[Libro] Guerra del 15

Literatura

Hace días que no traigo aquí ningún libro. Sigo en racha de empezar varios y no terminar casi ninguno. Me cuesta concentrarme en la lectura. Pero en estas mini-vacaciones de cinco días en Ginebra, entre el viaje de ida y el de vuelta, he leído esta obra sobre los inicios de la intervención militar italiana en la Primera Guerra Mundial. Elegir este libro para el viaje tiene que ver con algunos aspectos de la historia familiar de gente con la que he estado. De hecho pasamos una velada después de cenar comentando cosas. Pero bueno. Mejor os cuento el libro.

Guerra del 15
Giani Stuparich (traducción de Miguel Izquierdo)
Editorial Minúscula; Barcelona, 2012
ISBN: 9788495587855

Piazza dell'Unità d'Italia

La Piazza dell’Unità d’Italia en Trieste; ciudad natal del autor de estas memorias, que podía ver desde sus posiciones en el frente, pero que quedaba en territorio enemigo.

El libro es el diario del escritor e intelectual triestino Giani Stuparich, que con 23 años, y a pesar de ser oficialmente ciudadano del Imperio Austrohúngaro (Trieste pertenecía entonces a dicho imperio), se alista como voluntario con su hermano Carlo en un regimiento italiano de granaderos que se enfrenta a los imperios centrales en el frente del Isonzo, no lejos de su ciudad natal. Así nos cuenta su vida como soldado raso en el frente cerca de la ciudad de Monfalcone, durante dos meses en el verano de 1915, en las primeras batallas de las muchas que enfrentaron a italianos y austrohúngaros en esta región a caballo de lo que hoy es Italia y Eslovenia. En estos dos meses conoceremos sus vivencias y sus reflexiones, sus sentimientos, sus relaciones con compañeros y superiores. Si bien no nos sitúa en el gran panorama de lo que estaba pasando en aquel momento en este escenario de la Gran Guerra, sí que nos perfila con precisión lo que era la vida, muy penosa, en el frente de batalla. Termina cuando con abandona el frente para convertirse en oficial.

He de decir que el libro se lee solo. Escrito con fluidez, en forma de diario como he dicho, te atrapa y quieres saber más de lo que le va a pasar. También te deja con hambre de saber más sobre el contexto, sobre lo que está pasando. No es un libro de gestas guerreras. Apenas se ve envuelto en acción directa. Sufre hambre, bombardeos, es herido en un hombro, pero no hay asaltos a trincheras, ni se ve obligado a repeler los del enemigo. Todo es más vulgar, pero no menos interesante.

Para quien le guste la historia, será un libro que le gustará, e imprescindible para quien esté interesado en aquel conflicto bélico. Pero también puede gustar a cualquier persona que guste de una buena lectura sobre el ser humano puesto en circunstancias difíciles.

Atardecer

Como en muchas ciudades italianas, no faltan monumentos dedicados a los caídos en aquella guerra, aquí a orillas del mar Adriático.

[Cine] War Horse (2011)

Cine

War Horse (2011), 10 de febrero de 2012.

Este fin de semana ha sido raro. De hecho, no es habitual que el día elegido para ir al cine sea el viernes. También sucedió un poco por casualidad. Y porque el día había sido lo suficientemente «regular» como para olvidarse un poco de los problemas mundanos refugiándonos en la oscuridad luminosa de la sala de cine. Y como tocaba estreno de Steven Spielberg, y además había sesión en versión original subtitulada, a ella que nos fuimos. Y os lo cuento ahora.

El célebre director y productor, uno de los más significativos de los últimos 40 años en el cine mundial, nos trae la adaptación de una novela en la que se cuentan las andanzas de un caballo nacido en los páramos de Devon en Inglaterra en vísperas de la Primera Guerra Mundial, y que acaba siendo uno más de los millones de estos animales que sufrieron también las consecuencias de esta devastadora conflagración. Es cierto que Spielberg da mucha importancia a la historia de amistad entre el chaval que domó al caballo cuando era un potro y el animal, si bien por lo que leo por ahí en la novela lo importante son las andanzas del caballo. A lo largo de estas andanzas observaremos la estupidez de las cargas de caballería contra la infantería armada de potentes ametralladoras, el uso de los animales como tiro en ambulancias cuando las mecanizadas fallan, su trabajo hasta la extenuación tirando de las pesadas piezas artilleras, y la muerte de estos animales por hambre, enfermedades, el efecto de las bombas y la metralla, o simplemente quedando atrapadas entre las alambradas sembradas por los humanos en la llamada tierra de nadie.

