Sant’Angelo y los múltiples foros de la Roma antigua.
Italia
Viajes – mañana de tiempo bueno en Roma, en color
ViajesViajes – segunda jornada en Roma
ViajesViajes – recién llegado a Roma
Viajes[Fotos] Un paseo de primavera en Bérgamo…
Fotografía… para acompañar a las recomendaciones fotográficas semanales de un frío domingo de febrero en Zaragoza: Recomendaciones semanales – del 28 de enero al 4 de febrero de 2018.
[Fotos] El 2017 en fotos (1): De viaje con la cámara al hombro
Fotografía, ViajesHemos llegado a los tres últimos días del año 2017. Y eso quiere decir que ha llegado el momento del balance. Balance que yo hago siempre desde un punto de vista fotográfico. Tradicionalmente, en los últimos años, se dividía en tres sección. Enlazo las correspondientes a 2016 para que os hagáis una idea.
- De viaje con la cámara al hombro: Recuerdos de mis viajes del año.
- De película: Reflejo de mi especial afición a la película tradicional fotoquímica.
- 12 meses + 12 fotos: Selección de una fotografía digital por mes, representativo o no, escogida por un motivo que personalmente signifique algo para mí.
En este año 2017, respetaré hasta cierto punto la división en tres. Pero la segunda no va a ser «de película». Es cierto que fuera de los viajes, la fotografía con película tradicional ha sido mi actividad fotográfica más importante, por encima de la digital. En los viajes, no; es al contrario, por cuestiones de eficiencia y conveniencia. Por lo tanto, esa segunda entrada será dedicada a actividades con gente. Aviso que a veces es difícil diferenciar entre algunas de las actividades del 1 y el 2, pero lo haré a mi mejor entender. Con respecto al número 3, la selección de fotos se realizará sin importar con qué tipo de cámara están hechas las fotos.
Vamos pues con la actividad viajera, que este 2017 no ha estado nada mal.
Comencé el año mal en el ambiente laboral, algo que no empezó a enmendarse hasta que estuvo bastante avanzado, y que me costó mis esfuerzos. Pero para para olvidarme de lo mal que estaba yendo el entorno laboral, hice una escapada con unas amigas el día de mi cumpleaños al valle de Tena y el Serrablo. Estuvo muy bien.

Llegada la primavera, por primera vez en muchos años el destino en semana santa no fue Italia. Por motivos que no vienen al caso y que fueron contrarios a mi voluntad, decidí aceptar un invitación para visitar algunas ciudades y parajes de la península de Jutlandia en Dinamarca. Más allá de que pasamos más frío del que pensamos, lo pasamos realmente muy bien.
Durante los meses de mayo y junio cogí un permiso especial sin sueldo, que me permitió hacer un par de interesantes viajes.
El primero de ellos compensaba mi ausencia en semana santa de tierras italianas. Me fui a Milán desde donde visité los lagos de Orta e Iseo, que no conocía de entre los llamados Grandes Lagos. También me desplacé los últimos días a la ciudad alemana de Constanza, en la frontera de Suiza, donde recorrí el lago de Constanza (Bedensee) y el Rin, así como visitamos el museo de fotografía de Winterthur.
En junio realizamos el viaje que teníamos marcado como viaje importante del año. Hace tiempo que nos apatecía conocer el paisaje de las islas Lofoten en Noruega, especialmente después de la buena experiencia el año pasado en Islandia. Aunque no fue exactamente lo que esperábamos. Pero estuvo muy bien. Quiza… demasiada borrachera de paisaje.
Suele ser una tradición desde hace años visitar las exposiciones de PhotoEspaña en Madrid durante el verano. Ya podían ser en una época menos calurosa… Este año la novedad fue que en ver de ir solo, encontrándome allí con gente amiga, fue con un pequeño grupo de gente de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. Y creo que mereció mucho la pena. Lo pasamos bien, y hubo ocasión para intercambiar pareceres.

