[Libro] Silencio en Milán

Literatura

Supongo que escogí este librito de relatos por dos motivos. Primero porque era breve, y tenía ganas de desbloquear mi sequía lectora. Como me pasa en otras ocasiones, no es que no lea. Es que leo cosas muy diversas, pero no me engancho a libros enteros, de ficción o ensayo. Y eso me sabe malo. Segundo, porque es lo primero que leo que yo recuerde que transcurre en Milán, una ciudad a la que tengo mucho cariño, por motivos que no vienen aquí a cuento. Bueno. El caso es que aquí va lo que me ha parecido.

Silencio en Milán
Anna Maria Ortese (traducción de César Palma)
Editorial Minúscula, colección Paisajes Narrados; Barcelona, 2012
ISBN: 9788495587879

En los tejados de la catedral

Vistas desde los tejados de la celebrada catedral de Milán.

Este es un libro de relatos. Siete relatos. Estamos en la Milán de los años 50. Los años del neorrealismo italiano, que de alguna forma se transmite a la forma literaria del libro. Y estamos, de acuerdo con el nombre de la colección a la que pertenece, ante una serie de paisajes narrados. La estación de noche, un internado para adolescentes, los clubes nocturnos, los barrios de la ciudad, una mudanza,… Paisajes y ambientes de la ciudad, pero sobre todo paisajes humanos. Casi, un estado de ánimo. La visión de la ciudad es básicamente pesimista. Es una ciudad que abruma a quien la vive, a quien la recorre. Es una ciudad gris. Es una ciudad desesperanzada. Es una ciudad que vive de recuerdos de un pasado mejor.

Piazza Cordusio

Ajetreo de tranvías y gentes en la céntrica «piazza» Cordusio.

Y aquí viene mi problema con este libro. La Milán que yo he vivido y que tengo en mi memoria, la de la primera década del siglo XXI, la de mis vivencias, es una ciudad divertida, luminosa, con alegres tranvías, bulliciosa, con animación, con encuentros y con calor humano. Por lo que me ha costado mucho entrar en estos relatos que reconozco que están bien escritos, y que tienen profundidad en el análisis de unos ambientes y unas situaciones. Pero no me ha resultado cómoda su lectura. No he conseguido obviar mis recuerdos y mis sensaciones de las que nos quiere transmitir Ortese, y ha sido una lectura forzada continuamente. Dijéramos que me he obligado a terminar un libro, que normalmente me lo tendría que haber merendado en un par de días y me ha costado dos semanas. Pero que mi subjetividad no tire hacia atrás a nadie, tal vez a otros puede interesar. No me cabe la menor duda.

Milano Centrale

El primero de los relatos, y el que más me ha gustado a mí, trata integramente en la estación Milano-Centrale; pero nada que ver con mis vivencias de esta animada estación.

[Televisión] Cosas de series; adiós a los zombis y a Hunted, y sólo hasta luego para Downton Abbey

Televisión

En primer lugar, la semana pasada decidí retirar de mi cartelera televisiva a The Walking Dead. Es sorprendente que haya visto enteras dos temporadas de una serie que, por bien hecha que esté, pertenece a un género que nunca me ha llamado la atención. Y eso que yo, siendo muy joven me merendé La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead), la original, la de 1968, en el Cinema Elíseos de Zaragoza cuando era cine de arte y ensayo. No recuerdo que año la vi. Según lo que he encontrado por ahí, en España se estrenó en 1970. Pero yo era ya un adolescente cuando la vi. O sea que más tarde.

El caso es que el género del terror y la charcutería fresca nunca me ha enganchado. Sin embargo, sí que me estaba gustando la serie. El chabisque sanguinolento se dosificó con cuidado en las dos primeras temporadas, así como la violencia, de la que obviamente la serie no puede estar exenta. Pero se repartió sabiamente en los distintos episodio y en los momentos oportunos. En esta tercera temporada todo ha cambiado. Podría cambiar el título de la serie a Los revientasesos. Y ale gore. Y mucha, mucha violencia… Esto ya no es lo mío. A mí me gustaban cuando pasaban cosas distintas, provocadas por la apocalíptica situación, pero que enriquecieran los personajes,… que ahora están más bien simplones. Pero si hasta la guapa Maggie (Lauren Cohan) me sale hecha una zarrapastrosa. Donde iremos a parar. Ya me contaréis como termina.

St Katharine's Docks

St Katharine’s Docks, Londres; uno de los malos de «Hunted» se hace rico especulando sobre el terreno de los muelles de Londres. También tengo la impresión de que algunas escenas de «Call the Midwife», una serie que ya comenté, y que me gustó, pueden haber estado rodadas por aquí.

Y mira por donde, me entero hace unos días que Downton Abbey, que yo pensaba que estaba finiquitada, a falta del episodio de navidad, pues no. Que el año que viene vuelve con una cuarta temporada. Pero si me han ido cerrando tramas a toda marcha. O vuelven a abrir nuevas tramas en el especial navideño, o se inventan una serie casi nueva, o quizá le den una oportunidad a la pobre Edith (Laura Carmichael), que hasta el momento la tienen mártir a la pobre. En fin. Yo, que me he vuelto un marujo de mucho cuidado, me alegro de la noticia.