En diversas ocasiones, con motivo de lecturas, televisión o cine, he comentado que hecho en falta grandes películas que inviten a la reflexión sobre lo que fue la Primera Guerra Mundial. Un conflicto que marcó de forma tremenda, y tremendamente negativa, el devenir del mundo durante el siglo XX. Es cierto que se pueden encontrar algunos buenos ejemplos de cine sobre el tema. Algunos filmes de entre guerras como All quiet on the western front (Sin novedad en el frente), basado en la imprescindible novela de Erich Maria Remarque, o A farewell to arms (Adiós a las armas), sobre el texto de Hemingway. Podemos recordar también la impresionante Paths of glory (Senderos de gloria) de Kubrick. En cine más moderno, sin duda Gallipoli es una película de referencia. Hay más. Pero no son muchas.

Cuando me enteré que Spielberg estaba detrás de una historia sobre este periodo, mi expectación se levantó. Recordemos que está detrás de filmes dedicados a la Segunda Guerra Mundial muy importantes como Empire of the sun (El imperio del sol), Schindler’s list (La lista de Schindler) o Saving Private Ryan (Salvar al soldado Ryan). Que ha producido series de televisión tan interesantes como Band of brothers (Hermanos de sangre) o The Pacific. O el díptico de Clint Eastwood dedicado a Iwo Jima, Flags of our fathers (Banderas de nuestros padres) y, especialmente, la maravillosa Letters from Iwo Jima (Cartas desde Iwo Jima). Te podrá gustar más o menos lo que se dice en este conjunto de producciones, pero se dice y se reflexiona mucho.

Sin embargo, detrás de una película excelente en cuanto a detalle en la producción, lujo en la filmación, con una fotografía clásica pero maravillosa, con una recreación excelente, con una demostración de saber hacer cinematográfico más que notable, se nos presenta una historia que me resulta pobre. Insuficiente. Facilona en sus planteamientos sentimentaloides. El chico majete que se va a la guerra a por su caballo, la pobre adolescente huerfanita y débil de salud que vive con su abuelito en plan Heidi, el pobre soldadito alemán de 14 años, los gestos heroicos aunque abundantemente estúpidos de la romántica caballería a la carga. Pero se pierde la posibilidad de utilizando los ojos del caballo como hilo conductor, realizar una reflexión más profunda con unos elementos que la película los tiene, pero los desaprovecha. La dura vida en las trincheras, las decisiones absurdas de los generales, el tremendo trabajo y esfuerzo en las baterías, los soldados fusilados por causas diversas y en general crueles, la vida o la muerte en la tierra de nadie, la guerra química, las enfermedades por desnutrición, agotamiento y por vivir en el barro, el sufrimiento de la población civil,… Todos ellos elementos que están ahí, en la historia, pero que quedan en segundo plano por la manipulación de los sentimientos, que ha sido siempre uno de los fuertes, pero también de los defectos del director.

En el plano de las interpretaciones, la coralidad de la película, con abundancia de personajes, hace que se diluyan un poco en el todo. El chaval inglés protagonista, Jeremy Irvine, lo hace razonablemente bien. Vemos destellos del abundante oficio por parte de Peter Mullan y Emily Watson de como padres del chaval. Y luego una retahila de personajes, cada uno con su ratito de protagonismo que en general cumplen con su cometido. Hay una cosa que hecho en falta. El reparto es multinacional. Los ingleses están interpretados por actores británicos. Los franceses/belgas por intérpretes de esta nacionalidad. Los alemanes, lo propio. Pero en vez de atreverse a rodar una película multilingüe que hubiese dado más profundidad y universalidad a la historia, los diálogos se producen todos en inglés pero con los acentos correspondientes. Lástima. Priman mucho, en exceso, los intereses comerciales orientados al mercado americano y anglosajón, sobre determinados aspectos artísticos. A Spielberg siempre le ha gustado el dinero, y eso ha marcado negativamente algunas de sus películas.

