Una última mañana para dedicar a Londres. Después de un desayuno conjunto, despedidas de quienes volvían a Madrid, de donde salimos. Pero yo vuelvo por la tarde a Zaragoza.
He decidido pasar la mañana en la Tate Modern. Hoy a las 10 horas se abría al público y hasta enero, una retrospectiva conjunta de los fotógrafos William Klein y Daido Moriyama. Dos fotógrafos con interesantes semejanzas, pero con personalidades propias muy diferenciadas. Bien. Como para volver varias veces a verla. Lo que no podrá ser.
Por el camino de ida y el de vuelta una caminata para recordar lugares por donde no habíamos pasado estos días. Sin entrar en nada. St Paul, Temple Church, …
En fin, se acabó. A ver cuando toca.