[Libro] The Kaiju Preservation Society – John Scalzi

Literatura

Supe de este libro en algún tuit de Twitter una semanas antes de comenzar mis vacaciones de mayo. Era a propósito de la publicación en español de esta novela de ciencia ficción de John Scalzi que, por lo que he podido comprobar, está obteniendo un notable éxito tanto en su país de origen, como en el mundo anglófono en general, y con las traducciones a otros idiomas… pues parece que también. No había leído hasta ahora nada de Scalzi. Me gusta la ciencia ficción… y tal… especialmente las aventuras espaciales… que esta no es… aunque se parece. Pero cada vez me cansan más y más las sagas.¿De verdad es necesario que todo tenga secuelas y las «trilogías» sean de cuatro, cinco o seis libros? ¿Hasta tal punto predomina el deseo de monetizar una idea por encima de la creatividad y la necesidad de contar cosas? En fin…

La base en «el Mundo Perdido»… ejem… sí la alusión a la novela de Wells es perfectamente válida, pero si lo preferís… la base en el universo alternativo está en lo que vendría a ser Canadá, por lo que hoy toca fotografías del estuario del San Lorenzo, en Tadoussac, donde confluye el Saguenay. Queríamos ver ballenas, kujira en japonés, parecido al gojira, pero estuvieron esquivas. Alguna cosa se vio… pero poco.

No he leído la novela en castellano, aprovechando su lanzamiento. A ver… hagamos cuentas,… una vez más… sobre esto del negocio editorial y lo de atraer clientes evitando la piratería y esas cosas. Precio de lanzamiento de la novela en castellano en papel… 17,95 aurelios. Ahí es na… para no llega a trescientas páginas. Si eres un hereje que te has apuntado con entusiasmo a libro electrónico… 8,64 aurelios. Un poquito menos de la mitad. Mucho mejor. Aunque te acusen de hereje por no considerar que el libro es una cosa de papel y no las ideas ordenadas con excelente uso de un idioma por parte de un autor, dando igual, salvo en libros que son arte o artesanía en sí mismos, si está escrito a mano, con máquina de escribir, con ordenador, o tallado en piedra. Y finalmente, la versión original en inglés en formato de libro electrónico… 5,99 aurelios. No me digáis que saber idiomas no sale a cuenta. Y encima, es el original, que siempre es un plus, por bueno que sea el trabajo del traductor, de los que hay como autores; excelentes, muy buenos, buenos y «todos los demás». Y muchas veces tengo la sensación que en los libros de ciencia ficción, las editoriales no disponen de mucho presupuesto y tiran de «todos los demás». Pero bueno, tal y como está el «pavorama» electoral, vete tú a saber lo que es de mí en un futuro por mi flojo españolismo.

En fin. A la tarea. Lo primero, ¿qué es un kaiju 怪獣? Sí, con caracteres chinos aunque la palabra es japonesa. Pues literalmente… una bestia extraña. Pero bueno, a efectos prácticos, y en lo que toca, el kaiju por excelencia es Godzilla. Aunque esta es la grafía que le dieron para el mundo occidental, porque supusieron que era más atractiva. En el original en japonés es Gojiraゴジラ. Un portmanteau de las palabras japonesas gorira ゴリラ (gorila) y kujira 鯨 (ballena), aunque luego el bicho no se pareciera a ninguno de los dos. Los kaiju de antes de la Segunda Guerra Mundial serían criaturas legendarias. Pero con la cosa de la bomba atómica y la guerra fría se generalizó el concepto de bestia de un tamaño descomunal, con frecuencia radioactiva o asociada con la radioactividad, y que procede de una dimensión desconocida, entrando en nuestro mundo y dimensión por culpa de las actividades bélicas nucleares de los seres humanos. Y esta es la idea básica que toma Scalzi con mucho ingenio para construir su relato.

En el año de la pandemia, el director de marketing de una start-up dedicada a la cosa del reparto de comida a domicilio se ve en la calle y sobreviviendo como repartidor de pizzas. Entonces, un cliente le propone entrar a trabajar para la Sociedad para la preservación de los kaiju. En una realidad con universos paralelos, las pruebas atómicas de los humanos generan debilidades en las interfases entre distintos universos, y los kaiju que son normales, resultado de la evolución, y radioactivos, de una Tierra alternativa, cruzan a nuestra realidad. Esta sociedad se cuida de que no causen problemas, de devolverlos a su realidad y, principalmente, de evitar que crucen los límites entre realidades. Por lo que nuestro protagonistas se apunta a una misión bien pagada, en la que tendrá que viajar al mundo alternativo de los kaiju. Pero las cosas se complicarán porque, por supuesto, hay malos malísimos malos que quieren aprovecharse de la cosa de los kaiju para sus fechorías. Que fundamentalmente consisten en hacer lo que haga falta, sin escrúpulo alguno, para ser rico.

