[Cine] Cold War (2018)

Cine

Cold War (2018; 46/20181011)

Cuando volví de viaje el miércoles de la semana pasada, al repasar algunas novedades y noticias del mundo del cine, caí en la cuenta de que se había producido el estreno de algunas películas altamente prometedoras. Es cierto que alguna, por bombo y platillo que se le esté dando, da un poco de pereza. Ver la «enésima» versión de una historia ya no-sé-cuántas veces contada, y encima a ritmo de música pop actual, no motiva en exceso. Aunque tarde o temprano habrá que ir a verla para certificar o criticar ese bombo y platillo. En cualquier caso, para el retorno a las salas de cine, elegimos una sesión tempranera, antes de que el paso de la tarde sufriera las consecuencias del jetlag, y volviendo al cine europeo en blanco y negro.

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Unas cuantas fotografías de los ferrocarriles polacos, en blanco y negro, claro, servirán para ilustrar la entrada. También los trenes tienen su protagonismo en la historia de hoy.

Pawel Pawlikowski sorprendió hace unos años con una película redonda ambientada en la Polonia de la posguerra mundial. Impresionó desde todos los puntos de vista. Y parece que vuelve con buena parte de los mismos ingredientes que aseguraron la calidad de aquella. Para empezar, primorosa cinematografía en blanco y negro firmada por el director de fotografía Lukasz Zal, volviendo al formato 1,37:1, con encuadres atrevidos y muy expresivos. Siguiendo por la época y el lugar, de nuevo la Polonia de la posguerra a caballo entre el recuerdo de los desastres de la guerra y los desastres del nuevo régimen comunista de posguerra. Y terminando por un personaje femenino complejo y potente, una joven que representa en sí misma muchas de las ambigüedades de un país, de una sociedad, de un continente.

Durante casi dos décadas seguimos la evolución en la relación entre el músico, Wiktor (Tomasz Kot), y la joven cantante y bailarina, Zula (Joanna Kulig). Una relación marcada por un atracción y un enamoramiento tan profundos como potencialmente destructivos, que les llevará a un vaivén de acercamientos y alejamientos por la Europa de la posguerra. Una relación de amor y odio que es una metáfora profunda de la propia Europa y sus gentes y su relación con los regímenes y los destinos que a sí mismos se buscan de forma infortunada en demasiadas ocasiones.

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La película no me resultó tan redonda como su predecesora. O el cansancio del viaje no me permitió apreciarla con todo merecimiento. Pero es una película para ver. Ambos protagonistas, y no pocos de los secundarios, están en absoluto estado de gracias. La «no tan joven» Kulig llena la pantalla con cada aparición siendo la representación por excelencia de una feminidad confusa y confundida. La contención de Kot viene que ni pintada para representar el conflicto del hombre que lucha entre su ansia de libertad y su amor por la mujer que es perfecta porque no lo es ni lo puede ser. Que más puedo decir, vayan y véanla.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Cine] Red Sparrow (2018)

Cine

Red Sparrow (2018; 16/20180304)

Tras una, como siempre, decepcionante resolución de los premios de la Academia de Hollywood, que te hace preguntarte siempre sobre si los miembros de la misma están capacitados para valorar las obras en las que trabajan, nos calmamos cinematográficamente hablando, asistiendo a una película destinada aparentemente al más puro y más o menos intranscendente entretenimiento, firmada por Francis Lawrence, director de vídeos musicales que en un momento dado se metió al cine de verdad, con resultados correctos desde el punto de vista artesanal, pero anodinos desde el artístico.

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Buena parte de la película transcurre en Budapest. Al viejo estilo de la guerra fría, las peleas entre espías se dan en las capitales de la Europa central y oriental. Esta bien. Budapest es bonita.

¿De qué va esto? En las películas de espías, especialmente de los tiempos de la guerra fría, uno de los personajes estereotipados que aparecían con frecuencia era uno, mujer habitualmente, de enorme atractivo físico, sexualmente irresistible, que le sonsacaba información al pardillo de turno, si no se encargaba de apiolarlo directamente. Bien. Pues en esta ocasión, este personaje es el protagonista. O por lo menos, una chica, bailarina en desgracia, Dominika (Jennifer Lawrence), que se ve forzada a ejercer este oficio. Lo que pasa es que en lugar de ser la época soviética, se ha trasladado a la Rusia actual. Por supuesto, en frente tendrá a un espía americano íntegro y dedicado, Nate (Joel Edgerton), que es como son los espías americanos… o a lo mejor no.

