[Viaje] Escapada en el día en Tarragona, España

Viajes

Durante mi infancia, y especialmente adolescencia, mis estancias en la costa del Mediterráneo en la provincia de Tarragona fueron frecuentes. Fueron la norma en materia de vacaciones. Entre mis 3 y mis 8 años de edad, durante seis años consecutivos, veranee con mis padres en Benicarló, provincia de Castellón. Pero cuando nació mi hermana, yo con 9 años de edad, comenzó un ciclo de vacaciones veraniegas en la costa de la provincia de Tarragona, hasta que cumplí los 18 años y entre en la universidad. En ese momento, dejó de interesarme ir de vacaciones con la familia, y mis visitas a la costa mediterránea se hicieron más esporádicas y de otra forma. En aquellos 9 años aproximadamente, recorrimos algunos lugares de la provincia de Tarragona, incluida la capital. Aunque no mucho. Mis padres quería descansar y tomar el sol. No hacer turismo.

Pero sí que visitamos Tarragona en alguna ocasión. Mis recuerdos se reducía al famoso «balcón del Mediterráneo», de cuya vista los tarraconenses presumían mucho, aunque a mí me dejaba un poco frío, y a pasear por la murallas y ver desde arriba el anfiteatro romano. Y que siendo un niño, me molestaba mucho que fuese una ciudad llena de cuestas. Un engorro. Obviamente, no es para tanto. Como luego concluiré, en general, lo que puede visitar un viajero o turista, es bastante agradable. Aunque la vista desde el «balcón del Mediterráneo» sigue dejándome un poco frío. No así otros puntos de interés de la ciudad. Como el día anterior, me centré mucho en hacer fotos con película fotográfica tradicional. Pero también me llevé la muy conveniente Sony ZV-1, con la que hice bastantes fotografías, especialmente en interiores, aunque no únicamente. Muchas más que en Madrid.

Es ya una tradición desde 2017 que, con algunas amistades, nos cogemos de fiesta el día siguiente a San Valero, el festivo local, y nos vamos a algún lugar a pasar el día, visitar algo interesante si es posible y relajarnos. También suele ser germen de los planes de vacacionales del año correspondiente, aunque en esta ocasión ya íbamos muy adelantado en eso. Ya tengo los billetes para la escapada de la Semana de Pascua, volveré a las riberas del lago de Constanza, y de las vacaciones de primavera, volveremos al País del Sol Naciente. En cualquier caso, en muchas ocasiones habíamos hablado de aprovechar la alta velocidad ferroviaria para visitar Tarragona. Las informaciones que recibíamos en los últimos tiempos es que era un destino adecuado para una escapada de un día. De más, si quieres recorrer algo de la provincia, como los monasterios cistercienses, o algún punto de la costa. Aunque la costa está muy machacada por el efecto del turismo y las nefastas legislaciones que sobre protección de la misma ha ido desarrollando el gobierno catalán.

Ir a Tarragona en tren de alta velocidad tiene su punto de absurdo. Como pasa con otros destinos con estación de alta velocidad, y que se encuentran fuera del casco urbano de la ciudad, a kilómetros de distancia, en medio de la nada, aparentemente. Vamos a ver… no es grave, hay una línea de autobuses interurbanos que conecta con el centro de Tarragona. Con una frecuencia irregular, pero al parecer suficiente. Aunque resultó sorprendente que si llegó el tren a la estación de Camp de Tarragona puntualmente a las 10:04 de la mañana, cuando estábamos a poco más de 10 metros del autobús que tenía prevista su salida a las 10:10, este saliese para hacer su recorrido, sin viajeros a bordo, a las 10:08. El que hubiera un nuevo autobús a las 10:20 nos consoló en parte… pero en general nos pareció una situación… no grave, pero muy absurda.

La visita fue muy agradable. El tiempo, primaveral. Con nubes a primera hora de la mañana, cuando llegamos al primer lugar que visitamos, casi a las 11:30, ya teníamos luz de sol asomándose entre las nubes. Tuvimos la suerte, no buscada, de que el último martes de cada mes, los lugares dependientes del Museo de Historia de Tarragona (web sólo en catalán, aunque con un enlace para el traductor de Google, una solución poco elegante,… cutre incluso) tengan la entrada gratis. No es que nos hubiera importada pagar los 15 euros del bono que incluye todas sus dependencias… pero oye, eso que nos llevamos por delante. Lo más destacado de Tarragona son los lugares arqueológicos de la Tarraco romana, declarados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Y que están bien en general. Es fácil establecer una ruta para ir visitándolos, al mismo tiempo que aprecias el centro histórico de la ciudad, que está muy aseado y muy agradable de pasear. También visitamos una casa que antaño perteneció al nobleza/alta burguesía de la ciudad. Fuera de estos elementos arqueológicos y civiles, visitamos al catedral.

