[Televisión] Cosas de series; sin bajar el ritmo, no señor

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Nos contaban hace unos días que iban a cancelar Animal Practice. Es una de las nuevas sitcom de este año. La verdad es que es muy floja. Si es así, no la echaré de menos. Como novedades, ha vuelto Don’t Trust the B—- in Apartment 23, una serie que al principio no me gustaba gran cosa, pero que ahora creo que tiene su puntito borde que me sí me gusta. Y Suburgatory, que sigo viendo por simpatía con los personajes, pero que no tiene tanta chispa como cuando empezó. Por lo demás, pocas novedades.

Sigue la tendencia que señalaba la semana pasada de ir a toda máquina en unas cuantas series. Lo que está pasando en Homeland creo que no se lo esperaba nadie. No cuento por no destripar. Lo cual nos deja a todos sin saber por donde van a seguir. Uno tiene la sensación de que se han merendado en un par de capítulos la historia que podía haber durado toda la temporada.

Los muertos vivientes de The Walking Dead (valga la redundancia interidiomática) están más memos que nunca, mientras que los vivos están más brutos que nunca. Estos también han tenido casi tanto gore como en buena parte de la temporada anterior.

Entre las sitcoms, Modern Family y 30 Rock siguen tan divertidas como de costumbre, y a esta última la voy a echar mucho de menos. Y entre los guilty pleasures, tampoco me quejo. Las «vengativas» de Revenge tampoco paran, aunque esto es seña distintiva de la serie. Los personajes caen como moscas, y nadie está salvo de «sufrir un accidente». Si además la guapa de la VanCamp se pasea buena parte de la película con un escotazo vertiginoso,… pues mejor… que para esto están los guilty pleasures. Desde luego, no para filosofar. Y bueno,… en esa serie cómica, aunque sé que no es su intención, que es Once Upon a Time, hemos descubierto el nuevo sentido de la frase «al Capitán Garfio se le comió la mano un cocodrilo». Si Barrie levantara la cabeza… Claro que cuando he leído por ahí que Revenge es una adaptación moderna de la novela de Dumas El Conde de Montecristo… no había caído oye. Pero hubiera jurado que Edmundo Dantés no llevaba esos escotes.

La serie que realmente me está gustando en esta primera parte del otoño sigue siendo The Paradise. La adaptación británica de Au Bonheur des Dames de Émile Zola sigue luciendo la cuidada producción de las series de la BBC, la esmerada interpretación de los actores y actrices británicos, y el interés y la intriga propia de Zola aunque sospecho que la adaptación es relativamente libre. No he leído la novela original, pero me da por ahí que el guion va un poco a lo suyo.

El resto de lo que sale por mi tele… en la línea de siempre.

«Au Bonheur des Dames», así se llaman los grandes almacenes en la novela de Zola, que en la serie británica se llaman «The Paradise». Pero los de la foto, ni están en Francia ni están en Inglaterra. Es una tienda en la Rua do Carmo de Lisboa.

[Televisión] Cosas de series; y he aquí que todo vuelve, y poca cosa nueva en el horizonte…

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Estas dos últimas semanas han sido de muchas novedades. Unas pocas ya venían de hace unas semanas antes. Y la temporada quedará totalmente definida con algunas cosas que quedan por llegar durante el mes de octubre. Como son muchas cosas las que hay que comentar para definir mi cartelera televisiva, lo haré de forma un poco telegráfica.

Novedades absolutas

Ya en semanas pasadas he comentado algunas novedades. Me centraré en lo que se queda o en lo que he visto en la última semana. Sólo he visto primeros capítulos de series que a priori parecía que me pudieran interesar. Otras posibilidades se pueden sumar si veo que despiertan interés general.

The New Normal: La pareja gay con madre de alquiler y abuela racista y homófoba aguante en mi cartelera por los pelos. Porque es una sitcom cortita que rellena tiempos muertos.

The Neighbors: Una familia normal se va a vivir a una urbanización donde sólo hay alienígenas. No me hizo ninguna gracia el pilo. Paso.

Animal Practice: Una clínica veterinaria con sus personajes raros, un mono muy gracioso y una pareja protagonista con tensión sexual no resuelta. El piloto me hizo gracia, pero el segundo episodio menos. De momento aguanta por los mismos motivos que la primera que he comentado.

