Una ciudad cambiante, sin lugar a dudas

Alemania, Berlín 2007, Viajes

Hoy primer día de visita completa a Berlín. Fundamentalmente, la idea para hoy era pasear y ver qué cambios se han producido desde mi última visita, hace cinco años. No obstante, en primer lugar, y dado que no me pilla muy lejos del apartamento, lo primero que he hecho ha sido acercarme a una tienda de fotografía en una bocacalle de la Ku’damm. El día ha amanecido nublado, pero pronto unos rayos de sol han empezado a iluminar las hojas otoñales de los árboles de la famosa calle comercial de Berlín.


Ya que estaba cerca, me he acercado a los alrededores de la Iglesia Conmemorativa y de la Estación de Zoologischergargen. El ambientillo aquí era el mismo que recordaba. Mucho mogollón, mucha tienda, chiringuitos que buscan sacarles los cuartos a los turistas que se acercan a la ruinosa iglesia con su pegote moderno. Quizá lo que más me ha llamado la atención han sido unos curiosos urinarios, totalmente alejados de algunos clásicos que vi en algún viaje anterior. Por cierto, que el muñequito no es berlinés, que es belga.



Desde Zoologischergarten he cogido la línea 100, con sus autobuses de dos pisos, para disfrutar de un “sightseeing” por la ciudad a precio de billete normal. En mi caso, con mi bono de varios días, pues muy poco. Me he bajado en Mitte, a la altura de la Universidad Humboldt, para luego acercarme a la esplanada delante de la catedral, donde dominaban las esculturas de Botero, que se pueden ver por varios sitios de la ciudad. Luego he ido paseando por las orillas del Spree hasta la estación de Friedrichstrasse, para dar un microsalto en el hiperespacio (el S-Bahn) hasta la nueva y flamante Hauptbanhof (Estación Central), con sus andenes a distintos niveles.





De ahí, un paseo por la nueva zona gubernamental, muy desangelada, hasta la puerta de Brandemburgo, ¡¡¡que por fin puedo ver sin andamios!!! ¡¡¡a la tercera va la vencida!!! Mucha animación. El más simpático, un organillero. Aunque no faltaban las clásicas estatuas vivientes o algún pavo disfrazado de soldado de la ex DDR. A un paso de aquí, el nuevo monumento al holocausto, que tampoco conocía, y que todavía no sé qué me parece. En un edificio próximo, una colección de coloridos ositos (el símbolo de Berlín), cada uno representando a un país, ha sido de los últimos momentos en los que se ha podido fotografiar con buena luz.





Luego un nublado notable ha empañado mi paseo por la Postdammer Platz y mi visita a la cúpula de Foster en el Bundestag (que no Reichstag, que ese es de antes de la guerra, aunque el edificio se el mismo, aunque menos chamuscado).


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Pentax *ist DS
Objetivos: SMC-DA 21/3,2 – SMC-A 50/2 – SMC-A 100/4 Macro

Me he escapado; estoy en Berlín

Alemania, Berlín 2007, Viajes

Pues eso que me quedaban unos días de vacaciones tontos y he aquí que me he escapado cinco días a la capital alemana. De momento no me he enterado mucho. Aquí se hace de noche pronto; no he podido disfrutar de horas de luz, ya que a las seis y media de la tarde el sol ya se ha puesto.

No sé si será porque poco a poco se adentra el otoño y la estación más oscura, o porque es un lunes tontorrón, pero incluso las más animadas estaciones como la de Friedrichstrasse están poco animadas.

El paseo entre Friedrichstrasse y Alexanderplatz está realmente muerto, con algún turista despistado, pocos berlineses cogiendo los transportes públicos y, eso sí, siempre con alguna originalidad en Unter den Linden. En esta ocasión cada uno de los tilos («linden») se encuentra iluminado por focos de colores.


La mastodóntica mole de la catedral, que la verdad no me gusta mucho, aparenta algo más con la iluminación artifical, y con unas esculturas de botero en la esplanada ante su frontispicio.

