[Libros] Buzzati y sus tártaros, y Coetzee y sus bárbaros

Literatura

Hoy he abandonado la lectura de un libro cuando llevaba un 20 % leído. Lo tendría que haber abandonado al poco de empezar… definitivamente, cierto tipo de escritura «creativa» norteamericana ya me cansa mucho. Y desgraciadamente se da con frecuencia en la ciencia ficción, aunque también en muchos otros géneros. Un pérdida de tiempo. Y me venía muy bien recomendado.

Y muy bien recomendados me venían los dos que voy a comentar hoy. Y los comento juntos porque tienen mucho que ver ambos. Ambos tienen temas en común, al mismo tiempo que ambos son muy distintos en su mensaje, en su contexto y en sus intenciones. Pero resuenan mutuamente, me dijeron que mejor los leía ambos no muy lejos uno de otro, y eso ha sido conveniente y un acierto.

El primero de los libros es El desierto de los tártaros de Dino Buzzati, de 1940. Un joven teniente recibe su destino en un aislado fortín fronterizo, entre las montañas que separan el país de un desierto, por el cual se presume que puede llegar una amenaza enemiga. Llega para dos años, se plantea solicitar un traslado antes. Pero al final, enganchado a las desidias de las rutinas del fortín, permanecerá allí destinado durante décadas, el resto de su vida, olvidado de sus amigos y su familia, y del mundo en general.

El segundo de los libros es Esperando a los bárbaros de J. M. Coetzee, de 1980. Se comenta con frecuencia hasta que punto esta novela del premio Nobel sudafricano está influenciada o inspirada por el anterior. Y ambos por un poema de Kavafis del cual toma el título Coetzee. Volvemos a un lugar fronterizo de un imperio, en los límites de un implacable desierto. Donde un magistrado ejerce la autoridad imperial, como administrador y juez del lugar. Hasta que un día llegan unos militares que cazan a personas de más allá de la frontera, a los que torturan, bajo el pretexto de que los bárbaros pretenden invadir el imperio. La relación del magistrado con una joven torturada a la que devuelve al desierto, provocará su caída en desgracia entre los militares y los torturadores, que lanzan una expedición contra los bárbaros.

Ambas novelas plantean un escenario similar. Un lugar alejado de todo, casi olvidado del mundo. Un enemigo que nunca se ve. Una espera interminable. Y la futilidad de la vida en esta situación que roza el absurdo. De hecho, especialmente el libro de Buzzati, recuerda a esa obra maestra del absurdo que es Esperando a Godot de Samuel Beckett, aunque hay que recordar que la obra de Beckett es varios años posterior a la de Buzzati. En ambos casos, nos encontramos ante personas que viven una vida sin alicientes reales, sin objetivos claros, sin el apoyo y el afecto de auténticos amigos o familiares, con el norte perdido. Pero la novela de Coetzee va mucho más allá. Porque esos torturadores representan la realidad terrorífica del régimen del apartheid de su país natal. Cuando el enemigo teórico, del que hay que defenderse, que justifica la violencia arbitraria, injustificable e injusta, está dentro del propio país que se convierte en un desierto social y ético. Ambas novelas dialogan entre sí. Pero también dialogan con el tiempo que les tocó vivir a sus autores, con las sociedades alienantes en las que desarrollaron su obra.

Ambas obras están altamente consideradas por público y crítica. La obra de Coetzee es considerada por muchos como una de las obras fundamentales del siglo XX. Pero también he de decir que, de alguna forma, es la obra de Buzzati la que más me impacta. Quizá porque es fácil trasladar el mensaje de Coetzee a esa realizada social y política que tantas veces se ha denunciado. Es fácil poner forma a la metáfora. Mientras que la obra de Buzzati conlleva un mensaje que se infiltra fácilmente, aunque de forma incómoda, en la mente del lector. Porque de una forma u otra, en sociedades donde la alienación de la persona es frecuente, todos podemos estar en ese apartado fortín, aislados, viviendo durante años, esperando a un enemigo que no llega, porque quizá el enemigo no es quien pensamos. Dos obras muy importante, de lectura altamente recomendada, aunque no necesariamente fácil. Y la dificultad no está en la prosa de los autores, sino en los incómodos hechos narrados y en las incómodas consecuencias de los mismos.