Last Resort: Un drama de acción e intriga a propósito de un submarino que se ve metido en un intento de provocar una guerra nuclear y que luego es perseguido por su propio gobierno. Una curiosidad que seguiré hasta comprobar si se afianza en algo sólido. El piloto recuerda demasiado a Crimson Tide (Marea roja),  con los colores de la piel cambiados y con chicas. Pero será distinto.

666 Park Avenue: Una de miedo que de momento no da mucho miedo, pero sale gente guapa, y tiene su intriga. Veremos a ver en que queda, aunque no garantizo su continuidad en mi cartelera.

Cuckoo: Sitcom británica cuya primera tempora aguante en mi cartelera entera porque no será muy larga. Pero ya veremos, porque para ser británica es algo flojita. Una familia burguesa inglesa en cuyo hogar se cuela el marido alternativo que se ha echado su guapa y simpática hija mayor.

The Paradise: Miniserie inglesa que adapta una novela de Zola, Au Bonheur des Dames, de la serie de Los Rougon-Macquart, aunque trasladada la acción a Londres. Si son fieles a Zola, bajas pasiones aseguradas. Creo que la veré entera, más cuando tras un primer episodio prometedor, acabo de ver un segundo episodio realmente divertido. Las bajas pasiones están muy matizadas, porque parece que no es una de las novelas en las que más se marcan. Pero habrá ambiciones, amoríos y vaivenes.

Portobello Road

Mañana por la tarde, estaremos en Londres. Quizá el sábado nos pasemos por Portobello Road… aunque no creáis que su mercadillo me gusta tanto…

Nuevas temporadas de series veteranas

En el apartado de dramas, he decidido mandar a freir churros Person of Interest. Por lo demás, son fijas Fringe, Homeland y Dexter, cuyos primeros inicios de temporada me han gustado, y está en peligro de muerte The Mentalist. Pero de momento aguanta.

En el apartado comedias, son fijas Modern Family, The Big Bang Theory y How I Met Your Mother. En peligro de muerte, New Girl, que se sigue salvando por el encanto de su protagonista femenina, y porque es una sitcom cortita, que como las anteriores se ve en cualquier momento.

Por último, los guilty pleasures. Grey’s Anatomy sufre renovación con más bajas de lo que esperábamos, y mucho drama. Pero también una interesante incorporación, Camilla Luddington, una buenorra británica que nos alegró la vista en Californication. Seguro que aquí sale mucho más recatada, pero a falta de saber si es buena actriz por lo menos está maciza. Revenge, ese tremendo culebron sobre los pijos de los Hamptons, vuelve en su línea. Así que si el año pasado me divertía, sigue la cosa. Y las chicas también están muy guapas. Y me sigue pareciendo mediocre e incluso ridícula Once Upon a Time, pero de momento no me decido a dejarla. Es que alucino y hago risas. Aunque no sean lo que pretendan.

Epílogo británico

De momento, mi cartelera televisiva parece excesivamente abultada. Pero es que estos días de vacaciones he tenido tiempo para ver tele. Conforme ajuste mi disponibilidad horaria con lo que es interesante, irá disminuyendo el número. Lo que sí que es cierto es que pocas de las novedades me han interesado realmente. Podría prescindir de todas.

Mañana me voy a Londres a pasar unos días. Espero poder ir mandaros noticias de mis andanzas, que serán modestas y tranquilas, a través de este Cuaderno de ruta. Ahora que se nos ha ido hasta navidad el Doctor, nos queda todavía Downton Abbey para ambientarnos. Y yo me pregunto… ¿Qué les habrá hecho el personaje de la pobre Edith (Laura Carmichael) para que los guionistas la maltraten sin compasión alguna? Jo, macho.

The London Eye

Y seguro que en algún momento pasamos cerca del Támesis con vistas al London Eye. Nunca he subido. Igual nos animamos.

[Televisión] Cosas de series; finales de temporada, familias enrolladas, familias vengativas y anécdotas neoyorquinas

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Una nueva tanda de finales de temporada. Tres. Lo que venga ya después serán cierres ocasionales de temporadas de las series con pocos episodios por temporada y que comenzaron su emisión a finales del invierno o a principios de primavera. De hecho, uno de los cierres de temporada es de esos. Pero los otros dos, son de los pesos pesados de la ficción seriada en la televisión estadounidense. Dos productos totalmente distintos pero de gran éxito.

Pero empecemos por lo más anecdótico.

