escaso impacto en nuestro país como fue Taken (Abducidos).

Pero Spielberg también estuvo detrás de una película que marcó un hito generacional en las aventuras de adolescentes, aunque su dirección fuera confiada a otro. Se trató de The Goonies (Los Goonies), filme que mezclaba de forma casi perfecta el crecimiento de jóvenes adolescentes con sus inseguridades y sus difíciles relaciones con el mundo y entre sí y el cine de aventuras con elementos clásicos e imperecederos. Quizá no fuera una película perfecta, pero es recordada unanimemente por mi generación y la de nuestros hermanos pequeños, a las que se ajustaba mejor por edad y condición.

Estación

Un gran accidente ferroviario desencadenará la intensa aventura que vivirán nuestros protagonistas; en la foto, un intercity y un tren regional suecos, esperan pacientemente en la estación de Gotemburgo (Leica D-Lux 5).

Luego tenemos a J.J. Abrams. Este es un personaje que a mí me tiene un poco despistado. Creador de series televisivas que se han desarrollado con éxito, a mí sólo me han llamado la atención dos. Lost (Perdidos), que llamó la atención de todo el mundo, pero que a mí, tras unas primeras temporadas muy entretenidas acabo cansándome, y Fringe, una serie que al contrario, en mi opinión empezó flojita y arrastrando lastres de la anterior, para tomar carácter propio y ser en estos momentos una apasionante serie de ciencia ficción. Su carrera como director de cine, escasa, me habla de un competente artesano en el campo del cine de acción y pirotecnias básicas, pero que me interesa más bien poco. Sin embargo, por ahí es un individuo que levanta pasiones, y no faltan quienes lo comparan con Spielberg. Mmmmmmm… exageran. Sin duda.

Pues si cogemos los ladrillos básicos que he mencionado en los tres párrafos anteriores, tenemos las película que nos ocupa hoy.

  • Extraterrestres: Uno. Atascado en nuestro planeta. Como E.T. Pero con «peor humor».
  • Preadolescentes: Despistados. Sobretodo los dos protagonistas. El chico, Joe (Joel Courtney), que perdió recientemente a su madre en un accidente de trabajo, y que vive sólo con su padre, Jack (Kyle Chandler), un austero policía que todavía no sabe como reconducir su vida ni la de su chaval. La chica, Alice (Elle Fanning), un guapa compañera de la middle school (el equivalente a la antigua segunda etapa de la EGB en nuestro país), que vive también en un entorno familiar problemático con su padre, Louis (Ron Eldard). Los problemas de ambas familias estarán interrelacionados. Ambos, junto con el grupo de amigos del chaval, iniciarán un camino de descubrimiento y de crecimiento personal.
  • Aventura: Mucha aventura. Espectaculares accidentes ferroviarios. Un misterio sobre la naturaleza del monstruo. Los «malos tontos» militares, también un clásico de este tipo de películas. Lo suyo de pirotecnia pero con moderación. Y correrías motivadas por los afectos de los unos hacia los otros. Desinterés por lo propio, altruismo por lo de los demás.
  • Un artesano en la dirección. Que lleve a cabo la empresa con destreza. Si además se ha creado un nombre, justificadamente o no, en el medio pues mejor.

X2000 - Estación

Esta importante presencia ferroviaria en el filme hará que probablemente en los próximos días engrose mi colección de películas sobre el ferrocarril en la historia del cine (Leica D-Lux 5).

Resumiendo, para no alargarnos mucho más. Todo el conjunto de la película suena a homenaje/autohomenaje a las películas de aventuras que de la factoría Spielberg salieron entre los años 70 y 80. Los guiños no sólo se dirigen a las mencionadas sino a otras varias que salieron de la misma mente pensante. Han buscado centrar la acción en dos puntos fundamentales. El sentido de aventura y el crecimiento personal de los chavales. Y en gran medida lo consiguen con dos planteamientos básicos. Un retorno a una forma de rodar aventuras que ya es clásica, y un grupo de intérpretes poco conocidos y que por lo tanto no distraen, pero que ejercen su papel con gran eficacia.

La película, digan lo que digan los más sesudos, es muy entretenida. Te lo pasas básicamente muy bien. Nada es original, nada te asombra, todo esta visto. Pero todo está bien ensamblado, sientes empatía por los personajes, y te involucras en una acción que sólo tiene un problema mayor. Es previsible. En cuanto llegas a cierto punto en el que poco a poco te han introducido los elementos claves de lo que está pasando, sabes cómo va a terminar. Porque conoces los antecedetentes. Pero salvo este defectillo, es un producto absolutamente recomendable. Desde luego para los chavales, que se lo pasarán bien. Pero también para los adultos, que la verán sin problemas, y les recordará a las películas de aventuras de tiempos pasados.

Valoración

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: 
***

Estación

Con esta vista de gente joven pelando la pava en la estación de Gotemburgo, lo dejo hasta la siguiente (Leica D-Lux 5).