[TV] Cosas de series; abracemos lo sobrenatural de una forma u otra

Televisión

Dos series muy distintas, con una cosa, sólo una, en común. Que en un momento dado u otro… abrazan el ámbito de lo sobrenatural en su trama. Veamos de que van.

Con una nueva reencarnación de la sensual Irma Vep en el menú televisivo de hoy, París, no podía ser de otra forma.

Hace unos meses comentaba una serie surcoreana, una comedia romántica, en la que la protagonista, una pizpireta estudiante, acababa conviviendo con un tipo muy rico y apuesto que en realidad era un gumiho, una criatura sobrenatural con el aspecto de un zorro propia del folclore fantástico de Asia Oriental en distintas formas, como el kitsune japonés, que en Corea adopta la forma de un zorro con nuevo colas. Exactamente lo que significa la palabra gumiho. Aquella serie tuvo una precursora. Y con los cambios en el idioma en mi configuración de Netflix, resulta que está disponible. Lo que no tiene es doblaje al español, ni subtítulos en español. Su título es Nae Yeojachinguneun Gumiho [내 여자친구는 구미호], literalmente en inglés My girlfriend is a gumiho, mi novia es un zorro de nueve colas. Es de 2010 y parece que tuvo mucho éxito. Pero con los papeles invertidos. El estudiante es un mozo, menos pizpireto, y la gumiho es una guapa chica, que ha estado presa en un dibujo de un monasterio durante 500 años, hasta que el mozo la ha liberado. La producción de la serie es más cutre que la moderna en general, aunque parece ser que en su momento, en su país tuvo mucho éxito. La protagonista, Shin Min-a, ha aparecido en un par de series que he visto en los últimos tiempos, la odontóloga protagonista de este pueblo (¿se me olvidó comentarla?) y en este drama coral uno de los personajes más trágicos, pero con final feliz; es muy elegante, muy guapa. En 2010 parece que sus capacidades interpretativas eran más justas, pero con lo mona que estaba con veintitantos años y su carácter alegre… pues supongo que encandilaría al personal. Al final… una serie anecdótica a estas alturas.

Más interés, mucho más, ha tenido la nueva Irma Vep de Oliver Assayas. Muchos la han calificado como una nueva versión de la película del mismo título y el mismo director de 1996… y sí, pero no. Están íntimamente relacionadas; espiritualmente es otra cosa. Ahora lo explico. La película, del mismo título, la vi en Mubi hace ya un tiempo, durante los tiempos en que no se podía ir con facilidad al cine por las restricciones de la pandemia, y había que tirar de plataformas en línea para disfrutar del cine. No le dediqué un comentario, aunque la mencioné en una entrada de este Cuaderno de ruta. Me interesó poco después del ciclo dedicado a Wong Kar-wai a principios de 2021, por la presencia de Maggie Cheung en ella haciendo de sí misma. En 1996, Cheung era ya una estrella del cine de Hong-Kong y empezaba a ser notada en los circuitos festivaleros occidentales. En la película, llegaba a París para interpretar el personaje de Irma Vep en una nueva versión del clásico pionero del cine Les Vampires de Louis Feuillade, interpretado en 1915 por Musidora. Pero mientras ruedan la película, es testigo de los egos, mezquindades y líos de las gentes del cine durante la producción. La película era una satírica crítica de Assayas al relativamente pedante ambiente del cine francés, heredero de los tiempos gloriosos de la Nouvelle vague. En la realidad, Assayas y Cheung ligaron y estuvieron casados durante un breve lapso de tiempo.

La serie actual, más que una nueva versión, es una secuela de aquella película. En la que el mismo personaje del director, el ficticio René Vidal (Vincent Macaigne), alter ego de Assayas, va a rodar 25 años después una nueva versión de Les Vampires, pero adaptada como serie de televisión en lugar de película de cine. Y para el papel de Irma Vep contrata a una actriz de moda, especialmente en las superproducciones tipo superhéroes y demás, Mira, interpretada por Alicia Vikander. Lo que sucede es que el tema vuelve a ser el mismo; Mira es testigo de un caótico rodaje, en el que se va poniendo en solfa todo lo que es criticable en el cine actual. No voy a entrar en todos los detalles. los propios personajes también han de espantar su propios demonios. Mira ha sufrido una fea ruptura con su novia, mientras que su antiguo novio espera un hijo con otra mujer. Vidal sigue colgado de la protagonista de su película de hace 25 años, que aquí recibe el nombre de Jade Lee, no de Maggie Cheung… y de los fantasmas que dejó su breve y tormentoso matrimonio. Y cada vez que Mira se enfunda el icónico y sensual traje ajustado negro de Irma Vep es capaz de deambular por los tejados de París, atravesar las paredes y contemplar las vidas del resto de los participante en este drama/sátira. Sátira con ternura, puesto que Assayas podrá criticar el mundo del cine, pero no deja de estar enamorado de él. Difícil de comentar todos los detalles interesantes y divertidos de esta serie que va claramente de menos a más. A mucho más, y deja un regusto excelente, el de haber visto una serie de televisión excéntrica, nada parecida a lo que se hace habitualmente, que probablemente muchos no apreciarán, pero que es muy muy notable. A mi me ha encantado.