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No voy a perder mucho tiempo valorando esta película, que no sabe qué quiere ser de mayor. Tira del cebo de la carnaza, despelotando a la protagonista, y ofreciendo algún otro desnudo integral… no de la protagonista, cuyo pubis se ve protegido cuidadosamente. Aviso a los que acudan al cine motivados por esta expectativa, pues he visto alguna reseña equívoca al respecto. Pero luego quiere jugar a ser thriller psicológico… con poco éxito desde mi punto de vista.

Todo esto con dos protagonistas con escasa química real entre ambos, y a los que hemos visto en papeles muuuuuuuuuuucho mejores que estos. Sinceramente, el peor papel de Lawrence en la pantalla grande que le haya visto hasta el momento. Y eso que ya había salido en algún que otro pestiño. Entre medio, una serie de secundarios de postín… que no saben muy bien que hacen por allí.

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Película mala, que paradójicamente está recibiendo críticas suaves en muchos medios, y que habla muy mal de los caminos que está tomando una actriz que había comenzado muy bien su carrera, pero que parece que ha decidido que lo suyo es el lucimiento personal y la billetera llena.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

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[Cine] En Florida o en el Agua (2017)

Cine

Seguimos con esta agotadora actividad que nos han impuesto distribuidores y exhibidores de cine al estrenar las películas oscarizables amontonadas entre enero y febrero,… Vamos con dos películas que hemos visto desde el sábado pasado hasta hoy… En realidad, hemos visto una mas, que no es oscarizable, y que se merece un comentario aparte. Quizá el lunes o el martes.

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La mezcla de infancia, lugar de vacaciones y agua me ha provocado una asociación de ideas que me ha hecho irme a estas diapositivas realizadas en Peñíscola y Alcocebre hace casi 20 años para ilustrar la entrada. Cosas que pasan.

The Florida Project (2017; 11/20180219)

Se habló de que esta película Sean Baker podría ser una candidata a cubrir en todo o en parte la cuota de cine independiente al que permiten llegar a las candidaturas más prestigiosas de los Oscar. Al final, se ha quedado con una candidatura a mejor actor masculino en papel no protagonista para un fenomenal Willem Dafoe.

La película va a seguir durante unos cuantos días de un verano a la pequeña Moonee (Brooklynn Prince), que vive con su madre, Halley (Bria Vinaite), en un motel de Orlando, no lejos del parque de atracciones de Disney, en el entorno colorido y de falsa felicidad que genera el parque, mientras una serie de gentes viven con lo justo en alojamientos austeros, minúsculos y precarios. Ambas son protegidas de alguna forma por Bobby (), el encargado del motel, aunque no pueden evitar verse metidas en problemas de vez en cuando. Y cada vez con más frecuencia.

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Película sencilla y honesta, que aprovecha el tirón de los pequeños protagonistas para establecer la sociedad de contrastes y de desigualdades que se da en los Estados Unidos. Mucho más honesta y profunda que varias de las pretenciosas que sí que han alcanzado el olimpo de las candidaturas a los premios de la academia de Hollywood.

Además de una realización interesante, la película no funcionaría sin el excelente reparto, en el que sólo es realmente conocido Dafoe, ya que el resto del reparto prácticamente es novato.

Aunque muy recomendable, le falta quizá un algo para haber alcanzado un mayor reconocimiento por parte del público, y quizá con ello el estar en la pelea por los premios, aunque fuera con pocas probabilidades. Pero en cualquier caso, insisto, es muy recomendable, y desde mi punto de vista más interesante que varias de las candidatas de postín.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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The Shape of Water (2017; 12/20180222)

Mucho revuelo y expectativas ha levantado la última película del mejicano Guillermo del Toro, acerca de la cual los medios en nuestro país llevaban con una campaña de alabanzas como no veía hace tiempo. De alguna forma, desde que realizó una par de película, una muy destacada, en el marco de la posguerra española, y con coproducción española, los medios de por aquí lo han adoptado como propio. Discutible, el enfoque.

