[Cine] Last Night in Soho (2021)

Cine

Last Night in Soho (2021; 75/20211205)

Por no quedarnos metidos en casa, dado el mal tiempo, seguimos refugiándonos en las salas de cine cuando tenemos ocasión. Y esta ha sido una película dirigida por Edward Wright, al que se le conocen algún largo entretenido, divertido o interesante, y protagonizada por dos de las actrices emergentes de moda en los tiempos que corren. Lo cual nos pareció suficiente, aunque el género de la película, el terror fantástico, no sea nuestro fuerte.

Londres, en las proximidades del Soho.

Eloise (Thomasin McKenzie) es una joven de nuestros días que vive en Inglaterra, en provincias, huérfana, vive con su abuela, que tras terminar el instituto se va a Londres para estudiar diseño de moda. Tras una mala experiencia en la residencia de estudiantes, se muda a una habitación en el Soho, donde empezará a tener visiones de otra joven de los años 60, Sandie (Anya Taylor-Joy), que aspiraba a ser cantante, pero acabó en las garras de un proxeneta (Matt Smith) y otras malas gentes. Las visiones acabaran por poner en riesgo el equilibrio mental de Eloise, que tiene el antecedente familiar de su madre, suicida cuando era una niña.

La película está bien hecha y el reparto, mayoritariamente británico, aunque McKenzie es neozelandesa, trabaja, como es habitual en los intérpretes de esa nacionalidad, con solvencia. Cierto es que el personaje principal, en una película de dos horas de duración pero que no tiene tanto que contar, acaba siendo un pelín cargante, porque las situaciones empiezan a ser relativamente repetitivas o previsibles.

La película carece de la originalidad de otras producciones de su direcciones, pero es razonablemente visible, especialmente si te va el género. Nos entretuvo… y le doy un aprobado. Pero dudo que perdure mucho tiempo en mi memoria.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Viajes] Londres en blanco y negro, años 90

Fotografía, Viajes

Tienen ya más de 25 años estas fotos realizadas con película negativa en blanco y negro en un frío pero soleado mes de diciembre de los años 90. Pero me quedaron bastante majetas. Los datos técnicos de las tomas los podéis encontrar en Historias de mi historia; en Londres con una Minox ML 35 e Ilford Delta 400.

Para quienes no estéis interesado en lo técnico, simplemente os dejo las fotos puestas.

[Libro] Luz de guerra

Literatura

De entrada decir, para dejar las cosas claras desde el principio, que este libro del canadiense, nacido en Sri-Lanka, Michael Ondaatje ha sido una de las sorpresas más agradables de lo que llevo de año de lectura. Ondaatje alcanzó cierta celebridad por ser el autor de la novela en la que se baso la película del mismo título, The English Patient, que arrasó en la ceremonia de entrega de los Oscar de marzo de 1997, y con razón. Pero su carrera es algo más que aquella novela puntual, como he podido comprobar en alguna ocasión. Y cuando hace poco leí que recientemente se había publicado la traducción de su última novela, decidí ponerme a ella.

Los canales navegables de Londres y que comunican la capital con sus alrededores, para el transporte de mercancías, legítimas o ilegítimas, tiene su importancia en la trama, y es lo que os traigo aquí.

Estamos ante una novela compleja. Difícil de adscribir a un género determinado. ¿Es un drama familiar? ¿Es una historia de transición de un adolescente hacia las complejidades del mundo adulto? ¿Es una de las mejores historias de espionaje que he leído en mi vida, y al mismo tiempo, alejada de todas las convenciones del género? ¿Es una crítica a unos modos de hacer y entender los servicios de inteligencia de los países desarrollados, específicamente el Reino Unido? O simplemente, todo ello al mismo tiempo.

En el momento en que al protagonista, narrador en primera persona de la historia, y a su hermana, de 14 y 16 años respectivamente, les comunican que sus padres se van durante un año a trabajar en Asia y que se quedan al cuidado de un amigo de la familia, les cambia la vida. Estamos en el principio de la posguerra mundial. En un Londres que sufre las cicatrices y las carencias derivadas del conflicto mundial. Donde el límite entre el bien y el mal se ha difuminado, en el que el de la clandestinidad patriótica y la criminal ha desaparecido. En ese ámbito, el joven protagonista descubrirá el mundo, las mujeres, el sexo, y acabará por despertar totalmente del mundo de la despreocupación en el trágico momento en que regresará su madre, iniciando una vida de adulta marcada por la incertidumbre de quienes son sus personas cercanas, de quién es el mismo.