[Cine en TV] Earthquake Bird (2019)

Cine

Earthquake Bird (2019; 58/20191116)

Cuando llegó esta película recientemente al catálogo de Netflix me llevé dos impresiones; una positiva y otra negativa. La impresión positiva venía del hecho de que su director, Wash Westmoreland, nos hubiera ofrecido recientemente un par de películas que tuvieron su interés, aquí y aquí. No fueron dos películas perfectas, pero en ambas ofreció amplia posibilidad de disfrute de las interpretaciones del elenco, especialmente de sus protagonistas femeninas. Y los temas tenían su interés. También porque la protagonista femenina de la película que nos ocupa, y que podía coger el testigo de las anteriores, es la sueca Alicia Vikander, una actriz que ya nos ha ofrecido varias muestras de talento, tanto en su carrera inicial en los países escandinavos de donde procede, como cuando dio el salto a un cine más internacional en inglés.

Las fotografías acompañantes hoy, obviamente, corresponden a mi estancia reciente en Tokio. En lugares diversos… Ueno, Ginza, Shibuya, Roppongi,…

Pero estaba la impresión negativa. ¿Por qué llegaba esta película al catálogo de Netflix de forma tan callada y sin apenas repercusión previa en los medios, ni anuncios del canal de vídeo bajo demanda? La película se ha estrenado en salas, desconozco en que cuantía, en el Reino Unido y Estados Unidos, pero ha llegado directa al vídeo bajo demanda en España. Y nos cuenta una intriga psicológica en la que una traductora sueca Lucy Fly (Vikander) que vive plenamente integrada socialmente en Tokio es acusada del asesinato de su amiga Lily Bridges (Riley Keough, qué mayor se nos ha vuelto la nieta de Elvis), con quien parece haber tenido problemas relacionados con su novio nipón, Teiji Matsuda (Naoki Kobayashi), un fotógrafo aficionado que se pasea por la ciudad con una Olympus OM-1 y un Zuiko 50/1,4.

El problema es que no me creo nada de esta película. Basada en la narración en retrospectiva, sobre los recuerdos y el relato de los hechos de la protagonista a la policía que la interroga, en seguida nos damos cuenta que es un testigo no fiable, que no podemos asegurar nunca qué elementos del relato son ciertos y falsos. Pero la cuestión está en que la fría realización de la película y la desgana de los intérpretes de los que sólo Keough parece que le pone un poco de ganas, hace que todo nos dé igual. Y que los traumas que se van descubriendo en todos los personajes lleguen a ser extremos, ridículos o simplemente absurdos… o te dan igual.

Suma a esto una ambientación mejorable. Se supone que estamos en el Tokio de finales de los 80. Pero yo acabo de volver de Tokio hace apenas mes y medio, y lo que veo en pantalla se diferencia poco de la ciudad que acabo de visitar. Sólo los peinados y el autuendo de Riley Keough me parecen propios de la época. Y encima, hay momentos que parece que estamos ante un reportaje publicitario turístico, como en el fin de semana que pasan los protagonistas en la isla de Sado. No sé… algo se rompe por todas las costuras de esta película que hace que te desligues fácilmente de ella y te cueste llegar al final, importándote un rábano lo que haya pasado.

No me parece especialmente recomendable. Especialmente, por que con los antecedentes, tenía unas ciertas expectativas que no se han cumplido. Una pena.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Submergence (2017)

Cine

Submergence (2017; 23/20180415)

Estuvimos en un sí ir no ir con esta película. Por un lado, que la firme Wim Wenders, con James McAvoy y Alicia Vikander de protagonistas parecían alicientes más que suficientes para incitarnos a acercarnos a las salas de cine. Pero las críticas previas de la película no eran buenas, sumándose a las que desde hace unos años plantean que Wenders ya sólo se defiende bien en el documental, y que pasaron hace tiempo los tiempos de gloria a la hora de narrar ficción.

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Algunos de los mares y costas que recorre el barco de la chica protagonista; Portugal…

La película nos sitúa en dos líneas paralelas de acción. Por un lado, la profesora Danielle Flinders (Vikander), investigadora oceanográfica, se embarca en una larga travesía por el Atlántico norte, desde el sur de Portugal hasta las regiones árticas, bastante más allá de Islandia, donde habrá de sumergirse en las profundidades abisales buscando los orígenes de la vida. Por otro lado, James More (McAvoy) es un agente de espionaje que, bajo la apariencia de ingeniero de obra civil especializado en suministros de agua, se internará en la revuelta Somalia con la excusa de ir excavar pozos y suministros para las poblaciones, y se verá retenido por los insurgentes islamistas más extremos. Mediante flashbacks provocados por los recuerdos de ambos sabremos que se conocieron en un hotel costera en el norte de Francia donde se enamoraron y prometieron volver a reunirse.

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… Noruega,…

Detrás de una calmada historia de romance y de acción pausada, Wenders propone un película filosófica que nos invita a reflexionar sobre las amenazas que caen sobre el planeta en estos momentos. A nivel físico y ambiental, la amenaza sobre los mares, fuente de vida original en la Tierra. A nivel sociopolítico, la amenaza de los integrismos, de los fanatismos y de las dictaduras. Todo esto está muy bien… pero la película funciona a penas. Está llena de lugares comunes, de tensión forzada, de alguna situación que podríamos calificar incluso de absurda. Todo ello con una realización fría, que transmite poca emoción. Desde luego, el romance entre los protagonistas más da la impresión de parecer un aquí te pillo aquí te cojo entre dos «guapos» que una pasión que justifique la reflexión posterior.