Y se ha terminado la primera temporada de Hunted. Quizá debiera decir que ha terminado la serie. Porque no está claro su regreso. Esta serie de espías de la BBC no ha estado a la altura que se esperaba. Si el comienzo no fue brillante, por lo menos prometía. Pero finalmente no han sacado todo el partido que se le podía sacar a la historia quedando bastante banal. Pero bueno, las ha habido peores, con otros orígenes.

Junto a la estación

Bucólicos arrabales de Canterbury, que me recuerdan al pueblecito cerca de «Downton Abbey».

[Fotografía] De mi Leica que no sé lo que cuesta ahora, de la que cuesta 2 millones de dólares y de Eugeni Forcano, premio nacional de fotografía

Fotografía

Ya os contaba el domingo que el sábado reactivé mi Leica IIIf, que había estado decorando una vitrina de mi casa los últimos nueve años. Es una monada de cámara. Y si te acostumbras a ella, una delicia de usar. Pero lo digital es tan conveniente, que estos años me ha dado pereza usarla. Pero nada, le puse un carrete de Ilford XP2 Super y salí a pasear con ella para ver que tal se daba. Salvo la imagen que os pongo a continuación que está tomada con una ckenámara digital, el resto de las fotografías del artículo se las debemos a mi Leica.

Leica IIIf

Mi Leica IIIf con el Leitz Elmar 5 cm f/3,5. Este objetivo se caracteriza por un centro con buena nitidez y la suavidad en el contraste y el detalle en las esquinas. También por ser retractil. Lo que quiere decir que si no lo despliegas por completo, las fotos salen muy desenfocadas. Me ha pasado con varias.

Y mira por donde, que estas cámaras se siguen vendiendo por un pico. Una similar a la mía, se vende en estos momentos en la vienesa Leica Shop por algo menos de 600 euros. Pero claro, esta gente austriaca también regentan una casa de subastas, que el pasado fin de semana vendió una Leica M3D que perteneció al fotógrafo de la revista Life David Douglas Duncan, por la friolera de 1.680.000 euros. El precio de salida era de 150.000 euros. Es el segundo precio más alto pagado nunca por una cámara. Y creo que es el más alto pagado por una cámara que no pertenece a una serie especial, sino que viene de la producción estándar de la fábrica.

Por el Parque Grande

Vista desde el Cabezo Buenavista, en el Parque Grande de Zaragoza.

En The Atlantic Wire nos hablan de esta noticia, y además nos enseñan algunas de las fotografías que fueron tomadas por Duncan con esta cámara. En realidad no es una cámara de serie propiamente dicha, ya que venía con una serie de variaciones diseñadas y solicitadas por el fotógrafo. Con carácter general, la Leica M3 se considera una de las cámara más importantes de la historia de la fotografía. El siempre exagerado Ken Rockwell la viene a considerar como la mejor cámara de todos los tiempos. Aunque también le gusta mi IIIf. La M3 es totalmente mecánica. Ni siquiera lleva fotómetro. Bueno, Cartier-Bresson hizo muchas de sus fotografías con un equipo no muy distinto del mío.

Por el Parque Grande

El Batallador… las bandas horizontales que se ven en la foto no aparecen en el negativo; habrá que achacarlas al escaneado en tienda. En cuanto pueda, la escaneo yo en mi equipo.

Desconozco con qué camaras fotografiará Eugeni Forcano, un veteranísimo fotógrafo que acaba de ser galardonado por el Premio Nacional de Fotografía, otorgado por el ministerio responsable de la cultura en el gobierno español. Como los ministerios cambian de nombre constantemente, pues como se llame ahora. En años atrás, los sabios de la cosa fotográfica en este país se han manifestado con frecuencia críticos con los fallos de este premio, pero este año da la sensación que este fotógrafo, menos conocido que otros premiados estos años atrás, ha suscitado más acuerdo. Yo lo conocía muy poco. Y he dedicado un tiempo a curiosear por ahí.

Reconozco que las imágenes de reportaje, en blanco y negro, de los años 60 y principios de los 70 me gustan mucho. Y las fotografías de moda, también de la época, están muy bien, son muy divertidas, muy yeyés. El trabajo más experimental posterior me dice menos. En cualquier caso, que cada cual saque sus propias conclusiones. No obstante, no está de más leer lo que opinan otros más sabios que yo, como Rafael Roa.

Yo sigo mostrándoos mis patéticos intentos con la Leica IIIf que demuestran que lo importante es lo que está detrás de la cámara y no la cámara… Y en este caso, detrás de la cámara estaba mi dura cabezota con sus limitaciones. Aunque la mona se vista de seda…

Por el Parque Grande

Entre los pinares del Parque Grande. Hubiera jurado que estaban los dos de pie cuando tomé la foto.

Por el Parque Grande

Poca gente paseando en la mañana de niebla otoñal.

Por el Parque Grande

Probando un poco cómo se desenvuelve el Elmar en relativa cercanía; no tiene una distancia mínima de enfoque muy favorable… un metro.

[Cine] Skyfall (2012)

Cine

Skyfall (2012), 25 de noviembre de 2012.

