[Cine] Dangsin eolgul ap-eseo [당신 얼굴 앞에서] (2021)

Cine

Dangsin eolgul ap-eseo [당신 얼굴 앞에서] (2021; 39/20220721)

En los últimos años se ha venido convirtiendo en una costumbre el ver la dosis anual del cine del director surcoreano Hong Sang-soo. Si ya antes de la pandemia había entrada en contacto en varias ocasiones con la películas de este cineasta, muy querido por los ambientes festivaleros europeos, el repaso a buena parte de su filmografía durante los meses que estuve suscrito a Filmin durante la epidemia acabó por engancharme a estas pequeñas películas. Pequeñas en cuanto a duración, en cuanto a presupuesto, en cuanto a la sobriedad de medios y en cuanto a la amplitud de sus historias. Pero no tan pequeñas ni mucho menos en cuanto a reflexiones muy personales sobre la vida y las relaciones. No pocas veces con un tono surrealista e incluso ligeramente fantástico, en el que se desdibuja la realidad con lo imaginado o soñado.

Algunas vistas de Seúl para ilustrar la entrada de hoy.

La semana pasada asistimos a una de las proyecciones, todas en versión original, no ha sido doblada, de una de las últimas películas del director coreano. No es la última puesto que su ritmo de rodaje es alto, y a lo que llega a España una de sus películas ya ha estrenado o está a punto de estrena otra u otras en su país de origen. Y en esta ocasión acompañamos a una mujer de mediana edad (Lee Hye-yeong), que tras años de residir en Estados Unidos, ha vuelto a Corea del Sur, donde se aloja con su hermana y su sobrino, con quienes debate la idea de trasladarse definitivamente a su país natal. Con alguna experiencia como actriz antes de emigrar, va a reunirse con un director de cine (Kwon Hae-hyo) para discutir su posible vuelta a la interpretación. Aunque hay un hecho que no ha confesado a su familia que dificulta esa posibilidad.

El título de la película se traduce como frente a tu cara, de hecho su título en inglés es In front of your face, y en castellano la he visto titulada en algún sitio como Delante de tí. Y como de costumbre en este director, es un ejercicio de cine minimalista, que se apoya en tres personajes principales y unos cuantos diálogos, no muchos, entre ellos, y alguno secundario con algún otro personajes en los intervalos entre ellos. Diálogos que parte de lo banal, de lo cotidiano, de las cosas sobre cualquiera hablaría de forma habitual. Comprarse un apartamento, un parque agradable para caminar, un buen sitio para tomar un café contemplando un jardín, retomar un trabajo abandonado años antes, ganarse la vida con una tienda de licores… Pero todos estos diálogos esconden capas más profundas. ¿Por qué escapar de una posible vida de éxito hacia una más anodina en otro país? ¿Por qué siento que me abandonaste cuando te fuiste? ¿Dejaste cuentas pendientes y has venido a saldarlas? ¿Qué situación vital trascendente hace que des largas a todas las propuestas que te hacen? Y curiosamente, en medio del drama, no falta algún momento de ironía y humor.

Apoyada en unos diálogos sin desperdicio, en la sencilla pero eficaz puesta en escena del director, y en unos intérpretes no sólo eficaces sino brillantes en sus trabajos contenidos pero sentidos y transmisores de esas capas de significado, la película es una de las más redondas que le he visto al director en su sencillez. Y una de las más directas, en las que juega menos con el espectador y con los significados de lo que nos cuenta, y va al grano de lo que está mujer nos quiere contar. A mí me parece muy recomendable. Pero si, como digo muchas veces, lo tuyo es atiborrarte de palomitas y sodas azucaradas en la sala de cine mientras machotes vestidos de colorines, en medio de pirotecnias improbables, vociferan en la pantalla… pues a lo peor no.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Lucky (2017)

Cine

Lucky (27/201805114)

Primer largometraje del actor John Carroll Lynch como director, actor que solemos ver como secundario tanto en cine como en televisión, y largometraje póstumo del protagonista de la película, Harry Dean Stanton, también un ilustre secundario del séptimo arte, que gozó de su gran momento de protagonista con una de mis películas favoritas, la superior Paris, Texas de Wim Wenders. Aunque sólo sea por esto, ya casi sentíamos la obligación de acudir a ver esta película como homenaje al reciéntemente fallecido actor.

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El duro paisaje desértico del sur de los Estados Unidos, aunque no igual o equivalente, no deja de recordarme al paisaje estepario de los Monegros, en Aragón.

En algún lugar del sur de los Estados Unidos, en las resecas tierras fronterizas con Méjico, en una pequeña comunidad rural mezclada de anglosajones y mejicanos, vive con sus noventa años Lucky (Stanton). Con una rutina marcada por el orden, el ejercicio y las relaciones pacíficas y amables con sus vecinos, a pesar de su edad, vive bien. Hasta que un día sufre una caída espontánea y su médico le anuncia que acaba de pasar a ser un anciano frágil. Una persona escéptica, sin creencias supersticiosas en lo sobrenatural, comienza a plantearse la certeza de su muerte, de su desaparición, y del sentido de su vida. Las respuestas las hallará, si existen, de acuerdo a lo que es su vida. Relacionándose con los vecinos y otros que por allí pasan.

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Película sencilla en lo formal, pero profunda en el contenido. Con un esencial buen rollo, ya que nos presenta una comunidad pequeña y sencilla, pero pacífica y solidaria. Además del entrañable papel que conforma Stanton, tenemos un plantel de personajes secundarios, imprescindibles para permitir la evolución del personaje en su pensamiento, en los pocos días en los que transcurre la acción. Divertidísimo el director David Lynch reconvertido en actor, al que se le ha perdido una tortuga, su mejor amigo. Notable el diálogo con Tom Skerritt. O la fiesta con la familia mejicana. Y otros detalles.

