[Cine] 1917 (2019)

Cine

1917 (2019; 02/20200110)

Tenía ganas de ver esta película por varios motivos. El primero, porque el periodo y los hechos históricos en los que se enmarca la acción de su argumento me interesan. Hubo quienes creyeron que la Primera Guerra Mundial era la guerra que iba a terminar con todas las guerras. Otros pensamos que es la madre de todas las que han venido después… incluso que, conceptualmente, no ha acabado y seguimos en ella. El segundo motivo, porque aunque Sam Mendes ha tenido una trayectoria con cierta irregularidad, tiene suficientes haberes en su cuenta como para que sea interesante lo que tiene que contar como director cinematográfico. Y el tercer motivo, porque al contrario de lo que sucede habitualmente, el avance de la película me resultó motivador. Habría que hacerse mirar este tema de los avances, los tráileres… qué poco me gusta esa palabra,… que engañan, destripan o desvirtúan la mayor parte de las películas, todo en nombre del dinero que quieren recaudar la industria. Y todo ello, tras unos meses en los que la mayor parte de las películas que compiten en las distintas convocatorias de premios cinematográficos que llegan entre el final del año y el principio del siguiente me han resultado más o menos decepcionantes. Hay mucho oficio en el cine actual, pero poca capacidad para contar historias. O pocas historias que me interesen.

Lieja, Namur, Dinant, Lovaina,… y tantas otras ciudades que sufrieron la rabia y la crueldad de un invasor alemán que perdió el norte en su deseo de llevar la «kultur» germánica a toda Europa, equivocando por completo los medios, y perdiendo las primeras batallas con sus primeros «éxitos» bélicos; la de la opinión pública histórica, y la entrada en guerra del Reino Unido, que cerró en gran medida, a pesar de sus derrotas, la posibilidad de una pinza con éxito, en las primeras semanas de conflicto.

Mendes nos traslada a la primavera de 1917, en un momento importante de la historia del conflicto. 1916 fue un año de batallas muy importante, que involucraron a una gran cantidad de hombres y recursos, con muchas bajas, pero escasos efectos aparentes sobre las posiciones en el frente de batalla. Pero sí que hubo efectos no aparentes en el conjunto. Verdun y el Somme dejaron ciertas ventajas del lado de la Entente. Pero sobretodo, fueron agotadoras para Alemania. Que seguía peleando en dos frentes. Y cuyos aliados, especialmente los austriacos, tenían un rendimiento que casi se podría calificar de deplorable. Económicamente, la situación de los germanos también era muy compleja. Sus recursos estaban muy limitados, y no podía soportar ni demográficamente ni industrialmente las necesidades de una guerra extenuante. Por ello decidieron hacer una retirada organizada entre el final del invierno y el principio de la primavera en los primeros meses de 1917, con el fin de reducir su línea del frente, de modo que pudiera ser más eficientemente sostenida con menos recursos. La operación, que conllevaba sus riesgos, especialmente si los anglofranceses explotaban el momento para lanzar una ofensiva, fue un éxito, y una demostración del genio alemán como planificadores e ingenieros. Una pena que no dedicaran este genio a temas más pacíficos. Cuando fue evidente que la retirada era un hecho, el desconcierto en las líneas de la Entente hizo que hubiera partidarios de la prudencia, mientras que otros interpretaran el hecho como una muestra de debilidad y de que había que actuar agresivamente, atacando a los alemanes. En ese momento no se conocían los detalles de la operación Alberich, que así se llamó la retirada a la línea Hindenburg de defensa.

En este entorno histórico, que es cierto y preciso, Mendes nos plantea una situación ficticia. Un batallón inglés va a atacar el frente alemán, bajo el supuesto de su supuesta debilidad. Pero al mando superior ha llegado información de que esta debilidad no es real, y probablemente van a ser aniquilados. Por lo que se encarga a dos cabos, Blake (Dean-Charles Chapman) y Schofield (George MacKay), la misión de llevar una orden escrita de un general (Colin Firth) al coronel al mando del batallón (Benedict Cumberbatch), para evitar el ataque y la masacre. A partir de ahí, comienza una misión contrarreloj en la que ambos cabos han de atravesar un territorio en el que no se sabe muy bien que pueden encontrar, con la angustia añadida de que el hermano de uno de ellos es oficial del batallón que va a lanzar el ataque en la madrugada del día siguiente.