Estamos ante una historia que nos da sorpresas, que evoluciona. Que cambia de género conforme su protagonista descubre el mundo. Estamos ante una novela en la que hay profundas reflexiones éticas, que toma partido ante el cinismo que conlleva la desaparición de esos límites entre lo adecuado y malvado, muchas veces por iniciativa de las propias estructuras públicas del estado que deberían velar por los valores de una sociedad que presume de haber combatido a la tiranía en nombre de la democracia. Hay drama, algún momento para el relajo humorístico y alguna que otra tragedia. Probablemente inevitables.

Una de las mejores obras de ficción que he leído este año. Una de las mejores novelas que he leído en general. Una demostración de la profundidad de los temas y del dominio de la prosa que tiene Ondaatje. No es la lectura más fácil en ocasiones, pero es de las más ricas. Totalmente recomendable.

[Cine] Phantom Thread (2017)

Cine

Phantom Thread (2017; 10/20180211)

Ver esta película era obligatorio. Acudir a la sala de cine con una onerosa sensación de fatalismo también. Su director, Paul Thomas Anderson, es uno de los más dotados realizadores cinematográficos de la actualidad. De las últimas décadas. Al mismo tiempo, pocas veces su cine me llega, me siento interesado por él. Por motivos que no acabo de entender, sus películas «me expulsan» y acabo viviendo con ellas una experiencia no del todo agradable. Nunca lo he sabido explicar. No me pasa con frecuencia, salvo en películas rematadamente malas, que no es el caso, ni de lejos. Me ha pasado también en varias ocasiones con Scorsese.

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Fotográficamente, pasearemos, como no podía ser de otra forma, por el Londres más posh y elitista… ugghhhh…

En esta ocasión, Anderson vuelve a contar con uno de sus actores favoritos, Daniel Day-Lewis, para dar vida al ficticio modisto de alta costura británico Reynolds Woodcock. Woodcock viste a lo más selecto de la sociedad londinense. También acuden a su taller aristócratas, e incluso miembros de la realeza, de toda Europa. Vive con su hermana Cyril (Lesley Manville), que es el genio que gestiona las cuestiones prácticas de la vida personal y profesional de Woodcock. Y eventualmente mantiene relaciones con mujeres que van y vienen de su vida, vida organizada meticulosamente en torno a una rigurosa rutina de costumbres y hábitos. Hasta que conoce a Alma (Vicky Krieps), una camarera a la que propone salir, con la que empieza una relación que poco a poco irá por derroteros inesperados. Porque Alma, enamorada, no se conforma con ser una más en la rutina de la vida de Woodcock.

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Maravillosa puesta en escena, impresionante diseño de producción, para una película de época situada cronológicamente en los grises pero elegantes años 50 londinenses. Además, un trío protagonista, Day-Lewis, Manville y Krieps, en estado de gracia absoluta en sus cualidades interpretativas. Todo ello para contarnos la historia de unos individuos… que nos importaban un rábano. Engreídos elitistas trasnochados, representantes de un mundo que sinceramente nos parece falso y trasnochado. Con lo cual, una vez más, me sentí expulsado de la película, y además, pronto. Todo ello en dos y diez minutos que se hacen prolijos para lo que cuenta. Un extraordinario esfuerzo creativo y artístico para un resultado que a mí me resulta mucho más vacío de lo que nos cuentan algunos críticos, de lo que nos quieren hacer creer.

Imposible decir que es una mala película, tiene demasiados elementos positivos,… pero a mí no me interesó casi nada. Apenas el cuarto final de la película vi elementos de la historia que explotados de otra forma podrían haber dado forma a una película apasionante. Una vez más, se mantiene el divorcio intelectual entre este director y mi humilde persona.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **

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[Cine] The Limehouse Golem (2017)

Cine

The Limehouse Golem (2017; 362017-1309)

Segunda película con director de nacionalidad española, Juan Carlos Medina, del que sé poco, porque no vi su primer largometraje y este es el segundo. He de confesar que esta película de claro sabor británico no me atraía demasiado. Aunque algunos elementos del reparto hacían sugerir que pudiera tener algún interés. No perderé mucho tiempo en su comentario, porque finalmente este interés ha sido relativo.

Carlos Carreter

Hoy nos daremos un tranquilo paseo por las calles y las librerías de Londres. Sin más.