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Una reflexión profunda, pero no abstrusa ni compleja, sobre el sentido de la vida de una persona que vive sola (alone), pero no en soledad (lonely). La experiencia vital marcada por la guerra. Y las cosas que se nos insinúan pero que quedan a nuestra imaginación en sus relaciones pasadas, especialmente con su familia o las mujeres. Una de esas pequeñas joyas que nos llegan en los momentos más bajos de la cartelera, que pasan desapercibidas para la mayor parte de la gente, y que merecen bastante la pena.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Libro] El camino

Literatura

Me encontré hace unos pocos meses a un clásico moderno de la literatura española entre las ofertas Flash de Amazon Kindle y lo cogí. Una de las novelas importantes en la narrativa de Miguel Delibes, es editada como es habitual en el autor ya fallecido por Editorial Destino, en esta ocasión en su versión electrónica.

Siendo una de las primeras obras del escritor, fue publicada cuando tenía 30 años, está cargada de una gran cantidad de nostalgia hacia un entorno rural, al mismo tiempo que no duda, con humor y sin hacer demasiada sangre, en hacer crítica de aquellos elementos culturales que no le gustan de ese mismo ambiente. Nos habla de las memorias de un niño, Daniel el Mochuelo, que siente que la niñez se le escapa. Tiene once años, y por el empeño de su padre que quiere algo más para su hijo que lo que él ha tenido, se prepara a pasar su última noche en el domicilio familiar en un pueblo que situamos fácilmente en uno de los valles interiores de Cantabria, antes de ir a la ciudad para estudiar el bachillerato. Aunque deja traslucir el miedo ante las incógnitas del futuro, su principales emociones tiene más que ver con la nostalgia por su vida infantil, feliz aun en las estrecheces de un pueblo en la España de la inmediata posguerra civil. Especialmente sus aventuras con sus inseparables amigos, Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso.

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No tengo fotografías de los valles interiores de Cantabria; pero Delibes era un enamorado de Castilla en general, y usaré algunas fotografías del pueblo viejo de Medinaceli, en la provincia de Soria, para ilustrar este comentario.

 

En su conjunto, el libro es una reflexión sobre el ciclo de la vida y la muerte. Ambas son una constante tanto entre los habitantes del pueblo como en la naturaleza, animales y plantas, que crecen en el valle y son «acompañantes» habituales de los tres amigos que centran el relato. Me llama la atención que, dada la época y la España en la que surge la novela, el tratamiento que reciben las mujeres en la novela. Sean adultas, adolescentes o niñas. Mientras que los hombres están condicionados por la idea de hombría recia dominante, independientemente de que se ajusten o no a la misma los distintos personajes masculinos que se suceden, las mujeres presentan una variabilidad que representan los valores de la sociedad, desde los más nobles, asociados a las vida, a la compasión y a la solidaridad, hasta los que lastran el desarrollo de la misma, el conservadurismo carpetovetónico, la superstición, la intransigencia con la diversidad.

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Y luego está el lenguaje. Leer a Delibes me hace ser mucho más consciente de la sensación de que el idioma se nos está empobreciendo, se nos hace más pequeño constantemente. No voy a entrar en considerar todo ese léxico que está desapareciendo a marchas forzadas porque se correspondía con acciones u objetos asociados a la vida rural de antaño. Hoy en día estas palabras han quedado en desuso de la misma forma que las tareas, los conceptos o los utensilios a los que se referían. Pero más allá de esto, tengo la sensación de que un escritor como Delibes tiene una riqueza a la hora de expresar los conceptos, una variedad a la hora de construir las frases, es decir las ideas, que pocas veces me encuentro en la narrativa española hoy en día. O no española. A veces tengo la sensación, con obras contemporáneas, de que están compuestas por acumulación de unas frases hechas que se combinan entre sí, y que encontramos en cualquier obra. Que hay poco de pensamiento propio y de expresión escrita personal, rica y variada. Y os puedo asegurar que soy cualquier cosa menos una persona de pensamiento conservador.

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Nunca he pensado que cualquier tiempo pasado fuera mejor, de hecho, a pesar de los problemas que nos rodean y del futuro incierto que se asoma a la civilización globalizada, nunca el nivel de bienestar promedio de la especia humana ha sido tan alto como en el presente. Aun con las notables y  tristes diferencias regionales que hay en el mundo, en su conjunto nunca ha habido una esperanza de vida mayor, una mortalidad infantil menor, una criminalidad menor, y otros indicadores de bienestar que podamos considerar. Pero sin embargo, no me siento cómodo con la capacidad de mis congéneres para expresar sus ideas de forma oral o escrita, lo que para mí es casi equivalente a la incapacidad para ejercer la libertad personal, que asocio en gran medida a la capacidad de pensar, de generar ideas propias y las acciones personales que conllevan. Lo que nos hace libre y diversos. La sensación de homogeneidad y de disminución de libertad a través de la estandarización de los gustos y el pensamiento único me agobian cada día un poquito más, cada año que pasa.

Por eso encuentro refrescante la lectura de ciertos clásicos. Aunque sean modernos. O porque son modernos. Porque nos recuerdan que el lenguaje es importante, es rico, es variado y debemos evitar que se empobrezca. Para no empobrecer nuestra capacidad de ser libres.

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[Cine] A Monster Calls (2016)

Cine

A Monster Calls (2016; 532016-1810)

Acudimos hace ya casi una semana al último estreno de J. A. Bayona, uno de los directores más pujantes y más de moda del cine español, con sólo tres largometrajes en su haber, de los que los dos anteriores ninguno supo llamar mi atención especialmente. Aquí repite la experiencia de rodar en inglés, con un reparto formado por intérpretes británicos y estadounidenses. Evidentemente, los amos del dinero parecen confiar en la capacidad de Bayona para llevar gente a las salas y recuperar la inversión.

