Una propuesta musical, el «jazz manouche» de Django Reinhardt en el centenario de su nacimiento

Música

Desde hace unas semanas me estaba llamando la atención la cantidad de programas de radio, especialmente los que sigo a través de sus podcasts, que estaban dedicados al guitarrista belga Django Reinhardt. Desde incluirlo en un programa de música clásica como Música sobre la marcha de Fernando Palacios en Radio Clásica hasta los típicamente dedicados al jazz  que dirige Juan Claudio Cifuentes «Cifu» en Radio Clásica o Radio 3, pasando por Cuando los elefantes sueñan con la música de Carlos Galilea también de Radio 3. Y en esto, que volviendo a escuchar uno de ellos, me di cuenta que el pasado 23 de enero se cumplieron los cien años del nacimiento del maravilloso gitano del jazz manouche.

Jean Baptiste «Django» Reinhardt nació en Bélgica y pasó su infancia en un campamento gitano cerca de París, donde aprendió a tocar la guitarra. A los 18 años sufrió graves quemaduras en un incendio, de modo que dos dedos de la mano izquierda quedaron inutilizados, por lo que tuvo que volver a aprender la guitarra con técnicas totalmente distintas y propias. A pesar de las lesiones, consiguió realizar una carrera de éxitos con su música, en la que combinaba la tradición musical gitana con el swing que llegaba del otro lado del océano. Particularmente afortunada fue su asociación con el violinista Stéphane Grapelli, con quien formó el Quintette du Hot Club de France, y con quienes conseguiría sus mayores éxitos. Desgraciadamente, murió prematuramente a los 43 años por un accidente cerebrovascular.

Realmente, el animado swing del manouche siempre me ha gustado mucho y lo recomiendo a cualquiera que no le importe escuchar viejos discos de jazz con todas las imperfecciones de las grabaciones de los años 30 del siglo pasado. También cabe recordar aquí que Woody Allen dirigió una película, Acordes y desacuerdos (Sweet and Lowdown), relativamente inspirada por el músico belga, con Sean Penn en el papel de guitarrista, y en la que sonaban muchas de sus composiciones.

Así que ya sabéis mi propuesta musical para estos días.

Café Central

El Café Central de Madrid, un lugar que contribuyó a mi afición al jazz, allá por el año 1990; la foto es actual - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.

Si la cosa funciona (2009)

Cine

Si la cosa funciona (Whatever Works, 2009), 5 de octubre de 2009.

Con esta película recibimos la dosis anual de cine de Woody Allen. Después de su «trilogía» británica, que en líneas generales hemos de reconocer que tuvo un buen nivel, nos llegó el año pasado ese publirreportaje sobre tópicos hispanos que nos dejó un sabor de boca un poco amargo. Y ahora, se ha vuelto a su Nueva York querido para rodar una de sus clásicas comedias, con los temas de siempre. La muerte, el sexo, la religión (o ausencia de), etc. De hecho, podríamos decir que esta película ya la hemos visto, de una forma u otra.

En esta ocasión, el director no interpreta su eterno papel de judío creativo y neurótico. Elige a otro actor, Larry David, para ello. Nos encontramos con un físico teórico, que ya ha dado lo mejor de sí mismo en ese campo con un Nobel que cree que injustamente se le negó, y que se gana la vida enseñando ajedrez a niños. Ya mayor, con un matrimonio fracasado a sus espaldas, conoce a un chica joven, poco más que una adolescente (Evan Rachel Wood), sureña, paleta, a quien aparentemente considera de menos por las diferencias intelectuales que les separan, pero de quien se acaba enamorando y con quien se acaba casando, llegando a un estado de feliz rutina en su vida. La llegada a la ciudad primero de la madre de la chica, una estupenda Patricia Clarkson, y después del padre, trastocarán esa feliz rutina, en una serie de situaciones bastante divertidas y algunas de ellas hilarantes.

En realidad, la historia es lo de menos y muchas de las situaciones o similares ya las habíamos visto. Todo es un vehículo para exponer las ideas o las reflexiones tradicionales del director sobre sus temas favoritos, como ya hemos comentado antes. También para emitir críticas despiadadas a los sectores más intransigentes y conservadores de la sociedad americana. Y así, no podemos evitar sonreír en el diálogo que se produce mientras visitan la sala del museo de cera en la que quedan mezclados de forma curiosa Reagan, Bush, el Papa, Lady Di y algún otro personaje curioso.