Como conclusión, hay que decir que globalmente considerada, la película es estimable. Se puede ir a ver sin ningún problema. A pesar de sus casi dos horas y media de duración, se pasa en un vuelo. Está muy bien hecha. Es bonito. Con bellos paisajes, con bellos atardeceres, con buena ambientación en los campos de batalla. Pero a algunos nos queda el sinsabor de que podría haber sido mucho más, y se ha perdido una gran ocasión. Todavía me falta la gran película moderna sobre aquel terrorífico e inhumano conflicto. Quizá, a dos años del centésimo aniversario de su comienzo, alguien se anime a por ello.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Hace unos años, de camino entre Bath e Ilfracombe, cuyo cementerio vemos en la foto, pasamos por los páramos de Devon. Retratados de forma idílica en la película de hoy, durante años han sido considerados como un lugar inquietante "por culpa" del sabueso de los Baskerville.

[Libro] Las tumbas del mañana

Literatura

Hace casi un año comentaba la lectura de una novelita de Anne Perry, que en aquellos momentos me vino bien y disfrute razonablemente, sin que fuera una tremenda maravilla. Comentaba en aquella entrada que había dejado en el cajón de pendientes una novela de mayor extensión de su serie situada en torno a la Primera Guerra Mundial, de cuyo alto el fuego se celebra hoy el aniversario. El 11 de noviembre a las 11 de la mañana. Tras un proceso de limpieza y reorganización doméstica de mi biblioteca en mis últimos días de vacaciones, agrupe en un montón algunos libros malditos, empezados pero abandonados. Y uno de ellos es este. Y decidí terminarlo. Y ahora os lo cuento.

Las tumbas del mañana (No Graves as Yet)
Anne Perry (traducido por Borja Folch)
Zeta Bolsillo; Barcelona, 2009
ISBN: 9788498722659

College - Cambridge

Visité Cambridge en diciembre de 1994, y de aquellas diapositivas tomadas como vieja Pentax P30N, una vez escaneadas, he obtenido algunas imágenes en blanco y negro razonables.

Nos encontramos en el verano de 1914. El mismo día que en Sarajevo se produce el asesinato del archiduque Francisco Fernando, los hermanos Reavley, Joseph, sacerdote anglicano y profesor en Cambridge de lenguas bíblicas, y Matthew, miembro de los servicios secretos, reciben la noticia de que sus padres han fallecido en un accidente, cuando su coche se ha salido de la carretera. Previamente, Matthew había recibido una petición de su padre, político retirado, para reunirse a propósito de un documento que había llegado a su poder que ponía en cuestión el honor del Reino Unido. Después de los servicios funerarios, los hermanos comprueban que alguien ha entrado en la casa de sus padres, registrándola en busca de algo. Tras una breve investigación, llegan a la conclusión de que sus padres han sido asesinados, aunque la policia ha declarado su muerte como accidental. Pocos días después, Sebastian Allard, uno de los más brillantes alumnos de Joseph, aparece muerto, aparentemente asesinado, en el colegio universitario. Los dos hermanos comprobarán que todas las muertes y la compleja situación internacional están relacionadas. Pero el misterio de los crímenes parece irresoluble tanto para ellos como para la policía.

Por lo que me cuenta la contraportada, y por lo que leo por ahí, se trata del primer libro de una serie de cinco en el entorno histórico del primer conflicto mundial del siglo XX. Evidentemente, la autora, más conocida por sus libros de misterio, intenta dar un paso adelante, y sin renunciar a este aspecto, incluir también las vertientes de novela histórica y drama familiar en esta saga. Sin embargo, al finalizar el libro he entendido mejor por qué no me entró a la primera, ya que mi primer intento de lectura del mismo data de hace casi dos años. El comienzo es prometedor. Hay unos crímenes, hay un grupo familiar con sus tensiones propias, y hay un entorno histórico que da pie a la intriga política de alto nivel. Buenas materias primas para un drama de época. Quizá le falte un elemento de romance, que no aparece en la práctica en toda la historia. Pero la investigación de los dos hermano pronto decae. La historia de ambos, en sus investigaciones por resolver los misterios, pronto empieza a avanzar en círculos, con carencia de emoción o de avances de ningún tipo. Todo ello, para que en un par o tres de capítulos, al final, uno de ellos, el reverendo académico, se ponga las pilas y deshaga el enredo político criminal. De una forma, además que me parece poco satisfactoria.

En resumen, en mi opinión un drama de intriga fallido, que hará muy difícil que vuelva a confiar en un libro de esta autora, y prácticamente imposible que me dé por leer los otros cuatro libros de la saga que inicia este de hoy.

College - Cambridge

Cambridge es uno de los escenarios de la novela, el más importante; pero no recuerdo el nombre de los "colleges" que visitamos. ¿Tal vez algún visitante los reconocerá y me dirá dónde está tomadas las fotos?