No me extenderé mucho en este comentario. Hace entre 10 y 12 años, era frecuente que mi forma de ir al cine fuera quedar con un grupo de gente muy variada, e ir a las matinales de los domingos de los multicines de los grandes centros comerciales. Era divertido por el chocolate con churro previos, por la juerguecilla de la compañía, y por los aperitivos de después que nos ahorraban la comida. Pero me trague muchos bodrios cinematográficos. Cambié de compañías y costumbres, y algo mejoró la cosa. Aunque perdiese otros beneficios intangibles. Este domingo recuperamos aquellas viejas costumbres, y lo hicimos yendo a ver una de 007, que no es precisamente uno de mis personajes cinematográficos favoritos. Pero bueno, era volver a ver a alguna gente, decían las críticas que era uno de los mejores 007, es el 50º aniversario del personaje en el cine, y la película la dirige Sam Mendes, director poco prolífico pero a quien le debemos alguna joya del cine reciente.

La historia es un poco lo de siempre. Tras un comienzo con mucha acción en el que Bond (Daniel Craig) acaba recibiendo un balazo de fuego «amigo», Eve (Naomie Harris), hasta el punto que se le da por muerto, pues no porque si no se acabaría la película, y hay que ir a por el malo malísimo malo que está detrás del asunto. El asunto que sea, que eso no son más que mcguffins diversos como excusa para la acción. En este caso el malo malísimo malo, Silva (Javier Bardem), no quiere dominar al mundo sino acabar con M (Judi Dench), porque algo le habrá hecho en el pasado. Y entonces hay varios momentos de acción, y un final más o menos pirotécnico.

Yo, lo siento, pero por mucho que diga que esta era especial y más profunda, he visto que era más de lo mismo. Y además a ratos me he aburrido. Y que todo es una excusa para que en próximas películas haya una renovación parcial de reparto, porque parece que Craig seguirá un tiempo con el papel. Lo cierto es que estas historias me dicen muy poco.

El reparto me parece que está flojo en general, sin llegar a la catástrofe ni mucho menos. Simplemente, moviéndose en la medianía. La versión que hemos visto era doblada al castellano, y de las pocas féminas que salen, que cada vez son más discretas y menos importantes las chicas bond, pues la que hace de Sévérine (Bérénice Marlohe) sufre un lamentable acento que hace que el personaje sea aborrecible y estás esperando a ver si la apiolan. Sólo por no oírla.

En fin. Película sólo apta para incondicionales del personaje, y aficionados al cine palomitero en general. El resto, que vean Casablanca, como recomendé ayer.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **
Támesis

La central del servicio secreto británico está a orillas del Támesis, pero no cerca de Embankment que creo que se ve al fondo en la foto, y donde hay follón en la película que nos ocupa hoy, sino en Vauxhall, aguas arriba del río.

[Cine – aniversario y obituario] Casablanca y Tony Leblanc

Cine

Hace un año por estas fechas, celebraba con una extensa entrada el aniversario 70º menos 1 de una mis películas favoritasCasablanca. Este año, hoy, sí que es el 70º aniversario de la première del título que tanto ha hecho soñar con romances, aventuras, intrigas y gestos heroicos. Lo he celebrado volviendo a ver la película ayer por la noche. Lo hago al menos una vez al año. También lo explicaba en la entrada del año pasado. Como sucede con otros títulos emblemáticos del cine que están en mi filmoteca particular.

Desde hace décadas se habla de posibles secuelas de la película. Se planificó una, Brazzaville, que hubiese seguido las aventuras de RickRenault en la resistencia contra el nazismo en África, pero no cuajó. También se especuló con otra película que permitiese el reencuentro de RickIlsa, y el romántico final feliz que a muchos nos hubiera gustado… pero no de forma seria. Siempre más en el terreno de los rumores sin fundamento que otra cosa. Sí que ha habido nuevas versiones, más o menos encubiertas de la historia, cambiando los entornos, las épocas, los protagonistas, incluso el sexo de los personajes. En general, pasaron a la historia del cine con más pena que gloria. Y en esta época de remakes continuos, todos estamos temblando ante la posibilidad de que le llegue el turno a esta historia universal. Espero que nunca llegue a producirse tamaño dislate.

Así que nada, celebremos el aniversario del filme, así como el 71º, el 72º, el 73º,… y muchos, muchos más.

La Torre Eiffel desde la línea 6 del metro a su paso por el puente de Bir-Hakeim

La Torre Eiffel desde la línea 6 del metro de la capital gala a su paso por el puente de Bir-Hakeim; ya sabéis,… «siempre nos quedará París»… Ojalá cada cual tuviera su «parís» en esta vida,… aunque su «parís» estuviese en Sevilla, en Barcelona, en la calle Oros de Zaragoza, en un pueblecito de La Rioja de cuyo nombre no quiero acordarme,..

Más de una vez se ha dicho que las gentes del mundo del cine no se van al otro barrio solas. Y José Luis Borau ha decidido llevarse un divertido acompañante. Nada más y nada menos que Tony Leblanc (1922 – 2012) que se ha ido a contar sus historias a ese paraíso del séptimo arte, el único que considero que puede haber. A Tony Leblanc le pasa desde mi punto de vista lo que a muchos intérpretes, directores, guionistas, artistas en general que tuvieron que vivir en España durante la dictadura y la transición. Eran capaces de pequeñas, o incluso grandes, genialidades, pero a su vez participaban en las casposidades hispánicas que tan frecuentes han sido en este rincón del planeta. Leblanc era un artista polivalente, y no vivía sólo del cine. En una época fue asiduo como humorista de la mejor televisión de España, la única. Con sus Kid Tarao, o Cristobalito Gazmoño, y tantos otros personajes o situaciones. Siempre recordaré aquel punto de genialidad surrealista, cuando anunció que iba a la tele a hacer algo que nunca se había visto, salió al escenario, con un instrumento de percusión, y una funda de guitarra de la que sacó un manzana,… y se la comió. Poco más. Buscarlo por Youtube que estará.