La diócesis tarraconense fue la más importante de la Cataluña medieval, e incluso de la Corona de Aragón. Durante un tiempo, fue establecido que los reyes de Aragón, que también eran condes de Barcelona y soberanos del resto de los territorios de la Corona, fueran coronados en la catedral de Zaragoza, pero por el arzobispo de Tarragona. En un momento dado se planteó que la archidiócesis tarraconense fuera la primada de España, en lugar de Toledo, porque Tarraco fue la principal ciudad de la Hispania romana, y así lo fue su diócesis. Pero ya sabemos con funciona el centralismo en España. El caso es que la catedral refleja el estatus que tuvo la diócesis. Es grandota, con un bonito claustro y un museo diocesano con obras de calidad. Para mi gusto, la restauración del interior de la catedral está un poco pasada de frenada… no según las tendencias actuales que tienden a respetar las huellas del tiempo, aunque frenen el deterioro y den seguridad y esplendor y valor al edificio histórico. En cualquier caso, los curas no imitan a los museos del lugar, y no hay entrada gratis el último martes de mes.

Nos llamó la atención la escasa oferta de servicios hosteleros. El 90 %, o más, de los establecimientos de restauración gastronómica del centro histórico estaban cerrados. El lugar donde al final comimos unas raciones de ventresca de atún y queso, ni siquiera tenían ingredientes para hacer ensaladas, a pesar del preminente lugar que estas tenían en su carta. En realidad, las calles del centro histórico estaban prácticamente vacías, a pesar de la animación que se percibía en la Rambla Nova y más allá. No parece tener lugar este barrio de la ciudad en la vida cotidiana de la ciudad. Lo cual contrasta con el bullicio habitual de otros centros históricos. Como el de Zaragoza, por no ir más allá, y por hablar de nuestra ciudad y la segunda ciudad en importancia durante los tiempos de la provincia romana Tarraconense. Y mantengo mi sensación de antaño. Las gentes son formalmente corteses… pero siempre sientes una cierta frialdad en el trato. Hay una distancia marcada que siempre sientes. Quizá por eso durante décadas, y a pesar de la proximidad, hemos ignorado estos lugares. Debo hacer excepción la tremendamente animosa y simpática trabajadora de la oficina de información turística de la Rambla Nova. Un encanto. En fin… misión cumplida.

[Viaje] Como de costumbre en los últimos años, un día en Madrid

Viajes

Los dos últimos lo hice de forma similar. Alrededor de la fiesta de San Valero en Zaragoza, además del día de fiesta que todos los habitantes de la ciudad tenemos, me suelo coger un día de fiesta extra. Y aprovecho para hacer algunos viajes en el día con distintos objetivos. Uno de estos viajes suele ser a Madrid. Si hay algo que ver en exposiciones o temas culturales aprovecho, aprovecho también para hacer alguna compra, suelo quedar a comer o a tomar café con amistades madrileñas, y me doy una vuelta haciendo algunas fotos.

No madrugué. Saqué los billetes con mucha antelación. Creo que fue en la última semana de diciembre o en la primera de enero, y con muy buenos precios para la ida y vuelta en tren de alta velocidad. En esta ocasión con Iryo, los trenes de la empresa Ilsa conformada por Trenitalia, Air Nostrum y algún otro grupo empresarial. Esta compañía es la principal alternativa a Renfe, ya que el otro operador tiene una oferta mucho menor. Creo que actualmente las conexiones entre Zaragoza y Madrid o Barcelona son de unas ocho o nueve por sentido, y alguna de ellas se extiende a Andalucía. Conforme va afianzándose, sus ofertas de precios no son tan ventajosas como en sus primeros tiempos, pero todavía hay mejores ofertas que con el Ave de Renfe siempre que los horarios te convengan y saques el billete con suficiente antelación.