Don’t Trust the B—- in Apartment 23 (temporada 1)

Por si a alguien no le queda claro b—- es bitch. Y se traduce por el calificativo cariñoso hacia mujeres que no nos caen bien del todo por su conducta, perrazorra. Como para los americanos es una palabra mal sonante, pues no la ponen explícitamente en el título, aunque a nadie le queda duda de qué palabra es. Pura hipocresía.

Esto es una comedia de situación que estuve a punto de abandonar a la primera. Pero las comedias de situación son muy socorridas para rellenar un rato tonto. Y la seguí. Sus puntos claves son sus dos personajes claves y alguno de sus personajes secundarios. De sus personajes clave, la que podemos considerar protagonista por el número de minutos que aparece en pantalla es June (Dreama Walker), una pazguata, remilgada e histérica que fue el principal motivo para querer abandonar esta serie. Luego está la protagonista espiritual, Chloe (Krysten Ritter), que fe el motivo por el que persistí. Una individua sin escrúpulo alguno que se dedica a abusar de todo y de todos los que se encuentran alrededor y que permite a la anterior ser su compañera de piso. Es el personaje que da salero a la serie. Y luego está James Van Der Beek, el protagonista de Dawson’s Creek, que hace de sí mismo, pero como en un universo alternativo. Entre algunos detalles de Chloe y el surrealismo de las escenas de Van Der Beek salvan a la serie de ser del montón. Y lo que hará que después de esta breve temporada de siete capítulos, la siga viendo al año que viene. Salvo que humanicen a Chloe. Entonces irá a la basura, seguro.

Modern Family (temporada 3)

Desde el episodio piloto, esta comedia de situación es una de las absolutamente imprescindibles en mi cartelera televisiva. Con ese reparto coral en el que todo el mundo es protagonista en algún momento, y en el que todos demuestran estar a la altura, gracias a unos guionistas capaces de imaginar las mejores situaciones y los mejores diálogos. Qué se podría resaltar de esta temporada…

El fallido intento de Claire (Julie Bowen) de meterse en política para poner una señal de stop,…

La interacción fraternal entre Alex (Ariel Winter)Haley (Sarah Hyland), cada vez más divertido, con aquel profético «algún día tus admiradores servirán el café a mis admiradores» de Alex a su hermana mayor,…

Luke (Nolan Gould) ese taruguillo demostrando que a su padre Phil (Ty Burrell) no hay quien le gane a tarugo. Que es el mayor tarugo del universo televisivo actual, con la única competencia de algún personaje de 30 Rock que son otra cosa,…

La frescura que una Lily (Aubrey Anderson-Emmons) más crecidita ha introducido al matrimonio de Cameron (Eric Stonestreet)Mitchell (Jesse Tyler Ferguson),…

El tremendo cliffhanger que nos ha dejado en bandeja la divertidísima Gloria (Sofía Vergara), que nos va a dejar tremendos momentos en la próxima temporada…

Escoged lo que queráis. Esta comedia está un escalón por encima de todas las demás. Un gran escalón.

Revenge (temporada 1)

Si hubiese tenido que escribir esta reseña hace una semana, antes de ver el último capítulo de la temporada, el tono y el contenido de la misma habrían sido muy distintos. De hecho, para poder escribirla con coherencia, no me queda otra que desentrañar alguno de los elementos finales de ese final de temporada, así que como diría mi querida River Song,…

Hello sweeties! Spoilers!

Al principio de la temporada, este culebronazo me parecía la sucesora y  la actualización del concepto que nos trajo en los años 80 Falcon Crest. Con dos novedades fundamentales. La producción de esta serie es de bastante buen nivel, alejada de ciertos tonos casposillos que acompañaban a aquel culebrón. El traslado de California a los Hamptons le ha sentado bien a la fórmula. La segunda, es que si en aquella la malicia, astucia e inteligencia de la Angela Channing (Jane Wyman), la reina absoluta de la serie, no tenían rival, en la actual a la «reina»  Victoria (Madeleine Stowe) de los Hamptons, le aparece una contrincante, la joven Amanda Clarke/Emily Thorne (Emily VanCamp) que está claramente a su nivel.

Pero superado el inicio «procedimental» en el que cada episodio consistía en una demostración de las mañas vengativas de Emily contra uno de los que arruinaron la vida de su padre, pronto la trama se serializó, e inició una serie de arcos argumentales, unos más conseguidos y otros menos, pero que nos han mantenido pegados frente al televisor a pesar de la profunda sensación de guilty pleasure que nos produce un culebrón a estas alturas de la vida.