Procuraré recordarle en lo que de genial tuvo. Y en lo casposo,… pues que se le va a hacer. Lo tendremos que asumir. Forma parte de nuestro pasado. Y muy nuestro que es, nos guste o no. Incluse puede que lo tengamos con nosotros todavía… Qué pena. Y los leblancs nos dejan…

Atardecer sobre la laguna Veneta

… o en Venecia. A alguno puede que nos quede nuestro «parís» en un atardecer en la laguna Veneta.

[Fotografía] Recomendaciones semanales; encontrado en internet

Fotografía

Creo que mi selección de este sábado ha quedado un poco orientada a los aparatos fotográficos… No sé. Debo estar imbuido porque últimamente estoy desempolvando mis estanterías para usar viejos aparatos de tecnología aparentemente en decadencia. En concreto, ayer puse en marcha la Leica IIIf, con su objetivo estándar el Elmar 5 cm f/3,5. Claro, como hay que llevar a revelar y esas cosas, hasta dentro de unos días no podremos ver las fotos. En cualquier caso, me llevé como «fotómetro» la Panasonic Lumix GF1 con la «tapita» de Olympus, y la entrada de hoy la ilustro con fotos tomadas con este discreto artilugio.

Leica IIIf

Hay que reconocer que la Leica IIIf es una cámara bonita. Y una vez que te vas acostumbrando, más rápida de usar de lo que pensaba. Es preciso recuperar viejos reflejos abandonados por las comodidades que la técnica nos proporciona.

Ya que estamos con Leica, no son pocos los que se hacen con estas cámaras por un interés fetichista, coleccionista. Y aparatos que son una maravilla de usar para hacer fotos, quedan confinados en una vitrina, en pristino estado, y sin cumplir su misión. No es el caso de Blake Andrews, que no tiene inconveniente en mostrarnos el baqueteado estado de su M6. Que a pesar de todo le funciona sin mayores problemas. A la vista de los «dymos» de la base de su cámara, nos queda la duda de si a este estado ha llegado haciendo fotos o machacando cabezas de fascistas. Seguro que es por las fotos, seguro que no es de las personas que se ponen al nivel de los violentos.

En la parte moderna de la tecnología, esta semana hemos lamentado como nos informaban en distintos medios la muerte de Bryce Bayer, científico de Kodak que desarrolló la pauta Bayer para la fotografía digital en color. Es un sistema que no voy a explicar aquí, pero que funciona en casi todas las cámaras fotográficas comerciales digitales.

En las escaleras del Batallador

En cuanto a la «tapita» (Body Cap Lens) de Olympus, mi ejemplar se sigue mostrando flojo en su nitidez de los planos generales, aunque con un poco de trabajo en el Lightroom se obtienen resultados aceptables.

En las escaleras del Batallador

Sin embargo, en las distancias cortas, se comporta.

En las escaleras del Batallador

O incluso en las distancias medias, como se pone de manifiesto en estas fotografías en las escaleras del Batallador en el Parque Grande de Zaragoza.

Y de la moderna tecnología digital, pasamos a los procesos más antiguos. Y así, en The Online Photographer nos presentan a Harry Taylor, un fotógrafo que utiliza el antiguo proceso del ferrotipo para obtener sus fotografías. Y además han hecho una bonita película que se ve en Vimeo.

En Le Journal de la Photographie aparecían fotografías de la serie Amoureux de Renée Jacobs, bellos y sensuales desnudos tomados con película Polaroid en hojas de 4 x 5 pulgadas (aprox 10 x 13 cm). Ya había visto imágenes de esta serie en la revista dedicada a la fotografía en blanco y negro Adore Noir, descargable pero no gratuita. Así que ya veis que hoy tenemos una gran variedad de procesos y resultados.

Vamos ahora con paisajes de diverso tipo:

En Feature Shoot nos han hablado de la serie de idílicos paisajes árticos de la británica Lottie Davies. Los paisajes nórdicos, cuando las circunstancias se dan, tienen una luz muy especial, y un ambiente entre lo paradisiaco y lo desolado. Y está muy bien reflejado en esta serie. A mí cada vez me atrae más esta parte del mundo.

En alguna ocasión he hablado de la potencial influencia del pintor Edward Hopper en la fotografía. Según nos cuentan en La Lettre de la Photographie, en la serie Hopper Redux, la fotógrafa Gail Albert Halaban persigue expresamente replicar las sensaciones de las pinturas de Hopper a través de una rigurosa técnica fotográfica, y buscando las localizaciones específicas donde el pintor buscó sus temas e inspiración. De esta fotógrafa, ya había mencionado su serie Out my window.

Y se me quedan cosas en el tintero,… pero en algún momento hay que parar, y tampoco hay que hacer se pesado o prolijo. Hasta la semana que viene.

En la pérgola

En cualquier caso, ayer la GF1 con la «tapita» cumplió con su misión de «fotómetro» para la IIIf, y adaptándose a su idiosincrasia, como en estas imágenes en las pérgolas, obteniendo fotos que es de lo que se trata.

