Se dice que Doctor Who es la serie de televisión de ciencia ficción más longeva de la televisión mundial. Su emisión se remonta al sábado 23 de noviembre de 1963. Un día después del asesinato en Dallas del presidente John Fitzgerald Kennedy. Casualmente, cincuenta años después, el día 23 de noviembre de 2013 vuelve a caer en sábado. Y al contrario de lo que sucedió entonces, parece que la emisión del episodio que celebra el 50º aniversario de la serie en la BBC ha tenido mucha más repercusión que el aniversario de la muerte del popular presidente de origen irlandés.
Muchos programas y mucha cobertura ha tenido en el Reino Unido y en muchos países de habla inglesa el acontecimiento televisivo. No tanto en nuestro país, donde la afición a las aventuras del Doctor es mucho más reducida, no emitiéndose la serie más que en un canal de pago. Pero en el país británico es todo un símbolo de la cultura popular.
Es cierto que las aventuras del alienígena de dos corazones y capaz de regenerarse al morir en un nuevo cuerpo, señor del tiempo del planeta Gallifrey, no se han emitido de forma continuada en televisión. Si lo hicieron entre 1963 y 1989, con episodios que oscilaban entre los 25 y los 45 minutos. En esa época, la llamada serie clásica, la norma fue la duración corta. Después sólo hubo un telefilme en 1996, libros y cómics, y emisiones de radio diversas, hasta que en 2005 llegó la llamada serie moderna. Si la primera época fue de una serie de bajo presupuesto y métodos artesanales, en la actualidad, con temporadas de muchos menos episodios, más extendidos en el tiempo, pero de mayor duración, el dinero alcanza para un buen nivel de efectos especiales y espectacularidad, con algunos episodios realmente notables en este aspecto.

El País de Gales está muy asociado a los rodajes de la serie moderna de Doctor Who; en la fotografía, St David’s Cathedral, un escenario similar a otros que se han utilizado en la serie.
Orientada al público familiar, en realidad es una mezcla de géneros, pues hay episodios en los que domina la aventura de ciencia ficción, en otros la pura fantasía, mientras que no pocos se podrían clasificar dentro del terror. Para ello existe una extensa nómina de malvados que reaparecen periódicamente, incluso tras hipotéticas extinciones. Pero es lo que tiene el viajar en el espacio y en el tiempo. Todo buen aficionado sabe que el Doctor suele viajar con compañeros, predominantemente femeninas, jóvenes y guapas. Pero no necesariamente se cumplen los tres adjetivos simultáneamente. El truco de la regeneración ha permitido cambiar al protagonista de la serie tras un tiempo, renovando la personalidad del mismo, permitiendo cambios de protagonistas que no resultan extraños, siendo una de las bases de su permanencia en el tiempo. Hasta el especial del 50º aniversario se contabilizaban 11 doctores. Pero supongo que a partir de ahora de alguna forma habrá que modificar la contabilidad, intercalar uno tras el octavo y hablar de 12 doctores. Ya está anunciado el 12º según la cuenta tradicional, el 13º según la que puede ser a partir de ahora.
De los programas que se han emitido en esta semana de celebraciones voy a destacar cinco.
Un miniepisodio para intenet, que se puede ver en Youtube, The Night of the Doctor, y ahí es donde conocemos al doctor que estaba fuera de las cuentas, al que ya pudimos ver al final del último episodio de la séptima temporada regular de la serie moderna. Y nada menos que interpretado por el ilustre John Hurt. También cuenta con la presencia del octavo doctor, Paul McGann, que sólo había aparecido en el telefilme de 1996. Lo considero de imprescindible visualización para los aficionados de la serie. Antes de ver el especial del 50º aniversario. Además nos introduce en pantalla algo de lo que se había hablado en la serie, pero nunca visto; la Guerra del Tiempo.
Un programa de divulgación científica, The Science of Doctor Who, que intenta acercar al gran público algunos conceptos relacionados con la teoría de la relatividad, y que dan sentido a lo de viajar en el espacio-tiempo. Aunque está por ver si es posible realmente el viaje en el tiempo, más allá de los efectos relativísticos explicados en el programa. Está presentado por el físico y divulgador científico Brian Cox, y cuenta con diversos invitados que colaboran con el científico, entre ellos Charles Dance, muy conocido por interpretar a Tywin Lannister en Game of Thrones (Juego de tronos). Aquí sale muy simpático. Quien lo iba a decir.

La National Gallery en Trafalgar Square es escenario de varias escenas del episodio especial del 50º aniversario.
Un telefilme titulado An Adventure in Space and Time que dramatiza y recrea los comienzos de la serie en los años 60, siendo especialmente protagonistas los personajes de Verity Lambert, que fue la primera productora de la serie, y a la que este telefilme otorga buena parte del mérito de que fuese un éxito, y William Hartnell, el primer doctor de la serie. Lambert está interpretada por la «uber-charming» comadrona televisiva Jessica Raine, que también tuvo un papel en un episodio reciente de la serie de ciencia ficción. Hartnell está interpretado por David Bradley. Me llama la atención que este primer doctor, a pesar de su aspecto de anciano, tan sólo tenía 55 años cuando empezó a protagonizar al Doctor. De hecho, el actor que lo interpreta tiene en estos momentos 71 años.
Se ha vuelto a emitir el primer episodio de la serie, An Unearthly Child, en la que vemos al primer doctor, Hartnell, y a la primera compañera, Susan Foreman (Carole Ann Ford). He de decir que, teniendo en cuenta que está rodado con escasos medios, en blanco y negro, y de forma muy artesanal en los efectos especiales, es bastante entretenido y queda más que digno. Desde luego, ahí estaba el germen del éxito que tuvo la serie.
Finalmente, he visto el especial del 50º aniversario, The Day of the Doctor. El reparto es notable. Reúne, siguiendo la cuenta tradicional al undécimo doctor (Matt Smith), al décimo (David Tennant), al que hemos conocido cuya existencia nos era incógnita entre el octavo y el noveno (John Hurt), a Clara Oswald (Jenna Coleman) la compañera actual del undécimo, y a una «variante» de una de las más queridas compañeras del noveno y el décimo, Rose Tyler (Billie Piper), entre otras apariciones recurrentes de la serie. No hablaré mucho de la trama para no destriparla, pero tenemos la Guerra del Tiempo, Gallifrey, Bad Wolf, la Torre de Londres, los secretos de la National Gallery, y una reina «virgen» Elizabeth I (Joanna Page), no tan «virgen» ni soltera, como ya sabíamos los aficionados al Doctor. Es un episodio muy entretenido, que cambia el paradigma en el que se basaba el carácter con un punto de amargura de los últimos doctores, que pone las bases para lo que será el arco argumental del futuro doctor, pero que no resuelve las cuestiones pendientes al final del último episodio de la séptima temporada regular, que supongo se cerrarán en el especial de navidad.
Bueno, una semana de lo más entretenida para los aficionados al Doctor, que ha hecho que haya cogido un poquito de retraso en lo de estar al día con las series habituales. No pasa nada.