Cuaderno de Ruta V. 3.0

Diario no diario de Carlos Carreter

diálogo

[Cine] Tab [탑] (2022)

Cine

Tab [탑] (2023; 47/20230825)

El título original de esta última película del coreano Hong Sang-soo se traduce como la torre. O la pagoda. En inglés la han llamado Walk up, en castellano, En lo alto. He dicho la última, pero vete tú a saber. Al ritmo que Hong va rodando películas, con escasos presupuestos y medios, con enorme sobriedad, pero con mucho esfuerzo de escritura y de diálogos, quizá ya tiene otra estrenada o a punto de estrenar en su país. Espera un momento que compruebo… pues sí… dos, esta y esta, que ya se han podido ver en Francia, supongo que en algún festival. A pares. Y en esas sí que trabaja como actriz una de mis favoritas, Kim Min-hee, que en la que hoy nos ocupa ha participado como directora de producción y fotógrafa de plato. Cuando ruedas con cuatro wones, tienes que valer para todo. Me gustaría saber si las imágenes que veo por internet son fotos suya o meros fotogramas extraídos del metraje de la película. Hace unos años que siento debilidad por esta mujer, y la he echado de menos en la pantalla.

Pero vamos a lo que vamos. Hong Sang-soo sigue a lo suyo. Sigue argumentando sobre los mismos temas. El creador, sus crisis, sus fracasos en las relaciones… Alter egos, variantes de sí mismo, presentados en diversas situaciones, para reflexionar sobre cuestiones existenciales. El escenario, un edificio de 4 plantas, contando la planta calle. En los países del Asia oriental, no hay planta calle, bajos o principales. La planta calle es la 1F (1st Floor), directamente, y a partir de ahí se siguen contando hasta la última, la 4F en este caso, que es un ático… más bien una buhardilla como alguien atinadamente dice en la película, aunque con terrazas y vistas. Ese edificio es la torre del título. Propiedad de una diseñadora (Lee Hye-yeong) que, además de tener un estudio en el sótano para sí misma, alquila espacios para un restaurante (Song Seon-mi) y otros inquilinos. Un día llega un amigo, un prestigioso director de cine (Kwon Hae-hyo), acompañado de su hija (Park Mi-so), que quiere ser diseñadora de interiores y quiere aprender con la propietaria. Y a partir de ahí, cuatro episodios, que transcurren en los distintos pisos del edificio, en momentos distintos, con lapsos de tiempo entre ellos que pueden ser de años. Y a veces, en universos alternativos donde las cosas suceden de otro modo.

La puesta en escena y la estética es la habitual en muchas de las películas del director. Planos fijos, muy estáticos, donde dos o más personas conversan. Con algún zoom, hacia dentro o hacia fuera, repentinos, para variar la información y la subjetividad del hablante. En blanco y negro, austero. En un escenario anodino. Un rincón urbano como otro cualquiera, en Seúl o cualquier otra ciudad que se os ocurra. Y gente que come y, sobretodo, bebe. Habitualmente soju, pero en esta película se empujan también unas cuantas botellas de buen vino tinto. Y hablan. Diálogos que pueden ir desde lo banal, a lo profundo, y que hay que considerar en su conjunto. Y siempre con intérpretes, la mayor parte de ellos muy veteranos, que son capaces de dotar de naturalidad, alejados de todo tipo de estridencias, a estas secuencias.

El cine de Hong Sang-soo o lo compras y te aficionas y te haces adicto, o lo dejas y te dedicas a otra cosa. No creo que haya término medio. Como de costumbre, películas que entusiasman a la crítica, pero que llaman a las salas a un número limitado de espectadores, de los cuales, los entusiastas seremos una parte, desconozco el porcentaje. En cualquier caso, hay que haber tenido vivencias, iguales o distintas, a lo largo de tu vida que te permitan resonar con lo que se dialoga en pantalla. Quizá por eso es difícil ver gente joven en estas películas. En cualquier caso, yo lo compro, y me hago adicto a ellas. Mientras vayan viniendo a la cartelera, bienvenidas sean. Mejor si sale Kim Min-hee, aunque sea un poquito. Pero bueno. Por lo demás, ni la recomiendo, ni la dejo de recomendar. A mí me vale.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
viernes, 1 septiembre, 2023viernes, 1 septiembre, 2023 Carlos Etiquetado amistad, Cine, creatividad, crisis vital, diálogo, existencialismo, familia, hong sang-soo, hong sangsoo, kwon hae-hyo, lee hye-yeong, park mi-so, romance, song seon-mi Deja un comentario