Durante la segunda mitad del verano tuve visita del extranjero. Unas personas que no conocía, viven en Suiza aunque tienen antecedentes españoles, aragoneses, y que además de por trabajo, quería conocer un poco la tierra de sus antepasados. Unos amigos comunes me los confiaron para que les guiase y, si nos podíamos apañar, les acompañase. Fue muy agradable.
En mis vacaciones de septiembre y octubre me encontré colgado. Ninguno de mis acompañantes viajeros habituales estaban disponibles. Así que me busqué un destino razonable. Pensaba que sería en algún lugar cercano de la vieja Europa como el sur de Portugal o la Provenza francesa. Pero una oferta interesante en vuelos intercontinentales me llevó a Corea del Sur. Y se convirtió, insospechadamente, en el viaje que más me ha marcado este año. Definitivamente me interesa más cuando viajo el paisaje humano que el natural.
Terminaré esta entrada viajera con un par de excursiones en sábado por las tierras de Aragón, no lejos de la capital, pero que nos proporcionaron momentos muy agradables y de gran tranquilidad. El pantano de la Sotonera y la sierra de Alcubierre.
Habrá que comenzar a planificar futuros viajes para 2018.
[Viajes] Entre Milán y los pequeños grandes lagos, y el lago de Constanza y el Rin
ViajesVersión resumida, sin la discusión sobre técnica fotográfica que encontraréis en el siguiente enlace, de mi último viaje por el norte de Italia y la frontera germano suiza: Entre Milán y los pequeños grandes lagos, y el lago de Constanza y el Rin – De vuelta a una cámara réflex para un viaje – Fotografía y otras artes visuales.
En una primera parte del viaje, en Milán y alrededores, donde he estado visitando a unos amigos.

Estación Central de Milán.
Desde allí hice una excursión a Bérgamo, ciudad cuyo aeropuerto conocía, pero nada más. Pasee durante una mañana y una tarde, durante las horas laborales de estos amigos, antes de volver por la tarde a Milán para pasar con ellos la velada.

Entre el Duomo y la basílica de Santa María Maggiore en Bérgamo.

Orto Botánico de Bérgamo.

Funicular de San Virgilio.
Al día siguiente, paseé por Milán, que ya conocía. Llena de gente, la propia fauna humana que habita las calles de la ciudad «meneghina» se convierte en el principal motivo de interés.

La copa del Giro de Italia en la galería Vittorio Emanuele II.

En las terrazas del Duomo de Milán.

Arte contemporáneo en el Museo del Novecento.

Basílica de San Eustorgio.

«Muro delle Bambole» en memoria de las víctimas de la violencia de género.

Columnata de San Lorenzo.

Ambiente en los «navigli» (canales) de Milán.

De vuelta a casa en un veterano pero inmaculado tranvía de madera.
El sábado, como unos milaneses más, y aprovechando el buen tiempo, salimos a pasar el día a los lagos. En concreto al lago de Orta, a la coqueta localidad que da nombre al lago, Orta-San Giulio.

Iglesia de Santa Maria Assunta en Orta-San Giulio.

El lago de Orta desde la isla de San Giulio.

Enlazando con el tren que nos llevará a Milán en la estación de Novara.
Conociendo ya los cuatro grandes lagos de mayor tamaño, Maggiore, Lugano, Como y Garda, de entre los grandes lagos del norte de Italia, el domingo me llevaron a conocer otro de los «pequeños», el coqueto lago Iseo, y su Monte Isola, grandota isla que domina el centro del lago.

La isla San Paolo desde Monte Isola en el lago Iseo.

Rodeando Monte Isola por la ribera del lago Iseo.

Esperando al tren en la estación de Sulzano-Monte Isola.
Tras estos días en el norte de Italia, en lo que más importante que hacer turismo, que se hizo, era estar con la gente a la que echas de menos por la distancia, cogí un par de trenes, y atravesé por mi cuenta Suiza para llegar a Constanza, a orilla de lago del mismo nombre o Bodensee, en el sur de Alemania. Esta es una ciudad fronteriza, coqueta y tranquila, bonita, famosa por el concilio con el que se dio por terminado el Gran Cisma de Occidente de la Iglesia Católica a principios del siglo XV.

Mural en Constanza que habla de una batalla contra «los españoles» en 1548; más bien, contra las tropas católicas del emperador del Sacro Imperio Carlos V… también I de España.

Un tren de los ferrocarriles alemanes se dirige a la estación fronteriza de Constanza, con la torre de la catedral al fondo.