La película está rodada como una falso largo plano secuencia, que supone una maravilla de planificación y técnica cinematográfica con Mendes como director y Roger Deakins como director de fotografía como principales artífices, aunque con el evidente mérito de todo el equipo de la película. Con catorce candidaturas a los Oscar para Deakins, pero sólo una estatuilla, reciente… en lo que a mí se refiere creo que es el trabajo con más mérito en el año 2019 de los que he visto. Así como lo es el de Mendes en lo que se refiere al suyo. Tanto a nivel conceptual, como a nivel de su realización técnica, estamos en la práctica ante una auténtica obra maestra, en el que claramente la peripecia de los cabos es el macguffin que nos permite tener un sobrecogedor panorama de la realidad de la guerra en esos momento del conflicto. Si algo se le puede reprochar a la película, al director en concreto, es su visión lógicamente probritánica, que quizá no plantee con la suficiente crudeza los errores que se cometieron por el lado británico. Como sucedía en otra película bélica reciente, el enemigo alemán aparece poco, muchas veces difuminado o como una presencia casi invisible, pero amenazadora. Solamente una escena presenta un rostro alemán relativamente iluminado y no enmascarado.

Otra cuestión es la interpretación. Es difícil valorar las interpretaciones de una cinta en la que, salvo el personaje principal interpretado por MacKay, es muy coral. Salen muchos, con pequeños o minúsculos papeles. Difícil valorar el trabajo de Firth o de Cumberbatch; dan muchas ganas de saber más del capitán Smith, interpretado por Mark Strong, en quien creemos entrever el punto medio entre el soldado, con poca información y sobre el que se carga gran parte del sufrimiento humano del conflicto, y los coroneles y generales, más alejados de la realidad y con intereses que van desde el estricto cumplimiento del deber al deseo de brillar sin importar el coste humano. Los oficiales intermedios siempre resultan un punto medio de interés entre ambos extremos, tuvieron más información, solían tener mejor formación y cualificación que la tropa, pero estuvieron también muy expuestos a ser bajas. De hecho, muchos de los mejores oficiales del tipo teniente o capitán fueron baja en ambos bandos. Pero MacKay, de 28 años, que ya me causó muy buena impresión en cierta simpática película con canciones, carga con valentía con un papel intenso emocionalmente y físicamente exigente. Y va a ser injustamente ninguneado en la temporada de premios.

Película que hay que ver. Si eres aficionado al cine, la tienes que ver. Necesariamente. Y si sólo vas al cine como divertimento,… pues también. Porque aúna en un mismo acto cine de alto nivel con entretenimiento… que no diversión. Porque el tema es serio. Y necesario. Un películón. Quizá no llegue al grado de «películón que te cagas», pero un películón.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****
2001. Viaje a Bélgica y París, París (Francia). carloscarreter.es | carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.

[Cine] Magic in the Moonlight (2014)

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Magic in the Moonligth (2014)

Como tengo por costumbre cuando veo una película en versión original, conservo su título en su idioma de origen, en este caso el inglés. En la cartelera española se puede encontrar también en versión doblada al castellano con el título traducido literalmente Magia a la luz de la luna, aunque desaconsejo vivamente ver esta versión. Y es que esta dosis anual del cine de Woody Allen, rodada fundamentalmente en la Riviera francesa, incluye una mezcla de intérpretes de ambos lados del Atlántico, cuyos acentos y matices se pierden irremediablemente en el doblaje.

En esta ocasión Allen opta por la comedia ligera para hablar de sus temas de costumbre. Un prestigioso ilusionista de los años 30 del siglo XX, magos les llaman algunos, Stanley/Wei Ling Soo (Colin Firth) es llamado por uno de sus amigos y compañeros de profesión para que desenmascare a una descarada, y guapa, norteamericana Sophie Baker (Emma Stone) que con su madre (Marcia Gay Harden) se dedica a vender sus servicios como medium espiritista a los crédulos aristócratas que pasan su tiempo de ocio en la Costa Azul y en la Riviera francesas. Pero cuando Stanley conozca a Sophie las cosas se le pondrán difícil. Por dos motivos. Porque es difícil encontrarle el truco, si es que lo tiene, y porque es más difícil todavía resistirse al encanto de la chica. Más en las noches mediterráneas a la luz de la luna.