En cualquier caso, aficionado como es a las historias con un trasfondo fantástico, un realismo mágico que lo hace en realidad un director muy latinoamericano, nos lleva en esta ocasión a unas instalaciones secretas durante la guerra fría en un lugar indeterminado de los Estados Unidos, entre finales de los años 50 y principios de los 60, donde trabaja como limpiadora una mujer que se crío huérfana y muda por unos malos tratos, Elisa (Sally Hawkins). Allí, haciendo pareja con su compañera Zelda (Octavia Spencer), descubrirá que bajo la custodia de Richard Strickland (Michael Shannon), un duro militar, se encuentra retenido y sometido a experimentos y maltratos una extraña criatura anfibia (Doug Jones). Por la cual, tiene interés también un científico, Hoffstetler (Michael Stuhlbarg), que también guarda sus secretos.

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Historia de seres fantásticos, guerras frías, espionajes y extraños romances que se encuentra envuelta en la imaginativa y vistosa dirección de Del Toro, que es lo más llamativo de la cinta. Magnífico creador de ambientes, de mundos alternativos, el aspecto visual y creativo de la película es magistral y el principal activo de la película. Junto con las buenas interpretaciones de todo su reparto en el que me faltaría nombra a Giles (Richard Jenkins) como protector de Elisa.

Pero el largometraje, un pelín excesivo en duración, flojea por el lado de la historia, que es mucho más sencilla, es un cuento o una fábula no muy complejo, de lo que nos hacen creer. Y además ya vista. Los protagonistas marginales; el ser extraño, distinto; los malos rígidos y sombríos, militarotes sin alma; todo ello lo hemos visto en muchas ocasiones, sin que esta historia aporte algo realmente novedoso, más allá de la creación visual.

Está bastante bien. Pero no es para tanto. A mí me impresiono muchísimo más El laberinto del fauno, por no salirnos de la obra del mismo directo. Pero se puede recomendar, sin duda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Cine] Bridge of Spies (2015)

Cine

Bridge of Spies (2015); vista el 7 de diciembre de 2015.

Título original en inglés para la versión original subtitulada de una película que podemos encontrar doblada en la cartelera española con su título traducido casi literalmente como «El puente de los espías». Y dosis de turno de cine de su director Steven Spielberg, que viene precedido de buenas críticas, pero que a mí lo que más me llama la atención es que en sus créditos aparezcan como guiones los hermanos Coen, Ethan y Joel.

Indefectiblemente, nos iremos también a la sufrida ciudad de Berlín, que mira tú que culpa tendrá ella de estar llena de alemanes. Con los cirios que han montado en los últimos tiempos. "Madre con hijo muerto" de Kollwitz en la Neue Wache (la Nueva Guardia).

Indefectiblemente, nos iremos también a la sufrida ciudad de Berlín, que mira tú que culpa tendrá ella de estar llena de alemanes. Con los cirios que han montado en los últimos tiempos. «Madre con hijo muerto» de Kollwitz en la Neue Wache (la Nueva Guardia).

El tío Steven nos traslada a lo más duro de la guerra fría entre el imperio capitalista de los Estados Unidos y el imperio comunista de la Unión Soviética, en un lapso de tiempo que en la realidad histórica abarca cuatro años, aunque en el tiempo de la película no sea así, parece que todo pasa de tirón, por lo menos a la vista del nulo crecimiento de los hijos del personaje protagonista, el abogado James B. Donovan (Tom Hanks). La cuestión es que en algún momento de finales de los años 50, el FBI consigue detener a Rudolf Abel (Mark Rylance), responsable de una eficaz red de espías al servicio de la Unión Soviética a la hora de pasar secretos sobre la tecnología atómica de los norteamericanos. Tras un juicio, que tal y como nos lo cuentan no deja de ser una farsa, Abel es sentenciado a 30 años de prisión. Pero al poco tiempo, cuatro años en la realidad histórica, un piloto espía norteamericano, Francis Gary Powers (Austin Stowell),es derribado y capturado sobre territorio soviético. Es el momento para un intercambio de prisioneros, cuanto antes… no vaya a ser que canten lo que saben… Pero también es el momento en el que se incrementan las tensiones en Berlín,… Es el momento en que se construye el muro, y un estudiante norteamericano, Frederic Pryor (Will Rogers), queda preso en el lado equivocado del mismo.