Salones del Concilio de Constanza.
Aparte de pasear un par de ratos por la coqueta ciudad alemana, el primer día completo de estancia en la región utilicé los servicios de transporte público en barco por el Bodensee o lago de Constanza para visitar un par de punto de interés. Por una lado, la pequeña pero bonita localidad de Meersburg en la orilla opuesta del lago. Por otro, la visita imprescindible de la zona, el gran parque botánico de la isla Mainau, un lugar donde disfrutar de todo tipo de plantas y vegetación… y de las mariposas.

Castillo de Meersburg.

«Schmetterlingshaus», casa de las mariposas, de Mainau.

Isla de Mainau.
Me queda decir que el último día antes del de regreso, por la mañana me lo tomé con calma y me embarqué en una travesía de casi cuatro horas de duración hasta Schaffhausen en Suiza, donde se encuentran la famosa Rheinfall, las cataratas del Rin.

Puente de Diessenhofen sobre el Rin.

Cataratas del Rin en Neuhausen am Rheinfall.
Esa misma tarde, un tren de cercanías me llevó a Winterthur, donde tenía ganas de conocer el Fotostiftung Schweiz, museo de fotografía del que os hablaré dentro de un par de días, así como de las exposiciones que tuve ocasión de disfrutar.
Espero que os haya gustado el resumen fotográfico del viaje.

Uno de los dos edificios del Fotostiftung Schweiz, fundación para la fotografía suiza, en Winterthur.

Unterer Graben, Winterthur.
[Fotos] El 2016 en fotos (1): De viaje con la cámara al hombro – Fotografía y otras artes visuales
Fotografía, ViajesComienzo como otros años con mi resumen y balance del año. El 2016 que se nos va, que como muchos años ha tenido sus cosas buenas y sus no tan buenas. Pero mi recuerdo de los años siempre lo expreso en forma de fotografías, que muchas veces llevan asociadas recuerdos. Y también muchas veces, esos recuerdos pueden ser íntimos o privados, aunque las fotografías que los representan sean públicas. Soy celoso guardián de mi intimidad, mis recuerdos más próximos son míos. Pero hay imágenes próximas que los representan y puedo y quiero publicar. Y como digo, empiezo el balance con los viajes.
No me quejo. En absoluto. Ha sido un buen año en lo que se refiere a los viajes de larga distancia y recorrido, con algún incidente, pero sin mayores consecuencias. Sin embargo, siento que no he podido aprovechar tanto en miniviajes, esas escapadas de un día o un fin de semana, que también son muy necesarias, y a las que he tenido que renunciar durante el año en varias ocasiones, por motivos diversos. Lo dicho, celoso guardián de mi privacidad.
Tras los dos primeros meses, en los que se puso de manifiesto que iba a ser un año raro y complicado para las excursiones y escapadas de fin de semana, un sábado por la mañana de marzo hubo una pequeña excursión de Fotógraf@s en Zaragoza a Anento. Fue como un punto de partida. Por sencillo que fuera.

Aguallueve de Anento
Pocas semanas más tarde llegaba mi primer viaje internacional del año. Ya se ha convertido en un clásico mi escapada a Italia de Semana Santa, que este año, por mor de unos festivos que se nos debían, se estiró algo más. Y el destino fue las ciudades de la Umbria y el sur de la Toscana. Lugares de gran belleza, física y cultural, y que además carecen de las aglomeraciones de otros destinos más afamados en la península itálica.

Perugia

Estación de Asís

Gubbio

Arezzo

Cortona

Duomo de Orvieto
Vuelta tras las vacaciones de Semana Santa a los fines de semana gafados hasta que a principios de junio consigo escaparme un sábado a Madrid para visitar algunas de las más destacadas exposiciones en PhotoEspaña 2016.

Madrid
También con el comienzo de la primera mitad de mis vacaciones de verano pude escaparme con Fotógraf@s en Zaragoza al valle de Tena y Jaca, en una excursión muy divertida.

Pantano de Búbal y Peña Telera
Y llega el viaje estrella del año. Islandia era un destino deseado desde hacía muchos años. Aunque siempre habían surgido problemas para hacer realidad el deseo. Incluso este año estos problemas surgieron hasta la misma víspera del viaje, pero mi decisión era clara y al final aterricé en la bella isla cercana al ártico, y a caballo de dos placas continentales. Difícil resumir la variedad de paisajes y estímulos visuales de esos días.