En el burgo de Limehouse, en el East End londinense, unos años antes de que se pusieran «de moda» los asesinatos de Jack The Ripper, un misterioso asesino apodado por la población como el Gólem de Limehouse. Un gólem es en la mitología judía un ser hecho de barro u otros materiales que cobra vida. Un policía veterano, Kildare (Bill Nighy), especializado en robos, es llamado a resolver el caso, en el que otros tienen miedo de perder su reputación. Mientras, un hombre de negocios aparece muerto en su casa, siendo su esposa, Lizzie Cree (Olivia Cooke), antigua actriz de variedades, la principal sospechosa, especialmente tras las declaraciones de otra actriz, Aveline Ortega (María Valverde), con la que mantiene desde hace tiempo una sórdida competencia a diversos niveles.

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Basado en la novela Dan Leno and the Limehouse Golem del británico Peter Ackroyd, el film se nos plantea como una trama policiaca con tonos gore, que intenta rascar del ambiente sórdido de determinados barrios londinenses en la Inglaterra victoriana en la segunda mitad del siglo XX. Como el famoso destripador ya está muy manido, pues nos inventamos otro asesino en serie. La ambientación es de muy buen nivel, pero la trama se nos aparece confusa, incorrectamente planteada, llegando al final sin ganas de disfrutar de las sorpresas escondidas entre las revueltas del argumento.

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Cierto es que el trabajo de Nighy y Cooke son de buen nivel, son gente con oficio, y nos brindan los pocos momentos buenos de la película. María Valverde, insustancial. Una de esas actrices españolas que prometían mucho, pero cuya trayectoria no ha acabado de converme, incluso si eventualmente hacen algún trabajo apañado. Que después de todo se deja ver a ratos. Pocas sorpresas, sensación de déjà vu y convicción de haber asistido a un quiero y no puedo por parte del director.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

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[Cine] Su mejor historia (2016)

Cine

Su mejor historia (Their Finest, 2016; 312017-0108)

Aunque habíamos visto críticas favorables a esta película en algún sitio, este largometraje británico de la directora danesa Lone Scherfig estaba pasando bastante desapercibido en la cartelera del verano. A pesar de que es curiosamente adecuado para ver en tandem con la película bélica de moda que comenté hace unos días, como veremos dentro de poco. Aunque son dos películas tremendamente distintas. Scherfig tiene algún título bastante interesante en su filmografía, por lo que no era desdeñable como aliciente. Y además tenemos una protagonista,… especialmente atractiva para el público masculino. Pero que todavía le queda un poco por demostrar que es bastante más que un físico espectacular. No es que trabaje mal, pero para ser británica… pues está un poquito por debajo de la media. Es una cinematografía muy exigente…

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Londres, claro, en las fotos de hoy. No tan roto como en los tiempos del «blitz», pero igual de tradicional.

La historia nos lleva al Londres de 1940, en pleno blitz, Catrin Cole (Gemma Arterton) es una secretaria de una empresa de publicidad que elabora algunos textos de los anuncios. Y eso lleva a que le den la oportunidad de empezar a trabajar en los equipos de escritores que preparan los guiones para las películas propagandísticas de la época. El descubrimiento de una historia sobre unas hermanas que podrían haber participado con su barquito en el rescate de las tropas británicas en Dunkerque, hace que surja la idea para una película «basada» en «hechos reales» que encargan al equipo del guionista Tom Buckley (Sam Claflin) al que se incorpora Catrin para redactar los diálogos femeninos. Y nos sumergiremos de pleno en el rodaje de una película sobre la evacuación de Dunkerque (¿apreciamos ahora la oportunidad de ver las dos películas en tándem?).

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Película de factura correcta, muy académica, pero que funciona sin ningún problema, de forma amable, como comedia romántica, bastante divertida… hasta que unos giros de la historia que pocos en el patio de butacas esperaban provocan un cambio de género, y se convierta en un drama con un tono fundamental de reivindicación feminista, con el mensaje de que a veces tiene que hay que eliminar al hombre que bloquea las posibilidades de la mujer, por doloroso que eso sea, porque esta es capaz de salvar la situación, ya que es tan capaz o más que el hombre para hacer el trabajo que hay que hacer. Situación que se plantea tanto en la película, como en la película dentro de la película.