Entre "mis defectos" está el de no haber recorrido adecuadamente la Provenza y la costa mediterránea francesa; lo más parecido que tengo en fotos son los paisajes de la Riviera de Levante en  Liguria, Italia.

Entre «mis defectos» está el de no haber recorrido adecuadamente la Provenza y la costa mediterránea francesa; lo más parecido que tengo en fotos son los paisajes de la Riviera de Levante en Liguria, Italia.

Woody Allen sigue con sus temas de siempre. El destino, la muerte, la religión, la superstición,… y el misterio del amor y del romance. En este caso, acompaña los temas de un tono ligero, un tono de comedia romántica, en medio de la calidez, belleza y sensualidad de los paisajes mediterráneos del sur de Francia. En su conjunto, encaja una película sin excesivas pretensiones pero que se ve con mucho agrado gracias a un guión con razonable ritmo, heredera de la screwball comedy de moda en la época en la que se sitúa la acción, en el que tenemos un personaje femenino fuerte que lleva de calle al serio y circunspecto galán. La gran diferencia con aquellas comedias es que mientras que en aquellos tiempos los temas eran banales, y sólo importaba el romance entre la improbable pareja, en esta el director sigue con las mismas obsesiones temáticas que le han acompañado a lo largo de su carrera. Y que le da un tono un tanto menos acelerado, ligeramente más melancólico como consecuencia.

Colin Firth no tiene el carisma ni la presencia de Cary Grant. De hecho, me gusta más en los dramas en los que hace de malo. Y a Emma Stone todavía le falta mucho recorrido para que se pueda comparar con Katharine HepburnCarole LombardClaudette Colbert, que destacaron en el género. Pero no lo hacen nada mal. Especialmente la segunda, Firth siempre parece demasiado estirado, ya que está atractiva y muy simpática.

Pero estamos hablando del mismo tipo de tierras y paisajes, por lo que las Cinque Terre nos servirán perfectamente para ilustrar esta entrada.

Pero estamos hablando del mismo tipo de tierras y paisajes, por lo que las Cinque Terre nos servirán perfectamente para ilustrar esta entrada.

No. Que nadie espere algo del nivel de To Be or Not To Be (Ser o no ser)It Happened One Night (Sucedió una noche)Bringing Up Baby (La fiera de mi niña),… pero tampoco hagáis mucho caso de esos críticos a los que tanto les gusta despellejar a Allen cuando bajan un peldaño o dos por debajo de Manhattan. La película es muy entretenida y se ve con bastante agrado. Y esta por encima de muchas mediocres y previsibles comedias románticas que nos hemos chupado en las últimas décadas que gozaron del favor popular. Así que por qué no elegirla para pasar un rato amable ante la gran pantalla. Su principal defecto,… que podrían haberle buscado un mejor «contrincante» a Stone para mejor lucimiento. Realmente Firth a veces resulta un poco sieso.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Eso sí. Aunque ahora me despida con una fotografía de la península de Portofino, me hago el propósito de resolver en un futuro esta carencia.

Eso sí. Aunque ahora me despida con una fotografía de la península de Portofino, me hago el propósito de resolver en un futuro esta carencia.

[Cine] The Railway Man (2013)

Cine

The Railway Man (2013), 20 de julio de 2014

Animados por los nombres del reparto y algún otro detalle, aunque con unas expetactivas moderadas, nos vamos a ver este filme en versión original, motivo por el cual conservo su título original en inglés. En la cartelera española es posible encontrarlo doblado al castellano bajo el anodino e insulso título Un largo viaje.

Dirigida por el infrecuente Jonathan Teplitzky, por su temática ferroviaria que se encuentra presente a lo largo de todo el metraje de la película, la incluiré también en mi colección de películas sobre la historia del ferrocarril, CineTren.

Trenes en Waverley Station bajo Carlton Hill - Edimburgo

A falta de fotografías del ferrocarril de Birmania, nos conformaremos con los ferrocarriles escoceses. Como esta salida de la estación de Waverley en Edimburgo, bajo la colina de Carlton Hill.