Hablar de esta película como de una película «española» es algo que me deja un poco incómodo. No es que me importe gran cosa, pero siento que las tradiciones que rodean a la historia, sus planteamientos y su producción están más próximos del cine anglosajón, más allá de que ya hemos dicho que su versión original, la que vemos, está en inglés. En la cartelera española se puede encontrar la versión doblada al castellano con el título «Un monstruo viene a verme». De hecho está basada en una novela para niños y jóvenes del escritor británico-estadounidense Patrick Ness.

La película de hoy transcurre en Inglaterra y la ilustro con vistas de Londres y Canterbury.

La película de hoy transcurre en Inglaterra y la ilustro con vistas de Londres y Canterbury.

La historia nos lleva a algún lugar de Inglaterra donde un niño, Conor (Lewis MacDougall), vive en conflicto permanente por la grave enfermedad de su madre (una Felicity Jones que nos llega antes de convertirse este invierno en rebelde galáctica), por la separación de sus padres que incluye un padre ausente viviendo en los Estados Unidos, por los abusos que sufre por parte de sus compañeros de colegio, y porque la persona que tal vez tendría que estar paliando estos problemas, su abuela (Sigourney Weaver), no es la abuela cariñosa y empática que todos imaginaríamos, que vive entre su propia austeridad y el dolor de ver sufrir a su hija con la enfermedad. La única forma que tiene Conor de evadirse es vivir en un mundo imaginario, en el que un gigantesco hombre-arbol, un tejo centenario que se transforma por las noches siempre a las 12:07, y que le cuenta una serie de historias con la voz de Liam Neeson.

Carlos Carreter

He tardado casi una semana en escribir este comentario, porque mis sensaciones conforme ha pasado el tiempo han ido variando respecto a las que sentíamos en el momento de terminar el filme. La película es emotiva, profundamente emotiva. Ante una enfermedad terminal, ante el fallecimiento próximo de un familiar próximo, querido, un padre o una madre, que lleva tiempo sufriendo por la enfermedad y que ocasiona también no poco sufrimiento en quienes rodean al enfermo. La ansiedad, el deseo que todo se acabe, colisiona con el miedo a perder al ser querido, e incluso nos hace sentir mal. Lo digo en primera persona porque es algo que he sentido y no me importa reconocerlo. La película es hábil en tocar esa fibra sensible en el espectador. Si a eso le unes un diseño de producción de gran calidad y unas interpretaciones absolutamente impecables, empezando por su jovencísimo protagonista, bien arropado por sus prestigiosos compañeros de reparto, te quedas con la idea de que has visto una película notable.

Carlos Carreter

La cuestión viene cuando dejas reposar la película, te sacudes la emotividad y piensas lo que te cuenta. Las historias del tejo monstruoso son comunes, no específicas y valen para esta película como para varias otras con diversas temas. Las situaciones escolares y familiares son tópicas, y no están bien explicadas. Por ejemplo, no entiendes muy bien por qué los compañeros de clase se ensañan con Conor. ¿Es todo una excusa para mostrar el momento de rabia e ira del pequeño? Poco a poco llegas a la sensación de que la película, aunque válida en su conjunto, está más vacía de lo que parece, y que fundamentalmente el interés está en la forma y el alarde técnico. Insisto… se ve bien… con un nudo en la garganta muy hondo en muchos momentos… pero el guión, la historia, los valores y las motivaciones de los personajes podrían haber sido más cuidados y tratados más en profundidad.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Carlos Carreter

[Cine] Correspondence (2016)

Cine

Correspondence (La corrispondenza, 2016; 392016-2207)

Una primera duda sobre la nueva película de Giuseppe Tornatore era cuál era su titulo original, y cuál es el título de la versión que vimos… En la cartelera española, la versión doblada se titula «La correspondencia», en IMDb nos dicen que el título oficial del film están en italiano, «La corrispondenza», pero en la versión que vimos, hablada en inglés que parece que es el idioma en el que está rodada, comienza la película con el título en inglés también «Correspondence». Bueno… divagaciones… Divagaciones que provienen del hecho de que tres días después de ver este filme, todavía no tengo muy claro como enfocar su comentario.

Carlos Carreter

La película comienza en la ciudad de York en el norte de Inglaterra, incluso vemos a su protagonista femenina pasear entre las ruinas de la abadía de Santa Marái, uno de los rincones típicos de la ciudad.

Empecemos por lo positivo. Hay una serie de cuestiones que hacían a priori de este largometraje una opción interesante para ir a las salas de cine en esta época del año. Un director apreciado. Bien es cierto, que salvo la que es su película más famosa, yo no me sentido personalmente excesivamente atraido por su cine. Pero su película más famosa, es mucha película famosa. El reparto. El reparto tampoco está mal. Que el papel protagonista masculina, el más que maduro profesor Phoerum, sea interpretado por Jeremy Irons es un plus. Que la chica, la «joven» estudiante y especialista cinematográfica Amy Ryan, sea la guapísima Olga Kurylenko tampoco está mal. Una actriz que sabe que le van cayendo años, y que aunque sigue estupenda, lo de personaje florero se le acabará en algún momento y supongo que pretende ser tomada en serio en esto de la interpretación. Y luego están las localizaciones… York, Edimburgo, los grandes lagos italianos… todos ellos sitios de los que conservo recuerdos excelentes. En algún caso, con sus dosis de romanticismo… muy propio para una película de amoríos y romances. Vamos… que a priori esta es una película que tenía todo para triunfar. Por lo menos en mi caso.

Carlos Carreter

En varias ocasiones nos trasladamos a Edimburgo, donde vive el profesor Phoerum… pero ¿de verdad que una estudiante que se saca algo de dinero de especialista cinematográfica va siempre en avión entre dos ciudades situadas a 300 km y entre las que se puede viajar en dos horas y media en tren?

Pero… resulta difícil creer que el responsable de este filme, tanto en su guion como en su dirección, sea el mismo que en el pasado nos regaló con alguna historia emocionante y emotiva que nos encandiló. El número de cuestiones que podríamos cuestionar es notable.