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Si el guion y la factura de la película, ya digo que muy académicos, funcionan bastante bien, la película consigue que el público se enganche definitivamente a la misma gracias al carisma y a la química entre los personajes. Gemma Arterton se muestra bastante sólida. Mucho más discreta que habitualmente a la hora de utilizar su tremendo atractivo femenino, realiza una interpretación convincente mostrando que efectivamente es una actriz que es más que una cara bonita y un cuerpo escultural, con capacidad para pasar dentro de una misma película de los momentos de relajo alegre y romántico, a las situaciones dramáticas. Pero el resto del reparto también luce a buen nivel, con un Bill Nighy en uno de esos papeles de comedia que tan bien se le dan, pero con otros personajes menos vistosos que aportan. Un ejemplo claro son las incisivas frases de Rachael Stirling, en su papel de ayudante de producción con tendencias lesbicas, que va marcando constantemente el auténtico sentido de la película, que como digo es la reivindicación femenina, y no la comedia romántica de la que se disfraza.

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Ya he comentado que esta película está pasando relativamente desapercibida, y sin embargo es una opción bastante interesante y respetable para introducir un poco de frescura en las tardes de verano. Con humor y drama sabiamente repartidos, reflexiona y emociona a partes iguales. No sé lo que durará en cartelera, pero a mi me parece recomendable.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Enterrado en vida

Literatura

Aunque estoy en estos momentos muy liado con el procesado de las fotografías de mi viaje a Canadá y con la elaboración del diario de viaje, no quiero dejar de lado los temas habituales de este Cuaderno de ruta, aunque sea en entradas breves. Y además tengo varios libros que comentar desde hace unas semanas. Así que voy a ver si voy sacando un poquito de tajo. Voy una curiosidad en forma de comedia de un autor británico de principios del siglo XX que era desconocido para mí.

Enterrado en vida
Arnold Bennett; traducido por Vicente Vera
Editorial Impedimenta, 2013
Edición electrónica

En esta entrada descansaremos de fotografías canadienses y nos trasladaremos a la antigua metrópoli de la América del Norte Británica. Londres, claro.

En esta entrada descansaremos de fotografías canadienses y nos trasladaremos a la antigua metrópoli de la América del Norte Británica. Londres, claro.

Priam Farll es un pintor egregio y reconocido mundialmente, y especialmente en su país, Inglaterra. Pero también tiene una timidez patológica. Un día, su criado Henry Leek, un caradura de tomo y lomo, muere. Y Farll, aterrado por tener que afrontar el hecho, se hace pasar por él. Resultado, es expulsado de su casa, Leek es enterrado como Farll en funeral de estado en Westminster, y conoce a una alegre viuda de Putney con la que acabará casándose. Pero semejante enredo no quedará ahí… especialmente el día que decida volver a coger los pinceles.

Estamos ante una simpática comedia inglesa de las que publica Impedimenta en sus cuidadas ediciones, que aunque no produce tanta hilaridad como se nos promete, la verdad es que nos hace pasar un rato agradable, nos mantiene con la sonrisa permanente en la boca y, de paso, arremete un poco, sin hacer demasiada sangre pero sin vacilar, contra la sociedad británica de la primera década del siglo XX y contra el mundo del arte en particular.

No es lo mejor que he leído en esta editorial, pero no está mal.

Al fin y al cabo, la capital británica es el escenario de las andanzas de Priam Farll y sus más o menos estrambóticos compañeros de andanzas.

Al fin y al cabo, la capital británica es el escenario de las andanzas de Priam Farll y sus más o menos estrambóticos compañeros de andanzas.

[Libro] Diario de un don nadie

Literatura

Sigo explorando lo que tienen que ofrecernos las editoriales que se dedican a libros menos habituales. Entre ellas está la Colección Otras Latitudes de Nórdica. Y en esta ocasión, visito a un escritor humorístico tardovictoriano, en lo que prometía ser una novela muy divertida. Vamos a ver en que ha quedado.

Diario de un don nadie
George Grossmith (texto) y Weedon Grossmith (ilustraciones); traducción de Íñigo Jáuregui
Colección Otras Latitudes, Nórdica Libros; Madrid, 2012
Edición electrónica

Tenemos ante nosotros una novelita cómica en forma de diario escrito por Mr. Pooter, empleado de una firma de la City londinense a finales del siglo XIX, y nos cuenta lo que le pasa a él, a su familia y a sus más o menos extravagantes amistades desde que se mudan a una nueva casita, muy pequeño burguesa, en un suburbio londinense, Holloway, hasta que Lupin, su hijo, les anuncia que se va a casar con una improbable pretendiente.

