[Cine] Sobran las palabras (2013)

Cine

Sobran las palabras (Enough Said, 2013), 22 de diciembre de 2013.

Aunque las críticas eran razonablemente positivas, no era esta una película Nicole Holofcener que nos atrajese demasiado. Sin embargo, dado que hay estrenos el día de Navidad, los estrenos de este fin de semana pasado han sido limitados en interés. Por otra parte, se trata de la última película antes de fallecer del «mafioso» James Gandolfini, un actor de los que por su físico ha tenido unas oportunidades mucho más limitadas de lucirse que los típicos buenorros macizos, pero que podía dar mucho de sí. Así que decidimos huir de la monserga de la lotería refugiándonos en una matinal de domingo para ver este filme, que lamentablemente no se ha estrenado en Zaragoza en versión original. Lamentablemente, porque cada vez se da uno más cuenta de que los doblajes desvirtúan muchas veces, si no toda la película, sí algunas de sus situaciones, incorrectamente traducidas o adaptadas al castellano. Sucede en esta que nos ocupa hoy.

Nos cuenta la película la historia de Eva (Julia Louis-Dreyfus), una mujer divorciada con una hija de 17 o 18 años a punto de irse a la universidad, por lo que sobre su futuro planea el «síndrome del nido vacío». Todavía atractiva, su estilo de vida es sencillo, su trabajo, su hija, sus amigos,… las amigas de su hija,… En una fiesta conoce a dos personas, muy distintas entre sí. Una es una mujer sofisticada, Marianne (Catherine Keener), poetisa, con la que congenia rápidamente, y a la que ofrecerá sus servicios profesionales como masajista. Con el tiempo, harán amistad, y Marianne le confiará sus confidencias, especialmente las relacionadas con su exmarido, a quien considera zafio y sin sensibilidad. Por otro lado, conoce a Albert (James Gandolfini), un hombre poco atractivo físicamente, calvo y con sobrepeso, no muy pulido en sus maneras, pero muy simpático. Con el tiempo se irá relacionando con él, y acabará iniciando una relación. La cosa se complicará cuando descubra que ambos personajes están más relacionados entre sí de lo que pensaba.

Plaza de San Felipe

Si ayer mostraba fotografías tomadas con la Leica M2 y película Portra 400 en situaciones de luz escasa, hoy muestro la utilización de la misma película con carácter polivalente en la cámara de formato medio Fuji GS645S. Escena en la plaza de San Felipe de Zaragoza.

Filme con sabor a cine independiente, en unos Estados Unidos donde reina lo políticamente correcto, y en la que supongo que la directora intenta establecer una crítica hacia el rechazo que puede producir una persona por su aspecto o modos externos, o si somos influidos por la opinión de aquellas personas que consideramos intelectualmente y socialmente superiores, y que marcan las tendencias de lo que es bueno o malo en la sociedad. En principio, el planteamiento me parece bueno, me parece interesante. Estamos efectivamente en una sociedad donde juzgamos a los demás por elementos muy superficiales, entre ellos su aspecto físico, sin dar la oportunidad sus cualidades. Sin embargo, no me ha gustado el diseño del personaje de Albert. Porque al mismo tiempo es un estereotipo. Hay pocos matices. Sí, es simpaticón y bonachón. Pero al mismo tiempo lleva a cuestas un cortejo de cualidades que convencionalmente se atribuyen juntas, aunque no sea así. Si es hombre, en sus cincuenta, calvo, con sobrepeso,… pues se supone que es zafio, intelectualmente limitado, con escasas maneras sociales, etcétera, etcétera. Un tópico, y no el elemento adecuado para ejercer la crítica. Sin duda estoy muy sesgado porque yo también tengo cincuenta años, soy calvo y con sobrepeso. Pero no me limpio con la corbata, no le hecho zumo de naranja de botella de plástico al Taittinger y le llamo cóctel, y tengo otras inquietudes intelectuales que no pasen por sentarme a ver programas de televisión de hace 30 años. Por lo tanto, desde este punto de vista, que los personajes son demasiado estereotípicos, la película chirría. También es un estereotipo la poetisa. Y la historia de la amiguita que actúa como «hija sustituta» también está metida con calzador. Falta finura en el desarrollo de los caracteres, la película pierde fuerza, y nos lleva a un desenlace previsible, pero no necesariamente razonable.

Mercado Central

Relieves en las fachadas del Mercado Central de Zaragoza.

Las interpretaciones, en un reparto con mucho sabor a cine independiente, son correctas en general. Cada uno pone de su parte lo mejor que tiene para dar vida a unos caracteres, que como ya he dicho tienen algún problema de definición.

Película que partía de premisas interesantes, pero que poco a poco se desinfla y nos deja con un sabor de boca agridulce. Esperábamos algo mejor para la despedida de Gandolfini, aunque el no tiene la culpa.

Valoración

  • Dirección: *** Faena de aliño para una historia escrita por la propia directora que me patina.
  • Interpretación: *** Lo hacen lo mejor que pueden y con oficio.
  • Valoración subjetiva: **  Demasiados estereotipos en una historia que podría haber sido más sutil y más matizada.
Calle de las Armas

Colorida fachada en el entorno de la calle de las Armas.