En Alexanderplatz encontramos un poco más de animación. Pero ni en estas nuevas galerías que contrastan con la austeridad de la antigua plaza «soviética», encontramos mucho que rascar. Sólo algún que otro tranvía, propios de lo que fue el Berlín Oriental, anima y hace un poco de ruido por las calles.


De vuelta al apartamento, cojo el S-Bahn en Hackerscher Markt en el límite entre y MittePrentzlauerberg. Las calles de alrededor están más animadas con cervecerías y restaurantes que atraen a algunos animados.

Todas las fotos:
Pentax *ist DS
Objetivos: SMC-DA 21/3,2 y SMC-A 50/2

Emocionantes semifinales y víspera de viaje (actualizado por partes)

Deporte

En este fin de semana se están celebrando las semifinales de la Copa Mundial de Rugby, que llevo siguiendo desde hace más de un mes. Dado el desgaste físico propio de estos encuentros, las eliminatorias se separan por toda una semana, para permitir la adecuada recuperación de los jugadores. Esto quita un poco de ritmo a la competición. Pero no hay duda de que está emocionante.

Lo que está claro es que cualquier guion que a priori se haya escrito sobre lo que debía pasar es papel mojado. En cuartos de final, ya narrábamos como dos de las favoritas se tuvieron que ir a casa. En la semifinal que se jugó ayer, Francia, anfitriona del torneo y mejor selección europea en los últimos tiempos, partía como favorita ante una Inglaterra muy irregular, que empezó muy mal con Sudáfrica, y que luego se rehabilitó ante Australia. Desde mi punto de vista, Francia hizo más méritos. No por mucho, pero lo buscó más. Pero no supo resolver. Como le pasó a Nueva Zelanda en la elimnatoria anterior. E Inglaterra, que fue casi todo el partido a rastras en el marcador, en los últimos minutos, tuvo su talisman, Wilkinson, que con un golpe de castigo y un drop consiguió los puntos necesarios para pasar a la final. Y así, a trancas y barrancas, los actuales campeones defenderán su título dentro de una semana.

Esta noche juegan la otra semifinal Sudáfrica y Argentina. Los favoritos son los Springboks. Pero con los antecedentes, habrá que ver de qué son capaces los Pumas. Normalmente lo contaría mañana. Pero me quedan unos días de vacaciones y me voy de escapada a Berlín. Así que si tengo tiempo esta noche, actualizaré esta entrada. Espero durante estos días poder ir contandoos mis andanzas por la capital alemana.

Y aquí estoy actualizando la entrada sobre las semifinales de la Copa del Mundo de Rugby. En estos momentos son las 21:45 y acaba de terminar la primera parte del encuentro entre Sudáfrica y Argentina. Y me temo que en esta ocasión no va a saltar la sorpresa. Sin esforzarse en exceso, simplemente aguardando los errores de los Pumas, los Springboks se han adelantado por 24-6. Tres ensayos gracias a tres contrataques, donde se ponen de manifiesto la velocidad, la habilidad y la gran colocación táctica del equipo sudafricano. Mal pinta la segunda parte.

Bueno. Sólo han pasado cinco minutos del segundo tiempo, y los argentinos cobran 7 puntos en un ensayo. Sigue siendo muy difícil, pero suena mejor ir 11 por debajo que 18.

Pasamos el ecuador del segundo tiempo (buff, que frase hecha más manida), y el ímpetu argentino no ha seguido adelante; apenas una llegada con cierto peligro a la zona de 22 springbok. Sigue el tema complicado. Los boks tomándoselo con calma para reservar fuerzas para la final… cuando, uy, ensayo anulado al rapidísimo Bryan Habana por un pase adelantado. Cuando salen rápidos son impresionantes los africanos. Y el ala springbok, hasta el momento, el jugador que más me gusta del campeonato.