Para empezar el tema de los amoríos en el cine entre personajes cuyos intérpretes se doblan la edad unos a otros, y cuyos personajes todavía se llevan más años. Esto es un tema, que dada la realidad de la percepción social de ciertas relaciones, ya empieza a cansar.

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Pero vayámonos al norte de Italia, a la región de los grandes lagos, donde están rodadas unas cuantas escenas de la película.

El personaje interpretado por Kurylenko está penosamente desarrollado. Primero… no te la crees como una estudiante de astrofísica… porque estas cosas no se suelen estudiar a los treinta y tantos años. Probablemente, pretenden vendernos que la chica es más joven que la actriz que la interpreta aprovechando que está de muy buen ver. Pero la cosa es que Kurylenko es muy guapa, pero sí parece que tenga los 35 años que tiene (aproximadamente, no sé su edad exacta). Y tampoco te la crees en su versión «kamikaze» como especialista cinematográfico de acción… Y está muy mal planteado su trauma de «juventud», que le lleva a un trabajo autodestructivo. Llega un momento en que no sabes si Kurylenko no da la talla… hay un par de escenas dramáticas en las que definitivamente no da la talla, aunque se esfuerza bastante,… o si simplemente no hay forma humana de levantar un papel mal definido.

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En varios momentos tuve la sensación de que estaba filmado en el lago Maggiore, entre las islas Borromeas… o por lo menos ese paisaje creí reconocer.

Y el personaje de Irons… poco puede hacer el veterano actor por levantar un personaje al que en el 90% de la película vemos a través de la pantalla de un ordenador portatil hablando a una videocámara. Por lo demás… el personaje raya un poquito. Dejando de lado esa capacidad de omnisciencia sobre lo que está haciendo la joven, de la que la propia película se llega a reir en un momento dado.

Y luego está la relación entre los dos… que llega un momento que no entiendes bien de dónde ha salido y porqué da para tanto. Creo que las situaciones van entre el tópico y lo forzado. Para colmo, hay situaciones muy previsibles y otras ridículas. De verdad,… ni yo ni mis acompañantes somos aspirantes a astrofísicos brillantes, pero adivinamos media película antes que el personaje protagonista la combinación de ED que había que escribir para volver a la situación inicial.

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Pero en la película constantemente se hace referencia a Borgoventoso, que es el nombre que se le da a la población situada en la isla de San Giulio en el lago de Orta, no muy lejos del Maggiore. No conozco ese lago, todas las fotos que muestro son de las islas borromeas en el Maggiore.

No. La película, desde mi punto de vista… y la de mis acompañantes a la sesión de cine, no funciona. He intentado racionalizar hasta cierto punto algunos motivos. Pero en general se puede resumir como que es un pinchazo en toda regla de Tornatore, que nos ha traído un producto mediocre, mal parido, y del que lo más aprovechable son los paisajes piamonteses del lago de Orta y del lago Maggiore. Acaba haciéndose larga, y el romance, pesado. Una pena.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

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Porque definitivamente, reconocí en algunas escenas de la película este paisaje del Maggiore que se puede ver desde Stresa. Hacen referencia expresa a la montaña de la derecha de la fotografía.

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En cualquier caso, aquel día de septiembre de 2006 en el que recorrí aquel bellísimo rincon de Italia no se me olvidará nunca. Y la flojera de la película no arruina el puntito romántico de aquella excursion por el golfo Borromeo.

[Cine] Mia Madre (2015), todo sobre su madre

Cine

Mia madre (2015; 102016-0204)

Cuando llegan estas fechas, la cartelera española se llena de películas con opciones en los premios Oscar, que como a estas alturas todos deberíamos de saber, no tienen porqué ser mejores o peores que otras… pero todos picamos y son las que tendemos a ver. Pero de vez en cuando se cuelan en la cartelera otras películas que pueden ser tan interesantes o más. El jueves pasado, cuando salía de trabajar, me apetecía de todo menos irme a casa. Como eran cerca de las cuatro, miré la cartelera en los cines más próximos a mi lugar de trabajo, que coincide que son los únicos que ofrecen versiones originales subtituladas. Y vi que estaba este filme italiano de Nanni Moretti, que traía buenas críticas, pero que era improbable que pasase el «corte» de nuestras veladas cinematográficas. Así que me fui solo a ver la película.

Moretti es un director muy personal, muy introspectivo, ya que en alguna que otra ocasión se ha situado el mismo como objeto de su visión cinematográfica. También es un autor comprometido con la situación social y política de su país, la siempre convulsa Italia, políticamente hablando. Y en esta ocasión vuelve a situar una situación muy personal, la pérdida de la madre, en el centro de su película. Sin olvidarse, de paso, de incidir en las consecuencias del liberalismo capitalista sobre los trabajadores.

Como en la película, nos pasearemos por Roma... que siempre es un placer.

Como en la película, nos pasearemos por Roma… que siempre es un placer.

Si no estoy equivocado, durante el rodaje o posproducción de su divertido largometraje anterior, la madre del director falleció. Y como consecuencia, surgió la posibilidad de realizar esta película en la que hace una reflexión sobre la figura, el papel y la influencia de la madre en nuestras vidas. No es el primero que centra su visión en la figura materna en sus películas. Por no salir de nuestro país, Pedro Almodóvar tiene varias películas en las que la figura de la madre es central, como Tacones Lejanos, Todo sobre mi madre o Volver. En esta ocasión, como digo estamos ante la utilización de la obra cinematográfica como forma de afrontar y sublimar el duelo producido por la madre perdida.

