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Sí, hoy toca un dos en uno. Porque tras ver la última película de los hermanos Coen, Joel y Ethan, este domingo pasado, decidí que antes de comentarla quería ver también la primera adaptación cinematográfica de la novela de Charles Portis, dirigida por Henry Hathaway en 1969. Lo cual ha sido una experiencia curiosa. Así que comentaré ambas películas en paralelo. Conviene decir que he puesto el título en su idioma original, puesto que he visto las versiones originales subtituladas en ambos casos. Y que también en ambos casos, el título en castellano que se dio a las películas es Valor de ley, un título aproximativo, pero que pierde algo del significado de ese genuinos arrojo, agallas o derterminación a las que se refiere el título original.
Sinopsis
Antes de redactar la sinopsis, que es coincidente para los dos filmes, haré un cuadro con los personajes principales y sus intérpretes en ambas versiones:
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En el último cuarto del siglo XIX, algunos años después del final de la guerra civil americana, todavía no se ha completado la conquista del oeste americano. Y mientras que unas ciertas formas de civilización van llegando, todavía abundan los pistoleros. Uno de estos, Tom Chaney, asesina al padre de Mattie Ross, una adolescente de 14 años que decide vengar la muerte de su progenitor, pero por la vía legal. Para ello, contrata un miembro del Cuerpo de Alguaciles de los Estados Unidos (U.S. Marshals), Rooster Cogburn, tuerto, cínico, bebedor y de gatillo fácil, pero que según todas las referencias tiene el auténtico coraje y determinación para llevar a cabo la persecución del criminal por territorio indio, donde se ha refugiado con la banda de «Lucky» Ned Pepper. A esta particular asociación entre el cínico alguacil y la peculiar adolescente, se une un ranger de Tejas, LaBoeuf, que busca al mismo malhechor por el asesinato de un senador en su estado de origen. Y aquí, comienza una aventura en la que averiguaremos quien tiene ese genuino coraje al que hace referencia el título, y en qué consiste este coraje.

Una de las escenas más características, y que muestra la fuerza de carácter de la protagonista del filme, es cuando cruza a con el caballo a nado un caudaloso río; en la imagen la desembocadura del Río Gállego en el Ebro, aguas abajo del casco urbano de Zaragoza - Canon EOS 5D Mk.II, EF 85/1,8 USM
Producción y realización
Aquí encontramos grandes diferencias entre los dos filmes. Si bien los dos guiones son coincidentes en gran medida en el transcurso de la acción y en los diálogos, que supongo extraídos tal cual de la novela original, el ritmo y el tono de la película es muy distinto. Esto también se ve apoyado en gran medida por el diferente aspecto visual de ambas producciones. Frente a los impresionantes paisajes de los parques nacionales de Colorado que sirvieron de escenario en la película más antigua, rodada en lo que debió ser primavera o verano, con todos los árboles muy verdes, con mucho sol, rodada a pleno día, con una iluminación más bien plana, mucho technicolor y con el recurso de la noche americana para las escenas nocturnas, la película actual tiene una fotografía muy cuidada, con tonos menos saturados, en un paisaje menos espectacular, en lo que podemos suponer que es el final del otoño y principios del invierno. Debemos decir que la fotografía de la película actual es candidata a un óscar, y que existen razonables expectativas de que se lo lleve.
El ritmo de la película, como he adelantado, es distinto. Los diálogos son más reposados, más reflexivos. La personalidad de los personajes varía. El Rooster de John Wayne era más pícaro, mientras que el de Bridges es más cínico. La Mattie que ejecutó Kim Darby era más vivaz, mientras que Steinfeld resulta más reflexiva. Se echa algo en falta el colmillo afilado y la mala baba que los Coen despliegan habitualmente. Sólo la apreciamos en algunas escenas aisladas.
La ambientación también es muy distinta. La concepción estética del mundo del lejano oeste ha variado mucho en estas cuatro décadas, y nos encontramos con un intento de mucho mayor realismo a la hora de pintar cómo sería el vestuario, o los alojamientos de las personas. Siempre siguiendo, supongo, las descripciones del libro, ya que a pesar de las diferencias estéticas, hay coincidencias notables entre los dos filmes.