[Libro] La belleza y el dolor de la batalla

Literatura

Ya comentaba ayer que últimamente me pica el gusanillo por saber algo más de ese terrible conflicto que fue la Primera Guerra Mundial. Un conflicto bélico que se podría haber llevado con todo derecho el dudoso honor de «horror del siglo» si no fuese porque sólo 20 años después de su finalización, los mismos actores se enzarzaron con horroroso entusiasmo en una catástrofe humano mucho mayor. Y vinculada, de muchas formas. En cualquier caso, llevaba ya varios meses haciéndome guiños desde las estanterías de las librerías este volumen del historiador sueco Peter Englund que hoy os comento, pero que me daba un poco de repelús por su abultado número de páginas. Finalmente, lo compré, y no creo que me arrepienta nunca de haberlo hecho.

La belleza y el dolor de la batalla (Stridens skönhet och sorg)
Peter Englund (traducción, Caterina Pascual Söderbaum)
Roca Editorial de Libros; Barcelona, 2011
ISBN: 9788499182254

El libro narra acontecimientos reales, tal y como los vivieron sus protagonistas. La narración está basada en escritos de la época de los propios protagonistas. Diarios, cartas, libros de memorias,… A partir de estos documentos, el autor nos ofrece 227 fragmentos en los que vamos siguiendo la peripecia de 20 personas de distinta condición, que vivieron y sufrieron los acontecimientos y las consecuencias de la gran guerra. Se trata de gente muy diversa. En general, no hay militares de alta graduación o responsables políticos. Son personas del pueblo. Pero algunas de ellas alcanzaron gran notoriedad en su vida.

Castillo de Haut-Koenigsbourg

El castillo de Haut-Koenisburg en Alsacia, paso a manos del Imperio alemán en 1871, para volver a manos de Francia al final de la primera guerra mundial (Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH).

  1. Una británica que vive en Rusia y se alista en el cuerpo de enfermeras del ejército del zar.
  2. Una adolescente prusiana que va creciendo durante la guerra, observando las consecuencias de la misma como civil, desde la ciudad de Schneidemühl, actualmente Piła (Polonia), que tiene su primer amor, casto, con un joven teniente, que ve cómo se le muere un bebe en sus brazos, por hambre.
  3. Un entusiasta artillero alemán de origen judio, patriota como el que más, que consigue salir del conflicto sin haber sido herido.
  4. Un italoamericano neoyorquino que acude a la llamada de Italia, para luego desarrollar una enfermedad mental que lo mantuvo en retaguardia casi toda la guerra.
  5. Un alpino italiano que sufre el sinsentido de la guerra en el frente del Isonzo, para acabar prisionero de los austriacos tras el desastre de Vaporetto.
  6. Un oficial de caballería húngaro que mira con distancia todo lo que pasa como si apenas fuera con él, la caballería tiene un papel muy limitado en esta guerra dominada por los terrores tecnológicos, recorriendo casi todos los frentes europeos de la guerra.
  7. Un aventurero venezolano, que tras ser rechazado por los ejércitos de los países de la Entente, acaba siendo oficial de caballería en el ejército otomano en el que presencia el genocidio armenio.
  8. Un neurocirujano norteamericano que tiene que lidiar con terribles heridas, con sus propias enfermedades y que acaba teniendo experiencias muy cercanas con pacientes con neurosis de guerra, actualmente conocida como síndrome de estrés postraumático.
  9. Un soldado belga, que se queda sin patria y ejército, y acaba siendo un as de la aviación bajo los colores de su país aunque con dolorosos resultados al final.
  10. Un soldado británico de gran ardor guerrero que conquista la Cruz Victoria.
  11. Un soldado del ejército alemán pero de origen étnico danés, de los que quedaron incorporados al Imperio alemán tras la guerra de los ducados, y que siente que esta guerra no va con él.
  12. Un soldado francés, que al igual que los dos anteriores se ven enfangado en las trincheras del frente occidental
  13. Un oficial ingeniero del ANZAC que acabará entregando su vida en las playas de Gallipoli.
  14. Un oficial australiano que cae preso en Kut-al-Amara, y cómo sobrevivió en mejores condiciones de las previstas al cautiverio entre los otomanos.
  15. Una enfermera rusa que ha de enfrentar los gases venenosos, los peligros de las bombas enemigas, y llegada la revolución los peligros de las tropas propias.
  16. Un marinero de la flota de alta mar alemana que pasa la guerra sumido en el tedio, fuera de la puntual batalla de Jutlandia.
  17. Un oficial británico que sufre el desgaste físico y psicológico de la guerra en el bello pero inhóspito paisaje del África oriental.
  18. Un civil francés que observa con una mezcla de escepticismo y cinismo las inconsecuencias de la sociedad francesa de retaguarda ante los hechos de la guerra.
  19. Un oficial de caballería ruso que va recorriendo distintos escenarios del frente oriental, y que acaba temiendo por su vida cuando la revolución.
  20. Una feminista australiana, que compra de su propio dinero algunos vehículos y ambulancias que luego lleva al frente de los balcanes para conducirlos ella misma, sufriendo penalidades físicas, penalidades del amor, el incendio de Salónica, y un desgaste personal considerable.