Moretti suele salir en sus películas, pero en esta ocasión no se coloca como protagonista, sino como el hermano de la protagonista, una directora de cine, Margherita (Margherita Buy), muy comprometida socialmente. En el momento en que su madre está ingresada y empeorando de salud por una dolencia cardíaca, se encuentra ante una ruptura sentimental, provocada por ella misma, y rodando una película de carácter social, en el que el actor protagonista, Barry Huggins (John Turturro), representa a un empresario que tras adquirir una empresa va a proceder a reajustes organizativos. Es decir, va a despedir a una buena parte de la plantilla que se resiste con protestas a ellos. Trasfondo social de la actualidad italiana.

En la películas italianas, Roma no siempre es reconocible... no aparecen los monumentos típicos.

En la películas italianas, Roma no siempre es reconocible… no aparecen los monumentos típicos.

En cualquier caso, Turturro aporta el alivio cómico a un drama intimista donde la protagonista, a sus cuarenta y tantos años, ve cómo su madre decae y se acerca al final de su vida, al mismo tiempo que su hija adolescente, Livia (Beatrice Mancini), es una desconocida para ella. Margherita tiene que confrontar sus roles como mujer con los que ha desempeñado su madre. En este caso, Moretti no plantea una «nonna» italiana, matrona hogareña convencional. La madre, Ada (Giulia Lazzarini), es una mujer instruida, muy culta, dedicada a la enseñanza de las letras, del latín, en un instituto desde toda la vida. Una mujer con una capacidad de pensamiento y una coherencia personal, que incluso en su situación de ancianidad y de enferma, se manifiesta mucho más sólida y racional que la de su hija. Y no sólo es eso. Mientras Margherita siente que no cumple con su papel de madre, comprueba en la enfermedad de Ada hasta que punto su madre ha influido en la vida, no sólo de sus hijos, sino de todos sus alumnos, a los que recuerda y que la recuerdan y respetan. Moretti nos está planteando una crisis de valores actuales, echando una mirada nostálgica al pasado. Es su tesis. Que no sé si comparto del todo, pero que el expone de forma magistral.

A mí la película me ha llegado mucho. También pasé, como a todos nos tocará pasar en un momento u otro de nuestras vidas, por el trance de perder a la madre. Y es un trance complejo. Especialmente si te unen con ella muchas más cosas de las que en determinadas etapas de tu vida estás dispuesto a reconocer. Me siento hasta cierto punto identificado con algunas de las situaciones planteadas.

Ruedan en las calles corrientes, no es como los americanos que siempre sacan los mismos y tópicos escenarios de la ciudad eterna.

Ruedan en las calles corrientes, no es como los americanos que siempre sacan los mismos y tópicos escenarios de la ciudad eterna.

Moretti no da puntada sin hilo. Y aprovecha cualquier situación de la película para cuestionar la sociedad en la que vive. Los diálogos con la médica de la enferma, «buena profesional, pero a veces no la entiendo»… las decisiones de tratar o no tratar,… lo que se le comunica al paciente que va a morir y lo que se le esconde,… son algunas de las cuestiones que surgen en la estancia en el hospital. Los problemas de relación de la protagonista con los hombres,… que se repiten con el tiempo y los años… La inseguridad en la toma de decisiones… La dificultad de comunicar conceptos abstractos a los que nos rodean… Con una mezcla de drama punteada de momentos cómicos, Moretti nos lleva por una reflexión profunda y sincera, pero nada nada aburrida, que nos puede venir bien a muchos.

Y además de todo lo anterior, ¿tengo que decir que me ha gustado mucho?, fuimos a la versión original subtitulada, y como llevo un tiempo aprendiendo italiano, me alegré mucho de seguir los diálogos sin recurrir a los subtítulos en la mayor parte de las ocasiones. Ahora sólo me queda el atreverme a hablarlo.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

Pero de alguna forma, siempre percibes el ambiente inequívoco de la capital italiana.

Pero de alguna forma, siempre percibes el ambiente inequívoco de la capital italiana.

[Libro] Elizabeth Costello

Literatura

Rota hace unas semanas la inercia que me había llevado a la no lectura habitual, ya he dado cuenta de una primera novela, mientras llevo a cuestas otra historieta de cierto calibre, y llevo avanzada otro relato de ficción. Pero vamos por partes, y lo haremos con un texto del sudafricano J.M. Coetzee, que me ha parecido curioso, aunque ya veremos si realmente interesante.

Elizabeth Costello
J.M. Coetzee; traducción de Javier Calvo Perales
Literatura Mondadori, 2011
Versión en libro electrónico

Elizabeth Costello es una escritora de éxito, australiana, anciana ya, reconocida en todo el mundo, a quien iremos conociendo tal y como es en la actualidad, pero también como fue en el pasado, en un recorrido por distintas conferencias o actos culturales que dará por todo el mundo. Lo mismo recibiendo premios en universidades americanas, que como animadora cultural en un crucero de alto nivel por los mares australes, que en un acto académico de reconocimiento de su hermana monja católica, como en un ciclo de conferencias en los Países Bajos sobre el mal… y con un último acto en un misterioso pueblo de aspecto italiano, que supone una reflexión final sobre el final de una vida. Todo ello desde el punto de vista de la escritora, o eventualmente de alguno de sus hijos.

Nos presenta Coetzee a un personaje de ficción, pero que muy bien podría existir en la realidad. Quizá sea un alter ego, a pesar del cambio de sexo, del propio escritor, aunque este era más joven que su personaje en el momento de la escritura del libro. Además de adentrarnos en la personalidad del personaje, también se nos ofrecen para la reflexión una serie de cuestiones éticas. Sobre nuestras relaciones con los demás, seres humanos o animales, especialmente sobre el mal, o cómo entendemos el mal. Sobre la sexualidad, sobre la religión y las creencias, y los difusos límites del fanatismo religioso o antirreligioso. Sobre el proceso de creación literaria, y la ética asociada a ella. Y en definitiva, sobre el final de la vida, y la reflexión sobre lo que esta ha sido o ha supuesto.

