En este país, que un día al año fuese designado por las diversas iglesias que por ahí pululan para recordar a un tal Patricio que luego hicieron santo y patrón de Irlanda importaba más bien poco. Pero los irlandeses son muy suyos para estas cosas, y a través de diversos actos y campañas por todo el mundo que van desde los desfiles en todo el mundo, los capítulos especiales en series de televisión, o las campañas que hace cierta marca de cerveza negra en sus «pubs» franquiciados por todo el mundo hace que ayer todo el mundo hablase del hecho. Claro. En el mundo del rugby, Irlanda es alguien y no se dejó de comentar el hecho, más cuando se enfrentaban a su archienemigo, la selección de Inglaterra. Bueno. En realidad, los de la rosa son el archienemigo de todo el mundo en el hemisferio norte.
Pero ayer, iba a ser otra nación celta la que se iba a quedar con todo el protagonismo. Y justamente. Estaba casi cantado que Gales se llevaba el título del Seis Naciones 2012. Para que ello no fuera así, tenían que perder en su enfrentamiento final contra Francia en Cardiff, y la irregular Inglaterra tenía que ganar a Irlanda, y además que los tanteos de ambos partidos permitiesen enjugar las diferencia de 40 tantos en el average a favor de Gales. Bien. No hubo titubeos. Gales derrotó a Francia. Un equipo galés con un juego alegre, decidido, convencidos de sí mismos, que en un partido muy entretenido cobró venganza de la semifinal del mundial sobre un equipo galo, timorato, limitado ofensivamente, y que pagó caro una vez más como contra Inglaterra sus escasos fallos en defensa. Hicieron una muy buena defensa. Pero a lo largo de 80 minutos raro es que no tengas un fallo. Y eso supone un ensayo del contrario, y los siete puntos de diferencia que hubo en el marcador. Si eso no lo compensas con capacidad ofensiva,… pues nada. Un fracaso.

Tras el primer recordatorio a la fiesta irlandesa y a su color verde, pasearemos por el país ganador. Por ejemplo, por la bonita estación ferroviaria de Conwy en el norte de Gales.
En segundo lugar del torneo quedó Inglaterra. Una selección en proceso de renovación que en el torneo ha ido de menos a más. Solo ha perdido contra los campeones, pero ganó con claridad a franceses e irlandeses, aguando ayer con la contundencia de su paquete de delanteros la fiesta de San Patricio a los del trébol. Inglaterra volvió ayer a sus esencias. Una delantera poderosa y arrolladora que se hace con el oval y que empuja al contrario hasta la línea de ensayo. Y siempre un pateador a palos sólido. Ha sido su receta en muchas ocasiones, y si es lo mejor que saben hacer, más les vale que lo exploten.

También subiremos a la cima del Monte Snowdon, principal altura de Gales, para ver un paisaje no menos verde que el de sus vecinos irlandeses.
Francia e Irlanda han quedado empatadas a puntos. Empataron entre sí y perdieron con los dos de cabeza. Pero las sensaciones son muy distintas. Los del trébol han quedado por delante porque han jugado con más alegría, perdieron por muy poco contra gales, pudieron ganar en St-Denis, y sólo han tenido un día realmente malo en la última jornada. Más ensayos, más puntos, más todo que Francia que ha decepcionado mucho, con agujeros defensivos que le han costado muchos puntos importantes, y con una capacidad ofensiva que sólo han puesto de manifiesto contra los equipos pequeños.

Podemos visitar también las ruinas de la abadía de Strata Florida en el interior del país, antes de dirigirnos al más poblado sur.
Finalmente, ayer se jugaban en el Olímpico de Roma la Cuchara de madera entre Italia y Escocia. Por el juego desplegado en jornadas anteriores, yo hubiera dicho que el equipo escocés era superior y favorito para llevarse el partido. Pero ayer hicieron un partido catastrófico en el peor partido de todo el torneo dadas las circunstancias. Y se llevaron justamente el infame trofeo. Que entendámonos. Si se lo hubiese llevado Italia tampoco nos hubiera sorprendido gran cosa. Y con esto termina el campeonato de este año, y hasta el que viene.