En una serie tan tramposa como esta, en la que los guionistas se sacan de la chistera constantemente los elementos que necesitan para que el enredo sea superior y mantener la tensión, no merece la pena analizar estos arcos argumentales. Que sean como quieran, lo importante es que nos diviertan. Bien es cierto que la mayor parte de los personajes son de tal cariz que merecen que los apiolen en un momento dado en otro. Pero no los que importan. Y hasta ahora los que importan eran VictoriaAmanda/Emily, y el Grayson por excelencia, Conrad (Henry Czerny). Tampoco hay que desdeñar el buen trabajo de un personaje secundario, el de Lydia (Amber Valletta), un guadiana que siempre ha aportado interés a la trama.

Pero en el cuarto de hora final, y al ritmo del Seven Devils de Florence + The Machine, nos han puesto la serie patas abajo. No ha habido un cliffhanger, no. Cuidado con lo que leéis a continuación.

Nos aparece la zarrapastrosa de la auténtica Emily (Margarita Levieva) preñada, supuestamente del soso de Jack (Nick Wechsler).

La insoportable de Charlotte (Christa B. Allen) se toma un bocadillo de pastillas al comprobar que es una cretina y que nadie le hace caso, como es normal, para desesperación de su padre que no es su padre.

Apiolan a Victoria y a Lydia en un accidente aéreo y, aunque está por ver si es así, esto supone un cambio de reglas tremendo. Sobre todo porque la presencia de Madeleine Stowe era uno de los puntos más fuertes de la serie.

Una desesperada Amanda/Emily que se había ido calmando en sus deseos vengativos, ve como todo el plan se desmonta, y encima se entera de que su madre está viva y puede ser responsable de muchas de estas cosas. Esto puede ser indicativo claro de que la Stowe está fuera y nos van a traer a otro mala de nivel.

En cualquier cosa, con sus tremendos defectos y sus no pocos aciertos, nada me impedirá comenzar a ver la segunda temporada de este guilty pleasure hasta comprobar que derroteros toma. Porque está por ver si puede sobrevivir a determinados cambios o si puede mantener el ritmo y tensión de la primera temporada.

Paso de cebra

Veremos que pasos dan en un futuro las seres que ahora se van a descansar hasta el próximo otoño; estaremos al tanto.

[Televisión] Cosas de series: Miles Davis, los dramas del XIX y algunas cosas más

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Esta semana tres comedias se nos han ido de vacaciones hasta después de las fiestas navideñas. Dos veteranas, que son dos valores seguros, y una novata. Modern Family no es un valor seguro. Es un valor segurísimo. Probablemente la mejor comedia de situación del momento. O a mí me lo parece. How I Met Your Mother tiene altibajos, pero les he cogido mucho cariño a su panda de neoyorquinos. Aunque en alguno de los últimos episodios se han puesto más dramáticos. Pero bueno. Y hablando de neoyorquinos, esta vez desubicados, una comedia sin muchas pretensiones, Suburgatory, se ha buscado sin problemas un hueco en mi agenda televisiva, y poco a poco se está ganando un hueco en mi corazoncito. No sólo por lo bien que funcionan los dos protagonistas, padre e hija adolescente, sino por lo divertidos que resultan todos los imposibles personajes secundarios que salpimentan cada uno de los episodios. Así que, a seguir.

Además de estas despedidas temporales en el campo de la comedia, también tenemos el parón de Revenge, culebrón de venganzas y maldades, que insospechadamente se ha vuelto un fijo en mi agenda televisiva, y no sólo por la presencia de Madeleine Stowe como uno de los personajes protagonistas. Bien es verdad que en los últimos episodios ha perdido un poquito de intensidad en el ritmo de puteo a los pijos de los Hamptons por parte de la misteriosa Emily/Amanda (Emily VanCamp), pero todavía se sostiene y casi seguro que aguanta en mi agenda hasta final de temporada.