He de decir que el libro me ha supuesto un esfuerzo mayor del que parece lógico. La forma en que está escrito me gusta, la estructura de la narración me ha resultado atractiva. Pero el personaje central,… le he cogido una antipatía,… El egoísmo esencial que me parece que destila, que quizá todos tengamos por altruistas que pensamos que somos capaces de ser, no deja de incomodar. Y sin embargo reconozco que puede ser el egoísmo propio de cada uno de nosotros. De cualquier ser humano. No sé. También me ha dejado un poco desnortado el no saber cómo encajar al personaje en relación al propio autor. Son sus dudas, sus reflexiones y sus opiniones, o simplemente un vehículo para provocar una reflexión sobre los distintos temas, ocasionalmente de forma provocadora.

El esfuerzo creo que ha merecido la pena, aunque no me haya sentido cómodo en ningún momento con el texto. Pero algo así me pasó con el anterior libro que he leído del autor, Desgracia, que me gustó más, eso sí. En cualquier caso, estamos ante la obra de unos de los escritores importantes contemporáneos.

Auschwitz I

El tema del mal, en su diversas formas, aparece con frecuencia en el libro, con diversas referencias al comportamiento de los nazis en Alemania y los países que invadieron. En la fotografía, el campo de concentración de Auschwitz I, en Polonia.

[Libro] Ordeno y mando

Literatura

Amélie Nothomb es una escritora belga que escribe en francés y a la que vuelvo de vez en cuando. A veces leyéndola en su idioma original, otras traducida al castellano. Como ha sucedido en esta ocasión, en la que explora que es lo que pasa cuando un desconocido tiene la desfachatez de morirse en tu casa.

Ordeno y mando
Amélie Nothomb; traducción de Sergi Pamiés
Anagrama, colección Panorama de Narrativas
Versión libro electrónico

Baptiste Bordave es un parisino de vida mediocre al que plantean un día en una cena qué pasaría si un día un desconocido muriese repentinamente en su domicilio. Y tal cosa sucede al día siguiente, cuando un sueco, un tal Olaf Sildur, llama a su domicilio para pedirle permiso para llamar por teléfono a su taller porque el coche se le ha averiado. Y mientras llama por teléfono cae muerto. Pero el muerto tiene un cochazo, que en absoluto está averiado, y Bordave decide asumir su identidad y buscar su domicilio, en Versalles, donde vive la mujer de Olaf, una despampanante rubia adicta a alimentarse con champaña. Ahí comenzará una extraña historia basada en mentiras, y en extraños secretos sobre quién era y a qué se dedicaba Sildur.

Entrada al palacio de Versalles

Buena parte de la novela transcurre no lejos de este palacio, en la ciudad de Versalles. Donde no faltan las casas para ricachones.

Nothomb es una escritora con fuerte personalidad. Para bien o para mal. Sus historias, muchas veces rozando el absurdo, nos introducen en mundos que parecen no tener pies ni revés, o como en este caso de una película de un imitador de Hitchcock. Está el protagonista, que pronto descubrirá que está metido en un lío, y la rubia entre gélida y apasionada, con quien mantendrá una relación difícil de definir hasta muy avanzada la historia. Siguiendo la comparación las películas de Hitchcock, lo mejor es plantearse desde el principio que la muerte de Sildur y el misterio que rodea su vida no son más que un mcguffin que permitirá que los personajes que nos importan se encuentren, se conozcan y desarrollen su relación. Que en mi opinión tiene momentos interesantes, y otros que lo son menos.

No es lo mejor que he leído de la excéntrica escritora belga, pero se deja leer, y no dura mucho. Así que si eres aficionado a la escritora te lo lees, y si no, y quieres conocer el estilo de la autora, pues mejor te buscas otra novela más significativa.

Vista de Estocolmo

Pero termina en las frías tierra de Suecia, con nuestro «héroe» viendo en Estocolmo. No diré más.

[Cine] Restless (2011)

Cine

Restless (2011), 21 de diciembre de 2011.

Con no pocos reparos vi esta película hace unos días. El argumento que nos mostraban los avances, la publicidad y las críticas, la típica pareja enamorada con la chica condenada por una terrible enfermedad a morir joven, ya se ha visto en diversas ocasiones, y pocas veces, yo en estos momentos no recuerdo ninguna, con resultados convincentes. Aburrimiento, empalago, lágrima fácil, cine «para chicas»,… muchos apelativos para referirnos a producciones que no acaban de convencer de forma general, y que recurren a los sentimientos básicos y a los clichés para conmover al personal. Pero cuando algún intérprete se pone de moda, como es el caso de Mia Wasikowska, y en determinados trabajos le ves maneras, te apetece ver si confirman las expectativas. Si además sumas que la dirige un Gus Van Sant, capaz de cosas muy interesantes, aunque también de pifias notables, pues nada… te arriesgas.

Al contrario de lo que se puede leer habitualmente en las reseñas, esta película no va de una chica enferma de cáncer terminal, Annabel (Wasikowska), que se enamora de uno que pasa por ahí. No. Es justo a la viceversa. Esta película va de un chico, un adolescente, Enoch (Henry Hopper), que está francamente roto por dentro como consecuencia del terrible accidente de circulación en el que murieron sus padres, y al que él sobrevivió por los pelos. Vacío emocionalmente, incapaz de comunicarse con su única familia, su tía Mabel (Jane Adams), sin vida social, no va al instituto, pasa los días acudiendo a los funerales de desconocidos, y sólo habla con Hiroshi (Ryo Kase), el «fantasma» de un piloto kamikaze muerto en acción durante la segunda guerra mundial. Y en uno de esos funerales, conoce a Annabel, una joven de sorprendente ánimo y disposición a pesar de su nefasto pronóstico, y que cambiará la vida de Enoch, a través del proceso de conocimiento mutuo, de enamoramiento, pero también de introspección y conocimiento personal que traerá consigo para el joven toda esta historia.