En la pérgola

Siempre defendiéndose mejor en las distancias cortas…

El puente del Huerva

… que en las largas… pero sabiéndolo…

[Cine\Fotografía\Libros] José Luis Borau, Cecil Beaton, la dirección de fotografía, Lorenzo Silva y algo de Star Wars

Cine, Fotografía, Literatura

Ha muerto José Luis Borau. Hombre del cine nacido en estas tierras, en Zaragoza, que dirigió, escribió guiones, produjo… Dirigió la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, y era académico de la Real Academia Española, que en estos momentos dirige otro maño. Es curioso el castellano centrismo de esta institución en el que no han faltado figuras no castellanas… Pero no íbamos a eso, sino a lo de Borau. No fue un autor prolífico, y quizá por ello no es muy conocido. En cualquier caso, fue una persona muy activa, y espero que sea bien acogido en el único cielo que espero que exista, el de las gentes y amantes del cine.

Ayer estuve comprando libros y alguna revista. Del último número de Exit os hablaré más adelante. También compré Cecil Beaton: Retrospectiva de Lunwerg. No compré casi nada de este fotógrafo a propósito de la exposición que visité en Londres en el convencimiento de que cierto libro que tengo era de él. Y no. Era de Angus McBean. Ambos fotografiaron el mundo del teatro y la escena. El caso es que este libro recién publicado que recoge toda la extensión de su obra compensa la omisión. También compré Dirección de fotografía cinematográfica de la colección El arte del cine de la editorial Blume. Es el tercer libro que compro sobre dirección de fotografía en el cine, y todos están basados en repasar la obra de destacados profesionales de la cinematografía. Pero con pocas coincidencias entre ellos. Así que de esta forma tengo una amplia información sobre esta técnica y sus mejores representantes.

Escenas urbanas

Lo malo del otoño e invierno es que a lo que sales a la calle sin las obligaciones laborales, la luz se te ha ido. Así que ha tirar de blanco y negro.

Escenas urbanas

Con vosotros el «Sombrerero Loco» o un héroe de los sitios,… cada como prefiera.

Mientras paseábamos entre las estanterías de una de las librería, vimos pilas del último premio Planeta, una novela de Lorenzo Silva. Parece ser que se trata de una nueva aventura para BevilavquaChamorro, esta peculiar pareja de guardias civiles. El caso es que después de los tres primeros libros sobre la pareja, y más cuando Chamorro se hizo sargenta y dejó de parecerse a Veronica Lake en modo mojigato, mi interés por esta saga que era bastante alto ha decaído hasta el punto de que esperaré a que alguien me lo deje o a que salga en libro de bolsillo y en rebajas. El último que leí fue un auténtico tostón. ¡Ay, donde quedarán los deslices de Vila con rubias y sexys guardia Anglada en las Canarias, que tan mal acaba la pobre! Pero lo que produjo el comentario es lo de que le hayan dado el premio. Un premio al que las obras se presentan, presuntamente, de forma anónima… ¿Os imagináis al jurado preguntándose que de quién será esa novelita de guardias llamados Vila y Chamorro? Totalmente anónimo. Qué hipocresía.

Finalmente, mientras nos tomábamos unas cervezas antes de volver a casa, surgió a conversación por la joven sobrina de una de las presentes, cuál era la forma adecuada de ver la saga Star Wars. Surgió a propósito de la amenaza de resucitar la saga, tras la compra de los derechos por Disney. Mi opinión. Uno se ve la trilogía original, y tira a la basura por prescindible y aburrida la precuela. Ante el establecimiento en la conversación de que esa no era una opción posible, que la cuestión era en cómo debía abordar un neófito TODA la saga,… pues entonces también está claro. Primero los episodios IV y V, y tras una de las más fabulosas revelaciones de la historia del cine, flashback al origen de toda la historia, episodios I, II y III, y si realmente se soporta estos tres títulos hasta el final, el desenlace de toda la historia en el episodio VI. Este último sigue produciendo tremendos debates. Cómo puede ser que empiece como cine para adultos, con la princesa Leia enseñando cacho en plan de esclava sexual de una gigantesca babosa, y con las bailarinas alienígenas enseñando teta fugazmente antes que las devore un horrible monstruo, y acabe como una infantil batalla de ositos de peluche en un bosque. Absolutamente esquizofrénica.

Escenas urbanas

Pero bueno, también es posible encontrar algún momento para el color del otoño.

Escenas urbanas

O los fuertes contrastes de estos días de sol tan bajo.

Escenas urbanas

O la tranquilidad de los parques a primera hora de la tarde.

[Fotos] Paseo por el Canal Imperial con la Zeiss Ikon Ikonta b

Fotografía personal

Ya os conté el martes lo del paseo por el Canal Imperial de Aragón. En ese caso, con la Panasonic Lumix GF-1 calzada con la «tapita» de Olympus. Si no recuerdo mal, os conté que la «tapita» lleva un objetivo de tres lentes. Y un triplete lleva también la Zeiss Ikon Ikonta b que me traje de Londres, denominado Novar-Anastigmat 75/4,5. La fórmula no es muy distinta en su esencia. Así que también lo saqué a pasear. Claro. El aspecto de las imágenes, en este caso sobre película 120 en blanco y negro en formato cuadrado, es muy distinto. Por supuesto. Os dejo algunas.