Aparte de estas rutinas, algunas cosas a destacar:

Homeland sigue siendo en estos momentos la serie que espero con más expectación a lo largo de la semana. En este último episodio no han dejado de pasar cosas, aunque sin grandes y sorpresivas revelaciones como en los anteriores. Y la trama tiene que ir centrándose para el fin de temporada dentro de un par de episodios. Pero hubo una serie de escenas encadenas, unidas por el My Funny Valentine interpretado por Miles Davis que me dejaron anonadado. Especialmente por como la música acompañaba las decepciones y las soledades de dos de los protagonistas, Carrie (Claire Danes) y Saul (Mandy Patinkin). La serie ya había marcado varias referencias a la música de jazz, y sabíamos que Carrie prefiere a Monk mientras que Saul prefiere a Coltrane. De hecho, al principio del episodio vemos como Carri baja del coche en el que esta sonando el piano de Monk. Pero el sonido de la trompeta y los acompañantes de Miles han generado una atmósfera ideal al momento. Os pongo una interpretación de esta música tal cual se puede encontrar buscando por Youtube

Ha habido un capítulo especial navideño de Eureka. Fuera de la historia general. Hay que tener en cuenta que la temporada termino con un notorio cliffhanger, con parte de los protagonistas camino de la lunas de Saturno, o a saber dónde. En cualquier caso, lo curioso es que han convertido a los personajes en dibujos de animación. O marionetas. Con estilos diversos. Aquí parecen dibujos animados de Disney. Por un momento nos recuerdan al stop motion con plastilinas de Wallace & Groomit. Ahora se convierten en personajes de manga japonés. Curioso. Intrascendente, pero curioso.

Finalmente, después de ver el domingo pasado la nueva versión de Jane Eyre en el cine, decidí recuperar algunas de las versiones antiguas de la historia. Disfruté mucho de la versión en blanco y negro que en 1943 protagonizaron Joan Fontaine y Orson Welles. Pero yendo a lo televisivo, he visto en estos días de fiesta la miniserie que emitió en 2006 la BBC, protagonizada por Ruth Wilson, la morbosa Alice en Luther. Esta muy bien la miniserie. Pero a pesar de que últimamente se oiga mucho, incluso yo lo he insinuado, que la televisión le está cogiendo la mano al cine a la hora de contar historias, cuando una película para la gran pantalla tiene una buena historia, está bien rodada y está bien contada, siempre será superior. El problema es que las gentes del cine están dejando de dedicarse a contar historias. Pero no está mal la cosa. En cualquier caso, cuando termine de revisar las versiones de la novela, y me queda una de las que seleccioné, igual le dedico una entrada monográfica.

Farola iluminándose a sí misma

Si hago la entrada sobre las versiones de Jane Eyre, será imprescindible comentar la iluminación en blanco y negro de la versión de 1943; os dejo aquí una imagen tomada a orillas del Canal Imperial de Aragón en Zaragoza, como aperitivo al comentario (Leica D-Lux 5).

[Televisión] Cosas de series: El año de Robin y Barney

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Ha sido una semana donde no han pasado grandes cosas en mi panorama seriéfilo. No ha habido nuevas incorporaciones, ni ha habido bajas. Aunque me estoy planteando si seguir o no adelante con la nueva serie del oeste, Hell on Wheels. A ratos me gusta mucho, pero a ratos me aburre. Es lo que me pasa tradicionalmente con los westerns en el cine. Alguno, pocos, me apasionan; la mayor parte me aburren o me dejan indiferente.

Ya hablé bastante la semana pasada de Homeland, y poco puedo añadir. Salvo que parece que están dispuestos a sorprendernos en cada episodio con sus giros de guion. Mientras no fuercen la máquina en exceso, va bien. Y como sólo son 12 capítulos, y ya llevan ocho, tienen que ir preparando el final de temporada, que espero esté a la altura del transcurso de la serie. En situación similar está Dexter, que aunque no brilla a la altura de sus mejores temporadas, sigue siendo una buena serie, y ya están encarrilando el final de temporada, que llegará al mismo tiempo que la anterior.

