[Televisión] Cosas de series; adiós al paraíso, más misterios suecos, y alguna cosa más…

Televisión

Se acerca la navidad, y eso implica que las series con temporadas cortas van a ir cerrando etapa, las de temporadas largas se irán poco a poco de vacaciones, y va a haber pocas novedades. En su momento, durante los días de las fiestas ya animarán el cotarro algunas series británicas con sus especiales navideños.

Tengo en «stand-by», a la espera, la serie española El tiempo entre costuras. Con varios capítulos grabados que nunca encuentro el tiempo o las ganas de ponerme a ver. Son demasiado largos para lo que ofrecen. Me había propuesto terminar de verla. Darle una oportunidad. Ya veremos si durante la escasez de los días navideños entran. Pero me está costando mucho. No sé.

Tengo que anotar no obstante una incorporación a la cartelera. Recientemente Canal Plus ha habilitado un canal exclusivo para series. Y entre las que emite está una serie sueca dedicada a una de las muchas sagas de investigación de crímenes que nos llega desde allí. Se trata de Los crímenes de Fjällbacka de la escritora sueca Camilla Läckberg. En IMDb no aparece como una serie propiamente dicha. Cada episodio aparece con una ficha propia como una largometraje para televisión independiente. Pero bueno… Y según el orden en que aparecen rodados, parece que en este nuevo canal no están respetando el orden de filmación. El primer telefilme que vi era Fjällbackamorden: Havet ger, havet tar (Los crímenes de Fjälbacka: El mar da, el mar quita), que parece ser el cuarto de los filmados. No sé. Igual me perdí algo. Ya veré como avanza. Tengo programada la grabación de la serie. No es que sea para tirar cohetes, pero tiene sus cosas entretenidas, y la protagonista Erika Falck (Claudia Galli), que es una especia de Jessica Fletcher en joven, me parece una monada de señora. Si es que no es de extrañar que nuestros antepasados de la hispanocaspa se pirriaran por la suecas. Así que la cosa tiene su punto de «guilty pleasure». Ya veremos como evoluciona.

Puerto de Gotemburgo (Götteborg)

Mucho ambiente marinero en la pequeña población de Fjälbacka, en la costa sueca no tengo claro si del Skagerrak o del Kattegat, donde algo más al sur encontramos la bastante más vistosa ciudad y puerto de Gotemburgo (Göteborg).

Se nos ha ido de vacaciones The Mentalist, que tras el desenmarañamiento de la trama Red John está comenzando una nueva época que todavía no tengo ni idea de donde va a ir a parar. Incluso parece que se han quitado de en medio algunos de los habituales para sustituirlos por otros. A mí, si me quitan a Van Pelt (Amanda Righetti), no se lo voy a perdonar. Y eso que últimamente estaba bastante sosa. Aunque imponderablemente guapa. Qué se le va a hacer. También se ha ido de vacaciones Bones. Estos están realmente sosos. Estoy por borrarlos de la cartelera. Ya no son lo que eran.

Y tras una segunda temporada de ocho episodios, se ha despedido por un tiempo la gente de The Paradise, esos grandes almacenes de algún lugar del norte de Inglaterra en el siglo XIX, basados en Au Bonheur des Dames de Zola. Reconozcámoslo. La chica, Denise (Joanna Vanderham), es una monada. Reconozco que en origen fue lo que más me enganchó de la serie. Como «buena moza» y como personaje. Pero tanto ella como Moray (Emun Elliott) han estado francamente sosetes en esta temporada. Y los que han sostenido con dignidad la cosa, tras la elipsis de dos años (tiempo de ficción) fuera de escena, han sido los «malos» de la serie, el retorcido Jonas (David Hayman), el aspero e implacable nuevo dueño de los grandes almacenes Tom Weston (Ben Daniels), y la pija, caprichosa y rencorosa Katherine Weston «née Glendenning» (Elaine Cassidy), que tiene unas posibilidades tremendas, y que es realmente estupenda cuando se pone borde. Incluso Clara (Sonya Cassidy) tiene sus momentos, aunque ya no sea fácil incluirla entre los «malos». Por cierto… estados últimas actrices no parecen estar emparentadas a pesar de la coincidencia en el apellido. Bueno. En cualquier caso, alejada ya la serie televisiva de la truculencia del realismo de las novelas de Zola, se ha convertido en un culebroncillo de época muy agradable de ver. Y como las temporadas son cortas, pues no cansa. Hasta el año que viene. Espero. Porque puede que no esté confirmado todavía el regreso.

En fin. La semana que viene, cierres de temporada sustanciales que merecerán un comentario, y algunos cuelgues navideños de temporada que también. Poco quedará de qué hablar durante las fiestas.

Vista de Helsinborg

Ya en la salida al Báltico, donde termina el Kattegat y comienza el Öresund, podemos pasear por las calles de Helsingborg, también en la costa sueca, frente por frente de la shakespeariana Elsinor (Helsingør) danesa.