La película nos cuenta la historia de Eric (Jeremy Irvine joven; Colin Firth maduro), soldado del cuerpo de transmisiones británico durante la Segunda Guerra Mundial, que es hecho prisionero como consecuencia de la rendición de Singapur, y que como tantos otros fue llevado a trabajar en el Ferrocarril de Birmania, el mismo que el del famoso puente sobre el río Kwai. Comparados con otros de sus compañeros, por sus capacidades como ingeniero lleva una vida menos penosa, hasta que es descubierto el receptor de radio casero que han construido para conocer lo que pasa en el mundo. Es sometido a tortura por el Kempeitai, especialmente bajo la batuta de un presunto traductor Nagase (Tanroh Ishida joven; Hiroyuki Sanada maduro). Tras la guerra, vive una existencia tranquila en Escocia, relativamente solitario aunque en contacto con algunos de sus compañeros como Finlay (Sam Reid joven; Stellan Skarsgård maduro). Su afición son los ferrocarriles en todos sus aspectos, y en uno de sus viajes conoce a Patti (Nicole Kidman), de la que se enamora y se casa. Pero el síndrome de estrés postraumático está presente y la vida del matrimonio se hace difícil. Al final será una drástica acción de Finlay, la que le llevará a afrontar el pasado. Viajará a Birmania para confrontar a Nagase.

Estación de Stirling

Los modernos trenes que circulan por Escocia no son tan monos como los de hace unas décadas, pero se han conservado algunas de sus estilosas señalizaciones mecánicas, como estas de la estación de Stirling.

Película relativamente convencional, con esquemas parecidos a otras que hemos visto con anterioridad, no aporta excesiva originalidad, sobre como afrontar el pasado, sobre las desgracias de la guerra, y sobre si es posible que antiguos enemigos con culturas y valores muy diferentes puedan llegar al perdón y al entendimiento. Realización académica, impecable, pero sin brillo, para una historia que en ocasiones carece de la emoción que merecería. Este academicismo en la realización la convierte en una película excesivamente fría. Buenas interpretación en general, especialemente de los dos antagonistas y del veterano Skarsgård. Kidman está un poquito más de florero.

Estación de Arrochar and Tarbet

No, no es la línea de Tailandia a Birmania entre las selvas tropicales; es la línea de Glasgow a Fort Williams y Mallaig atravesando los bosques de Argyll cerca de Loch Lomond en la salida de la estación de Arrochar & Tarbet.

Película por lo tanto que se deja ver, pero que tampoco dejará una huella especialmente intensa en el espectador. Si quieres pasar de blockbusters veraniegos, y no quieres arriesgar con otras propuestas que llegan en el verano, puede ser una opción razonable para pasar la tarde fresquito en la sala de cine. Sin más.

Enlace a la reseña en CineTren, en la que además de lo aquí expresado, se comenta el interés ferroviario de la película.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Estación de Stonehaven

Y nos despedimos con este moderno automotor a punto de salir de la estación de Stonehaven.

[Cine] Tinker Tailor Soldier Spy (2011)

Cine

Tinker Tailor Soldier Spy (2011), 28 de diciembre de 2011.

Está película fue vista en su versión original subtitulada en castellano, por lo que se conserva su título original también. Es posible encontrarla en los cines españoles doblada al castellano bajo el título El topo. El título original corresponde con el de la novela original de John Le Carré en la que se basa, y el título traducido, se corresponde igualmente con el título traducido de la novela al castellano en España. El título original se basa los versos de una cancioncilla popular infantil de difícil traducción al castellano sin pérdida del sentido.

Hechas las correspondientes aclaraciones, hay que decir que sorprende la calidad de algunos estrenos que se están produciendo en fechas navideñas, cuando las expectativas son bajas, ya que los cines se llenan de productos navideño-familiares-infantiles, generalmente de difícil digestión salvo los públicos diana específicos a quienes van dirigidos. Pero bueno, bienvenidas sean las producciones prometedoras, como esta coproducción europea, salto de su realizador sueco, Tomas Alfredson, que ya sorprendió y agradó a todos hace tres años con su Låt den rätte komma in (Déjame entrar).