Diez minutos para el final del partido y los sudafricanos suman tres puntos de un golpe de castigo. Dos ensayos permitirían a los argentinos empatar el partido. Difícil. Muy difícil.

Y otros tres puntos de otro golpe de castigo. Percy Montgomery que no falla, no.

Y un robo del óvalo de Habana en su 22, que se recorre el campo a la carrera y ensaya bajo palos… que se transforma, y suman otros siete.

Y tras unas tanganillas que hacen que los dos equipos terminen el partido con sendos hombres en el sin bin, el árbitro pita el final con el resultado de 37-13. Los sudafricanos, muy superiores. Un poco robóticos, no hacen grandes manifestaciones de alegría. Evidentemente, están concentrados en lo que les importa; la final. Y desde mi punto de vista, son favoritos. Han sido los más regulares y los más concentrados de todo el campeonato. Recordemos que en la primera fase del campeonato vencieron a los ingleses, sus rivales de dentro de una semana por 36-0. Espero estar ahí para verlo.

En la imagen de hoy, los animados alrededores de la estación de Zoologischer Garten, una vez la principal estación de Berlín, hoy ha perdido su pasado esplendor ferroviario.

Canon EOS 100
EF 28-135/3,5-5,6 IS USM
Fujichrome Provia

Aquella Eurovisión (5): Mi corazón quedó con unos grandes ojos y una falda cortita

arte música y literatura, sociedad, Televisión

Artículos previos de esta serie:

Una año después del éxito de Massiel, España organiza el festival por primera y última vez. Teniendo en cuenta que sólo lo organizan los ganadores de la edición anterior, todos entenderemos las malas noticias que esto supone. Pero bueno, todo el mundo estaba encantado. Los españolitos un poco menos acomplejados por una Europa que nos despreciaba; el régimen de Paquito Chocolatero, principal responsable del desprecio de Europa, sacando pecho ante las glorias hispanas. Había que echar el resto.

La representante elegida fue Salomé. Particularmente, no tengo recuerdos previos de esta cantante (difícil dada mi corta edad), pero tampoco los tengo posteriores. Para mí sólo existe como protagonista por una noche del festival de Eurovisión. No recuerdo ninguna otra canción suya. Sólo recuerdo aquel Vivo cantando, una pachanguita de letra mínima, repetitiva y machacona, con música festivalera y poco interesante. La interpretación se veía acompañada de unos movimientos espasmódicos por parte de la cantante, cual ataque comicial, que supongo pretendían estar relacionados con la modernidad de la época. Obviamente, visto en la distancia, una representación malísima. Y lo que son las cosas. Ganó. Para mí, incomprensiblemente, pero ganó. En cualquier caso, juzguen ustedes.

A destacar, el vestidito de color azul clarito, verdadero causante de desprendimientos de retina en el resto de Europa, donde ya tenían tele en color. En España, sin embargo, sumidos en una sociedad gris con la tele en blanco y negro, ese color daba un tono blanco más agradable que si el vestido hubiese sido realmente blanco. Menos mal que tenemos grabaciones alemanas para apreciarlo en todo su esplendor.

Si el año anterior se hizo famoso el «trío lalalá», en esta ocasión, los acompañantes de Salomé eran tres aguerridos varones, los componentes masculinos de Los Valldemosa. Por esto que no quede.

Pero no todo fue perfecto. España ganó, pero… empatada a puntos con los representantes de otros tres países. Y ahí, en esos tres, está la cantante que robó mi corazón de niño. Se trataba de la británíca Lulu con su Boom Bang a Bang, cantante de grandes ojos y falda cortita, que aportaba un poco del estilo del Swinging London, y una picardía travestida de ingenuidad que no se encontraba en el solar ibérico ni aunque los buscaras con lupa y candil. Para mí, siempre será la auténtica ganadora de aquel festival. Y si no, vean y comparen,… con olé incluido al final.

La canción fue tan popular que hasta los Monty Python hicieron una parodia de la misma. También, por algún motivo que desconozco, me he enterado que fue prohibida en la BBC durante la primera Guerra del Golfo. A saber.