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… Escocia,…

Los dos protagonistas tienen su oficio y evitan el desastre, aunque tampoco parecen especialmente motivados por la labor. Se limitan a cumplir.

Me resulta difícil recomendar una película, que sin ser tan catastrófica como en algún sitio he leído, realmente aporta muy poquito. Y realmente, estamos muy lejos del Wenders que nos emocionó hace unas décadas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

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… e Islandia (también en el encabezado).

[Cine] Tomb Raider (2018)

Cine

Tomb Raider (2018; 20/20180318)

Normalmente, no hubiera visto esta película y no hubiera habido dos entradas cinematográficas en este sábado. Pero tuve la oferta de ir al cine con unos viejos amigos a los que frecuento poco. Y que mantienen la costumbre de ir de vez en cuando los domingos a desayunar un chocolate con churros seguidos de una matinal de cine. Algo que hace quince o más años hacíamos juntos con frecuencia, y que esta película ha servido de excusa para recordar.

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Clásicas del cine de acción cuando se localiza en Asia son las persecuciones en los puertos de Hong Kong… así que allí nos vamos. Y a la isla de Lantau que es donde quedan más barrios «típicos», léase cutres, de pescadores.

La película… bueno. Lo de siempre. Dirigida por un tal Roar Uthaug, noruego, lo único de interés a priori era comprobar cómo se desempeña Alicia Vikander como heroína de acción, en este caso interpretando al personaje de juegos Lara Croft. Bueno… esta chica es una actriz más que decente y se las ingenia para salir personalmente airosa en una cinta que básicamente es un pastiche, con elementos procedente fundamentalmente las películas de 007 y de Indiana Jones. Sobretodo quiere parecerse a esta última saga, pero se dejan por el camino dos cosas; el talento para componer una historia razonable y el humor.

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Así pues, nada. Si no tenéis la excusa como yo de pasar una velada matinal de domingo palomitera con unos amigos simpáticos, y lo que realmente queréis hacer es ver cine,… buscad otra cosa. Solo apta para adeptos a la «comida» basura y a la Vikander. Que aunque no es tan neumática como la anterior Lara Croft, también está de buen ver. Y es mejor actriz. Aunque la película no valga un pimiento.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: *

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[Cine] Jason Bourne (2016)

Cine

Jason Bourne (2016; 422016-0108)

Sesión de cine palomitero veraniego a costa de una nueva entrega de una de las pocas sagas de cine de espías que nos ha llegado a convencer en algún momento. Cuando hace ya catorce años recibimos la primera entrega de esta saga que primero fue adaptada a televisión, nos encontramos con una entretenida película, nada que fuera a hacer historia por si misma, pero que ofrecía una protagonista con posibles como se ha demostrado posteriormente. Y sobretodo, permitía encontrar sus sitio en el mundo a un actor que en aquel momento no pasaba de ser un intérprete normalito, bastante inexpresivo. Pero como Jason Bourne (Matt Damon) tenía que ser inexpresivo, miel sobre hojuelas.

La segunda entrega no estuvo mal, pero no aportó nada nuevo, y encima nos dejó sin la presencia de la muy atractiva Marie (Franka Potente), personaje que se aleja de los bollicaos habituales de las películas de espías sin perder un ápice de atractivo, aunque es una saga que no trata especialmente bien a los personajes femeninos. Y si no que se lo pregunte a la pobre Nicky (Julia Stiles). En cualquier caso, aunque entretenida, parecía que marcaba una dirección descendiente en la saga. No superaba a su predecesora y no era especialmente memorable. Por lo menos yo no recuerdo muy bien los detalles de la película. Entretenimiento sin más.

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Una de las características de estas películas de espías que te recorren medio mundo en dos horas.

Pero en estas estábamos, cuando nos llegó la tercera entrega, que casi se me pasa porque no confiaba ya que una tercera iteración de lo mismo nos ofreciera nada nuevo o interesante, y mira tú por donde nos ofrece la mejor entrega de la saga y la que hace que destaque de otras sagas sobre temas similares. Un guion más que notable y un desarrollo más basado en la intriga y la inteligencia que en la mera acción y espectacularidad. Aunque también hubiera de esto.

Ignoramos el spin-off protagonizado por otras gentes y que no fue especialmente bien tratado por la crítica, y que no incluyo como cuarta parte de la saga, sino como una derivación de la que no nos vamos a preocupar. Lo cierto es que mi sensación era que la tercera entrega había dado un cierre convincente a la historia, y que probablemente no era necesario más. Una oportunidad para que en Hollywood fueran un poco creativos y pensaran en otras historias originales. Pero no. La industria del cine de acción y entretenimiento norteamericana está muy estancada en el hábito de exprimir hasta la extenuación aquellos productos que se han mostrado rentables en su momento, y decidieron ir a por esta cuarta entrega de hoy, dirigida como la segunda y la tercera por Paul Greengrass.

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De los lugares que recorre la película de hoy, sólo tengo fotografías de dos, las anteriores de Berlín, y estas dos últimas de Londres.