[Libro] Bloqueo lector y el Dylan Dog

Literatura

Total, total, totalmente atascado en la novela La infancia de Jesús de J.M. Coetzee, escritor sudafricano del cual he leído varios libros, que he devorado con rapidez. Sin embargo, llevo prácticamente dos meses atascado en esta novela del capense, que a pesar de no ser muy extensa, 272 páginas en su edición en papel de tapa dura, no he pasado todavía de la mitad, aunque al principio me llamó mucho la atención. Este fin de semana estoy de reflexión. Tomaré la decisión sobre si sigo o lo paso a la lista de «malditos». Pero nunca había tardado en «retirar» un libro sin acabarlo.

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Para ilustrar la entrada, instantáneas de la estación central de Milán, donde compré el «fumetto».

Mientras, de vez en cuando me leo una historieta. Cuando estuve en Milán, en la estación central, poco antes de coger el tren hacia Zúrich, y de allí a Constanza, entré en una sucursal de la Feltrinelli. Una «pequeña» que ocupa tres o cuatro pisos en la estación. Y curioseando, me compré una historieta, un «fumetto», en italiano, económico, con el fin de leer en el tren. El viaje era muy entretenido para contemplar el paisaje así que se quedó en la mochila. Mes y medio más tarde lo he recuperado.

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De trata de una aventura de Dylan Dog, de Tiziano SclaviAtraverso lo specchio, título que claramente homenajea a la obra de Lewis Carrol, aunque también hace alusiones a la tradicional Blancanienves, ilustrada por Giampiero Casertano, en la que Rowena, una de las protagonistas de la historia, que ha adquirido un espejo encantado. Tras una fiesta en casa de Rowena, algunos de los asistentes empezarán a morir levantando las sospechas de Dylan Dog, detective de lo oculto.

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Entretenida historia que juega con el género de terror, aunque desde mi punto de vista más como una suave parodia inteligente, en la que aprovecha para hablarnos de los miedos de la gente corriente, con una estética que se diría un poco trasnochada, pero que me parece notablemente adecuada. La verdad es que lo he pasado bien, y de paso he aprovechado para probarme un poco en mi capacidad para leer en italiano. El italiano escuchado lo vengo comprendiendo ya en un 75-80%, aunque el hablado por mí lo tengo en un nivel más bajo,… apreciablemente. Pero quería ver que tal el leído. Y suficiente para leer esta «fumetto» con cierta agilidad.

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Y un ejemplo de los paisajes alpinos que me «impidieron» leerlo en ese momento.

[Libro] Elizabeth Costello

Literatura

Rota hace unas semanas la inercia que me había llevado a la no lectura habitual, ya he dado cuenta de una primera novela, mientras llevo a cuestas otra historieta de cierto calibre, y llevo avanzada otro relato de ficción. Pero vamos por partes, y lo haremos con un texto del sudafricano J.M. Coetzee, que me ha parecido curioso, aunque ya veremos si realmente interesante.

Elizabeth Costello
J.M. Coetzee; traducción de Javier Calvo Perales
Literatura Mondadori, 2011
Versión en libro electrónico

Elizabeth Costello es una escritora de éxito, australiana, anciana ya, reconocida en todo el mundo, a quien iremos conociendo tal y como es en la actualidad, pero también como fue en el pasado, en un recorrido por distintas conferencias o actos culturales que dará por todo el mundo. Lo mismo recibiendo premios en universidades americanas, que como animadora cultural en un crucero de alto nivel por los mares australes, que en un acto académico de reconocimiento de su hermana monja católica, como en un ciclo de conferencias en los Países Bajos sobre el mal… y con un último acto en un misterioso pueblo de aspecto italiano, que supone una reflexión final sobre el final de una vida. Todo ello desde el punto de vista de la escritora, o eventualmente de alguno de sus hijos.

Nos presenta Coetzee a un personaje de ficción, pero que muy bien podría existir en la realidad. Quizá sea un alter ego, a pesar del cambio de sexo, del propio escritor, aunque este era más joven que su personaje en el momento de la escritura del libro. Además de adentrarnos en la personalidad del personaje, también se nos ofrecen para la reflexión una serie de cuestiones éticas. Sobre nuestras relaciones con los demás, seres humanos o animales, especialmente sobre el mal, o cómo entendemos el mal. Sobre la sexualidad, sobre la religión y las creencias, y los difusos límites del fanatismo religioso o antirreligioso. Sobre el proceso de creación literaria, y la ética asociada a ella. Y en definitiva, sobre el final de la vida, y la reflexión sobre lo que esta ha sido o ha supuesto.

