[Cine] They cloned Tyrone (2023)

Cine

They cloned Tyrone (2023; 44/20230731)

Tras el súper fin de semana del Barbenheimer, que tan entretenidos y motivados tuvo a los aficionados al cine de todo tipo, los estrenos de la cartelera volvieron al fin de semana siguiente a la inane situación previa. Especialmente, porque pocos querrán competir en la cartelera mientras dichas películas estén de actualidad todavía. Así que nos dedicamos a otras historias, y dejamos lo de ir al cine para otra ocasión. Parece que hubo algún estreno que pudo interesar a nivel nacional… pero no llegó a Zaragoza, con un cartelera cada ver más conservadora y rácana. Pero es a lo que se va en este país… y en otros. Así que el lunes a la hora de cenar me puse a ver qué estrenos había habido en los últimos tiempos en las plataformas. Por si acaso. Hay un problema (uno más). Los críticos y comentaristas de cine no dedican tiempo ni ganas a los estrenos en plataformas, salvo de vez en cuando, con títulos muy determinados. Por lo que hay poca guía para optar. Y uno empieza a estar escamado de la escasa calidad de la mayor parte de estrenos, la mayor parte de ellos entretenimientos inanes sin mucho interés. En fin…

El caso es que en Netflix me llamó la atención una película dirigida por Juel Taylor, desconocido para mí, pero con un reparto que podría ser interesante, y algunas premisas que quizá convendría explorar. Taylor nos lleva a un gueto afroamericano en alguna ciudad de Estados Unidos, donde la pobreza es la norma, y la gente, especialmente los jóvenes se refugian en la droga, en la prostitución y demás sospechosos habituales en los entornos socialmente degradados. Tras la sorprendente «resurrección» de un capo de camellos (John Boyega) tras un tiroteo, este, junto con un chulo (Jamie Foxx) y una de las prostitutas que chulea (Teyonah Parris) iniciarán unas pesquisas que les llevarán a descubrir una sorprendente conspiración del gobierno sobre el gueto afroamericano.

Película del género conspiranoico con elementos de ciencia ficción, que no deja de ser una razonablemente imaginativa crítica al abandono en el que el sistema social, político y económico de los Estados Unidos tiene a determinados sectores de la sociedad. No en vano una de las imágenes que más nos impactó en nuestra reciente visita a San Francisco son los nutridos grupos de usuarios de drogas, sumidos en la pobreza, con graves problemas de salud física y metal, que se pueden encontrar en torno a algunas estaciones de metro del centro de la ciudad. Una realidad de la que decidí no hacer fotografías, pero indicadora de una degradación social más importante de lo que parece en una ciudad en la que hay grandes contrastes con otros agradables, aseados y caros distritos, disfrazados de progresismo social, poco eficaz y poco eficiente. La cosa es que sin ser la octava maravilla, la película está realizada de forma correcta, eficaz, entretenida, ya que no falta la aventura y el humor, y con unas interpretaciones un peldaño por encima de lo correcto.

Película que se deja ver muy bien, que es perfectamente recomendable, que en mi caso crece en el recuerdo, aunque probablemente no vaya mucho más allá y no trascienda en exceso. Pero para los abonados de la plataforma que no sepan que ir a ver en el cine o que no les apetezca, puede ser una opción perfectamente razonable. Mejor de lo que esperaba.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Primer asalto; versión china de los Tres Cuerpos

Televisión

A finales de 2017, principios de 2018, afronté la lectura de la afamada novela del escritor chino Liu Cixin, El problema de los tres cuerpos. Fue una lectura interesante. La publicación de la novela original data de 2006, pero no es hasta su traducción al inglés en 2015 cuando se hace popular; traducción que fue premiada en el ámbito de la literatura de ciencia ficción y atrajo la atención de numeroso público, algunas figuras públicas incluidas. La novela se sigue de dos secuelas que conforman una trilogía que conviene leer entera, aunque no es sencilla para quienes no tengan una base razonable de conocimiento en ciencias. Las segunda y tercera novelas de la trilogía, desde diversos puntos de vista, me parecieron mejores que la primera entrega. Y las leí casi seguidas, en el final del invierno y principio de la primavera de 2018.