Decir a estas alturas que Spielberg sabe hacer películas es una declaración propia del Capitán Obvio. Qué es un excelente manipulador de emociones, tres cuartos de lo mismo. Que estemos ante una película memorable, ante «el mejor Spielberg de siempre» según la distribuidora,… no está tan claro. Vayamos pues por partes. Estamos ante una película muy, muy, muy bien hecha, y muy, muy, muy entretenida. Disfrutamos en ella de algunos diálogos, especialmente las interacciones entre el abogado y el espía soviético, que están muy bien. Queremos ver la mano de los Coen por ahí. Y las más de dos horas de duración de la película se nos pasan en un plis-plas. Misión cumplida. Para quienes busquen mero entretenimiento.

Puerta de Brandemburgo.

Puerta de Brandemburgo.

Pero la historia, por lo menos tal cual parece planteada al principio, da para más y más profundo. Por ejemplo, los aspectos éticos del juicio al espía, que pueden ser trasladados al presente con los aspectos éticos del trato a los prisioneros en Guantánamo, al margen de cualquier convenio o sistema legal. La película trata un tanto el tema, pero sin hacer sangre. Hasta el juez que claramente se pasa los principios constitucionales de los que emana el derecho penal por el forro de la entrepierna es presentado como un tipo relativamente simpaticón. Por otro lado, tenemos los típicos tópicos… la familia del «héroe» fija ante el televisión, como si fuesen la familia del astronauta al que encarnó Hanks en aquella misión desafortunada del programa Apolo. O los agentes de la CIA, aparentemente desalmados, pero que parece infantes de guardería comparados con los que nos ofrecen hoy en día algunas series de televisión. Por mencionar algunos de los aspectos flojos de la película. Que los tiene.

Lo que sí tiene el filme es una gran mano ganadora en su reparto. Tom Hanks está muy bien. Más propio de una película de los Coen, los guionistas, que de Spilberg, el director. A pesar de ser habitual de las películas de ambos, creo que ganan los primeros. Y curiosamente, cada vez que Rylance se asoma a la pantalla, casi se lo come. Con una interpretación austera, estoica, nos muestra un de los espías comunistas más simpáticos del cine americano. Si es que nos cae estupendamente, como si fuera nuestro tío favorito. El resto del reparto, un relleno que cumple si hacer sombra a las estrellas de la función.

Lienzo del muro de Berlín en la Niederkirchnerstrasse.

Lienzo del muro de Berlín en la Niederkirchnerstrasse.

¿Es una película recomendable este puente de los espías? Pues mira chico,… sí. Porque realmente te lo pasas bastante bien. ¿Es una gran película? Pues mira chica,… se queda por el camino. Siempre digo que para mí es importante el regusto que deja el filme. Cómo va regresando a la memoria durante unos días. Y lo que pasa con esta película es que satisfechos tras haberla visto,… no ha regresado a la memoria en ningún momento hasta ahora en que me he puesto a escribir esta entrada.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
Marx y Engels todavía se "asientan" en el corazón de Berlín-Mitte.

Marx y Engels todavía se «asientan» en el corazón de Berlín-Mitte.

[Cine] Operación U.N.C.L.E. (2015)

Cine

Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E, 2015); vista el 6 de septiembre de 2015.

Si algo sé de mi madre durante la época de mi infancia y adolescencia es que uno de sus actores favoritos era Robert Vaughn. Pero yo tarde mucho tiempo en saber que aquel actor se llamaba así. Cuando mi madre comentaba los programas de televisión o las películas en las que trabajaba Vaughn, decía aquello de «hemos visto una de Napoleón Solo«. Un nombre que a mí me hacía mucha gracia. El caso es que tardé mucho tiempo en saber de dónde había salido Napoleón Solo. No tengo recuerdo de haber visto episodios de la serie El agente de CIPOL (The Man from U.N.C.L.E., su título original en inglés). Debían emitirlo tarde, cuando yo ya me había ido a dormir. O no me interesaba y me ponía a jugar o a leer.

Por cierto,… que si mezclas U.N.C.L.E. (T.Í.O. en castellano) con C.I.A, obtenemos T.I.A.… conocida agencia de «inteligencia» y espionaje de lo más castiza y española que tantas risas nos ha provocadado… Siempre había asumido que T.I.A. era una coña sobre C.I.A.; pero ahora me pregunto si no lo es también por lo de U.N.C.L.E. La serie original de U.N.C.L.E. se emitió entre 1964 y 1968 en EE.UU., y la primera aparición de la T.I.A. fue en 1969 con El sulfato atómico.