Es posible que me deje alguno. O no. En algún sitio he leído que eran 22 protagonistas en otros que  20, en otros que 19. Imposible. A mí me salen 20. No sé si debemos incluir entre el protagonistas el último fragmento, del que luego hablaré.

El Palacio Real desde el Puente de las Cadenas

Uno de los protagonistas, oficial de húsares húngaro, consigue volver a Budapest al final de la guerra tras un accidentado viaje en tren atravesando Bélgica, Alemania, Austria y, por supuesto, Hungría (Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8)

En cualquier caso, los fragmentos no nos cuenta una historia completa de las vidas de estas personas. Nos cuentan momentos seleccionados, en los que conocemos su estado de ánimo. Conocemos cómo viven la situación, cómo les afecta como seres humanos. Cuáles son sus anhelos. Sus esperanzas y sus deseperanzas. Los peligros que arrostran son muchos. Aquellos que frecuentan los frentes de batalla, por supuesto la posibilidad o la realidad de morir o de sufrir heridas y graves mutilaciones. Pero también se perciben muy nítidos los cambios de humor y los cambios de pensamiento. Cómo los más entusiastas con el fenómeno bélico pueden acabar siendo sus mayores críticos. También nos transmiten el miedo a la enfermedad. La malaria, la gripe «española», la disentería, son algunas de las enfermedades que sufren nuestros protagonistas. El terror al gas venenoso invisible. También sufren la hipocresía de los que no luchan, de los que se lucran de esta guerra, de los que los mandan a morir y a matar aunque no los conozcamos.

El libro me ha impresionado. Evidentemente, constituye un fresco inmenso de un momento histórico determinante en la historia del mundo. De el derivaron importantes cambios social y políticos. Se modificaron las relaciones de poder en el mundo. Se pusieron las bases para las desgraciadas décadas de los 30 y los 40 con el auge de los totalitarismos, y nuevas y más terribles guerra. Y todo ello está escrito y descrito con un estilo y una soltura que hace una delicia su lectura. Ha sido algo más de un mes, leyendo cada noche unos cuantos fragmentos. Algo con lo que meditar mientras llegaba el sueño. Pero me gustaría que no terminase. Que pudiese seguir conociendo esos bocados de realidad de las personas que allí estuvieron. Otras personas, con otras vivencias, con otros puntos de vista. Para que nos cuenten la historia que normalmente no nos cuentan los libros de historia.

El final es relativamente devastador. Después de un épilogo en el que se nos cuenta qué fue de las personas que han protagonizado los fragmentos que constituyen el libro, se nos ofrece un último fragmento. De un último protagonista. De un cabo austriaco del ejército alemán que también estuvo allí. Y que años más tarde, en un infame libro, escribía como el final de la gran guerra le determinó a entrar en política. Y aquél hombre que así lo hizo y fue consecuente hasta el final, desgraciadamente, fue Adolf Hitler. Y esta es otra historia y ha sido contada en múltiples ocasiones.

En ElPaís.com hay una galería de fotografías de los protagonistas del libro.

Paisaje rural

Paisaje rural en la gran Polonia, probablemente no muy lejos de donde Elfriede veía pasar a los soldados, y con 14 o 15 años se enamoró de un joven teniente; más tarde fue conocida como Jo Mihay, y fue bailarina y activista contra los nazis (Fujifilm Finepix F10).