Mi valoración general de la trilogía es positiva, pero no sin algunas objeciones. Creo que Liu no es un escritor brillante de novelas, de las que he leído alguna más con valoraciones entre normalitas/intrascendentes y regulares tirando a malas. Sin embargo, se defiende mucho mejor en el campo del relato corto, de los que he leído alguna recopilación que me gustó bastante. Tiene ideas muy interesantes, pero su capacidad de estructurarlas en obras largas es irregular. Por otro lado, me molesta su talante acomodaticio con la retórica de la clase gobernante autocrática de la dictadura china; no duda en justificar la ausencia de democracia y libertades en su país bajo el rancio argumento del «pueblo chino no está preparado para la democracia y no le preocupa la falta de libertad individual»… más o menos. La versión inglesa de su biografía en inglés habla más de este asunto. El caso es que es obvio que se esfuerza en estar a las buenas con el régimen de Pekín, lo cual se refleja en los destellos de patrioterismo que salpican aquí y allí sus novelas. Es la versión china del patrioterismo de las teleseries y las película estadounidenses, que en ocasiones cansa mucho

Ante el éxito de las novelas, tanto en su país de origen como en sus traducciones internacionales, comenzó el interés por la adaptación de su historia a medios audiovisuales. Consta una adaptación al cine de su primera novela, que no debió trascender las fronteras de su país de origen, donde podría ser que en estos momentos ni siquiera esté disponible. No estoy seguro de los avatares de esta producción, pero debía ser bastante mala. Hay alguna otra adaptación de obras de Liu, como un largometraje que se puede ver en Netflix, donde se refleja ese patrioterismo heroico en una aventura espacial con pretensiones de superproducción. El caso es que la trilogía de los Tres Cuerpos, conocida en inglés como Remembrance of Earth’s Past (Recuerdo del pasado de la Tierra) no es fácil de adaptar. Pensando sólo en la primera novela, hay que considerar tres escenarios. El primero, el tiempo contemporáneo en China, pero también en otros puntos del planeta Tierra. El segundo, la China de la Revolución Cultural y la estación montañosa con el radiotelescopio. El tercero, el video juego de los tres cuerpos, quizá el más complejo de representar correctamente. En las adaptaciones de las otras dos novelas, hay otras complejidades a considerar. Y por otro lado es una obra compleja en su estructura, en su argumento y en sus conceptos. Ya he dicho que es difícil disfrutar de la lectura de las novelas sin una cierta cultura científica, especialmente en física.

De repente, hace unos meses surge la noticia de que Netflix ha adquirido los derecho para adaptar esta obra, que está ya en producción, que ya se ha publicado incluso un avance, y que está previsto su estreno en enero de 2024. Y simultáneamente nos enteramos que ha principios de este año se ha estrenado en un plataforma china una versión de esa nacionalidad en forma de teleserie de la primera novela de la trilogía. Titulada Sān tǐ [三体, Tres cuerpos], que es también el título original de la novela en mandarín, consta de 30 episodios con una duración variable, pero con unos 45 a 50 minutos de duración en su mayor parte. Y curiosamente, se puede ver en otras plataformas. Y en Youtube, donde se puede ver de forma gratuita. Aunque con algún problema. Básicamente, su banda sonora musical es un refrito de músicas de distintos orígenes, más que una composición de encargo y específica para la serie, y por problemas de copyright hay algunos segmentos en los que no es posible escuchar la banda sonora original de la serie, incluidos los diálogos, y se oye una música que la sustituye. Con suerte, sí que se pueden leer los subtítulos de los diálogos. La serie está en versión original con subtítulos en inglés y en mandarín. No causa gran quebranto a la hora de seguir la historia, pero es molesto. Y el tema de la música de la serie no deja de ser una cutredad tremenda. La banda sonora en su conjunto es muy mala, tanto por la música, como por los efectos de sonido, como por los doblajes de los personajes no chinos, incluso cuando están hablando en inglés. Están muy mal hechos.