Pero donde se ha puesto interesante el asunto ha sido en How I Met Your Mother. Aun reconociendo que desde el principio ha sido un serie coral, siguiendo algunos de los esquemas que marcó Friends, aunque yo prefiero la actual por diversos motivos, las primeras temporadas siempre tuvimos la sensación de que había un protagonista, y este era Ted Mosby (Josh Radnor). Sin embargo, es el personaje que menos ha evolucionado. Le han pasado cosas, pero sigue siendo el mismo. O lo mismo. Por otra parte, es indudable que hace tiempo que el robaescenas, que el preferido de todos es Barney Stinson (Neil Patrick Harris). Nos ha hecho pasar los momentos más divertidos, es el actor con más personalidad, y se ha convertido en el alma de la serie. Y por otro lado, el personaje que más perdido andaba en todo este cotarro era el de Robin Scherbatsky (Cobie Smulders), la guapa canadiense que últimamente no encontraba su sitio claro en todo este cotarro. Sabemos que esta temporada se cerrará con una boda. Pero no sabemos de quien.  Sabemos que tanto Barney como Robin se han echado pareja, pero Barney la ha dejado. Por Robin. Sabemos que han pasado «accidentalmente» cosas entre ambos. Y finalmente, en el último capítulo nos han soltado una bomba que de repente parece que da alas a la serie, y al personaje de Robin. Siempre ha sido una serie divertida. Pero ha tenido momentos mejores y peores. Creo que tenemos la esperanza de que estemos volviendo a los mejores.

Y si no, en el capítulo de las sitcoms, siempre nos quedará Modern Family que no baja ni de ritmo ni de nivel. Y es de lo más divertido. La mejor de las comedias que estoy viendo. Sin duda.

Tumbas

Aprovecho esta imagen del Cementerio de Torrero de Zaragoza, para recordar que los lunes estoy con sesión doble macabra en la tele por satélite. A las 21:30 he recuperado "American Horror Story", a la que he dado una segunda oportunidad, y a continuación la segunda temporada de "The Walking Dead", que sorprendentemente me sigue teniendo enganchado ¿Cuándo me habían gustado a mí las de zombies? (Panasonic Lumix GF1, M.Zuiko 45/1,8).

[Televisión] Cosas de series: cuentistas y sequía de sitcoms

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No mucho más que comentar en esta semana con respecto a las anteriores, pero algo habrá. Nos tienen con parón de Fringe, lo cual es una lástima, así como de otras series, que bueno… ya volverán. Decididamente, mi serie favorita de las estrenadas esta temporada es Homeland, cuyo último capítulo ya terminó de convencerme que si siguen así puede ser de lo más emocionante. Sigo aguantando con los muertos vivientes de The Walking Dead, lo cual es sorprendente para mí dado el tema, pero es que siguen sorprendiéndonos con las reacciones del personal. Y eso que avanzan a ritmo de unas cuantas horas de tiempo-serie por capítulo. En fin. Cositas que ya habrá tiempo de comentar más despacio más adelante. Y a la espera de que este fin de semana llegue a su fin la temporada de Downton Abbey, descontando el especial de navidad, vayamos con un par de reflexiones.

Cuentos y cuentistas

Es curioso que en un par de semanas se hayan estrenado un par de series que tienen que ver con los cuentos tradicionales y su encaje en la vida moderna. Si ya hice un breve comentario hace una semana del estreno de Once Upon a Time, donde nos encontrábamos a todos los personajes del cuento de Blancanieves y algunos de otros cuentos convertidos en ciudadanos corrientes de algún lugar de Nueva Inglaterra a causa de un encantamiento de la Reina Mala,… pues ahora en Grimm, nos encontramos con un policía que es decendiente de los Hermanos Grimm, y tiene la capacidad de ver entre la gente corriente a los big bad wolves. Si. Los lobos feroces. Que naturalmente atacan a universitarias que salen a correr por las mañanas con una sudadera con capucha. Roja. Claro. Casposa me ha resultado esta última por algunos detalles. Lo de la capucha roja por supuesto. El que los big bad wolves se llamen así mismo blutbads, que sería masacre en alemán,… ¿quién narices se va a denominar a sí mismo masacre por malo que sea? Y menos si hay alguno de ellos que no son «malos». Si estuvieras en su situación, ¿cómo prefiriríais que os llamasen? ¿lobos feroces o masacres?

Bueno, ambas dos están borradas de mi lista. Fuera. Malas. Y sin sentido. A freír espárragos. Que no nos vengan con cuentos.

Los músicos de Bremen, un cuento de los Hermanos Grimm, donde no sale ningún "big bad wolf",... en su escultura en la ciudad de Bremen (Panasonic GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

Sequía de sitcoms

La comedia de situación, la sitcom, es uno de mis géneros preferidos. Media hora escasa de buen humor, necesidad de guiones inteligentes, alguna risa, y a otra cosa mariposa. Pues bien. O mejor dicho, pues mal. De lo que se ha estrenado este año, o no me han convencido o no me han interesado por su tema. De años anteriores sólo me quedan Modern Family, imprescindible, y How I Met Your Mother, por debajo de sus primeras temporadas pero todavía con detalles, a estas horas no la voy a abandonar. De lo nuevo, me he aficionado a Suburgatory, esa minifamilia de padre e hija neoyorquinos que se mudan a vivir a los suburbios pijos de la gran ciudad. La chica es un encanto y divertida. Y las situaciones suelen tener gracia. Y por algún milagro que no entiendo,… si lo entiendo,… ahora os lo explico,… sigo viendo New Girl.