Las interpretaciones son correctas, cumplen su misión, aunque sospecho que la versión doblada hace perder buena parte de su frescura. El mismo título de la película en castellano ya es una traducción «rara» del original ingles. El personaje principal habla demasiado como el director cuando actúa. Es difícil doblar el argot sureño y paleto de la chica. Pero bueno. Cumplen con su objetivo.

Resumiendo, una comedia fácil de ver, con sus ajustados 90 minutos de duración, que para qué quieres más, que satisfará razonablemente a los partidarios del director, aunque tampoco aportará nada nuevo. Le pongo un siete, con la misma nota en interpretación y dirección.

Continúo trayendo a estas entradas imágenes de mi visita a tierras portuguesas.

Enredadera

En los alrededores del Faro de Santa Marta, Cascais (Portugal) - Panasonic Lumix LX3

Nueva película relacionada con la fotografía; dos americanitas deambulan por Barcelona

Cine, Fotografía, Páginas personales

Hoy han anunciado que Penélope Cruz es candidata a los Oscar. Y me he dado cuenta que había olvidado por completo que la última película de Woody Allen tenía que ver con el mundo de la fotografía. Y resulta realmente sexy ver a la guapa Scarlett Johansson manejarse con una Leica… Pero si queréis saber lo que realmente pienso de este filme, tendréis que visitar mi sección sobre La Fotografía en el Cine, y pulsar el enlace a Vicky Christina Barcelona.

Yo sigo con mis fotos, específicamente con mi serie de Esquí y románico, paseando por San Juan de Busa.

San Juan de Busa - inscripción sobre la puerta

Inscripción en caracteres cúficos en la puerta de San Juan de Busa - Panasonic Lumix LX3

Vicky Christina Barcelona (2008)

Cine

Vichy Christina Barcelona (2008), 23 de septiembre de 2008.

Antes de nada, tengo que advertir que considero la nueva película de Woody Allen un filme absolutamente pornográfico. Y para demostrarlo, y en contra de lo que es mi costumbre, pondré una imagen que no he tomado yo, que pulula por ahí en internet y que no sé quien tomó. Si alguien conoce el autor, que me lo diga y lo pondré. O si el autor no quiere que esté, que me lo diga ya la quitaré. Pero es que he tenido una debilidad y la pongo.

Sí. Se trata de Scarlett Johansson fotografiando en Barcelona con una Leica M6. Para mí, más erotizante que si hubiese salido en pelotas. Cosa que no. Que ya se cuida ella de que en las escenas de cama, el nivel de la colcha no baje más allá de un determinado punto. O de dos determinados puntos. Y la chica sale con tan hermoso aparato en varias escenas… Y Penélope Cruz también empuña tan pornográfico juguete… Ufff…

Pero vayamos al grano cinematográfico. La última película de Woody no pasará a la historia como una de sus obras maestras. Las aventurillas amorosas de dos americanitas por Barcelona, no pasará de ser un historia simpática, dedicada a entretener, sacar guapas a sus protagonistas y hacer un poco de propaganda de Barcelona y de Oviedo. Esta última ciudad metida en la película con calzador. A saber a qué compromisos responderá este hecho.

Las chicas están muy guapas y lo hacen bien. No conocía a la guapa Rebecca Hall (Vicky), pero lo hace muy bien, y también es muy atractiva, aunque con un estilo totalmente distinto a la voluptuosa Johansson (Christina). Javier Bardem sale un poco soso; se limita a poner su planta. Es el hombre florero de la película. Finalmente, Penélope Cruz hace un papel interesante pero desaprovechado. Es el personaje que más salsa le pone a la película y del que está desaprovechado tanto su versión dramática como la cómica. Otra cuestión. La película es bilingüe en su rodaje; y eso debería haber sido respetado. Lamentablemente, toda ella está doblada al castellano en la versión que se proyecta en Zaragoza. Incluso los diálogos originalmente en este idioma. Y pierde. Pierde mucho. Maldito doblaje.

También me gustaría notar que la dirección de fotografía le ha sido confiada al español Javier Aguirresarobe, uno de los mejores profesionales de este campo en nuestro país. Y lo hace muy bien. Particularmente con una paleta de colores que a mí me gusta mucho. Aunque por una entrevista que le hicieron en la radio, tal vez distinta de la que hubiera preferido él. Pero Woody manda.

En resumen, una película amable para pasar el rato. Yo le pongo un siete a todo, tanto a la impresión general como a la dirección como a la interpretación. Creo que la pueden ver hasta los que normalmente no entienden y no gustan del cine del excéntrico director.

La foto de hoy, cómo no, la Sagrada Familia de Barcelona, monumento típico y tópico que también sale en el filme.

Bóveda

(Pentax K10D; SMC-DA 21/3,2)