[TV] Cosas de series; marcianos cotidianos… incluso en el monte Fuji

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. En Fujiyoshida y Kawaguchiko, al pie del monte Fuji.

Aunque no sean cosa de todos los días, las series en las que el protagonista, o uno de los personajes principales, es un extraterrestre que convive cotidianamente con los seres humanos como si tal son un género en sí mismo. O un subgénero dentro del género de la comedia de situación con un personaje extraño o extravagante como eje central. Pueden ser brujas, extraterrestres, seres fantásticos, lo que sea, pero las situaciones de la serie tienden a ser los problemas más o menos banales o más o menos importantes de la vida cotidiana de un vecindario.

Cuando el ente extraño es un extraterrestre, recuerdo tres series, norteamericanas, en el ámbito de la comedia de situación principalmente. Una, de mi infancia, de la televisión en blanco y negro, de cuando sólo había un canal de televisión… o dos si contamos el UHF que no siempre se sintonizaba correctamente, es My favorite martian (Mi marciano favorito). Como yo era muy niño, se emitió en España a partir de 1968, cinco años de su primera emisión en EE. UU. tengo un recuerdo vago. Formaba parte de las comedias de situación de aquellas época, bastante naïfs, de la que la más representativa, y bastante más famosa, fue Bewitched (Embrujada), que en lugar de marciano conviviendo con ser humano era bruja conviviendo con pánfilo humano.

Dejando de lado algunas series más dramáticas, en la que los extraterrestres están entre nosotros, siguiendo con las comedias de situación, un referente imprescindible fue ALF. Siendo el nombre del alienígena un acrónimo de Alien Life Form, una forma de vida alienígena que acaba en la Tierra tras un cataclismo global en su planeta con un origen bastante chusco, este peculiar extraterrestre, que al contrario que en las otra series no tiene forma humana, fue un cachondeo bastante divertido. Por su amor (culinario) por los gatos, por sus constantes travesuras, y porque al final resultó ser bastante entrañable. Emitido en España a caballo entre finales de los 80 y principios de los 90, con múltiples reposiciones posteriores, no lo veía constantemente. Fue una época en la que veía poquísimo la televisión. Pero cuando aparecía en la pantalla del televisor me quedaba viendo siempre hasta el final del episodio. Siempre muy divertidos.

Recuerdos más vagos tengo de 3rd rock from the sun (Cosas de marcianos), una serie de finales de los años 90, muy bien valorada, pero que todavía me pilló en la década que menos televisión vi. Y además, en Antena 3 TV, una cadena por la que siempre sentí profunda antipatía. Pero algún episodio vi y no estaba mal. Una falsa familia formada por extraterrestres que están en una misión para estudiar la Tierra, pero que acaban viviendo en un vecindario e involucrándose en la vida cotidiana de los terrestres. Simpática, pero también con un vago recuerdo sobre ella, más allá de la presencia como protagonista de John Lithgow, pasándoselo muy bien, aparentemente.

Y recientemente, en Netflix, hemos podido ver una de las series japonesas más simpáticas y divertidas de Netflix, The hot spot (ホットスポット, Hotto supotto). La premisa es la siguiente. La protagonista (Mikako Ichikawa) es una madre que cría en solitario a su hija adolescente en una población ribereña de uno de los lagos que rodean al monte Fuji en Japón, y trabaja en la recepción de un hotel del lugar. Y un día es salvada, de una forma sorprendente, de ser atropellada por su un compañero suyo de trabajo (Akihiro Kakuta). Forzado por la situación, este confiesa que es un extraterrestre. El hijo de un extraterrestre que se quedó atrapado en la Tierra durante una misión y una humana. Y que tiene capacidades especiales. Aunque lo agotan. Y necesita tener a mano un onsen (baño termal típico japonés) para recuperarse, y por eso trabaja en el hotel. Aunque promete no contar nada a nadie, pronto se le escapa la cosa con sus dos amigas del colegio, con quienes sigue manteniendo una buena relación.

La serie tiene varias cosas estupendas. El extraterrestre tiene una apariencia convencional, de señor gruñón cincuentón, aunque buena persona. Siempre refunfuña, pero acaba haciendo favores a sus compañeros y vecinos. Las situaciones habituales son totalmente cotidianas. A pesar del secretismo, poco a poco se va sabiendo, pero la gente, en lugar de montar un potito, lo toma con naturalidad y lo integra en sus vidas cotidianas. Y poco a poco aparecen otras personas con peculiaridades; un viajero en el tiempo, una chica capaz de controlar la energía eléctrica. Que curiosamente causan la incredulidad del protagonista extraterrestre, mientras son aceptadas sin problemas por sus nuevas amigas que lo integran sin problema en su círculo. Y sobre todo, un humor fino, muy enraizado en las peculiaridades idiosincráticas de la cultura japonesa, que te mantiene en un estado de sonrisa permanente, con alguna carcajada tranquila de vez en cuando. Una serie sencilla en su realización, pero muy ingeniosa en sus guiones y en sus diálogos. Con el monte Fuji de fondo. De lo más recomendable. Me lo he pasado estupendamente. Si no sois de los que tienen prejuicios a toda serie que no sea española, americana o inglesa, o sea, de la minoría, dadle una oportunidad.