No voy a preocuparme mucho de explicar de que va… es más de lo mismo. Los malos, que en esta saga no son misteriosas organizaciones rusas o islámicas, sino la propia CIA, de nuevo a por Bourne. Aunque con el equipo renovado… Vemos aparecer por ahí a Tommy Lee JonesAlicia Vikander y Vincent Cassel. Nicky también aparece… pero ya digo que esta saga trata muy mal a las chicas… Todos cumplen con sus papeles con suficiente dignidad y oficio, porque son buenos intérpretes, pero sin más.

La película es un entretenimiento que realmente no aporta nada a lo visto hasta la fecha en la saga. Es simplemente el típico ordeñamiento hasta la extenuación de la vaca lechera… hasta que deje de dar beneficios. Cierto es que entretiene. Que no es ninguna bazofia. Que se deja ver sin mayores problemas. Pero no deja de ser una oportunidad desaprovechada de utilizar los buenos dineros que cuestan estas películas para hacer algo realmente interesante. Un comentario aparte merecería la cuestión de las buenas actrices actuales que acaban haciendo papeles flojos en las franquicias de hacer dinero. El caso de Vikander en esta película que tiene un papel que tendría muchos más matices y posibilidades que los que nos ofrecen… Totalmente desaprovechada… Pero hay tantas otras buenísimas actrices que pasan de triunfar en producciones interesantes a ejercer de floreros de lujo en las producciones de acción. Creo que la última en apuntarse a la moda ha sido Brie Larson, que tras su éxito en los últimos oscars parece que va a pasar de ser musa del cine independiente a enfundarse los estúpidos leotardos de colores del cine de superhéroes… ¿estamos de nuevo ante el final de una gran actriz? Poderoso caballero es don dinero.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

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Y aunque estaba pasando por mi cabeza visitar por mi cabeza algún otro país de extremo oriente, me he dado cuenta de qué no sé por qué no he visitado todavía Grecia.

[Cine] The Danish Girl (2015)

Cine

The Danish Girl (2015; 062016-0124)

Segundo día seguido que me quedo en casa por enfermedad. Espero que hoy no vuelva a subir la fiebre por la tarde noche y mañana volver a la normalidad. Mientras, os traigo mis impresiones sobre esta película inglesa, de la que se oyeron hace unos meses muchas cosas buenas, especialmente de cara a la temporada de premios, y que se ha ido desinflando poco a poco. Hasta el punto que lo único que realmente se destaca como notable en estos momentos es el trabajo de sus protagonistas, Eddie Redmayne encarnando a Einar Wegener/Lili Elbe, y Alicia Vikander como su esposa Gerda Wegener. De su director, Tom Hooper, lo que más se dice es que vuelve a ser un realizador con un academicismo que se vuelve frío… y a ratos aburrido.

En primer lugar… no confiéis nunca en que una película de cine, incluso si se trata de biografías de personas conocidas y relativamente recientes, va a ser fiel a la realidad. En el cine parece que funciona como en la prensa aquello de que no dejes que la verdad te arruine una buena historia. Aunque en este caso la historia final que nos cuentan deja que desear. Pero por ponernos en situación, la película empieza con el matrimonio Wegener todavía joven tras seis años de casados, y lo suponemos en algún momento de la segunda o como mucho la tercera década del siglo XX. En poco tiempo, en varios meses o pocos años, se desarrolla la historia hasta el desenlace último… Mmmmmm… El matrimonio se casó en 1904, con Gerda siendo una adolescente o poco más y Einar/Lili en sus veintipocos. Las operaciones de cambio de sexo de Einar/Lili fueron en 1930, con 48 años y Gerda estaba ya en sus 40 probablemente, o cerca. Hay discrepancias sobre el año de nacimiento de esta. Difícil de contar con ritmo una historia que abarca casi 30 años de duración.

La película de hoy nos lleva por distintos puntos de Europa. Desde luego el Nyhavn de Copenhague, lugar de rodaje de buena parte de los exteriores en la capital danesa.

La película de hoy nos lleva por distintos puntos de Europa. Desde luego el Nyhavn de Copenhague, lugar de rodaje de buena parte de los exteriores en la capital danesa.

El tema clave de la película, por si no os habíais coscado es la transexualidad. El filme pretende hacer un homenaje al primer hombre reconocido al nacer como tal, que se sometió a intervenciones de cambio de sexo, y quiso ser reconocido abiertamente como mujer a todos los efectos. No voy a entrar en las circunstancias clínicas del caso, que no están del todo clara, pero que parecen ir más allá y ser más complejas de la persona nacida hombre pero que desea ser mujer. También incide en la posición de la esposa. Esposa comprensiva, esposa sufridora, esposa que apoya. Durante muchos minutos de la película tenemos la sensación que realmente se nos quiere contar más la experiencia de Gerda que la de Einar/Lili. Lo cual hace incomprensible que Vikander haya sido lanzada a la carrera de los óscar como actriz de reparto y no cómo actriz protagonista. Quiero dejar clara mi postura. Creo que Vikander hace un excelente papel, y es de lo que más vale de la película. Pero creo que ir como candidata a actriz de reparto es un fraude, y no debería ganarlo. Tendría que estar peleándose con otras protagonistas de las películas de este año pasado.