A Lulu también le debemos algún papel en el cine. El que más recuerdo fue en la película To Sir, with love, que en España conocimos con el más dramático título de Rebelión en las aulas, donde Sidney Poitier en su papel de profesor enrollado intentaba domar a unos adolescentes británicos de clase baja, entre los cuales se encontraba nuestra cantante que además cantaba el tema central del filme, con el mismo título.

Una película que siempre me gustó.Para hoy (aunque con retraso), una imagen de la londinense Leicester Square con sus caricaturistas a la caza del turista incauto.

Canon EOS D60
EF 28-135/3,5-5,6 IS USM

Sorpresas deportivas para todos los gustos

Deporte, fórmula 1

En primer lugar, el comentario clásico en este blog debería ser el de la Fórmula 1. Pero sinceramente, no vi la carrera. Me acostaba tarde, y preferí dormir. Los dimes y diretes y las cuestiones extradeportivas de esta temporada están haciendo que pierda las ganas por el mundillo del motor. Yo nunca he sido fiel durante mucho tiempo a un deporte, y estas cosas afectan. Pero bueno. La grava de Shanghai se encargó de poner emoción al campeonato, y como se lleva diciendo todo el año, la cuestión se decide en Interlagos.

Mucho más interesante está siendo desde mi punto de vista la Copa Mundial de Rugby. Este fin de semana se han celebrado los cuartos de naciones, y eran favoritos absolutos para pasar a semifinales los componentes del Tres Naciones. El cuarto en discordia podía ser Argentina, con permiso de la mucho más experimentada en lides internacionales, Escocia.

Pero cuando se está jugando uno mucho, de nada sirven los pronósticos, y el sábado fue un día negro para el hemisferio sur, con la eliminación de las selecciones favoritas Australia y, sobretodo, Nueva Zelanda, a manos de Inglaterra y Francia.

Los de la rosa salieron al campo como si fueran la celebrada infanteria inglesa de antaño. En formación cerrada y perfecta, se hicieron dueños del campo para dominar ante efectivos claramente superiores en velocidad y fuerza. Pero no en ideas. Los de la rosa controlaron el partido, hicieron sus puntos de forma pragmática a base de tiros a palos, y les negaron la pelota y el derecho de jugar a los wallabies, que se vieron impotentes para alcanzar al final a los sufridos infantes ingleses. El resultado, 12-10, corto pero muy emocionante. Los ingleses salvaron el honor, y se dan una nueva oportunidad.

Los azules, por su parte, tenían la difícil misión de frenar a los All Blacks, favoritos absolutos del torneo. El primer tiempo hacía pensar lo peor para el XV del gallo, con un juego timorato, a base de patadón y tentetieso, con pocas ideas y personalidad. Lo mejor que pudieron hacer fue evitar que los neozelandeses se fueran por demasiado. Pero como se demostró en el 99, en los partidos entre galos y kiwis hay que jugar la segunda parte para poder decidir la cuestión. Y aquí, fue otra cosa. Aprovechando un para mi justo sin bin de uno de los blacks, los franceses cogieron carrerilla y le dieron la vuelta al marcador. Se ha hablado de la parcialidad del árbitro, pero la realidad es que los del hemisferio sur dieron la impresión de que se quedaban encogidos ante la posibilidad de repetir la historia, como así fue. Al final, los gabachos consiguieron permanecer vivos en su mundial, en medio del delirio de los vecinos del norte.

Los Springboks salieron con la lección aprendida el domingo, y aunque la selección del cocotero llegó a conseguir un empate en la segunda parte a base de velocidad y ganas, con las ideas muy claras y un plan de acción muy bien ejecutado, los sudafricanos se hicieron con el partido.