Estamos por lo tanto ante una historia de redención personal de un muchacho que vive con culpa y con rencor hacia el mundo el haber sobrevivido a sus padres en el trágico accidente. Redención que llegará en función de cómo asuma el destino de la chica. La historia en principio no está mal planteada. Aunque tiene varios flecos discutibles en los que no voy a profundizar mucho. El «fantasma» es un personaje necesario, como el alter ego del muchacho que está dispuesto a morir por una causa. Pero en un momento dado queda en mi opinión desvirtuado al reaparecer en un momento en que no toca. La chica es toda encanto, y puedes comprender el cuelgue del chaval a pesar de las circunstancias. Pero no te acabas de creer su capacidad transformadora. Y el chaval… a él iré cuando hable de las interpretaciones. Rodada con una iluminación suave, con muchos tonos pastel, especialmente cuando sale la chica, no deja de transmitir un tono de cierta irrealidad sobre lo que está sucediendo, lo cual no sé si es bueno o es malo. Mucha música «indy» o con mensaje, muy propia de este tipo de películas. Y un ritmo pausado, contra el que no tengo nada en contra, menos cuando la película no tiene excesiva duración y no cansa al eternizarse.

Claro está, una película de estas características depende mucho de la competencia de sus intérpretes. En este caso, muy jóvenes. Como curiosidad, diremos que el chaval es hijo del fallecido Dennis Hopper. De momento, por lo menos, no ha mostrado la misma intensidad interpretativa que su padre. No desentona, no lo hace mal, pero tampoco brilla en su momento ni acaba de transmitir con intensidad las emociones que se supone que torturan en cada momento a su personaje. Incluso en sus momentos de apatía se supone que por dentro está emocionalmente roto, y de alguna forma se tiene que notar. Wasikowska… el problema es que el aspecto que le han puesto me hizo estar pensando toda la película en que estaba ante un clon de la Jean Seberg de sus primeros años. Cara dulce, pelo cortito, indumentaria un poco retro pero monísima,… Una vez más, no está mal, pero no tiene la solidez y la madurez interpretativa de su reciente Jane Eyre. Mucho encanto pero poca profundidad. Los secundarios, cumplen con su misión.

Para lo que eran mis expectativas sobre este tipo de películas, el filme se deja ver. Pero no me acaba de emocionar, no me acaba de llegar. Es más profunda que otras películas parecidas. Realmente hay una reflexión sobre la muerte tal y como la ve el adolescente. La de sus padres. La suya propia que estuvo a punto de suceder. La del «fantasma» del japonés. La de la chica. La de los extraños a cuyos funerales acude. De hecho, el tema fundamental de la película no es el amor adolescente como se ha vendido por ahí, sino la muerte. Pero tampoco está muy claro a donde conduce esta reflexión. De todas formas, es una película que no está mal hecha y puede tener su público.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Guirlaches de Fantoba

Después de un tema tan dramático, os dejo con algo más ligero; como unos dulces, unos guirlaches de Fantoba, conocida pastelería y repostería zaragozana (Panasonic Lumix GF1, M.Zuiko 45/1,8).

[Cine] Hereafter (2010)

Cine

Hereafter (2010), 24 de enero de 2011

Nota: esta película que he visto en versión original y por eso pongo su título en su idioma original, se ha estrenado en España doblada al castellano con el título de Más allá de la vida.
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He aquí que nos llega nuestra ración anual de cine de Clint Eastwood. Porque, efectivamente, el octogenario director viene haciendo dos películas al año de promedio desde hace años, y con buen nivel. El año pasó nos ofreció un producto más ligero, si lo comparamos con los dramas a los que nos tiene habituados. Así que muchos estábamos ansiosos por ver dónde se situaba en esta ocasión. Y bueno… no es lo que yo esperaba. Ahora os lo cuento. Después de la foto.

Torre Eiffel

Una perspectiva no muy distinta a esta de la Torre Eiffel, es vista con frecuencia desde las ventanas de la editorial de uno de los personajes de la película, Marie LeLay (Cécile de France) - Panasonic Lumix LX3

Sinopsis

Marie LeLay (Cécile de France) es una reportera de televisión francesa, que tiene todo lo que se puede desear. Fama, fortuna y amor. Sin embargo, durante unas vacaciones en Tailandia, se ve afectada por el tsunami del sudeste asiático en diciembre de 2004, durante el cual experimenta una experiencia cercana a la muerte. Esto cambiará profundamente su vida.

George Lonegan (Matt Damon) trabaja en un fábrica de azúcar en el puerto de San Francisco. Pero anteriormente se ganaba la vida como médium, comunicando a las personas con sus allegados fallecidos. Sin embargo, el considera que esta capacidad de comunicarse con los fallecidos es más una maldición que un don. Intenta llevar una vida normal, e incluso hace algún escarceo por salir con una compañera de un curso de cocina (Bryce Dallas Howard), pero sin éxito. El momento en el que le despiden de su trabajo por causa de la crisis económica le hará dar también pasos trascendentales en su vida.

Marcus y Jason (Frankie y George McLaren, indistintamente) son dos hermanos gemelos en edad escolar, londinenses, hijos de una mujer de clase baja, drogadicta, que cuidan de sí mismos solidariamente y también de su madre a la que quieren a pesar de todo, soslayando a los servicios sociales que los quieren separar de ese entorno. Jason muere en un accidente provocado por el ataque de unos matones de barrio, dejando a Marcus desolado, buscando la forma de volver a comunicarse con su hermano, mientras va viviendo en hogares de acogida.

Poco a poco, los destinos de los tres personajes convergerán y se reunirán en la feria del libro de Londres.

Realización y producción

Decir a estas horas que Eastwood tiene oficio para dar y vender es decir una obviedad. La realización de la película es muy buena en sus aspectos técnicos. El guion hace avanzar la historia de forma pausada. Las historias de los tres personajes principales van saltando progresivamente y de forma ordenada siguiendo siempre la misma secuencia (Maire -> George -> Marcus), hasta que sus vidas convergen e interaccionan.