Ante nosotros no tenemos una historia propiamente dicha. Estamos ante una crítica sin paliativos de la acomodada y acomodaticia sociedad londinense de finales de la época victoriana. Anclados en un conservadurismo estéril, los autores representan en el inepto social que es Pooter y en sus amistades y parientes todos los defectos de esta sociedad. Eso sí, sin que las alternativas, más dinámicas, representadas por Lupin, Pooter hijo, representan valores éticos superiores.

El libro es divertido, pero a mí sólo consigue arrancarme alguna risa de vez en cuando. Supongo que me faltan referentes culturales para entender todas las ironías y coñas que se permiten los autores. En cualquier caso, ha sido una lectura entretenida. Y ahora, a otra cosa mariposa,… que al protagonista le gusta hacer chistes, pareados, juegos de palabras,… todos ellos absolutamente ridículos.

Esquina en Portobello Road

No he visitado Holloway, ni tengo fotografías de ese «borough» londinense, pero seguro que tiene «pubs» como «The Sun in Splendour» de Portobello Road.

[Fotos] Cuando uno se despista seleccionando fotografías

Fotografía personal

El pasado viernes recibí en casa el álbum de fotos de mi viaje a Londres (y algo más), que como viene siendo habitual realizo y compro a través de Blurb. Aunque quiero probar algo nuevo. Ya os hablaré de ello más adelante. El caso es que por otro proyectillo que llevo adelante, durante los ventosos y fríos días del fin de semana estuve revisando las fotografías del viaje. Y me dio mucha rabia. Me di cuenta que había unas cuantas de ellas en las que no había seleccionado para el libro la mejor foto. Que en este caso, las prisas hicieron que hiciese una selección mediocre de imágenes. Tiene dos defectos el libro. Que he puesto demasiadas fotos, y que en determinados ocasiones no he seleccionado adecuadamente la que debería haber puesto. ¡Y me da una rabia! Os dejo con algunas de las que deberían estar.

Aviso. No es que sean mejores o peores, o buenas en lo absoluto. Es que eran o me parcen más adecuadas. Bueno. Algunas sí que son mejores.

Entre las fotos nocturnas del entorno de King’s Cross esta es mejor que las seleccionadas, por la presencia de los dos jóvenes, y se me pasó.

Estuve buscando una fotografía del entorno de Portobello Road, como vista general, y no vi nada de interés. Esta podría haber cumplido perfectamente.

Esta imagen es representativa del ambiente de la biblioteca del Victoria & Albert Museum, y dice más que alguna otra de las que puse.

No está mal la fotografía que subí con las librerías de ocasión en el South Bank, pero esta aporta más contraste e información.

Este paisaje del Támesis con las gaviotas, tiene menos gaviotas, es menos espectacular, pero en general está más equilibrado en su composición que el seleccionado para el álbum.

De entre todas las fotos de la sosa «performance» de la gente de Tino Sehgal en la Tate Modern, ahora estoy convencido que esta es de las que mejor aspecto tiene. Y mejor tratada está.

A pesar de la espectacularidad de la nave central de la catedral de Canterbury, no obtuve buenas imágenes de la misma, por no encontrar anclajes visuales buenos en el primer plano. Curiosamente, esta fotografía que deja la nave como en un plano secundario, funciona razonablemente bien y no la consideré.

El paseo en Margate, con una luz otoñal suave, estuvo lleno de oportunidades fotográficas. La fotografía que seleccioné de estas coloridas casas está bien en sus geometrías, pero carece del elemento humano que esta sí que tiene.

Estuve dando muchas vueltas en torno a las imágenes de esta torre con reloj en el puerto de Margate. Y no seleccioné ninguna. Esta sin embargo ahora me parece con posibles, salvo el punto oscuro que rompe la regularidad de la base. Que haciendo un poco de trampa se puede eliminar. También podría reconsiderar el equilibrio del color. Quizá en tonos más fríos. Se estaba haciendo de noche.

También en Margate quise contrastar la armonía de sus edificios más tradicionales con el horror urbanístico de algunas moles. Al final no me convenció ninguna, pero esta no funciona mal del todo.

No me preocupó mucho el patio del British Museum. Ni la luz, ni la afluencia de gente permitían en el breve intervalo de tiempo que tardamos en atravesarlo, mejorar fotos que tengo de algún viaje anterior. Pero puestos a escoger una, debería haber tirado de las geometrías de la que hoy traigo aquí. Que tampoco es una cosa del otro mundo, pero me convence más ahora que la elegida. O simplemente haber ignorado el lugar.