Terminó la eliminatoria con el enfrentamiento entre los Pumas y el XV del cardo. Estos últimos estuvieron muy fallones, cometiendo muchos errores. A pesar de ello, a punto estuvieron de marcar en los últimos minutos un ensayo que les habría calificado. Pero no llegó, y los argentinos pasaron porque se lo creyeron más. Quizá no sea el equipo más brillante y más técnico, pero sí uno de los que más ganas le han echado. Si los escoceses le hubieran echado las mismas ganas, otra historia hubiera sido.

Puestas así las cosas, los nuevos favoritos son los sudafricanos, que ya les ganaron a los ingleses y que no debería tener problemas para deshacerse de los argentinos. Por el otro lado, los franceses, jugando ya en tierro patrio después del destierro y penitencia en tierra galesa, son algo más favoritos que los ingleses. Aunque vaya usted a saber. Próxima entrega, el próximo fin de semana.

Azules son las pesadillas de los neozelandeses desde hace un tiempo, como el color de la estatua viviente fotografida en las Ramblas barcelonesas el pasado viernes.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 105mm
ISO 400
Exposición: f/5,6 – 1/40s

Una mañana en Sonimagfoto

Fotografía

Como ya he comentado en entradas anteriores, suelo aprovechar las ediciones de la feria Sonimagfoto para cumplir con el rito periódico de quedar con unos viejos amigos en Barcelona. De este modo, aprovecho la mañana entre las once y las dos de la tarde para ver que se cuece en el mundillo de la fotografía.

Como toda fotografía de este tipo, la organización está orientada hacia el profesional. El aficionado se dedica a curiosear lo que se presenta y a manosear un poco el material que las principales marcas ponen a su disposición en los distintos puestos. Pero son los profesionales los que organizan sus agendas con visitas y reuniones en función de sus intereses.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 84mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/25s

Las principales marcas de aparatos fotográficos montan sus puestos con mostradores donde admirar los productos más novedosos. En esta edición la exposición de cámaras compactas estaba a la baja, y las marcas se dedicaban a exponer más sus réflex digitales. Son elementos de más prestigio. Eso sí, la mayor parte de lo que manoseas es lo que cualquiera puede tocar en cualquier comercio. Los verdaderos objetos del deseo aparecen muchas veces encerrados tras herméticas vitrinas.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 32mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/400s

Por supuesto, el mucho por ciento de lo espuesto es tecnología digital. Poco espacio queda para la fotografía química. Yo que recuerdo con que afán recogía en tiempos la información sobre reveladores, con tablas de tiempos, filtrados, nuevos papeles para el laboratorio… Esto en la práctica ha pasado. Sin embargo, resulta curioso ver todavía algunos ejemplos de productos cuando menos curiosos. Como ciertas Seagull que nos traen desde China, con su viejo diseño de reflex binocular para formato medio de película, y calidad dudosa.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 75mm
ISO 800
Exposición: f/4 – 1/50s

Otra modalidad de exposición de «nuevo» material de dudoso interés es la de aquellas cámaras que son promesas que todavía no existen. Modelos no funcionales, encerrados en vitrinas, de lo que ha de ser pero todo no es. No sé si este tipo de «exposición» me gusta mucho.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 24mm

ISO 400
Exposición: f/4 – 1/80s

Pero también hay que tener en cuenta otras fuentes de diversión. Muchas marcas utilizan reclamos para atraer a los visitantes. En muchos casos son guapas modelos que hacen de azafatas repartiendo chismes, papeles y sonrisas.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 105mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/30s

En otras ocasiones, se ofrecen al público para que prueben los aparatos de fotografía. O bien espectáculos musicales, circenses o de teatro. En cualquier caso, te entretienes.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 105mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/125s
(Convertido a blanco y negro)

Pero hay un aspecto que siempre me ha gustado. Simultáneamente con los aspectos comerciales de la feria, se ofrecen exposiciones de fotografía alguna de las cuales de gran calidad. Este año me han gustado especialmente la dedicada a Manuel López, con verdaderos clasicos, la dedicada a la transición con imágenes de Carlos Bosch, y el proyecto sobre Uzbekistan de Aitor Lara. También estaba presente la 21ª edición del concurso fotográfico Caminos de Hierro, con temática ferroviaria, que siempre me gusta.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 105mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/100s