La ciudad que aparece en la serie es ficticia, pero sus localizaciones están rodadas en las ciudades que se encuentran en las proximidades del monte Fuji, por lo que alguna escena me resulta familiar, a pesar de que sólo estuvimos en aquellos lugares en una excursión en el día desde Tokio, hace ya casi 11 años. Tendría que volver algún día. ¡Tendría que hacer tantas cosas!

[Cine] Entre Miss Sloane y los «hijos» marcianos del Alien

Cine

Creo que ya comentaba hace unos días, que estábamos de bajón cinematográfico. No sé muy bien si es que la cartelera no nos motiva, si es que estoy muy entretenido con otras cosas o una mezcla de ambas. Pero en los últimos días aun nos dio para que me arrastraran a una sala de cine, y para ver otra película reciente, no en sala comercial, que ya está retirada, pero sí en unas condiciones que no puedo mencionar que hacen la experiencia equivalente. En cualquier caso, un poco de cine antes de pasar durante unos días al modo «sólo fotos».

Miss Sloane (2016; 232017 – 3105)

El tema de esta película de John Madden, los grupos de presión e influencia en la política norteamericana, no me interesaba especialmente. No obstante, siempre es interesante ver actuar a Jessica Chastain, una de las mejores actrices de la actualidad, y entre el resto del reparto había algún otro nombre interesante, entre ellos el de la británica Gugu Mbatha-Raw, a la que en poco tiempo le he visto algunas cosas interesantes.

Todo va de cómo la señorita Sloane del título se apunta a una presunta causa perdida, la de ejercer de grupo de presión a favor de una ley que exija algunos requisitos en la compra de armas de fuego en los Estados Unidos. Y para ello se tendrá que enfrentar a los poderosísimos grupos conservadores que las defienden y a la industria armamentística con las peores armas que pueda utilizar.

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Utilizaré la entrada de hoy para dar un poco de visibilidad a un carrete de Kodak Tri-X expuesto con la Olympus mju-II, con motivos variados, que he revelado recientemente.

Es una película intriga política de manual, pero quizá excesivamente previsible, y que tampoco entra mucho a profundizar en el tema que toca.

Vehículo de lucimiento de Chastain, que está un poco más sobreactuada de lo que debería, pero que de todos modos se sostiene por las razonablemente buenas interpretaciones.

Se deja ver, pero sin más.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

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Life (2017; 242017 – 0406)

Cuando vimos los avances de esta película, una space opera en la ISS, que no sé por qué siempre acaba destrozada en las películas en las que sale, no nos sentimos especialmente atraídos. Incluso aun después de ver que el reparto tenía cierto interés. Veamos lo que ha dado de sí esta película de Daniel Espinosa, sueco él, a pesar del nombre.

Estamos ante un grupo de astronautas en la ISS (Estación Espacial Internacional, por si alguno no se cosca), entre los cuales esta el veterano del espacio y melancólico David Jordan (Jake Gyllenhaal) y la jefa de los protocolos de seguridad, Miranda North (Rebecca Ferguson, qué atractiva me parece esta mujer) además del obligatorio conjunto de astronautas en plan anuncio de Benetton, de todos los colores y nacionalidades. Da igual, al final siempre destacan más los de «determinadas» nacionalidades. Su misión es rescatar una sonda espacial que regresa de la superficie de Marte, donde ha recogido unas muestras que pueden traer las pruebas de la existencia de vida en el planeta rojo. Al final resulta que… aviso de espoileres, aunque es un poco absurdo si habéis visto los avances o sabéis un poco de que va,… sí que hay vida, que al principio parece mona y simpática, pero que se convierte en un bicho malo, cruce del xenomorfo de Alien y una estrella de mar.

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La película es absolutamente previsible, y sólo un «relativamente» imprevisible/previsible giro final le da cierta gracia al asunto. Una pena que durante la película predomina el tono serio-dramático. Si le hubieran introducido un poco de humor o ironía al asunto, el final podría haber quedado mejor integrado, y la película hubiera ganado.

Interpretaciones que podrían ser buenas si no fuese porque hay momentos en los que los diálogos son un poquito de vergüenza, o los planteamientos un poco estúpidos.