[Cine] Women talking (2022)

Cine

Women talking (2022; 16/20230219)

Como cualquier aficionado al cine, para poder elegir con acierto aquellas películas que vemos en las salas, sentir que no hemos perdido ni el dinero ni, lo que es más importante, el tiempo, consultamos lo que dicen los «listos» de la cosa y que se adelantan a nosotros a la hora de ver los estrenos. Los críticos. Pero normalmente me fijo si recomiendan o no una película, cuando los considero fiables, que hay mucho charlatán, y no tanto en los porqués. Prefiero no introducir demasiados prejuicios sobre lo que voy a ver. A veces, como en la película que nos ocupa hoy, me basta con saber quién la dirige, Sarah Polley, y, como decía mi madre, quien «sale». En este caso un reparto femenino muy interesante con gente como Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley (cada vez me gusta más esta actriz), y Frances McDormand, entre otras, ya que la película es coral. Pero leí a posteriori lo que decían las gentes de Lo que yo te diga… y eso me ha hecho pensar.

Los menonitas son una secta cristiana protestante, algunos diferenciarán secta de denominación religiosa, pero para mí los límites son difusos, que viven en comunidades cerradas, que rechazan la modernidad y se aferran a la literalidad de los textos sagrados, que son interpretados por unos pocos. Pero son diversos los tipos de comunidades con una base religiosa que se generaron primero en Europa y después en el resto del mundo. En agosto tuve la ocasión de visitar el Fuggerei de Augsburg, en Baviera, Alemania, que suele verse con ojos positivos por su carácter de primera iniciativa de viviendas sociales en el mundo. Reservada originalmente a personas de fe católica y pobres.

Me sorprendió que la película no estuviera entre Las favoritas, es decir aquellas que puntúan con un 7 sobre 10 o más, aunque esté recomendada. Le dan un seis. Y entiendo la argumentación que dan. Y hasta cierto punto la comparto. La dinámica de la película es la de una adaptación de una obra de teatro, aunque no es así, ya que está basada en una novela del mismo título de la canadiense Mirian Toews. Pero básicamente son los diálogos en un granero de un grupo de mujeres, pertenecientes a tres o cuatro familias menonitas distintas, representando a todas las mujeres de una colonia situada en algún lugar del hemisferio sur. Esto último lo sabemos por una escena de la película en la que se habla de la Cruz del Sur como elemento de orientación al viajar. Y lo que dicen las gente de Lo que yo te diga es que, de lo que hablan, el problema que sufren estas mujeres, es tan evidentemente, aplastantemente, perverso… que ni siquiera debería haber sucedido en primer lugar. Y que por lo tanto, en realidad, la película no aporta nada a la reflexión moral del ser humano. Ya sabemos que violar sistemáticamente a niñas y mujeres, incluso a propias hijas o hermanas, usando anestésicos veterinarios para evitar resistencias, es malo. Es enormemente perverso. Es evidente. Y especialmente perverso cuando se usa la fe, la superioridad patriarcal de la religión para justificarlo, o al menos para justificar no perseguir al culpable. Es todo tan evidente, que quienes vean la película ya lo saben y no necesitan ser convencidos, mientras que aquellos que deberían ver la película para sensibilizarse… no la van a ver, y seguirán ciegos a la aberración.

Porque aunque la película, la novela en la que se basa es una ficción, se basa en un caso real y bien documentado, que sucedió hace no muchos años en Bolivia. Y todos sabemos que no es el único caso de abusos sexuales sistemáticos, patriarcales, justificados por la religión. Los fundamentalistas musulmanes oprimen, maltratan y violan mujeres en distintas regiones del mundo. Y no se trata solo de situaciones en pequeños grupos sectarios, más o menos apartados de la sociedad. Son bien conocidos los escándalos sexuales por los comportamientos de clérigos de la Iglesia Católica, organización reticente durante décadas a reconocerlos, a colaborar con la justicia o a condenar a los perpetradores. Entre otras situaciones.

Sin embargo, yo he apreciado más la película que las gente de Lo que yo te diga. Porque me parece una película de una gran belleza, aun con la terrible realidad que debaten este grupo de mujeres, adolescentes, jóvenes, adultas y ancianas. Todas ellas víctimas. Con una fotografía de colores desaturados, iluminación en claroscuros, atemporal, y unas interpretaciones absolutamente sobresalientes, no puedes evitar ser absorbido por el diálogo. Y por la belleza de unas mujeres que no se basa en sus atributos físicos, sino en la dignidad de sus gestos, de sus expresiones, de sus heridas, de sus golpes, o de sus cicatrices. Todas ellas están muy bien. Siempre he tenido cierta debilidad por Rooney Mara, especialmente desde su duelo interpretativo con Cate Blanchett. Pero si tengo que destacar a una es el trabajo de Jessie Buckley, a la que llevo viendo últimamente en papeles muy diversos, pero siempre muy bien, independientemente de lo que opine de la película en la que trabaja.