En fin, como podéis ver. Una mañana de entretenimiento a la espera de la hora de comer con mis amigos como manda la tradición. Dar una vuelta por Barcelona, cada vez más inundada de turistas y finalmente volver a coger el tren de vuelta, esta vez desde la bella Estación de Francia donde vuelven a llegar algunos de los trenes que me traen de vuelta a Zaragoza.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 105mm
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/80s

Canon EOS 10D
EF 28/1,8 USM
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/50s

Ayer estuve en Barcelona, y en Sonimagfoto

Fotografía, sociedad

Hoy no voy con las noticias del sábado, como viene siendo costumbre últimamente. Tengo cosas que hacer, y he pasado muy deprisa sobre las novedades de la prensa. Eso sí, he parado un momento ha ver a mis hipopótamos favoritos, ¡y qué envidia me ha entrado al saber que por la noche ven el cielo como lo vio van Gogh!

En cualquier caso, a otra cosa. Ayer estuve en Barcelona. Suelo ir si puedo una vez al año. A comer con antiguos amigos. Pero en los años impares, suelo hacer coincidir el acto social con la feria de fotografía Sonimagfoto. Es entretenido. Aunque cada vez me interesan menos los chismes técnicos, y más las exposiciones que discretamente se sitúan en diversos lugares de la feria. Ya comentaré.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 97mm
ISO 200
Exposición: f/4 – 1/250s

Después de comer, y tras la tertulia, nos vemos obligados a pasar por las Ramblas para ir a buscar el coche en el que me acompañan hasta la Estación de Francia para coger el tren. Están imposibles. Una muchedumbre de turistas lo invade todo. Están perdiendo a marchas forzadas el encanto que tenían. Qué se le va a hacer.

Canon EOS 10D
EF 24-105/4L IS USM
Focal: 96mm
ISO 400
Exposición: f/5,6 – 1/250s

Un adiós a mi tocayo Llamas

sociedad

Hoy me he cogido un día de fiesta y he estado en Barcelona. Entre otras cosas, he visitado Sonimagfoto. Pero de esto hablaré a partir de mañana.

Ayer se me pasó, por falta de tiempo y oportunidad, comentar una triste noticia. Desde hace muchos años, si no hay retransmisiones deportivas, me duermo escuchando la radio; más en concreto, la Cadena Ser. Eso significa, que de lunes a viernes, durante muchos años ha sido el programa de Carlos Llamas, y más concreto el propio Llamas, quien me ha acompañado al cerrar el día. Y francamente, desde hace mucho tiempo, le tenía mucha simpatía. Ayer falleció. Todavía joven. 52 años. Pero esto es así. Me apenó. Le echaré de menos.

En la foto de hoy, dos trenes se disponen a salir en la bonita estación de Barcelona-Estación de Francia. Las estaciones de trenes suelen ser, o solían ser, lugares de tristes despedidas. Melancólicos.

Canon EOS 10D
EF 28/1,8 USM
ISO 400
Exposición: f/4 – 1/60 s

Nota de servicio: CineTren

mis páginas en internet

Ya he trasladado todos los contenidos sobre cine y ferrocarril a la nueva dirección, que desde hace unos días aparecía ya en la columna lateral. Se trata de:

Por el momento, no tengo previsto hacer más traslados de páginas, salvo que me
Publicar entrada de por allí y pase la de viaje. Ya se verá, porque eso es más curro. Claro que serviría para quitar algunas molestias inherentes a la dirección actual. Lo dicho, ya veremos, que dijo un ciego a otro ciego.

En la imagen de hoy, un Alvia de Renfe coge velocidad mientras abandona Zaragoza camino de Barcelona. Mañana espero pasar por ahí a primera hora de la mañana en un vehículo similar y con el mismo destino.