Como contrapartida de esta mayor oferta, ya me habían comentado que están más tensionados por el tamaño de su flota de trenes. Y si como pasó el lunes, uno de ellos les falla, pueden acumular retrasos impropios de una línea de alta velocidad. Normalmente muy puntuales, el lunes llegamos a Madrid con media hora de retraso, fruto de esos problemas en una de las relaciones. La vuelta transcurrió sin problemas. Fundamentalmente hice fotos con cámara para película fotográfica tradicional, de eso os hablaré cuando las tenga reveladas. Pero también hice algunas fotos con la pequeña y bolsillera Sony ZV-1, una cámara de lo más útil en estas circunstancias, pero de cuya segunda versión me cuentan que la han hecho mucho menos útil. Vamos,… que si alguien está interesado, mejor que busque el modelo original y no el actual.

Tenía interés en conocer la oferta cultural y las instalaciones de Matadero Madrid, estuve brevemente hace un tiempo en una exposición. Y además me habían recomendado la visita al Palacio de Cristal de Arganzuela, un jardín botánico bajo invernaderos, que me habían asegurado habría todos los días, siendo gratuita la entrada. Hay que recordar que los lunes suele ser día de cierre en museos y exposiciones, pero un jardín… Bueno, pues la información no fue de fiar y estaba cerrado. No obstante el paseo por el lugar fue agradable, nos tomamos unos chismes, y luego iniciamos un recorrido por Madrid Río, la zona verde que sigue el curso del Manzanares hasta el puente de Segovia. Muy agradable también.

Como nos habíamos tomado algo en Matadero siendo ya las doce y media de la tarde, no teníamos mucha hambre así que entramos al Campo del Moro para visitarlo. No había entrado en estos jardines al pie del Palacio Real desde que viví durante un año en Madrid hace más de 30 años. Y están muy bien. Pertenecen a Patrimonio Nacional y están muy bien cuidados. Y estaban muy tranquilos. En alguna otra ocasión igual me llevo el teleobjetivo, porque había aves potencialmente interesantes. A tres metros de nosotros se nos posó en el cesped un pito real, una especie de pájaro carpintero, que tras observarnos tranquilamente alzó el vuelo para posarse en el tronco de un árbol cercano. Con el Olympus 75-300 mm seguro que podría haber hecho algúna foto interesante de este ave. Me sorprendió la presencia de abundantes cotorras argentinas, una especie invasora peligrosa para las especies locales, que proliferaron en Zaragoza hasta que se iniciaron programas para eliminarlas en los años 2015 y 2016.

Comimos, un poco tarde, unos platos de jamón y queso, en las proximidades del Palacio Real, carísimos para la calidad que tenían. No estaban mal, pero no se justificaba el precio. Y luego ya nos dirigimos a realizar algunas compras por diversos lugares. Compré película fotográfica, que paradójicamente encontré barata en la FNAC y no en comercios especializados, y algunos libros de fotografía en La Fábrica, de los que os hablaré otro día. Y ya, de vuelta a casa. Un agradable día, soleado pero con luz suave, y temperaturas desusadamente elevadas para la época. Vamos,… que el chaquetón entró en mi mochila cuando llegué a Madrid, y no me lo volvía a poner hasta que llegué a la niebla de Zaragoza.

[Foto] El 2023 en fotos; de viaje con la cámara al hombro

Viajes

Llegamos al final de 2023. Un año… que no ha estado mal. Y comienza el repaso de fin de año, fundamentalmente un repaso fotográfico, que es lo que me apetece, como de costumbre desde hace ya un buen montón de años en este Cuaderno de ruta. En mi carpeta con fotografías de viaje he registrado quince subcarpetas, es decir, quince viajes de mayor o menor duración. Van desde la excursión en el día a algún pueblo aragonés, incluso de la propia provincia de Zaragoza, en cuya capital vivo, hasta algún viaje intercontinental saltando el Atlántico durante unos cuantos días. Así que mi concepto de lo que es viajar con la cámara al hombro es muy amplio. Así que sin más, vamos con el repaso. Con fotos.

Recordad que podéis ver regularmente fotografías de mis viajes, tanto actuales como de antaño, en mi cuenta de Instagram dedicada a ello.

30 de enero – Un mañana soleada en Teruel.

31 de enero – Una revisión de la actividad cultural en Madrid y una visita a los amigos desde hace 25 años

6 de marzo – En Barcelona, reparando cámaras fotográficas y una visita a los amigos desde hace 40 años.

Viaje de Semana Santa – Basilea, Friburgo, Colmar, el Jura… en una pequeña reunión con aficionados a la fotografía con película tradicional de Suiza y Alemania.