[Libro] Aventuras del submarino alemán U…

Literatura

He cogido la costumbre de pasar todas las semanas al menos una tarde por la que es mi librería preferida de la ciudad, Librería Cálamo. No es muy grande, ni muy llamativa, ni nada de eso. Pero hay muchos títulos, pertenecientes muchos de ellos a pequeñas editoriales, muy interesantes, que si no probablemente pasarían desapercibidos en las librerías más grandes y con vocación de consumismo que son más habituales. Y en uno de estos paseos a esta librería encontré este libro que me pareció una curiosidad. Por su tema, un español en un submarino alemán de la primera guerra mundial. Por su escritor, Ricardo Baroja, el hermano menos conocido de Pío Baroja. Por la sencillez y elegancia de la edición. Ahora os cuento.

Aventuras del submarino alemán U…
Ricardo Baroja (originalmente bajo el pseudónimo JGN)
Ediciones 98; Alcobendas, 2010
ISBN: 9788493589462

Como digo, la relativamente corta novela narra las supuestas vivencias de un español de la época en un submarino alemán de la primera guerra mundial. Existen notables paralelismos con la más famosa novela de aventuras en submarinos que se ha escrito, 20.000 leguas de viaje submarino. En ambos casos los protagonistas son recogidos después de un ataque de los sumergibles a los barcos de superficie en los que viajaban. En ambos casos se integran en la vida cotidiana del sumergible. En ambos casos sufren diversas peripecias en su singladura hasta que abandonan el buque. En el libro que nos ocupa, el protagonista es un comercial español que se traslada en un velero, un pailebot, entre Italia y Francia, y que se ve sorprendido por el asalto de uno de los famosos U-Boot alemanes. Temeroso de ser arrojado al mar por los patibularios tripulantes del velero, solicita asilo en el sumergible, el cual le es dado cuando el teniente segundo de abordo, que habla castellano se interesa por él. A partir de ahí comienza una singladura en la que vivirá combates y otras aventuras entre el Mediterráneo y el puerto de origen del submarino en el mar del Norte, atravesando el peligroso Canal de la Mancha.

En lo que se refiere a las descripciones del submarino, su interior y sus instalaciones, todo es muy vago y muy aproximado. Evidentemente, siendo escrita la novelita en el año 1917, más de una año antes de terminar el conflicto, el autor no había tenido ocasión de conocer el interior de uno de estos buques, y mucho menos de viajar en uno de ellos. Pero, escrita la novela en primera persona por el presunto protagonista español, utiliza el ingenioso recurso de una autocensura bajo sugerencia de los alemanes, con quienes se siente en deuda por su hospitalidad y atenciones. Así se evita el engorro de dar detalles, que seguramente no conocía con suficiente precisión.

Más interesantes son las conversaciones entre el español y los dos únicos tripulantes del sumergible que hablan castellano. Por un lado, el teniente, segundo de abordo tras el silencioso y serio comandante, un tipo cordial y simpático que facilita todo tipo de experiencias novedosas al improvisado tripulante. Por otro lado, el médico del submarino, que es definido como un ‘pangermanista’, y que define con precisión los anhelos de una parte del pueblo alemán de un imperio germánico en Europa, la creencia en la superioridad de la raza blanca alemana con respecto al resto, y un profundo antisemitismo a quien se achacan los males que aquejan al viejo continente. Si no ataca también a los bolchevique será probablemente porque en el momento de escribir la obra no se había producido todavía la revolución soviética en Rusia, y por lo tanto este es un factor a considerar todavía. Todo ello 8 años antes de que el tío Adolfo escribiera Mein Kampf, demostrando que el germen del nazismo estaba instalado ya en la sociedad alemana y era algo conocido en el resto de Europa, puesto que incluso es utilizado por un intelectual español en un escrito como este. También se discuten los sentimientos del pueblo español ante el conflicto. Y todo parece indicar que el autor, a través de su alter ego el comercial, opina que predomina la germanofilia. Francia e Inglaterra fueron enemigos tradicionales de España, cosa que no sucedió con los imperios alemanes, con quienes hubo unas tradicionales buenas relaciones. Probablemente, la realidad fue que los sectores más conservadores de la sociedad fueron germanófilos, mientras que los más liberales y de izquierdas fuero aliadófilos. O simplemente indiferentes.

La novela, sin tener grandes virtudes literarias, y a pesar de las evidentes lagunas que el autor tenía sobre la vida en un submarino de la época, es muy entretenida y se lee enseguida. Como curiosidad tanto literaria como histórica creo que es muy interesante, y por lo tanto, relativamente recomendable. Hay que añadir que los dibujos que acompañan al texto son obra del propio escritor, que trabajó como ilustrador y también se dedicó a la pintura. Se le considera el sucesor de Goya como grabador.