Pentax *ist DS
SMC-M 200/4
ISO 200
Exposición: f/8 – 1/640 s

Aquella Eurovisión (4): Y España gana el festival

arte música y literatura, sociedad, Televisión

Artículos previos de esta serie:

Si las anteriores entradas respondían a recuerdos prestados o diferidos sobre los hechos acontecidos en la que podríamos conocer como «época yeyé» del festival, en la de hoy ya entramos en lo que forma mis recuerdos propios sobre el mismo. Parece mentira que con lo niño que era yo todavía, poco más de 5 años, y lo que ha llovido desde entonces, tenga unos recuerdos relativamente nítidos sobre aquella noche.

Corria el año 1968, y estaban reunidas un par de familias entorno a un viejo televisor de válvulas, sin marca conocida, montado por un técnico de barrio, por supuesto en blanco y negro. Tras el éxito de Sandie Shaw, Gran Bretaña organiza el festival en Londres, y presenta a un peso pesado del pop inglés, Cliff Richards. Estaba previsto que fuese Joan Manuel Serrat quien representanse a la piel de toro, pero exigía cantar en catalán.

¡Para veleidades vernáculas estaba el panorama nacional!

Así que, apenas sin tiempo, María Félix de los Ángeles Santamaría Espinosa, más conocida como Massiel, con 21 añitos y disfrazada de chica yeyé (que para éso es lo que se llevaba en la época), se lanza con potente chorro de voz a vociferar su ya conocido La la la. Que tampoco había que matarse mucho la cabeza con las letras de un festival como éste. Por mucho que los compositores fueran el Dúo Dinámico. Y además así lo entendían todos sin necesidad de cantar en inglés.

Si no conocen o no recuerdan la canción, con ustedes…

La verdad es que la chica no quedaba mal. No es que tuviera mucha pinta de chica yeyé. Aparentaba más bien bajita, y sin estar gorda ni mucho menos, tampoco era la típica sardinilla que se empezaba a llevar en aquellos momentos. Su voz, poderosa y rotunda, tampoco tenía que ver con la suavidad o la alegría de otras cantantes de la época. Personalmente, siempre he creído que lo que mejor se le dio siempre fue cantar las canciones de Luis Eduardo Aute… Lo hacía francamente mejor que el propio Aute, muchas de cuyas canciones siempre me han gustado, aunque el sea un soso, especialmente en el escenario. Con el tiempo, la Massielona derivó hacia la pachanga más horrenda, y nos tuvo castigados durante un tiempo una tal María de los Guardias. Terrorífico. Hasta que finalmente, paso su tiempo y desapareció.

Resultaba notable también el coro de tres mocetas, a las que se les dio por llamar Trío Lalalá, cuyos vestiditos azules no pegaban ni con cola con el carísimo diseño de la cantante. Pero todo hay que ponerlo en perspectiva. Aunque ahora tengamos la oportunidad de ver el vídeo de la actuación en color, entonces se retransmitía en blanco y negro, y esos tonos azules daban un tono claro en la pantalla más agradable que el blanco puro. Seguiremos con esto la próxima semana.

En fin, éxito patrio. Por fin eramos algo o alguien en el festival. Llegaba la edad dorada de España en Eurovisión.

En la fotografía de hoy, una vista del Royal Albert Hall, donde se celebró el festival del año 1968.

Canon EOS D60
EF 28-135 f/3,5-5,6 IS USM
Focal: 28 mm
ISO 100
Exposición: f/8 – 1/640 s

Sin reservas (2007)

Cine

Sin reservas (No Reservations,2007), 1 de octubre de 2007.

Ante todo, una cuestión. Esta es una nueva versión de un película alemana que tuve la ocasión de ver y disfrutar hace unos años, que en estos pagos se tituló Deliciosa Martha (Bella Martha en el original), y protagonizada por la excelente actriz germana Martina Gedeck y el no menos competente actor italiano Sergio Castellito. Aquella película me gusto realmente mucho, y me parece un ejemplo soberbio de como combinar el drama con algo de comedia romántica en sus dotes justas, permitiendo diferenciar los personajes, nada estereotipados y muy bien definidos y retratados. Disfrute mucho.