Krýsuvík

Harpa en Reikiavik

Geysir

Suđurland

Skógafoss

Reynisfjara

Svínafellsjökull

Playa de Jökullsárlón

Jökullsárlón

Skaftafell
En julio, aprovechando todavía algunos días de vacaciones, aprovecho otro día para volver a visitar algunas exposiciones más de la interesante edición 2016 de PhotoEspaña. Y la exposición del Bosco en el Prado. Esta vez con visita a lugares poco conocidos del Jardín Botánico de Madrid.

Jardín botánico de Madrid
En agosto me proponen visitar el sur de Suecia, quizá Copenhague, y si hay suerte Estocolmo. Voy de acompañante en un viaje… llamémoslo de negocios,… pero que me permitió conocer mucho del arte moderno y contemporáneo en aquellas tierras escandinavas. Y los tres lugares nos dio tiempo a visitar.

Louisiana Museo de Arte Moderno

Konsthall de Malmo

Fotografiska en Estokolmo

Moderna Museet de Estocolmo

Junto al ayuntamiento de Estocolmo
Septiembre fue saludado con una nueva escapada con Fotógraf@s en Zaragoza, que han sido los que me han permitido escapar en parte a mi maldición de las excursiones de este año. En esta ocasión, una divertida excursión a la comarca del Matarraña en la provincia de Teruel.

Valderrobres
Y con la segunda mitad de mis vacaciones, entrado ya el otoño a principios de octubre, surge un viaje relativamente inesperado, y que va a resultar también un éxito, rico en experiencias y visualmente muy interesante. Nos vamos a Hong Kong. Y desde la antigua colonia inglesa en China, me escaparé también a visitar Macao. También difícil de resumir visualmente las experiencias de esa semana.

Mongkok

Templo de los Diez Mil Budas en Sha Tin

Tranvías en Causeway Bay

Monasterio Po Lin en la isla de Lantau

Pescadora en Tai O – Isla de Lantau

Jardines Nan Lian

Jardín de los Pájaros en la calle Yuen Po

Victoria Harbour

The Peak

Ruinas de San Pablo – Macao

Casa del Mandarín – Macao
Octubre fue también la ocasión de compartir una día de intensa fotografía con unos estupendos colegas, esta vez de ASAFONA (Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza), a la que me apunté a principio de año, y que no he aprovechado ni la cuarta parte de lo que pensaba. Me voy a dar otro año de oportunidad, a ver cómo funciona. En esta ocasión, fotografiando la flor del azafrán en Monreal del Campo, provincia de Teruel.

Monreal del Campo y la flor del azafrán
Y en noviembre, organizamos una quedada de amigos diversos en Madrid, con la excusa de la exposición de Renoir en el Thyssen-Bornemisza. A pesar de la lluvia, lo pasamos bien.

Roy Lichstenstein en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid
Cerraremos el año con una escapada cercana a fotografiar el viaducto de alta velocidad de Rodén, en un mes de diciembre en el que también se han frustrado un por de excursiones por el mundo… Esperemos que esto mejore en 2017.

Viaducto de Rodén
[Arte/fotografía] Exposiciones en Caixaforum Zaragoza – Fotografía documental y «settecento» italiano – Fotografía y otras artes visuales
Arte, FotografíaQuiero hacer un repaso aunque sea breve a las exposiciones actualmente en vigor en el Caixaforum de Zaragoza, una de pintura y otra de fotografía documental. Ya hace un par de semanas que visité estas exposiciones, pero como últimamente he tenido muchas cosas de las que hablar… se me ha ido retrasando esta entrada.
En el enlace a continuación lo cuanto con más detalle, en mis páginas dedicadas a la fotografía y las artes visuales. Para quien no quiera saber tanto, dejo aquí algunas imágenes de las exposiciones.






