Se da como fecha de finalización del Imperio Romano de Occidente el año 476 de la era actual. Desde el 402, Rávena puede ser considerada como capital de esta entidad política en descomposición. Pero en esta descomposición, Caesaraugusta, la actual Zaragoza, se mantuvo fiel al imperio hasta el 472. Sólo cuatro años antes de la caída oficial, cuando pasó a formar parte de reino tolosano visigótico. Así que, de alguna forma, en este día lo que he hecho ha sido darme una vuelta por la capital. Más o menos.
Rávena hoy es una ciudad muy tranquila, casi a orillas del Adriático, donde tiene puerto y playas, y que contiene un maravilloso conjunto de edificaciones bizantinas del periodo en el que fue capital del imperio y de los siglos posteriores en la que se mantuvo bajo la esfera del Imperio Romano de Oriente, con capital en Bizancio, después llamada Constatinopla, y hoy en día Estambul. Considerado como patrimonio de la humanidad estas edificaciones de caracter religioso o funerario, o ambas, son un conjunto inigualable por su antigüedad, y por el esmero con el que son conservadas. Os dejo algunos ejemplos, aunque difícilmente puedo ser exhaustivo en los límites de una entrada en este Cuaderno de Ruta.

Nada más llegar con el tren a Rávena, mi afición ferroviaria se ve reclamada por este ejemplar de locomotora diesel, parienta de las 4000s españolas. Esta probablemente habrá circulado por Alemania antes de recalar a orillas del Adriático.

Uno de los monumentos bizantinos más espectaculares es la basílica de Sant'Apollinare in Classe, a seis kilómetros del núcleo urbano de Rávena. La planta de basílica siempre me ha parecido muy elegante e su sencillez, y el añadido de los mosaicos completa la belleza de estas edificaciones.

En el exterior de la basílica, delante una de las características torres de éstas, encontramos una réplica del Augusto de Prima Porta que tan bien conocemos los ciudadanos de Zaragoza. Las torres campanarios son más tardías; no son del período bizantino.

Ya en el casco urbano de Rávena, la basílica de Sant'Apollinare Nuovo no va a la zaga en la belleza de sus mosaicos y la elegancia del conjunto.

Antes de seguir adelante con el recorrido bizantino, una parada para rendir visita a la tumba del poeta Dante Aligheri.

El Battistero Neroniano es un ejemplo distinto de estructura bizantina. He visitado también el Battistero degli Ariani, más sencillito, pero también interesante.

San Vitale es una basílica que se sale de la norma, al ser de planta octogonal al igual que los battisteros, y con una cúpula central de gran altura. Brillante, aun en la oscuridad en la que la mantienen.

Esta vista exterior del mausoleo de Gala Placidia muestra que este pequeño edificio funerario tiene una planta en cruz latina, saliéndose de la norma de los anteriores, cuadrados u octogonales.

Por lo demás, Rávena se muestra como una ciudad tranquila aunque no un muermo. El centro de la ciudad es la piazza del Popolo, donde pude contemplar una manifestación para la liberación de Rosella Urru, cooperante italiana, secuestrada por fundamentalistas árabes en Argelia. Había carteles de esta joven en Bolonia y en Ferrara también.

Y una joven "laureata", convenientemente tocada con la corona de laurel y disfrazada, recorriendo la piazza del Popolo con amigos y familia.