Sí. Como dicen algunos, el mensaje de esta película es demasiado evidente. Es obvio. No aporta nada al pensamiento moral de las buenas gentes, que no hayan incorporado ya hace tiempo. Pero qué belleza de película, y qué belleza de mujeres. Incluso si al final no parecen liberarse de una de las grandes raíces, de uno de los grandes problemas de su situación. Esa fe a la que se aferran. Y quizá esa equidistancia de la directora con la religión, como si no fuese el problema de base que fomenta las actitudes patriarcales. Desengañémonos. El día que colectivamente analicemos con datos y sistemática el fenómeno religioso comprobaremos que siempre ha hecho más mal que bien a la humanidad. O eso es lo que pienso. Como me contaba William Hardy McNeill cuando, formándome como epidemiólogo, leí su Plagas y pueblos, y sin dudar calificaba a la religión, junto a los ejércitos y otras instituciones tradicionales, macroparasitismos, al mismo tiempo que hablaba de virus y bacterias como microparasitismos.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****
martes, 28 febrero, 2023martes, 28 febrero, 2023 Carlos Etiquetado abusos sexuales, Cine, claire foy, diálogo, drama, Frances McDormand, jessie buckley, menonitas, mujeres, patriarcado, religión, Rooney Mara, sarah polley, violencia sexual Deja un comentario

[Cine] Malcolm & Marie (2021)

Cine

Malcolm & Marie (2021; 12/20210213)

Había expectación con el estreno de esta película en Netflix. Los principales implicados están de moda o son valores al alza. El director, Sam Levinson, y su protagonista femenina, Zendaya, trabajan juntos en una de las series de moda, como creador y protagonista de la misma, aunque sea en una plataforma rival, habiendo recibido algún que otro premio, especialmente para la actriz, muy apreciada por su trabajo. Su protagonista masculino, John David Washington, también protagonizó una de las películas que más expectativas despertó el año pasado. Una de las pocas que se atrevió a estrenar en la ventana veraniega en la que la pandemia pareció remitir en agresividad.

Es posible usar la película Double-X 5222 de Kodak, usada para rodar la película de hoy, reenvasada para uso fotográfico. Yo la he utilizado en alguna ocasión. Aunque ya hace un tiempo. No me suele merecer la pena el coste de la película para unos resultados que se pueden conseguir con otras películas fotográficas. Pero a veces me he planteado si no debería dar más oportunidades al blanco y negro de Kodak.

La película tiene sabor teatral, aunque es un guion original para el cine. Dos únicos personajes, los dos protagonistas, que llegan al final de la noche a su casa, único escenario, aunque es un casa de nivel que ofrece muchos escenarios… salón, jardín, baño, dormitorio… Y un diálogo que comienza de forma banal, con la alegría de él, un director de cine que viene del estreno exclusivo de su película más personal con éxito de los asistentes y, probablemente, de la crítica. Ella llega apática. Simplemente se pone a hacer una cena. Unos macarrones con queso, esa marranada prefabricada que comen los países de cultura anglosajona, y que nada tiene que ver realmente con la honorable pastasciutta italiana. Hasta que empiezan a discutir por un quítame de ahí unas «gracias»… en un diálogo en el que se tratan una serie de temas sobre las relaciones, sobre la droga, sobre el cine, sobre la crítica, sobre el racismo, sobre la pareja…

Rodada en blanco y negro, con película tradicional, la Double-X 5222 de Kodak, con un buen trabajo del director de fotografía húngaro Marcell Rév, que también trabaja en Euphoria, un tipo muy competente, y con una banda sonora interesante que alterna géneros, la película tiene una innegable ambición de trascendencia, de trabajo personal, casi de cine de arte y ensayo… que hace que a ratos caiga en el tópico, en caminos trillados, en discursos previsibles, y que de alguna forma compense a la baja el excelente trabajo actoral, quedándose al final en una película que… ni mucho ni poco, sino todo lo contrario.