Paseo por el Canal Imperial para homenajear a un roble

En las riberas del Canal Imperial de Aragón.

Paseo por el Canal Imperial para homenajear a un roble

Explicando las características del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza.

Paseo por el Canal Imperial para homenajear a un roble

Algunos niños curiosean desde el Parque de la Paz.

Paseo por el Canal Imperial para homenajear a un roble

Homenajeando a un roble centenario, bajo sus ramas.

[Televisión] Cosas de series; vuelve, de alguna forma, Galactica

Televisión

Pocas cosas que comentar esta semana, en la que además llevo un poco de retraso con las series. Y algunas del otro lado del charco han hecho fiesta por las historia esa del Día de Acción de Gracias. Que maldita gracia les hizo a los nativos del lugar…

Canal plus se ha tirado a la arena internacional coproduciendo una serie policiaca con pretensiones. Va de un inspector de la policía sevillana. Falcón. No aguanté el primer capítulo entero. Un tostón. Adiós. The Mentalist, que está muy interesante, con su protagonista paseando por el lado oscuro, nos regaló un episodio con protagonismo de Lorelei Martins (Emmanuelle Chriqui). No me cansaría de llamar guapa a esta chica, pero es que además es un personaje que le da mucha salsa a la serie. Y el capítulo estuvo bien. Por lo demás, estoy a punto de abandonar Suburgatory. Con lo bien que empezó esta serie el año pasado, y es cada vez más sosa. En fin.

Creo que lo más interesante que puedo contar es el regreso de los cylones. Sí. Los de Galactica. Es precuela de la serie reciente, la buena, la que nos emocionó. Y se sitúa entre Caprica y aquella. Cuando Adama es un joven y temerario teniente recién salido de la academia militar, y están en plena guerra contra las «tostadoras». Se llama Battlestar Galactica: Blood & Chrome, y va saliendo en webisodios de unos doce minutos, dos a la semana, hasta un total de 10. Es decir, una película de 2 horas de duración. Supongo que si ven que tiene éxito podrían seguir adelante como serie de televisión, pero no es nada seguro. A lo mejor se queda simplemente en eso. Bueno. Menos da una piedra. En febrero, saldrá al mercado como película entera.

Locomotora nº 1 "Hulla" MFU

La «Hulla» en Utrillas… ¿una «ascendiente» lejana o una «descendiente» lejana de los cylones? No sé. Todo esto ha pasado antes y volverá a pasar. Tomada con una «analógica» Minox GT-E.

[Exposición/cine] Cuando el cine se hace oficio

Cine

El pasado sábado nos pasamos por el Centro de Historias de Zaragoza antes de ir a tomar algo esa tarde. Era una tarde lluviosa, aunque sin molestar, de manifestaciones, no muy fría,… no teníamos intención de cenar por ahí, sino volver pronto a casa, así que decidimos culturizarnos. Y nos había llegado noticia de que había una exposición en este centro cultural que tanto nos gusta dedicada al cine.

Y así es. Se llama Cuando el cine se hace oficio: La cara oculta del Séptimo Arte, y pretende mostrar al público todas las fases de una producción cinematográfica, presentando los distintos aspectos técnicos, los distintos oficios y procesos que intervienen en la producción cinematográfica. El guion, la iluminación, la fotografía, el sonido, la dirección artística, el maquillaje, el montaje, la promoción, el marketing…

Lo cierto es que nos defraudó un poco. Se han quedado muy cortos. Y en algunos aspectos un pelín cutres. Este tema merecía mayor espacio y más calidad de objetos en exposición. Demasiado espacio para la publicidad y el marketing, y sin embargo, es difícil que alguien que no esté puesto se entere realmente de en qué consiste una producción cinematográfica. Se queda un poco en lo anecdótico. Bueno. Qué se le va a hacer. Por lo menos se pudieron hacer algunas fotos.

Cuando el cine se hace oficio - Publicidad y marketing

En el terreno de la publicidad y el marketing, no faltan las portadas de revistas, para las que siempre es muy socorrido colocar una foto de la inigualable Audrey Hepburn.

Cuando el cine se hace oficio - Publicidad y marketing

Chismes diversos, más o menos casposos, de la promoción del cine patrio.

Cuando el cine se hace oficio - Guionista (storyboard)

Simplemente, una exposición en el mismo espacio dedicada sólo a los «storyboards» de los que se sirven los guionistas, ya hubiera sido más rica.

Cuando el cine se hace oficio - Dirección artística

O a los dibujos del diseño o dirección artística, como estos de «Alba de América».

Cuando el cine se hace oficio - Maquillaje

Se quedan escasos los cuatro dientes y los cuatro ojos de la cajita de prostéticos del departamento de maquillaje.

Cuando el cine se hace oficio - Fotografía e iluminación

Unas cuantas fotos fijas y un par de focos son pobre cosa para algo tan apasionante como la dirección de fotografía y la iluminación.

Cuando el cine se hace oficio - Vestuario

Aparte de algunos figurines dibujados, el diseño de vestuario sólo merece una piojosa capa que llevo Paul Naschy en no sé que bodrio de terror ibérico.

Cuando el cine se hace oficio - Montaje

Varios chismes de los que se utilizaban en la sala de montaje se pueden ver en la exposición, pero sin que esté organizados de forma muy didáctica. En fin. Que se podrían haber esmerado un poco más.