Interpretación
Quizá este aspecto de la película tenga también mucho que rascar. Ya he mencionado en el apartado anterior las diferencias de carácter que aprecio entre los dos personajes principales. Pero también es importante considerar a los intérpretes que les dan vida. Probablemente, las diferencias entre el Duque y Jeff Bridges sean menores de lo que parece. A parte de esos matices que diferencian el carácter de ambos, sus interpretaciones tienen más cosas en común de lo que parece. Y ambas son notables. John Wayne se llevó su único óscar por este papel,… un óscar que suena a compensación por toda su carrera, vista la competencia que tuvo ese año que, en mi opinión, pudo haber hecho más méritos para el premio que el veterano vaquero. Pero indudablemente fue una interpretación meritoria. E igualmente meritoria es la composición del personaje que hace el siempre sólido Bridges, quien no es la primera vez que se luce con los hermanos Coen.
Donde si que hay grandes diferencias es en el otro papel. En el de la chica. Para empezar, en 1969 colocaron en el papel de una adolescente de 14 años a una actriz de 22, a la que aniñaron con el vestuario y el improbable corte de pelo, corto, que lucía durante todo el filme. Entendámonos, no es que Kim Darby lo hiciera mal; es que no acababa de dar el tipo. En mi opinión. Sin embargo, para la película actual se ha buscado a una actriz de 13 años, con un aspecto físico más creible, y con una interpretación mucho más sobria, y al mismo tiempo más auténtica. Aunque es candidata al óscar en la categoría de mejor actriz de reparto, es claramente coprotagonista del filme, mientras que el mismo personaje en 1969 estaba supeditado a la presencia de Wayne. Supongo que los estrategas de los premios habrán considerado que es más probable que le concedan el galardón por esta categoría más modesta que por actriz principal, donde la competencia es más feroz. Y dada su juventud… Pero es su punto de vista el que está presente durante todo el filme. Son sus ojos los que viven las situaciones, y es ella, en el futuro, quien nos cuenta lo que pasó. Y lo hace muy bien. Tras su aspecto frágil, con sus trenzas y su cara de susto en ocasiones, sabe componer el personaje con el genuino arrojo y la genuina determinación de la que nos habla el título original del filme.
En el resto de los papeles, decir que todos cumplen, y que en particular, es agradable ver a Matt Damon con un registro muy diferente a los que nos tiene acostumbrados.
Como curiosidad, Dennis Hopper hace un pequeño papel en la película de 1969.
Conclusión
Hay que decir que ambas películas son muy entretenidas y están bien. Creo que la actual de los hermanos Coen es superior. O al menos, el lenguaje cinematográfico que utilizan me resulta más familiar, más cercano y más atractivo que el de Hathaway. Creo que también es muy superior técnicamente, así como en las interpretaciones. Pero ambas merecen la pena el desvío. Ambas son recomendables. Especialmente si te gustan los westerns, pero también si no son tu género favorito. En este segundo caso, seguro que prefieres la segunda. La primera tiene más tono de western tradicional, al uso de la época dorada de este género.
Calificación
La calificación corresponde exclusivamente a la película que he visto en pantalla grande, la de 2010:
Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****
Recomendación musical
La versión de 1969 optó al óscar a la mejor canción cantada por uno de los actores, Glen Campbell, aunque perdió contra una de las más célebres de la historia del cine, Raindrops Keep Fallin’ On My Head, de Dos hombres y un destino. Que era mucha canción, y muy recomendable en sí misma. La banda sonora de la versión actual no está mal, basada en el himno religioso Leaning On The Everlasting Arms, que es apropiado al carácter y mentalidad de la chica, y acompaña muy bien a la película; pero no deja de ser música incidental de buena calidad. Quizá, entre las bandas sonoras de las películas de los Coen me atreva a recomendar la de O Brother, Where Art Thou?, que si no optó a los óscar, sí que se llevó un grammy. Lamentablemente, en Spotify sólo se pueden escuchar tres temas de esta banda sonora.

En las áridas tierras de Arkansas y Oklahoma, donde se produce la acción de la película, son frecuentes los sotos en las riberas de los ríos, al igual que en el valle del Ebro, como en esta vista del soto de Cantalobos en Zaragoza; allí les llaman "bosque" utilizando la palabra española dentro del idioma inglés, y este paisaje aparece en el filme - Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8