26 y 27 de abril – Reuniones de trabajo en Madrid.

16 de mayo – Excursión con AFZ Asociación de fotógrafos de Zaragoza a Torrellas y Tarazona.

Vacaciones de primavera – San Francisco y escapada a Yosemite Valley.

Puente de agosto – Reunión familiar en Estocolmo.

15 de septiembre – Nueva visita al Museo Würth La Rioja en Agoncillo y a Logroño.

Vacaciones de principios de otoño – Turín, Piamonte y Milán.

Escapada del Pilar – San Sebastián y otras localidades del País Vasco.

28 de octubre – Excursión a los hayedos de Sansanet y Le Somport en el Pirineo francés con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

25 de noviembre – Excursión al Parque Geológico de Aliaga con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

1 de diciembre – Una mañana de lluvia en Calatayud.

4 de diciembre – Segunda visita del año a Barcelona por similares motivos a la de marzo.

[Viajes] En Calatayud con película fotográfica

Viajes

Es la última entrada de viajes en el día de los que he realizado últimamente. Y probablemente del año, aunque vete tú a saber si me escapo a algún sitio estos días que tengo fiesta. Ya veremos, que dijo un ciego a otro ciego. En cualquier caso, en Calatayud, a principio de mes, como ya os conté, pero esta vez con película fotográfica. Las cuestiones de técnica fotográfica de las fotos las tenéis en En Calatayud con un película de siempre – Leica M6 con Kodak Ultra Max 400. Aquí os dejo algunas fotos.

[Viajes] En Barcelona con una (realmente) nueva película negativa en color

Viajes

Aprovechando que en mi último viaje en el día a Barcelona pasé por Casanova Foto, compré unos rollos de la nueva película en color que fabrican los ingleses de Harman. Para saber más desde el punto de vista técnico podéis visitar En Barcelona con una (realmente) nueva película en color – Canon EOS 650 con Harman Phoenix. Aquí os dejo algunas fotografías con la particular estética que produce esta película fotográfica.

[Viajes] Aliaga, Calatayud y Barcelona con película en blanco y negro (subminiatura)

Viajes

Pongámonos un poco irónicos. Hasta los años finales del siglo XX, el formato de negativo fotográfico de 24 x 36 mm era denominado por algunos sectores de la industria fotográfica como «estándar», por ser el más común, aunque había una gran variedad de estándares según el tamaño de la película y del negativo. Pero también fue llamado por muchos formato pequeño o miniatura. Realmente, mucho más pequeño los del formato medio (6 x 4,5 cm, 6 x 6 cm, 6 x 9 cm, entre otros), y no digamos si lo comparamos con el formato grande (12.7 x 10 cm, 18 x 13 cm, 25 x 20 cm y más). Pero como había también formatos más pequeños, estos fueron llamados en muchas ocasiones formatos subminiatura (más pequeños que el miniatura). Pensemos en los 17 x 13 mm que ofrecían las cámaras para cartuchos de formato 110, o los 11 x 8 mm de las cámaras espías de Minox y sus copias. Y gozó de cierta popularidad el llamado «medio formato» (en inglés half frame, que sería la mitad del encuadre; no confundir con el medium format, que sería el formato medio, mencionado ya, mucho más grande). Tenía la ventaja de que usaba la misma película de 35 mm, en los mismos carretes, que el formato más popular, pero era la mitad de tamaño (un poquito menos en realidad, 17 x 24 mm), por lo que hacías el doble de fotos con el mismo carrete. Eso sí, con una pérdida de calidad, poco apreciable en los tamaños de copia fotográfica habituales. Una de estás cámara me la llevé en las recientes excursiones al Parque Geológico de Aliaga, a Calatayud y a Barcelona, de las que ya os hablé hace unos días.

Los datos más técnicos en Formato subminiatura viajero – Olympus Pen EE3 con Lomography Potsdam Kino 100. Aquí os dejo algunas fotos.

En Aliaga:

En Calatayud:

En Barcelona:

[Viajes] En los estrechos de Valloré, Aliaga, con película fotográfica

Viajes

Ya comenté hace unos días, y resumí fotográficamente con fotografías digitales, mi excursión al Parque Geológico de Aliaga con ASAFONA. Ahora me han llegado revelados los negativos en color que hice ese día, por la mañana, en los estrechos de Valloré. El detalle técnico de la toma fotográfica lo encontraréis en El Parque Geológico de Aliaga con película fotográfica – Leica CL y Summicron 40 mm con 1Hundred Film. Aquí os dejo con algunas fotos de esa mañana.

[Viajes] En el día a Barcelona

Viajes

Me chiva el gestor de WordPress que esta es la entrada 6800 de este Cuaderno de ruta. El único mérito de este número es que llama la atención por ser múltiplo de 10, e incluso de 100. Vamos, que tiene ceros al final. Eso siempre llama la atención del personal. No es que estos números sean especiales. Es que tenemos diez dedos en las manos, y hemos construido nuestro sistema de numeración dominante, el base 10, sobre este número. Hay otros sistemas de numeración que podrían ser más útiles. El 10 sólo es divisible por 2 y por 5, además de por sí mismo y por el uno, como todos los números. Así que a la hora de hacer grupos, es limitado. O sea, de hacer divisiones enteras. Por ejemplo, el 12 es divisible por 2, 3, 4 y 6, además de… eso. Mucho más útil. En fin… disgresiones… ayer estuve en Barcelona.

Lo planeé desde hace tiempo. Prácticamente desde que terminé las vacaciones de principios de otoño. Y es que había varias cosas que me apetecía hacer en la ciudad condal. Pero me canso de gastar el dineral que cuesta el viaje en tren de alta velocidad si improvisas el viaje con pocos días. Aparte de que la limitada oferta de plazas hace que puedas encontrarte con muchos trenes completos. Esto está pasando incluso en algunos regionales, en determinados días de la semana. En España los trenes son escasos e impuntuales. Cada vez entiendo menos que, con la relativamente baja densidad de circulación en las líneas férreas españolas, sea tan elevada la proporción de viajes que llegan a destinos con un cierto grado de retraso. He viajado por otras redes ferroviarias en el mundo con muchísima más densidad de tráfico y con una proporción mucho menor de retrasos, aunque sean mínimos. Las que más me sorprenden es Suiza y Japón. Estos retrasos, que la gente no da importancia en la alta velocidad por ser de cuatro o cinco minutos, y la gente asume que en España hay retrasos y se da por contenta, sólo pueden deberse a problemas de gestión. O de la infraestructura, mal mantenida o inadecuada. Las estación de Barcelona-Sants es paradigmática en esto último. O de los procesos de control de la circulación. En fin. Es lo que tenemos. Es el país que tenemos.

A Barcelona… he estado decenas y decenas de veces en la capital catalana. Que no es lo que fue. Entre el agobio turístico y el agobio político, cada vez es menos agradable visitar Barcelona. Todo tan vulgarizado por el turismo, y tan degradado culturalmente por la politización constante de la vida cotidiana. No olvidemos que, los nacionalismos, me da igual que sean de señeras que de rojigualdas, son empobrecedores culturalmente. Establecen dogmas sobre lo que debe pensar y sentir los ciudadanos, aunque sean mentiras o errores, y todo lo que se escape de esto no es aceptable. Las consecuencias son horrendas. La tergiversación de lo que fue la Guerra de Sucesión como excusa para los presuntos agravios de «España» hacia «Cataluña» es uno de los más desagradables. Y es opinión de quien es vecino de un «reino» que también perdió su autogobierno en esa guerra. Pero que no le da más importancia. Porque preferiría mirar al futuro que no han un pasado que ahí está y no se puede cambiar. Y sobretodo, sobre el que no podemos prever si las consecuencias de la alternativa hubiesen sido mejor para las personas. Mitos. [Por si algún catalán se me enfada, que se calme un poco. Que considero que los de la rojigualda alteran o deforman la historia en igual medida o más. Pero mal de muchos es consuelo de idiotas. En estas cosas siempre me las apaño para «caerles mal» a todos.]

Quería hacer dos cosas. Pasarme por el servicio técnico de Casanova Foto, con la esperanza de poner en marcha de nuevo tras una limpieza una cierta cámara fotográfica, y comer y conversar con los amigos de antaño con los que cada vez me veo menos. Lo primero fue un fracaso, ahora soy dueño de un caro pisapapeles, lo segundo fue un éxito. Salvo porque comimos en un sitio muy agradable pero con una cocina horrorosa. En fin… nos lo tomamos con humor. En Casanova Foto me encontré con que disponían de la nueva película Harman Phoenix 200, de la que hablaré en su momento, así que aproveché para comprar unos rollos, y dedicar los paseos de ayer por Barcelona para ir probándolos. Hasta dentro de unos días no sabré que tal. También compré algunos libros. Hacía años que no visitaba librerías que me gustan como La Central y Laie.

En fin… poco más que contar. Las fotos con las que ilustro esta entrada son de las pocas que hice con cámara digital, la pequeña compacta Sony ZV-1 que me llevé justamente para esto, para compartir en redes sociales y similares algunas cosas del viaje. Lo podría haber hecho con el móvil, como tanta gente. Pero teniendo un cámara bolsillera que ofrece mucha más calidad y versatilidad, me parece tontería. En fin… dentro de unos días, con los rollos de película revelados, más.

[Viajes] Una mañana en Calatayud

Viajes

No muy complicado de contar lo de ayer. Habíamos planeado una reunión de amigos. En Pamplona o en Vitoria, como lugares intermedios. Pero se frustró por diversas causas. Así que, algunos de los que salíamos desde Zaragoza, ya que teníamos el día de fiesta pedido, decidimos ir a visitar Calatayud.

Todos habíamos estado al menos en una ocasión en la que pudo ser la capital de la cuarta provincia aragonesa cuando se creó la división territorial de España en 1833. También Alcañiz aspiró a ser la quinta provincia aragonesa. No prosperaron. Las provincias debían tener entre 100 000 y 400 000 habitantes, y ni hoy en día los ámbitos de estas localidades alcanzan el mínimo. Pero volviendo al tema viajero, ninguno la había visitado para algo que no fuera trabajo o alguna gestión.

Yo había estado previamente en Calatayud en varias ocasiones, siempre por trabajo. O breves paradas yendo o viniendo de algún sitio, pero es cierto que nunca me había planteado la visita. Tampoco tuve ocasión en esas ocasiones en que viajé por otros motivos. Así que me pareció bien el plan de hacer una visita a la cuarta ciudad en tamaño de Aragón. Aunque esa posición demográfica pueda ser contestada en breve por el crecimiento de Utebo, en el área metropolitana de Zaragoza. Ya veremos… parece que la más clásica está en descenso, mientras que la más nueva está en ascenso.

Como muchos teníamos otras cosas que hacer por la tarde, hicimos un viaje de mañana. Un «horario laboral». Coger un tren algo antes de las ocho de la mañana y bajar de otro, una vez de regreso, hacia las tres de la tarde. Nos sorprendieron los elevados precios de los trenes de alta velocidad. El viaje que tengo planeado a Barcelona este lunes que viene es bastante más barato que la idea y vuelta en el día a Calatayud. Obviamente, el haber comprado los billetes con mucha antelación influye… pero aun así. La opción más razonable en precio/tiempo, los AVANT, trenes regionales de alta velocidad, fue desechada porque el de ida salía excesivamente pronto para lo que era un viaje de relax, y porque a la vuelta, teníamos que dejarlo en Zaragoza-Delicias, mientras que el regional lento nos dejaba en Zaragoza-Goya o Miraflores, cerca de nuestros domicilios.

En fin… una mañana agradable, que lo pudo ser más si no hubiera estado tan nublado. Incluso tuvimos que sacar el paraguas a primera hora. Tengo un nuevo paraguas de viaje de buena calidad, de color blanco. Con el fin de que también pueda servir como modificador de la luz en fotografía si llega el caso. De momento sólo lo he usado para protegerme de la lluvia. ¿Lo más destacado…?. la Colegiata de Santa María la Mayor y algunos rincones del casco histórico de la ciudad. Las fotografías digitales están realizadas con la compacta Sony ZV-1. Cuando llegue el momento veremos las realizas con película fotográfica.

[Viajes] Caminando por las hoces del Parque Geológico de Aliaga

Viajes

Ayer hicimos una nueva excursión fotográfica con ASAFONA ASociación Aragonesa de FOtógrafos de NAturaleza. Sólo cuatro semanas después de la que hicimos a Sansanet y Le Somport. Parece que la asociación, afortunadamente, está muy animada con sus actividades. Y con algo más de una veintena de participantes en la excursión, no sólo socios, también algunos amigos acompañantes, estuvo muy animada. Un día muy agradable en la que acompañó el tiempo atmosférico.