[Fotos] La «tapita» de Olympus (Olympus Body Cap Lens)

Fotografía

Hace poco más de una semana, comentaba sobre la utilización de objetivos menos que óptimos con cámaras modernas, y hacía una referencia a un curioso objeto que hace unas semanas anunció Olympus para sus cámaras de sistema micro cuatro-tercios, y compatibles. La marca japonesa no lo considera un «objetivo» sino un «accesorio». Es decir, para ellos es una tapa para un cuerpo de cámara de este sistema. Lo que pasa es que le han puesto unas lentes, y con este «accesorio» se pueden hacer fotos. Pues bien, por un precio que es una fracción considerablemente menor de su precio de venta, me he hecho con uno. Supongo que viene de ser usado en exposición comercial o de pruebas. La caja estaba un poco chafada. El «accesorio» en estado impecable.

La tapita de Olympus (Olympus Body Cap Lens 15/8)

El «accesorio», la verdad es que en el grabado pone «Olympus Lens» «Objetivo Olympus», montado sobre una discreta Panasonic Lumix GF1, que últimamente veía poca acción.

La tapita de Olympus (Olympus Body Cap Lens 15/8)

Visto de perfil, se ve hasta que punto destaca poco del relieve frontal de la cámara.

La tapita de Olympus (Olympus Body Cap Lens 15/8)

A pesar de que he recompuesto un poco la caja, venía bastante chafada; no sé muy bien por donde habrá pasado previamente, pero el chisme está en buen estado, y me ha costado bastante menos que su precio oficial.

El objetivo, así lo consideraré a partir de ahora, es un un 15 mm (30 mm equivalente en formato 24 x 36 mm), con una apertura fija a f/8. Tiene una palanca con tres posiciones. Cerrado, enfoque a infinito y enfoque a 30 cm. Lo cierto es que a infinito en realidad está enfocando a la distancia hiperfocal, a unos dos metros. La palanca admite las posiciones intermedias entre esa posición y los 30 cm. Por lo tanto, hasta cierto punto se puede jugar con el enfoque. Su óptica está formada por tres lentes en tres grupos, y por lo demás está hecho de plástico, aunque tiene buen aspecto.

Hace unas semanas aseveraba que era un objetivo que, salvo que fuera realmente muy muy barato, más barato que las 70 libras esterlinas que he visto que cuesta en Amazon.co.uk, no merecía la pena. Es preferible ahorrar las 179 libras esterlinas a las que es posible comprar el Panasonic G 14/2,5 ASPH en la misma tienda, siendo un objetivo serio, tremendamente versátil y de gran calidad. Y que si quieres, puedes plantearte la limitación de usarlo como la tapita de Olympus. Enfocado a 2 metros, a f/8, en hiperfocal. La diferencia de calidad es enorme. Y puede hacer muchas más cosas. Pero,… la oportunidad surgió. Realmente, me ha costado mucho más barato, pero tengo prohibido dar detalles.

Este domingo por la mañana, me lo llevé de paseo. En el puente de Ámerica, acceso al barrio de Torrero de Zaragoza sobre el Canal Imperial de Aragón, me encontré con un compañero de trabajo y su esposa. Iban con una actividad organizada por una asociación ciudadana, un paseo guiado por las orillas del canal, que acababa homenajeando un roble centenario que está muy cerca de mi casa. A cinco minutos caminando. El resto de mi experiencia con el objetivo os lo cuento con fotos.

Lavandera

En seguida está clara una cosa. A la distancia de enfoque óptima, unos 2 metros, este objetivo permite llenar la altura del fotograma con una figura humana, con bastante nitidez y buen contraste. Pero el fondo, teóricamente a infinito, no está tan nítido como esperaba. El efecto es bueno en esta foto, pero…

Hojas secas

Si pones la palanca de enfoque a 30 cm, también puedes obtener efectos creativos interesantes, jugando paradójicamente con la menor profundidad de campo.

Edelweiss y orador

Obsérvese que jugando con la palanquita de enfoque, consigo buena nitidez en la edelweiss de la gorra, mientras que el fondo se difumina un tanto, manteniendo información sobre lo que sucede y el entorno. Todo de lo más discreto. La señora, ni se ha enterado de la foto. Y la cámara estaba a menos de medio metro de su oreja.

Tres en la pasarela

En este cruce sobre una de las pasarelas del Canal Imperial de Aragón, y con la cámara en la cintura, se ve que al objetivo no le sientan mal las distancias relativamente cortas. Y el contraste y la saturación son muy buenas. Hay un viñeteado no tan pronunciado como el que esperaba. De hecho, a la foto le he añadido algo de viñeteado en Lightroom, para un mejor efecto.

Fotógrafo y orador

Nuevamente, un poco de juego con la palanca en distancias cortas, y fotografíamos al fotógrafo.

En el parque de la Paz

Incluso cuando la luz se pone un poco tristona, el objetivo se las apaña, aunque hay que pasar de 200 a 400 ISO.

Canal Imperial de Aragón

El problema, que a lo mejor no se nota con el tamaño de la imagen, es que cuando el objeto principal está muy alejado, la nitidez es floja. No sé si es porque no está exactamente en la hiperfocal, sino un poco más adelantado, o por las limitaciones de la óptica.

Ciclista

Pero nada, si sale el sol, y las distancias al objeto principal son de unos pocos metros, la cosa funciona bastante bien.