Como ya digo, el trabajo de Vikander, y también el de Redamayne, por supuesto, que tal vez aspire un segundo premio consecutivo como actor protagonista, difícil lo tiene, son lo que más vale de la película. Hay algún secundario con buenas maneras como el belga Matthias Schoenaerts, pero los dos protagonistas chupan mucha cámara. Sin embargo, como ya he ido comentando la historia va naufragando. Empieza con interés. Los primeros momentos de ese matrimonio joven y las tendencias de Einar hacia la identidad femenina prometen tensión dramática y ética así como posibilidades de lucimiento estético. Sin embargo, la película se va desinflando, no encuentra su camino para desarrollar una historia, a pesar de esa compresión temporal que no se dio en la realidad. El insistir en algún momento en el posible rechazo social, muy tópico, roba totalmente la posibilidad de entender porqué dos artistas modernos en las tres primeras décadas del siglo XX, y moviéndose en los círculos intelectuales de la época, pudieron ser una punta de lanza en la reivindicación de la transexualidad.

Por supuesto, París. Lugar donde bullían los artistas contemporáneos de las primeras décadas del siglo XX.

Por supuesto, París. Lugar donde bullían los artistas contemporáneos de las primeras décadas del siglo XX.

Gerda Wegener fue siempre la artista de más éxito en la pareja. Y lejos de esta imagen inicial de artista indecisa que encuentra su inspiración en su propia pareja posando como mujer, fue una ilustradora osada y decidida, cuyas pinturas y dibujos, muchos de ellos de carácter abiertamente sexual e incluso pornográfico, avanzaban las reivindicaciones de libertad sexual de algunos «ismos» de principios del siglo XX. En ese entorno, mal explicado, tiene sentido mucho de lo que pasa. Y que no queda bien explicado, languideciendo en un argumento conservador, poco atrevido, convencional. Una pena. Me cuesta recomendar esta película.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **

Y finalmente, Dresde en Alemania, donde según se nos cuenta se intentaron las primeras intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo.

Y finalmente, Dresde en Alemania, donde según se nos cuenta se intentaron las primeras intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo.

[Cine] Operación U.N.C.L.E. (2015)

Cine

Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E, 2015); vista el 6 de septiembre de 2015.

Si algo sé de mi madre durante la época de mi infancia y adolescencia es que uno de sus actores favoritos era Robert Vaughn. Pero yo tarde mucho tiempo en saber que aquel actor se llamaba así. Cuando mi madre comentaba los programas de televisión o las películas en las que trabajaba Vaughn, decía aquello de «hemos visto una de Napoleón Solo«. Un nombre que a mí me hacía mucha gracia. El caso es que tardé mucho tiempo en saber de dónde había salido Napoleón Solo. No tengo recuerdo de haber visto episodios de la serie El agente de CIPOL (The Man from U.N.C.L.E., su título original en inglés). Debían emitirlo tarde, cuando yo ya me había ido a dormir. O no me interesaba y me ponía a jugar o a leer.

Por cierto,… que si mezclas U.N.C.L.E. (T.Í.O. en castellano) con C.I.A, obtenemos T.I.A.… conocida agencia de «inteligencia» y espionaje de lo más castiza y española que tantas risas nos ha provocadado… Siempre había asumido que T.I.A. era una coña sobre C.I.A.; pero ahora me pregunto si no lo es también por lo de U.N.C.L.E. La serie original de U.N.C.L.E. se emitió entre 1964 y 1968 en EE.UU., y la primera aparición de la T.I.A. fue en 1969 con El sulfato atómico.

Pero a lo que íbamos. Cuando anunciaron esta reimaginación cinematográfica de aquella teleserie, en esta crónica y lamentable falta de ideas novedosas en Hollywood que les hacer reciclar la historias ya conocidas una y otra vez, carecía de motivación inicial para ir a verla. Salvo la afectividad asociada al recuerdo de mi madre. Las expectativas hacia la película dirigida Guy Ritchie eran flojas. Los avances vistos previamente no me habían llamado la atención. Me parecía más de lo mismo en lo que se refiere a adaptaciones de viejas series de televisiones, muchas de las cuales pasan sin pena ni gloria, y las que triunfan tampoco suelen ser muy de mi gusto. No obstante, en un fin de semana en elque estaba de considerable bajón en el estado de ánimo, cuando me llaman el domingo por la mañana para ir al cine, no me lo pienso y me voy. Total,… qué mas da. Cualquier cosa mejor que quedarme en casa o dar una vuelta por Zaragoza por mi cuenta dándole vueltas a la cabeza.

Si algo tiene de bueno la película es que, tras una oscuras escenas berlinesas, la mayor parte de ella transcurre en una luminosa Roma y en las costas italianas.

Nos cuenta la historia los inicios de U.N.C.L.E., agencia de espionaje internacional, cuando esta ni siquiera existe. En un momento dado, se ven forzados a trabajar tres personas muy diversas. Napoleon Solo (Henry Cavill), un antiguo soldado americano metido a ladrón de guante blanco y forzado a trabajar para la C.I.A. cuando lo pillan; Ilya Kuriakin (Armie Hammer), un agente del K.G.B. hijo de un alto cargo del partido comunista soviético caído en desgracia; Gaby Teller (Alicia Vikander), joven y hábil mecánica de Berlín oriental, cuyo padre fue un científico nuclear en la Alemania nazi que tras la guerra se puso a trabajar para los estadounidenses. Este ha desaparecido en manos de una organización fascista criminal con sede en Roma, liderada fundamentalmente por la ladina Victoria Vinciguerra (Elizabeth Debicki), que amenaza con construir bombas atómicas con facilidad para desestabilizar al mundo y hacerse con el poder mundial.