Lo cierto es que sólo hay un motivo por el cual sigo viendo esta sitcom. No soy al único que le pasa esto por lo que he leído por ahí. Sale Zooey Deschanel. Esta chica es el paradigma de la chica encantadora. Cuando sale en pantalla, por bodrio que sea el producto en el que participa, no puedo dejar de mirar. Me pasa desde que la vi en La guía del autoestopista galáctico. Es tan mona… Y eso que empieza a no ser tan joven… Que ya pasa de los treinta. Si hasta canta. Lo que pasa es que si sigo viendo la serie, probablemente acabaré odiándola de por vida. Porque el personaje, y la serie en general, tienden a ser lamentables. No hace más que dar grititos, risas histéricas y tararear cancioncillas histéricas. Un episodio más le doy de margen. Si no mejora en algo,… a la basura. Para no acabar aborreciéndola.

Bueno… hasta la semana que viene.

La sirenita, sin embargo, no es de los alemanes Grimm sino del danés Andersen,... y claro, está en Copenhague, como casi todo el mundo sabe (Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

[TV] Cosas de series

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He decidido que en lugar de esperar hasta final de temporada para comentar cómo han ido las series de televisión, haré periódicos comentarios de situación. Por orientar y orientarme a mí mismo. Que a veces viene bien reflejar por escrito lo que uno opina para saber cuando apagar el televisor. La «caja tonta» debe ser un producto a consumir con moderación. Con parsimonia me atrevería a decir. Así que hay que ser selectivo.

Comentarios de esta semana:

Han vuelto los muertos vivientes de The Walking Dead. Siempre penderá sobre esta serie mi particular cancelación, porque el tema este de los zombis nunca me ha hecho mucha gracia. Pero el primer capítulo de esta temporada ha estado bien. Dosifican mucho la casquería, y me sigue recordando la historia de los fugitivos buscando un lugar seguro frente a los muertos vivientes a la de Galactica buscando la Tierra y huyendo de los cylones. Aunque las cylonas estaban más buenas. Y estos recorren el estado de Georgia en lugar de la galaxia, que siempre es un punto en contra. En cualquier caso, sigue entretenido.

Walking Alive

Siempre he preferido los caminantes vivos a los muertos; estos últimos siempre me han parecido que contravenían sobre manera la segunda ley de la termodinámica, y los escépticos llevamos muy mal según que cosas (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH).

He visto un capítulo y un tercio de Enlightened y he abandonado. La verdad es que las peripecias laborales de Laura Dern y su «iluminación» no me han enganchado nada. Esperaba algo más de esta serie.

Dicen que es la temporada de House. Más le vale porque empieza a estar muy quemado. Entendedme, los episodios son entretenidos. Pero empieza a sonar a déjà vu constantemente. Parece que van a ir despidiendo «colaboradores». Adiós a Thirteen (Olivia Wilde). Una pena, este personaje sólo se ha puesto interesante hacia el final. Por cierto, también adiós sonado a Cuddy (Lisa Edelstein), que se ha convertido en abogada cínica y manipuladora y se ha pasado a The Good Wife, serie que he retomado desde que la deseché en su piloto, y que ahora me entretiene mucho.

Hospital y parque

El "Miguel Servet" de Zaragoza no es como el "Princeton Plainsboro" de Nueva Jersey, aunque a este último probablemente le va quedando ya poca vida (Leica D-Lux 5).

De lo nuevo, muy decepcionante Terra Nova que está a punto de desaparecer de mi parrilla televisiva. Muy entretenida Suburgatory, con el plus de que sólo dura media hora. Aguanta el tipo la guapa Emily VanCamp frente a mi admirada Madeleine Stowe en Revenge, ya veremos por cuanto tiempo, y si se convierte en realidad en un «guilty pleasure». Puede desaparecer de mi parrilla televisiva Person of interest, ya que sus protagonistas… pues no me caen simpáticos.