La acción se sitúa en los primeros años 70. Control (John Hurt) lider de el servicio secreto de inteligencia británico cree que hay un «topo», un infiltrado entre su personal. Pero cae en desgracia y es cesado cuando una operación en Budapest para atraer al lado occidental a un importante general, resulta en un tiroteo en el que mueren civiles y es apresado un agente británico. Con el cae también Smiley (Gary Oldman), uno de los hombre de confianza de Control. Este último fallecerá al poco después. Pasado un tiempo, se confirma la existencia de un topo, y entonces se llama a Smiley para que con discreción realice una investigación. Las sospechas de Control recaían sobre algunos miembros de la cúpula del servicio: Alleline (Toby Jones), Esterhase (David Dencik), Bland (Ciarán Hinds), Haydon (Colin Firth), y el propio Smiley. Descartado este puesto que las filtraciones continuaron tras su retiro, con un mínimo equipo en el que destaca Guillam (Benedict Cumberbatch) y Ricki Tarr (Tom Hardy), un agente en Estambul caído en desgraciada por una operación fallida probablemente por el propio «topo», tendrán que desenmascarar al traidor.

El Parlamento desde el Bastión de los Pescadores

Con una imagen del parlamento de Budapest desde el bastión de los pescadores se abre la secuencia inicial de los acontecimientos en la capital húngara durante la película (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH).

Con un argumento que no es lineal, que va dando saltos en el tiempo haciendo un uso excelente del flash-back, con una ambientación fría, sucia del Londres menos glamuroso que se nos pueda ocurrir. Con una iluminación tenue, una imagen con mucho grano, con colores muy desaturados, casi monocroma sólo salpicada por algún tono de color. Perspectivas muy subjetivas, con la cámara apuntando desde detrás de una puerta o una ventana, desde el otro lado de la calle. Una puesta en escena excelente al servicio de un cine de espías que no tiene con el mundo glamuroso, y falso, de los 007s, o de las misiones imposibles también de moda estos días. Realmente te consigues sumergir en el ambiente del momento. También gloriosas las imágenes que nos sirve rodadas en Budapest y especialmente en Estambul. Consigue, gracias a un excelente trabajo de localización de localización de escenarios y selección de entornos, trasladarnos sin ningún problema a una época casi cuarenta años atrás. Todo ello aderezado con la excelente banda sonora de Alberto Iglesias.

Por supuesto, un puntal básico de este filme es la interpretación de sus actores. Acostumbrados a la tendencia al histrionismo y la sobreactuación de Gary Oldman, verlo desarrollar con tanta solidez y naturalidad un papel contenido, sobrio, muy acorde a la psicología del personaje, es una absoluta delicia. Quizá carezca de la espectacularidad de otros roles de moda en el cine actual, pero desde mi punto de vista tiene mucha más profundidad. Hay una escena antológica en la que narra su encuentro en el pasado con Karla, el líder de los servicios secretos soviéticos que bastaría para considerar esta interpretación una de las mejores que se pueden disfrutar en el cine actual. Pero el buen hacer se extiende a todo el resto del reparto, compuesto en su mayoría por sólidos actores británicos.

De entre las películas que he visto en los últimos años, esta es una de las poquísimas que se acerca a la categoría de «peliculón». Desde muchos puntos de vista. Por los intérpretes. Por lo bien hecha. Por lo interesante de la historia y los bien conducida que están. Por su música. Por su fotografía… Pero le he encontrado un pero. Uno de estos peros que te da mucha rabia. Y es que en un momento relativamente temprano del metraje, sin tener todos lo datos necesarios, simplemente observando el reparto, he adivinado quién era el «topo». Algo que debía ser un misterio hasta avanzado el filme, se convierte de repente, no en una sospecha, que pase, sino en una certeza. Estás ahí en el cine, y dices: «Me cagüen la leche, tal y como están las cosas, por motivos externos a la historia, el malo es… » Y eso me da mucha rabia. No voy a dar más pistas, por si la gente que consigue abstraerse de esos detalles superficiales que te dan pistas cuando no debía ser así. Pero bueno, aparte de eso, de lo más recomendable de los últimos años.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Viejos, imperiales y monocromáticos edificios londinenses; en Greenwich, por más datos (Pentax P30N, objetivo no se recuerda).

