Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Entorno industrial con Plaubel Makina 67 y Kodak Gold 200.
Hace un tiempo conocí a un fotógrafo, desconocido en general, no es profesional, no tiene presencia en internet o redes sociales, que de ciento a viento saca su cámara de gran formato para fotografiar por las periferias de las ciudades (relativamente) próximas al lugar donde vive. He coincidido en tres ocasiones más, cuando ha venido por Zaragoza. Y siempre disfruto viéndolo trabajar. En esta ocasión, yo también me llevé una cámara a tono. No de gran formato, que no tengo, pero si con un formato medio generoso. A continuación, algunas de las fotos tomadas en los entornos de la estación de Miraflores y de Casetas, un domingo por la mañana.
Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Arquitectura y paisaje ferroviario con Leica M6, Zeiss Planar 50 mm f2 y Adox HR50… con filtro amarillo.
Ya he mostrado de todo lo que tenía que mostrar, al menos de momento, sobre mis viajes más recientes. Así que vuelvo a la fotografía cotidiana. La del entorno urbano familiar; arquitectura, paisaje industrial y ferroviario, lo que se tercie.
En esta ocasión, un fin de semana con cámara de postín y película en blanco y negro de baja sensibilidad, alta nitidez y contraste y grano fino. Tarde del sábado buscando motivos graficos en el paisaje y la arquitectura de la margen izquierda del Ebro en Zaragoza, y mañana del domingo entre las vías y las estructuras industriales del entorno de la estación de Casetas.
Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. El entorno de la estación de Ayerbe con Leica M2 y película Kodak Gold 200.
De esta escapada mañanera a Ayerbe un sábado de julio ya hablé en su momento, porque también llevé película para negativos en blanco y negro en formato medio. Recordaré que un conocido tenía cosas que hacer en esta población de la provincia de Huesca, le acompañé, yendo y viniendo en la misma mañana con el tren, pero yo me quedé en el entorno de la estación tomando paisajes ferroviarios, mientras él resolvía sus asuntos.
Ya lo dije hace unos días. Pensaba que tal vez su estación conservaría más elementos de la arqueología ferroviaria, y que el paisaje ferroviario en el entorno de la estación sería algo más interesante. Una impresión que había adquirido al pasar de vez en cuando por el lugar. Pero luego no fue para tanto. No nos engañemos. Tiene sus posibilidades. Difíciles de explotar en una mañana nublada, en la que al ir apareciendo el sol entre las nubles cerca de las 10 de la mañana… pues la luz que nos ofrecía venía bastante dura y contratada. En cualquier caso, aquí os dejo algunas fotografías realizadas sobre película fotográfica para negativos en color. Después de todo, ese rato que pasé deambulando por el lugar, lo pasé bien. Y me quedaron algunas fotos para terminar el rollo al día siguiente en el Parque Grande de Zaragoza.
Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. El entorno de la estación de Ayerbe con Plaubel Makina 67 y película Ilford Ortho Plus.
Tengo la sensación de que ya lo he comentado en algún sitio. El paisaje ferroviario, que tradicionalmente era un objeto fotográfico interesante por su estética, sus texturas, sus formas, se está volviendo cada vez más aburrido. Lo practiqué bastante con mis cámaras fotográficas hace 25-30 años, en un momento en que muchas infraestructuras tradicionales se mantenía en estaciones y líneas ferroviarias, y había una amplia diversidad de vehículo ferroviarios, en color y formas. Pero en un país en el que la piqueta hace estragos con los edificios singulares, y hay poco interés en la conversación de la arqueología industrial… todo va desapareciendo. No sólo en lo ferroviario, en general, los paisajes españoles se están empobreciendo a marchas forzadas. Algún día tendría que hablar de ello con más profundidad.
En cualquier caso, un conocido me informó hace unas semanas de que tenía que ir a Ayerbe por un asunto particular, un fin de semana, y que ya que el Canfranero está de nuevo en funcionamiento, y teniendo en cuenta que vive cerca de la estación de Zaragoza-El Portillo, iba a ir en tren. Ir y volver por la mañana. Que si me quería apuntar. Ayerbe en sí mismo, aunque tiene algún rincón curioso, no me atraía en especial. Pero pensé que tal vez su estación conservaría más elementos de esa arqueología industrial, ferroviaria, que he mencionado. Algo queda, pero no tanto como pensaba. En cualquier caso, aquí os dejo algunas fotografías realizadas sobre película fotográfica monocroma en cámara de medio formato. También hice en color. Eso… otro día.