La alegre y erotico-festiva tienda de la esquina opuesta a Foyles me llamó la atención y le hice varias fotografías. Luego tan apenas me gustó ninguna, pero ahora esta la veo con un equilibro aceptable gracias a la vespa del primer palano y a la presencia humana.

Entre las ardillas de St James’s Park, esta está menos nítida, pero el movimiento le otorga dinamismo a la fotografía.

La nocturna del Palace Theatre con los carteles de «Singin’ in the Rain» que va en el álbum me gusta. Pero el contraste de los colores los colores complementarios, azul y amarillo, merecería tal vez una oportunidad.

[Fotos] Westbrook Bay

Fotografía personal

En Weather.com anuncian bajadas de temperaturas importantes. Máximas en Zaragoza de 13ºC. Mínimas de 3ºC. Son las 9:23 de la mañana y estamos a 14ºC. Hoy va a ser un día raro. Lo presiento. Hay muchos otros pequeños indicios. Espero que sea raro pero bien. No raro pero mal. Eso no lo puedo definir todavía. En cualquier casos, no me voy a poner ahora a escribir de cosas de las que no tengo ganas.

Ayer tonteé con mi versión de escritorio de Snapseed. Otra forma de tratar las fotos. Es divertido. Pero las fotos tratadas de estas formas, en plan lo que llaman lo-fi, baja fidelidad, me cansan enseguida. No obstante, os dejo unas cuantas del paseo de hace tres semanas por Westbrook Bay, en Margate. Que os sea leve.


[Fotografía] Exposiciones en Londres; muchos fotógrafos, y muy diversos

Fotografía

Dos semanas después de volver de las minivacaciones en Londres, encuentro una ocasión para reunir en una entrada un comentario sobre las exposiciones de fotografía que visité durante esos días. Espero no olvidar nada. En orden de visita.

Victoria & Albert Museum Photographs Gallery, Room 100: Había oído hablar de la apertura en 2011 de una nueva galería dedicada a la fotografía en este museo dedicado a las artes decorativas. Así que nos metimos a verla. El museo es gratis. La verdad es que no está mal, pero su contenido es limitado. Creo que la fotografía merece un poco más de espacio, de una forma u otra, en los museos de arte moderno o contemporáneo. Cuanto menos, si seguís el enlace anterior, podréis comprobar que la web de lmuseo sí que le dedica espacio y tiempo a la fotografía.

Nick Briggs en The Classic Camera: Esta tienda especializada en Leica, aunque tiene alguna otra cosa, especialmente en el campo de las compactas con objetivos intercambiables, presentaba en sus paredes una colección de fotografías de este autor especializado en la fotografía fija de las series de época de la BBC. Algunas de ellas son o han sido comentadas en las entradas dedicadas a televisión, como Downton AbbeyGreat Expectations, o Parade’s End, y otras famosas producciones de otras televisiones como Game of Thrones. Pues nada. Que además de ser muy buen fotógrafo, te lo pasas pipa viendo las fotos, claro. Y si no daros una vuelta por su página web que os he enlazado antes.

Parque Grande, tras la lluvia

Pues no. No voy a poner más fotos del viaje. El domingo pasado aproveché la lluvia recién caída para dar un paseo por el Parque Grande, con los verdes de la vegetación bien saturados por el agua.

Cecil Beaton, Theatre of War en el Imperial War Museum: Una de las exposiciones estrella que visité. Conocía la obra de Beaton relacionada con la moda y el mundo de la escena posterior a la Segunda Guerra Mundial. Pero no sabía su historia previa. Dedicado a la fotografía por no triunfar en sus años jóvenes en el mundo del espectáculo, unas declaraciones antisemitas a finales de los años treinta le hicieron caer en desgracia. Para rehabilitarse, durante el conflicto bélico se ofreció al Ministerio de Información para documentar el esfuerzo de guerra británico. Estuvo en Londres durante el blitz, y viajó a Egipto y a China. Además de colaborar en el diseño artístico y de vestuario de películas que se hicieron en esa época. Y queda demostrado que realmente era un fotógrafo muy dotado, muy elegante, y con una capacidad estética impresionante, no importa el tema y el medio. Mereció mucho la pena de meterse en un museo lleno de cosas de matar.

Elliot Erwitt en Chris Beetles Fine Photographs: Las galerías de arte están para vender. Y esta exposición hay que considerarla más como un escaparate para las obras en ventas de Erwitt que un evento cultural. Pero se trata de una selección de las más divertidas fotografías de este interesante fotógrafo americano, nacido en París.