Con estos antecedentes, incluso dudaba en un principio de que tuviera ningún interés el ver esta versión procedente de la capital del imperio. En primer lugar, una cuestión clara y que puede definir las ganas de ir a ver este filme. Esta película es un vehículo para el lucimiento en todos sus aspectos de su protagonista, Catherine Zeta-Jones. La galesa aparece constantemente, y además esta tremendamente guapa, hasta un punto que casi debería estar prohibido. Incluso cuando aparece despeinada y «sin arreglar» está estupenda, aunque natural. Por otra parte, tiene recursos actorales suficientes para salir del trance sin muchas complicaciones. No obstante, no llega a mostrar la misma intensidad en sus emociones que las que desprendía Gedeck en la versión teutona, mucho menos guapa, pero indudablemente atractiva en aquella película. Ya que estamos con los actores, Aaron Eckhart también cae bien. Pero el hecho de que haga de rubio pseudo-italiano (no sé muy bien porque no han buscado a alguien para que hiciera de auténtico italiano como en el original) hace que compita muy mal con Castellito, que se salía en su papel.

El filme norteamericano es un calco de la película original en un gran porcentaje de las escenas, y casi me atrevería a decir que de los planos. Incluso el aspecto de muchos personajes secundarios recuerda al del original (la compañera embarazada es un caso claro). Sólo algunos hechos sobre el protagonista masculina, como el comentado de que no hace de auténtico italiano, y sobretodo, una alteración de la trama final varían. Y creo que para mal. No lo voy a desvelar por si alguien quiere ver ambas películas, pero en ambas el personaje protagonista, Martha/Kate, reacciona ante el miedo a la pérdida de la sobrina. Sin embargo, la situación que genera este miedo en la versión americana es muy sosa, sensiblera y simplona, mientras que el original implica un riesgo de perdida mucho más real y profundo, que da mucho más sentido al desenlace del filme.

En resumen, esta nueva versión es un entretenimiento razonablemente competente, en el que los fans de Zeta-Jones estarán en el cielo, pero que no llega a situarse ni de cerca en la profundidad e interés que suscita el original germano. En realidad, es una película absolutamente prescindible, ya que si a alguien se le planteara el dilema de ver una u otra película, sin duda alguna debería ver la original. La puntuaré, no obstante, con un seis, tanto en la valoración subjetiva como en la interpretación y la dirección.

Esta calle de Isola dei Pescatori, una de las Islas Borromeas en el Lago Maggiore, está llena de estupendos restaurantes de cocina italiana, a la que constantemente se hace referencia en las películas de hoy.

Canon EOS D60
EF 28-135 f/3,5-5,6 IS USM
Focal: 44 mm
ISO 200
Exposición: f/6,3 – 1/60 s.

Nota de servicio: Trenes de ayer y de hoy

mis páginas en internet

Hace unos meses, comencé el traslado de mi página de trenes históricos a otro emplazamiento. Desde este domingo está todo el material en la siguiente dirección:

Además de los reportajes que ya había en el viejo emplazamiento, se ha actualizado con dos nuevos dedicados a:

En la vieja página (http://ccarreter.eresmas.net) todavía se puede acceder a los artículos dedicados al ferrocarril en la historia del cine. Estos artículos también están en proceso de traslado a una nueva dirección (http://cinetren.googlepages.com), en estos momentos todavía muy incompleta. Espero completar este traslado con más agilidad que el anterior.

En la imagen de hoy, una vista de lo que llegará a ser el museo del ferrocarril de Porvoo (Finlandia), tomada en mis últimas vacaciones de verano.

Fujifilm Finepix F10
Focal: 8,9 mm
ISO 80
Exposición: f/5 – 1/420 s.