La serie es totalmente fiel al original literario y lo que pueda decir del argumento es lo que ya hablé en su momento. Pero el interés y la factura de los distintos escenarios es diverso. Me gusta mucho la historia de la joven Ye Wenjie (Wang Ziwen), un personaje muy atractivo y muy bien interpretado, que da para un desarrollo global de la historia desde su punto de vista que podría ser más interesante que el del físico que trabaja con nanomateriales, Wang Miao (Zhang Luyi), y el policía que le acompaña, Shi Qiang (Yu Hewei), y eso que este último personaje está también muy conseguido. En general, en los personajes con más protagonismo hay un buen trabajo actoral, que se queda en normalito o frío con muchos secundarios, y nefasto cuando se trata de los intérpretes de personajes occidentales. También está razonablemente llevado a la pantalla el vídeo juego de los Tres Cuerpos. Es cierto que sus efectos gráficos generados por ordenador pueden llegar a cantar mucho… pero como es un videojuego, tampoco pasa nada. Y luego está toda la parte del liderazgo chino en el mundo que se alimenta de ese patrioterismo que ya hemos comentado, que es cutre comparado con el ya bien conocido y aborrecido patrioterismo usamericano, proponiéndose a sí mismos como los (potenciales) salvadores del mundo y líderes del mismo… bueno… las memeces de las ideologías dominantes y lo que debería ser el mundo de la cultura al servicio de estas memeces.

Me lo he pasado bien con la serie, lo reconozco. Podría ser más cortita. Podría estar adaptada con menos fidelidad al original literario, pero con más adecuación sin perder las esencias. La historia de Ye Wenjie es estupenda, se le presta atención, pero se podría haber organizado de otra forma para dar un sentido dramáticos más profundo. Y desde luego, podría ser menos cutre en unas cuantas cosas, que bajan mucho la consideración hacia la serie. Mis felicitaciones por el trabajo actoral, eso sí. Y sólo queda espera a Netflix… pero conociendo determinados antecedentes, será mucho menos cutre,… pero, soy pesimista, no necesariamente mejor.

[Libro] Luna Apogeo

Literatura

Sinceramente, supongo que el éxito de ventas que se nos dice que tiene este libro entre los libros electrónicos de Amazon se debe a que suele estar a precios muy baratos. Típico producto de la autopublicación, la de los autores que se quejan de que las editoriales no los aceptan, y no les dan oportunidades. Desconozco cuál es la realidad de la relación del autor del libro Rubén Azorín. El comentario anterior tiene un carácter generalista. Pero si he aprendido algo en los últimos tiempos, después de varias experiencias con los libros autopublicados, es que la existencia de un editor es un cribado importante para garantizar la calidad de los libros que llegan al lector. Otro problema es los criterios que imponen las empresas editoriales, que pueden sesgar sus decisiones, dejar en la cuneta obras interesantes y publicar algún pestiño que otro. El tema es complejo. Pero cada vez estoy más convencido de que tiene que haber alguien, con criterio, que sirva de puente entre el entusiasmo del escritor, que ha dedicado tiempo y esfuerzo a su obra, y que comprensiblemente quiere que se lea, y el lector… que debe tener ciertas garantías de que lo que se pone a la venta tiene alguna cualidad que hace que eso merezca la pena.

Había leído previamente un relato de Rubén Azorín. No sé si llamarlo novela corta o cuento largo. Y si no era redondo, apuntaba algunas maneras. Era un tanto confuso. Quizá con pretensiones un poco elevadas… pero bueno. No entusiasmaba, pero se dejaba leer. Y hacía tiempo que había ido viendo comentarios sobre estas novelas sobre la Luna del mismo autor. Pero determinadas experiencias relativamente recientes sobre libros autopublicados me hacían ser prudente. Hasta que apareció a la venta por el ridículo precio de 89 céntimos. Y dije… bueno… a partir de ahora lo único importante que puedo perder es el tiempo. Y decidí leerlo.