Pero a lo que íbamos. Cuando anunciaron esta reimaginación cinematográfica de aquella teleserie, en esta crónica y lamentable falta de ideas novedosas en Hollywood que les hacer reciclar la historias ya conocidas una y otra vez, carecía de motivación inicial para ir a verla. Salvo la afectividad asociada al recuerdo de mi madre. Las expectativas hacia la película dirigida Guy Ritchie eran flojas. Los avances vistos previamente no me habían llamado la atención. Me parecía más de lo mismo en lo que se refiere a adaptaciones de viejas series de televisiones, muchas de las cuales pasan sin pena ni gloria, y las que triunfan tampoco suelen ser muy de mi gusto. No obstante, en un fin de semana en elque estaba de considerable bajón en el estado de ánimo, cuando me llaman el domingo por la mañana para ir al cine, no me lo pienso y me voy. Total,… qué mas da. Cualquier cosa mejor que quedarme en casa o dar una vuelta por Zaragoza por mi cuenta dándole vueltas a la cabeza.

Si algo tiene de bueno la película es que, tras una oscuras escenas berlinesas, la mayor parte de ella transcurre en una luminosa Roma y en las costas italianas.

Nos cuenta la historia los inicios de U.N.C.L.E., agencia de espionaje internacional, cuando esta ni siquiera existe. En un momento dado, se ven forzados a trabajar tres personas muy diversas. Napoleon Solo (Henry Cavill), un antiguo soldado americano metido a ladrón de guante blanco y forzado a trabajar para la C.I.A. cuando lo pillan; Ilya Kuriakin (Armie Hammer), un agente del K.G.B. hijo de un alto cargo del partido comunista soviético caído en desgracia; Gaby Teller (Alicia Vikander), joven y hábil mecánica de Berlín oriental, cuyo padre fue un científico nuclear en la Alemania nazi que tras la guerra se puso a trabajar para los estadounidenses. Este ha desaparecido en manos de una organización fascista criminal con sede en Roma, liderada fundamentalmente por la ladina Victoria Vinciguerra (Elizabeth Debicki), que amenaza con construir bombas atómicas con facilidad para desestabilizar al mundo y hacerse con el poder mundial.

Como veis, lo de siempre. Los buenos, en este caso en una mezcolanza improbable de nacionalidades e ideologías, frente a los malos, una organización secreta con ganas de dominar al mundo. Argumento propio del 007 más clásico. Pero sin que tenga nada novedoso o interesante que aportar. Está todo lo que esperas, persecuciones, secuestros, algún asesinato, malos taimados, pero algo tontos, las chicas, muy monas vestidas de yeyés/swinging london, micrófonos escondidos,… Se supone que se introducen aquí y allí dosis de humor, y un improbable romance, más bien tensión sexual no resuelta, entre Kuriakin y Teller. Yo, sinceramente, no les veo la química por ningún lado.

Esto es algo que siempre se agradece, alegra la vista y levanta los corazones. Y da envidia de no estar allí mismo, disfrutando de ese ambiente.

Los intérpretes están discretos. Desde luego, Vikander, que en estos momentos tanto suena para la futura temporada de premios a propósito de películas todavía no estrenadas, está muy guapa, pero pasa sin pena ni gloria. Hammer, de acuerdo con su personaje, sufre de una inexpresividad absoluta, que no consigue levantar ni siquiera en los accesos de ira que se supone que le vienen de vez en cuando. Y a Cavill le debieron de «decir ponte ahí y luce guapo», cosa a la que se dedica, aunque de vez en cuando muestre destellos de más potencial interpretativo así como del personaje. Lamentamos profundamente que no le den más minutos y un poco más de miga a Debicki, que probablemente, en este panorama es la más atractiva desde muchos puntos de vista. Cuando hay un buen malo, todo mejora,… pero no le dan las oportunidades.

Película destinada al hiperconsumo palomitero en verano, no da más de sí porque nadie se esfuerza en ello. Entretendrá a muchos espectadores poco exigentes (lo que puede explicar su relativamente aseada puntuación entre los votantes de IMDb, o la condescendencia de algunos críticos), pero que pasará sin pena ni gloria por la historia del cine. Salvo que, por supuesto, la operación salga rentable económicamente, y nos castiguen con futuras secuelas. Pues nada. Lo de siempre.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Menos mal que siempre tenemos los recuerdos fotográficos de viajes pasados para volver a esos lugares y a esos ambientes, confiando en futuras visitas a la ciudad eterna.