Como veis, lo de siempre. Los buenos, en este caso en una mezcolanza improbable de nacionalidades e ideologías, frente a los malos, una organización secreta con ganas de dominar al mundo. Argumento propio del 007 más clásico. Pero sin que tenga nada novedoso o interesante que aportar. Está todo lo que esperas, persecuciones, secuestros, algún asesinato, malos taimados, pero algo tontos, las chicas, muy monas vestidas de yeyés/swinging london, micrófonos escondidos,… Se supone que se introducen aquí y allí dosis de humor, y un improbable romance, más bien tensión sexual no resuelta, entre Kuriakin y Teller. Yo, sinceramente, no les veo la química por ningún lado.

Esto es algo que siempre se agradece, alegra la vista y levanta los corazones. Y da envidia de no estar allí mismo, disfrutando de ese ambiente.

Los intérpretes están discretos. Desde luego, Vikander, que en estos momentos tanto suena para la futura temporada de premios a propósito de películas todavía no estrenadas, está muy guapa, pero pasa sin pena ni gloria. Hammer, de acuerdo con su personaje, sufre de una inexpresividad absoluta, que no consigue levantar ni siquiera en los accesos de ira que se supone que le vienen de vez en cuando. Y a Cavill le debieron de «decir ponte ahí y luce guapo», cosa a la que se dedica, aunque de vez en cuando muestre destellos de más potencial interpretativo así como del personaje. Lamentamos profundamente que no le den más minutos y un poco más de miga a Debicki, que probablemente, en este panorama es la más atractiva desde muchos puntos de vista. Cuando hay un buen malo, todo mejora,… pero no le dan las oportunidades.

Película destinada al hiperconsumo palomitero en verano, no da más de sí porque nadie se esfuerza en ello. Entretendrá a muchos espectadores poco exigentes (lo que puede explicar su relativamente aseada puntuación entre los votantes de IMDb, o la condescendencia de algunos críticos), pero que pasará sin pena ni gloria por la historia del cine. Salvo que, por supuesto, la operación salga rentable económicamente, y nos castiguen con futuras secuelas. Pues nada. Lo de siempre.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Menos mal que siempre tenemos los recuerdos fotográficos de viajes pasados para volver a esos lugares y a esos ambientes, confiando en futuras visitas a la ciudad eterna.

[Cine] Ex machina (2015)

Cine

Ex machina (2015); vista el miércoles 11 de marzo de 2015.

Las inteligencias artificiales han sido objeto de muchas aproximaciones en el ámbito de la literatura, el cine y la ficción televisiva. Bien es cierto que hasta recientemente no fueron denominadas así. Eran robots, o computadoras, o androides si adaptan una forma y aspecto similar al ser humano, incluso hasta parecer indistinguibles de este último. Pudo ser una inteligencia enferma como HAL 9000, o astuta y leal como R2D2, o servicial como Robby. Sorprendentemente humana como Roy Batty, seductora, peligrosa y compleja como Caprica 6, o apocalíptica como el T-800 Modelo 101. Es curioso que una de las película que más hizo por la difusión en la ficción cinematográfica del término inteligencia artificial (IA) fuera una moderna adaptación no especialmente conseguida del Pinocchio de Collodi, que últimamente se está reivindicando un tanto. Y muchas que me dejo, porque no puedo ser exhaustivo en una entra de este blog.

En la literatura, Isaac Asimov les otorgó unas leyes de obligado cumplimiento insertadas en su programación, porque auguró que el ser humano acabaría temiendo a sus propias criaturas. Temor que se ha materializado en varias de las referencias anteriores. También en alguno de los propios relatos de Asimov se aventuraba la posibilidad de que una inteligencia artificial lo suficientemente avanzada se viera a sí misma como más humana y más inteligente que los humanos que la crearon. Este temor fue bautizado como complejo de Frankenstein por el propio Asimov, en honor al personaje creado por Mary Shelley, y en general se ha transmitido en la cultura popular y literaria como el escenario apocalíptico denominado como la rebelión de las máquinas.

Parece ser que los exteriores de la película están rodados en Noruega, así que nos iremos para allí.

Parece ser que los exteriores de la película están rodados en Noruega, así que nos iremos para allí.

Toda esta introducción viene al caso, porque habiendo leído a priori las sinopsis de la película, no era especialmente partidario de ir a verla. A pesar de que había leído también alguna crítica positiva de la ópera prima como director de Alex Garland, y que el público votante de IMDb parece entusiasmado con ella. Claro que también lo está con las aventuras de «Caracartón» Neo, otra variante de lo comentado anteriormente, y a mí me ha parecido siempre un soberano aburrimiento. Rarito que soy para este género, que por otra parte me apasiona. Me terminaron de convencer por aquello de que la «prota» es una chica sueca que se está poniendo de moda, y porque mejor ir al cine y luego a tomar unos chismes, que quedarse en casa una tarde de ambiente primaveral.