Pues eso… la luna. Fotografías de la luna o con la luna… que para eso estamos, para estar en la luna.

Y aquí vino la sorpresa negativa. El libro no es realmente ciencia ficción seria. Por muchos comentarios que veáis de gente que diga eso… pues no. Fijaros… una anédocta…

En resumen… 89 céntimos es un precio excesivo para este libro. Claro está, atraerá a muchos lectores que ante determinadas políticas demenciales de precios del libro en España y otros países de Europa, optan por libros baratos. Luego… bueno, en los aficionados a la fotografía es conocido el fenómeno que poca gente reconoce que se ha equivocado a al comprar su cámara fotográfica. Y se convierten en defensores de su trasto, aunque no les guste nada. Pues supongo que puede pasar algo así en el mundo editorial. Surgen muchos apóstoles de la autopublicación,… que luego no pueden volverse atrás cuando este sistema empieza a provocar una lluvia de mediocridades. Cuando no de bodrios. Quizá la autoedición, la autopublicación pueda tener sentido en determinados entornos… pero con un público educado y con criterio para discriminar. Si no… es preciso un proceso editorial. Quizá por eso me gustan las pequeñas editoriales que arriesgan donde los intereses comerciales de las grandes lo impiden. Pero un cierto proceso editorial, un cribado, una crítica constructiva a priori, ha de existir. Si no, vamos mal…

Se oye con frecuencia que el potencial del cerebro es impresionante y que sólo se usa el diez por ciento del mismo. Hay… un montón de obras de ficción, literarias o audiovisuales, sobre esta premisa. La realidad… el origen de esta creencia fue la entrevista de un periodista a un neurocientífico. Este lo que dijo en realidad es algo así como ‘no sabemos para qué sirve el diez por ciento del cerebro’, que no es lo mismo que ‘el diez por ciento no se utiliza’… pero el periodista transcribió como el vino bien. Es como cuando un periódico de mi ciudad, el Día Mundial del Sida, allá por mediados de los años 90, convirtió el dato ‘un 12 % de los infectados por el VIH lo han sido por transmisión heterosexual’ en un ‘un 12 % de los heterosexuales están infectados por el VIH’, lo cual hubiera sido en aquellos momentos una catástrofe monumental. Se quedaron tan anchos. Nunca hubo rectificaciones.

Volvamos al libro… empecé a ponerme mosca cuando el autor refleja en un momento dado la mandanga esta del cerebro sin usar. Claro que lo usamos… anda que no cuesta energía y problemas en el parto el tener un cerebro de este tamaño… como para no usarlo… Empecé a sospechar del bajo nivel científico del libro… y continuó… bueno. No es un libro de ciencia ficción. Es un libro que toma elementos de mitos urbanos diversos y teorías conspiranoicas diversas para montar una trama con hombrecitos verdes y la luna que se aleja, mezclado con las tradiciones más consolidadas de ese infame cine que es el de catástrofes naturales.

El libro se va desmoronando por completo. Los personajes están prefabricados, nunca sabes exactamente cuál es el principal… ni siquiera hay una convergencia real y clara de muchos ellos que dé sentido a las historias más o menos paralelas… no hay empatía real. Y todo desemboca en un tramo final confuso y sin resolución. Pero al mismo tiempo, tampoco sientes que allá un cliffhanger que te induzca a creer que va a haber una segunda parte, la hay, y que merezca la pena leerla. Que no creo. Y espero que nadie se enfade mucho porque no me haya gustado la novela… que luego recibo comentarios o mensajes de todo tipo. Algunos son educados, y se pueden ver. Pero otros son groseros… y esos no. Parece que no gusta en algunos autores, y con más frecuencia en sus amigos, que a algunos no nos gusten sus libros.