[Cine] Tinker Tailor Soldier Spy (2011)

Cine

Tinker Tailor Soldier Spy (2011), 28 de diciembre de 2011.

Está película fue vista en su versión original subtitulada en castellano, por lo que se conserva su título original también. Es posible encontrarla en los cines españoles doblada al castellano bajo el título El topo. El título original corresponde con el de la novela original de John Le Carré en la que se basa, y el título traducido, se corresponde igualmente con el título traducido de la novela al castellano en España. El título original se basa los versos de una cancioncilla popular infantil de difícil traducción al castellano sin pérdida del sentido.

Hechas las correspondientes aclaraciones, hay que decir que sorprende la calidad de algunos estrenos que se están produciendo en fechas navideñas, cuando las expectativas son bajas, ya que los cines se llenan de productos navideño-familiares-infantiles, generalmente de difícil digestión salvo los públicos diana específicos a quienes van dirigidos. Pero bueno, bienvenidas sean las producciones prometedoras, como esta coproducción europea, salto de su realizador sueco, Tomas Alfredson, que ya sorprendió y agradó a todos hace tres años con su Låt den rätte komma in (Déjame entrar).

La acción se sitúa en los primeros años 70. Control (John Hurt) lider de el servicio secreto de inteligencia británico cree que hay un «topo», un infiltrado entre su personal. Pero cae en desgracia y es cesado cuando una operación en Budapest para atraer al lado occidental a un importante general, resulta en un tiroteo en el que mueren civiles y es apresado un agente británico. Con el cae también Smiley (Gary Oldman), uno de los hombre de confianza de Control. Este último fallecerá al poco después. Pasado un tiempo, se confirma la existencia de un topo, y entonces se llama a Smiley para que con discreción realice una investigación. Las sospechas de Control recaían sobre algunos miembros de la cúpula del servicio: Alleline (Toby Jones), Esterhase (David Dencik), Bland (Ciarán Hinds), Haydon (Colin Firth), y el propio Smiley. Descartado este puesto que las filtraciones continuaron tras su retiro, con un mínimo equipo en el que destaca Guillam (Benedict Cumberbatch) y Ricki Tarr (Tom Hardy), un agente en Estambul caído en desgraciada por una operación fallida probablemente por el propio «topo», tendrán que desenmascarar al traidor.

El Parlamento desde el Bastión de los Pescadores

Con una imagen del parlamento de Budapest desde el bastión de los pescadores se abre la secuencia inicial de los acontecimientos en la capital húngara durante la película (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH).

Con un argumento que no es lineal, que va dando saltos en el tiempo haciendo un uso excelente del flash-back, con una ambientación fría, sucia del Londres menos glamuroso que se nos pueda ocurrir. Con una iluminación tenue, una imagen con mucho grano, con colores muy desaturados, casi monocroma sólo salpicada por algún tono de color. Perspectivas muy subjetivas, con la cámara apuntando desde detrás de una puerta o una ventana, desde el otro lado de la calle. Una puesta en escena excelente al servicio de un cine de espías que no tiene con el mundo glamuroso, y falso, de los 007s, o de las misiones imposibles también de moda estos días. Realmente te consigues sumergir en el ambiente del momento. También gloriosas las imágenes que nos sirve rodadas en Budapest y especialmente en Estambul. Consigue, gracias a un excelente trabajo de localización de localización de escenarios y selección de entornos, trasladarnos sin ningún problema a una época casi cuarenta años atrás. Todo ello aderezado con la excelente banda sonora de Alberto Iglesias.

Por supuesto, un puntal básico de este filme es la interpretación de sus actores. Acostumbrados a la tendencia al histrionismo y la sobreactuación de Gary Oldman, verlo desarrollar con tanta solidez y naturalidad un papel contenido, sobrio, muy acorde a la psicología del personaje, es una absoluta delicia. Quizá carezca de la espectacularidad de otros roles de moda en el cine actual, pero desde mi punto de vista tiene mucha más profundidad. Hay una escena antológica en la que narra su encuentro en el pasado con Karla, el líder de los servicios secretos soviéticos que bastaría para considerar esta interpretación una de las mejores que se pueden disfrutar en el cine actual. Pero el buen hacer se extiende a todo el resto del reparto, compuesto en su mayoría por sólidos actores británicos.