¿Se deja ver? Pues se deja ver,… pero dado el material de partida, tanto humano como material, no deja de ser una película fallida, que no sabría si calificar como innecesaria o excesivamente poco arriesgada.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

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[Cine] Arrival (2016)

Cine

Arrival (2016; 602016-1811)

La expectación sobre esta película creció en mí muy progresivamente. El que hace unos meses la compararan con la adaptación de cierta novela de Carl Sagan no me daba muy buena espina. Sagan es un referente para mí en muchos aspectos, y una persona a quien admiro, incluso cuando ya no está entre los vivos desde hace dos décadas. También tenía sus debilidades,… pero eso lo hace más simpático. El caso es que la literatura de ficción no creo que fuera su fuerte. Y lo que hicieron con su novela… tampoco me convenció nada. Así que las primeras sensaciones sobre esta película de hoy, fueron de «saganiano» escepticismo.

Luego viene cuando te fijas un poco más en los créditos del filme. Con el personalísimo canadiense Denis Villeneuve al mando, y un reparto actoral bastante interesante… Amy Adams es una actriz en alza,… Jeremy Renner, cuando no se dedica a hacer tontadas para la Marvel es también un actor interesante,… A Forest Whitaker no lo vamos a descubrir ahora precisamente… Y ya el toque curioso. Villeneuve, sorprendentemente, va a dirigir la probablemente innecesaria secuela de Blade Runner,… así que qué mejor oportunidad para valorar su estilo haciendo películas de ciencia ficción que con otra película del género.

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El fiordo de Saguenay, Tadoussac y el estuario del  San Lorenzo, lugar que visité hace algo más de un año, no andan muy lejos de los lugares de rodaje de esta película,… así que hacia allí me voy fotográficamente.

«Grosso modo», tras un preludio en el que se nos resume la maternidad con final trágico de la protagonista, la lingüista doctora Louise Banks (Amy Adams), la película nos cuenta cómo en un futuro muy próximo e indeterminado, una docena de gigantescas y peculiares naves alienígenas se «posan» sobre distintos puntos del planeta e inician un intento de comunicación con la especie humana. Reclutada por el Coronel Weber (Forest Whitaker), y junto con el científico Ian Donnelly (Jeremy Renner), Banks será la responsable de descifrar la lengua de los visitantes de otro mundo.

De antemano decir que la película me ha gustado mucho. Realmente. Y creo que los prejuicios hacia la ciencia ficción seria harán que no tenga una prometedora carrera en la temporada de premios, aunque lo merezca. En diversos apartados. Rodada en digital, pero sin abusar de la altísima resolución, un moderado 2,8K, para no matar el ambiente del filme con un exceso de nitidez, la película es de gran belleza visual, y se ve acompañada de una banda sonora sobria, pero enérgica cuando lo precisa. Teóricamente, la acción se sitúa al norte de las grandes llanuras de Estados Unidos, pero ha sido rodada en la provincia de Quebec en Canadá, con localizaciones de gran belleza, muy adecuadas al ambiente que se le da a la película.

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Pero además de las bondades de los aspectos técnicos, hemos de contar con que la película no está vacía. De hecho, aunque hay alguna escena de cierta acción, es una película de más corte filosófico que otra cosa, adaptación de un relato corto del escritor Ted Chiang, premiada en el momento de su publicación hace ya 18 años. Y que espero leer en un futuro próximo. Ya la tengo en mi lector de libros electrónicos. El tema principal es la comunicación. Las dificultades que surgen en la misma entre seres conscientes y con cierto nivel de inteligencia. Las que se producen entre distintas culturas. Las causadas por la división política, étnica, religiosa y social que entre la humanidad sobre la faz de la Tierra. También la necesidad de avanzar hacia una sociedad unida global, a ser posible basada en el diálogo y la mutua tolerancia. Y en gran medida, cómo el lenguaje que utilizamos es forjado por la cultura a la que pertenecemos, y al mismo tiempo ayuda a forjarla y a su evolución.

La historia tiene algún momento flojo, especialmente el momento del reclutamiento de la doctora Banks por el coronel Weber, que al suceder al principio del filme, nos hizo temer lo peor. No tiene ni pies ni revés. Pero en general es apasionante para el aficionado a la ciencia ficción. La materialización física de los alienígenas la podemos considerar un homenaje, o inspirada, por diversos textos de la ciencia ficción clásica. Y sobretodo, lo que resulta más interesante, al menos para mí, es el juego con el tiempo. Y con las paradojas temporales. No se plantea exactamente el viaje en el tiempo, pero sí un concepto de tiempo no lineal que, bien manejado, da para mucho. De todos modos, las paradojas son paradojas, no tienen resolución, y aquellos que pretendan darle vueltas y buscarle tres pies al gato… se están perdiendo la esencia de la película.