La historia nos cuenta como Caleb (Domhnall Gleeson), un programador empleado en la multinacional informática del rico y excéntrico Nathan (Oscar Isaac), gana una «lotería» por la que irá a trabajar con su jefe en un emplazamiento secreto, de altísima tecnología, perdido en unas montañas. Y es que allí Nathan está desarrollando una inteligencia artificial, Ava, con un cuerpo de robot y el rostro de Alicia Vikander, la sueca. En aquel lugar perdido sólo una asistenta, Kyoko (Sonoya Mizuno), que utiliza para sus tareas domésticas una indumentaria sorprendentemente sensual, hará compañía a los dos maromos. El trabajo de Caleb será averiguar si Ava reúne las características propias de una inteligencia artificial semejante a una inteligencia humana, pasando un «sui generis» versión del test de Turing (de verdad que el test de Turing no es así, que el juez de la prueba tiene que ser ciego al aspecto de la «inteligencia» que pasa la prueba).

Lagos o fiordos, bosque, cascadas,... de todo sale en la película...

Lagos o fiordos, bosque, cascadas,… de todo sale en la película…

Realmente, a mí esta película no me ha enganchado. Especialmente porque me parece que tiene unos diálogos absolutamente inverosímiles para una gente que van por el mundo de tecnólogos y científicos. La cháchara llega a tener momentos de pedantería cuasi insoportable, haciendo que la «suspensión voluntaria de la incredulidad» con la que como espectador acudo a una obra de ficción que hecha añicos antes de finalizar el primer tercio de la película. El resto,… no es más que unas excusa para en un momento dado mostrar en pelotas a las hipersexualizadas protagonistas femeninas, echarle unas gotitas de gore cibernético al asunto y acabar con un final que es previsible desde la mitad de la película.

Realmente, no sé si la versión original resultará mejor que la versión doblada al castellano que vimos. Quizá el reparto hace todo lo que puede por salvar el asunto, me parece que todos los intérpretes, o al menos Isaac y Vikander. Gleeson me genera más dudas, y Mizuno se limita a moverse con gracia y a estar muy buena. Y esto último lo consigue con nota.

Tenía la impresión de que no me iba a convencer esta película y así ha sido. Quizá no sea tan catastrófica como lo he planteado. O sí. Ya he dicho que soy rarito para este género. Yo, no la recomiendo. Pero allá cada cual. Y parece que este fin de semana han estrenado otra con robots inteligentes… lo cierto que tampoco me apetece mucho, pero no me atrevo a asegurar nada sobre si la veré o no.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

En cualquier caso, es muy mala señal cuando se sobran diciendo que llevan dos horas sobrevolando en helicóptero las propiedades del mandamás de la empresa.

En cualquier caso, es muy mala señal cuando se sobran diciendo que llevan dos horas sobrevolando en helicóptero las propiedades del mandamás de la empresa.

[Cine] Anna Karenina (2012)

Cine

Anna Karenina (2013), 18 de marzo de 2013.

Parecía inevitable que fuese a ver esta película. La novela de Tolstoi del mismo nombre y en la que se basa, numerosas veces adaptada al cine, fue una novela que me impactó bastante cuando la leí. Más allá del planteamiento habitual de los amoríos y adulterios de la aristócrata rusa del siglo XIX que da nombre a la historia, es una novela que plantea numerosos dilemas vitales, sociales, y políticos, con los constantes contrastes entre las historias que en paralelo nos va contando. Así que tras algunas versiones fallidas, había que ver si en esta ocasión Joe Wright había acertado con el tono y el fondo de la historia.

Como ya digo, son varias las historias que nos relata Tolstoi en su historia, siendo dos las principales que se desarrollan en paralelo. Por un lado tenemos a Levin (Domhnall Gleeson) el honrado terrateniente que aspira a casarse con Kitty (Alicia Vikander), la joven y guapa hija de los Oblonsky, que sin embargo lo rechaza por pretender a Vronsky (Aaron Taylor-Johnson). Sin embargo, tras un encuentro casual con Anna Karenina (Keira Knightley), casada con Karenin (Jude Law), un alto funcionario del estado, la cual acude a Moscú desde San Petersburgo para evitar la ruptura de su hermana, la madre de Kitty, el arrogante militar y la joven esposa caerán enamorados y se convertirán en amantes. A partir de ahí, se nos narrará la caída de Anna y el triunfo modesto pero definitivo del trabajador y oscuro Levin.

La trama es más compleja, pero normalmente las adaptaciones cinematográfica cuentan lo que he mencionado, más o menos. La originalidad de la adaptación de Wright es la vistosa puesta en escena, en la que los ambientes en los que se desarrolla la acción son a modo de decorados teatrales, que van modificándose de acuerdo a las necesidades de la acción. Es realmente sofisticado, y no me extraña que haya optado al premio en diversas categorías de los Oscar. Sin embargo, salvo una honrosa excepción, el cine de Wright me parece frío en su excelencia formal. Y creo que en la novela de Tolstoi hay mucha más miga que la que encontramos en la producción que aquí consideramos.

Y si pasamos a la interpretación, hemos de decir que con su extenso reparto, lleno de nombres de buen nivel de la pantalla y la escena británicas, debemos considerarla razonablemente buena. Pero nada más. Knightley, con la excepción de la película que he vinculado antes, sigue sin ser una actriz que me acabe de convencer. Y no acabo de verle la pasión que ciega y arruina la vida de la Karenina. Pero bueno, el conjunto es de aprobado.

