Hoy comentaré una miniserie de HBO, muy atractiva a priori por sus protagonistas. Especialmente por su principal protagonista, Kate Winslet, que ha dado pruebas sobradas en los últimos años de ser de las actrices más sólidas de la actualidad. La historia está basada en la novela del mismo título de James M. Cain, que previamente fue adaptada al cine por Michael Curtiz con Joan Crawford en el papel protagonista, que recibió el óscar a la mejor interpretación femenina protagonista. No obstante, parece que la adaptación actual en forma de miniserie es más fiel a la novela original, frente a la película en la que fue adaptada como cine negro. No he tenido la oportunidad de ver la película, salvo que la pasaran por televisión en los tiempos de la televisión única cuando programaban todo tipo de películas de antaño. Pero no me acuerdo.
Sinopsis
Nos encontramos en Los Ángeles, a principio de los años 30. Los efectos de la depresión son muy acusados todavía, y Mildred Pierce (Kate Winslet) se divorcia de su marido Bert (Brian F. O’Byrne) por las infidelidades de éste, viéndose obligada a buscar una forma de ganarse la vida para sacar adelante a sus dos hijas, Ray (Quinn McColgan) y Veda (Morgan Turner, adolescente, y Evan Rachel Wood, joven). Tras alguna experiencia como camarera, lo que resulta humillante para ella, y especialmente para Veda su mimada y consentida hija mayor, consigue iniciar un negocio de restaurante y venta de tartas que progresivamente la convierten en una mujer de negocios próspera y respetada, aunque sufre reveses como la muerte de la hija menor. Mientras, aunque mantiene buenas relaciones con el exmarido, tiene amantes como el antiguo socio del marido y actual asesor financiero de Mildred, Wally Burgan (James LeGros), y especialmente el noble y rico playboy venido a menos, Monte Beragon (Guy Pearce).
Sin embargo, lo que poco a poco marcará su historia será su relación con su hija mayor. Considerada niña prodigio por sus habilidades musicales con el piano, crecerá consentida y egoísta, aunque se estrellará en su juventud cuando su carrera como pianista no se defina, al no ser considerada de suficiente nivel por un prestigioso profesor de música, Mr. Rossi (Rocco Sisto). Esto provocará que la joven caiga en una vida de fiestas y amistades poco recomendables, que empezarán a mostrar que detrás de su apariencia de joven educada y refinada, es una mala víbora. Esto producirá un alejamiento entre madre e hija. Poco después se descubrirá que la joven tiene talento para la música, pero no como pianista, sino como cantante lírica, al tener unas notables capacidades naturales como soprano de coloratura, un tipo de cantante muy de moda en la época. Tras la boda de Mildred con Beragon, y la aparente reconciliación de la existosa hija cantante, las cosas se complicarán hacia un final potencialmente dramático.
Producción y realización
Como todas las producciones de este tipo de la cadena de pago norteamericana, nos encontramos con cinco episodios de aproximadament una hora o un poco más de duración realizados con un esmero exquisito hasta en los menores detalles. Literalmente te transporta a la época de los años 30, a la época del swing, a los inicios de la expansión por la costa del Pacífico de la ciudad angelina.
Interpretación
Probablemente es el principal atractivo de la serie. Desde luego, la protagonista a su nivel habitual, pero la sorpresa es que casi son más interesantes el conjunto de personajes secundarios que la rodean, que están interpretados por una pléyade de actores y actrices de gran nivel. Incluso la más joven, Evan Rachel Wood, con su estilizada belleza y su aspecto frío y despegado, se pone a la altura de los más veteranos. Además de los ya mencionados, cabe comentar también la presencia recurrente de Melissa Leo interpretando a la amiga y compañera de la protagonista, y dos breves apariciones de Hope Davis, una actriz poco conocida pero que me gusta mucho, en las que está estupendo de elitista y estirada señora de la alta sociedad.
Conclusión
He de confesar que la historia en su conjunto me parece un melodrama familiar al que se le podía haber sacado algo más de tensión. Algo más de punta. Pero globalmente queda compensado por la excelente realización y las excelentes interpretaciones. Una serie que se puede recomendar para pasar junto al aire acondicionado las cálidas tardes de verano que se aproximan, con cine en pantalla pequeña de alta calidad. Como no podía ser menos, teniendo el origen y las materia prima que tiene.
Recomendación musical
Aunque hay algo de música operística en los capítulos finales, cuando la viperina Veda va confirmando su carrera como cantante lírica, la música que domina la serie es el swing, como no podía ser menos dada la época que nos ocupa. Así que por qué no ponernos a la big band del clarinetista Benny Goodman, el rey del swing, para disfrutar con sus animadas piezas.

Después de una historia tan urbana y atribulada, me voy a relajar entre los chopos de la ribera del Ebro, a la altura de Casetas (Zaragoza) - Canon EOS 5D Mk.II, EF 200/2,8 USM