Dover

Los acantilados de creta de Dover, Reino Unido; uno de los pasajes más angustiosos de las aventuras del submarino alemán es el paso por el Canal de la Mancha ante estas costas - Pentax P30N, SMC-A 50/2

[Libro] Almas grises

Literatura

Me recomendaron este libro del francés Philippe Claudel hace ya unos meses. Pero no estaba disponible en edición de bolsillo. Y últimamente, salvo alguna excepción, la novela la leo en edición de bolsillo. Porque me permite llevarlas a todas partes y aprovechar tiempos muertos. Pero recientemente la editorial Salamandra ha sacado una colección especial de 10 títulos en edición de bolsillo para celebrar su 10º aniversario. Libros auténticamente de bolsillo. Muy llevaderos. Muy sencillos de diseño, pero muy agradables para leer. Y entre ellos este título, que he leído estos últimos días. Y que me ha gustado mucho. A continuación os diré porqué.

Almas grises
Philippe Claudel
Salamandra; Barcelona, 2010
ISBN: 9788498383355

Nos encontramos al principio del relato en un lugar no determinado del norte de Francia. Probablemente en algún lugar del norte de Lorena (el autor es de esta región). La ciudad más cercano con tribunal de justicia viene denominado como V. Tal vez Verdun, célebre por la gran batalla que en 1916 se celebró en las cercanías de dicha ciudad, que no llegó a ser tomada por los alemanes. en un momento dado de 1917, en dicho lugar no especificado se produce la muerte de una niña de 10 años. El narrador de los hechos es el policía de la población que intentó investigar los hechos. Pero en su narración, nos va presentando una serie de personajes, aparte de sí mismo. Un fiscal, serio, viudo, duro, que vive en soledad. Una joven maestra que pide voluntariamente ese destino para estar cerca del frente, quizá porque quiere estar cerca de su amado. Un juez corrupto y sin escrúpulos.Unos desertores, pobres desgraciados que aparentemente se encontrarán en el momento menos adecuado en el lugar más inoportuno. Y otros personajes que aparecerán por allí, en un recorrido que nos llevará desde el último cuarto del siglo XIX hasta los años 30 en el siglo XX. Aunque el núcleo del relato se concentrará en los cuatro años de la guerra mundial y, especialmente, en los meses que siguieron al asesinato de la niña.

Con este planteamiento, Claudel compone un fresco muy crítico de la sociedad francesa de ese momento, y por extensión, de las sociedades pretendidamente civilizadas de cualquier momento. Las instituciones públicas y políticas, la industrialización, las diferencias sociales, los privilegios de los poderosos, todo ello cae bajo el escrutinio crítico del autor. Especialmente, en un momento donde en nombre del patriotismo tantos horrores se perpetraron y tantos hombres murieron en los campos de batalla.

Pero también es un retrato de tres personas, el policía, el fiscal y la maestra, estrañamente vinculados por el amor perdido en manos de la muerte, que hará que sus destinos se unan de una forma mucho más íntima de lo que al principio podemos llegar a entender. Un destino que necesariamente nos conmoverá, y nos hará perdonar muchas de sus debilidades. Incluso llegado el final de sus vidas.

Un relato fuertemente dramático que me ha interesado como hacía tiempo que no lo hacía una novela de ficción. Tanto por los destinos de sus personajes, como por el retrato histórico de una época, como por el dramatismo que hace que tengas que dejar de leer de vez en cuando, para dejar reposar los sucesos de los que eres testigo, sólo para luego retomar la lectura con más interés todavía.

Altamente recomendable. Ciertamente.

Recomendación musical:

Aunque no tiene que ver directamente, el tono melancólico del relato me ha hecho pensar en alguna de las composiciones de Claude Debussy, uno de mis compositores clásicos preferidos. Me permitiré recomendar la Suite bergamasque, de la que es especialmente conocido el cuarto movimiento, Claire de Lune.

Hielo en las fuentes

Frío hacía a orillas del canal que atraviesa la campiña del norte de Lorena cuando asesinaron a la niña Belle de Jour, en la novela que hoy nos interesa; y frío hace estos días en Zaragoza, en los que las fuentes del Parque Grande aparecen heladas, y así permanecen durante todo el día - Canon EOS 5D Mk.II, EF 85/1,8 USM

 

11-11-1918, 11:00

Historia

Ayer se me pasó. Por la mañana, trabajando, no caí en la fecha. Por la tarde, llevaba en mente el comentario de la película recién vista, y cuando caí ya era tarde. Ayer era el 90º aniversario del final de la Primera Guerra Mundial. Y creo que el tema puede merecer un comentario.