He de decir que el libro me ha supuesto un esfuerzo mayor del que parece lógico. La forma en que está escrito me gusta, la estructura de la narración me ha resultado atractiva. Pero el personaje central,… le he cogido una antipatía,… El egoísmo esencial que me parece que destila, que quizá todos tengamos por altruistas que pensamos que somos capaces de ser, no deja de incomodar. Y sin embargo reconozco que puede ser el egoísmo propio de cada uno de nosotros. De cualquier ser humano. No sé. También me ha dejado un poco desnortado el no saber cómo encajar al personaje en relación al propio autor. Son sus dudas, sus reflexiones y sus opiniones, o simplemente un vehículo para provocar una reflexión sobre los distintos temas, ocasionalmente de forma provocadora.

El esfuerzo creo que ha merecido la pena, aunque no me haya sentido cómodo en ningún momento con el texto. Pero algo así me pasó con el anterior libro que he leído del autor, Desgracia, que me gustó más, eso sí. En cualquier caso, estamos ante la obra de unos de los escritores importantes contemporáneos.

Auschwitz I

El tema del mal, en su diversas formas, aparece con frecuencia en el libro, con diversas referencias al comportamiento de los nazis en Alemania y los países que invadieron. En la fotografía, el campo de concentración de Auschwitz I, en Polonia.

Desgracia (2008)

Cine

Desgracia (Disgrace, 2008), 5 de agosto de 2009.

No fui consciente de que había una adaptación de la novela de J.M. Coetzee hasta casi la víspera de su estreno. Fue una novela que leí hace unos años, la única que he leído del autor, y que me interesó mucho. Un relato difícil, sin concesiones, que difícilmente deja impasible al lector. De hecho, la inquietud que me generó fue tal, que a pesar de que me gustó, no he vuelto a leer (todavía) ninguna otra obra del autor. Pero obviamente, y más con John Malkovich a la cabeza del reparto, la película desde el primer momento me interesó.

Dirigida por Steve Jacobs, consecuentemente a la novela en la que se origina, narra el cúmulo de desgracias que van cayendo sobre un profesor universitario de éxito, mujeriego empedernido, que en un momento dado es denunciado por acoso sexual por una de sus estudiantes, mestiza. Todo sucede, y esto es un elemento importante, en la Sudáfrica tras el fin del apartheid, en la que se acumulan los cambios sociales. A partir de ese momento, perdido su empleo, va a vivir con su hija en una zona rural del interior del país. Sufren el asalto de tres hombres/jóvenes de raza negra, que los maltratan y violan a la hija. Todo se derrumba a su alrededor. En ningún momento parece ser capaz de controlar ya su destino o el rumbo de su vida.

Como se puede deducir del párrafo anterior, es una película dura. Aunque no se recrea en ningún tipo de escena escabrosa, la presión que sufren los personajes es notable. Tampoco es una película maniquea. Todos los personajes son capaces de cosas buenas y de cosas terribles. En el cine, durante mucho tiempo, las películas ambientadas en Sudáfrica han sido muy benevolentes o partidarias de las personas de raza negra; había que denunciar la sinrazón del régimen racista. Pero en esta historia, los roles de los distintos personajes son confusos y cambiantes. Quen es agredido en un momento, puede convertirse en agresor. Existe una desorientación. Y es muy duro el camino hasta conformar una nueva realidad estable. Y son muy duras las concesiones a realizar.

En su conjunto, la película refleja de forma relativamente fiel lo narrado en la novela. Sin embargo, a mí no me ha dejado la misma desazón, la misma inquietud que el relato escrito. Y de alguna forma eso es una debilidad. Porque es una historia pensada para crear ese desasosiego; para que la gente deje de estar acomodada en su status quo, y se plantee que todo puede cambiar, y mucho, a peor. La película no cumple del todo con esta misión. Si que consigue transmitir el ambiente físico de dureza de la tierra que se asocia al país y a sus pobladores.

La interpretación es correcta. No es el papel más brillante de Malkovich, pero es un actor solvente y cumple. Lo mismo se puede decir de Jessica Haines interpretando a la hija del protagonista. Y está muy bien Eriq Ebouaney interpretando al ambiguo Petrus, socio de raza negra de la hija.

En resumen, una película que sin cumplir del todo las expectativas, realiza una razonable adaptación de la novela. Se deja ver. Yo le pongo un seis, con un siete en la interpretación y otr0 en la dirección.

No tengo fotografías de Sudáfrica, así que pongo algo más reciente de por cerca de casa.

Azud

Azud en el río Ebro a su paso por Zaragoza - Panasonic Lumix LX3