Sí. Hoy la cosa va de británicos. Aunque antes quiero anunciar la baja definitiva de mi cartelera de New Girl. Ni siquiera yo mismo soy capaz de explicar porque no la había dado de baja antes. Cada vez me hacía menos gracia, y los personajes me empezaban a caer muy gordos. Incluso Zooey Deschanel, que tradicionalmente me ha parecido un encanto, empieza a parecerme una pesada de mucho cuidado. Dicho lo cual, y mientras esperamos con paciencia la celebración del 50º aniversario del Doctor vamos con un par de series británicas. Una que termina periplo otoñal, aunque quedamos a la espera del especial de navidad que seguro que viene con sorpresas, y una miniserie, protagonizada por uno de los «doctores».
Cuarta temporada de Downton Abbey
Definitivamente, el culebrón de época de lujo de la televisión británica ha encontrado su tono. Después de una primera temporada que nos sorprendió a todos, siguieron dos más que aunque de buen nivel, eran considerablemente más irregulares, y tenían en común que para quedar totalmente apañadas y satisfactorias dependían de espectacular y definitivo especial de navidad. Este año, lo cierto es que no ha habido irregularidades. Han encontrado su tono. Es cierto que hay tramas más importantes que otras, más interesantes que otras. Incluso hay alguna trama prescindible. Pero es estupendo ver los capítulos de esta serie.
Desde luego, ya podemos asumir, como imaginábamos, que ya sólo queda una protagonista absoluta, Lady Mary (Michelle Dockery). Siempre ha sido el personaje más importante de la serie, pero siempre compartía protagonismo con otros personajes. Ya no es así. La viudez, como también suponíamos, le ha sentado de maravilla. Todo el resto de las tramas pivotan de una forma u otra a su alrededor. Incluso la trágica historia de los Bates, en la que más que las desgracias de Anna (Joanne Froggatt), lo que mola son las torvas miradas de Bates (Brendan Coyle), con la duda final de si «ha sido él o no ha sido él». Comprobaréis que evito destripar argumento. Parecía que Lady Edith (Laura Carmichael) iba a subir un escalón, pero no. Ha seguido siendo la trama secundaria, de la hermana triste de la familia. El único que va poco a poco remontando de la sosez general de los personajes masculinos de la serie es Branson (Allen Leech). Incluso parece que somos muchos los que de vez en cuando sospechamos que podría llegar a un papel principal junto a Lady Mary. Claro que ha aparecido por ahí una maestrilla un poco «rojilla» (Daisy Lewis)… que no sé yo…
Ni que decir que la salsa y el ingenio de la condesa viuda de Grantham (Maggie Smith), aunque empieza a acusar los achaques de la edad, y eso puede querer decir malas noticias, visto cómo las gastan los guionistas. Muchas cosas van a pasar para navidad. Seguro. Entonces será el auténtico cierre de temporada. Pero ya sabemos que el próximo otoños volverán los Crawley a nuestros televisores.

El entretenido episodio final de «The Escape Artist» transcurre en tierras escocesas, con juicio en los juzgados de Edimburgo…
Una miniserie, The Escape Artist
Este otoño hemos podido disfrutar de esta miniserie de abogados y crímenes de tres episodios, que realmente ha tenido su interés. Nos ha contado la historia de un abogado de éxito Will Burton (David Tennant), que se mueve con gran habilidad entre los resquicios del sistema penal británico, lo que supone en un momento la desesperación de su contrincante en el estrado Maggie Gardner (Sophie Okonedo). Pero en un momento dado ofende a uno de sus clientes, Liam Foyle (Toby Kebbell), y poco después aparece muerta su mujer, muerte de la que se acusará a Foyle. Burton es testigo y no puede llevar la acusación. Y Gardner se encargará de la defensa de Foyle, usando las mismas armas que habitualmente usa Burton.
Dicen que la trama habitual de una obra de ficción se descompone en planteamiento, nudo y desenlace. Lo que nunca pensé es que el planteamiento durase los dos primeros episodios y el principio del tercero, y que el nudo y el desenlace real, del auténtico misterio que hay que desentrañar estuviesen comprimidos en los dos tercios finales del episodio final. Que es muy interesante, y que hace que la serie en su conjunto esté bastante bien. Eso sí Tennant aparece últimamente hasta en la sopa. Y parece que en el aniversario del Doctor será coprotagonista del episodio.
Ah, se me olvidaba. «The escape artist» era el apodo del maestro del escapismo, Houdini. Aunque aquí, de donde hay que escapar es del inevitable destino en prisión cuando eres culpable de asesinato.