En el otoño de 1918, tras cuatro años de una guerra cruenta como nunca se había visto, Alemania mostraba alarmantes señales de desgaste. Con Austria y Turquía agotadas, se encontraba prácticamente sola contra el mundo. Su único alivio había sido el derrumbe del régimen zarista en Rusia, que terminó con la guerra en dos frentes. Pero en el frente occidental, se empezaba a notar el refresco de la presencia estadounidense, y habían empezado a retroceder tras el fracaso de las ofensivas de primavera.

Con una situación interna también preocupante, la monarquía desprestigiada, el hambre de la población, la petición de un apertura más democrática, los militares desorientados, en la partida pintaban bastos. Con la abdicación del kaiser Guillermo II, el alto mando militar pidió un armisticio que llevara a un alto el fuego y a las negociaciones de paz. La Entente se lo concedió. El alto el fuego comenzaría a las 11 horas de la mañana del 11 de noviembre.

Las últimas horas de hostilidades en esa malhadada contienda fueron un ejemplo claro de hasta qué punto fue cruel e inhumana. Fueron muchos los mandos, que sabiendo que en pocas horas todo se habría acabado, desataron ofensivas que conllevaron la muerte o la mutilación de soldados de forma totalmente absurda. El último muerto de la guerra fue un canadiense que cayó a las 10:58 de la mañana. Perdió la vida por dos miserables minutos.

La barbarie todavía más extrema de la Segunda Guerra Mundial ha llevado a que su antecesora sea muy desconocida para la población mundial. Sin embargo, en esta contienda de principios del siglo XX se puede ver ya un adelanto de la capacidad homicida del ser humano. Las naciones no fueron capaces de aprender ninguna lección, y tuvo que venir una nueva catástrofre de dimensiones planetarias 21 años después para que determinadas zonas del mundo adquiriesen un poco de humildad, al mismo tiempo que se completaba el vuelco hacia un nuevo orden mundial.

El momento final de la guerra puede ser discutido. Ciertamente, el 11 de noviembre de 1918 es el momento en el que Alemania deja de luchar, y cesan los cruentos y tremendos combates del frente occidental. Pero quedan focos de tensión bélica en otros puntos. Rusia se encuentra en plena guerra civil que se extiende al territorio de la renacida Polonia hasta 1921. En otra área del mundo, el derrumbe del Imperio Otomano no fue sencillo, y la pelea de la República de Turquía por existir en unas condiciones más dignas que las que se auguraban en 1918 fue dura. Las hostilidades duraron hasta septiembre de 1922. El último de los tratados que finiquita la contienda fue el de Lausana en 1923. Casi cinco años después del alto el fuego.

Entre los tratados que pusieron fin a la contienda, el de Versalles de 1919 fue quizá clave en el desarrollo de la contienda posterior. En el momento en que el alto mando alemán solicita el armistico no siente, al igual que el pueblo germano que hayan perdido la guerra militarmente. Desde fuera, y con las perspectiva histórica, cualquiera puede ver que era cuestión de tiempo, y que la petición de armisticio fue una medida sabia, que ahorró más vidas inútiles. Pero en ese momento, el sentimiento era otro. Y lo que sucedió fue que lo que pensaban que iba a ser una negociación acabó convirtiéndose en un imposición por parte de los aliados de unas condiciones que resultaron muy humillantes para Alemania. Esto permitió el mantenimiento del rencor y el auge del nacionalismo fascista que junto con la crisis económica de la Gran Depresión creó las condiciones para el fracaso de la República de Weimar y el desencadenamiento del segundo gran conflicto mundial del siglo XX. Los aliados, y el mundo en general, pagaron muy caro su prepotencia en la victoria.

Creo pues conveniente, como un ejercicio de gimnasia mental y ética, mantener el recuerdo del derrumbe de una época. Por si alcanzamos algún día el talento suficiente para dejar de cometer siempre los mismos errores. Aunque soy escéptico.

El final de la Primera Guerra Mundial supuso el final de la dinastía prusiana de los Hohenzollern, cuyo núcleo de poder se asentaba en torno a la Puerta de Brandemburgo en Berlín.

Puerta de Brandemburgo

Puerta de Brandemburgo, Berlín - Pentax *ist DS; SMC-A 100/4 Macro