De entre las películas que he visto en los últimos años, esta es una de las poquísimas que se acerca a la categoría de «peliculón». Desde muchos puntos de vista. Por los intérpretes. Por lo bien hecha. Por lo interesante de la historia y los bien conducida que están. Por su música. Por su fotografía… Pero le he encontrado un pero. Uno de estos peros que te da mucha rabia. Y es que en un momento relativamente temprano del metraje, sin tener todos lo datos necesarios, simplemente observando el reparto, he adivinado quién era el «topo». Algo que debía ser un misterio hasta avanzado el filme, se convierte de repente, no en una sospecha, que pase, sino en una certeza. Estás ahí en el cine, y dices: «Me cagüen la leche, tal y como están las cosas, por motivos externos a la historia, el malo es… » Y eso me da mucha rabia. No voy a dar más pistas, por si la gente que consigue abstraerse de esos detalles superficiales que te dan pistas cuando no debía ser así. Pero bueno, aparte de eso, de lo más recomendable de los últimos años.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Viejos, imperiales y monocromáticos edificios londinenses; en Greenwich, por más datos (Pentax P30N, objetivo no se recuerda).

[Historia] Una guerra y un vuelo espacial separados por cien años

Historia

Una guerra

Hace 150 años, un día como hoy la milicia de Carolina del Sur, comandada por Beauregard, comenzó a bombardear la guarnición de Fort Sumter, dando comienzo a la guerra civil americana, un conflicto de gran importancia histórica desde muchos puntos de vista. Esta guerra, que enfrentó dos formas muy diferentes de entender la política y la economía, que tuvo de fondo el conflicto de la esclavitud, y que sea peleó con particular crudeza, determinó la forma y los modos de la futura potencia hegemónica mundial, los Estados Unidos de América.

Esta guerra comenzó peleándose como estrategias y tácticas más propias de las guerras napoleónicas, tuvo un punto de inflexión en la batalla de Gettysburg y el sitio de Vicksburg, y acabó desarrollándose con métodos más propios de la primera guerra mundial. Comenzó con batallas que enfrentaban a dos ejércitos que organizaban a sus regimientos en cuadros y líneas y que se abalanzaban los unos sobre los otros con la esperanza de quedar victoriosos, y que el rival reconociera la derrota. Sin embargo, al final hubo fases de guerras de posiciones, con trincheras, guerras de movimientos, con ejércitos que se trasladaban de un lugar a otro buscando la ventaja o el desgaste del enemigo, hubo sufrimiento en la población civil, hubo estrategias de tierra quemada y hubo campos de concentración para prisioneros en condiciones inhumanas. También sancionó una de las estrategias favoritas de los norteamericanos, los bloqueos. Ya que este fue el objetivo final de la política unionista. El ahogo económico y político de los secesionistas. Y todo ello en un marco que a priori se puede considerar de un país en desarrollo y próspero, que a priori parece le interesara cualquier cosa menos una guerra. Una guerra que arruinó momentáneamente al sur, pero provocó un gran desarrollo industrial en el norte que impulsó la política colonizadora en las décadas siguientes por todo el continente norteamericano.

Creo que es un conflicto que merece la pena conocerse. Y con detalle.

Un vuelo espacial

El primero tripulado por un ser humano. Un día como hoy hace 50 años, el soviético/ruso Yuri Gagarin, a bordo de la Vostok 1, llegó al espacio exterior a una altitud de 315 kilómetros, en una única órbita. A pesar de que debiera considerarse como un logro científico y un motivo de plena alegría, esto queda empañado por una cuestión indudable. Se enmarcó en la rivalidad establecida entre la Unión Soviética y los Estados Unidos de América, en el marco de la llamada Guerra Fría. Fue un paso importante en la llamada carrera espacial, que culminaría con la llegada de los norteamericano a la Luna, tras lo cual este frente de esta peculiar guerra quedaría un poco apartado de primera línea. En cualquier caso, es un hecho que merece la pena recordarse también.

Ciencia y cultura soviética

El palacio de la ciencia y la cultura de Varsovia, un símbolo de la guerra fría, un "regalo" del pueblo soviético al pueblo polaco - Fujifilm Finepix F10