Oradores

Así que no recomendaría el chisme para hacer paisajes, pero sí para reportaje discreto con poca luz. Fijaos que majos han salido los organizadores del homenaje al roble centenario. Los ajustes en Lightroom son mínimos.

Hojas de roble y plátano

Y subiendo a 800 ISO se atreve sin problema con una aproximación a las hojas secas del roble centenario en la sombra.

Saltarella

E insisto, es divertido jugar con la palanquita y acercarse al objeto de interés. El uso de este objetivo es más que nada lúdico. Y desde ese punto de vista, siempre que su precio baje o, como se rumorea, lo regalen con las cámaras Olympus, puede merecer la pena tenerlo. Especialmente para llevarlo puesto en un segundo cuerpo que si no no usarías. Como ha sido mi caso. Todas las fotos del reportaje han sido tomadas con la Panasonic Lumix GF1.

[Cine] El festín de Babette (1987)

Cine

El festín de Babette (Babettes gæstebud, 1987), 16 de noviembre de 2012.

Pocas veces se dan los reestrenos en la cartelera española. Pero en el 25º aniversario del estreno de esta adaptación de la novelita o relato corto de la danesa Karen Blixen (Isak Dinesen), la de Memorias de África, dirigida por el actualmente casi centenario Gabriel Axel, ha aparecido esta película que yo había visto previamente en televisión, y a la que nos apuntamos de forma no premeditada pero entusiasta. Sólo lamentamos que, ya que probablemente la afluencia de público será minoritaria, podían haberla programado en versión original. Bueno. En cualquier caso… fue una experiencia rara, el pequeño puñado de personas que entrábamos a la escondida, recóndita, sala 15 de los Cines Aragonia, frente a la marabunta de adolescentes de 10 a 40 años que entraban con toneladas de palomitas y bidones de cocacola a ver a los vampiros pijos.

A orillas del Nærøyfjord

En la novela original de Isak Dinesen, la acción transcurre en un remoto puerto pesquero del norte de Noruega; en la foto un pueblecito noruego, aunque no tan remoto, en el Nærøyfjord.

La película nos cuenta cómo dos hermanas solteras ya entradas en años, Filippa (Bodil Kjer de mayor, Hanne Stensgaard de joven)Martine (Birgitte Federspiel de mayor, Vibeke Hastrup de joven), hijas de un pastor protestante líder de una rígida congregación, que viven en una pequeña aldea en la inhóspita costa de Jutlandia, acogen a una mujer francesa, Babette (Stéphane Audran), que ha huido de la terrible represión que siguió a la Comuna de París. En flashback, nos cuenta también como ambas mujeres, muy bellas en su juventud, renunciaron al amor por seguir la obra religiosa de su padre. Al cabo de años de su convivencia con la discreta y modesta Babette, esta recibe la noticia de que le ha tocado la lotería, y decide celebrar un banquete, una cena a la francesa, para agradecer a las dos hermanas su hospitalidad.

He de confesar que tengo debilidad por esta historia. Tanto por la adaptación cinematográfica que aquí nos ocupa, como por el relato que le da origen, que también he leído y comentado en estas páginas. El relato es sencillo, claro y directo. Sin artificios. Los diálogos se ajustan a lo estrictamente necesario. A pesar de estar basado en un relato literario, y de existir una voz en off, el lenguaje es fundamentalmente cinematográfico. Es la imagen la que hablan. Una imagen que está tratada con un mimo y un cuidado que pocas veces se ven hoy en día. Además, utiliza con ventaja un formato de fotograma algo más estrecho que el 16:9 actual, con ventaja, ya que permite unas composiciones de imagen muy armónicas, al mismo tiempo que la iluminación es primordial en crear ambientes.

Todo ello al servicio de la crítica sin acritud hacia la austeridad luterana, que esconde no poca hipocresía, y que se ve alterada finalmente por el asalto a los sentidos que supone la exquisita cena de la antigua chef parisina. Pese a la resistencia de los ancianos carcomidos por la soledad y los rencores sabe sacar adelante la capacidad de disfrutar de los placeres de la vida, y dar un sentido al final a la vida de estas gentes tan rancias.

Castillo de Kronborg

En la película, sin embargo, la acción principal transcurre en la costa danesa. En concreto en Jutlandia, y no en el estrecho de Øresund, junto al castillo de Kronborg (la Elsinor de Shakespeare), donde está tomada la foto.

Las interpretaciones son también de muy alto nivel, y acompañan el buen hacer general de la realización del filme.

Es una de mis películas favoritas. En lo absoluto. Y me alegro de haber tenido la oportunidad de verla en una pantalla grande. La recomiendo de forma general a todo aquel que tenga un mínimo interés por el cine como algo más que un mero entretenimiento. Y desde luego uno de los óscar más merecidos que conozco. Aunque sólo fuera a la película de habla no inglesa. Desde luego me parece mejor que la que se hizo con el óscar a la mejor película de aquel año, que siempre me ha parecido un poco tostón. Aunque me he llevado algún rapapolvo de algún «entendido» por aseverar tal cosa.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****
Palacio Real

También hay algunas escenas tomadas en la corte de Estocolmo, uno de los personajes es un militar de la monarquía sueco-noruega del siglo XIX, y esta foto sí que es del Palacio Real sueco. Y hay un militar. Sueco. Supongo.