[Libro de viajes] 2016, Umbría – Toscana
ViajesMe da rabia comprobar que ha salido con una errata tremenda en la mismísima portada, pero ya está impreso, así que así se queda en su versión digital en Issuu. Espero que os guste.
[Fotografía/arte/viajes] Exposiciones y algunos libros de arte y fotografía que me he traído de Perugia – Fotografía y otras artes visuales
Arte, Fotografía, ViajesDurante mis últimas vacaciones en la Semana de Pascua en Italia, dedicamos un día a explorar Perugia, lo que nos llevó también a visitar algunas exposiciones y museos. Y también compré algunos libros de arte y fotografía. En el siguiente enlace lo cuento todo. Para los que no estén interesados, algunas fotos de la capital de la Umbría.




[Viajes] Resumen del viaje por Italia – ciudades umbras y toscanas
ViajesHan sido seis días de viaje, para cinco de pleno aprovechamiento por el centro de Italia. Alojados en Perugia, en su casco histórico, en un hotel con sus habituaciones distribuidas por un edificio del siglo XIV, con lo de divertido y de incómodo que puede ser eso… Por decirlo de alguna manera, si estábamos en el planta segunda,… algunas habitaciones de esa planta estaban más o menos a esa altura, algunas casi en la tercera y otras casi en la primera… No sé si me explico.
Pero eso sí, con algunas salas estupendas, pintadas con frescos, unos más acertados y otros menos.

Sala de lectura del «albergo».
En los próximos días comenzaré a redactar mi diario de viaje en las páginas que tengo habilitadas a tal fin. Pero de momento dejaré aquí unas impresiones generales del viaje con unas cuantas fotografías para ilustrarlas.
En primer lugar, hemos recorrido algunas ciudades de las regiones italianas de la Umbria y Toscana, regiones vecinas que comparte elementos culturales en común. Varios cascos históricos de origen medieval muy bien conservados, desde la populosa Perugia hasta la tranquila Gubbio.

Vista de Perugia, Umbria, al anochecer.

Murallas y castillo en Assisi, Umbria, o Asís, en castellano.

El casco histórico de Gubbio, Umbria, domina la llanura próxima.

Una soleada y agradable mañana en Arezzo, Toscana.

Laberíntica y escarpada Crotona, Toscana.

Paseando por el casco viejo de Orvieto, Umbria.

Orvieto se encuentra sobre una meseta elevada sobre su entorno.
Las ciudades italiana destacan sobre las españolas en que muchas veces la arquitectura civil puede ser tan vistosa como sus edificios religiosos. Pero desde luego sobre abundan las ermitas, iglesias, santuarios, monasterios, catedrales y demás,… indudablemente, se nota la cercanía de Roma y la influencia del papado sobre estas regiones.

En un enclave natural privilegiado encontramos el eremitorio de las Cárceles (eremo delle Carceri), a unos cinco kilómetros de la basílica de San Francisco en Assisi. No hay transporte público salvo que te quieras pagar un taxi. La ida cuesta arriba, la vuelta cuesta abajo. Un buen paseo, que incluye atravesar el casco histórico de Assisi. O Asís.

Contrasta la rica decoración de las dos plantas de la basílica de San Francesco en Assisi con la teórica pobreza de la que hacen gala los monjes de la orden que fundó el considerado santo por la Iglesia católica.

No muy lejos, la iglesia del monasterio de la abadía de San Pietro muestra una austeridad que se ajusta más a lo que uno esperaba encontrar en la ciudad del austero monje.

Perturbadoras las pequeñas pinturas de la basílica de San Pietro de Perugia, más propias de la ilustración de un libro del marqués de Sade que otra cosa, y que parece que corresponden, tras un poco de investigación, a las ocho torturas de Santa Cristina de Bolsena. Qué afición al gore tienen estos curas, oye.

Más elegante, esbelta y estilosa la catedral de Orvieto… aunque también encontramos algunas escenas apocalípticas con diablos y condenados muy divertidas.

Siempre he preferido los templos más sencillos, como la iglesia con planta de basílica de San Giovenale en Orvieto, de 1004, con frescos de los siglos XII y XIII.
Por supuesto, hemos dedicado algún tiempo a la riqueza artística, siempre tan amplia, de las regiones italianas, con visita a algún museo o algún lugar de especial significación artística. Más allá de lo mucho que hemos encontrado en los edificios mencionados.