Valores sólidos en la bolsa de las series: Modern Family y Dexter. En este último, a la espera del enfrentamiento con el «comandante Adama» (Edward James Olmos). Uigggg, ¿cuándo se encontrarán frente a frente?

Y por hoy, ya vale. La semana que viene comentaré algún fin de temporada.

Luces

Como siempre, en esto de la tele, luces y sombras,... o nunca llueve a gusto de todos,... pero en algo hay que entretenerse. Además de leer, pasear, tomar chismes con los amigos, hacer fotos, ver cine,... etcétera (Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8).

[TV] El doctor más antipático se despide hasta el año que viene, una buena comedia, y un mediocre musical

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Como continuación a entradas anteriores, continuamos despidiendo las temporadas de la mayor parte de las series importantes que nos mandan desde el otro lado del charco. Lo gordo ya ha terminado. Ahora quedan por ahí danzando algunas series de cadenas de cable o menores, pero que muchas veces son más interesantes por su calidad. En cualquier caso, esta semana os traigo el final de temporada de tres series, como habréis podido deducir del título de la entrada.

House M.D. (7ª temporada)

Salvo su primera temporada, y tal vez la segunda, las aventuras del antipático Gregg House (Hugh Laurie) han sido muy irregulares. Es cierto que muchos de los casos y algunos de los arcos argumentales han sido muy interesantes. Y la buena factura general de la serie hace recomendable su visión. Pero desde luego es una serie con claros signos de agotamiento. El haber comenzado esta temporada fuerte con el protagonista y su jefa (Lisa Edelstein) enrollados suponía una apuesta muy importante. Lo cierto es que es una trama que ha funcionado a ratos. El resto de los secundarios han sido muy irregulares, y la reintroducción de Thirteen (Olivia Wilde) le suministró una cierta energía en su tramo final, pero poco más. Sabemos que alguno de los personajes importante abandona la serie, sabemos que la siguiente será la última temporada, han dejado el final de la séptima en una situación insostenible para House… en fin. Soy un poco escéptico de por donde puede salir todo esto. Pero ya que sólo queda una última temporada, la veremos, y nos quedaremos con los recuerdos más agradables de una serie que nos ha dada muy buenos ratos.

Glee (2ª temporada)

Esta serie me interesó por dos motivos:

  • Me gustan los musicales y las películas con canciones.
  • A pesar de parecer una típica serie de institutos, su primera temporada tenía momentos de muy mala baba, que la hacían especialmente divertida.

Lo cierto es que sigue siendo una serie con canciones. Pero ha perdido buena parte de su mala baba, y se ha hecho mucho más vulgar, como una serie de amoríos entre adolescentes. Aunque ha tenido algún momento entretenido, como cuando se asomó Gwyneth Paltrow por un par de episodios, empieza a dejar de interesarme. Más cuando en ocasiones parecen episodios pagados para promocionar artistas modernos del pop americano que otra cosa. Es altamente dudoso que siga con ella en el futuro. Lo único que podría hacerme reconsiderar el tema es que los personajes entran en su último año de high school, luego debería renovarse el elenco, y me puede entrar el gusanillo de la curiosidad sobre qué pasa. Pero en principio, está en suspenso.

Modern Family (2ª temporada)

Esta comedia familiar, de las de sólo 20 minutos de duración, sí que ha mantenido sus expectativas. Si este conjunto de típicas/atípicas familias interrelacionadas ya fue una agradable sorpresa en su primera temporada, ha seguido siendo una serie que nos ha dejado todas las semanas con una amable sonrisa puesta. Y en alguna que otra ocasión con risas de verdad. Impresionante Gloria (Sofía Vergara) con momentos absolutamente impagables. Un pilar de la serie es y será la estupedez de Phil (Ty Burrell), casi siempre en estado de gracia. Muy divertidos las interacciones de los niños y las adolescentes. Todos muy bien en general. Seguro que sigo viendo su tercera temporada. Cuesta poco y el beneficio en buen humor es muy alto.

Música recomendada

Esta recomendación ya ha pasado por aquí, creo. Pero esta mañana, que quiero estar de buen humor, estoy repasando programas de Jazz porque sí dedicados a The Firehouse Five Plus Two. Jazz tradicional con mucho ritmo y muy buen rollo.

Entre campos

Entre los campos de la huerta de Casetas, Zaragoza; al fondo el Castellar - Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8