Anna Karenina es una novela que ha sido adaptada muchas veces, y muy pocas veces lo ha sido con éxito. La que protagonizó Sophie Marceau hace 15 años pinchó claramente, pese a contar con una de las Annas más guapas. Aunque no más guapa que Vivien Leigh que sin embargo protagonizó una versión en los años cuarenta que tampoco es del todo acertada. Y quizá de las más salvables sea la versión de Greta Garbo en 1935, aunque tampoco es esta una de las mejores producciones en las que trabajó la diva sueca, o la versión muda de la misma actriz de la misma historia de 1927. Hay una pléyade más de adaptaciones tanto cinematográficas como televisivas. Y todavía no hemos dado con la versión definitiva. Quizá en la próxima. De todos modos, es una película que se deja ver.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Quien conozca la historia de la trágica Karenina, sabrá del papel que desempeñan en la misma las locomotoras de vapor. Algo más grandes que esta que encontramos en Porthmadog, País de Gales.

Quien conozca la historia de la trágica Karenina, sabrá del papel que desempeñan en la misma las locomotoras de vapor. Algo más grandes que esta que encontramos en Porthmadog, País de Gales.

[Cine] Un asunto real (2012)

Cine

Un asunto real (En kongelig affære, 2012), 3 de marzo de 2013.

Bajón en el interés de la cartelera tras la resaca de los Premios Óscar. Pero enganchados a esta resaca, y como además somos aficionados a los dramas de época, optamos por ir a ver esta película danesa, de la que vimos hace unas semanas el avance, que nos picó la curiosidad. Dirigida por Nikolaj Arcel, y protagonizada por Alicia Vikander, una sueca haciendo de inglesa a la que veremos probablemente pronto haciendo de rusa, y Mads Mikkelsen, un danés que hace de alemán aunque habitualmente lo que hace es de malo.

La cosa va de una intriga palaciega que sucedió realmente en la Dinamarca de la ilustración, a finales del XVIII, cuando uno de los muchos Christian que han sido reyes del país escandinavo, uno que anduvo un poco tocado del bolo, se casa con una princesa inglesa, cultivada y «progre», para la época. Y la chica acabará colada por el médico del rey, un alemán que pasaba por allí, también ilustrado, que además se convertirá en el político más influyente de la corte, hasta el punto que atraerá las envidias y las inquinas de la facción más absolutista y carca. Y si además descubre el tomate entre la reina y el doctor, imagina la que se puede armar.

Hablando de cosas de aquella época, este fin de semana se ha "recreado" el final de los sitios de Zaragoza, durante las guerras napoleónicas.

Hablando de cosas de aquella época, este fin de semana se ha «recreado» el final de los sitios de Zaragoza, durante las guerras napoleónicas.

Película muy bonita de ver y algo aburrida de aguantar en sus más de dos horas de duración. Estos daneses han echado el resto a la hora de ambientar, y se han marcado una película de tipo gran producción, drama de época de la leche. Pero lo que no han podido hacer es salvar la frialdad en la realización. Lo cierto es que mira que la reina es mona y tal, y que el médico tiene buenas intenciones y esas cosas, pero llega un momento en que pasas de ellos, te da igual, y sólo esperas a ver si los descubren de una vez y pasa algo. Hasta los malos son más sosos que atacados.

No está mal interpretada, pero el trabajo de actores y actrices se ve lastrada por la fría realización, así que poco más se puede decir. Además, cuando empiezas a echar cuentas, y hay alguna referencia que lo permite en el filme, te percatas de que el reparto no está del todo conseguido. Todos parecen constantemente mayores de lo que fueron los personajes reales en la historia. Hay que tener en cuenta que la chica tenía sólo 15 años cuando se casó con el reyecito danés, y tenía 17 años cuando tuvo al príncipe heredero.

Apenas me ha interesado, aunque esta mañana he pasado cerca de la Alfajería, y la remanguillé he sacado alguna foto. Por cierto, que entre los recreacionistas daba la impresión de que había más gente con cámaras de fotos que con mosquetes. No he aguantado mucho, había mucha gente, y las muchedumbres me agobian.

Apenas me ha interesado, aunque esta mañana he pasado cerca de la Alfajería, y la remanguillé he sacado alguna foto. Por cierto, que entre los recreacionistas daba la impresión de que había más gente con cámaras de fotos que con mosquetes. No he aguantado mucho, había mucha gente, y las muchedumbres me agobian.

Pero en fin, tampoco es para darle más vueltas. Los aficionados impenitentes de los dramas de época, con mucha ambientación, vestuario y decorados, que no se la pierdan. Los demás… psss,… seguro que hay cosas más entretenidas.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Me ha resultado incómodo también la "jovialidad" con la que la gente acoge un espectáculo bélico. La guerra crea mucho sufrimiento; la décima parte de la población de Aragón perdió la vida en aquellos hechos. Y supuso décadas de pobreza y despoblación del campo aragonés. Esta tarde he vuelto a Rodén, con un par de cámaras para película. La vista del pueblo viejo, que sirva para recordar que la guerra no debe ser un espectáculo divertido.

Me ha resultado incómodo también la «jovialidad» con la que la gente acoge un espectáculo bélico. La guerra crea mucho sufrimiento; la décima parte de la población de Aragón perdió la vida en aquellos hechos. Y supuso décadas de pobreza y la despoblación del campo aragonés. Esta tarde he vuelto a Rodén, con un par de cámaras para película. La vista del pueblo viejo, que sirva para recordar que la guerra no debe ser un espectáculo divertido.