Parque Grande, tras la lluvia

El otoño ha avanzado lentamente este año, y las hojas están predominantemente verdes; los ocres apenas destacan todavía.

Everything Was Moving: Photography from de 60s and 70s en Barbican Centre: Otra de las exposiciones estrella del viaje. Una colectiva de la fotografía documental y fotoperiodismo de esas dos turbulentas décadas. La página oficial nos habla de 12 figuras claves como fueron Bruce Davidson, William EgglestonDavid Goldblatt, Graciela Iturbide, Boris Mikhailov, Sigmar Polke, Malick Sidibé, Shomei Tomatsu y Li Zhensheng, así como innovadores que desgraciademaente murieron prematuramente como Ernest ColeRaghubir Singh y Larry Burrows. Los que más me llamaron la atención:

Algo que ya había visto, aquí en Zaragoza, y más extenso. La revolución cultura en una provincia china tal y como la vio Li Zhensheng.

Las fotografías de guerra en el sudeste asiático de Larry Burrows.

La visión del Japón de posguerra de Shomei Tomatsu.

El colorido de las fotografías de Raghubir Singh en la India de la época. Me encantó la fotografía Moonson Rains de 1967.

Los retratos de William Egleston.

Pero esta preferencia que señalo es mi preferencia personal, porque en el resto había igualmente calidad por arrobas, como los conocedores del medio deducirán de los nombres presentes.

Parque Grande, tras la lluvia

Poca gente por el parque paseando, indudablemente por miedo a la lluvia y la humedad; aunque al final de mi recorrido el tiempo se fue aclarando.

William Klein + Daido Moriyama en la Tate Modern: No es la única fotografía que vimos en este museo de arte contemporáneo. Obras fotográficas se encuentran dispersas por las salas temáticas de la exposición permanente. Pero realmente esta es la tercera, y probablemente más llamativa, de las tres grandes exposiciones que visité. Tanto Klein como Moriyama son dos fotógrafos muy personales, que han aportado originalidad y creatividad a la fotografía de ambientes cotidianos, de la calle, de los entornos urbanos, aunque también con introspección y con reflexión personal.

Y con esta entrada, termino de una vez la narración de mis andanzas por la capital británica (y algo más). Cuyo diario de viaje completo podéis ver y leer. Curiosamente, mientras escribía esta entrada me he interrumpido porque me ha llegado mi copia en papel del álbum de fotografías del viaje. Que pasaré ahora a revisar cuidadosamente.

Parque Grande, tras la lluvia

Y el Huerva, con sus aguas de color chocolate, como es característico de los sedimentos que arrastra cuando las lluvias son intensas.

[Fotografía] Tiendas relacionadas con la fotografía en Londres

Fotografía

Ya he comentado en otros sitios que en mis recientes vacaciones en Londres, lo de hacer turismo era una cuestión secundaria. Con cuatro estancias previas en la capital británica, ya tengo una idea bastante amplia de las atracciones habituales de la gran urbe a orillas del Támesis. Pero lo que es cierto es que en Londres nunca faltan eventos relacionados con las artes y la cultura, y que viene bien aprovechar las estancias para asistir a algunos de ellos, según los intereses de cada uno. Hago aquí una recopilación de los relacionados con la fotografía, que ya he ido comentando de forma dispersa en el diario de viaje. Esta entrada de hoy la dedicaré a las tiendas.

Hablar de tiendas relacionadas con la fotografía  en Londres exige un esfuerzo que está mucho más allá de mis modestas posibilidades, pues tal es la cantidad y variedad de las que hay. Pero sí que hablaré de algunas que visitamos. Para comprar o como curiosidad.

Chismes fotográficos, cámaras y otros objetos relacionados:

Portobello Market: El célebre mercadillo de antigüedades de los sábados, tiene algunos puestos en los que se dedican a la venta de cámaras antiguas o de segunda mano. Como ya sabréis los que hayáis seguido entradas anteriores, allí compré una cámara de los años 40 del siglo XX, la Zeiss Ikon Ikonta b (521/16). En este tipo de puestos, te tienes que fiar del vendedor si te dice que la cámara está bien y funciona. Hay algunas cosas que puedes hacer. Abrir la tapa del compartimento de película, accionar el obturador y comprobar que se abre y se cierra, accionar las distintas palancas o mandos mecánicos y comprobar que las cosas que se tienen que mover se mueven, etcétera. Pero siempre hay riesgos. Especialmente, cuando las cosas son muy baratas. Yo recomendaría que si vais a comprar algo, que sea en alguno de los puestos que se dedican en exclusiva a las cámaras fotográficas y no en los polivalentes. Pero bueno… la intuición de cada cual influye mucho.