La novela es extremadamente divertida y adictiva. Esta escrita con agilidad, con importantes dosis de buen humor, y no poca mala baba. Porque no por nada sitúa la acción el autor en el malhadado 2020. Y es que la novela combina con ingenio la aventura de ciencia ficción con una crítica feroz a lo peor del capitalismo y de la política, con especiales dedicatorias a los nefastos representantes de eso que los yanquis llaman «neoliberalismo libertario» y que no es otra cosa que el capitalismo feroz de siempre. La empecé cuando llevábamos un rato volando entre Múnich y San Francisco, y para cuando llegamos a la populosa ciudad californiana ya estaba concluida.

No es la novela a encontrar más profunda y filosófica que vais a encontrar en el mundo de la ciencia ficción. Pero su mensaje es claro y contundente, con muchas dosis de ironía y buen humor, y con aventuras muy disfrutables, al mismo que tiempo que genera un universo improbable, pero bastante coherente dentro de las reglas internas de su universo literario. Muy recomendable. Y, si existiera, yo me apuntaría a hacer unas rondas para la Sociedad para la preservación de los kaiju, que a mí me caen mucho mejor que la inmensa mayoría de de los políticos y empresarios de esta versión del planeta Tierra en la que nos toca vivir.

[Fotocomentario] Retirando cámaras de la circulación

Fotografía

De vez en cuando, una cámara de fotos, u otro objeto de nuestro afecto, llega al final de su vida útil. O quizá podría repararse,… pero no merece la pena. No sé. El caso es que algo así ha sucedido con una cámara originalmente pensada como cámara familiar. Lo cuento en ¿Toca retirar una cámara de forma definitiva? – Olympus mju-1 con Kodak Portra 160. Y os dejo alguna foto del último rollo que he hecho con ella y que ha confirmado el fin de sus días.

Como podéis ver, la nitidez en las fotos brilla por su ausencia, y es una pena porque por lo demás podrían ser buenas fotos. Sigue siendo capaz de hacer algunas fotos nítidas y correctas… pero cuando no decides tú cuando sucede este, y te encuentras al albur de los azares… pues mejor no. En fin. Que en paz descanse.

[Cine en TV] Blood & Gold (2023)

Cine

Blood & Gold (2023; 33/20230528)

Recién llegado del viaje de vacaciones a San Francisco, empezamos a hablar de ir al cine… pero no encontramos entre la magra oferta en versión original de la cartelera zaragozana nada que nos atraiga. Pero nada, nada. Así que lo dejamos estar y nos vamos a tomar unos chismes y a charrar el domingo por la mañana. Después de comer, abro Netflix y veo qué posibles estrenos puede ser interesantes. Casi ninguno. Al final decido dar una oportunidad a este drama bélico alemán firmado por Peter Thorwarth, del que nada conocía como director, pero sí alguna cosa interesante como guionista.

Seguramente esta primavera de 2023 en Breisach, Alemania, ha sido mucho más tranquila y agradable que la de 1945. Pero servirá para ilustrar la entrada, ya que la película transcurre en una población no muy grande de algún lugar de Alemania. La película no es muy rigurosa ya que situando la acción en abril de 1945, en un momento dado los protagonistas afirman ver el resplandor de los incendios del bombardeo de Dresde… que fue en febrero.

Estamos en la primavera de 1945, en algún lugar rural de Alemania, con este país en completa disolución al final de la guerra mundial. Un soldado (Robert Maaser), desertor para buscar a su hija que ha quedado huérfano de madre, se libra del linchamiento por obra de unos SS desbandados. Estos van buscando un botín de oro escondido de unos judíos… que «ya no están». Pero en su sucesión de tropelías acabarán enfrentados al soldado y a una dispuesta joven (Marie Hacke) que no está por la labor de dejarse atropellar por los SS descontrolados.

Dos cosas son obvias pronto, en los primeros compases del largometraje. Hay mucho de Tarantino en esta película, aunque sin el humor característico del director de Knoxville. Y el tono de la película es más de western que de las tradicionales películas bélicas centradas en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, y pese a que la película está bien rodada, y los intérpretes, al menos los protagonistas, especialmente la chica, le ponen ganas, al final todo se queda en una película de violencia porque sí… porque toca, sin que se aporte realmente nada más al género.

No es ninguna catástrofe, y la película tendrá su público, pero a mí la fórmula se me agotó enseguida y me las vi y me las deseé para mantener la atención en el sofá de casa hasta el final de los nada excesivos 98 minutos de metraje. En fin… que ya se me está olvidando. El mes de mayo nunca ha sido una buena época para el cine. Y por motivos que no vienen al caso… creo que puedo empezar a fallar a la hora de ir a las salas de cine en un futuro. Estamos un poco desmotivados. Los distribuidores y exhibidores nos tratan mal, y no llegan estrenos interesantes con frecuencia.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **