[Cine] 2046 (2004)

Cine

2046 (2004; 14/20210216)

Me salto el comentario de una interesante película que se estrenó recientemente en Mubi, y que vi un par de días antes que la que hoy nos ocupa. Ya llegará la cosa. Pero hoy me apetecía centrarme en la última, la séptima, película del ciclo de cine del director chino Wong Kar-wai que hemos podido ver en Zaragoza, y que se está reproduciendo por otras ciudades de España y del mundo en estos tiempos, tras la restauración digital de la cintas de película de 35 mm con las que fueron rodadas. También es una película que confirma algo que para mí ya era sabido. La impresión que recibes de una película, la misma película, si la ves en pantalla grandes y en buenas condiciones, puede variar mucho con respecto a la que recibes si la ves en tu televisor. Para mí, 2046 siempre había sido una película interesante, pero no la había podido ver en pantalla grande. Siempre en vídeo. Mi consideración en estos momentos es mucho mayor, aproximándose a la que me merece su predecesora. Y sobretodo, gracias a mi mayor familiaridad con la banda sonora original multilingüe, y al factor de plus de concentración que tienes en la sala de cine, aprecias mucho más y mejor detalles que pueden pasar desapercibidos con el sonido e imagen de mi televisor de plasma de 42″, del que no me quejo… pero que no es lo mismo.

Como es natural, volvemos a pasear por Hong Kong, donde transcurre la acci´ón de buena parte de la película. Aunque no se rodó en esta ciudad.

2046 es una secuela directa, una continuación, de In the mood for love. Retomamos a Chow Mowan (Tony Chiu-Wai Leung) tras su desengaño amoroso, tras el romance fallido con la original Sou Laizan 蘇麗珍 (Maggie Cheung). Este personaje sólo aparece en flashbacks, con tomas de la película anterior, aunque existen fotogramas por ahí en las que se ve caracterizada como una de las ginoides del tren que viaja a 2046. Unos años más tarde, tras pasar un tiempo en Singapur, donde ha conocido a otra Su Lizhen 蘇麗珍 (Li Gong) [Obsérvese que el nombre es el mismo para las dos mujeres en su forma escrita; pero no en su fonética, siendo la primera la lectura del nombre en cantonés y la segunda en mandarín. En la película se aprecia la diferencia.], que le consigue el dinero para volver y que ha perdido en los casino, vuelve a Hong Kong. Pero ya no volverá a ser el hombre discreto, casado y prudente. Se ha convertido en un donjuan canalla pero simpático que mantendrá relación con Lulu (Carina Lau), a quien conocimos en Days of being wild; con una joven ¿prostituta, carabetera, mitad y mitad? que se aloja en la habitación de al lado en su hotel, Bai Ling (Zhang Ziyi); y le tirara los tejos, sin mucho éxito, a la hija del dueño del hotel, Jiweng (Faye Wong), enamorada de un joven japonés (Takuya Kimura). Todo mientras, dedicado al oficio de escritor, escribe novelas de ciencia ficción, 2046 y 2047, en las que sublima sus auténticos sentimientos y pesares.

Esta es una película en la que no te puedes despistar. En sus dos horas de duración, un poquito más en realidad, no hay escena, diálogo o momento que tenga desperdicio. Como es habitual, la película se apoya en la excelente fotografía de Christopher Doyle y Kwan Pun-Leung, en una notable banda sonora, nuevamente con música original Shigeru Umebayashi, salpicada de éxitos de Nat King Cole y otros de la época, los 60, la personalísima forma de rodar, encuadrar del director, un formidable diseño de producción, y un montaje impecable. Todo ello alcanzando la excelencia.

Las interpretaciones también son de primer orden, mostrando que el nivel interpretativo en el país oriental es tan alto como donde más. Tony Leung es un valor serguro, como Li Gong, que hace un papel pequeño. Carina Lau, en breves pinceladas describe perfectamente lo que fue de aquella Mimi/Lulu enamorada del balarrasa de Days of being wild, y amor no superado, pero con el que convive. Faye Wong toma el espíritu de su papel en Chungkin Express, no es para nada el mismo personaje en este caso, y le da la vuelta, ofreciendo el mismo encanto, pero un tono más melancólico y sólido. Y Zhang Ziyi… está superlativa, convirtiéndose de alguna forma en el personaje central de la película, el que puede dar una oportunidad al personaje masculino, con una interpretación llena de matices sin fin, como nunca la había visto en ningún papel anterior, ni nunca la vi en un papel posterior, por muy alabada que haya sido en algunos de ellos. Impresionante.

Es difícil superar a In the mood for love, pero 2046 juega en la misma liga. Que guste más o menos que las otras dos grandísimas películas que nos ha ofrecido este ciclo, Happy together o Chungking express, puede ser una cuestión muy personal. Son película muy distintas y la sensibilidad y preferencias de cada cual pueden influir. Aunque yo me quedo con la película de hoy. Para mí una película imprescindible, de la que serían necesarias muchas páginas para explicar todos los matices que despliega, todas sus virtudes cinematográficas. Pero indudablemente, un ejemplo claro de lo que hace grande el cine como una de las grandes y bellas artes. Esto, y no las tontadas de Disney y Marvel, es el CINE con MAYÚSCULAS.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

[Cine] Chungking Express (Cunghing samlam 重慶森林) (1994)

Cine

Chungking Express [Cunghing samlam 重慶森林) (1994; 11/20210209)

La sexta película del ciclo dedicado a Wong Kar-wai llegó el martes pasado. Y era una de las que más me apetecía ver. El ciclo de películas restauradas a partir de los negativos originales y digitalizadas a una resolución de 4K llega a su fin mañana, con la… llamémosle secuela de In the mood for love, y también de, según algunos… Days of being wild. Por aquello de que el personaje femenino principal se llama Sou Laizan 蘇麗珍. El nombre en alfabeto latino del personaje varía de una lugar a otro según el proceso de conversión y según se convierta el nombre chino al mandarín o al cantonés. Yo prefiero alguna de las transcripciones al cantonés, puesto que es el idioma propio de Hong Kong, aunque por el elevado número de inmigrantes también sea frecuente el mandarín. Pero vamos con esa sexta película del ciclo que también tiene dos títulos diferentes, aunque parecidos, según sea en inglés o en cantonés.

«Central-Mid-Levels Escalators» y los mercadillos templos y tiendas colindantes; no se le puede llamar una zona bonita de Central Hong Kong. Pero entretenido e interesante, seguro. Y eso que lo visitamos un domingo, que estaba más modorro.

El título de la película en inglés es una mezcla de las dos localizaciones principales de la película. Por un lado, las Chungking Mansions, en Tsim Sha Tsui, al sur de la península de Kowloon, cerca de Victoria Harbour. Por otro lado, el Midnight Express, puesto de comida rápida en Central Hong Kong, cerca de las escaleras mecánicas de Central-Mid-Levels Escalators. Chungking Mansions es la localización principal de la primera parte o primera historia de la película. El Midnight Express y las Central-Mid-Levels Escalators serán la de la segunda.

Porque la película está conformada por dos historias que apenas se rozan la una con la otra, pero que parte de un hecho común o análogo. Dos policías que hacen sus rondas… el uno (Takeshi Kaneshiro), por la noche, en Tsim Sha Tsui, el otro (Tony Leung Chiu-Wai), por el día, en Central Hong Kong, han sido abandonados por sus respectivas parejas. La del primero, un mestizo de chino y japonesa que se crío en Taiwan, no aparece nunca. La del segundo (Valerie Chow), una espectacular azafata que un día se va de viaje, dejando parte de sus pertenencias en el pequeño apartamento del policía junto a las escaleras mecánicas antes comentadas, y ya no vuelve. Y ambos conocerá a nuevas mujeres de las que se enamorarán mientras se sufren el duelo por el abandono previo. El primero, de una misteriosa criminal (Brigitte Lin) que se mueve en el mundo del tráfico de drogas, y que se encuentra en problemas por una operación que salió mal, y que se mueve por el mundo enfundada en una gabardina, con una peluca rubia y unas grandes gafas de sol. El segundo, de una joven dependienta de un puesto de comida rápida (Faye Wong), dicharachera y alegre, que quiere viajar algún día por el mundo.

Como siempre, Wong cuenta con dos elementos que complementan sus historias y el excelente trabajo de sus intérpretes. Por un lado, la estupenda cinematografía de Christopher Doyle, un habitual en sus películas, afortunadamente, aunque no es inhabitual que también cuente para ello con la colaboración de Andrew Lau, como en esta película. Por otro lado, una banda sonora basada en temas del pop internacional, anglosajón, aunque muchas veces interpretados por cantantes pop del lugar. Como es el caso del Dreams de The Cranberries interpretado por la propia Faye Wong, que con el tiempo se convertiría, en aquel momento tenía solo 24 años, y es, en una diva del pop chino. Volveremos a ver a Faye Wong en la película de mañana, como otros intérpretes habituales de las películas del ciclo, algunos de los cuales repiten papel. La canción se titula Dream Lover, 夢中人, en su versión en cantonés. En realidad, sería El soñador (Dreamer), pero aparece como Dream Lover, amante de los sueños, en casi todas partes. El California Dreamin’ de The Mamas and The Papas también tiene mucha presencia. Y es emblemática del tema de la película la canción What a diference a day makes interpretada por Dinah Washington.

Por que la cuestión principal es la reflexión sobre las dos caras de una misma moneda, en este caso el enamoramiento tras un fracaso anterior, que puede llevar a que la cosa funcione o no, a que sean dos procesos como la noche (el primer episodio) y el día (el segundo episodio). Y que la posibilidad de enamorarse o entrar en contacto con la persona de la que uno puede enamorarse depende de los escasos centímetros que en un momento dado de nuestras vidas nos separan de ellas, aunque sea durante unos segundos.

Yo salí encantado de la película. El conjunto me parece casi perfecto, y la segunda de las historias tiene uno tono romántico que te levanta el espíritu, después de la trepidante acción y la angustia que puede afectar en un momento dado al segmento nocturno de la película. Faye Wong y Tony Leung, con la participación de los secundarios, desde el encantador propietario del Midnight Express, hasta la escultural azafata, están absolutamente fantásticos. Y si eres una persona a la que te gustan las chicas… te enamorarás de Faye Wong en esta película. Y de casi cualquier mujer que salga en las películas de Wong Kar-wai… ya de paso. Ya haré un resumen en su momento de en qué orden me gusta más o menos las películas del director. Por estoy pensando en ver en casa en los próximos días los otros tres largometrajes que ha dirigido y que no forman parte del ciclo, dos de los cuales ya los he visto en pantalla grande.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

[Cine] «Fallen Angels» o «Dolok tinsi 墮落天使» (1995)

Cine

Fallen Angels, también titulada, Dolok tinsi 墮落天使 (1995; 06/20210126)

Llega la cuarta película del ciclo de películas de Wong Karwai. Y aquí, en lo que a mí se refiere, entraba en terreno desconocido, en el ámbito de lo que no sabía muy bien qué iba a ver. Puesto que no había oído hablar de ella. Ni siquiera en los últimos días, previos a la sesión de cine, busqué a ver de que iba. En esta ocasión, el título en cantonés viene a significar lo mismo que el título internacional en inglés. Ángeles caídos.

Hong Kong de noche. No necesariamente los paisajes de la película… pero es que entre los más de 20 años entre la película y mis fotos, y los distintos ambientes que un turista visita, va un trecho muy amplio.

La película nos presenta dos historias paralelas, que tan apenas se mezclan entre sí. Un par de momentos, y la sospecha de que una Blondie mencionada en una de ellas es la prostituta teñida de rubio que aparece en la otra, interpretada por la cantante pop hongkonesa Karen Mok, una celebridad en China, que recibió algún que otro premio por su papel en esta película. En la primera historia que se nos presenta, se van entrecruzando ambas, conocemos de un asesino a sueldo (Leon Lai), cuyos trabajos son preparados y organizados por una joven secretamente enamorada de él, aunque nunca se ven (Michelle Reis). Para presentar la otra historia, conocemos a su protagonista, un joven expresidiario mudo (Takeshi Kaneshiro), porque vive en el mismo edificio que la anterior junto con su padre sexagenario. Se dedica a entrar en negocios ajenos por las noches y buscar clientes para los mismos. Así acabará relacionándose con una joven un tanto desequilibrada, que podría ser (o tal vez no, tal vez esté en su imaginación), su primer amor (Charlie Yeung)

Hay dos elementos que resaltan en la película. En primer lugar, no se puede decir que haya un argumento o una historia bien definidas. Más bien vamos contemplando momentos en las vidas de estos personajes, de los que al final podemos pensar que conocemos más o menos que al principio, o que lo que hemos visto es la realidad o lo que ellos imaginan su realidad. En segundo lugar, la potencia visual de la película. Rodada con grandes angulares, siempre de noche, colores muy saturados, encima del rostro de los personajes en muchas ocasiones,… algunos veo que la definen como «estilo videoclip».

Con buenas interpretaciones, quizá el que menos me llama la atención es el asesino a sueldo, Lai, y la que más la rubia prostituta, Mok, y esta fuerte impresión visual, sin embargo hasta ahora es la película del director que más frío me ha dejado. También es cierto que, dentro de que es un director poco convencional, es la menos convencional del ciclo hasta el momento. He leído que se pensó en ella como una misma película que Chunking Express, que se estrenó un año antes… tendré que ver esta otra película, mucho más célebre y valorada, para opinar.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] «Days of being wild» o «Afei zingzyun 阿飛正傳» (1990)

Cine

Days of being wild, también titulada, Afei zingzyun 阿飛正傳 (1990; 04/20210119)

Y esta semana pude ver la tercera película del ciclo de películas de Wong Karwai. Y probablemente, esta es la que más ganas tenía de ver junto con Chunking Express, para la que tendremos que esperar al segundo martes de febrero, si todo va bien. En esta película, es la primera ocasión en la que aparece el personaje de Su Lizhen o Sou Laizan 蘇麗珍, según se transcriba aproximadamente del mandarín o del cantonés. Personaje principal en In the mood for love, donde es interpretado por Maggie Cheung, aquí fue un personaje importante, pero no protagonista, e interpretado por primera vez por la guapa hongkonesa. Volverá al final del ciclo con 2046… pero será más complicado.

Que Sou Laizan, el personaje interpretado por Maggie Cheung ( o Cheung Manyuk), diga que pas´ó su infancia en Macau me sirve de excusa para no poner fotos de Hong Kong solamente durante las películas de este ciclo.

Al igual que en muchas películas del director, el título original en cantonés no es significa la mismo que el título «internacional» en inglés. Siendo su traducción más aproximada la de «la verdadera historia de un vividor» o «camorrista». Pero tal y como aparece el carácter en la película creo que le va más lo de «vividor» que lo de «camorrista». «Mujeriego» también le iría bien.

Porque su protagonista es Yuddy, un joven que vive del cuento, (Leslie Cheung), que fue adoptado por una antigua prostituta que vive muy acomodada (Rebecca Pan), y que es un mujeriego con poco o ningún desea de comprometerse con ninguno de sus ligues, mientras piensa en encontrar a su auténtica madre. Conoceremos su relación con la modosita y guapa Sou Laizan (Cheung), y con la descarada cabaretera, y también muy guapa, Leung Fungying (Carina Lau). Las cuales atraerán a un joven policía (Andy Lau) y al mejor amigo de Yuddy (Jacky Cheung).

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La película fue la primera que rodó con Christopher Doyle como director de fotografía, y vaya si se nota. Esta película tiene ya un empaque visual en el que se aprecia notablemente la combinación entre la visión de autor del director, muy personal y distintiva, y la excelencia como iluminador y fotógrafo de Doyle. Es una adelanto de lo que ambos nos ofrecerán más adelante en su carrera.

No obstante, la película confía también mucho en el buen trabajo de sus intérpretes. El tema principal es la peligrosa mezcla del abandono y del miedo al compromiso. Yuddy fue abandonado por su madre y no es capaz de comprometerse ni con la formalita y fina Sou Laizan, ni con la descarada y más sensual Leung Fungying. Las cuales, rechazadas por el anterior, no encontrarán camino hacia los pretendientes que se les acercan.

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Con un tramo final, rodado en Filipinas, desaforado, intenso y trágico, se desvelan algunos secretos. Entre los cuales… cual de las mujeres es aquella a la que realmente amó. Y termina con una misteriosa escena protagonizada por Tony Leung, el otro protagonista de In the mood for love, que no tiene sentido si no te explican que iba a ser continuada por otra película que iba a tener a este por protagonista, pero que no se llegó a rodar. Se habla de esta película, junto con In the mood for love y 2046, como una trilogía. O trilogía informal. Las dos últimas están claramente relacionadas. Ahora bien… sobre si esta y la segunda lo están, sobre si la Sou Laizan de esta y la segunda es la misma mujer… se admiten opiniones opuestas. Y me da igual lo que hayan declarado en algún momento sus responsables. En cualquier caso, esta película no me ha defraudado; me gustó mucho.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] «As tears go by» o «Wonggok kaamun 旺角卡門» (1988)

Cine

As tears go by, también titulada, Wonggok kaamun 旺角卡門 (1988; 02/20210112)

Seguimos esta semana con el ciclo de películas de Wong Karwai, que empezó la semana pasada con In the mood for love. Aquella fue la primera película del ciclo porque es la más conocida, la que más personas arrastra a las salas, más si se proyecta en una víspera de festivo. A partir de esta semana, el resto de las películas del ciclo, creo que son seis, van en orden cronológico de su estreno. Y la que hoy nos ocupa, que nunca he visto, y que en IMDb no consta que se llegase a estrenar comercialmente en España, fue la primera película del realizador hongkonés. Película que ya de entrada fue presentada en la quincena de los realizadores de Cannes de 1988, con buen éxito de crítica.

La película se desarrolla principalmente en las calle de Mong Kok en Kowloon. Aunque también hay escenas, o un ir y venir de los protagonistas, entre Kowloon y la isla de Lantau, donde vive Ngor, el personaje femenino principal de la película.

Algunas aclaraciones sobre el título. En su distribución internacional, se conoce con el título en inglés de As tears go by. Pareciera que quisiera inspirarse en la conocida canción de Mike Jagger del mismo título, que estrenó Marianne Faithfull, aunque luego los Rolling Stones la incorporaron a su repertorio. Una canción melancólica por algo que se perdió. Pero desconozco si hay relación, y desde luego no aparece en la película. Pero el título original de la película, en cantonés es 旺角卡門, que se traduciría por Mong Kok Carmen. Siendo Mong Kok una conocida zona comercial de Hong Kong en la península de Kowloon, y reconocible para quien haya visitado la ciudad por las escenas rodadas en lo que parece el Ladies’ Market, y siendo Carmen una referencia al conocido carácter de la novela de Merimée. Algo no del todo bien entendido por los responsables de la película, porque el efecto del personaje femenino principal, Ngor (Maggie Cheung), sobre el protagonista masculino, Wah (Andy Lau), parecería el opuesto al de la gitana Carmen sobre don José. Pero esto es algo anecdótico. Porque en la primera colaboración de Wong con Cheung, la guapa actriz no deja de ser un personaje secundario, aunque importante.

En una de las paradas de metro de Mong Kok siempre animadas.

Son muchos los que han comparada esta película con Mean streets, una de las primeras películas de Scorsese, por sus analogías argumentales. El joven mafioso (Lau) que protege a su amigo/hermano poco inteligente y confundido, Fly (Jacky Cheung), en el mundo de los bajos fondos de la antigua colonia británica. Y en esas están cuando aparece la guapa primita que puede enderezar el rumbo del protagonista, si no fuera por que Fly va a meterlos en constantes embrollos con otros hampones.

La película está hecha con cuatro cuartos y se nota. Con una banda sonora electrónica de las que se llevaban en los años 80 y que en la actualidad chirría un tanto, se aprecia no obstante el talento del director, que saca adelante las limitaciones del filme con un rodaje atrevido, con encuadres y puesta en escena visual meritorios, y con un trabajo actoral que puede distar de lo que acostumbramos en occidente y en estos tiempos, pero que tiene también su mérito.

El ferry que lleva desde Kowloon, al fondo, hasta la isla de Lantau, hacen parada en los muelles de Central, en la isla de Hong Kong.

Esta primera película de Wong Karwai no es una obra maestra, pero teniendo en cuenta que es su debut en la dirección de largometrajes, no es de extrañar que se haya ganado el favor de la crítica de forma casi universal. Y fue la película más taquillera del director en su ciudad de origen hasta 2013 con The Grandmaster. La semana que viene… tendremos la primera de las tres apariciones del personaje Su Lizhen (interpretado por Maggie Cheung, mayormente, aunque no siempre) en las películas del director.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***
Vista de los canales de Tai O en la isla de Lantau.

[Fotos] El 2016 en fotos (1): De viaje con la cámara al hombro – Fotografía y otras artes visuales

Fotografía, Viajes

Comienzo como otros años con mi resumen y balance del año. El 2016 que se nos va, que como muchos años ha tenido sus cosas buenas y sus no tan buenas. Pero mi recuerdo de los años siempre lo expreso en forma de fotografías, que muchas veces llevan asociadas recuerdos. Y también muchas veces, esos recuerdos pueden ser íntimos o privados, aunque las fotografías que los representan sean públicas. Soy celoso guardián de mi intimidad, mis recuerdos más próximos son míos. Pero hay imágenes próximas que los representan y puedo y quiero publicar. Y como digo, empiezo el balance con los viajes.

No me quejo. En absoluto. Ha sido un buen año en lo que se refiere a los viajes de larga distancia y recorrido, con algún incidente, pero sin mayores consecuencias. Sin embargo, siento que no he podido aprovechar tanto en miniviajes, esas escapadas de un día o un fin de semana, que también son muy necesarias, y a las que he tenido que renunciar durante el año en varias ocasiones, por motivos diversos. Lo dicho, celoso guardián de mi privacidad.

Tras los dos primeros meses, en los que se puso de manifiesto que iba a ser un año raro y complicado para las excursiones y escapadas de fin de semana, un sábado por la mañana de marzo hubo una pequeña excursión de Fotógraf@s en Zaragoza a Anento. Fue como un punto de partida. Por sencillo que fuera.

Aguallueve de Anento

Pocas semanas más tarde llegaba mi primer viaje internacional del año. Ya se ha convertido en un clásico mi escapada a Italia de Semana Santa, que este año, por mor de unos festivos que se nos debían, se estiró algo más. Y el destino fue las ciudades de la Umbria y el sur de la Toscana. Lugares de gran belleza, física y cultural, y que además carecen de las aglomeraciones de otros destinos más afamados en la península itálica.

Perugia

Estación de Asís

Gubbio

Arezzo

Cortona

Duomo de Orvieto

Vuelta tras las vacaciones de Semana Santa a los fines de semana gafados hasta que a principios de junio consigo escaparme un sábado a Madrid para visitar algunas de las más destacadas exposiciones en PhotoEspaña 2016.

Madrid

También con el comienzo de la primera mitad de mis vacaciones de verano pude escaparme con Fotógraf@s en Zaragoza al valle de Tena y Jaca, en una excursión muy divertida.

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Pantano de Búbal y Peña Telera

Y llega el viaje estrella del año. Islandia era un destino deseado desde hacía muchos años. Aunque siempre habían surgido problemas para hacer realidad el deseo. Incluso este año estos problemas surgieron hasta la misma víspera del viaje, pero mi decisión era clara y al final aterricé en la bella isla cercana al ártico, y a caballo de dos placas continentales. Difícil resumir la variedad de paisajes y estímulos visuales de esos días.

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Krýsuvík

Harpa en Reikiavik

Geysir

Suđurland

Skógafoss

Reynisfjara

Svínafellsjökull

Playa de Jökullsárlón

Jökullsárlón

Skaftafell

En julio, aprovechando todavía algunos días de vacaciones, aprovecho otro día para volver a visitar algunas exposiciones más de la interesante edición 2016 de PhotoEspaña. Y la exposición del Bosco en el Prado. Esta vez con visita a lugares poco conocidos del Jardín Botánico de Madrid.

Jardín botánico de Madrid

En agosto me proponen visitar el sur de Suecia, quizá Copenhague, y si hay suerte Estocolmo. Voy de acompañante en un viaje… llamémoslo de negocios,… pero que me permitió conocer mucho del arte moderno y contemporáneo en aquellas tierras escandinavas. Y los tres lugares nos dio tiempo a visitar.

Louisiana Museo de Arte Moderno

Konsthall de Malmo

Fotografiska en Estokolmo

Moderna Museet de Estocolmo

Junto al ayuntamiento de Estocolmo

Septiembre fue saludado con una nueva escapada con Fotógraf@s en Zaragoza, que han sido los que me han permitido escapar en parte a mi maldición de las excursiones de este año. En esta ocasión, una divertida excursión a la comarca del Matarraña en la provincia de Teruel.

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Valderrobres

Y con la segunda mitad de mis vacaciones, entrado ya el otoño a principios de octubre, surge un viaje relativamente inesperado, y que va a resultar también un éxito, rico en experiencias y visualmente muy interesante. Nos vamos a Hong Kong. Y desde la antigua colonia inglesa en China, me escaparé también a visitar Macao. También difícil de resumir visualmente las experiencias de esa semana.

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Mongkok

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Templo de los Diez Mil Budas en Sha Tin

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Tranvías en Causeway Bay

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Monasterio Po Lin en la isla de Lantau

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Pescadora en Tai O – Isla de Lantau

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Jardines Nan Lian

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Jardín de los Pájaros en la calle Yuen Po

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Victoria Harbour

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The Peak

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Ruinas de San Pablo – Macao

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Casa del Mandarín – Macao

Octubre fue también la ocasión de compartir una día de intensa fotografía con unos estupendos colegas, esta vez de ASAFONA (Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza), a la que me apunté a principio de año, y que no he aprovechado ni la cuarta parte de lo que pensaba. Me voy a dar otro año de oportunidad, a ver cómo funciona. En esta ocasión, fotografiando la flor del azafrán en Monreal del Campo, provincia de Teruel.

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Monreal del Campo y la flor del azafrán

Y en noviembre, organizamos una quedada de amigos diversos en Madrid, con la excusa de la exposición de Renoir en el Thyssen-Bornemisza. A pesar de la lluvia, lo pasamos bien.

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Roy Lichstenstein en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid

Cerraremos el año con una escapada cercana a fotografiar el viaducto de alta velocidad de Rodén, en un mes de diciembre en el que también se han frustrado un por de excursiones por el mundo… Esperemos que esto mejore en 2017.

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Viaducto de Rodén

Viajes – última jornada de la estancia en Hong Kon en Stanley

Viajes

Ya estoy de vuelta, después de una semana, un poquito corto o un poquito larga, según se cuenten los días de viaje, en Extremo Oriente, en Hong Kong y Macau. En estos días el Cuaderno de Ruta ha estado en modo «sólo fotos», es decir, iban apareciendo fotografías que sobre la marcha iba tomando en el viaje. Pero me he dejado de contar o de poner las fotos del último día. Que empezaba muy distinto a como yo pensaba, puesto que me había quedado atascado en Macao a pasar la noche.

Madrugando un poco, cogí un ferry a las 7:05 de la mañana hasta la China Ferry Terminal en Kowloon, y a las 9:10 estaba desayunando con mis reencontrados compañeros de viaje. Nos despedimos del hotel, en cuyo cuarto de equipajes dejamos los nuestros y dividimos el día en dos. Una parte con fotos, la otra no. La primera, un relajada visita a la población de Stanley en la costa sur de la isla de Hong Kong. La segunda, ir de compras.

Pero vamos con Stanley. El lugar, sin ser una maravilla de población, es coqueto y tranquilo. Tranquilísimo si lo comparamos con Victoria o Kowloon, los dos núcleos principales de población de la antigua colonia británcia, hoy región autónoma especial de la República Popular China, y que tiene los siguientes atractivos, que ilustro con fotos.

Un mercado de lo más entretenido, en el que aprovechamos para comprar alguna cosa.

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Una bahía muy agradable, con sus paseantes, sus pescadores y todas esas cosas.

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Un parque muy bien cuidado, con su jardín de mariposas. No se veían muchas, pero se veían más que en cualquier otra parte. Y con el calor que hace por esas latitudes, no se están muy quietas para que les hagas la foto. Aunque un cayó en mis redes fotográficas.

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Y una serie de templos, alguno de ellos de los más antiguos y con más tradición, que me resultan siempre muy divertidos por una diversidad de motivo. Si me documento un poco más, igual le dedico una entrada al tema. En cualquier caso, con esto me despido de esta serie de entradas sobre mi viaje a Hong Kong de estos últimos días. A ver si me pongo al día con los cuadernos de viaje, que tengo con este cuatro pendientes de terminar o de hacer, los cuatro de este año.

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[Libro] La mujer del juez

Literatura

Cuando compré este libro a principio del verano, no sabía que formaba parte de una trilogía escrita por la británica Jane Gardam. Creo que ya he contado que para elegir los libros de este verano, decidí repasar el catálogo de libros electrónicos de una editorial que siempre me ha parecido que tiene mucho tino a la hora de elegir los autores y los títulos que publica, muchas veces traducciones de obras de escritores extranjeros. La breve sinopsis de este título me pareció interesante y lo incluí. Ahora sé que forma parte de esa trilogía… que es el segundo volumen de la misma… que se puede leer de forma independiente… y que quizá he dado con el personaje más importante de la misma y que tal vez me dé miedo leer los otros dos libros.

La mujer del juez
Jane Gardam; traducido por Sonia Tapia Sánchez
Ediciciones Salamandra, 2013
Edición electrónica

Quizá sería más adecuado viajar fotográficamente a Hong Kong... pero no he estado por allí. Aún. Así que nos quedaremos en la metrópoli, en Londres.

Quizá sería más adecuado viajar fotográficamente a Hong Kong… pero no he estado por allí. Aún. Así que nos quedaremos en la metrópoli, en Londres.

Un viejo juez, sir Edward Feathers, desde su retiro en la campiña británica, vuelve la vista al pasado. Especialmente, al hueco dejado por Betty, su esposa. Y la novela poco a poco nos desgrana la vida de la pareja desde el punto de vista de Elisabeth Feathers. Desde su breve cortejo y su matrimonio en Hong Kong, hasta el día en que falleció. Una mujer fuerte, con una infancia difícil en los campos de internamiento japoneses en China, donde mataron a sus padres. Que se debatirá entre conceptos como lealtad, pasión, amor… Marcada por una maternidad fallida, la mayor parte de su vida, vivida en extremo oriente, será la perfecta esposa, educada y elegante, de un juez… pero con sus propios secretos, sus propios sentimientos, sus alegrías, sus tristezas, sus logros y sus frustraciones.

Eso sí, podemos acercarnos a alguno de los numerosos restaurantes chinos en el Soho, y pedirnos unas raciones de pato laqueado.

Eso sí, podemos acercarnos a alguno de los numerosos restaurantes chinos en el Soho, y pedirnos unas raciones de pato laqueado.

Esta «mujer del juez», que en su idioma original es «el hombre con un sombrero de madera» (The Man in the Wooden Hat), es como digo parte de una trilogía. La primera de las obras parece que está dedicada al marido, al juez Feathers, y la tercera al rival de este, Veneering, que también tiene un papel importante en la vida de Betty. En esta novela, la que está escrita desde el punto de vista de Betty, el personaje femenino parece con creces el más interesante de los tres. Esto genera una paradoja. La novela me ha gustado mucho. Me ha hecho sonreír, me ha intrigado, me ha conmovido, me ha entristecido… Con un estilo de escritura ágil, pero nada descuidado, me ha llevado en un vuelo por la biografía de la protagonista. Sin embargo, no me imagino en estos momentos meterme en la mente de los dos hombres, que cada uno de ellos, con su propio méritos, o mejor dicho deméritos, me han resultado indignos de las atenciones de esta mujer. Que sin embargo se las otorga.

Ya veré que hago. De momento, no me queda otra cosa que decir que me parece una novela altamente recomendable, especialmente para quienes gusten de los caracteres femeninos interesantes y con personalidad. Aunque esta aparezca arrumbada en un rincón por las circunstancias sociales.

O tomar el tren y acercarnos a la campiña de retiro de los Feathers, no lejos de Cornualles, donde esta tomado este paisaje.

O tomar el tren y acercarnos a la campiña de retiro de los Feathers, no lejos de Cornualles, donde esta tomado este paisaje.

[Libro] Li

Literatura

Quiero dejar bien claro que el hecho de que hoy me toque hablar del libro de un poeta griego nada tiene que ver con las turbulencias políticas del país helénico que tanto están dando que hablar estos días. Tampoco tiene que ver con ese «derrumbe de uno de los pilares de la cultura helénica» que al parecer supone la muerte de Demis Roussos. No. El hecho es que en los días de fiesta que tuve para fin de año, como ya he contado, compré unos cuantos libros de tipo relato corto y relato ilustrado en Cálamo, y uno de ellos era del poeta griego nacido en Manchuria, Nikos Kavadias, Nicos Cavadías o Nikos Kavvadias, que de las tres formas lo he visto transcrito.

Li
Nicos Cavadías, traducción de Mercè Guitart Ribas
Los Intempestivos, Editorial Funambulista; agosto de 2014

Li es un relato corto, probablemente de corte autobiográfico. Cavadías fue un poeta que pasó buena parte de su vida trabajando como marinero de la marina mercante. Y uno de sus viajes, probablemente más de uno, le llevó hasta el puerto de Hong Kong, donde tenían que entregar un mercante a sus nuevos propietarios. Y hasta que esto se produjo estuvo viviendo unos días en su camarote del barco, en el puerto de la ciudad china, entonces colonia inglesa. Y allí, entre los sampanes del puerto vivía una niña de 10 años, Li, que subió a bordo cuando lo hicieron las prostitutas que vinieron a ofrecer sus servicios a los marineros cuando llegaron a puerto, y le ofreció sus servicios como sirvienta. Una niña de 10 años, viva, despierta, que acarreaba consigo un niño de corta edad, su hermano. Aseguraba Li que nunca había pisado la ciudad, que su vida transcurría permanentemente entre los sampanes. Y sin embargo la conocía en la cabeza como si la recorriera todos los días. Y Cavadías nos cuenta esos días con esa niña.

No he tenido la oportunidad de visitar Hong Kong... todavía... porque tentarme me tienta. Así que tiraré de otra ciudad portuaria para ilustrar el relato de un marino, Hamburgo.

No he tenido la oportunidad de visitar Hong Kong… todavía… porque tentarme me tienta. Así que tiraré de otra ciudad portuaria para ilustrar el relato de un marino, Hamburgo.

El libro está escrito en prosa, pero el escritor es poeta. No trata de contarnos una historia. Trata de contarnos unas sensaciones, unos sentimientos. Nos transmite como un pintor con palabras un paisaje humano de los niños del puerto de Hong Kong y del entorno que les rodea, representados por esta niña, no bonita físicamente, pero inteligente y bella de espíritu, indudablemente inspiradora para e poeta entre la sordidez de la vida portuaria.

No hay moralidad barata. No hay cuestionamientos sobre la justicia o injusticia del entorno, de la pobreza, de la degradación de las prostitutas, de la venta de niñas, aunque están hay descritos, aparecen en el relato para que el lector aprehenda toda la información pertinente al entorno de la relación entre la niña y el marinero. Que cada cual saque sus conclusiones. El relato, en cualquier caso, no es oscuro, y tiene momentos de luz, paréntesis de felicidad entre los esfuerzos por la supervivencia cotidiana. Y de solidaridad, incluso de amor, fraternal sobre todo.

El libro se puede leer enseguida. Es cortito. Pero yo recomiendo una lectura sosegada. Que te dure varias noches, poco antes de dormir. Apreciando las sutilezas del lenguaje de la prosa poética de Cavadías, y aprendiendo a ver y a mirar a Li a través de sus hijos. Una de las cosas que me pregunté yo a mi mismo cuanto terminé el libro… ¿por qué diablos alguien querría escribir un libro en prosa poética sobre un burro cuando hay tantos seres humanos que pueden inspirar al poeta?

Me he enterado que hay una película de Marion Hánsel de los años 90 que adapta el relato con Stephen Rea en el papel del marinero. A ver cómo hago yo para verla.

20110706-_1100796

Aunque en tal puerto no falta referencias al gigante chino, no.