Nos preguntamos un buen rato si esta señora china sabría porque esta pintura del Perugino, una Anunciación, es realmente importante y merecía un lugar de honor en la Galleria Nazionale dell’Umbria, instalada en el Palazzo del Priori de Perugia. Un maravilla de pequeña pintura por otra parte.

Dedicamos también un rato, en un día de lluvia por la mañana y viento frío el resto, a las exposiciones del festival de fotografía social y terapéutica que teníamos en el Museo Civico Palazzo della Penna, centro de cultura contemporánea de Perugia.

Habiendo recorrido varias ciudades cuya historia se retrotrae hasta la civilización etrusca, todas las que se encuentran al oeste del Tíber, no podíamos dejar de visitar el Museo Nazionale d’Archeologia de Perugia, con abundantes ejemplos de lo que esta interesante cultura del primer milenio antes de la era común dejó para la posteridad. La fotografía no está al revés. El alfabeto etrusco está a caballo del griego y el latino en la evolución, pero escribían de derecha a izquiera, y las letras las escribían de forma especular a nuestros usos.

Siempre me pregunto qué conseguirán registrar con sus inestables teléfonos móviles en las tenuemente iluminadas como las de la iglesia de Francesco en Arezzo. Regentada por los museos nacionales italianos, dispone tras el altar de un conjunto de frescos de Piero della Francesca de primer nivel.
Algunas curiosidades del viaje. Pues os las cuenta también ahora con algunas fotografías.

Encantados con el minimetro de Perugia, un tendido ferroviario por el que circulan pequeñas cabinas automáticas con una frecuencia muy alta, nunca esperas más de un par de minutos, para salvar los grandes desniveles de la capital umbra.

Salvo en Orvieto, tan apenas hemos encontrado follón turísticos. Aquí vemos algunos escolares franceses en Gubbio. Pero, por ejemplo, normalmente hay que reservar con antelación y con hora para ver los frescos de Piero della Francesca en Arezzo. Cosa que no hicimos y pudimos visitar sin ningún problema. Lo que es salirse de las rutas más convencionales.

Hemos encontrado ciudades subterráneas. Perugia tiene un sistema de escaleras mecánicas para que sus ciudadanos salven los desniveles fuertes que tiene la ciudad. Y algunos de ellos pasan por las antiguas estructuras arquitectónicas de la ciudad como la Rocca Paolina, una antigua fortaleza sobre la que se encuentra construida la parte superior del casco histórico de la ciudad. Estratos sobre estratos de civilización.

La ciudad subterránea de Orvieto es una atracción en sí misma, un sistema de galerías tras los edificios de la ciudad en los que encontramos pozos, prensas para el aceite, bodegas para el vino y otros víveres o columbarios (en el sentido de palomares, no de lugares para las cenizas de los muertos) donde vivían felices los pichones, hasta que el dueño del lugar los cogía para fomentar la rica gastronomía umbro-toscana.

No es que Cortona necesite muchas excusas para ser visitada, siendo como es una ciudad muy bella. Pero esa pequeña «loggia» muestra orgullosa un cartel de haber servido de localización en exteriores para la película «Under the Tuscan Sun (Bajo el sol de la Toscana)», película floja pero protagonizada por una guapa Diane Lane.

Parece que los años pasados tras la Segunda Guerra Mundial en los cuales los italianos se dieron la vuelta y cambiaron de bando no han bastado para que queden todavía infames recordatorios al fascista e infame Eje Berlín-Roma… Bueno, los italianos cambiaban el orden de las capitales, claro…
Por último, sólo me queda decir que hubiera estado bien disfrutar en más momentos de los paisajes entre estas ciudades, tanto la celebrada campiña toscana como los suaves montes Apeninos centrales que ocupan una buena parte de la Umbria. Pero bueno, en los días que hemos estado, menos de una semana, ha dado para lo que ha dado, y algo de paisaje hemos disfrutado, con lo que me despido.

En las faldas de los montes en los que se encuentra Cortona encontramos el típico paisaje toscano, con olivos, cipreses, pinos y otros árboles y plantas mediterráneas.

Y me despido también desde Cortona, donde pudimos disfrutar de un frío pero hermoso ocaso,… sobre el sol de la Toscana.