[Cine/TV] El discurso del rey; Upstairs, Downstairs (2010); y revisitando Lo que queda del día

Cine, Televisión

La tarde de este pasado día de Reyes la tuve relativamente relajada. Y por ello planificamos una tarde temática. En realidad no planificamos nada. Surgió. En primer lugar surgió la posibilidad de ir al cine aunque fuese a la improbable hora de las 5 de la tarde. A ver El discurso del rey (The King’s Speech). Luego ya enlazamos con terminar de ver la secuela que recientemente ha emitido la BBC de la mítica Upstairs Downstairs (Arriba y abajo). Y porqué no. Ya que estaba, volví a ver The Remains of the Day (Lo que queda del día), una interesante película que tiene ya unos años. Las tres se sitúan en el Reino Unido, en la década de los 30 del siglo XX, y sus argumentos tienen sus puntos de aproximación. Me saldré de forma habitual de comentar las películas y las series de televisión, y haré un comentario en paralelo de las tres. Y de alguna forma, complementan el ciclo de productos audiovisuales de las últimas semanas, que comenzó con Downton Abbey y siguió con Gosford Park.

Catedral de Wells

En Lo que queda del día, el mayordomo inicia un viaje hacia el oeste del país para reencontrarse con la antigua ama de llaves; quizá su recorrido le llevase a pasar por las cercanías de la catedral de Wells, en Somerset (Reino Unido) - Fujifilm Finepix F10 (composición de dos fotogramas)

Sinopsis

Si en 1993 James Ivory nos contaba como unos ingenuos nobles británicos caían hechizados por el embrujo de los nazis en The Remains of the Day, mientras un serio mayordomo (Anthony Hopkins) y una dinámica ama de llaves (Emma Thompson) vivían una nunca confesada historia de amor, constreñida por las convenciones sociales. Las otras dos producciones más modernas nos hablan de algunos de los acontecimientos de la época desde otros enfoques.

Así, en Upstairs Downstairs (2010), conoceremos como la antigua mansión en el exclusivo barrio de Belgravia se ve ocupada de nuevo por un joven y prometedor diplomático que se instala con su esposa y la hermana menor de ésta. Un nuevo grupo de servidores se formará, de los que sólo quedará en común con la antigua familia Rose (Jean Marsh), actualmente como ama de llaves. Pronto conoceremos como entre los personajes que visitarán la casa se encuentra Wallis Simpson, amante y futura esposa del todavía príncipe de Gales, que se verá obligado a abdicar como futuro Eduardo VIII, cuando se empeñe en contraer matrimonio con esta divorciada americana. Pero también aparecerá algunas siniestras visitas como el embajador alemán, Von Ribbentrop. Y asistiremos a cómo, mientras van sucediendo los pequeños dramas domésticos, las amenazadora sombra de los fascismos se cierne sobre el futuro de Europa y de los británicos. Termina la historia poco después de la sonora abdicación del futuro duque de Windsor.

Y mira tú por dónde, en El discurso del rey, dirigida por Tom Hooper, asistiremos a las tribulaciones del duque de York (Colin Firth) futuro rey Jorge VI, que animado por su esposa Isabel (Helena Bonham Carter), decide ir a un terapeuta del habla (Geoffrey Rush), con quien trabará una relación peculiar que acabará en amistad, mientras los dramas sucesorios mencionados en el párrafo anterior se producen, y sin comerlo ni beberlo acabará coronado y al frente (simbólico) de la nación en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Producción y realización

Nos encontramos con tres producciones de muy distinto tenor, aunque espléndidas en cuanto a medios y ambientación.

Mientras que en la película de 1993, los auténticos protagonistas son los sirvientes, sus dramas, sus sentimientos, magnificamente llevados por un director que no es especialmente santo de mi devoción. Que me resulta un poco,… no sé,… frío. Pero en esta ocasión su forma de realizar le viene al guante. La realización de la moderna película sin embargo tiene prácticamente un único fin, el lucimiento interpretativo de sus actores que, como comentaré más adelante, aprovechan sin lugar a dudas.

La producción televisiva es sin duda impecable, aunque quizá no acabe de enganchar emocionalmente como su antecesora de los años 70.

Belgravia Square

Belgravia Square es el corazón del barrio de Belgravia en Londres; barrio donde se situa la acción en la serie que hoy comentamos, y que está plagada de legaciones diplomáticas - Canon Digital Ixus 400

Interpretación

Excelente en los dos largometrajes, donde el peso dramático descansa sobre el trabajo de unos intérpretes en estado de gracia. Todos ellos suelen ser sólidos intérpretes en cualquier trabajo que realizan, pero en ambas películas están espléndidos.