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En el ámbito de las interpretaciones, lo cierto es que todo el peso, y el mérito, es para Amy Adams, que como ya he dicho me parece un actriz al alza. Porque los personajes acompañantes son básicamente accesorios, con mayor participación de Renner, aunque paradójicamente no pase en realidad del estadio de «hombre florero». Que se inviertan los roles tradicionales de los sexos de todas formas no deja de ser refrescante. El otro protagonista imprescindible son los alienígenas. Pero no son interpretados. Son creados y animados. Con sencillez, pero con elegancia y mérito. Sí, no son originales, pero tampoco creo que se haya buscado. Y en cualquier caso son funcionales a los efectos de la narración.

Globalmente, más de una semana después de haber visto la película, no ha perdido un ápice de valor en mi imaginación y en mi consideración. De hecho, esta última ha aumentado. Creo que es una producción muy recomendable, imprescindible para los amantes de la buena ciencia ficción. Y creo que quienes no estén por este género, deberían darle una oportunidad. Y nos deja cierta esperanza de que Villeneuve consiga hacer un producto digno de la que como digo me parece innecesaria secuela de Blade Runner.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

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[Libro] Descender 1. Estrellas de hojalata

Literatura

No he leído gran cosa en el reciente viaje a Escandinavia. Mezcla de dos situaciones; el viaje tenía pocos tiempos muertos para aprovechar leyendo y el libro con el que estoy ahora es interesante, pero denso de leer. Larguísimas frases llenas de subordinadas… Además, su idioma original es el alemán, que no leo ni entiendo, pero sólo lo he encontrado en versión electrónica en inglés y no en castellano… así que voy más despacito. Pero ya llegaré. Afortunadamente tengo pendientes algunos libros de antes del viaje. Y voy a empezar comentando este primer volumen, una historieta de una nueva saga que parece que nos va a mezclar tres de los temas más populares de la ciencia ficción; una civilización interestelar, las inteligencias artificiales (o sea los robots) y el contacto con civilizaciones alienígenas.

Descender 1. Estrellas de hojalata
Guion de Jeff Lemire; Dibujos de Dustin Nguyen
Editorial Astiberri, 2015

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En estos días atrás, hemos disfrutado tanto en Louisiana en Conpenhague como en el Moderna Museet de Estocolmo de los cuartos con espejos de Yayoi Kusama, que con sus esferas de luminosidades y colores cambiantes, nos trasladan a universos de extensión infinita por la acción de los espejos que nos rodean.

Esto parece que va a ser una saga; por lo tanto, leer un primer libro es una apuesta que no sabes cómo saldrá, porque si va mal es como pagar por parte de un libro que no te gusta. Como digo, mezcla géneros. Una civilización galáctica humana, en la que conviven humanos y robots a su servicio, se ve atacada repentinamente por una civilización alienígena de carácter robótico. No llega a ser exterminada, pero queda el miedo a una vuelta de los llamados «cosechadores». Parece que una clave para entender el origen de estos está en un determinado modelo robot, Tim-21, concebido con aspecto humanoide como un niño para ser compañero de niños humanos. Pero son muchas las partes en esta galaxia que parecen interesadas en el pequeño robot. Y más aún los misterios que esconde la existencia de este modelo de robot.

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Me gustó más por la delicadeza de sus esferas de colores cambiantes el de Louisiana, cerca de Copenhague; realmente te daba una sensación de maravilla ante un universo de límites incógnitos.

Siendo el primer volumen de la saga en realidad estamos ante una presentación del escenario y de los principales actores del drama. Es sólo la presentación. La pregunta que me hago por lo tanto es, ¿merece la pena seguir con el nudo para llegar al desenlace? Sin que me haya entusiasmado tanto como otras sagas en historieta comentadas en estos últimos años, probablemente sí. No es que me haya dejado con una gran ansiedad por saber qué va a pasar a continuación, pero sí con una razonable curiosidad. Quizá la principal pega es que nada resulta excesivamente original. Casi todos los elementos son reconocibles o parecen extraidos de otras obras de la ciencia ficción. Pero bueno, la combinación de todos ellos puede dar lugar a una obra muy entretenida. A ver si es verdad.

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Los pelotones con lunares de la exposición dedicada a la artista japonesa daban una sensación totalmente distinta.

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Artista, Yayoi Kusama, que podemos ver en este fotograma de una película sobre uno de sus «happenings» en los años 60 armada con una Canonet de la época. Fotografía y películas, bien sea las modestas de 8 mm o las más prestigiosas de 16 mm en la época, el vídeo en la actualidad, absolutamente necesarias para inmortalizar algunas formas de arte contemporáneo como las «performances» y los «happenings», de naturaleza efímera por sí mismas si no se graban para la posteridad.