El destino fue el Parque Geológico de Aliaga, en la comarca de las Cuencas Mineras, provincia de Teruel. Una comarca que tuvo tiempos muy animados y cierta prosperidad gracias a la minería, pero el progresivo abandono del carbón como combustible, incluso antes de que se comprobara de la amenaza que supone el uso de combustibles fósiles para el clima del planeta, la han llevado a cierta depresión económica y demográfica. Pero hay lugares muy bellos en la naturaleza de la comarca que son susceptibles de explotación turística, y su principal atractivo es el Parque Geológico de Aliaga.

Integrado en la Red Ibérica de Espacios Geomineros, es el Parque Geológico más antiguo de la Península Ibérica declarado como tal. Y sumándolo a otros paisajes de la provincia de Teruel, merecería la pena promoverlo y protegerlo como a una mayor categoría, tal vez como Geoparque de la Unesco, como sucede con la comarca del Sobrarbe, también en Aragón. Por ejemplo, sumándolo al Parque Geológico del Maestrazgo. Aunque a veces me lío con las definiciones y delimitaciones, porque en ocasiones parece que el de Aliaga se encuentra ahora integrado en el del Maestrazgo. Bueno… lo que sea. Creo que ya me entendéis la idea. Tengo la sensación de que hay buen material para ello.

Me llevé alguna cámara para película fotográfica tradicional, cuyos resultados tardarán unas semanas en verse, y un equipo de fotografía digital que, por su mayor inmediatez, me permite ilustrar esta entrada con fotografías de ayer mismo. Las características técnicas de las fotografías las describo someramente en Sensores de pequeño formato en la naturaleza – Olympus OM-D EM-5 Mark III en el Parque Geológico de Aliaga.

Por la mañana hicimos la ruta de pasarelas de los estrechos de Valloré, que ya nos gustó mucho. Se encuentran ya próximos a la pequeña localidad de Montoro de Mezquita. Entre esta población y una central de generación eléctrica aguas arriba del río Guadalope. Recientemente habilitada, esta ruta permite realizar una excursión fácil de hacer para todo tipo de personas, que permite apreciar la belleza paisajística del lugar, al mismo tiempo que atraerá al aficionado a la geología. No vendría mal que, con el tiempo, se instalasen mesas de interpretación de las formaciones geológicas que se aprecian en el lugar.

Después de comer unos bocadillos en un bar de Aliaga, muy atentos, porque hay que reconocer que estábamos un tanto desorganizados, por la tarde realizamos una pequeña excursión hasta el mirador del barranco de Villarrosario, para tener buenas vistas de la Hoz Mala, otro interesante entorno paisajístico y geológico en el curso del río Guadalope, que también se puede atravesar por la pasarelas habilitadas. En otra ocasión. Para realizar esta tranquila caminata, se parte de la antigua central térmica de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, actualmente en desuso, y que constituye también un lugar de interés fotográfico, especialmente para los aficionados a la arqueología industrial. Como veis, todo de lo más variado.

[Viajes] En Le Somport, con lluvia y poca luz, y película fotográfica en blanco y negro

Viajes

Ya os comenté recientemente la escapada en el día con ASAFONA Asociación Aragonesa de FOtógrafos de NAturaleza a los hayedos en Sansanet y Le Somport, en la vertiente francesa del paso fronterizo de este último nombre. También me llevé una cámara bolsillera con película en blanco y negro. Pero el mal tiempo, la lluvia, y la escasa luz en el interior del bosque hicieron que la usase muy poquito. De hecho, expuse menos de la mitad del rollo. Los detalles técnicos os los cuento en Mal tiempo en Somport y mejor en la ciudad – Minox 35 GT-E con Ilford HP5 Plus. Aquí os dejo algunas fotos de esa excursión.

[Viajes] En el País Vasco con película en blanco y negro (2)

Viajes

Segunda tanda de fotografías realizadas sobre película fotográfica para negativos en blanco y negro. Durante este viaje, por cuestiones de disponibilidad de mi película preferida para viajar, he utilizado dos tipos de material sensible. Por ello, haré dos entradas con fotografías en blanco y negro de esta escapada de menos de una semana de duración. Los detalles técnicos de las fotografías de hoy los podéis leer en En San Sebastián y alrededores con película en blanco y negro (2) – Minox 35 GT-E con Ilford HP5 Plus. Las fotografías corresponden al museo al aire libre Chillida Leku en Hernani, Zarauz, Guetaria y Zumaya, especialmente el Geoparque de la Unesco del flysch de Zumaya-Deva.