En cuanto a la serie televisiva, sin duda estamos ante unas excelentes interpretaciones, aunque dada la naturaleza coral de la producción, y el propio lenguaje del medio televisivo, tienen un menor lucimiento.

Conclusión

De las tres producciones que he ido comentando, la que en estos momentos me gusta más es la más antigua. Es una película que he ido apreciando más con los años. Creo que ha envejecido muy bien, sobre todo por la excelente labor de sus dos protagonistas.

La película más actual presenta para mí un problema. Y es que las peripecias personales de la familia real británica a lo largo del siglo XX me interesa más bien poco. Mientras que una producción similar de hace unos años tenía el aliciente de que en cierta medida profundizaba en determinados acontecimientos políticos de la década de los 90, en la que ahora nos ocupa no profundiza en los acontecimientos sociopolíticos de la época. Así que se queda meramente como una producción bonita de ver, y que tiene como fin admirar el trabajo interpretativo de sus protagonistas. Pero aquí viene un nuevo problema. Ver esta película doblada al castellano es un crimen. Pero no hay ninguna copia en versión original en Zaragoza. Claro. Luego se quejan de la piratería. ¡!

La producción televisiva, si bien es entretenida, no acaba de alcanzar el nivel que las expectativas asociadas a su precursora levantaba. Y así, si la comparamos con la reciente Downton Abbey, creo que esta un paso por detrás. Pero se deja ver sin ningún problema. No está mal.

Calificación de El discurso del rey

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
****

Recomendación musical

En un podcast reciente de Jazz porque sí dedicado a Count Basie, hay varios temas muy interesantes, pero sugiero que se preste atención al último tema del programa, una versión de Low Life, que está realmente muy bien.

Guardias Coldstream

Pequeña formación de Guardias Coldstream, tradicionales guardias de la familia real en Buckingham Palace - Canon Digital Ixus 400

Un hombre soltero (2009)

Cine

Un hombre soltero (A Single Man, 2009), 15 de febrero de 2010.

Nos encontramos ante dos hechos interesantes. Por un lado, este filme es la adaptación literaria de una novela del mismo título de Christopher Isherwood, una de cuyas adaptaciones dio lugar también al musical y a la película Cabaret, una de mis favoritas, tanto como musical como en el conjunto del cine que he visto en general. Por otro lado, es la primera incursión en el cine como director del diseñador de moda Tom Ford, para lo cual ha escogido militantemente una historia sobre el amor homosexual, una de las más reconocidas de la literatura contemporánea.

Y la historia va de un profesor universitario, ya maduro, sumido en una profunda depresión por la muerte en accidente unos meses antes del que fuera su pareja, un arquitecto notablemente más joven que él a quien conoció al final de la Segunda Guerra Mundial. La época en la que se desarrolla la historia, la crisis de los misiles entre los EE.UU. y Cuba. La acción transcurre a lo largo de un día en la vida del profesor. Un día en el que pronto nos enteramos que ha tomado una decisión definitiva para acabar con su situación. Una decisión drástica y dramática. Lo vemos en un vecindario acomodado en California, interactuando con vecinos con distinto nivel de tolerancia ante su homosexualidad, así como en el entorno universitario en el que trabaja, dando clase y relacionándose con algunos alumnos. Con uno en especial, en el que parece que salta una chispa similar a la que en un momento hubo con su difunta pareja. También lo vemos con su mejor amiga, aquella con la que tuvo una historia en su juventud, que está enamorada de él, pero a quien sólo quiere como eso. Como amiga. Todo llevará a un desenlace sobre su problema vital, al final del día,… sobre el que no comentaré más aquí.

Que el director, aunque novel, tiene un trasfondo artístico y estético es algo que se hace presente a lo largo de toda la película. La atención al detalle, al encuadre, a la belleza formal,… la cuidada fotografía, con tonos desaturados cuando nos encontramos con el profesor deprimido, y tonos calidos y saturados cuando nos encontramos al profesor ilusionado y enamorado,… He de reconocer que está muy bien hecha desde el punto de vista formal y estético. Sin embargo, hay aspectos de la historia que me quedan un poco deshilachados, y el final, que se vuelve previsible por las numerosas pistas y el desarrollo de los acontecimientos, me dejó un poco frío. Demasiado frío, dado el carácter del mismo.

