He conectado mi decodificador con disco duro de la televisión de pago (Digital+) a internet. Soy de los que pienso que la televisión del futuro, la que implique algo de calidad y libertad para el ciudadano, pasa por el acceso a la programación a través de internet en el momento en que le interese al ciudadano y no cuando lo decida el programador de turno. Aunque claro. Eso tiene un precio. Y no todo el mundo lo podrá pagar.
En cualquier caso, ya tengo la posibilidad de tener televisión «a la carta», sin pagos añadidos, o «videoclub», con pagos añadidos. Son servicios en prueba, por lo que de momento callaré sus defectos, a ver como evolucionan.
La televisión «a la carta» la he probado este fin de semana, en que me he montado un miniciclo de películas de Woody Allen.
- Sueños de seductor (1972). La había visto hace mucho. Es curiosa. Me parece divertida. Y el calco del final respecto a Casablanca está muy bien traido.
- Todos dicen I love you (1996). La he visto un montón de veces. Es que me divierte mucho. Y me encantan las canciones.
- Celebrity (1998). Cuando la estrenaron me pareció una de las más flojas del director. No he cambiado de opinión.