Si estás suscrito a Netflix, le puedes dar una oportunidad. La película está bien, lo que pasa es que había levantado muchas expectativas. Y la satisfacción es función de las expectativas cumplidas sobre las expectativas depositadas en algo. Por eso quedé un tanto insatisfecho, un tanto vacío. Pero siendo justos, no está mal. La verdad es que como estoy todavía con «la resaca» de la última película del ciclo de Wong Kar-wai, tan estupenda, de la que os hablaré en unos días,… se queda un poco meh… Y también en aquella se habla de las relaciones…

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
jueves, 18 febrero, 2021jueves, 18 febrero, 2021 Carlos Etiquetado Cine, cine dentro del cine, crítica, diálogo, drogas, john david washington, marcell rev, pareja, racismo, romance, Sam Levinson, zendaya Deja un comentario

[Cine] A perfect enemy (2020)

Cine

A perfect enemy (2021; 10/20210206)

No perderé mucho tiempo en comentar esta película del director catalán Kike Maíllo, adaptación de la novela en francés de la belga Amélie Nothomb, Cosmética del enemigo, rodada en inglés en lo que se supone que es el aeropuerto Charles de Gaulle… aunque creo que sólo algunas tomas son de tal lugar.

He leído bastante a Nothomb. Excéntrica escritora, cuyas novelas suelen ser cortas, amenas, inteligentes… y su francés es apto para mi ración anual de lectura de novelas escritas en este idioma sin pasar por el filtro del traductor. O lo eran. Que en los últimos tiempos me da la impresión de que ya se le pasaron sus mejores años creativos.

El paseo fotográfico de hoy lo comenzaremos en el aeropuerto Charles de Gaulle en Roissy, pero lo continuaremos por París. Una París soleada y no lluviosa como en la película.

En esta novela acompañamos a un arquitecto polaco de prestigio (Tomasz Kot) que es abordado en su camino al aeropuerto por una entrometida joven holandesa (Athena Strates), que ya no lo dejará ni un momento. Y la conversación llevará irremediablemente a qué fue de la desaparecida esposa del arquitecto (Marta Nieto), que se desvaneció de su vida veinte años atrás dejándole un vacío que ha sido incapaz de llenar.

Es curioso que, siendo una de las novelas más conocidas de Nothomb,… es de las que no he leído. Pero lo que he leído de ella me permite aventurar un hipótesis. Maíllo no sabe trasladar a la pantalla la agilidad y el ingenio de los diálogos y narraciones de la escritora en sus mejores novelas. Y el resultado es una realización académicamente correcta, pero emocionalmente fría. Muy fría. Y que desaprovecha las capacidades actores de sus dos principales protagonistas, que resultan poco convincentes.

Con un desenlace previsible a partir de determinado momento, esta película que no ha sido estrenada en salas sino en Filmin, la llevas hasta el final a pesar de cierto tedio porque no es muy larga. A penas hora y media. No me atrevería a recomendarla.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **
sábado, 13 febrero, 2021 Carlos Etiquetado acoso, Amélie Nothomb, athena strates, Cine, crimen, diálogo, kike maíllo, marta nieto, misterio, tomasz kot Deja un comentario
Widgets

carloscarreter.es - La fotografía como afición y otras artes visuales


Follow @CarlosCarreter

Correo electrónico Correo electrónico

  • Acerca de...
  • Cuestiones legales

  • Creative Commons License
  • Esta obra está bajo una
    licencia de Creative Commons.
  • Icono del correo electrónico diseñado por Ömer Çetin.

Cine y fotografía

  • Cómo valoro las películas que veo
  • La fotografía en el cine
  • CineTren
  • 50 fotógrafos que deberías conocer
  • Citas fotográficas
  • Chismes fotográficos
  • Fotografía en París

Viajes

  • Cuadernos de viajero

Calendario

diciembre 2025
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  
« Nov    

Temas

Entradas recientes

  • [Libro] Historietas diversas; Hazel sigue recorriendo la galaxia y Astérix visita la Lusitania
  • [Fotos] Fotografía lúdica con una cámara infantil
  • [Cine] Wicked: for good (2025)
  • [Recomendaciones fotográficas] Obituarios, premios y fotógrafos japoneses
  • [TV] Cosas de series; segundas temporadas de comedias de episodio corto agradables de ver

Archivos

Blog de WordPress.com.
  • Suscribirse Suscrito
    • Cuaderno de Ruta V. 3.0
    • Únete a otros 822 suscriptores
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Inicia sesión.
    • Cuaderno de Ruta V. 3.0
    • Suscribirse Suscrito
    • Regístrate
    • Iniciar sesión
    • Denunciar este contenido
    • Ver el sitio en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...