En cuanto a la interpretación, es de lo mejor del filme. Tanto por la sobriedad y elegancia que introduce el británico Colin Firth, como la chispa mezcla de alegría y amargura de Julianne Moore como su mejor amiga, como por el tono que da a su personaje el joven Nicholas Hoult como el alumno que aporta nueva vida al profesor. No es de extrañar que haya habido por ahí premios y candidaturas a premios. Están bastante bien.

Resumiendo, una historia interesante, que creo que podría haber estado mejor planteada en algunos aspectos y resuelta, con una realización más que interesante para un director novel. Creo que merece la pena ir a verla. Y ahora la puntuación:

Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
***

Támesis

Londres, visto aquí desde la cúpula de Saint Paul, una referencia lejana para los protagonistas del filme - Pentax P30N, SMC-A 50/2

Una familia con clase

Cine

Una familiar con clase (Easy Virtue, 2008), 5 de enero de 2009.

Para empezar el año con optimismo, decidimos ver una comedia. Dirigida por Stephan Elliott, ambientada en la Inglaterra de la principios de siglo, en los felices 20, este filme tiene ambiciones de alta comedia, y cuenta para ello con un reparto importante.

He de decir que el argumento me suena ya conocido. Las aventuras y desventuras de una americana joven, guapa y liberada cuando cae en una familia inglesa conservadora, estirada y encorsetada, ya se ha tratado de formas diversas en la historia del cine, especialmente en clave de comedia. Lo que no me constaba, y que he podido comprobar cuando preparaba esta entrada, es que se trata de una nueva versión de la adaptación de una obra teatras con el mismo título en inglés, Easy Virtue, que ya fue adaptada por Alfred Hitchcock en 1927 en un filme que España recibió el título de Vida alegre. Follón de títulos, como de costumbre.

La historia, como ya he adelantado, va del choque cultural entre los americanos y los ingleses. Un joven heredero (Ben Barnes), de una familia venida muy a menos, se casa con una alegre divorciada (Jessica Biel) americana, guapa, dinámica y con «experiencia en la vida». El choque con la familia, especialmente con la madre (Kristin Scott Thomas), es previsible y da lugar a una serie de situaciones destinadas a provocar el divertimento y la hilaridad del espectador. El final tiene ligeros tonos dramáticos y un final no del todo inesperado en el que, de alguna forma, todo el mundo queda en su sitio.

El problema de la película es que efectivamente tiene momentos muy divertidos. Yo me reí con ganas en algunas situaciones, lo cual está muy bien. Pero tengo la impresión de que el conjunto no está del todo bien engarzado. Creo que la traslación de la obra teatral al guion no está del todo conseguida. Por otra parte, los personajes no están del todo definidos. Muchos de ellos se presentan de forma simplona en su carácter y motivaciones, y sólo destellan de vez en cuando algo que los introduce en la película, pero sin que haya una correcta evolución de los personajes o sin que sientas su influencia en el avance de la trama. Particularmente, la pelea principal entre nuera y suegra tiene muchos altibajos, cuando debiera ser el motor de toda la acción.

Las interpretaciones son solventes, pero los personajes no siempre están lo suficientemente bien perfilados para un total lucimiento. La mayor parte del reparto es británico, y además de los mencionados podemos destacar a Colin Firth, como el padre de familia y esposo desencantado, un personaje interesante pero regularmente dibujado, y la presencia de Katherine Parkinson, a quien conocía por su protagonismo en la serie de televisión The IT Crowd. Esta última está un poco desaprovechada en sus dotes cómicas.

En resumen, te ríes y te diviertes, y eso está bien. Pero no acaba de ser esta «alta comedia» a la que aspira. Eso sí; hay un esfuerzo de producción tremendo para que el entorno sea muy bonito, los guapos salgan muy guapos, etc, etc. Yo le pongo un seis, con un siete en la interpretación y un seis en la dirección. Un poquico más tendrían que haberse esforzado.

La foto de hoy, tomada en la campiña inglesa, donde se desarrolla la película.

Una casita de campo en algún lugar de Somerset, Inglaterra, convertida en B&B - Fujifilm Finepix F10

From Gales – Inglaterra 2006: Alojamientos