Sinceramente, no recuerdo porqué el 25 de octubre pasado adquirí este libro del francés Frantz Delplanque. La novela negra la consumo en dosis casi «homeopáticas». No había oído nada a priori del autor. Los comentarios en Amazon son realmente elogiosos, pero ¿fiables? Supongo que debía de estar de promoción, y algo hubo que me llevó a adquirirlo en su versión electrónica. Os cuento ahora lo que me ha parecido.
Un gramo de odio
Frantz Delplanque; traducción de Paula Sanz Cifuentes
Alfaguara, 2013

La acción de la película transcurre en Largos, población que deduzco ficticia en la costa vascofrancesa, no lejos de Biarritz. Más probablemente en las Landas que en Pirineos Atlánticos. Bueno. Como tiene playa, os dejo la de San Juan de Luz. Que no para lejos.
Jon Ayaramandi es un vasco francés, que tras un desengaño amoroso de juventud en Londrés que le llevó a acabar con la vida de su aristocrático competidor, se ha ganado la vida como asesino asueldo en su tierra. Ha sido el mejor. Carece de antecedentes policiales. Pero con algo más de sesenta años decide que es el momento de retirarse, y gracias a la documentación que está en su poder, consigue una «pensión de jubilación» del mafioso que ha sido su jefe durante años. Retirado en un pueblo costero vascofrancés, se deshace del abusador amante de una joven vecina, y se gesta una amistad entre ambos, que se hace más profunda cuando ella, Perle, da a luz a Luna, una niña a la que adopta como nieta. Seis años más tarde, desaparece Al, el novio tullido de Perle, con quien no se lleva bien. Pero esta le exige que haga algo. Así se meterá de nuevo en los sórdidos ambientes de la mafia del suroeste francés para desentrañar el misterio del novio desaparecido. Las cosas se harán más personales cuando alguien se meta con Louise, una mujer por la que ha empezado a sentir algo más que una atracción física.

De pescadores va la cosa, aunque sospecho que se refiere más a los de caña que a los de faenar con barcos como estos, también en San Juan de Luz.
Ya he dicho que mi consumo de novela negra es muy moderado. Cuando encuentro un ejemplo del género que me gusta, me gusta mucho. Pero si no, me parecen un aburrimiento tremendo. Cosas que pasan. El caso es que esta novela tiene ritmo. Ritmo de rock and roll, ya que está lleno de referencias a la musica pop-rock de los últimos cuarenta o cincuenta años. Y nos encontramos con un antihéroe que no podemos evitar que nos caiga bien. Es un asesino. Despiadado y frío si llega el momento. Pero tiene 68 años. Y si lo que lo movió a llevar su vida por el lado oscuro fue un desengaño amoroso, es el amor tanto a sus hija y nieta «adoptivas» como a la voluptuosa Louise lo que le llevará a pasar al lado justiciero. Con alegría, con elegancia, con algunos bofetones de más y con no pocas resacas. Elementos clásicos de la novela negra, pero llevados con gracia.
He empezado diciendo que no sé cómo se me ocurrió comprar este libro eletrónico. Pero no me arrepiento en absoluto. Me lo he pasado muy bien, y me lo he leído en un plis-plas. Mis recomendaciones.