Sin embargo, existen algunas debilidades en el guion. Y determinadas interacciones de los personajes con su entorno me parecen saltos en el vacío, especialmente con el personaje de Marie, cuya evolución a veces resultad difícil de creer, o con el entorno del niño. En su conjunto, falta algo de de cohesión que una las distintas partes de la historia, y permitan un cierre más emotivo.

A destacar en el aspecto técnico, la excelente realización de las escenas del tsunami, que presentan un gran realismo, sin buscar un efectismo que frecuentemente encontramos en este tipo de secuencias.  Representa muy bien lo que son los efectos de este fenómeno natural.

Interpretación

Las interpretaciones son correctas en general. Cécile de France esta muy correcta, además de muy atractiva, resultando convincente. Las únicas pegas que hay que ponerle a su papel creo que están más en el guion que en su interpretación. Los niños lo hacen bien, como suelen hacerlo los niños cuando están bien seleccionados. Y me queda la duda de Matt Damon, un actor que suele tender a la inexpresividad, y te queda la duda de sí hace muy bien un tipo de papeles, o es que es realmente inexpresivo en sí mismo.

Conclusión

Comparado con otras muchas películas del director, este me parece un drama menor. Lo cual en cierta medida decepciona porque ya la anterior película del mismo nos pareció lo mismo. Obviamente, tiene una calidad razonable, y se puede ver sin ningún problema… O casi sin ningún problema… Y es que en mi caso, todo este tema de los sobrenatural, me parecen mandangas. Acepto los fenómenos sobrenaturales como puedo aceptar los mundos fantásticos de elfos y orcos cuando tocan. Pero en una política que pasa por una reflexión seria sobre el tema, y que se pone francamente a favor de los mismos,… pues me produce las urticarias propias de mi condición de escéptico nato. Así que no es un tema que me atraiga mucho. Si la película no hubiese sido del director que es, y como plus con la oportunidad de verla en versión original, dudo mucho que me hubiese acercado a verla.

Este Clint debe estar empezando a verle las orejas al lobo, porque empieza a preocuparse por el tema de la muerte y lo que viene detrás. Claro que eso, Woody, lo lleva haciendo toda la vida. Aunque con un enfoque muy distinto.

Calificación

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
***

Recomendación musical

Clint Eastwood suele ser autor de sus propias bandas sonoras también. No suelen ser piezas complicadas musicalmente, pero casi siempre adecuadas y agradables de escuchar.

Leadenhall Market

En un terraza de esta pizzería en Leadenhall Market, Londres, se desarrolla la última escena de la película - Fujifilm Finepix F10

Despedidas (2008)

Cine

Despedidas (Okuribito, 2008), 14 de julio de 2009.

En la siempre difícil y desértica cartelera de verano, después de leer un poquito las críticas de los últimos días, optamos por ir a ver esta película japonesa que llegaba precedida por su éxito en los Oscars de este último años. Con el cine asiático nunca se sabe, pero cuando no se trata de raras películas de terror, no puede descartarse que pueda estar bien. Y lo que resultó fue…

Este filme, dirigido por Yôjirô Takita, trata de un drama con alguna nota de leve humor en el que un joven músico, un violonchelista, se encuentra de repente sin trabajo por la disolución de la orquesta en la que trabajaba, recién casado, y con el convencimiento de que su calidad como músico no le va a llevar muy lejos. Ante esta situación, abandonan Tokio para volver al pueblo de sus orígenes, a la casa de su madre, y allí rehacer su vida. La cuestión es que el trabajo que le surge, aunque bien pagado, es de amortajador de cadáveres. Parece que en el ámbito del budismo japonés, el amortajamiento del cadáver es muy importante, pero al mismo tiempo existen un buen número de tabúes sobre la trabajo. Esto lleva a una serie de desarrollos en su vida, en lo que fue su pasado, en lo que puede ser su futuro, y en su relación con los que le rodean.

Visualmente, la película es muy bonita. Las escenas de embalsamamiento parecen coreografías, dada la precisión de los movimientos y la coordinación de las posiciones. Al mismo tiempo, tanto los decorados como el entorno de una ciudad de provincias japonesa nos ayudan a situarnos ambientalmente, al mismo tiempo que participan de una estética que nos ayuda a meternos en los sentimientos que busca provocar la película. El resultado es casi poético; tanto en la estética como en la ética del filme. Además se ve apoyada por una estupenda banda sonora, basada especialmente en la música de violonchelo.

El protagonista de la película, Masahiro Motoki, está muy, muy bien. Te lo crees en todo momento. Su variada expresividad, incluso para un europeo que no está acostumbrado al rostro de los asiáticos, ayuda a que diga mucho incluso sin diálogos. También estupendos el jefe del chico, interpretado Tsutomu Yamazaki, así como la secretaria de la empresa ¡qué bien me ha caído este personaje!, interpretada por Kimiko Yo, que provocan las mejores interacciones entre sí y con el protagonista. La chica, la mujer del protagonista, interpretada por la guapa Ryoko Hirosue, no está mal aunque resulta quizá en exceso blandita, aunque en buena parte puede deberse al doblaje español que no me ha convencido un pelo en este personaje.

En resumen, una película bastante recomendable, especialmente para quienes se quieran salir de los trillados senderos del cine occidental, sin que resulte un producto lo suficientemente extraño como para que no llegue al espectador occidental. Yo le pongo un ocho, con la misma nota en la dirección y un nueve en la interpretación.

A falta de imágenes de los montes japoneses nevados, nos conformaremos con los montes suizos nevados. Al cabo, había tantos japoneses en los Alpes como en Japón. Tengo yo la sensación,… vamos,…

Ibón en Trockerner Steg

Ibón en Trockerner Steg, Zermatt, Suiza - Pentax K10D, SMC-DA 40/2,8 Limited (composición de dos fotogramas)