Estantes con cámaras antiguas en Portobello Road.

The Classic Camera: Establecimiento dedicado a Leica tanto en material nuevo como de segunda mano. Se encuentra en Pied Bull Yard, en Bury Place, calle que se sitúa en frente del British Museum. Curiosee en la zona de segunda mano, por ver si había algún objetivo curioso y sin un precio demencial, que pudiese ser utilizado con adaptador en mis micro cuatro tercios. Pero no vi nada interesante. Hay que decir que también tienen marcas compatibles con Leica (Voigtländer, etcétera). Antaño les compré alguna cosa por correo. En concreto un Voigtländer Color-Skopar 25/4 para rosca de Leica, y el adaptador correspondiente para bayoneta Leica M.

York Cameras LTD.: También en Bury Place, tiene un amplio surtido de cámaras de segunda mano, tanto para película como digitales. Curioseamos sin más.

Camera City: A pocos metros de la anterior, en la esquina con Little Russell Street. Es taller de reparación de cámaras y venta de segunda mano. Prácticamente de forma exclusiva, para película fotoquímica. Estuvimos mirando algunas de formato medio por curiosidad, e indagando la posibilidad de conseguir algunos accesorios para mi Yashica Mat 124G.

Aperture UK Camera Cafe: Muy cerca también, en Museum Street, encontramos este curioso establecimiento, en el que además de tienda de material fotográfico, es un café donde tomarse un refrigerio, y con un excelente acceso a internet para clientes. Aunque curioseamos en las estantería, dado que estaba lloviendo, y la mañana era desapacible, aquí nos centramos más en el apartado de calentarnos y descansar que en el fotográfico. Pero bueno…

Leica Store Mayfair: La famosa, prestigiosa y carísima marca alemana tiene una tienda exclusiva en el barrio de Mayfair, en Bruton Place, bocacalle de Berkeley Square. Puesto que comprar algo aquí estaba fuera de cuestión, decidimos no obstante tener la experiencia y ver cómo te tratan. Así que fingimos estar interesados. Así como en las películas vemos como los policías juegan al juego del «poli bueno – poli malo» con los presuntos delincuentes, nos presentamos como una pareja de posibles compradores «señora enterada – señor despistado-no-entiendo-porque-todo-es-tan-caro». La verdad es que nos atendieron con esmero y cuidada cortesía. Pero no nos dio la impresión de que el «asesor de ventas» tuviera un elevado grado de conocimientos.

Discreta entrada a Claire de Roue Books en Charing Cross Road.

Librerías

Por comodidad o conveniencia, lo cierto es que una gran parte de los libros que compramos proceden de Foyles, la excelente y completísima librería generalista de Charing Cross Road, o de la librería de la Tate Modern Gallery, que es una gozada en lo que se refiere a libros relacionados con el arte y otros caprichos. Pero visitamos alguna otra librería especializada en fotografía o en el mundo del arte con buen surtido de libros de fotografía.

Claire de Rouen Books: En Charing Cross Road también, una calle con abundancia de librerías. No hay que equivocarse. O sí, allá cada cual. Al lado hay una sex-shop con libros también que también ostenta el cartel de Claire de Rouen, y también hay una galería de arte. Para ir a la tienda especializada hay que trepar por una estrecha escalera a la que se entra por una discreta puerta, y subir al primer piso. No es grande, pero está especializada en fotografía y moda.

Koenig Books: Yo conocí mi primera librería Walther König en la Burgstrasse de Berlín. Y me quedé abrumado por la variedad y calidad de los libros de arte a la venta, con una importante sección de fotografía. Y no debe ser la más importante de la cadena. No sé. El caso es que también tiene una tienda, más pequeña, interesante de visitar en Charing Cross Road. Y también tiene su correspondiente sección de fotografía. Gestionan también la librería de la Serpentine Gallery, que también visitamos.

Artwords Bookshop: Situada en la animada Rivington Street, en una zona de Londres que está conociendo un auge cultural y social en Shoreditch, que muchos consideran parte del East End londinense.

Rivington Street, muy calmada a primeras horas de la tarde; supongo, por los establecimientos que se veían, que se animará unas horas más tarde.